sábado, 6 de diciembre de 2025

TREMENDO! GOLPE BRUTAL DE MISILES Y DRONES SOBRE TODA UCRANIA. LA CIUDAD...

Ecosocialismo o extinción [Nota de El Ojo Atípico: A mi el cuento de Caperucita Roja y los siete ecologistas me gusta más]

 

Comunicado del II encuentro ecosocialista latinoamericano, coincidiente con la COP30. El ecosocialismo, herramienta de construcción de otro mundo, se hace necesario y urgente. La única salida es una organización coordinada para superar el capitalismo.


Ecosocialismo o extinción

 

El Viejo Topo

6 diciembre, 2025



Ecosocialismo o Extinción: defender la vida, construir territorios libres y Ecosocialismo de los pueblos y para los pueblos

Nos reunimos en un momento de profunda ofensiva del capital contra la vida, en el marco de las acciones que los pueblos organizamos en respuesta a la COP 30. Este encuentro nos permitió, una vez más, reafirmar que tanto el ascenso de la extrema derecha como las falsas soluciones de gobiernos que se autodenominan progresistas, pero que luego no dudan en privatizar bienes comunes o facilitar la agresión contra pueblos y líderes que enfrentan, día tras día, las consecuencias de la lógica del crecimiento infinito del capital en sus territorios, nos instan a luchar por un mundo en el que los sistemas de vida estén en el centro de todas nuestras construcciones políticas y a repudiar enérgicamente cualquier tentativa de intimidación.

Tuvimos un ejemplo de lo que sucede cuando, en lugar de fortalecer la lucha de los pueblos que defienden sus territorios con sus propias vidas, los defensores del neoliberalismo progresista se ponen al servicio del capital y del extractivismo depredador. Las amenazas políticas sufridas por la compañera indígena Auricelia Arapiun, durante su intervención en nuestro panel de análisis de coyuntura, son una radiografía de un sector que actúa dentro de las comunidades para instalar el miedo y la fragmentación. Sin embargo, nosotros —como expresó Auricelia en su respuesta a la amenaza— no nos callamos y no conciliamos.

La ofensiva de la extrema derecha, como sabemos, se traduce también en nuestros territorios en intentos de violar nuestra soberanía, reproduciendo las mismas lógicas de sumisión y dominación que existieron en el pasado y que persisten en el presente. Ante esta ofensiva imperialista, nosotras, nosotros, los ecosocialistas, abogamos por un frente único para resistir y defendernos.

El ecosocialismo, como herramienta de construcción de otro mundo, se hace necesario y urgente. La aceleración de la destrucción masiva de la capacidades de reproducción de los ecosistemas y el carácter neocolonial e imperialista de las supuestas alternativas presentadas por el mismo sistema que generó la actual emergencia climática amenazan nuestra continuidad como especie y nos conducen a un punto de no retorno.

Ante este desafío, se impone como única salida posible la organización coordinada de nuestras luchas con el objetivo de superar el sistema capitalista. La lucha organizada de los pueblos, su resistencia contra los sistemas de dominación y el avance en la construcción de otros mundos basados en la solidaridad, la complementariedad y la reciprocidad —respetando los saberes y las cosmovisiones de los diferentes pueblos y su legítimo derecho a la autodefensa y la autodeterminación— constituyen la base fundamental de nuestra estrategia.

En estos días de debate, representantes de pueblos en lucha de las distintas latitudes de Abya Yala y otros continentes, a nivel global, levantamos nuestra voz para denunciar que el extractivismo, capitalista e imperialista, viene promoviendo la destrucción ambiental y humana en diversos territorios. Es necesario fortalecer las redes de los pueblos que resisten para combatir esta destrucción, al mismo tiempo reforzamos las formas de producción de vida que los pueblos han desarrollado históricamente y que se encuentran en riesgo debido a la contaminación y la apropiación del agua, la tierra y el aire por parte de las corporaciones transnacionales y de los gobiernos.

Las voces de los pueblos originarios fueron protagonistas en este encuentro, identificando un contexto común de colonialismo, invasión, despojo, extractivismo y falsas soluciones, acompañado de una política de aniquilación y genocidio, en la que no solo se mata, sino que también se invisibilizan estos pueblos, criminalizándolos y persiguiéndolos.

En este punto, vemos la relación entre cuerpo y territorio como un tejido en el que, si bien reside la violencia estructural, también reside la lucha por la vida. Esta lucha es evidente y se traduce en las resistencias alternativas, a través de la valorización y articulación de saberes, cosmologías en las que la ancestralidad y la naturaleza están presentes, además de la autodefensa, de la autodeterminación, de la vida comunitaria y la importancia de la esperanza y de la unidad entre los distintos territorios.

Estas luchas por la vida también se manifiestan a través de los ecofeminismos, que ponen de relieve la lucha de las mujeres y los cuerpos feminizados de los distintos territorios de Abya Yala, quienes se enfrentan a la estrecha e histórica relación entre el capitalismo y la violencia a la que se ven sometidas la tierra, los territorios y las mujeres.

Subyacente a los distintos extractivismos se encuentra una violencia que se expresa en la contaminación y destrucción de la tierra; en la depredación y el robo de nuestros bienes comunes; en la fragmentación de las perspectivas culturales; y en nuestros cuerpos feminizados, empobrecidos y racializados de miles de mujeres en el Sur Global.

Este análisis, además de identificar el capitalismo como el origen estructural de todas las violencias territoriales, también propone soluciones que pueden superar estas contradicciones, como la gestión comunitaria del agua, la autonomía alimentaria, el autogobierno, la justicia comunitaria y una forma de entender el cuidado de manera subversiva, es decir, desde una crítica estructural de la neoliberalización del discurso del cuidado, que sigue sustentando la lógica del capital. En cambio, nos posicionamos desde la perspectiva del cuidado colectivo y comunitario, a favor de una transformación radical.

La lucha ecosindical es un elemento fundamental de la lucha ecosocialista. La lucha por más y mejores condiciones laborales, combinada con la conciencia de que la explotación de la clase trabajadora y el despojo de nuestros bienes comunes están al servicio del capital y se complementan entre sí, crea condiciones para movilizarnos y avanzar contra las causas estructurales de las opresiones que sufrimos dentro del sistema capitalista.

En este sentido, repudiar la práctica del fracking en Colombia, en América Latina, en el Caribe y en el mundo es una tarea que asumimos con responsabilidad, con el objetivo de contribuir a la construcción de territorios libres. Sabemos que esto solo será posible si las organizaciones sindicales se articulan con los procesos sociales, populares, indígenas y campesinos de cada país, manteniendo su autonomía en la defensa de los territorios, la vida y su reproducción. Mediante la solidaridad internacionalista, nos comprometemos a promover espacios para denunciar las violaciones de los derechos laborales, humanos y naturales.

Es a partir del tejido que somos que gritamos, de forma unánime: Palestina Libre, del río al mar; alto el fuego en Gaza; y condena al Estado genocida de Israel por la matanza del pueblo palestino. Un pueblo que resiste, que siembra, que conserva la convicción de seguir de pie —y al cual abrazamos desde la solidaridad internacionalista, multiplicando las acciones globales de apoyo, como el BDS y la Flotilla, ejemplos de resistencia desde abajo que están siendo vistos como amenazas por Israel.

Además de eso, exigimos a los gobiernos de la región que rompan sus relaciones con Israel, como en el caso de los acuerdos con Mekorot, la empresa nacional de agua de Israel, que se ha convertido en un instrumento de dominación colonial. El agua es un bien común y, en Palestina, es utilizada como un arma política y económica: Israel controla las fuentes, impide a los palestinos perforar pozos, recoger agua de lluvia o mantener cisternas, creando así una dependencia total y un sistema de apartheid hídrico. Palestina es un laboratorio de dominación cuyas técnicas se expanden a otros territorios, y la resistencia y la solidaridad con el pueblo palestino deben ser globales. Nosotras y nosotros, ecosocialistas del mundo entero, acompañamos y construimos una solidaridad activa con el pueblo palestino y su derecho a existir.

A pocos días del inicio de la COP 30, observamos una vez más que este no es un espacio capaz de dar respuesta a las necesidades de los territorios; por el contrario, se erige como un mecanismo para la financiarización de la naturaleza. Por consiguiente, reafirmamos nuestra denuncia y rechazo al pago de deudas odiosas e ilegítimas, y abogamos por el cierre de los mecanismos internacionales que las impulsan y legitiman. Estos mecanismos hipotecan nuestro futuro a cambio de la entrega de los bienes estratégicos que el capital necesita para su reproducción ilimitada. Es esencial desmantelar el sistema de deuda, que subordina y limita las posibilidades de salida del sistema de forma planificada.

No esperamos nada de estos espacios que proponen proyectos como los bonos de carbono que, al igual que el TFFF, adoptan la narrativa de que el problema radica en que los bienes comunes no se han mercantilizado completamente y, por lo tanto, existiría un «fallo de mercado» que habría que superar. Denunciamos también a los gobiernos cómplices de proyectos ecocidas, como es el caso del gobierno brasileño que, pocos días antes del inicio de la COP 30 en Belém —territorio amazónico—, aprobó la exploración petrolera en la desembocadura del Amazonas y que, además, durante la COP 30, aprobó el registro de 30 nuevos agrotóxicos.

Reafirmamos la agroecología como uno de los caminos que construyen nuestra estrategia ecosocialista. La producción de alimentos agroecológicos, basada en prácticas campesinas e indígenas, no solo representa una forma de sustitución del actual sistema agroalimentario dominante, centrado en la agroindustria y la producción de materias primas, sino también una vía para recuperar y reconstruir ecosistemas y superar la alienación entre el campo y la ciudad, siendo, por tanto, fundamental para afrontar el cambio climático. Es imprescindible comprender que no hay agroecología posible en el capitalismo verde, ya que implica, como práctica política, la modificación estructural de las relaciones de producción y de vida vigentes.

Reconociendo que el ecosocialismo lleva años elaborando manifiestos y programas que esbozan esta estrategia, debatimos los pasos a seguir que nos permiten concluir que no hay ecosocialismo posible sin territorios libres. No tenemos dudas de que las luchas ecoterritoriales y por la construcción de un mundo habitable son el camino que debemos seguir, fortaleciendo solidariamente nuestras iniciativas, visibilizando y creando espacios en los que podamos avanzar en la construcción de un ecosocialismo de los pueblos y para los pueblos.

Para alcanzar este objetivo, es necesario acumular victorias que nos muestren el camino. Llevar a cabo movilizaciones y campañas entre los distintos colectivos que forman parte del esfuerzo por construir este proyecto ecosocialista es fundamental para consolidar un proceso integral e internacionalista de resistencia coordinada y estrategia común.

La continuidad de esta articulación de la lucha, de construcción del programa ecosocialista que necesitamos y la internacionalización del movimiento ecosocialista son tareas que iniciamos hace diez años, en estos encuentros, y que se consolidaron con la formación de la Red Internacionalista de Encuentros Ecosocialistas, constituida en 2024 tras el encuentro de Buenos Aires.

Como nuevas iniciativas, tenemos la celebración del VII Encuentro Ecosocialista Internacional, en Bélgica, en mayo de 2026; el Seminario Ecosocialista Internacional, que tendrá lugar en Brasil en el marco de la Primera Conferencia Internacional Antifascista; y el III Encuentro Ecosocialista Latinoamericano y Caribeño, en 2027, en Colombia. Estamos convencidos de que estos encuentros deben trascender fronteras y generar acciones comunes de lucha que nos permitan atacar simultáneamente los poderes concentrados del extractivismo capitalista en cada territorio donde nos encontramos.

Sin embargo, los Encuentros Ecosocialistas por sí solos no bastan para impulsar la construcción de un programa que esté, de hecho, enraizado en las luchas concretas. Por ello, proponemos la creación de acciones y campañas conjuntas sobre Palestina, combustibles fósiles, minería, deuda y tratados de libre comercio; la defensa del agua; la lucha contra el agronegocio; y la recuperación de los bosques. Proponemos también identificar las empresas vinculadas a proyectos ecocidas en los países de América Latina y el Caribe, para realizar denuncias y declaraciones conjuntas. Asimismo, proponemos que se celebren encuentros ecosocialistas en los territorios, previos al encuentro en Colombia, para que los debates reflejen formulaciones y propuestas ecoterritorializadas.

Finalmente, queremos que nuestro espacio de construcción sea vibrante y diverso, capaz de generar debates profundos entre los colectivos que lo conforman, para reflexionar y problematizar nuestra concepción del ecosocialismo, reafirmando que el ecosocialismo no es socialismo disfrazado de ecologista, sino una propuesta de cambio profundo en nuestras relaciones, tanto entre nosotros como con la naturaleza. Es otra forma de hacer política, capaz de construir un mundo nuevo, digno y bello para vivir, tanto para los seres humanos como para el resto de los seres vivos.

II Encuentro Ecosocialista Latino-Americano y Caribeño

Fuente: Cadtm

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viernes, 5 de diciembre de 2025

TRUMP CAYÓ EN SU PROPIA TRAMPA! ¡PERDIÓ INMUNIDAD Y SE VA A JUICIO!

Nadie vendrá a salvarnos

 

Ninguna ayuda externa nos salvará: ni la inteligencia artificial, ni los líderes políticos, ni los extraterrestres. Debemos abandonar la esperanza en un deus ex machina. Solo un esfuerzo colectivo puede transformar nuestro mundo. Y estamos lejos de entreverlo.


Nadie vendrá a salvarnos

Caitlin Johnstone

El Viejo Topo

5 diciembre, 2025 



NADIE VIENE A SALVAR A LA HUMANIDAD; DEBEMOS SALVARNOS A NOSOTROS MISMOS

La inteligencia artificial no nos salvará. La innovación tecnológica no nos salvará. Nuestro político favorito no nos salvará. Los archivos de Epstein no nos salvarán. China no nos salvará. Los extraterrestres no nos salvarán. Nadie vendrá a salvarnos. No habrá una solución deus ex machina para la trama de la historia humana. Tendremos que salvarnos nosotros mismos.

En el teatro griego antiguo, las tragedias concluían con la llegada de los dioses para castigar a los malvados y recompensar a los héroes. Los actores que interpretaban a los dioses eran bajados al escenario mediante una grúa o elevados desde abajo por una máquina, de ahí el término «deus ex machina» .

Hoy en día, este término se utiliza para referirse a cualquier resolución argumental descuidada en la que los protagonistas son salvados repentinamente por una fuerza externa, en lugar de por los frutos de sus propias luchas y desarrollo de personajes. Si los dioses finalmente acuden a su rescate, entonces nada de lo que hayan hecho antes importa realmente, dejando al público insatisfecho y centrado en el autor en lugar de en la historia.

Ante las crisis existenciales que atraviesa la humanidad, es fácil buscar consuelo en la idea de que una fuerza externa vendrá a nuestro rescate sin que tengamos que luchar ni cambiar. Vemos historias de salvación como esta por todas partes:

  • Elon Musk automatizará todo para que ya no tengamos que trabajar y luego ayudará a la humanidad a convertirse en una especie interplanetaria.
  • La superinteligencia artificial está a la vuelta de la esquina y hará estallar nuestra comprensión científica del universo, dando lugar a nuevas tecnologías revolucionarias.
  • La publicación de los archivos de Epstein expondrá toda la corrupción que envenena nuestra sociedad y conducirá al arresto y la pérdida de poder de todos los malos.
  • Elegir demócratas progresistas o republicanos populistas puede llevar al poder a héroes que transformarán el sistema político estadounidense para nuestro beneficio.
  • El ascenso de China transformará el orden mundial y ayudará a acabar con el capitalismo.
  • La revelación del fenómeno OVNI es inminente y traerá tecnologías extraterrestres que salvarán a la humanidad de la destrucción.

Y nunca ocurre. El dios griego no aparece. Los actores permanecen de pie, en un silencio largo e incómodo, mientras el escenario se derrumba a su alrededor.

Eso nunca va a suceder, amigos. Apolo perdió la entrada y Zeus no apareció. Nadie nos salvará, salvo nosotros mismos. Tendremos que cambiar. Tendremos que actuar. Seguiremos precipitándonos hacia una distopía tiránica, una catástrofe ambiental y un Armagedón nuclear hasta que lo hagamos.

Tendremos que ayudarnos unos a otros a salir del trance hipnótico de la propaganda y abrir los ojos a la verdad de lo que realmente está sucediendo en nuestro mundo, y mostrarnos unos a otros que el cambio real es necesario y posible.

Tendremos que despertar lo suficiente para usar nuestra fuerza para obligar a nuestros gobernantes a que dejen de robarnos, oprimirnos, matar nuestra biosfera y matar gente.

Tendremos que despertar del trance del ego y convertirnos en una especie verdaderamente consciente, para que podamos construir un mundo saludable sin volver a caer en nuestros patrones autodestructivos una vez que la revolución termine.

Todos quieren el cambio, pero nadie quiere cambiar. Por eso, en nuestra mente, la solución narrativa del deus ex machina es preferible. Sin embargo, es solo una fantasía. El cambio no vendrá de nadie más que de nosotros mismos. Seguir esperando esa fantasía es el primer obstáculo que nos impide afrontar la realidad.

Toda especie llega a un punto en el que se adapta a las condiciones cambiantes o se extingue. Hoy nos encontramos en esa encrucijada. Pasaremos la prueba o fracasaremos. Y si lo hacemos, será gracias a nuestros esfuerzos, nuestros sacrificios y nuestras transformaciones internas.

Nadie lo hará por nosotros.

Fuente: CaitlinJohnst

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TRAGEDIA EN UCRANIA. BRUTAL GOLPE RUSO. PUTIN IRÁ HASTA EL FINAL. ZELENS...

Trump AMENAZA a España y Se QUEDA SOLO en la Cumbre OTAN

Inminente agresión estadounidense contra Venezuela

 

Inminente agresión estadounidense contra Venezuela

 

Valerio Arcary

Rebelión

05/12/2025 



Fuentes: Esquerda Online - Communis


«Cuando la casa del vecino se incendia, la mía está en peligro.»
-Proverbio popular portugués

1.

El objetivo declarado de la ofensiva militar estadounidense contra Venezuela es derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. La clave de la ecuación latinoamericana está hoy en Venezuela. Parece inminente una intervención de Estados Unidos. Trump no le ha hecho al gobierno venezolano otra oferta que no sea la rendición. No está en condiciones de invadir con su ejército a Venezuela, como se hizo en Iraq o Afganistán, pero tampoco va a retroceder ante un dispositivo militar tan poderoso. Son varios los escenarios posibles: a) una ola de bombardeos contra objetivos militares y económicos; b) operaciones encubiertas para liquidar a los líderes chavistas, comenzando por el propio Maduro; c) ambas opciones simultáneamente en combinación con otras. Sería, por tanto, una imprudencia imperdonable no comprender o subestimar el drama que para Venezuela representa la presencia en sus fronteras de una fuerza militar de dimensiones sin precedentes. Las acusaciones lanzadas por Trump contra Venezuela son insostenibles: a) que Maduro es el cabecilla de toda una red de narcotráfico, al frente de un imaginario Cartel de Los Soles, se ha catalogado de absurdo en los más amplios círculos internacionales; b) que Estados Unidos se propone derrocar a Maduro porque este es un tirano que encabeza una dictadura chavista es indefendible, pues Trump apoya incondicionalmente al sanguinario déspota Mohamed bin Salman de Arabia Saudita; c) que la intervención de Estados Unidos es necesaria por causa de una crisis humanitaria que ha provocado que siete millones de venezolanos emigren es de un monstruoso cinismo, pues Estados Unidos ha apoyado ininterrumpidamente el genocidio sionista contra los palestinos de Gaza; d) que Venezuela es un «enclave» de Rusia, China e Irán o representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos está tan fuera de toda proporción que resulta ridículo. Los ataques de Trump son una respuesta a la independencia de Venezuela, no a la naturaleza del régimen chavista. El concepto de gobierno «independiente» se ha vuelo útil en un sistema internacional de Estados que merece más que nunca que se lo califique de orden imperialista, pues como tal ese tipo de gobierno es una «anomalía». Los gobiernos independientes son raros, excepcionales y, por tanto, inestables. La estrategia de Trump señala los peligros a los que tendrá que enfrentarse cualquier gobierno de izquierda que desafíe los estrechos límites del orden imperialista.

2.

Nada ni remotamente parecido a lo que ocurre hoy entre Estados Unidos y Venezuela se ha producido en América Latina desde el fin de la Guerra Fría. Trump está dejando en claro que, en la región del mundo que históricamente el imperialismo estadounidense ha considerado su «traspatio» o su «retaguardia estratégica», utilizará su poder militar cuando se considere o pretenda sentirse amenazado. En los últimos treinta y cinco años, es decir, desde la restauración capitalista y el fin de la URSS, no se ha producido ninguna situación similar. Desde la invasión de la República Dominicana en 1965 para derrocar al gobierno reformista de Juan Bosch, la prestación por Estados Unidos de apoyo militar y financiero a los Contras de Nicaragua tras la victoria de la revolución sandinista de 1979, la invasión de la isla de Granada en 1983 y la invasión por veinte mil militares y el secuestro de Noriega en 1989 en Panamá, no se había visto operación militar de esta envergadura. Se trata de una ofensiva que confirma un giro y un reposicionamiento de Estados Unidos frente a América Latina. Lo que vale hoy para Venezuela, vale para cualquier país. Cuando el enemigo más peligroso de las naciones dependientes da un giro táctico, la izquierda tiene que dar un giro, también, estratégico.

3.

¿Cuáles son los objetivos no declarados de Trump? a) Venezuela posee las mayores reservas mundiales de petróleo y de gas: es su fortuna y a la vez su maldición, y Estados Unidos desea gozar sin restricciones de un acceso estratégico a esos recursos, lo cual es incompatible con la existencia en Venezuela de un Estado independiente. El cerco imperialista del bloqueo contra Venezuela es la principal explicación de la crisis económica de hiperinflación, desabastecimiento, contracción del PIB, desempleo, reducción de la producción de petróleo y migración masiva que sufre el país; sin embargo, el gobierno de Maduro no ha sido derrocado. b) la independencia de Venezuela es más que un mal «ejemplo», pues constituye un desafío a la dominación por Estados Unidos de su «traspatio» a los fines de garantizar el suministro estratégico ante la creciente pugna con China; c) Trump está decidido a subvertir la institucionalidad mundial que Estados Unidos ayudó a construir en los últimos treinta y cinco años —la OTAN, el Tratado de París y el G-20— y no duda en sentar precedentes para ello violando conscientemente el derecho internacional.

4.

¿Por qué la izquierda brasileña debe solidarizarse con Venezuela? a) La defensa incondicional de un país independiente frente al imperialismo estadounidense es un principio elemental y no equivale a un apoyo político incondicional al gobierno de Maduro; c) estratégicamente se debe apostar por la integración latinoamericana, aunque haya sido prudente —desde el punto de vista defensivo y táctico — la integración de Brasil en los BRICS. El gobierno de Maduro asumió un proyecto de regulación estatal nacionalista del capitalismo, acompañado de reformas sociales claramente progresistas. En ningún momento en Venezuela se inició un proceso de ruptura con el capitalismo como en Cuba en 1961, pero el contexto histórico ha sido siempre mucho más adverso. La situación social de las masas venezolanas sigue siendo grave, a pesar de una recuperación indiscutible desde 2023, con altos índices de pobreza que explican la emigración de por lo menos el 20 % de la población. Aunque en Venezuela prevalezca un régimen autoritario, se trata, como advirtiera Trotsky, de un bonapartismo sui generis, es decir, de carácter defensivo y antimperialista, y por tanto progresista, como lo fueron los gobiernos de Cárdenas en México, Perón en Argentina o Getúlio Vargas en Brasil, y con una base social innegable. Aunque el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) sea una organización monolítica, el gobierno de Nicolás Maduro cuenta con un arraigo social irrefutable. El principal enemigo de América Latina es el gobierno de Trump y toda estrategia que se le oponga debe responder a esa amenaza.

5.

El gobierno de Lula ha cometido hasta ahora numerosos errores en su relación con Caracas: a) se equivocó al no reconocer el resultado de las elecciones, porque subestimó el peligro neofascista que representaban María Corina Machado y la candidatura de Edmundo González; b) se equivocó al vetar, inexplicablemente, la presencia de Venezuela en los BRICS, en un gesto innecesario de hostilidad hacia el gobierno de Maduro; c) se equivocó por la incoherencia de una diplomacia entre bastidores en defensa de Venezuela y una insostenible ambigüedad estratégica ante el peligro que representa Trump, quien por demás no dudará en intervenir en las elecciones de 2026 en Brasil, como recientemente lo hiciera en la Argentina de Milei.

«Iminência de uma agressão imperialista na Venezuela», de Valério Arcary, apareció originalmente el 28 de noviembre de 2025 en Esquerda Online. Se publica en traducción al español como parte de la columna «Intervenciones» de Valério Arcary en Communis.

Traducido por Rolando Prats.

Fuente: https://communispress.com/inminente-agresion-contra-venezuela/

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La hipocresía y el cinismo con alas del PSOE y el PP planea sobre el caso del hospital de Torrejón [España]

 

La hipocresía y el cinismo con alas del PSOE y el PP planea sobre el caso del hospital de Torrejón

 

Insurgente.org / 05.12.2025


Quienes dirigen los partidos que se alternan en el gobierno español (PSOE y PP, el primero en los últimos tiempos con algún socio político) son responsables de que la privatización de la sanidad haya llegado actualmente a elevadas cotas. Los dos partidos lo han permitido y facilitado. Resulta, pues, hipócrita cómo, según les convengan, opinen al respecto de una u otra manera.

Ahora, por ejemplo, Alberto Núñez Feijóo (PP) ha cargado contra el CEO de la empresa Ribera Salud, que, según se pudo saber, ordenó a los directivos del hospital público de Torrejón de Ardoz (Madrid) subir las listas de espera a costa de realizar menos intervenciones y rechazar pacientes o procesos no rentables para aumentar el beneficio económico.

Y el mismo Feijóo, que privatiza todo lo que toca, incluido la sanidad (y la sanidad privada sabemos que existe para ganar dinero, antes que nada), ha expresado durante un acto en Don Benito (Badajoz): “Me alegro de que haya sido cesado”. Y ha añadido: “Ese tipo de manifestaciones y de conductas son contrarias a los principios básicos que debe regir a la sanidad de nuestro país”.

El cinismo de los dirigentes del PP y del PSOE es enorme. Cabe subrayar que la gestión privada de la sanidad (ya hemos señalado que esta existe con ánimo de lucro) está amparada por la ley 15/97 aprobada en el Congreso con los votos del PP, PSOE, PNV, CIU y CC. Añadiremos que, además, mediante un comunicado de prensa, fue avalada por CCOO.

Y de esos polvos estos lodos. Ahí lo dejamos.

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España: el gobierno más militarista desde la ‘Transición’

 


España: el gobierno más militarista desde la ‘Transición’

 

Grup Antimilitarista Tortuga

kaosenlared

4 de diciembre de 2025 

 

Más de 93.000 millones de euros para el militarismo han pasado a lo largo de este año por las sesiones del Consejo de Ministros sin que nadie levantara un dedo

Acabamos noviembre con una cifra inaudita del gasto militar que ha pasado por la mesa del Consejo de Ministros para su autorización, aprobación o compromiso de gasto asumido.

Nada menos que 93.580,6 millones de euros que, como quien dice, pueden pasar tan desapercibidos como un elefante en mitad de una habitación, lo que quiere decir que, salvo prueba en contrario, los ministros del gobierno no tienen excusa ni pretexto en su colaboracionismo miserable con el militarismo que se está construyendo a pasos agigantados en toda Europa.

Entre los meses de mayor ardor aprobatorio por parte del militante Consejo de Ministros militarista, pues otro nombre mejor no se nos ocurre, figuran junio y julio (con el gran protagonismo de Hacienda y de la autorización de nuevos programas de armas en estos) y octubre y noviembre, donde tomó el relevo defensa e industria con la financiación de gran parte de lo autorizado antes.


El cuadro refleja un inventario bruto de acuerdos que han pasado por la mesa del Consejo de Ministros y, para quien lo quiera desgranar sesión a sesión, puede pedirnos el cuadro, (muy extenso, por cierto) que se lo proporcionaremos «en tiempo real».

Pero para salvar equívocos no es un cuadro del gasto a ejecutar en 2025, ni tampoco un cuadro «limpio» del gasto militar a futuro, sino que contiene una mezcla de techo plurianual, más refinanciaciones y reprogramaciones de gasto anteriormente asumido, más gasto duplicado (es decir, aprobado en una primera fase por hacienda, pongo por caso, y luego dispuesto por Defensa o por Industria o por otro cualquiera de los ministerios colaboracionistas).

Conviene hacerle un seguimiento (y ojalá alguien más se anime a hacerlo porque estoy un poco cansado del tema) por dos razones básicamente: una, porque las otras fuentes «oficiales» del gasto ejecutado no cuadran entre sí y se «despista» por el camino gasto militar. Y dos, porque demuestra la militancia galopante del militarismo gubernamental, ya sea de este gobierno ya en fase de pato cojo o del que venga después, que seguirá probablemente la misma senda, si es que no la empeora.

Como alguna gente me pide que explique el gasto de 2025 y el que mandan, de una patada a seguir, hacia el futuro y hacia los compromisos que nos atan al militarismo y que hipotecan nuestras vidas y las de las generaciones futuras, voy a intentar, repasando los datos de la IGAE, de la AIREF, de Hacienda y del seguimiento de las ejecuciones de contratos púbicos, del BOE, de los acuerdos del propio Consejo de Ministros y de otras fuentes oficiales y oficiosas una especie de reflejo de lo que se han atizado en los once meses que llevamos de 2025 y de lo que han mandado al futuro, cuando estos pájaros no estén y manden los mismos perros pero con distintos collares.
Ello ha exigido una depuración del cuadro «en bruto» que he venido ofreciendo semana a semana.

Lo que se atizan en 2025

Empecemos por el gasto que, según mis cálculos, irá a parar a las cuentas de 2025.
Aunque lo aprobado es equívoco y aparecen descuadres entre unas cuentas oficiales y otras, puedo decir que en 2025 estamos hablando de un gasto aprobado y comprometido de más de 40.000 millones de euros.

Es un gasto que ya se encuentra por encima del 2% PIB prometido para congraciarse con el torpedo americano (aunque es un símil bélico. no me refiero a un artefacto sino a ese señor de carácter voluble y facha patética que sale de vez en cuando en la tele amenazando urbi et orbi a quienes no le dejan hacer América grande otra vez).

Que nuestros chapuceros gestores militares tengan o no la capacidad de ejecutar este pastuzal en un año es harina de otro costal. Yo me la jugaría a que no, a tenor del grado de ejecución real del presupuesto que llevan hasta la fecha.

Hechas las oportunas depuraciones, resulta que el cuadro general de gasto ya en ejecución, valiéndonos de los cuadros de IGAE y las previsiones de la AIREF. para 2025, sería como sigue:

Aquí estamos contemplando básicamente lo que se defensa ha autorizado o ejecutado en 2025 por una parte en su propio presupuesto (incluyendo por ello todos sus programas), con lo que se ha aprobado por el Consejo de ministros como gasto militar extraordinario, pero no estamos incluyendo las partidas que se han reconocido desde otros ministerios o que ya formaban parte del presupuesto de estos otros ministerios opacos.

La gran diferencia global con los 93,583,95 millones que han pasado por el consejo de ministros se debe principalmente a que, en los meses de junio, julio, octubre y noviembre, se concentran los grandes paquetes plurianuales (nuevos programas, artillería, helicópteros, etc.) que no van destinados a su ejecución en 2025 y a que hemos eliminado algunas duplicidades Hacienda/Industria/Defensa.

Al gasto depurado debemos sumar ahora otras partidas autorizadas por el Consejo de ministros y que no han ido a parar al gasto de 2025 de defensa o de Industria, por importe de 3.227 millones de euros más, con el siguiente desglose:

Nos encontramos ya en un escenario de 30.179 millones de euros en números redondos que estimamos como gasto autorizado en Defensa.


Esto nos ofrece un cuadro de gasto aproximado que se ha autorizado hasta noviembre por gasto militar de 2025 de al menos 44.276,19 millones de euros, sin contar con el gasto comprometido con cargo al presente presupuesto aún no incorporado a las tablas.

No es exagerado pensar que liquidaremos 2025 alrededor de los 55.000 millones de euros, si no más, antes de contabilizar las imputaciones de deuda pública que nuestro gasto militar arrastra.

Para ello tenemos que considerar que Sánchez el gobierno durante 2025 tiene previsto llegar al 2,1% PIB en gasto directo del ministerio de Defensa y programas de armamento, de los que hasta el momento no se ha contabilizado el toral, y que al gasto ordinario de defensa para el mes de diciembre hay que sumar el que igualmente se producirá en las clases pasivas militares por el mes de diciembre, el de la guardia civil y el resto (dos de las partidas que incorporan una alta cantidad todavía por gastar en pago de salarios y/o prestaciones) y aproximadamente un 10% del gasto presupuestado y no ejecutado en los ministerios y capítulos donde se disfraza el gasto militar español.

Ejecución del Plan Rearme

Los principales programas del Plan Rearme que anunció Sánchez al principio del año se han aprobado ya de forma casi integral e, incluso, se ha superado la cifra inicialmente prometida:

El estado de eje cución de estos programas no alcanza ni siquiera el 50% del total, poniendo en duda las capacidades de gestión del ministerio de defensa español.

¿Dónde va a parar el resto del gasto que ha pasado por el Consejo de Ministros?

Ya tenemos localizados casi 11.000 millones de euros del gasto que ha pasado para su autorización por las sesiones del Consejo de ministros: se han autorizado (o se van a autorizar) en 2025 el plan Rearme, tal como anunció Sánchez.

También hemos localizado más de 3.100 millones de euros que han ido a otros presupuestos, fundamentalmente al fondo de contingencia y a ciberseguridad pagada por Transformación digital, que se computarán fuera del presupuesto de Defensa o de industria.

Nos queda perseguir el volumen bruto de unos 65.000 millones «de más» que han pasado por las sesiones del consejo de ministros. ¿qué sabemos de ellos?
Hay una suma duplicada, que ha pasado por diversas fases de aprobación 7 autorización final, referida a los programas

1.      Del Satélite Paz

2.     De Munición 5,56 mm

3.     De Munición 9 x 19 mm:

4.     De la Enmienda F 18 / asientos eyectables

Estas cantidades restan a los 65.141, 66 millones de euros la cantidad de 2.196 milllones de euros más.

A ellas hay que sumar partidas que han sido aprobadas por Hacienda, pasando luego a materializarse ya sea para créditos de Industria o compromisos de gasto de Defensa, por un importe de 17.437 millones de euros.

La patada hacia adelante que el gobierno más militarista desde la transición ha dado al gasto militar mediante compromisos de pago de carácter plurianual asumidos durante 2025 y que se pagarán en otros ejercicios es de 45.508,66 millones de euros, algo similar al rescate de la banca del 2008 una vez descontadas las recuperaciones y ventas de dicho rescate.

Una señal de esta brutal hipoteca que el gobierno nos ha endosado se encuentra en las cantidades comprometidas y retenidas para pagos plurianuales del ministerio de Defensa que vienen contemplados en el avance de la liquidación de gasto emitida por la IGAE y referida a octubre de 2025, con un importe retenido de 59.833,55 millones de euros, un gasto autorizado (es decir, ya listo para pagar) de 33.310.19 y un gasto comprometido (aun no listo para pagar) de otros 33.183.66 millones de euros.

El brutal rearme

Acudo ahora a otra fuente, el desglose interno que maneja el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa (prevé un gasto para 2025 de 10.471 millones de euros).

Según este documento las previsiones de reame a futuro incorporarán un aumento sobre el presupuesto ordinario de defensa de cerca de 36.000 millones de euros para adquirir armas nuevas y consolidar el rearme español. Se trata de un gasto de carácter plurianual, una hipoteca para el futuro.

Según este documento las previsiones de reame a futuro incorporarán un aumento sobre el presupuesto ordinario de defensa de cerca de 36.000 millones de euros para adquirir armas nuevas y consolidar el rearme español. Se trata de un gasto de carácter plurianual, una hipoteca para el futuro.

Para reunir este dineral no sólo se acude a pagos por parte de defensa con cargo a los presupuestos anuales de defensa y a medida que las armas se van entregando, sino que, además, Industria adelanta mediante créditos a interés cero las cantidades de «prefinanciación» que las principales industrias involucradas (EADS y Navantia e INDRA principalmente) acapararán en este ciclo de rearme.

Se deben hacer dos advertencias sobre la cantidad prevista:

  • La primera, que desde las previsiones iniciales hasta el gasto final de los sistemas de armas.

Según el informe del Tribunal de Cuentas que analiza diversos programas de armas, existe un desvío medio de entre el 35-40 % de sobrecostes en los programas de armas españoles, con programas de autos sobrecostes ((Eurofighter y Leopard con incrementos muy abultados de más del 45%), otros con un sobrecoste medio de más del 35% (NH-90 o Helicóptero Tigre) y unos terceros con sobrecostes más bajos, como las fragatas F100 y los BAM con menos del 10%).

Caso paradigmático es el submarino «made in Spain» que ya alcanza un sobrecoste de más del 85%, sin contar con las necesarias adaptaciones del muelle de Cartagena para poder fabricarlo (una vez se vio necesario ampliar su eslora para que no se hundiera de forma irreversible), con los sistemas de torpedos que no se han contabilizado y con que el plan preveía tres y de momento se ha entregado solo el primero.

  • La segunda, que el hecho de que se les entreguen cantidades de crédito a interés cero (que se supone que devolverán cuando se entregan las armas años después) no implica un ahorro, sino, al contrario, una pérdida económica por partida doble:

A) en primer lugar, porque si el tiempo de devolución de estos créditos es, por ejemplo, de 10 años, el coste implícito para el Estado (diferencia entre el coste del dinero con el que el Estado adquiere deuda y el coste cero de los costes de prefinanciación (Coste0), será el coste al que el Estado compra deuda por el mismo importe que concede los créditos a interés cero todo ello prolongado por el número de años en que las operaciones permanecen.

Supone un coste de oportunidad para el Estado que podemos calcular con la fórmula CO =P x i x (T+1)/2, donde CO= a coste de oportunidad, P = préstamo concedido, i= tipo de interés medio de la deuda pública y T= tiempo de devolución.
Para poner un ejemplo práctico, 10.000 millones de euros en préstamos a interés cero para entregar armas dentro de diez años, a un tipo medio del 3% (tipo de deuda pública asumida por el estado) supone un coste que paga el estado (o una subvención encubierta a la industria militar si se quiere) de 150 millones al año o, si se quiere, de 1.500 millones de euros al final del ciclo.

B) Pero, en segundo lugar, es que los créditos a interés cero que industria ofrece a la industria no regresan pura y llanamente a industria, lo que supondría una cierta recuperación pasado el ciclo de rearme, sino que, según son devueltos, industria vuelve a emitir créditos a interés cero, con lo que vuelven al circuito de la deuda y a las manos de la industria militar, con lo que en realidad no son devueltos en los términos normales nunca.

Podríamos hasta encontrar una tercera implicación: en este caso relacionada con el verdadero coste de oportunidad del gasto militar, porque el dinero empleado por el estado para estos créditos militares deja de pedirse para la construcción de bienes útiles.

En este caso, el problema no es la deuda, sino el destino perverso de ésta.

  • Deuda militar

El peso de defensa sobre el total del gasto no financiero del estado supone algo más del 5% de éste.

Una modalidad simple y prudente de cálculo del peso del gasto militar en la deuda sería aplicar el porcentaje de 5% sobre el 1,7 billón de euros de deuda pública acumulada, lo que supone que al menos 87,417 millones de euros de la deuda pública que arrastra España se deben al gasto militar español.

Por otra parte, en una estimación ajustada, si estimamos que el gasto militar español supera el 4% PIB y que el gasto público español alcanza aproximadamente el 44% del PIB, podríamos considerar que el gasto militar supone un 11,3% de la deuda pública contraída por España implica 197.563,18 millones de euros.

La cantidad puede ser superior si además aplicamos el impacto de los programas de armamentos.

Vamos a quedarnos con el 11,4 % para aplicarlo sobre la cantidad que según la IGAE España pagará de deuda en 2026 de no aprobarse nuevos presupuestos.

Además, hay que tener en cuenta los compromisos plurianuales de defensa, los más altos de todos los compromisos plurianuales que mantiene el estado, según el siguiente cuadro de la IGAE referido a octubre de 2025.

En este caso estaríamos hablando de unas cantidades estimadas de deuda a abonar imputable a defensa que proponemos según los siguientes cuadros:


  • ¿Qué nos espera para 2026?

Vamos a hacer unas previsiones. Adelantamos que, dado que el gobierno ha perdido la votación en el parlamento sobre el techo de gasto y que no habrá presupuestos nuevos, tendremos que valernos de previsiones y suposiciones para calcular el gasto militar de 2026.

En breve presentaremos, como otros años, el informe que anualmente realizamos el Grup Antimilitarista Tortuga y un servidor en el que intentaremos afinar más.

No obstante, podemos adelantar tres escenarios futuros, según cual sea nuestro nivel de optimismo/pesimismo:

Hay quien nos dice que exageramos y que el gasto aprobado no alcanzará el 2% PIB, menos aún el ejecutado.

No lo parece, a la luz de estos datos y tampoco parece que sea la expectativa de la OTAN, que ya reconoce el alineamiento de España con el rearme comprometido por occidente en su loca carrera de dominación violencia y fomento del militarismo.

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