lunes, 11 de mayo de 2009

VIENTOS QUE CREAN TEMPESTADES

(Mujer madrilena, del mismo Madrid, disfrutando de la vida en su lujosa residencia residencial, subdita de plenos derechos de Su Majestad, igual que Botín, Zapatero, Rajoy o Aznar, portando sus exquisitos manjares a base de pan al suspirito del PRYCA y ronchas de mortadela barata a los aromas del menos mal, mientras los ricos roban y Zapatero y Rajoy hablan de esto y lo otro del tiquitaca europeo con soporte de listas electorales al negocio del Parlamento Europeo, porque Obama es Obama, eso sí).


La cosa viene de lejos. De cuando Cristo. De cuando Cristo decía aquello de que toda privatización es un robo enmascarado a los ciudadanos, bien a través del Estado, directamente, como Telefónica, ENDESA o RENFE cuando el AVE esté maduro del todo, u otras instituciones autonómicas como el Gobierno de Aragón con la privatización de las citas médicas, o como el Ayuntamiento de La Muela con la empresa Aranade para la “gestión” de la sociedad municipal Sociedad Urbanística La Muela, S. A.
Lo que pasa es que Cristo no sabía castellano y por eso decía “el que tenga ojos que vea”, a lo que cabria añadir, y el que tenga dignidad, pues eso, que la demuestre.
La zurrapa esta de los “privativos” son una gentuza, por lo general muy apegada a los poderes políticos, que incapaces por sí mismos de crear una empresa en base a una idea propia y con dineros propios, se alisan para chanchullear con los políticos en el poder, quienes ponen al alcance de sus manos todo el volumen económico que se ha creado con el trabajo y dineros de los ciudadanos.
Que los “privativos” sean una zurrapa y unas gentuzas, en modo alguno quiere decir que se chupen el dedo, es decir, que sean tontos. Ni mucho menos. Son algo mucho más desde un punto de vista moral y un peligro público para la sociedad. Pero eso sí, son legales a más no poder. Las cosas como son. Sus robos tienen que ser legales, porque si no fuera así resultarían unos choricetes de poca monta.
La actividad económica que los políticos ponen en manos de sus “amiguetes”, los zurrapas de la “privatización, tiene un costo económico real y efectivo, por ejemplo A.
Ahora bien, los zurrapas de la ”privatización” por no contribuir en nada en los trabajos que crean la actividad de la que se han apropiado mediante la “privatización”, cargan, como no, su beneficio, por ejemplo B, más los gastos de “representación”, por ejemplo C, más los gastos de “representación representada”, por ejemplo D, más gastos de comidas y bebidas de bien quedar, por ejemplo E, más gasto gastables imprevistos que ya estaba previstos, por ejemplo F, más gastos de justificación de los injustificable, por ejemplo G, más gastos de tres sacos de yeso blanco, porque claro, ya puestos, porque no se van a enjaretar por las narices tres paletadas de yeso blanco, que las noches son muy largas, por ejemplo en concepto de yeso blanco H….., y, Z, hasta el final del abecedario.
En resumidas cuentas, que lo que a la sociedad le cuesta realmente A, tiene que pagar por ello todo el abecedario completo, porque claro, los zurrapas y gentuzas de la privatización se tienen que enriquecer con lo que le roban a la sociedad, en lo que los políticos tienen su correspondiente colaboración, y claro, por la indigencia intelectual y política nuestra, que en todo esto nosotros también tenemos nuestro papelito. Que ser permisivos con toda esta morralla no nos exime de responsabilidad.
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