martes, 8 de junio de 2021

Eladio García Castro y la historia perdida del PTE

 

Eladio García Castro y la historia perdida del PTE

” Pan, Trabajo y Libertad. Historia del Partido del Trabajo de España”, obra colectiva coordinada por José Luís Martín Ramos (coord.) (El Viejo topo, Barcelona, 2011)…La memoria histórica también tenía que llegar hasta este sector, ante todo sobre el PTE, el partido más importante de la izquierda del PCE-PSUC.




Por Pepe Gutiérrez-Álvarez 

Kaosenlared

Publicado el 8 Jun, 2021

En el debate suscitado por varios artículos con mi firma  sobre el maoísmo me he referido al único estudio publicado sobre esta corriente, al menos que yo sepa, sí bien son diversas páginas on line la que han tratado de evocar esta formación que en sus mejores momentos resultó ser la más influyente de lo que se llamó izquierda radical. Estamos hablando de” Pan, Trabajo y Libertad. Historia del Partido del Trabajo de España”, obra colectiva coordinada por José Luís Martín Ramos (coord.) (El Viejo topo, Barcelona, 2011)…La memoria histórica también tenía que llegar hasta este sector, ante todo sobre el PTE, el partido más importante de la izquierda del PCE-PSUC, sobre el que existían muy pocas aportaciones en papel escrito (la última, la de José Antonio Errejón en viento Sur 115), y unas pocas más en Internet. Dicha recuperación viene dada por el trabajo de la Asociación Pan y Libertad que ya había auspiciado otra obra La lucha por la ruptura democrática en la Transición que reúne documentos, fotografías, y una serie de artículos: Transición y transiciones permanentes, por Ramón Adell Argilés; Los movimientos sociales, por Manel Gracia Luño; El Partido del Trabajo de España, por Amador Rivera Pavón; La prensa del partido, por Antonio Bocanegra Martínez; La represión en la transición, por Alfredo Grimaldos Feito…El proyecto es todo lo extenso que merece una primera introducción.

La edición reseñada marca un salto cualitativo por su amplitud. Estamos hablando pues de una historia en construcción que comienza a ofrecer sus primeros frutos sacando este partido del foso del olvido, una tarea que comienza como no podía ser menos haciendo un listado de los militantes asesinados por las fuerzas del orden público, a los que habría que añadir una lista casi interminable de hombres y mujeres represaliados, encarcelados y torturados. Una primera secuencia que nos sitúan ante una historia trabajada muy duramente desde abajo, por una militancia que trataba de recuperar las mejores tradiciones militantes al tiempo que criticar aspectos insostenibles, primordialmente los heredados de una visión idealizada del estalinismo.

Los trabajos se apoyan en una amplia documentación y en las fuentes orales, es la obra coordinada por José Luís Martín Ramos, Pan, Trabajo y Libertad. Historia del Partido del Trabajo de España (El Viejo topo, Barcelona, 2011), y que incluye trabajos de otros autores como Marta Campoy, Manel Gracia y Ramón Franqueza, todos ellos estudiosos y antiguos militantes del partido.

Este primer trabajo ofrece una visión de conjunto sobre una experiencia que todavía resulta cercana, y que se desarrolla en un tiempo largo y agitado, y en una organización que conoce diversas etapas, y sobre la cual queda casi todo por hacer, desde tal o cual capítulo nacional, regional o local hasta los puramente personal, lo biográfico, un terreno en el que, hasta el momento, la cosecha es muy limitada. Todavía sabemos poco de “la gente” del PTE, y lo que hay no es muy conocido, por ejemplo, poca gente sabe que las militantes que aparecen en la valiosa película “Entre rojas” (1995), dirigida por Azucena Rodríguez y protagonizada por Penélope Cruz, pero sobre todo las que encarnan Cristiana Marcos y María Pujalte. Es una verdadera lástima que no se haya creado una institución que recoja los textos, testimonios o las aportaciones de los historiadores.

Reconocido como  el líder más reconocido del PTE,  García Castro, Eladio (Sevilla, 1944), el principal partido de la izquierda radical que a pesar de contar con una implantación bastante considerable no consiguió representación parlamentaria. La militancia de Eladio viene precedida por  la “desaparición” de si abuelo luchador del Sindicato de los Trabajadores del Puerto, a sus dos hijas las encerraron en prisión, el mismo conoció a su padre con 8 años, en una comunicación en el Penal del Dueso de Santoña; debía su nombre  a un hermano de su padre, fusilado por ser concejal del Frente Popular. El joven Eladio de vocación rebelde, estudió en la Escuela Técnica de la Universidad de Sevilla, en la que, dando clases particulares de matemáticas, se costeó su carrera de arquitecto. Militante del PCE en el seno del movimiento estudiantil, Eladio comenzó como otros jóvenes de entonces a cuestionarse la línea oficial expresada  en el libro Santiago Carrillo Y después de Franco ¿qué . Y de aquellos años de lucha, un rebelde cuya primera desobediencia sería contra las consignas del Partido contra una huelga por el asesinato de un trabajador en la comisaría de la Rinconada.

Indisciplina que terminaría con su expulsión y su trasvase al PCI, inicialmente castrista aunque en 1968 su CC  decidió girar hacia el marxismo leninismo pensamiento Mao, editando a finales de los años sesenta su propio “Libro Rojo” desde el que sentenciaban lo que era correcto y lo que no dentro de una línea que rememora al PCE del “tercer periodo”, unos criterios que García Castro hará suyo hablando del “triunfo del socialismo en la Unión soviética” con Stalin, del “triunfo del socialismo en un solo país” o presentando a Mao como “un revolucionario mundial, que ha hecho aportaciones importantes a la teoría del marxismo leninismo y que ha conducido en la práctica a la revolución china”, un recorrido que fue efectuado desde un entusiasmo similar al que albergó el prosovietismo en la época en que Stalin aparecía como el líder del antifascismo.

En aquel destino conoció la cárcel. Durante el estado de excepción de 1969, decretado por Franco tras una masiva movilización estudiantil, fue detenido  y pasó 14 días de malos tratos en comisaría; detenido nuevamente y acusado de instigador en grado de “dirigente”, Eladio huye a Barcelona, en 1972, tras nuevas detenciones de militantes, el PCI se divide, y una mayoría decide borrar un nombre que estiman como “trotskista”; en tanto que una minoría persiste desde el PCI Línea Proletaria para extraviarse en el curso que viene (con graves acusaciones de la turbia muerte de un militante), la mayoría toma el nombre de PTE, del que Eladio acaba siendo elegido secretario general como el camarada Ramón Lobato, alguien fuera de toda duda según las premisas del maoísmo asimilado desde la “gran revolución cultural proletaria”.. Desde su punto de vista “El PTE era un partido basado en la rama china del PCI. Pero lo primero que hizo la nueva dirección fue dar un viraje a la actividad, que no se fundamentara sólo en escribir panfletos sino en fomentar los movimientos de masas”.

Parece indudable que a pesar de su pobreza teórica, el PTE supo animar a una militancia entregada, capaz de desarrollar un enorme trabajo organizativo como la muestra su papel decisivo en la creación  del Sindicato Obrero del Campo (SOC) en Andalucía o la Joven Guardia Roja, la organización juvenil del PTE, con fuerte implantación en la Universidad y un sistema de funcionamiento de exaltación al líder, en el caso de (Josefina)  Pina López Gay (Almería,   1949-Madrid, 2000), Inés en la clandestinidad y que fue sin duda la personalidad más popular de la formación, acabó trabajando desde su condición de especialista en Historia de América llegó a ocupar en nombre del PSOE el cargo de presidenta   de la Comisión Nacional V Centenario desde la que exaltaba la colonización.

La evolución del PTE hacia un terreno intermedio entre la izquierda institucional y la radical,  EL PTE llevó a García Castro a tomar parte en la Junta Democrática a pesar de veto velado de Carrillo. Legalizado después de las elecciones de junio de 1977, el PTE obtuvo cerca de 200.000 votos. Del conjunto de las experiencias electorales quizás su mayor apuesta fue ofrecer toda la base militante y los medios para una candidatura catalana presidida por el líder histórico de ERC. Heribert Barrera quien, a la postre resultó el único electo para acabar negociando con Pujol su protagonismo parlamentario. En pleno desconcierto, tras la fracasada tentativa de unificación entre el PTE y la ORT más sus respectivos sindicatos efectuada de la manera más burocrática posible llegó la muerte de Mao, la caída de la llamada “banda de los cuatro”, el irresistible ascenso de la izquierda institucional que ofrecía cargos bien renumerados a la militancia, acabaron por hacer desaparecer la formación de la que apenas quedarían vestigios sí bien parte siguió con su lucha en frentes como la solidaridad (con Nicaragua y el POLISARIO), integrándose en IU o en el nacionalismo de izquierda como resultó ser el caso de Cataluña con el BEAN , escisión que, al contrario que el PTE, votó No a la Constitución..

Desde entonces, Eladio se apartó de la militancia para trabajar en el terreno de la defensa de los Derechos humanos en Cádiz.  Huellas de aquel tiempo se pueden encontrar en un par de folletos editados con su nombre, La crisis económica: una alternativa económica, una alternativa democrática; ¿Qué es la Dictadura del Proletariado? España, un socialismo sin adjetivo; la detallada entrevista incluida en el volumen Los partidos marxistas, sus dirigentes/sus programas (Ed. Anagrama, Barcelona, 1977, edición a cargo de Fernando Ruiz y Joaquín Romero) donde revela su miseria teórica, sin olvidar una entrevista aparecida en el diario Público. Hasta el momento el estudio más amplio es el de J.L. Martín Ramos, Pan, trabajo y libertad. Historia del partido del trabajo (El Viejo Topo, 2011)

por Taboola

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