domingo, 21 de diciembre de 2025

INESPERADO! LAS TROPAS RUSAS CRUZAN LA FRONTERA DE SUMY Y ABREN UN NUEVO...

UCRANIA EN GUERRA. PÁNICO EN LAS ÉLITES. RUSIA HABLA ALTO Y CLARO. PUTIN...

UCRANIA 2025: POR QUÉ PUTIN YA GANÓ Y TRUMP LO SABE

Continúa el genocidio

 

Lo sabemos desde el principio: Israel trata de poseer toda la tierra que Dios le dio (y algunos creen eso de verdad), y no parará hasta matar a todo aquel que se oponga a ello. Es verdad que no le acompañan ya los ángeles, pero tuenen misiles y cazabombarderos.


Continúa el genocidio


Roberto Iannuzzi

El Viejo Topo

21 diciembre 2025



GAZA: ¿POR QUÉ CONTINÚA EL GENOCIDIO A PESAR DEL ALTO EL FUEGO?

El enclave palestino parece trágicamente destinado a seguir siendo un laboratorio distópico de experimentación israelí-estadounidense, en un laberinto de escombros y desesperación sin aparente salida.

El alto el fuego corre el riesgo de crear la peligrosa ilusión de que la vida en Gaza está volviendo a la normalidad. Pero […] el mundo no debe dejarse engañar. El genocidio israelí no ha terminado.

Estas palabras fueron pronunciadas por Agnès Callamard, ex relatora especial de la ONU y actual directora de Amnistía Internacional.

Una opinión similar fue expresada por el historiador israelí Raz Segal, profesor de estudios sobre el Holocausto y el genocidio en la Universidad Stockton en Nueva Jersey.

Segal dijo que los líderes israelíes continúan haciendo declaraciones con claras intenciones genocidas.

Un informe de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) concluyó que Israel había provocado que la Franja sufriera “el peor colapso económico jamás registrado”.

El PIB per cápita en el enclave palestino se ha desplomado a 161 dólares al año, menos de 50 centavos al día. Uno de los más bajos del mundo. Más del 92% de los edificios residenciales han sido destruidos y dañados.

Según Callamard, “las autoridades israelíes persisten en sus políticas despiadadas, restringiendo el acceso a la ayuda humanitaria vital y a los servicios esenciales, e imponiendo deliberadamente condiciones calculadas para destruir físicamente a los palestinos en Gaza”.

Amnistía Internacional afirma que los israelíes siguen impidiendo la reconstrucción de infraestructura esencial para el sustento de la vida.

Según la ONU , desde el 10 de octubre (fecha en que comenzó la tregua) hasta el 1 de diciembre entraron en la Franja poco más de 100 camiones al día, en lugar de los 600 estipulados en el acuerdo de alto el fuego.

La comida es insuficiente e Israel no permite la entrada de tiendas de campaña y edificios prefabricados, que se necesitan con urgencia con la llegada de las lluvias y el frío.

Más de 1,5 millones de palestinos en Gaza viven en tiendas de campaña y otros refugios improvisados. Las recientes lluvias torrenciales han destruido más de 22.000 tiendas de campaña . El hacinamiento y la exposición a las aguas residuales, debido al sistema de alcantarillado destruido, agravan aún más la situación.

Como afirmó el ex ministro israelí Yossi Beilin , no existe un plan de paz real porque no hay acuerdo sobre él.

Se habla de un Estado palestino, al que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado su oposición irrevocable. No hay acuerdo entre las partes ni siquiera sobre el desarme de Hamás.

Como mucho, hay un alto el fuego, afirma Beilin, que se viola constantemente. Desde el 10 de octubre, cuando comenzó la tregua, Israel ha asesinado al menos a 360 palestinos.

A pesar de afirmar que cumple con el plan de Trump, el Estado judío continúa realizando operaciones militares en la Franja. Durante años, Israel afirmó respetar el proceso de paz, al tiempo que imponía «hechos sobre el terreno» que llevaron a su fracaso. El gobierno de Netanyahu ahora ha «importado» el mismo modelo a Gaza.

La entrada en la Franja de la fuerza internacional de estabilización prevista en el plan Trump corre el riesgo de agravar la crisis en el enclave palestino en lugar de aliviarla, apoyando en la práctica la ocupación israelí.

Casi toda la población palestina está hacinada en menos de la mitad de la Franja, la parte controlada por Hamás. La parte ocupada por Israel está despoblada. El enclave palestino está prácticamente dividido.

La administración Trump planea construir “comunidades alternativas seguras” sólo en la llamada “Zona Verde” controlada por Israel, con el objetivo de atraer a los palestinos allí con la promesa de alimentos, medicinas y refugio.

Pero estas comunidades corren el riesgo de convertirse en campos de concentración controlados por muros, cámaras de vigilancia y puestos militares israelíes.

Los palestinos que quieran entrar podrían ser arrestados simplemente por trabajar en el servicio civil de Hamas, y quienes sean admitidos corren el riesgo de que se les prohíba salir.

La zona controlada por Hamás quedará sin reconstruir y expuesta a las incursiones militares israelíes.

En la gestión de la Franja dividida participa el llamado Centro de Control Cívico-Militar (CCCM), creado por Estados Unidos en Kiryat Gat, en el sur de Israel.

El centro está dirigido por 40 países y al menos  dos empresas estadounidenses especializadas en la creación de software y sistemas de vigilancia basados ​​en inteligencia artificial (IA): Palantir y Dataminr.

Palantir tiene una estrecha relación con Israel y está acusado de complicidad en crímenes de guerra cometidos por las fuerzas israelíes en Gaza durante los últimos dos años.

La presencia de estas dos empresas dentro del CCCM sugiere que el control israelí sobre Gaza, ahora en colaboración con Estados Unidos, seguirá siendo férreo y centrado en armas y sistemas de vigilancia controlados por inteligencia artificial.

Estos sistemas son capaces de controlar los movimientos y comunicaciones de la población de Gaza, monitorear las redes sociales, los chats, los contactos telefónicos e internet.

El enclave palestino parece trágicamente destinado a seguir siendo un laboratorio distópico para probar estas tecnologías, en un laberinto fantasmal de escombros y desesperación sin aparente salida.

En este infierno, la agonía causada por la falta de ayuda y la imposibilidad de reconstrucción podría en cualquier momento conducir a nuevas masacres provocadas por la reanudación de las operaciones militares israelíes.

Pero el silencio ha vuelto a recaer sobre la tragedia que continúa en Gaza. El mundo parece haber vuelto a apartar la mirada.

Fuente: Intelligence for the people

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TRUMP HUYE DE LA CASA BLANCA EN VIVO AVERGONZADO POR LA PRENSA!!

Ucrania, la UE se hunde en el ridículo

 

Ucrania, la UE se hunde en el ridículo

 

Diario octubre / diciembre 20, 2025

 

Fabrizio Casari (Radio La Primerísima).— En la cumbre de la Unión Europea se ha dado una fuerte derrota de la Comisión Europea y a aquella parte de la Unión encabezada por Alemania, los países bálticos y Rumanía, y patrocinada por Mark Rutte, el jefe de la OTAN en Bruselas.

La oposición de Hungría, Italia, República Checa y Eslovaquia y las advertencias del BCE han evitado el último impulso suicida europeo: la entrega a terceros de los bienes rusos en Europa, ya que no encontraría fundamento ni en el derecho comunitario ni en el internacional. La decisión de la UE es por lo tanto de asignar otros 90 mil millones de euros en préstamos por el 2026 y 2027.

Se establece que Ucrania solo deberá reembolsarlos si Rusia acepta pagarle las reparaciones por los daños de guerra. Si Rusia no paga Ucrania no deberá devolver nada y la deuda de la UE será cubierta con el margen restante del presupuesto de Bruselas. Un nuevo regalo a Ucrania que solo sirve para prolongar la guerra unos meses más, una especie de certificación de “existencia en vida” de Europa en política exterior.

Se evitó así la represalia rusa contra los activos europeos, ya que a los capitales rusos en Europa (215 mil millones de Euro) corresponden capitales europeos en Rusia (147 mil millones de Euro). Es evidente que el uso de los bienes rusos habría implicado, por reciprocidad, el mismo destino para los europeos. Estos pertenecen a empresas privadas que con toda certeza habrían llevado a la UE ante los tribunales por haber causado, mediante una operación ilegal, gravísimos daños económicos a sus empresas.

Ante la total ausencia de base jurídica para transferir las inversiones rusas a las arcas ucranianas, se había barajado la hipótesis de aprobar una emisión de deuda común mediante el artículo 122 del Tratado, previsto para casos de emergencia, que permite decidir por mayoría cualificada y superar los vetos. Sin embargo, el artículo 122 solo puede aplicarse a países miembros y Ucrania no lo es ni lo será a corto plazo. Por lo tanto, también esta vía resultaba jurídicamente impracticable.

Pero más allá de la norma inaplicable, en la hipótesis de entregar a Kiev el dinero de propiedad rusa también pesaban consideraciones de simple sentido común. Bélgica, como depositaria de esos bienes –alojados en Euroclear– observaba con extrema preocupación las consecuencias legales de un robo de este tipo. Euroclear desempeña una función poco visible pero vital: gestiona los depósitos y las liquidaciones, es decir los flujos de pagos y las entregas en el mercado europeo de bonos. En esencia, cuando un bono vence, es en Euroclear donde el deudor deposita la liquidez para el acreedor. Se trata de un mercado inmenso, de unos 400 billones de euros al año.

Cuando los bonos europeos en manos de Rusia llegaron a vencimiento, los países deudores depositaron el reembolso en Euroclear, como siempre. Pero Euroclear no pudo transferir los fondos a Rusia porque esas reservas estaban “congeladas”. Bélgica sabe que cualquier recurso legal de Moscú ante tribunales internacionales habría terminado con la derrota de Euroclear y su condena a la restitución con incluidos los intereses. Bélgica habría tenido que responder solidariamente, mientras que los demás países europeos, como mucho, habrían aportado su indignación.

En segundo lugar –pero primero en importancia– el BCE recordó que la soberanía sobre los fondos depositados en los bancos es indiscutible y que, de llevarse a cabo la operación, se configuraría un verdadero robo por parte de la Comisión Europea, abriendo un escenario aterrador para la institución y para la banca continental.

Desde el punto de vista financiero, se habría producido un shock extremadamente peligroso, ya que ningún país del mundo que hoy deposita sus reservas en bancos europeos las mantendría, sabiendo que podrían serle confiscadas unilateralmente en cualquier momento. Para comprender la magnitud del gesto, basta recordar que la sacralidad del dinero en el capitalismo es tal que ni siquiera durante la Segunda Guerra Mundial se tocaron los depósitos de la Alemania nazi en los bancos suizos.

Con la neutralidad del sistema bancario comprometida, comprobar que la UE utiliza de forma política e ilegal los capitales ajenos depositados en sus bancos habría acelerado el ya constante proceso de retirada gradual de fondos hacia el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. La constatación de que Europa no respeta la sacralidad de los capitales ni garantiza su integridad, minaría en su raíz el sistema capitalista internacional. Es la esencia misma del capitalismo, que juega todo su atractivo en la confianza de los mercados y en la neutralidad de las instituciones financieras. Si estos elementos fallaran, el sistema financiero europeo se derrumbaría como un castillo de naipes.

El supuesto plan para una supuesta paz

La no expropiación de los fondos rusos en Europa mantiene viva la idea de un plan de paz, aunque el baile europeo en torno al borrador a presentar a Moscú registra cada día más comentarios que seriedad. En algunos pasajes parece que la UE aborda la cuestión con una lectura completamente invertida, cuando no directamente inventada de la realidad en el terreno.

Según los estrategas de Londres y Bruselas, el nudo central es doble: por un lado, garantizar la seguridad ucraniana mediante un mecanismo sustancialmente similar al previsto en el artículo 5 del Estatuto de la OTAN (que contempla una respuesta colectiva en caso de ataque incluso contra un solo miembro). Pero de este modo reaparecerían íntegramente las razones que empujaron a Moscú a intervenir para anticipar la entrada de Kiev en la OTAN (la presencia operativa de la OTAN en Ucrania ya existía).

Zelensky no hace ningún esfuerzo por admitir que la entrada en la OTAN está fuera de discusión, dado que la decisión de votar NO al ingreso de Kiev fue tomada con el veto de Estados Unidos, Hungría y Eslovaquia. Pero todo se vuelve relativo si luego los mecanismos de la Alianza se aplican igualmente a Ucrania. Es obvio que Rusia no aceptará esta solución hecha a medida para poner a negociación a lo que ya ha sido aplastado en el campo de batalla. Además, Moscú solo aceptará un proyecto de seguridad colectiva para Europa, no uno válido únicamente para Ucrania.

En cuanto al tamaño y equipamiento del ejército ucraniano, nadie puede pensar que un país de apenas 40 millones de habitantes (de estos ya 7,3 se fueron al exterior) pueda disponer de 800 mil soldados equipados con potentes sistemas de armas ofensivas. Moscú aceptará como máximo 600 mil efectivos y solo con un equipamiento militar convencional de tipo defensivo táctico.

Respecto a las fuerzas internacionales que deberían garantizar la frontera entre la Federación Rusa y Ucrania, Moscú considera a los países de la OTAN beligerantes y no neutrales, por lo que no aceptará su presencia en territorio ucraniano. Un eventual contingente de paz (quizá al estilo del de Kosovo) deberá estar compuesto por países que no hayan participado en la guerra contra Rusia. Moscú considera la presencia de fuerzas de países de la OTAN –todos, sin excepción– como un objetivo militar legítimo, dentro y fuera de Ucrania. Si los llamados “voluntarios” piensan infiltrarse en Ucrania con otros disfraces, se equivocan. Ni siquiera bajo la égida de la ONU aceptaría soldados europeos, japoneses o canadienses en Ucrania.

La posición rusa ha sido reiterada con fuerza en estas horas por Vladímir Putin, quien ha declarado que Rusia está dispuesta a un acuerdo de paz, pero no a astucias disfrazadas de alto el fuego. Para Putin, el Donbás será ruso, con paz o con guerra, dado que la escalada de amenazas militares europeas refuerza aún más que en 2022 la necesidad de una zona colchón entre Rusia y la OTAN. Ha aprobado el presupuesto militar para 2026 – lo que evidencia la escasa confianza en el balbuceo negociador euro-estadounidense – y ha anunciado para finales de este año la incorporación del misil Oréshnik al arsenal del Ejército.

El líder ruso reiteró así que los términos de cualquier acuerdo negociado con Rusia deberán incluir las soluciones a los problemas que obligaron a Moscú a lanzar la Operación Militar Especial. Para el jefe del Kremlin, Rusia ya ha ganado: si se quiere detener la guerra, es necesario convencer a Moscú de que no hace falta continuarla porque se han alcanzado en gran medida los objetivos previstos, es decir, un acuerdo sobre la seguridad global y un marco general desnazificado y no discriminatorio para las poblaciones rusas del Este. Un acuerdo claro y verificable, con mecanismos consensuados. Nada se firmará sobre la base de la confianza. Pero si Occidente persiste en la idea de una victoria en el campo de batalla, entonces la victoria rusa será aplastante en el plano militar.

No hay nada sorprendente en ello: en toda guerra, quien vence solo se detiene si le conviene hacerlo; por tanto, corresponde al derrotado proponer una solución negociada a los vencedores que reconozca esa victoria y los compromisos implícitos a cambio del fin de las hostilidades.

Moscú obtendrá lo que ha conquistado –es decir, las garantías de su seguridad– y lo hará en el campo de batalla o en la mesa de negociación. Tertium non datur.

Fuente: radiolaprimerisima.com

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UCRANIA EN GUERRA: AMENAZA DE MUERTE A TRUMP. BRUTAL ATAQUE RUSO. ZELENS...

sábado, 20 de diciembre de 2025

🚨TRAICIÓN destruye a TRUMP con PRUEBAS IRREFUTABLES 🔴 Programa Completo...

Sin esperanza

 

Europa ya no es lo que era, y todo indica que el futuro le depara aún más sinsabores y desgracias, incluida una posible guerra. Cómo hemos llegado hasta aquí debería ser urgentemente reflexionado. Los estadounidenses lo han hecho por nosotros.


Sin esperanza

Andrea Zhok

El Viejo Topo

20 diciembre, 2025 



SIN UNA REVOLUCIÓN CULTURAL, NO HAY NI UN ATISBO DE ESPERANZA.

En el documento de Estrategia de Seguridad Nacional que acaba de publicar la administración estadounidense, encontramos una dolorosa descripción de la realidad europea actual. Afirma:

La Europa continental ha perdido su participación en el PIB mundial, del 25% en 1990 al 14% en la actualidad, en parte debido a regulaciones nacionales y transnacionales que socavan la creatividad y la laboriosidad. Pero este declive económico se ve eclipsado por la perspectiva real y más concreta de la desaparición de la civilización. Los problemas más amplios que enfrenta Europa incluyen las actividades de la Unión Europea y otros organismos transnacionales que socavan la libertad y la soberanía política, las políticas migratorias que están transformando el continente y generando conflictos, la censura de la libertad de expresión y la represión de la oposición política, el desplome de las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales y de confianza en sí mismos.

Si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos. Por lo tanto, no es en absoluto seguro que algunos países europeos tengan economías y ejércitos lo suficientemente fuertes como para seguir siendo aliados fiables. Muchas de estas naciones están redoblando sus esfuerzos en esa dirección.

(…)

La administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos que albergan expectativas poco realistas sobre la guerra, arraigados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios fundamentales de la democracia para reprimir a la oposición. Una amplia mayoría europea desea la paz, pero este deseo no se traduce en políticas, en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos.

Ahora bien, dar la razón a la administración estadounidense es lamentable, tanto porque esta trayectoria europea ha sido apoyada e impulsada por Estados Unidos hasta hace muy poco, como porque todos sabemos que estas verdades no se dicen en conciencia ni por amor a la verdad, sino solo porque actualmente son útiles para la perspectiva estratégica estadounidense.

Esto no cambia el hecho de que son verdades, y se dicen porque, como verdades, parecen reconocibles para los ciudadanos europeos.

La trayectoria europea descrita en el documento comienza, acertadamente, en 1990, con el giro neoliberal que tuvo lugar con el Tratado de Maastricht y la transformación de la Comunidad Europea en la Unión Europea. En aquel momento, ese giro implicó seguir el camino histórico de Estados Unidos, como única potencia mundial restante tras el colapso de la URSS. Entonces, como ahora, lo que caracteriza a las clases dirigentes europeas es su abstracción. Si bien a Estados Unidos se le puede acusar a menudo de un pragmatismo brutal, Europa adolece de una abstracción innata (que, dicho sea de paso, puede ser igual de brutal, pero sin ser pragmática, sin practicar el análisis y la respuesta a la realidad circundante).

En la década de 1990, esa abstracción se expresó bajo la forma de una adhesión incondicional a la idea del triunfo liberal sobre el modelo comunista, triunfo que se tradujo en una metamorfosis del sentido del Estado. El Estado neoliberal ya no pretendía ser ni un «estado de bienestar», como en la era de la economía mixta posterior a la Segunda Guerra Mundial, ni un «estado mínimo», como en el liberalismo clásico. El Estado neoliberal quería ser intervencionista, pero no con intervenciones impulsadas por una agenda social, sino con una agenda dictada por el ideal de la «competencia perfecta». Este ideal microeconómico debía imponerse a todos los niveles, incluyendo los monopolios naturales (ferrocarriles, suministro eléctrico, etc.) y los sistemas difíciles de privatizar (escuelas, sanidad, universidades).  Donde la privatización simplemente no era posible, se inventaron sistemas de evaluación, medición de productos, competencia interna y la creación de incentivos y desincentivos que imitaban los mecanismos del mercado.

Este proceso de distorsión del sector público, en un intento de asimilar sus mecanismos a la competencia privada, es la raíz no solo del progresivo declive de la educación y la sanidad públicas, donde los mejores recursos se gastan en pseudocompetencia y burocracia, sino también del frenesí regulatorio del sistema europeo. Aquí, el gran y persistente malentendido, tanto para detractores como para partidarios, es que este intervencionismo del centro administrativo representa un remanente socialista, cuando en realidad es puro neoliberalismo: de hecho, no es la intervención central (Estado, Comisión Europea) la que marca la diferencia, sino su agenda, sus intenciones.

Por ejemplo, tener un Banco Central Europeo podría, en principio, haber sido compatible con el socialismo-comunismo, siempre que este orientara la producción monetaria y su asignación hacia el pleno empleo, las políticas de investigación y desarrollo, y la consolidación de la industria pública. Sin embargo, cuando la agenda del BCE se rige principalmente por el objetivo de la estabilidad monetaria, sus intereses se centran en los tenedores de capital (las oligarquías financieras, en primer lugar) más que en los ciudadanos trabajadores.

La combinación de intervencionismo central y la priorización de los intereses de las oligarquías financieras es catastrófica; es la peor combinación económico-política posible. Combina tendencias centrales hacia el normativismo, la vigilancia y el autoritarismo con la anárquica falta de dirección política, sustituida por los intereses económicos de las oligarquías. Esta combinación es incomparablemente peor que la de los sistemas donde el autoritarismo se basa en la búsqueda del interés nacional (por ejemplo, China), pero también de aquellos donde la prioridad del interés económico individual se combina con un marco libertario y anarcocapitalista (como Estados Unidos).

Todas las tendencias más catastróficas de los últimos treinta años se remontan a esta combinación devastadora.

La destrucción de las identidades colectivas (nacionales, étnicas, religiosas, comunitarias, familiares) ha servido para sustituir la sociedad tradicional por un sistema de transacciones individuales, idealmente un mercado universal.

La llamada «sustitución étnica» nunca fue planificada, pero de hecho ocurre como consecuencia de un proceso simultáneo de debilitamiento de las identidades internas y una dependencia masiva de mano de obra barata (migrantes). La opción contraria —aumento salarial, unidad política y el poder de negociación de los trabajadores nativos— habría representado una reducción porcentual en la participación de las oligarquías financieras en las ganancias, y por lo tanto no se consideró.

El debilitamiento del poder de negociación de los trabajadores ha ido acompañado de una reducción de su capacidad de consumo, y esto se ha unido a la tendencia europea al mercantilismo, es decir, a apostar todas sus cartas a las exportaciones, a una balanza comercial favorable. Pero esto, naturalmente, significa que, ante cualquier conmoción externa, cualquier perturbación de los mecanismos de comercio exterior (crisis de las hipotecas subprime, COVID-19, guerras), Europa ya no puede compensar las deficiencias del mercado externo recurriendo al mercado interno.

En un contexto donde solo se santifican los intereses económicos individuales, la clase política se ha visto representada cada vez más por mediocres arribistas, charlatanes, personas sin agallas idealistas y dispuestas a ceder para progresar. Esto, obviamente, ha provocado un declive general de la política, un colapso de la auténtica capacidad política, un colapso de la previsión estratégica y una desintegración de toda cualidad personal, sustituida por la lealtad al grupo de presión pertinente (y cualquier referencia a Von der Leyen, Kallas, Merz, Starmer, Macron, etc., es pura coincidencia).

Al final, nos encontramos en la paradójica situación de haber adoptado un modelo pragmático de inspiración estadounidense como ideología eterna, haberlo cultivado e implementado con la típica abstracción europea, haber sido víctimas de él y, finalmente, habernos quedado con las manos vacías mientras los propios estadounidenses, como lo han hecho muchas veces a lo largo de la historia, dan un giro de 180° porque ahora les conviene hacerlo.

Empobrecidos, envejecidos, sin futuro, sin identidad, sin visión, marginados pero lo suficientemente presuntuosos como para seguir siendo quienes reparten las cartas.

Aún hay margen material para el cambio, pero el muro de obtusidad creado ingeniosamente durante las últimas décadas —y consolidado en lugares estratégicos donde se forma la opinión pública— no parece probable que se derrumbe, y sin una revolución cultural no puede abrirse ningún atisbo de esperanza.

Fuente: Arianna Editrice

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Rusia entrega a Ucrania otros mil cuerpos de soldados caídos

 

Rusia entrega a Ucrania otros mil cuerpos de soldados caídos

 

Diario octubre / diciembre 20, 2025

 

 

Rusia entregó hoy a Ucrania, teniendo en cuenta los acuerdos de Estambul, los cuerpos de mil militares ucranianos muertos en combate, según informó el asesor presidencial ruso, Vladimir Medinski.

Foto: Archivo


«En el contexto de los acuerdos de Estambul, se entregaron a Ucrania los cuerpos de mil efectivos muertos. A Rusia se le entregaron los cuerpos de 26 militares rusos caídos en acción», escribió este viernes Medinski en su canal de Telegram.

Rusia y Ucrania acordaron anteriormente continuar los canjes sanitarios de soldados heridos gravemente o enfermos. Moscú informó estar lista para entregar a Kiev otros tres mil cuerpos de militares caídos. Además, las autoridades rusas propusieron a Kiev intercambiar prisioneros bajo la fórmula mil 200 por mil 200.

En mayo pasado, las delegaciones de Rusia y Ucrania retomaron el diálogo directo en la ciudad turca de Estambul, por primera vez en más de tres años.

Desde entonces se celebraron dos rondas más del proceso negociador, cuyos resultados más tangibles hasta ahora fueron la aceleración de los intercambios de prisioneros de guerra entre las partes beligerantes y la repatriación de miles de cuerpos de combatientes caídos.

Fuente: prensa-latina.cu

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