domingo, 20 de junio de 2010

LA CARIDAD BIEN ENTENDIDA EMPIEZA POR EL QUE MENOS GANA Y MENOS ROBA, O PEDRADAS CONTRA MI TEJADO

Francisco Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, o de la gobernanza o como quiera que se llame eso del Banco de España, sí que es funcionario, y lo demás son tonterías.
Después de miniquitarse voluntariamente un 15 por cien de sueldo, gana el hombre casi 27 veces más de lo que gana uno que cobre el salario mínimo interprofesional, y a mi eso me regodea satisfactoriamente y me llena de embeleso mareante cantididubi dubi bá, chiquilicamente hablando, eso sí.
Y la razón es bien simple: uno de la gobernabilidad del Banco de España, pero porque es de España, que si no de qué, como come casi 27 veces más que un peón de albañil, duerme 27 veces más, bebe y caga casi 27 veces más al día que un oficial de tercera electricista en el paro…, lógico es que Francisco Fernández Ordoñez gane 16.166 euros al año, o sea, casi 27 veces más que el salario mínimo interprofesional.
Y hasta aquí yo trémolamente feliz y contento, porque no tengo ninguna duda que este mismo Francisco Fernández Ordoñez también pagará 27 veces más impuestos que currante corriente y moliente sin posibilidad alguna de llevarse bajo cuerda a paraíso fiscal cinco mil millones de euros, euro arriba euro abajo.
Pero lo que mola, que mola más que un palo de punta, de este Francisco Fernández Ordoñez, minidisminuido en un 15% su sueldo hasta dejarlo como ya he dicho en casi 27 veces más que el salario mínimo interprofesional, quiere el hombre en concomitante y matemática concordancia con el gobierno, empresarios de los gordos y sindicatos mayoritarios, que lo lanzado como añagaza de la bajada del 5% de los funcionarios, cosa muy bien recibida por el resto de los trabajadores, no funcionarios contra nosotros funcionarios, de cuyos nosotros nadie caga mas de 27 veces al día como don Francisco el del Banco de España, ahora quiere, además, que se le aplique al resto de los trabajadores, a los mismos que se alegraban alegremente de que a los funcionarios nos bajaran el cinco por cien.
A mi que el capataz de los grandes capitales, Zapatero y moscones y mosconas circundantes, decidieran robarnos un 5% del sueldo a los funcionarios por el alma la abuela, me pareció algo así como algo más que una cabronada, o sea: una cobronada en envuelta en lazo color azul PP que es siempre más que una cabronada, porque el azulón siempre le da a la cosa un que me sé yo qué.
Primero, porque del 5% que me roban a mi no llegará centimico a la gente que está en paro, ni para los que cobren menos que yo.
Segundo, del 5% que me roban ni sombra de centimico llegará para crear puestos de trabajo, que eso de crear puestos de trabajo es harian de otro costal.
Tercero, el 5% de lo que me roban va íntegramente a los bolsillos de los que ya me han robado, que son los bancos, mediante el ingenioso, magistral y chiquilicuá procedimiento de:

a) Dice el banco: Estado, regálame unos cuantos miles de millones de la gente esta que no sabe por donde le da el aire enterar y de paso te endeudas.
b) Dice el estado: como estos, aquí los tienes. Cógelos, tuyos son.
c) Dice el banco: guay, Estado, que valiente eres.
d) Dice el Estado: mira que te digo banco, que como te he dado el dinero de la gente esta que no se entera, me he quedado con cinco mil millones de euros de culo al aire, o sea, de deuda, de eso que para que nadie se entere se llama déficit público. Que a ver si me los prestas.
e) Dice el banco: ahí le has dado Estado, para eso estoy yo, para prestarte el dinero que tú me has dado. Pero hay un pero, ¿sabes?, como tú me lo has dado tu dinero al 1%, yo te lo tengo que prestar de tu mismo dinero al 7% porque me sale de la cojonera, ya sabes?, cuestión de cojones solamente, nada más.
f) Dice el Estado: mu gueno eso de los cojones, banco. ¿Cuándo me vas a dejar el dinero que yo te he dado sin ninguna garantía para que me lo devuelvas?
g) Dice el banco: Ahora mismo, en cuanto te mande a la agencia fantasmal de calificación que tengo incrustada en la Xmercadimás, para que te diga que eres tonto, que no sabes ni sumar, que eres un manirotio…, ya me entiendes, para justificar lo que quiero sobre robar del tomo ahora lo que no es mío al 1% y te presto lo que es tuyo al 7%, ¿entiendes, no? Sólo es por cojones, nada más.
h) Dice el Estado: ¡Joder si te entiendo! Pues claro que te entiendo.
i) Dice el banco: ¡Pues, hale! A lo tuyo, Estado, a garantizarme la devolución del dinero que os presto que es vuestro, más el 7% de beneficio mondonguero que me sobre gano.
j) Dice el Estado: pan comido para mi, banco. Les meto miedo en el cuerpo a esta gente empezando por el 5% de los funcionarios, para los que no sean funcionarios se quieran comer a los funcionarios y además se alegren. Y una vez hecho esto, la misma minusvaloración del 5% de los funcionarios se la aplico a los no funcionarios y a Cristo bendito si tuviera sueldo.
k) Dice el banco, pero antes de decir nada el banco se coge con una mano las narices, porque tampoco está bien que se rían a carcajada sonoramente alta y, así, ahora, dice: ¡ji, ji, ji!
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