Toda Europa
está al borde de un estallido social
Diario octubre / octubre 27, 2022
En Rumanía, los manifestantes hicieron sonar bocinas y tambores
para dejar patente su descontento por el aumento del costo de la vida. La
ciudadanía salió a la calle en Francia para exigir aumentos salariales acordes
con la inflación. Los inconformistas checos protestaron contra la gestión del
gobierno en la crisis energética. El personal ferroviario británico y pilotos
alemanes se declararon en huelga para reclamar sueldos más altos ante la subida
de los precios.
En toda
Europa, el incremento de la inflación provocó una ola de protestas y huelgas
que ponen de manifiesto el creciente descontento con la escalada del costo de
la vida y amenazan con desatar la inestabilidad política. Luego de que la
primera ministra de Gran Bretaña se viese obligada a dimitir tras menos de dos
meses en el puesto, después de que sus planes económicos causaran el caos en
los mercados financieros y dañaran aún más una economía debilitada, el riesgo
para los dirigentes políticos es evidente mientras la población exige medidas.
Los
europeos han visto que las facturas energéticas y el precio de los alimentos se
disparaban por la guerra de Rusia en Ucrania. Aunque el precio del gas natural
bajó desde los máximos históricos alcanzados en verano y los gobiernos han
destinado la nada despreciable cantidad de 576.000 millones de euros a ayudas
energéticas para hogares y empresas desde septiembre de 2021, esto no es
suficiente para algunos manifestantes.
El precio
de la energía ha impulsado al alza la inflación en los 19 países que tienen el
euro como moneda hasta alcanzar un récord del 9,9 por cien, lo que complica que
la gente pueda adquirir lo que necesita. Algunos no ven más opción que salir a
la calle. “Hoy, la gente se ve obligada a emplear tácticas de presión para
lograr un aumento” salarial, dijo Rachid Ouchem, un médico que estaba entre las
más de 100.000 personas que esta semana protestaron en múltiples ciudades
francesas.
Las
consecuencias de la guerra en Ucrania han elevado notablemente el riesgo de
disturbios civiles en el continente, de acuerdo con la consultora de riesgo
Verisk Maplecroft. Los líderes europeos han respaldado firmemente a Ucrania
enviando armas y prometiendo, o viéndose obligados, a dejar el petróleo y el
gas natural rusos, más baratos, pero la transición no ha sido fácil y amenaza
con erosionar el apoyo público.
“Esta
crisis energética no tiene una solución rápida”, dijo Torbjorn Soltvedt,
analista de Verisk Maplecroft. “Y, en todo caso, la inflación parece que podría
ser peor el año que viene de lo que ha sido este”. Esto supone que la relación
entre la presión económica y la opinión popular acerca de la guerra en Ucrania
“se pondrá realmente a prueba”, agregó.
En
Francia, que tiene la inflación más baja de la eurozona con un 6,2 por cien,
trabajadores ferroviarios y de transportes, maestros de secundaria y empleados
de hospitales acudieron el martes al llamamiento de un sindicato de
trabajadores petroleros para reclamar alzas salariales y protestar por la
intervención gubernamental en las huelgas de los trabajadores de refinerías que
han causado escasez de gasolina.
Días
después, miles de rumanos protestaron en Bucarest contra el precio de la
energía, de los alimentos y de otros productos básicos que, según los
organizadores, está sumiendo a millones de trabajadores en la pobreza.
En la
capital de República Checa, Praga, una multitud demandó el mes pasado la
renuncia de la coalición de gobierno prooccidental, criticando su respaldo a
las sanciones de la Unión Europea a Rusia. Además, señalaron al ejecutivo por
no hacer lo suficiente para ayudar a los hogares y a las empresas afectados por
la subida energética.
Aunque hay
otra protesta convocada en Praga para la próxima semana, por el momento las
movilizaciones no se han traducido en cambios políticos y la coalición logró un
tercios de los escaños en la cámara alta del Parlamento en las elecciones de
este mes.
En Gran
Bretaña, empleados ferroviarios, enfermeras, trabajadores de puertos y
abogados, entre otros colectivos, han protagonizado una serie de paros en los
últimos meses para reclamar una subida de los sueldos que los ajuste a una
inflación que alcanza el 10,1 por cien, su peor dato en 40 años.
Los trenes
no circularon durante las protestas y las recientes huelgas de pilotos de
Lufthansa en Alemania y de trabajadores de otras aerolíneas y aeropuertos en
todo el continente en pos de mejoras salariales, han paralizado el tránsito
aéreo.
El fallido
plan de estímulo económico de Truss, que incluía amplias rebajas fiscales y
ayudas multimillonarias a la factura energética de hogares y empresas, sin un
plan claro para subvencionarlas, ilustran la complicada situación en la que se
encuentran los gobiernos. “Tienen muy poco margen de maniobra”, indicó
Soltvedt.
La suerte
ha sido que, hasta ahora, el mes de octubre está siendo más suave de lo
habitual, lo que supone una menor demanda de combustible para calentar los
hogares, apuntó el analista. Pero “si este invierno se produce una interrupción
inesperada del suministro de gas procedente de Europa, es probable que veamos
un mayor incremento de los disturbios civiles, el riesgo y la inestabilidad
gubernamental”, dijo.
—https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2022-10-22/protestas-por-inflacion-suben-riesgo-de-disturbios-en-europa
FUENTE: mpr21.info
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