jueves, 6 de octubre de 2016

PROHIBIDA LA LECTURA PARA MENORES DE EDAD, EL MARIDO DE LA SEÑORA SUSANA QUE ESTÁ TIESO; RICACHOS CORRUPTOS JEFES DEL PP, DEL PSOE, LIMÍTROFES Y RITA BARBERÁ QUE YA NO ES DEL PP



LAS "MIL CARAS" DE LA CORRUPCIÓN ESPAÑOLA




Por Arsen Sabaté / La Izquierda Diario
kaosenlared
05.10.2016

En marcha los juicios contra Gürtel y las tarjetas black de Bankia. Dos de las tramas corruptas más escandalosas de los últimos tiempos y que ponen de manifiesto la corrupción endémica como sistema.

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Hace apenas un par de semanas se estrenaba en todas las salas ‘El hombre de las mil caras’. Un film basado en la ayuda que le ofreció en 1994 el ex agente secreto del CESID Fernando Paesa a Luís Roldán, ex Director General de la Guardia Civil para fugarse de España con 1.500 millones de pesetas sustraídos de los fondos públicos. ¿Quién no recuerda hoy esa fuga y la posterior detención en Laos, de la que presuntamente estaba también implicado el propio Paesa?

Sin duda, eran los últimos coletazos de un PSOE en el Gobierno dirigido con mano de hierro por Felipe González, el mismo de la cal viva y los GAL unos años antes. Eran los años de Mario Conde, Juan Guerra o Rosendo Naseiro entre muchos otros. Años en que la corrupción empezaba a mostrar el nivel de podredumbre y corrupción, no solo del PSOE, sino de todo el Régimen del ‘78. Hoy, más de veinte años después, la corrupción institucionalizada como sistema, sigue brindando nuevos casos a diario.

El curso judicial empieza este año más fuerte que nunca con los juicios contra la trama Gürtel y el caso de las tarjetas black de Bankia. Toda una pléyade de ilustres extesoreros y exministros pasarán por los banquillos de la Audiencia Nacional, acompañados de la “crème de la crème” de la sociedad empresarial situada en los mejores consejos de administración.

El pasado martes empezaba el macrojuicio de la Gürtel, una de las mayores tramas encubiertas durante años. Una red que concedía dinero y regalos a políticos del PP con Madrid y la Comunidad Valenciana como principales centros neurálgicos, a cambio de adjudicaciones para sus empresas. El juicio se mantendrá hasta el próximo mes de marzo, y aun así solo abarcará los primeros años de la trama.

La AN pide 125 años de prisión para Francisco Correa, el principal inculpado, en libertad desde 2012 tras pagar una fianza de 200.000 euros y 85 años y medio para Pablo Crespo, ex secretario de organización del PP en Galicia. Luís Bárcenas, el protagonista de otro de los mayores escándalos de corrupción por los sobresueldos en “B” entregados a los principales dirigentes del Partido Popular e investigado como pieza a parte de la propia Gürtel, también pasará por la sala de lo penal. Por si fuera poco, durante la primera sesión del juicio, dos de las acusaciones populares ya han pedido que el tribunal llame también a declarar al Presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, secretario general del PP en los años 2003-2004.

Por otro lado, el pasado 23 de septiembre empezaba el juicio por el caso de las tarjetas black de Bankia. En total 86 consejeros y directivos de la antigua Caja Madrid hicieron uso de las tarjetas “negras”, entre los que destacan consejeros del PP, PSOE, IU y dirigentes sindicales de CCOO. Como principales inculpados en la trama de la entidad bancaria rescatada por el Estado en 2012, se encuentran los expresidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato -ministro de economía con Aznar-. La investigación surge por pagar grandes cantidades de dinero durante años con tarjetas fantasma sin declarar impuestos. Se calcula que el total asciende a un valor de más de 15 millones de euros.

En la sesión de ayer, el ex ministro de economía y también ex director gerente del FMI, intentó en su declaración dar un giro al uso de las tarjetas, indicando que a partir de 2012 dejaron de ser retribuciones a las que podían acceder en cualquier momento y pasaron a ser tan solo “instrumentos de cobro sobre el salario devengado”. Pese a todo, Rato y la mayoría de los consejeros de la entidad se gastaban el fondo de las tarjetas black en bebidas alcohólicas, hoteles y billetes de avión de forma continua, como indicaba eldiario.es en una investigación.

Poco ha cambiado el sistema, en cuanto a esa corruptela endémica de la que chupan los principales partidos, durante los años que han pasado entre los Roldán y Paesa de ayer y los Correa, Bárcenas y Rato de hoy. Podrán perfeccionarse las tramas y desarrollarse a través de mil caras y métodos, pero la corrupción sigue siendo parte del ADN del Régimen del 78.

Sin ir muy lejos, ¿quién no se acuerda del arquetipo del concejal de urbanismo durante los últimos años de los 90 y principios de siglo, especulando y recalificando terrenos durante el boom económico con la llegada de Aznar al Gobierno? La Púnica, el clan Pujol, Rita Barberà, los ERE’s de Andalucía, o el caso Nóos, entre muchísimos otros, son ejemplo de esto.

La corrupción endémica es un factor potente que retroalimenta la crisis de representación actual de los partidos del Régimen. Pero esto no debe confundirse con que sea la corrupción la verdadera fuente de los problemas. La corrupción es sólo una manifestación más de los mecanismos de dominación naturales de los capitalistas y sus representantes políticos, de un régimen profundamente antidemocrático.

Un sistema capitalista podrido, donde mientras la clase trabajadora y los sectores populares intentan sobrevivir a duras penas entre el paro y la precariedad laboral, los políticos capitalistas viven como millonarios. Y, para colmo, después se retiran como asesores y gerentes de las mismas empresas que beneficiaron durante décadas desde sus puestos en el gobierno, el parlamento o los ayuntamientos.


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