martes, 15 de enero de 2008

¡LUTO EN ARAGÓN!

Tañan las campanas de la Catedral Metropolitana de Zaragoza, del Pilar, de pena penita pena y, canten sus angelicales voces los Infantitos de la Virgen, a lágrima viva, si fuera posible, la marcha fúnebre que más lloros haga.
A Víctor Fernández, ex entrenador del Real Zaragoza Sociedad Deportiva (lo de deportiva es un decir), por maula, el Consejo de Administración de la Entidad, cuyo mayor accionista es don Agapito, ilustre empresario, lo ha puesto de patitas en la calle por el empate a dos golitos frente al Mallorca.
El tal empate tiene mucha más importancia patriótica de la que uno puede imaginar, porque cuando el Zaragoza gana, la autoestima de los aragoneses se nos sube por las cejas cosa mala, según declaró hace algún tiempo el Presidente del Gobierno Aragonés, don Marcelino Iglesias, que dice él que es socialista (y yo digo que soy Napoleón, pero cuando era cabo).
De manera que como el Zaragoza va mal, yo me siento exhausto de autoestima, y me echo
pal cuerpo unos lloros de aquí te espero que, como Dios no lo remedie, me voy a quedar seco. Vamos, que casco, que no sé si llegaré con la pena que me embarga a concluir este escrito (tañan las campanas, que no cese su tañer, por favor).
Que el Real Zaragoza de don Agapito vaya mal significa, dejémonos de tontadas, que puede llegar a tener menos afición, o sea, una afición menos incondicional, una afición que no se podría utilizar como instrumento de presión contra el Ayuntamiento de Zaragoza, con tanta fuerza y facilidad, como si el Real Zaragoza anduviera por los puestos de arriba en la clasificación, y obtener así un nuevo campo de fútbol, y especular con los terrenos donde se halla el actual, La Romareda , que salen unos pisotes y unos locales comerciales en los terrenos que hoy ocupa que quitan el hipo, de a chiquichentos mil euros por metro cuadrado, por lo menos.
No crean que se chupan el dedo don Agapito, el
propie del Real Zaragoza y el señor Bandrés, que dejó la política del Gobierno de Aragón, donde era Consejero, para meterse a la política de verdad como Presidente del Club, que lo mas redondo y parecido a un balón de fútbol que ha visto es un cajón de cervezas. Se chupan otra cosa.
¡Ánimo, don Agapito, a por los terrenos de La Romareda para especular! ¡Aúpa Bandrés!
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