viernes, 10 de octubre de 2008

PERDONEN, NO ES POR NADA: ¿A QUÉ ESTÁN JUGANDO?

Bueno, pues que Zapatero que es un santo, y miren que lo vengo diciendo desde hace días, se desgañita en la prédica de tener confianza hermanos míos, por la confianza seréis salvos, confianza sobre confianza y sobre confianza otra os pido. ¿Cabe más humilde y evangélica actitud en hombre alguno? ¡Pues, no! Y no me lo discutan.
Pero ¡kía!, ni puto acaso le hacen. Se condenarán ellos solos, eso también lo digo, pero ni puñetero caso, y arderán al calorcito y entre la tufarrina de billetes de 500 euros, pero allá ellos.
No le hacen caso ni los irresponsables jefes del capital que se enriquecen en la bolsa sin dar un palo al agua.
El Banco de Santander, que Zapatero puso como ejemplo en el Congreso de los Diputados de la solidez del sistema financiero español, ha perdido hoy en la bolsa, donde Manuel Pizarro, el rico aragonés, se mueve como pez en agua no contaminada, un 11,94%; el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria que se engulló toda la banca oficial del Estado español, por obra y gracia (pero sin ninguna gracia) de Felipe González, un 11,37% y Telefónica, donde se telefonea la mar de bien Zaplana, un 9.10%.
Pero yo me pregunto, así, como el que no quiere la cosa: ¿pero si ya se han tomado millomedidas a bute para que los señores jefes bancarios estuvieran bien tranquilitos, cómo es que el gallinero se alborota cada vez más y crece la intranquilidad de millones de personas por estos sandokanes del capital?
Que no se fían unos de otros, he ahí la cuestión, que los banqueros en los que yo debo confiar por huevos, no tengo otro remedio, no se fían entre ellos… No te digo yo.
Lo dijo ayer en entrevista concedida a la Cadena SER, Carlos Solchaga, ex ministro de Felipe González, que era más chulo que un ocho bañándose vestido de traje caro en Málaga, y decía que en España se podía hacer rico cualquiera, cosa que no le discutía ni discuto, pero trabajando no.
Dijo Solchaga que la falta de liquidez en los bancos ni gota, que no falta, porque todos ellos tienen el dinerito guardado en sus cajas blindadas (ni pensar quiero el zancocho que les voy a hacer como se me tuerza el morro y me de por meterme en una de ellas) para hacer frente a sus compromisos por si llegan más mal dadas, y dinerito que retavillan, dinerito que va al montón de la caja blindad, más previsión que te crió. Y que no se prestan dinero entre ellos por eso, porque no se fían unos bancos de otros. ¡Hola, hola, bancos más desconfiados, Señor! ¿Y, eso por qué será? A lo mejor es que se conocen muy bien.
Y verán por donde les voy a salir ahora, verán. Déjenme seguir que yo se por donde voy.
Que el presidente del banco de Santander, Botín, o su hija, Botín, de sus dineros particulares, los que ganan oficialmente y por lo que declaran a la Hacienda Pública o lo que sea, no le quieran dejar un euro a ningún otro presidente de banco, a mi me la trae floja, o sea, que hasta aquí bien.
Pero, y aquí es donde interviene el furgón de la Guardia Civil, el dinero que tienen los bancos en sus cajas fuertes, es el dinero de millones de ahorradores para que los bancos lo hagan circular de banco a banco, de banco a empresa y de banco a particulares, y al no hacerlo, porque se lo guardan para sus compromisos, paralizan todo el sistema económico y crean mucha inseguridad ciudadana, provocando incluso, que muchos millones de personas pierdan parte de sus ahorros. ¿Es de furgón de la Guardia Civil o no? Pues venga pronto que para luego es tarde, por si aca.
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