sábado, 6 de diciembre de 2025
Ecosocialismo o extinción [Nota de El Ojo Atípico: A mi el cuento de Caperucita Roja y los siete ecologistas me gusta más]
Comunicado del II
encuentro ecosocialista latinoamericano, coincidiente con la COP30. El
ecosocialismo, herramienta de construcción de otro mundo, se hace necesario y
urgente. La única salida es una organización coordinada para superar el
capitalismo.
Ecosocialismo o extinción
El Viejo Topo
6 diciembre, 2025
Ecosocialismo o
Extinción: defender la vida, construir territorios libres y Ecosocialismo de
los pueblos y para los pueblos
Nos reunimos en
un momento de profunda ofensiva del capital contra la vida, en el marco de las
acciones que los pueblos organizamos en respuesta a la COP 30. Este encuentro
nos permitió, una vez más, reafirmar que tanto el ascenso de la extrema derecha
como las falsas soluciones de gobiernos que se autodenominan progresistas, pero
que luego no dudan en privatizar bienes comunes o facilitar la agresión contra
pueblos y líderes que enfrentan, día tras día, las consecuencias de la lógica
del crecimiento infinito del capital en sus territorios, nos instan a luchar
por un mundo en el que los sistemas de vida estén en el centro de todas
nuestras construcciones políticas y a repudiar enérgicamente cualquier
tentativa de intimidación.
Tuvimos un
ejemplo de lo que sucede cuando, en lugar de fortalecer la lucha de los pueblos
que defienden sus territorios con sus propias vidas, los defensores del
neoliberalismo progresista se ponen al servicio del capital y del extractivismo
depredador. Las amenazas políticas sufridas por la compañera indígena Auricelia
Arapiun, durante su intervención en nuestro panel de análisis de coyuntura, son
una radiografía de un sector que actúa dentro de las comunidades para instalar
el miedo y la fragmentación. Sin embargo, nosotros —como expresó Auricelia en
su respuesta a la amenaza— no nos callamos y no conciliamos.
La ofensiva de
la extrema derecha, como sabemos, se traduce también en nuestros territorios en
intentos de violar nuestra soberanía, reproduciendo las mismas lógicas de
sumisión y dominación que existieron en el pasado y que persisten en el
presente. Ante esta ofensiva imperialista, nosotras, nosotros, los
ecosocialistas, abogamos por un frente único para resistir y defendernos.
El
ecosocialismo, como herramienta de construcción de otro mundo, se hace
necesario y urgente. La aceleración de la destrucción masiva de la capacidades
de reproducción de los ecosistemas y el carácter neocolonial e imperialista de
las supuestas alternativas presentadas por el mismo sistema que generó la
actual emergencia climática amenazan nuestra continuidad como especie y nos
conducen a un punto de no retorno.
Ante este
desafío, se impone como única salida posible la organización coordinada de
nuestras luchas con el objetivo de superar el sistema capitalista. La lucha
organizada de los pueblos, su resistencia contra los sistemas de dominación y
el avance en la construcción de otros mundos basados en la solidaridad, la
complementariedad y la reciprocidad —respetando los saberes y las cosmovisiones
de los diferentes pueblos y su legítimo derecho a la autodefensa y la
autodeterminación— constituyen la base fundamental de nuestra estrategia.
En estos días
de debate, representantes de pueblos en lucha de las distintas latitudes de
Abya Yala y otros continentes, a nivel global, levantamos nuestra voz para
denunciar que el extractivismo, capitalista e imperialista, viene promoviendo
la destrucción ambiental y humana en diversos territorios. Es necesario
fortalecer las redes de los pueblos que resisten para combatir esta
destrucción, al mismo tiempo reforzamos las formas de producción de vida que
los pueblos han desarrollado históricamente y que se encuentran en riesgo
debido a la contaminación y la apropiación del agua, la tierra y el aire por
parte de las corporaciones transnacionales y de los gobiernos.
Las voces de
los pueblos originarios fueron protagonistas en este encuentro, identificando
un contexto común de colonialismo, invasión, despojo, extractivismo y falsas
soluciones, acompañado de una política de aniquilación y genocidio, en la que
no solo se mata, sino que también se invisibilizan estos pueblos,
criminalizándolos y persiguiéndolos.
En este punto,
vemos la relación entre cuerpo y territorio como un tejido en el que, si bien
reside la violencia estructural, también reside la lucha por la vida. Esta
lucha es evidente y se traduce en las resistencias alternativas, a través de la
valorización y articulación de saberes, cosmologías en las que la ancestralidad
y la naturaleza están presentes, además de la autodefensa, de la
autodeterminación, de la vida comunitaria y la importancia de la esperanza y de
la unidad entre los distintos territorios.
Estas luchas
por la vida también se manifiestan a través de los ecofeminismos, que ponen de
relieve la lucha de las mujeres y los cuerpos feminizados de los distintos
territorios de Abya Yala, quienes se enfrentan a la estrecha e histórica
relación entre el capitalismo y la violencia a la que se ven sometidas la
tierra, los territorios y las mujeres.
Subyacente a
los distintos extractivismos se encuentra una violencia que se expresa en la
contaminación y destrucción de la tierra; en la depredación y el robo de
nuestros bienes
comunes; en la fragmentación de las perspectivas culturales; y en
nuestros cuerpos feminizados, empobrecidos y racializados de miles de mujeres
en el Sur Global.
Este análisis,
además de identificar el capitalismo como el origen estructural de todas las
violencias territoriales, también propone soluciones que pueden superar estas
contradicciones, como la gestión comunitaria del agua, la autonomía
alimentaria, el autogobierno, la justicia comunitaria y una forma de entender
el cuidado de manera subversiva, es decir, desde una crítica estructural de la
neoliberalización del discurso del cuidado, que sigue sustentando la lógica del
capital. En cambio, nos posicionamos desde la perspectiva del cuidado colectivo
y comunitario, a favor de una transformación radical.
La lucha
ecosindical es un elemento fundamental de la lucha ecosocialista. La lucha por
más y mejores condiciones laborales, combinada con la conciencia de que la
explotación de la clase trabajadora y el despojo de nuestros bienes comunes
están al servicio del capital y se complementan entre sí, crea condiciones para
movilizarnos y avanzar contra las causas estructurales de las opresiones que
sufrimos dentro del sistema capitalista.
En este
sentido, repudiar la práctica del fracking en Colombia, en América Latina, en
el Caribe y en el mundo es una tarea que asumimos con responsabilidad, con el
objetivo de contribuir a la construcción de territorios libres. Sabemos que
esto solo será posible si las organizaciones sindicales se articulan con los
procesos sociales, populares, indígenas y campesinos de cada país, manteniendo
su autonomía en la defensa de los territorios, la vida y su reproducción.
Mediante la solidaridad internacionalista, nos comprometemos a promover
espacios para denunciar las violaciones de los derechos laborales, humanos y
naturales.
Es a partir del
tejido que somos que gritamos, de forma unánime: Palestina Libre, del río al
mar; alto el fuego en Gaza; y condena al Estado genocida de Israel por la
matanza del pueblo palestino. Un pueblo que resiste, que siembra, que conserva
la convicción de seguir de pie —y al cual abrazamos desde la solidaridad
internacionalista, multiplicando las acciones globales de apoyo, como el BDS y
la Flotilla, ejemplos de resistencia desde abajo que están siendo vistos como
amenazas por Israel.
Además de eso,
exigimos a los gobiernos de la región que rompan sus relaciones con Israel,
como en el caso de los acuerdos con Mekorot, la empresa nacional de agua de
Israel, que se ha convertido en un instrumento de dominación colonial. El agua
es un bien común y, en Palestina, es utilizada como un arma política y
económica: Israel controla las fuentes, impide a los palestinos perforar pozos,
recoger agua de lluvia o mantener cisternas, creando así una dependencia total
y un sistema de apartheid hídrico. Palestina es un laboratorio de dominación
cuyas técnicas se expanden a otros territorios, y la resistencia y la
solidaridad con el pueblo palestino deben ser globales. Nosotras y nosotros,
ecosocialistas del mundo entero, acompañamos y construimos una solidaridad
activa con el pueblo palestino y su derecho a existir.
A pocos días
del inicio de la COP 30, observamos una vez más que este no es un espacio capaz
de dar respuesta a las necesidades de los territorios; por el contrario, se
erige como un mecanismo para la financiarización de la naturaleza. Por
consiguiente, reafirmamos nuestra denuncia y rechazo al pago de deudas odiosas
e ilegítimas, y abogamos por el cierre de los mecanismos internacionales que
las impulsan y legitiman. Estos mecanismos hipotecan nuestro futuro a cambio de
la entrega de los bienes estratégicos que el capital necesita para su reproducción
ilimitada. Es esencial desmantelar el sistema de deuda, que subordina y limita las
posibilidades de salida del sistema de forma planificada.
No esperamos
nada de estos espacios que proponen proyectos como los bonos de carbono que, al
igual que el TFFF, adoptan la narrativa de que el problema radica en que los
bienes comunes no se han mercantilizado completamente y, por lo tanto,
existiría un «fallo de mercado» que habría que superar. Denunciamos también a
los gobiernos cómplices de proyectos ecocidas, como es el caso del gobierno
brasileño que, pocos días antes del inicio de la COP 30 en Belém —territorio
amazónico—, aprobó la exploración petrolera en la desembocadura del Amazonas y
que, además, durante la COP 30, aprobó el registro de 30 nuevos agrotóxicos.
Reafirmamos la
agroecología como uno de los caminos que construyen nuestra estrategia
ecosocialista. La producción de alimentos agroecológicos, basada en prácticas
campesinas e indígenas, no solo representa una forma de sustitución del actual
sistema agroalimentario dominante, centrado en la agroindustria y la producción
de materias primas, sino también una vía para recuperar y reconstruir
ecosistemas y superar la alienación entre el campo y la ciudad, siendo, por
tanto, fundamental para afrontar el cambio climático. Es imprescindible
comprender que no hay agroecología posible en el capitalismo verde, ya que
implica, como práctica política, la modificación estructural de las relaciones
de producción y de vida vigentes.
Reconociendo
que el ecosocialismo lleva años elaborando manifiestos y programas que esbozan
esta estrategia, debatimos los pasos a seguir que nos permiten concluir que no
hay ecosocialismo posible sin territorios libres. No tenemos dudas de que las
luchas ecoterritoriales y por la construcción de un mundo habitable son el
camino que debemos seguir, fortaleciendo solidariamente nuestras iniciativas,
visibilizando y creando espacios en los que podamos avanzar en la construcción
de un ecosocialismo de los pueblos y para los pueblos.
Para alcanzar
este objetivo, es necesario acumular victorias que nos muestren el camino.
Llevar a cabo movilizaciones y campañas entre los distintos colectivos que
forman parte del esfuerzo por construir este proyecto ecosocialista es
fundamental para consolidar un proceso integral e internacionalista de
resistencia coordinada y estrategia común.
La continuidad
de esta articulación de la lucha, de construcción del programa ecosocialista
que necesitamos y la internacionalización del movimiento ecosocialista son
tareas que iniciamos hace diez años, en estos encuentros, y que se consolidaron
con la formación de la Red Internacionalista de Encuentros Ecosocialistas,
constituida en 2024 tras el encuentro de Buenos Aires.
Como nuevas
iniciativas, tenemos la celebración del VII Encuentro Ecosocialista
Internacional, en Bélgica, en mayo de 2026; el Seminario Ecosocialista
Internacional, que tendrá lugar en Brasil en el marco de la Primera Conferencia
Internacional Antifascista; y el III Encuentro Ecosocialista Latinoamericano y
Caribeño, en 2027, en Colombia. Estamos convencidos de que estos encuentros
deben trascender fronteras y generar acciones comunes de lucha que nos permitan
atacar simultáneamente los poderes concentrados del extractivismo capitalista
en cada territorio donde nos encontramos.
Sin embargo,
los Encuentros Ecosocialistas por sí solos no bastan para impulsar la
construcción de un programa que esté, de hecho, enraizado en las luchas
concretas. Por ello, proponemos la creación de acciones y campañas conjuntas
sobre Palestina, combustibles fósiles, minería, deuda y tratados de libre
comercio; la defensa del agua; la lucha contra el agronegocio; y la
recuperación de los bosques. Proponemos también identificar las empresas
vinculadas a proyectos ecocidas en los países de América Latina y el Caribe,
para realizar denuncias y declaraciones conjuntas. Asimismo, proponemos que se
celebren encuentros ecosocialistas en los territorios, previos al encuentro en
Colombia, para que los debates reflejen formulaciones y propuestas
ecoterritorializadas.
Finalmente,
queremos que nuestro espacio de construcción sea vibrante y diverso, capaz de
generar debates profundos entre los colectivos que lo conforman, para
reflexionar y problematizar nuestra concepción del ecosocialismo, reafirmando
que el ecosocialismo no es socialismo disfrazado de ecologista, sino una
propuesta de cambio profundo en nuestras relaciones, tanto entre nosotros como
con la naturaleza. Es otra forma de hacer política, capaz de construir un mundo
nuevo, digno y bello para vivir, tanto para los seres humanos como para el
resto de los seres vivos.
II Encuentro
Ecosocialista Latino-Americano y Caribeño
Fuente: Cadtm
viernes, 5 de diciembre de 2025
Nadie vendrá a salvarnos
Ninguna ayuda externa
nos salvará: ni la inteligencia artificial, ni los líderes políticos, ni los
extraterrestres. Debemos abandonar la esperanza en un deus ex machina. Solo un
esfuerzo colectivo puede transformar nuestro mundo. Y estamos lejos de entreverlo.
Nadie vendrá a salvarnos
El Viejo Topo
5 diciembre, 2025
NADIE VIENE A
SALVAR A LA HUMANIDAD; DEBEMOS SALVARNOS A NOSOTROS MISMOS
La inteligencia
artificial no nos salvará. La innovación tecnológica no nos salvará. Nuestro
político favorito no nos salvará. Los archivos de Epstein no nos salvarán.
China no nos salvará. Los extraterrestres no nos salvarán. Nadie vendrá a
salvarnos. No habrá una solución deus ex machina para la trama de la historia
humana. Tendremos que salvarnos nosotros mismos.
En el teatro
griego antiguo, las tragedias concluían con la llegada de los dioses para
castigar a los malvados y recompensar a los héroes. Los actores que
interpretaban a los dioses eran bajados al escenario mediante una grúa o
elevados desde abajo por una máquina, de ahí el término «deus ex machina» .
Hoy en día,
este término se utiliza para referirse a cualquier resolución argumental
descuidada en la que los protagonistas son salvados repentinamente por una
fuerza externa, en lugar de por los frutos de sus propias luchas y desarrollo
de personajes. Si los dioses finalmente acuden a su rescate, entonces nada de
lo que hayan hecho antes importa realmente, dejando al público insatisfecho y
centrado en el autor en lugar de en la historia.
Ante las crisis
existenciales que atraviesa la humanidad, es fácil buscar consuelo en la idea
de que una fuerza externa vendrá a nuestro rescate sin que tengamos que luchar
ni cambiar. Vemos historias de salvación como esta por todas partes:
- Elon Musk automatizará todo para que ya no tengamos que trabajar y
luego ayudará a la humanidad a convertirse en una especie interplanetaria.
- La superinteligencia artificial está a la vuelta de la esquina y hará
estallar nuestra comprensión científica del universo, dando lugar a nuevas
tecnologías revolucionarias.
- La publicación de los archivos de Epstein expondrá toda la corrupción
que envenena nuestra sociedad y conducirá al arresto y la pérdida de poder
de todos los malos.
- Elegir demócratas progresistas o republicanos populistas puede llevar
al poder a héroes que transformarán el sistema político estadounidense
para nuestro beneficio.
- El ascenso de China transformará el orden mundial y ayudará a acabar
con el capitalismo.
- La revelación del fenómeno OVNI es inminente y traerá tecnologías
extraterrestres que salvarán a la humanidad de la destrucción.
Y nunca ocurre.
El dios griego no aparece. Los actores permanecen de pie, en un silencio largo
e incómodo, mientras el escenario se derrumba a su alrededor.
Eso nunca va a
suceder, amigos. Apolo perdió la entrada y Zeus no apareció. Nadie nos salvará,
salvo nosotros mismos. Tendremos que cambiar. Tendremos que actuar. Seguiremos
precipitándonos hacia una distopía tiránica, una catástrofe ambiental y un
Armagedón nuclear hasta que lo hagamos.
Tendremos que
ayudarnos unos a otros a salir del trance hipnótico de la propaganda y abrir los
ojos a la verdad de lo que realmente está sucediendo en nuestro
mundo, y mostrarnos unos a otros que el cambio real es necesario y posible.
Tendremos que
despertar lo suficiente para usar nuestra fuerza para obligar a nuestros
gobernantes a que dejen de robarnos, oprimirnos, matar nuestra biosfera y matar
gente.
Tendremos que
despertar del trance del ego y convertirnos en una especie verdaderamente
consciente, para que podamos construir un mundo saludable sin volver a caer en
nuestros patrones autodestructivos una vez que la revolución termine.
Todos quieren
el cambio, pero nadie quiere cambiar. Por eso, en nuestra mente, la solución
narrativa del deus ex machina es preferible. Sin embargo, es solo una fantasía.
El cambio no vendrá de nadie más que de nosotros mismos. Seguir esperando esa
fantasía es el primer obstáculo que nos impide afrontar la realidad.
Toda especie
llega a un punto en el que se adapta a las condiciones cambiantes o se
extingue. Hoy nos encontramos en esa encrucijada. Pasaremos la prueba o
fracasaremos. Y si lo hacemos, será gracias a nuestros esfuerzos, nuestros
sacrificios y nuestras transformaciones internas.
Nadie lo hará por nosotros.
Fuente: CaitlinJohnst
Inminente agresión estadounidense contra Venezuela
Inminente agresión
estadounidense contra Venezuela
Rebelión
05/12/2025
Fuentes: Esquerda
Online - Communis
«Cuando la casa
del vecino se incendia, la mía está en peligro.»
-Proverbio popular portugués
1.
El objetivo
declarado de la ofensiva militar estadounidense contra Venezuela es derrocar al
gobierno de Nicolás Maduro. La clave de la ecuación latinoamericana está hoy en
Venezuela. Parece inminente una intervención de Estados Unidos. Trump no le ha
hecho al gobierno venezolano otra oferta que no sea la rendición. No está en
condiciones de invadir con su ejército a Venezuela, como se hizo en Iraq o
Afganistán, pero tampoco va a retroceder ante un dispositivo militar tan
poderoso. Son varios los escenarios posibles: a) una ola de bombardeos contra
objetivos militares y económicos; b) operaciones encubiertas para liquidar a
los líderes chavistas, comenzando por el propio Maduro; c) ambas opciones
simultáneamente en combinación con otras. Sería, por tanto, una imprudencia
imperdonable no comprender o subestimar el drama que para Venezuela representa
la presencia en sus fronteras de una fuerza militar de dimensiones sin
precedentes. Las acusaciones lanzadas por Trump contra Venezuela son
insostenibles: a) que Maduro es el cabecilla de toda una red de narcotráfico,
al frente de un imaginario Cartel de Los Soles, se ha catalogado de absurdo en
los más amplios círculos internacionales; b) que Estados Unidos se propone
derrocar a Maduro porque este es un tirano que encabeza una dictadura chavista
es indefendible, pues Trump apoya incondicionalmente al sanguinario déspota
Mohamed bin Salman de Arabia Saudita; c) que la intervención de Estados Unidos
es necesaria por causa de una crisis humanitaria que ha provocado que siete
millones de venezolanos emigren es de un monstruoso cinismo, pues Estados
Unidos ha apoyado ininterrumpidamente el genocidio sionista contra los
palestinos de Gaza; d) que Venezuela es un «enclave» de Rusia, China e Irán o
representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos está tan
fuera de toda proporción que resulta ridículo. Los ataques de Trump son una
respuesta a la independencia de Venezuela, no a la naturaleza del régimen
chavista. El concepto de gobierno «independiente» se ha vuelo útil en un
sistema internacional de Estados que merece más que nunca que se lo califique
de orden imperialista, pues como tal ese tipo de gobierno es una «anomalía».
Los gobiernos independientes son raros, excepcionales y, por tanto, inestables.
La estrategia de Trump señala los peligros a los que tendrá que enfrentarse
cualquier gobierno de izquierda que desafíe los estrechos límites del orden
imperialista.
2.
Nada ni
remotamente parecido a lo que ocurre hoy entre Estados Unidos y Venezuela se ha
producido en América Latina desde el fin de la Guerra Fría. Trump está dejando
en claro que, en la región del mundo que históricamente el imperialismo
estadounidense ha considerado su «traspatio» o su «retaguardia estratégica»,
utilizará su poder militar cuando se considere o pretenda sentirse amenazado.
En los últimos treinta y cinco años, es decir, desde la restauración
capitalista y el fin de la URSS, no se ha producido ninguna situación similar.
Desde la invasión de la República Dominicana en 1965 para derrocar al gobierno
reformista de Juan Bosch, la prestación por Estados Unidos de apoyo militar y
financiero a los Contras de Nicaragua tras la victoria de la revolución
sandinista de 1979, la invasión de la isla de Granada en 1983 y la invasión por
veinte mil militares y el secuestro de Noriega en 1989 en Panamá, no se había
visto operación militar de esta envergadura. Se trata de una ofensiva que
confirma un giro y un reposicionamiento de Estados Unidos frente a América
Latina. Lo que vale hoy para Venezuela, vale para cualquier país. Cuando el
enemigo más peligroso de las naciones dependientes da un giro táctico, la
izquierda tiene que dar un giro, también, estratégico.
3.
¿Cuáles son los
objetivos no declarados de Trump? a) Venezuela posee las mayores reservas
mundiales de petróleo y de gas: es su fortuna y a la vez su maldición, y
Estados Unidos desea gozar sin restricciones de un acceso estratégico a esos
recursos, lo cual es incompatible con la existencia en Venezuela de un Estado
independiente. El cerco imperialista del bloqueo contra Venezuela es la
principal explicación de la crisis económica de hiperinflación,
desabastecimiento, contracción del PIB, desempleo, reducción de la producción
de petróleo y migración masiva que sufre el país; sin embargo, el gobierno de
Maduro no ha sido derrocado. b) la independencia de Venezuela es más que un mal
«ejemplo», pues constituye un desafío a la dominación por Estados Unidos de su
«traspatio» a los fines de garantizar el suministro estratégico ante la
creciente pugna con China; c) Trump está decidido a subvertir la
institucionalidad mundial que Estados Unidos ayudó a construir en los últimos
treinta y cinco años —la OTAN, el Tratado de París y el G-20— y no duda en
sentar precedentes para ello violando conscientemente el derecho internacional.
4.
¿Por qué la
izquierda brasileña debe solidarizarse con Venezuela? a) La defensa
incondicional de un país independiente frente al imperialismo estadounidense es
un principio elemental y no equivale a un apoyo político incondicional al
gobierno de Maduro; c) estratégicamente se debe apostar por la integración
latinoamericana, aunque haya sido prudente —desde el punto de vista defensivo y
táctico — la integración de Brasil en los BRICS. El gobierno de Maduro asumió
un proyecto de regulación estatal nacionalista del capitalismo, acompañado de
reformas sociales claramente progresistas. En ningún momento en Venezuela se
inició un proceso de ruptura con el capitalismo como en Cuba en 1961, pero el
contexto histórico ha sido siempre mucho más adverso. La situación social de
las masas venezolanas sigue siendo grave, a pesar de una recuperación
indiscutible desde 2023, con altos índices de pobreza que explican la
emigración de por lo menos el 20 % de la población. Aunque en Venezuela
prevalezca un régimen autoritario, se trata, como advirtiera Trotsky, de un
bonapartismo sui generis, es decir, de carácter defensivo y
antimperialista, y por tanto progresista, como lo fueron los gobiernos de
Cárdenas en México, Perón en Argentina o Getúlio Vargas en Brasil, y con una
base social innegable. Aunque el Partido Socialista Unificado de Venezuela
(PSUV) sea una organización monolítica, el gobierno de Nicolás Maduro cuenta
con un arraigo social irrefutable. El principal enemigo de América Latina es el
gobierno de Trump y toda estrategia que se le oponga debe responder a esa
amenaza.
5.
El gobierno de
Lula ha cometido hasta ahora numerosos errores en su relación con Caracas: a)
se equivocó al no reconocer el resultado de las elecciones, porque subestimó el
peligro neofascista que representaban María Corina Machado y la candidatura de
Edmundo González; b) se equivocó al vetar, inexplicablemente, la presencia de Venezuela
en los BRICS, en un gesto innecesario de hostilidad hacia el gobierno de
Maduro; c) se equivocó por la incoherencia de una diplomacia entre bastidores
en defensa de Venezuela y una insostenible ambigüedad estratégica ante el
peligro que representa Trump, quien por demás no dudará en intervenir en las
elecciones de 2026 en Brasil, como recientemente lo hiciera en la Argentina de
Milei.
«Iminência de uma agressão imperialista na Venezuela»,
de Valério Arcary, apareció originalmente el 28 de noviembre de 2025 en Esquerda Online. Se publica en
traducción al español como parte de la columna «Intervenciones» de Valério
Arcary en Communis.
Traducido por Rolando Prats.
Fuente: https://communispress.com/inminente-agresion-contra-venezuela/
La hipocresía y el cinismo con alas del PSOE y el PP planea sobre el caso del hospital de Torrejón [España]
La hipocresía y el cinismo con
alas del PSOE y el PP planea sobre el caso del hospital de Torrejón
Insurgente.org / 05.12.2025
Quienes dirigen los partidos que se alternan en el gobierno español (PSOE y PP, el primero en los últimos tiempos con algún socio político) son responsables de que la privatización de la sanidad haya llegado actualmente a elevadas cotas. Los dos partidos lo han permitido y facilitado. Resulta, pues, hipócrita cómo, según les convengan, opinen al respecto de una u otra manera.
Ahora, por ejemplo,
Alberto Núñez Feijóo (PP) ha cargado contra el CEO de la empresa Ribera Salud,
que, según se pudo saber, ordenó a los directivos del hospital público de
Torrejón de Ardoz (Madrid) subir las listas de espera a costa de realizar menos
intervenciones y rechazar pacientes o procesos no rentables para aumentar el
beneficio económico.
Y el mismo Feijóo, que
privatiza todo lo que toca, incluido la sanidad (y la sanidad privada sabemos
que existe para ganar dinero, antes que nada), ha expresado durante un acto en
Don Benito (Badajoz): “Me alegro de que haya sido cesado”. Y ha añadido: “Ese
tipo de manifestaciones y de conductas son contrarias a los principios básicos
que debe regir a la sanidad de nuestro país”.
El cinismo de los
dirigentes del PP y del PSOE es enorme. Cabe subrayar que la gestión privada de
la sanidad (ya hemos señalado que esta existe con ánimo de lucro) está amparada
por la ley 15/97 aprobada en el Congreso con los votos del PP, PSOE, PNV, CIU y
CC. Añadiremos que, además, mediante un comunicado de prensa, fue avalada por
CCOO.
Y de esos polvos estos lodos. Ahí lo dejamos.
España: el gobierno más militarista desde la ‘Transición’
España:
el gobierno más militarista desde la ‘Transición’
kaosenlared
4 de diciembre de 2025
Más de 93.000 millones de
euros para el militarismo han pasado a lo largo de este año por las sesiones
del Consejo de Ministros sin que nadie levantara un dedo
Acabamos noviembre con una
cifra inaudita del gasto militar que ha pasado por la mesa del Consejo de
Ministros para su autorización, aprobación o compromiso de gasto asumido.
Nada menos que 93.580,6
millones de euros que, como quien dice, pueden pasar tan desapercibidos como un
elefante en mitad de una habitación, lo que quiere decir que, salvo prueba en
contrario, los ministros del gobierno no tienen excusa ni pretexto en su
colaboracionismo miserable con el militarismo que se está construyendo a pasos
agigantados en toda Europa.
Entre los meses de mayor ardor aprobatorio por parte del militante Consejo de Ministros militarista, pues otro nombre mejor no se nos ocurre, figuran junio y julio (con el gran protagonismo de Hacienda y de la autorización de nuevos programas de armas en estos) y octubre y noviembre, donde tomó el relevo defensa e industria con la financiación de gran parte de lo autorizado antes.
Pero para salvar equívocos
no es un cuadro del gasto a ejecutar en 2025, ni tampoco un cuadro «limpio» del
gasto militar a futuro, sino que contiene una mezcla de techo plurianual, más
refinanciaciones y reprogramaciones de gasto anteriormente asumido, más gasto
duplicado (es decir, aprobado en una primera fase por hacienda, pongo por caso,
y luego dispuesto por Defensa o por Industria o por otro cualquiera de los
ministerios colaboracionistas).
Conviene hacerle un
seguimiento (y ojalá alguien más se anime a hacerlo porque estoy un poco
cansado del tema) por dos razones básicamente: una, porque las otras fuentes
«oficiales» del gasto ejecutado no cuadran entre sí y se «despista» por el
camino gasto militar. Y dos, porque demuestra la militancia galopante del
militarismo gubernamental, ya sea de este gobierno ya en fase de pato cojo o
del que venga después, que seguirá probablemente la misma senda, si es que no
la empeora.
Como alguna gente me pide
que explique el gasto de 2025 y el que mandan, de una patada a seguir, hacia el
futuro y hacia los compromisos que nos atan al militarismo y que hipotecan
nuestras vidas y las de las generaciones futuras, voy a intentar, repasando los
datos de la IGAE, de la AIREF, de Hacienda y del seguimiento de las ejecuciones
de contratos púbicos, del BOE, de los acuerdos del propio Consejo de Ministros
y de otras fuentes oficiales y oficiosas una especie de reflejo de lo que se
han atizado en los once meses que llevamos de 2025 y de lo que han mandado al
futuro, cuando estos pájaros no estén y manden los mismos perros pero con
distintos collares.
Ello ha exigido una depuración del cuadro «en bruto» que he venido ofreciendo
semana a semana.
Lo que se atizan en 2025
Empecemos por el gasto que,
según mis cálculos, irá a parar a las cuentas de 2025.
Aunque lo aprobado es equívoco y aparecen descuadres entre unas cuentas
oficiales y otras, puedo decir que en 2025 estamos hablando de un gasto
aprobado y comprometido de más de 40.000 millones de euros.
Es un gasto que ya se
encuentra por encima del 2% PIB prometido para congraciarse con el torpedo
americano (aunque es un símil bélico. no me refiero a un artefacto sino a ese
señor de carácter voluble y facha patética que sale de vez en cuando en la tele
amenazando urbi et orbi a quienes no le dejan hacer América grande otra vez).
Que nuestros chapuceros
gestores militares tengan o no la capacidad de ejecutar este pastuzal en un año
es harina de otro costal. Yo me la jugaría a que no, a tenor del grado de
ejecución real del presupuesto que llevan hasta la fecha.
Hechas las oportunas depuraciones, resulta que el cuadro general de gasto ya en ejecución, valiéndonos de los cuadros de IGAE y las previsiones de la AIREF. para 2025, sería como sigue:
Aquí estamos contemplando
básicamente lo que se defensa ha autorizado o ejecutado en 2025 por una parte
en su propio presupuesto (incluyendo por ello todos sus programas), con lo que
se ha aprobado por el Consejo de ministros como gasto militar extraordinario,
pero no estamos incluyendo las partidas que se han reconocido desde otros
ministerios o que ya formaban parte del presupuesto de estos otros ministerios
opacos.
La gran diferencia global
con los 93,583,95 millones que han pasado por el consejo de ministros se debe
principalmente a que, en los meses de junio, julio, octubre y noviembre, se
concentran los grandes paquetes plurianuales (nuevos programas, artillería,
helicópteros, etc.) que no van destinados a su ejecución en 2025 y a que hemos
eliminado algunas duplicidades Hacienda/Industria/Defensa.
Al gasto depurado debemos sumar ahora otras partidas autorizadas por el Consejo de ministros y que no han ido a parar al gasto de 2025 de defensa o de Industria, por importe de 3.227 millones de euros más, con el siguiente desglose:
Nos encontramos ya en un escenario de 30.179 millones de euros en números redondos que estimamos como gasto autorizado en Defensa.
No es exagerado pensar que
liquidaremos 2025 alrededor de los 55.000 millones de euros, si no más, antes
de contabilizar las imputaciones de deuda pública que nuestro gasto militar
arrastra.
Para ello tenemos que
considerar que Sánchez el gobierno durante 2025 tiene previsto llegar al 2,1%
PIB en gasto directo del ministerio de Defensa y programas de armamento, de los
que hasta el momento no se ha contabilizado el toral, y que al gasto ordinario
de defensa para el mes de diciembre hay que sumar el que igualmente se
producirá en las clases pasivas militares por el mes de diciembre, el de la
guardia civil y el resto (dos de las partidas que incorporan una alta cantidad
todavía por gastar en pago de salarios y/o prestaciones) y aproximadamente un
10% del gasto presupuestado y no ejecutado en los ministerios y capítulos donde
se disfraza el gasto militar español.
Ejecución del Plan Rearme
Los principales programas del Plan Rearme que anunció Sánchez al principio del año se han aprobado ya de forma casi integral e, incluso, se ha superado la cifra inicialmente prometida:
El estado de eje cución de estos programas no alcanza ni siquiera el 50% del total, poniendo en duda las capacidades de gestión del ministerio de defensa español.¿Dónde va a parar el resto
del gasto que ha pasado por el Consejo de Ministros?
Ya tenemos localizados casi
11.000 millones de euros del gasto que ha pasado para su autorización por las
sesiones del Consejo de ministros: se han autorizado (o se van a autorizar) en
2025 el plan Rearme, tal como anunció Sánchez.
También hemos localizado
más de 3.100 millones de euros que han ido a otros presupuestos,
fundamentalmente al fondo de contingencia y a ciberseguridad pagada por
Transformación digital, que se computarán fuera del presupuesto de Defensa o de
industria.
Nos queda perseguir el
volumen bruto de unos 65.000 millones «de más» que han pasado por las sesiones
del consejo de ministros. ¿qué sabemos de ellos?
Hay una suma duplicada, que ha pasado por diversas fases de aprobación 7
autorización final, referida a los programas
1.
Del Satélite Paz
2. De
Munición 5,56 mm
3. De
Munición 9 x 19 mm:
4. De la
Enmienda F 18 / asientos eyectables
Estas cantidades restan a
los 65.141, 66 millones de euros la cantidad de 2.196 milllones de euros más.
A ellas hay que sumar partidas que han sido aprobadas por Hacienda, pasando luego a materializarse ya sea para créditos de Industria o compromisos de gasto de Defensa, por un importe de 17.437 millones de euros.
La patada hacia adelante
que el gobierno más militarista desde la transición ha dado al gasto militar
mediante compromisos de pago de carácter plurianual asumidos durante 2025 y que
se pagarán en otros ejercicios es de 45.508,66 millones de euros, algo similar
al rescate de la banca del 2008 una vez descontadas las recuperaciones y ventas
de dicho rescate.
Una señal de esta brutal
hipoteca que el gobierno nos ha endosado se encuentra en las cantidades
comprometidas y retenidas para pagos plurianuales del ministerio de Defensa que
vienen contemplados en el avance de la liquidación de gasto emitida por la IGAE
y referida a octubre de 2025, con un importe retenido de 59.833,55 millones de
euros, un gasto autorizado (es decir, ya listo para pagar) de 33.310.19 y un
gasto comprometido (aun no listo para pagar) de otros 33.183.66 millones de
euros.
El brutal rearme
Acudo ahora a otra fuente,
el desglose interno que maneja el Plan Industrial y Tecnológico para la
Seguridad y la Defensa (prevé un gasto para 2025 de 10.471 millones de euros).
Según este documento las previsiones de reame a futuro incorporarán un aumento sobre el presupuesto ordinario de defensa de cerca de 36.000 millones de euros para adquirir armas nuevas y consolidar el rearme español. Se trata de un gasto de carácter plurianual, una hipoteca para el futuro.
Según este documento las
previsiones de reame a futuro incorporarán un aumento sobre el presupuesto
ordinario de defensa de cerca de 36.000 millones de euros para adquirir armas
nuevas y consolidar el rearme español. Se trata de un gasto de carácter plurianual,
una hipoteca para el futuro.
Para reunir este dineral no
sólo se acude a pagos por parte de defensa con cargo a los presupuestos anuales
de defensa y a medida que las armas se van entregando, sino que, además,
Industria adelanta mediante créditos a interés cero las cantidades de
«prefinanciación» que las principales industrias involucradas (EADS y Navantia
e INDRA principalmente) acapararán en este ciclo de rearme.
Se deben hacer dos
advertencias sobre la cantidad prevista:
- La primera, que desde
las previsiones iniciales hasta el gasto final de los sistemas de armas.
Según el informe del
Tribunal de Cuentas que analiza diversos programas de armas, existe un desvío
medio de entre el 35-40 % de sobrecostes en los programas de armas
españoles, con programas de autos sobrecostes ((Eurofighter y Leopard con
incrementos muy abultados de más del 45%), otros con un sobrecoste medio de más
del 35% (NH-90 o Helicóptero Tigre) y unos terceros con sobrecostes más bajos,
como las fragatas F100 y los BAM con menos del 10%).
Caso paradigmático es el
submarino «made in Spain» que ya alcanza un sobrecoste de más del 85%, sin
contar con las necesarias adaptaciones del muelle de Cartagena para poder
fabricarlo (una vez se vio necesario ampliar su eslora para que no se hundiera
de forma irreversible), con los sistemas de torpedos que no se han
contabilizado y con que el plan preveía tres y de momento se ha entregado solo
el primero.
- La segunda, que el
hecho de que se les entreguen cantidades de crédito a interés cero (que se
supone que devolverán cuando se entregan las armas años después) no
implica un ahorro, sino, al contrario, una pérdida económica por partida
doble:
A) en primer lugar, porque
si el tiempo de devolución de estos créditos es, por ejemplo, de 10 años, el
coste implícito para el Estado (diferencia entre el coste del dinero con el que
el Estado adquiere deuda y el coste cero de los costes de prefinanciación
(Coste0), será el coste al que el Estado compra deuda por el mismo importe que
concede los créditos a interés cero todo ello prolongado por el número de años
en que las operaciones permanecen.
Supone un coste de
oportunidad para el Estado que podemos calcular con la fórmula CO =P x i x
(T+1)/2, donde CO= a coste de oportunidad, P = préstamo concedido, i= tipo de
interés medio de la deuda pública y T= tiempo de devolución.
Para poner un ejemplo práctico, 10.000 millones de euros en préstamos a interés
cero para entregar armas dentro de diez años, a un tipo medio del 3% (tipo de
deuda pública asumida por el estado) supone un coste que paga el estado (o una
subvención encubierta a la industria militar si se quiere) de 150 millones al
año o, si se quiere, de 1.500 millones de euros al final del ciclo.
B) Pero, en segundo lugar,
es que los créditos a interés cero que industria ofrece a la industria no
regresan pura y llanamente a industria, lo que supondría una cierta
recuperación pasado el ciclo de rearme, sino que, según son devueltos,
industria vuelve a emitir créditos a interés cero, con lo que vuelven al circuito
de la deuda y a las manos de la industria militar, con lo que en realidad no
son devueltos en los términos normales nunca.
Podríamos hasta encontrar
una tercera implicación: en este caso relacionada con el verdadero coste de
oportunidad del gasto militar, porque el dinero empleado por el estado para
estos créditos militares deja de pedirse para la construcción de bienes útiles.
En este caso, el problema
no es la deuda, sino el destino perverso de ésta.
- Deuda militar
El peso de defensa sobre el
total del gasto no financiero del estado supone algo más del 5% de éste.
Una modalidad simple y
prudente de cálculo del peso del gasto militar en la deuda sería aplicar el
porcentaje de 5% sobre el 1,7 billón de euros de deuda pública acumulada, lo
que supone que al menos 87,417 millones de euros de la deuda pública que
arrastra España se deben al gasto militar español.
Por otra parte, en una
estimación ajustada, si estimamos que el gasto militar español supera el 4% PIB
y que el gasto público español alcanza aproximadamente el 44% del PIB,
podríamos considerar que el gasto militar supone un 11,3% de la deuda pública
contraída por España implica 197.563,18 millones de euros.
La cantidad puede ser
superior si además aplicamos el impacto de los programas de armamentos.
Vamos a quedarnos con el
11,4 % para aplicarlo sobre la cantidad que según la IGAE España pagará de
deuda en 2026 de no aprobarse nuevos presupuestos.
Además, hay que tener en cuenta los compromisos plurianuales de defensa, los más altos de todos los compromisos plurianuales que mantiene el estado, según el siguiente cuadro de la IGAE referido a octubre de 2025.
En este caso estaríamos hablando de unas cantidades estimadas de deuda a abonar imputable a defensa que proponemos según los siguientes cuadros:
- ¿Qué nos espera
para 2026?
Vamos a hacer unas
previsiones. Adelantamos que, dado que el gobierno ha perdido la votación en el
parlamento sobre el techo de gasto y que no habrá presupuestos nuevos,
tendremos que valernos de previsiones y suposiciones para calcular el gasto
militar de 2026.
En breve presentaremos,
como otros años, el informe que anualmente realizamos el Grup Antimilitarista
Tortuga y un servidor en el que intentaremos afinar más.
No obstante, podemos adelantar tres escenarios futuros, según cual sea nuestro nivel de optimismo/pesimismo:
Hay quien nos dice que
exageramos y que el gasto aprobado no alcanzará el 2% PIB, menos aún el
ejecutado.
No lo parece, a la luz de
estos datos y tampoco parece que sea la expectativa de la OTAN, que ya reconoce
el alineamiento de España con el rearme comprometido por occidente en su loca
carrera de dominación violencia y fomento del militarismo.
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