miércoles, 4 de junio de 2014

PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON

Cuando los votos de los que te mantienen veas bajar, pon tu corona a remojar



Que el trono estuviera en pie sobre dos muletas desde la matanza del elefante es harto sabido y evidente. Pero que el Rey ni siquiera pudiera estar de pie sin la ayuda de una muleta, no ha sido razón argüida por el monarca para su anunciada abdicación. De haberlo hecho habría sido perfectamente creíble.

La “espontaneidad” del Rey diciendo, como si él escribiera lo que dice, que se va del negocio de la Corona por motivos generacionales, para darle con su hijo Felipe, frescura y salero a la Corona, lo vamos a dejar en una mentira más muy mal construida por sus asesores en forma de pienso político, ofrecido irrespetuosamente a  la opinión pública, proveniente de un sistema corrupto que no puede producir más que corrupción.

Evidentemente, para los fontaneros de la monarquía que trabajan en sus interioridades para mantenerla en pie, no pudieron dejar de ver la matanza del elefante por parte del Rey, las castas aventuras con su entrañable amiga Corina, que a veces dejaba en segundo lugar a su real esposa, las trifulcas conyugales con esta, sus supuestas correrías de cama en cama, el escándalo de robi-robo de su yerno Urdangarín y la implicación de su hija en el mismo, todavía no cerrado, etc., constituirían elementos más que suficientes para ir elaborando alguna versión con lo que poder salir a la luz pública, caso de que los escándalos reales, por acción ú omisión, fueran calando en el amado pueblo español, y pudiera crear en el mismo desafección a la monarquía hasta llegar a cuestionarla si se iba más allá de los limites socialmente permisibles.

La desafección social a la monarquía llegó, como lo prueban objetivamente los estudios sociológicos encargados al respecto. Pero a pesar de todo ello, los fontaneros de la monarquía no debieron considerar que la misma peligraba, porque no plantearon en ningún momento la baja del Rey y el engarce de su hijo Felipe para la continuidad de los intereses de la oligarquía. Sino que debieron pensar que los altos niveles de desafección social a la monarquía podrían ser rebajados con algunos viajecillos del Rey y ramillete de empresarios a sus corruptos y antidemocráticos amigos del Golfo en Arabia, donde tenían montado tenderete de AVEs y demás de gran envergadura. Pero esto por lo visto les salió rana.

Y les salió rana, probablemente, no porque los fontaneros de la monarquía plantearan mal sus estrategias para seguir engañando a la inmensa mayoría de la población, sino porque el 25 de Mayo había elecciones al “Parlamento Europeo” y lógicamente no se podían saber sus resultados.

Pero los resultados de esas elecciones se produjeron: unos cinco millones de votos menos a los partidos que le han servido de base a la monarquía (PP-PSOE) y que la han protegido cuanto han podido. Y esto ya no son suposiciones ni prospecciones de intencionalidad política, sino la prueba del algodón que viene a demostrar de forma fehaciente, que de seguir por el camino que va la Monarquía, en manos de dos muletas, cuesta abajo y sin freno, dura menos que un caramelo en la puerta de una escuela, y esta es la razón, a mi juicio, de que el Rey nos anunciara que se jubilaba.

Anuncio de la jubilación del Rey que no debe ser tomado, por lo ya dicho, como algo espontáneo, sino como algo que ya estaba previsto realizar, pero que han urgido la realización de los planes previstos los resultados de las elecciones europeas y en previsión de que tanto PP como PSOE vuelvan a perder votos en las próximas elecciones que ya tenemos a la vuelta de la esquina.

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