viernes, 16 de junio de 2017

REVOLUSIÓN RUSA Y SOCIEDAD DE TRANSICIÓN




Lenin y Trotsky frente a la burocracia y a Stalin


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Eric Toussaint

VIENTOSUR

25/01/2017



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Desarrollo de las cooperativas y revolución cultural en el campo
Quinto punto, Lenin se pronuncia por la puesta en pie y el desarrollo de un sistema de cooperativas agrícolas en las que los campesinos entrarían voluntariamente y harían la experiencia de un sistema de relaciones sociales, que les pusieran en el camino del socialismo. (“Hablando con propiedad, nos queda solo hacer que nuestra población sea lo bastante “civilizada” como para comprender todas las ventajas que ofrece una adhesión generalizada a las cooperativas que precisamos ahora para pasar al socialismo” t. 45. p370).
Para Lenin, el sistema cooperativo a generalizar es el que permite a los campesinos comercializar su producción en común. No se trata por tanto aún de pasar a cooperativas de producción colectiva. Lenin engloba en este planteamiento el lanzamiento de una “revolución cultural” en los campos atrasados de forma que aumente su nivel cultural evitando cuidadosamente hacer allí una propaganda esquemática y dogmática para el comunismo. Esta no era la tarea del momento pues las condiciones materiales y culturales mínimas no estaban reunidas (“Esto no debe en forma alguna ser tomado en el sentido de que deberíamos inmediatamente llevar al campo ideas comunistas puras y simples. Mientras no tengamos base material para el comunismo en la aldea, sería, se puede decir, un trabajo nocivo, nefasto para el comunismo” (Lenin, t 45, p. 387). Lenin se pronuncia por la combinación de una parte, de la propagación de las ideas soviéticas en el campo vía grupos de obreros voluntarios, vacunados contra un comportamiento paternalista y burocrático y, de otra parte, por la revalorización de las condiciones de existencia y de trabajo de los maestros de pueblo.
LIMITES DE LA POSICIÓN DE LENIN
En el seno de la dirección bolchevique, Lenin percibe por tanto con una gran agudeza los peligros de deformaciones burocráticas y decide combatirlas. Sin embargo, su reflexión tiene algunos límites. Para él, la burocracia es la herencia del pasado zarista (en parte físicamente es cierto). Añade que si se hubiera pasado por el capitalismo desarrollado, este problema no existiría.
Lenin concibe la burocracia sobre todo como el legado de la herencia zarista cuando es también el producto de la sociedad de transición tal cual es tras la destrucción del aparato zarista. La burocracia ocupa una función en el Estado obrero. Para ilustrarlo, retomemos una imagen utilizada más tarde por Trotsky: si durante una penuria, hay una gran cola delante de una tienda, habrá necesidad de un policía para ordenarla y éste, muy a menudo, se sirve el primero....
El segundo límite de la posición de Lenin concierne al partido. Siempre fue favorable a un debate extremadamente vivo y democrático en el interior y el exterior del partido. Las batallas políticas entre los militantes del partido se desarrollan incluso a través de la prensa. Esto es cierto también en 1918. No solo hay debate en la prensa oficial del partido, el Pravda, sino que incluso se permite a Bujarin, dirigente bolchevique, crear con otros responsables (Preobrajensky, etc.) su propio órgano de prensa fraccional. Constituía una tradición en el partido bolchevique considerar que había que debatir a fondo, pero que una vez tomada la decisión, debía ser aplicada unánimemente.
El problema es que en 1921, Lenin “da un giro” sobre el modo de discusión en el partido. Precisamente en el X Congreso del partido, hay un debate muy duro entre la dirección del partido y la tendencia “Oposición obrera”. Esta última es minoritaria, compuesta de 60 delegados de los 690 en total.
Antes del X congreso, la Oposición Obrera pudo difundir 250 000 ejemplares de su plataforma en el Pravda y en otro folleto, lo que muestra claramente que el carácter democrático del debate sigue siendo importante.
Pero en el último día, cuando varias centenas de delegados han tomado ya el camino de vuelta a su provincia, Lenin plantea la siguiente moción: “Desde hoy, supresión del derecho de tendencia y de fracción en el partido; dado que la Oposición Obrera es minoritaria y que sus posiciones representan un peligro para el Estado obrero, toda propagación de sus posiciones, en el interior del partido, conllevará la exclusión de sus miembros”. Añade que dos dirigentes de la Oposición Obrera deben ser miembros del comité central.
Este texto de Lenin, adoptado con solo 30 votos de oposición, no menciona que la supresión del derecho de fracción y de tendencia es temporal. Este texto comprende además una disposición secreta que prohibe igualmente los grupos. Será utilizado posteriormente por la fracción Stalin por un plazo indefinido.
¿CÓMO EXPLICAR LA ACTITUD DE LENIN?
Lenin considera que la tensión extrema que se desarrolla en el país -durante el congreso se desarrolla el levantamiento de Kronstad- necesita una limitación de la democracia interna del partido a fin de que éste haga bloque. Sin duda Lenin concibe este cambio como limitado en el tiempo, pero no tiene la prudencia de precisarlo negro sobre blanco. Este error tendrá consecuencias terribles dos años más tarde cuando la fracción estalinista se sirva del texto del X congreso para condenar a la Oposición de 1923 y consolidar así su poder sobre el partido.
Trotsky volverá más tarde sobre esta cuestión con el comentario siguiente:
“El Partido bolchevique, es cierto, prohibió las fracciones en el X congreso (marzo de 1921), en un momento de peligro mortal. Se puede discutir sobre la cuestión de saber si esto fue justo o no. El curso ulterior de la evolución ha mostrado en cualquier caso que esta prohibición ha sido uno de los puntos de partida de la degeneración del partido. La burocracia se ha apresurado a hacer de esta idea de “fracción” un espantajo para no permitir al partido pensar o respirar. Es así como se ha formado el régimen totalitario que ha matado al bolchevismo” (in Le Trotskysme et le PSOP, 25/07/1939. Å’uvres, tome 21, page 272).
El tercer límite de Lenin, es la respuesta que da al problema del pluripartidismo en la transición al socialismo. Mientras que los primeros meses que siguen a la toma del poder Lenin y la dirección bolchevique ponen en práctica una política y desarrollan concepciones que implican el respeto del pluripartidismo (los bolcheviques han formado una alianza gubernamental con los Socialistas Revolucionarios de izquierda a finales de 1917-comienzos de 1918), su actitud se modifica progresivamente a lo largo del año 1918 y, en los años que siguen, todos los partidos de oposición son progresivamente prohibidos, incluso reprimidos. La prohibición de los partidos de oposición provocó una limitación muy fuerte de la vida democrática en la URSS.
¿UN BLOQUE LENIN-TROTSKY CONTRA STALIN?
A finales de 1922, comienzos de 1923, Lenin propone un bloque a Trotsky en la batalla sobre los acontecimientos de Georgia y sobre la cuestión nacional en general.
Esta proposición de bloque es consecuencia del acercamiento manifiesto que se ha operado en esa época entre Lenin y Trotsky. En efecto, a finales de 1922, Lenin había manifestado en numerosas ocasiones en el seno del BP y por cartas al CC su acuerdo con Trotsky sobre las cuestiones clave en discusión.
Es así como llevó la batalla con Trotsky contra los dirigentes bolcheviques -entre ellos Stalin- que querían poner fin al monopolio del Estado obrero soviético sobre el comercio exterior. En la misma época, se declaró de acuerdo con las posiciones de Trotsky sobre la táctica que la Internacional Comunista debía adoptar para ganar la mayoría en la clase obrera. Esto se articula con otros elementos, puesto que Lenin quiere proponer, en el mismo congreso, la ampliación del comité central /2, la reforma de la Inspección Obrera y Campesina y la destitución de Stalin.
En diciembre de 1922, cuando Lenin propone a Trotsky un bloque contra la burocracia, éste responde que el combate contra la burocracia debería comenzar por la eliminación de este mal en el seno del partido y en particular en sus instancias supremas. Lenin iba luego a aceptar esta propuesta encargando a Trotsky llevar la batalla por él en el 12º Congreso y declarando en su Testamento que había que destituir a Stalin de su función de secretario general.
Esta última proposición no era conocida más que por los miembros del BP y algunos cercanos colaboradores de Lenin y de Trotsky. Algunos meses más tarde, Lenin, paralizado, no puede estar presente en el 12º Congreso. Trotsky no lleva a cabo la batalla que Lenin le ha propuesto.
Son otros dirigentes bolcheviques, Rakovsky y Bujarin, quienes llevan a cabo la batalla sobre la cuestión de las nacionalidades. Y la lucha contra las deformaciones burocráticas es asumida por Preobrajenski, dirigente que fue uno de los tres secretarios del partido bolchevique.
Con ocasión de la preparación del 12º Congreso se constituye en el seno del Buró Político una alianza fraccional entre Stalin, Zinoviev y Kamenev, la famosa Troika. Ésta se reúne en secreto de forma regular antes de las sesiones del BP a fin de poner en minoría a Trotsky cada vez más a menudo.
Preobrajensky es el primer dirigente bolchevique en denunciar públicamente al Congreso la existencia de la Troika.
Durante la preparación del 12 Congreso de la primavera de 1923, Stalin quería ganarse a Trotsky. Sintiéndose amenazado por el bloque propuesto por Lenin a Trotsky, había propuesto al BP que Trotsky hiciera el informe central en lugar de Lenin ausente. Trotsky se niega. Considerando que Lenin no puede ser reemplazado, propone que no haya informe central. Trotsky se encarga del informe sobre la industria.
Trotsky piensa que es posible vía una política económica adecuada recrear las condiciones materiales que permitan, de una parte, al proletariado industrial recuperar toda su vitalidad y, de otra parte, asegurar la “soldadura” entre las ciudades y el campo. En el 12ª Congreso, Trotsky pone por tanto el acento en las transformaciones económicas, mientras que Lenin, si hubiera estado presente, habría puesto ciertamente con toda razón toda su atención en una serie de medidas políticas -entre ellas la dimisión de Stalin del puesto de secretario general- que permitieran al partido comenzar a enfrentarse a la deformación burocrática.
A posteriori, Trotsky dará el siguiente juicio sobre lo que habría podido dar de si el bloque con Lenin o, en ausencia de éste, una batalla realizada en su nombre:
“Nuestra acción común contra el Comité Central, si hubiera tenido lugar al comienzo del año 1923, nos habría asegurado ciertamente la victoria. Más aún. Si hubiera actuado en vísperas del 12º Congreso en el espíritu del “bloque” Lenin-Trotsky contra la burocracia estalinista, no dudo que habría logrado la victoria, incluso sin la asistencia directa de Lenin en la lucha. En qué medida habría sido duradera, es otra cuestión”.
Prosigue declarando en particular que si hubiera llevado a cabo el combate deseado por Lenin: “Mi acción podía ser comprendida, o más exactamente, representada como una lucha personal para tomar el lugar de Lenin en el partido y en el Estado. No podía soñar con esto sin estremecerme. Estimaba que esto podría causar en nuestras filas una desmoralización que habría habido luego que pagar cara, incluso en caso de victoria” (Mi vida , p. 554-555).
En el Congreso de marzo de 1923, Trotsky declara en su discurso que se encuentra en la línea del BP, con ello se desmarca de las intervenciones de la oposición. Trotsky emplea fórmulas fuertes sobre la dictadura del proletariado y sobre el papel del partido bolchevique: “Hemos luchado unánimemente en 1917 por la dictadura del partido, lucharemos hoy contra toda tentativa que tenga por objetivo retirar el monopoliio de la dirección a todos los niveles” (en Trotsky La Lutte antibureaucratique en URSS, t.1, p.77, 10/18).
Esta fórmula había sido adoptada por el propio Lenin en 1922. aunque para Trotsky y Lenin no tenga la misma significación que para Stalin (que retomará este análisis en su beneficio con el apoyo de Zinoviev en 1924-1925), esta fórmula da una mala educación al partido y es peligrosa en la medida en que, si es cierto que el partido constituye la vanguardia del proletariado aliado al campesinado, no deja de ser cierto que el poder puesto en pie a partir de Octubre de 1917 era ejercido por los consejos obreros y campesinos en cuyo seno el partido bolchevique se había convertido en mayoritario. Uno de los efectos terribles de la guerra civil que siguió a octubre de 1917, es la bajada de la actividad de los soviets (no querida por los bolcheviques) y la transferencia del poder al partido. La fórmula empleada por Trotsky (y Lenin un poco antes) no ponía suficientemente el acento en el hecho de que el ejercicio del poder por el partido era un avatar de la guerra civil y no de Octubre de 1917.
TROTSKY PASA A LA OFENSIVA CONTRA LA BUROCRATIZACIÓN DEL PARTIDO (otoño de 1923)
Tras el Congreso de marzo de 1923, la oposición en el partido bolchevique recupera fuerza, siempre en ausencia de Lenin, que está enfermo.
En julio-agosto-septiembre de 1923, hay huelgas y la agitación aumenta en el interior del Partido Bolchevique. Está impulsada principalmente por miembros de las antiguas Oposición Obrera y Centralismo Democrático (los llamados decistas), por el Grupo Obrero y la Verdad Obrera. Esto lleva a Djerzinsky -jefe de la GPU (luego convertida en KGB)-, al que Lenin había propuesto en vano sancionar por su funesto papel en el asunto georgiano, a proponer al CC, en septiembre, poder intervenir en contra de los miembros del partido que se hicieran culpables de luchar en el partido contra la línea de la dirección. Trotsky decide emprender la batalla y dirige el 8 de octubre de 1923 una larga carta al CC en la que declara que la proposición de Djerzinsky refleja hasta qué punto la situación se ha deteriorado en el partido y precisa: “Muchos, muchos miembros del partido, si no la mayor parte, han sido alarmados por los métodos y los procedimientos utilizados en la preparación del 12º Congreso”. Continúa declarando que no se han aplicado las proposiciones económicas que había planteada o en ese congreso y que habían sido adoptadas. Explica sus consecuencias: un profundo descontento de los campesinos que ha afectado luego a los obreros, lo que alimenta el desarrollo de los grupos de oposición.
Trotsky pone luego en cuestión el funcionamiento del partido denunciado al Buró de Organización dirigido por Stalin: “Cuando se toman las decisiones sobre las designaciones, las dimisiones y los traslados, los miembros del partido son evaluados ante todo desde el punto de vista del apoyo que pueden aportar o no al mantenimiento del régimen interno del partido que es realizado, secretamente y no oficialmente pero muy eficazmente, por el Buró de Organización y el secretariado del Comité Central” (…). “La burocratización del aparato del partido ha alcanzado proporciones inauditas por la aplicación de la selección de los secretarios” (…) “Se ha creado una muy amplia capa de funcionarios del partido, que pertenecen al aparato del Estado o del partido, que han renunciado totalmente a la idea de tener opiniones personales o al menos expresarlas, como si creyeran que la jerarquía del secretariado es la herramienta adecuada para definir las opiniones del partido y tomar las decisiones. Por debajo de esta capa que se abstiene de tener opiniones personales, está la gran capa de la masa del partido a la que cada decisión llega bajo la forma de llamamiento o de orden. En el interior de esta base del partido, hay un extraordinario grado de descontento, en ciertos casos legítimo, en otros, provocado por factores accidentales. Este descontento no es apaciguado a través de un intercambio abierto de opiniones en las reuniones del partido (en la elección de los comités de partes, de los secretarios, etc.) al contrario, continúa desarrollándose en secreto y a veces, conduce a abscesos internos”.
Trotsky propone lo que se llamará un poco más tarde un “Nuevo Curso” para el partido: “La democracia en el partido debe gozar del lugar que le corresponde a fin de prevenir al partido de la amenaza de osificación y de degeneración. El militante de base del partido debe expresar sus insatisfacciones en el marco de los principios del partido y en tanto que miembro responsable del partido”.
Llega entonces a anunciar que expresará en adelante sus divergencias en el exterior del Comité Central: “Los miembros del CC y de la Comisión Central de Control saben que, a la vez que combatiendo resueltamente y sin equívocos la política errónea, he evitado deliberadamente someter la lucha en el interior del Comité Central al juicio de una capa incluso pequeña de camaradas. (…) Me veo forzado a constatar que mis esfuerzos de estos 18 últimos meses no han producido ningún resultado (…) Pienso que no es solo mi derecho sino mi deber dar a conocer la situación real a todo miembro del partido que yo considere suficientemente preparado, maduro, y que de pruebas de contención, en consecuencia capaz de ayudar al partido a encontrar una vía para salir de este callejón sin salida sin convulsiones fraccionales y sin levantamientos” (Trotsky 8.10.1923).
Trotsky toma así la iniciativa de lanzar una batalla ofensiva contra la burocracia en el interior del partido y decide llevarla a cabo con otros cuadros del partido. Simultáneamente, opera una autocrítica que no era táctica y a la que bastantes de sus biógrafos no han concedido la importancia que debía ciertamente tener en el espíritu de su autor: declara que la actitud que ha adoptado durante 18 meses en el seno del partido no ha producido ningún resultado (ver cita más arriba).
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