miércoles, 26 de octubre de 2022

MIGUEL MANZANERA. Encuentro europeo contra el fascismo

 

MIGUEL MANZANERA. Encuentro europeo contra el fascismo

 

INSURGENTE. ORG / 25 octubre 2022

 


Un llamamiento para formar un amplio movimiento social que pueda contrarrestar las inercias políticas de la sociedad imperialista que conducen al triunfo de la irracionalidad y la insolidaridad.

El triunfo del liberalismo capitalista tras un largo proceso de lucha de clases a nivel internacional en el siglo pasado, ha traído de nuevo una profunda crisis económica con sus consecuencias de paro obrero, descenso en el nivel de vida y carestía de los productos básicos, retroceso en las condiciones laborales, desprecio por los problemas medioambientales, explotación de la condición femenina, etc.

Esas dificultades económicas conllevan también importantes problemas políticos que se han traducido en el desarrollo de diversos conflictos bélicos, acompañados del ascenso de la extrema derecha al poder en numerosos estados del mundo. El fascismo es una consecuencia de la crisis capitalista, y cuanto más profunda se haga la crisis, más frágiles serán los mecanismos para sostener el actual orden social. Como consecuencia la respuesta de las clases dominantes se hará más radical, mientras tengan recursos para forzar la marcha de la historia. La respuesta de las oligarquías dominantes a la debilidad del sistema consiste en incrementar la violencia de su dominación.

El fascismo es consecuencia de la debilidad del imperialismo. El triunfo de la extrema derecha en numerosos países de Europa es un síntoma de la profundidad de la crisis de la dominación liberal, tanto en sus aspectos económicos como políticos. Si la señora Meloni ha triunfado en las elecciones italianas es porque se prevé un duro ajuste de las condiciones económicas en los próximos meses, derivado de la escasez de energía y la depresión de la producción. El sistema social, dominado por el capital financiero, favorece la creación de movimientos fascistas, en previsión de las revueltas populares que pueden estallar ante las dificultades presentes.

El fascismo es un recurso extremo para sostener el sistema mediante la violencia contra las clases trabajadoras. Se alimenta de la guerra, de la corrupción de las clases dominantes y la desmoralización de los trabajadores ante la derrota política. En primer lugar, la guerra introduce la violencia en las relaciones sociales, favoreciendo la dominación de los más fuertes. Segundo, la corrupción destruye los bienes públicos empobreciendo a los trabajadores. Tercero, la derrota de la clase obrera ha sido causada por la represión de los movimientos sociales, por la cultura individualista en la sociedad de consumo y por la insuficiencia de las instituciones obreras para contrarrestar esa deriva hacia la extrema derecha.

El fascismo se desarrolla porque el imperialismo no ha podido derrotar al bloque asiático que se ha consolidado en la última década ante las agresiones de la OTAN. Se trata de una falsa moralización de las sociedades desarrolladas para fomentar el desprecio a los diferentes –extranjeros, mujeres, trans-género, inmigrantes, minusválidos, etc.-, de modo que la violencia en contra de ellos sea aceptable socialmente. Se basa en la mentira programada y alimenta los conflictos dentro y fuera del estado para sostenerse. Favorece el desarrollo de actitudes criminales en contra de los derechos humanos universales.

El fascismo no puede triunfar porque es inconsistente por su propia esencia. Está en contra de la naturaleza humana, racional y solidaria. Su triunfo significaría la destrucción de la civilización y hasta propia humanidad en las próximas décadas. Combatir el fascismo es el primer deber de toda persona consciente de la grave coyuntura política que estamos viviendo.

El próximo 30 de Octubre celebraremos un Encuentro Antifascista en Mollina, comarca de Antequera. Esta asamblea quiere constituirse como un llamamiento para formar un amplio movimiento social que pueda contrarrestar las inercias políticas de la sociedad imperialista que conducen al triunfo de la irracionalidad y la insolidaridad.

¡¡VIVA EL MOVIMIENTO ANTIFASCISTA INTERNACIONA!!

¡¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!!

¡¡VIVA EL CONGRESO POR LA MEMORIA HISTÓRICA!!

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ENCUENTRO EUROPEO CONTRA EL FASCISMO Y LA EXTREMA DERECHA

Domingo 30 de octubre 2022

9:00 a 12:00 horas

CEULAJ – Mollina (Málaga) en el espacio del I Congreso Internacional sobre la Desbandá. Un siglo de luchas populares antifascistas https://ciladesbanda.com/

MESA DEL ENCUENTRO


Coordinación: Lola Sierra
Secretaría: Manuel Ruiz García y Miguel Manzanera
Portavocía en el plenario Final del Congreso: Manuel Ruiz García

9:00 horas PRIMER TURNO DE INTERVENCIONES


José Manuel Luque. 
ASC La Desbandá
Javier de Miguel. Encuentro Estatal Republicano
Remedios Ramos. 
Coordinadora Andalucía Republicana
Consol Hernández. 
Amical Brigades de Catalunya
Luis Suarez. La Comuna. 
Asociación de Presos y Represaliados por La Dictadura Franquista
Manuel Ruiz. 
Asociación Andaluza de Víctimas de la Transición
Cristina Simó. 
Movimiento Democrático de Mujeres
Domènec Martínez. 
Associació Catalana d’Expresos Polítics del Franquisme
Raul Valls. 
Amical Antics Guerrillers de Catalunya
Carmen Negrin. 
Centre d’Interprétation et d’Investigation de la Mémoire de l’Espagne Républicaine (CIIMER)
Wojciech Łobodziński y Stowarzyszenie Ochotnicy Wolności. 
Voluntarios por la libertad
Kate Hudson. 
Grupo de Trabajo contra el Fascismo y la Extrema Derecha de European Left

10:30 horas TURNO ABIERTO DE INTERVENCIONES

11:30 horas RESOLUCIÓN DE APORTACIONES A LA DECLARACIÓN FINAL, PROPUESTA DE LOCALIZACIÓN DEL 2º ENCUENTRO Y DESIGNACIÓN DE LA COMISIÓN PROMOTORA

CONVOCAN Y ORGANIZAN:

ASC La Desbandá

Encuentro Estatal Republicano

Asoc. Verdad Justicia y Reparación

Coordinadora Andalucía Republicana

Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales

La Comuna. Asociación de Presos y Represaliados por La Dictadura Franquista

Asociación Andaluza de Víctimas de la Transición

Movimiento Democrático de Mujeres

Associació Catalana d’Expresos Polítics del Franquisme

Amical de las Brigadas Internacionales (Catalunya)

Amical Antics Guerrillers de Catalunya

Centre d’Interprétation et d’Investigation de la Mémoire de l’Espagne Républicaine (CIIMER)

Associaziones Nazionale Partigani d’Italia (ANPI España)

APOYA

Grupo de Trabajo contra el Fascismo y la Extrema Derecha de European Left

 

GRUPO PROMOTOR

Se constituye por dos personas (hombre/mujer) en representación de cada organización que convoca apoya. Es la responsable de la convocatoria y la organización del Encuentro. Prepara colectivamente la Propuesta de Declaración final del Encuentro y de lugar, fecha y entidad responsable el II Encuentro.

PROPUESTA DE DECLARACIÓN FINAL

Adjunta

CROQUIS DEL DESARROLLO DEL ENCUENTRO

Presentación de la propuesta de Declaración Final (5 minutos)

Las organizaciones convocantes y otras personas que determine el Comité organizador dispondrán de 8 minutos para intervenir (120 minutos)

Pausa café (25 minutos)

Turno abierto de intervenciones (60 minutos)

Cierre del encuentro (propuesta de resumen y declaración final) (30 minutos)

Presentación de conclusiones en el Plenario Final del Congreso (13:00 horas)

CALENDARIO

CONVOCATORIA PÚBLICA incorporando propuesta de Declaración final

ES/EN/FR

Agosto 2022

INCRIPCIÓN AL ENCUENTRO

16 octubre

RECEPCIÓN DE PROPUESTAS A LA DECLARACIÓN FINAL

(para su difusión previa a los/as participantes)

Propuestas de localización y entidad anfitriona del próximo encuentro

 Entrada libre sin opción a pernoctar ni comida

Información en el wasap +34 663 46 52 61

COMPROMISO EUROPEO ANTIFASCISTA
Mollina, 30 de octubre 2022

Hace un siglo, en la década de los años 20, Europa vivía uno de los periodos más convulsos de su historia desde los años de las guerras napoleónicas. La Gran Guerra (1914-1918), máxima expresión de la voluntad imperial de las potencias capitalistas que competían por el control de territorios, mercados y recursos, convulsionó Europa. Cuando cesaron los combates en 1918 y en medio de una tormenta de imperios en hundimiento, surgimiento de nuevas fronteras, nacionalismos etnicistas e insurrecciones obreras, el mundo no era ni mucho menos el lugar pacífico que algunas almas burguesas deseaban.

Del movimiento obrero, dividido en 1914 por las fatales políticas de “unión sagrada” que abrazaron los principales partidos socialistas, aparecieron nuevos partidos. En 1917, surgió una renovada esperanza de transformación revolucionaria. En Rusia, la Revolución de Octubre se alzó como ejemplo de la posibilidad real de construir un sociedad socialista e igualitaria. Entre 1917 y 1920 el ejemplo de los soviets se extendió por gran parte de Europa sacudiendo los cimientos de una burguesía que hasta ese momento no tenía ningún atisbo de duda sobre su control del poder político.

Pero las clases dominantes no estaban dispuestas a aceptar que la desaparición de los viejos imperios implicara al mismo tiempo la destrucción de sus privilegios. La ola nacionalista exacerbada desde 1914 les dio el impulso que necesitaban para construir una alternativa “popular”, moderna y reaccionaria al mismo tiempo, que se opusiera al renovado internacionalismo proletario del naciente movimiento comunista. Nacían así los fascismos. Con sus diversas peculiaridades nacionales pero con un objetivo común: canalizar la irrupción de las masas en la política y sus aspiraciones democráticas, detener la oleada revolucionaria y mantener intactos los privilegios seculares de las clases dominantes. Las alianzas antifascistas, que surgieron en la década de los treinta –los Frentes Populares– y que de forma progresiva se ampliaron a sectores democrático-liberales, respondían a una toma de consciencia sobre el peligro que iba más allá de los partidos tradicionales del movimiento obrero: los fascismos y sus propuestas ideológicas anti-ilustradas, ultranacionalistas, racistas y misántropas desarrollaron unas propuestas políticas agresivas y criminales que rompieron los marcos del tradicional conservadurismo reaccionario que las había alimentado.

Del antisemitismo retórico y de los espasmos irracionales de los pogromos que habían recorrido Europa en momentos de crisis se pasó a la programación racionalizada e industrial del exterminio y la muerte en Auschwitz, Treblinka, Sobibor,…Y de la represión de las luchas sindicales y el cerco a las corrientes anarquistas, socialistas y comunistas se pasó a su ilegalización, encarcelamiento y aniquilación.

Entender el fascismo y las ideas de la extrema derecha como un simple anacronismo, como una simple recaída en la barbarie pasada es un error que ya cometieron en su momento las fuerzas progresistas y democráticas que hoy no debemos repetir. Como tampoco suponer, como se hizo durante las décadas de crecimiento económico y consumo de masas (1945-1975) que su derrota en 1945 implicaba su desaparición definitiva de nuestro panorama político. La historia no se repite pero rima, y hoy las tendencias que vive el planeta han de hacer sonar todas las alarmas.

No es la amenaza revolucionaria la que hoy pone en guardia a las clases dominantes, ya que por desgracia las fuerzas de defendemos una transformación social en un sentido progresista e igualitario todavía no nos hemos recuperado de la derrota histórica que sufrimos con el advenimiento del neoliberalismo y la caída del socialismo real entre 1979 y 1991. Hoy hemos de recordar las palabras de Marx en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, cuando nos advertía que los seres humanos son los hacedores de su historia, pero no bajo circunstancias escogidas por ellos mismos sino bajo aquellas en las que se encuentran y que les han sido legadas por el pasado. Hoy el presente y el futuro al que Marx se refiere viene condicionado por la crisis social, ecológica y energética que se abate sobre el mundo.

El nuevo fascismo de hoy no surge bajo la amenaza de la revolución obrera en su propio país, sino por las masas empobrecidas y hambrientas de un planeta que da claras muestras de agotamiento y donde cada vez es más evidente la falta de fuentes de energía y de materiales necesarios para mantener el crecimiento económico, la acumulación de capital y unos niveles de consumo insostenibles. El nuevo fascismo abandera el negacionismo climático en defensa de los intereses de las corporaciones más contaminantes, y también encabeza la reacción contra la revolución feminista, contra la diversidad sexual, religiosa y cultural, y contra los sectores vulnerables, especialmente los emigrantes; en definitiva, contra quienes exigen una sociedad más justa y equitativa. Este fascismo además lleva a cabo su particular guerra cultural negando o reescribiendo la historia, contra la memoria antifascista, anticolonial y democrática.

El neofascismo levanta muros y alambradas en las fronteras, estigmatiza a las personas pobres ajenas y propias y moviliza de nuevo el ultranacionalismo y el ultramachismo para enfrentar a unos desheredados contra otros. Lo hace como siempre apelando a los valores tradicionales y heteropatriarcales y característicamente defensivos: la patria, la familia y la propiedad. Utiliza nuevos relatos pero con la misma esencia reaccionaria y clasista. Y también utiliza nuevas armas como son las judicaturas (el lawfare), la legislación electoral antidemocrática, las redes sociales y su capacidad de intoxicación de la opinión pública, sobre todo a las personas jóvenes y, por supuesto, buena parte de unos medios de comunicación también en manos del poder económico, ante el que se pliegan los fascistas.

Por tanto, hoy el antifascismo debe seguir bebiendo de la fuente del internacionalismo proletario pero ampliando su dimensión, incluyendo entre sus valores: la paz; la soberanía de los pueblos; el cuidado y respeto de la naturaleza y el planeta; un futuro con una vida digna y saludable para toda de la humanidad; la defensa de la igualdad y los derechos de las mujeres y las personas LGBTI+, los derechos humanos especialmente de acogida y asilo para las personas migrantes y refugiadas, así como la construcción de la memoria común antifascista, anticolonial y democrática.

Frente a la actual escalada de una nueva guerra fría impulsada por la Alianza Atlántica en defensa de los intereses de las grandes corporaciones occidentales, así como por el criminal expansionismo ruso, el movimiento antifascista europeo debe exigir de la UE una política exterior independiente de los bloques, que promueva la paz, el diálogo y la colaboración en la resolución de los conflictos internacionales.

Los principios que lo impulsaron en los años treinta nos siguen siendo útiles: la defensa de la democracia y las libertades populares frente a la tiranía de los mercados y de las clases dominantes, la paz y la cooperación entre los pueblos por encima de los odios nacionales, el ecofeminismo que une la histórica reivindicación de igualdad entre géneros y el cuidado de la tierra y de todos los seres que la habitan. Incorporar el feminismo de la cuarta ola que pone en valor la vida de las personas y de la naturaleza frente a la acumulación de capital. Un feminismo anticapitalista, antiimperialista y anticolonial que confronta radicalmente contra el ideario fascista que utiliza a las mujeres como punta de lanza

El antifascismo que hoy necesitamos debe llevarnos a romper con todas las fronteras, renovar el viejo internacionalismo proletario para responder a esa Internacional negra que se extiende por Europa y por el resto del planeta y, como antaño, sigue apelando a la insolidaridad, el egoísmo y el odio para sostener su dominio de clase. Hoy las personas antifascistas debemos de nuevo unir a todos los pueblos del mundo bajo las banderas de la libertad, la igualdad y la fraternidad, bajo las consignas de la Comuna de París, de la Revolución de Octubre, de las resistencias partisanas a la ocupación nazi-fascista, de las luchas de liberación de los pueblos oprimidos por el imperialismo capitalista. Los antifascistas hoy, como nos recordaba Walter Benjamin en un año tan aciago como 1939, tenemos una cita secreta con todos los oprimidos y derrotados del pasado. Y a esa cita no debemos faltar.

Es por ello que hoy, a cien años del nacimiento del poder fascista con la Marcha sobre Roma los colectivos y personas firmantes, reunidos en el Encuentro Europeo Antifascista (Mollina, 30 de octubre 2022) reafirmamos nuestro compromiso antifascista y nos proponemos seguir intercambiando experiencias y coordinar acciones comunes desde abajo, desde los pueblos y sus organizaciones como hace cien años se enfrentaron al fascismo comenzando en los tres años heroicos de la Guerra de España y con el enorme acto de solidaridad internacional que significaron las Brigadas Internacionales.

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