sábado, 20 de diciembre de 2025
Sin esperanza
Europa ya no es lo que
era, y todo indica que el futuro le depara aún más sinsabores y desgracias,
incluida una posible guerra. Cómo hemos llegado hasta aquí debería ser
urgentemente reflexionado. Los estadounidenses lo han hecho por nosotros.
Sin esperanza
El Viejo Topo
20 diciembre, 2025
SIN UNA
REVOLUCIÓN CULTURAL, NO HAY NI UN ATISBO DE ESPERANZA.
En el documento
de Estrategia de Seguridad Nacional que acaba de publicar la administración
estadounidense, encontramos una dolorosa descripción de la realidad europea
actual. Afirma:
La Europa
continental ha perdido su participación en el PIB mundial, del 25% en 1990 al
14% en la actualidad, en parte debido a regulaciones nacionales y
transnacionales que socavan la creatividad y la laboriosidad. Pero este declive
económico se ve eclipsado por la perspectiva real y más concreta de la
desaparición de la civilización. Los problemas más amplios que enfrenta Europa
incluyen las actividades de la Unión Europea y otros organismos transnacionales
que socavan la libertad y la soberanía política, las políticas migratorias que
están transformando el continente y generando conflictos, la censura de la
libertad de expresión y la represión de la oposición política, el desplome de
las tasas de natalidad y la pérdida de identidades nacionales y de confianza en
sí mismos.
Si las
tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o
menos. Por lo tanto, no es en absoluto seguro que algunos países europeos
tengan economías y ejércitos lo suficientemente fuertes como para seguir siendo
aliados fiables. Muchas de estas naciones están redoblando sus esfuerzos en esa
dirección.
(…)
La
administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos
que albergan expectativas poco realistas sobre la guerra, arraigados en
gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios
fundamentales de la democracia para reprimir a la oposición. Una amplia mayoría
europea desea la paz, pero este deseo no se traduce en políticas, en gran
medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos
gobiernos.
Ahora bien, dar
la razón a la administración estadounidense es lamentable, tanto porque esta
trayectoria europea ha sido apoyada e impulsada por Estados Unidos hasta hace
muy poco, como porque todos sabemos que estas verdades no se dicen en
conciencia ni por amor a la verdad, sino solo porque actualmente son útiles
para la perspectiva estratégica estadounidense.
Esto no cambia
el hecho de que son verdades, y se dicen porque, como verdades, parecen
reconocibles para los ciudadanos europeos.
La trayectoria
europea descrita en el documento comienza, acertadamente, en 1990, con el giro neoliberal
que tuvo lugar con el Tratado de Maastricht y la transformación de la Comunidad
Europea en la Unión Europea. En aquel momento, ese giro implicó seguir el
camino histórico de Estados Unidos, como única potencia mundial restante tras
el colapso de la URSS. Entonces, como ahora, lo que caracteriza a las clases
dirigentes europeas es su abstracción. Si bien a Estados Unidos se le puede
acusar a menudo de un pragmatismo brutal, Europa adolece de una abstracción
innata (que, dicho sea de paso, puede ser igual de brutal, pero sin ser
pragmática, sin practicar el análisis y la respuesta a la realidad
circundante).
En la década de
1990, esa abstracción se expresó bajo la forma de una adhesión incondicional a
la idea del triunfo liberal sobre el modelo comunista, triunfo que se tradujo
en una metamorfosis del sentido del Estado. El Estado neoliberal ya no
pretendía ser ni un «estado de bienestar», como en la era de la economía mixta
posterior a la Segunda Guerra Mundial, ni un «estado mínimo», como en el liberalismo
clásico. El Estado neoliberal quería ser intervencionista, pero no con
intervenciones impulsadas por una agenda social, sino con una agenda dictada
por el ideal de la «competencia perfecta». Este ideal microeconómico debía
imponerse a todos los niveles, incluyendo los monopolios naturales
(ferrocarriles, suministro eléctrico, etc.) y los sistemas difíciles de
privatizar (escuelas, sanidad, universidades). Donde la privatización
simplemente no era posible, se inventaron sistemas de evaluación, medición de
productos, competencia interna y la creación de incentivos y desincentivos que
imitaban los mecanismos del mercado.
Este proceso de
distorsión del sector público, en un intento de asimilar sus mecanismos a la
competencia privada, es la raíz no solo del progresivo declive de la educación
y la sanidad públicas, donde los mejores recursos se gastan en
pseudocompetencia y burocracia, sino también del frenesí regulatorio del
sistema europeo. Aquí, el gran y persistente malentendido, tanto para detractores
como para partidarios, es que este intervencionismo del centro administrativo
representa un remanente socialista, cuando en realidad es puro neoliberalismo:
de hecho, no es la intervención central (Estado, Comisión Europea) la que marca
la diferencia, sino su agenda, sus intenciones.
Por ejemplo,
tener un Banco Central Europeo podría, en principio, haber sido compatible con
el socialismo-comunismo, siempre que este orientara la producción monetaria y
su asignación hacia el pleno empleo, las políticas de investigación y
desarrollo, y la consolidación de la industria pública. Sin embargo, cuando la
agenda del BCE se rige principalmente por el objetivo de la estabilidad
monetaria, sus intereses se centran en los tenedores de capital (las
oligarquías financieras, en primer lugar) más que en los ciudadanos
trabajadores.
La combinación
de intervencionismo central y la priorización de los intereses de las
oligarquías financieras es catastrófica; es la peor combinación
económico-política posible. Combina tendencias centrales hacia el normativismo,
la vigilancia y el autoritarismo con la anárquica falta de dirección política,
sustituida por los intereses económicos de las oligarquías. Esta combinación es
incomparablemente peor que la de los sistemas donde el autoritarismo se basa en
la búsqueda del interés nacional (por ejemplo, China), pero también de aquellos
donde la prioridad del interés económico individual se combina con un marco
libertario y anarcocapitalista (como Estados Unidos).
Todas las
tendencias más catastróficas de los últimos treinta años se remontan a esta
combinación devastadora.
La destrucción
de las identidades colectivas (nacionales, étnicas, religiosas, comunitarias,
familiares) ha servido para sustituir la sociedad tradicional por un sistema de
transacciones individuales, idealmente un mercado universal.
La llamada
«sustitución étnica» nunca fue planificada, pero de hecho ocurre como
consecuencia de un proceso simultáneo de debilitamiento de las identidades
internas y una dependencia masiva de mano de obra barata (migrantes). La opción
contraria —aumento salarial, unidad política y el poder de negociación de los
trabajadores nativos— habría representado una reducción porcentual en la
participación de las oligarquías financieras en las ganancias, y por lo tanto
no se consideró.
El
debilitamiento del poder de negociación de los trabajadores ha ido acompañado
de una reducción de su capacidad de consumo, y esto se ha unido a la tendencia
europea al mercantilismo, es decir, a apostar todas sus cartas a las
exportaciones, a una balanza comercial favorable. Pero esto, naturalmente,
significa que, ante cualquier conmoción externa, cualquier perturbación de los
mecanismos de comercio exterior (crisis de las hipotecas subprime, COVID-19,
guerras), Europa ya no puede compensar las deficiencias del mercado externo
recurriendo al mercado interno.
En un contexto
donde solo se santifican los intereses económicos individuales, la clase
política se ha visto representada cada vez más por mediocres arribistas,
charlatanes, personas sin agallas idealistas y dispuestas a ceder para
progresar. Esto, obviamente, ha provocado un declive general de la política, un
colapso de la auténtica capacidad política, un colapso de la previsión
estratégica y una desintegración de toda cualidad personal, sustituida por la
lealtad al grupo de presión pertinente (y cualquier referencia a Von der Leyen,
Kallas, Merz, Starmer, Macron, etc., es pura coincidencia).
Al final, nos
encontramos en la paradójica situación de haber adoptado un modelo pragmático
de inspiración estadounidense como ideología eterna, haberlo cultivado e implementado
con la típica abstracción europea, haber sido víctimas de él y, finalmente,
habernos quedado con las manos vacías mientras los propios estadounidenses,
como lo han hecho muchas veces a lo largo de la historia, dan un giro de 180°
porque ahora les conviene hacerlo.
Empobrecidos,
envejecidos, sin futuro, sin identidad, sin visión, marginados pero lo
suficientemente presuntuosos como para seguir siendo quienes reparten las
cartas.
Aún hay margen
material para el cambio, pero el muro de obtusidad creado ingeniosamente
durante las últimas décadas —y consolidado en lugares estratégicos donde se
forma la opinión pública— no parece probable que se derrumbe, y sin una
revolución cultural no puede abrirse ningún atisbo de esperanza.
Fuente: Arianna Editrice
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Rusia entrega a Ucrania otros mil cuerpos de soldados caídos
Rusia entrega a Ucrania otros mil cuerpos de soldados caídos
Diario octubre / diciembre 20, 2025
Rusia entregó hoy a Ucrania, teniendo en cuenta los
acuerdos de Estambul, los cuerpos de mil militares ucranianos muertos en
combate, según informó el asesor presidencial ruso, Vladimir Medinski.
Foto: Archivo
«En el contexto de los acuerdos de Estambul, se entregaron a Ucrania los cuerpos de mil efectivos muertos. A Rusia se le entregaron los cuerpos de 26 militares rusos caídos en acción», escribió este viernes Medinski en su canal de Telegram.
Rusia y Ucrania
acordaron anteriormente continuar los canjes sanitarios de soldados heridos
gravemente o enfermos. Moscú informó estar lista para entregar a Kiev otros
tres mil cuerpos de militares caídos. Además, las autoridades rusas propusieron
a Kiev intercambiar prisioneros bajo la fórmula mil 200 por mil 200.
En mayo pasado,
las delegaciones de Rusia y Ucrania retomaron el diálogo directo en la ciudad
turca de Estambul, por primera vez en más de tres años.
Desde entonces
se celebraron dos rondas más del proceso negociador, cuyos resultados más
tangibles hasta ahora fueron la aceleración de los intercambios de prisioneros
de guerra entre las partes beligerantes y la repatriación de miles de cuerpos
de combatientes caídos.
Fuente: prensa-latina.cu
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viernes, 19 de diciembre de 2025
COESPE rechaza la falsa información de que las pensiones públicas suben con el IPC [España]]
COESPE rechaza la falsa
información de que las pensiones públicas suben con el IPC
Publicado el 19 de diciembre de 2025 / Por Coordinadora
Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE)/
Kaosenlared.
Desde la
Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE)
denunciamos que la subida de las pensiones públicas resulta claramente
insuficiente para garantizar unas condiciones de vida dignas a millones de
pensionistas, en un contexto marcado por una enorme subida de los precios de
los bienes y servicios básicos.
El incremento
continuado del coste de la alimentación, la vivienda, la energía, el transporte
y los servicios esenciales está erosionando gravemente el poder adquisitivo de
las pensiones y los salarios. Aunque se anuncien revalorizaciones ligadas al
IPC, la realidad cotidiana demuestra que estas no compensan el impacto real de
una inflación que golpea con mayor dureza a quienes tienen ingresos fijos y más
bajos.
Millones de
pensiones mínimas y no contributivas siguen situándose por debajo del umbral de
la pobreza, condenando a cientos de miles de personas mayores especialmente
mujeres a una situación de precariedad permanente. No es aceptable que, tras
una vida de trabajo y cotización, las personas pensionistas tengan que elegir
entre calentar sus hogares, alimentarse adecuadamente o acceder a medicamentos
y cuidados.
Desde COESPE
exigimos:
·
Una revalorización real y suficiente de todas las
pensiones, que garantice la recuperación y mantenimiento del poder adquisitivo
real.
·
El aumento inmediato de las pensiones mínimas
contributivas y las no contributivas, superando el nivel de pobreza, hasta
alcanzar el salario mínimo interprofesional (SMI), cerrando así la brecha de
género de pensiones y obteniendo unas pensiones no contributivas dignas y
suficientes.
·
Medidas eficaces para frenar la especulación y el
encarecimiento de los precios básicos.
·
La defensa del sistema público de pensiones de
reparto, rechazando cualquier intento de privatización total o parcial.
·
Cumplimiento de la ley y realización de la
auditoria de la SS, devolución inmediata de los 103.690 millones de euros a la
caja de la Seguridad Social de gastos impropios.
Las pensiones
públicas no son un gasto, sino un derecho conquistado y un pilar fundamental de la
cohesión social. COESPE continuará movilizándose y llamando a la ciudadanía a
defender el sistema público de pensiones de reparto, digno, suficiente y
garantizado.
Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas se
defienden
COESPE
Diciembre 2025.
U.E. Dos fracasos de los capos-líderes en doce horas: ni acuerdo con el Mercosur ni robo a Rusia
U.E. Dos fracasos de los
capos-líderes en doce horas: ni acuerdo con el Mercosur ni robo a Rusia
INSURGENTE.ORG
/ 16.12.2025
Siguen los líderes de la U.E sin dar pie con bola. Sus deseos de ubicar este polo del capitalismo como una institución política-financiera autónoma, no vive su mejor momento. A la deuda pública que se acaba de conocer y que rebasa cualquier límite posible hasta hacer inviable el mantenimiento del actual marco económico, hay que unir en las últimas horas dos fracasos más.
Pese al cacareado
acuerdo con el Mercosur, que en la práctica deja a agricultores y ganaderos
franceses, italianos y polacos con la necesidad de cambiar de oficio puesto que
les será imposible competir con productos más baratos; (y todo porque a algunas
industrias sí le interesa la venta de sus bienes en el mercado brasileño y
argentino, fundamentalmente), no va haber firma. Estaba previsto hacerlo
este sábado 20 de diciembre en Brasil pero las protestas de decenas de miles de
agricultores y ganaderos (y la amenaza de hacerse ver en las próximas
elecciones) ha parado la firma. Dicen que hasta enero, pero sin fecha exacta y
con mil interrogantes, Las caras de los que anunciaron la no firma eran
reveladoras del momento.
Tampoco pudo ser la utilización (robo) de las reservas
rusas en la U.E. Rusia, a través de su Banco Central, tiene diversificada en
distintos países inversiones que sirven también de avales en transacciones
financieras, apoyo de cambio de divisas, etc. La idea de los capos europeos de
quedarse con ese dinero para enviarlo como inversión propia a Ucrania es
absolutamente contraria al derecho internacional, y han sido los gobiernos de
varios países de la U. E (Bélgica, Hungría…) que le han recordado a la
presidencia europea y sus adláteres la barbaridad que estaban a punto de hacer.
Las consecuencias financieras cuando Rusia denunciara los hechos, en caso ( más
que seguro) de que la justicia le diera la razón a Moscú, eran imprevisibles.
Varios economistas de cabecera alertaron que se ponía en peligro a propia
existencia de la U.E. Finalmente acordaron que no se usarán los fondos y
emitirán,,,, bonos. Una forma de decirle a Zelenski y la OTAN que se acabó, que
nos volvemos a casa.
El pinochetismo retorna al poder
El pinochetismo retorna al poder
El Viejo Topo
19 diciembre, 2025
El rotundo
triunfo de José Antonio
Kast en el balotaje está destinado a ejercer una profunda
influencia en Chile. Se consolida una sólida fuerza de extrema derecha,
neofascista, como producto de la convergencia de dos variantes radicales del
pinochetismo -una liderada por Kast y la otra, aún más extrema, por Johannes
Kaiser- a las cuales se plegó la abanderada de una ficción llamada “derecha
democrática” encarnada por la ex alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei,
supuesta heredera del legado de Sebastián Piñera.
Según el
analista político chileno Jaime Lorca, la
obligatoriedad del sufragio -antes optativo en Chile- canalizó hacia el
pinochetismo y sus aliados el descontento social imperante en
relación al gobierno de Gabriel Boric, cuyas tasas de aprobación en la segunda
parte de su mandato oscilaron en torno a un magro 30 por ciento. Temas como la
inseguridad, el odio hacia los inmigrantes (especialmente venezolanos) y la
inflación –cercana al 4 % anual– fueron agitados demagógicamente por el
candidato del pinochetismo, un hombre con un manejo tan descuidado de las
cifras y las estadísticas como Javier Milei.
Procurando
convencer al electorado de las dimensiones catastróficas de la inseguridad
llegó a decir en su debate con la candidata del oficialismo Jeannete Jara que
en Chile “1.200.000 personas son asesinadas al año”. Cuando cayó en la cuenta
de su error habló de ¡1.200 millones de personas asesinadas en Chile!, cuya
población total es de 19 millones. La cifra real correspondiente al año 2024
fue de 1.207 homicidios, o un 6.0 por cada 100.000 habitantes, una tasa
comparable a la de Estados Unidos y un poco más alta que la de Argentina.
Pese a ello, la
prensa hegemónica a ambos lados de los Andes magnifica la inseguridad para,
desde el temor, acercar votos a la derecha fascistoide de ambos países. En todo
caso, yerros de este tipo fueron comunes en la campaña de Kast pero, al igual
que en el caso argentino, hay un amplio sector del electorado que hoy concurre
a votar porque es una obligación, no le interesa la política y no se inmuta
ante los disparates que pueda proferir un candidato. Temas como los que estamos
analizando dan cuenta del inesperado caudal de votos que en la primera vuelta
obtuvo el Partido de la Gente, liderado por Franco Parisi, arañando el 20 por
ciento de los votos y quedando a escasos cuatro puntos porcentuales de Kast.
Buena parte de este caudal electoral conformado mayoritariamente por los nuevos
votantes que acuden a las urnas por el carácter obligatorio del voto están muy
penetrados por la ideología de la antipolítica, el hiperindividualismo y el
desprecio a todo lo que huela a acción colectiva, y en el balotaje se
inclinaron a favor de Kast. Una parte, tal vez, arrojó por la borda el
arraigado anticomunismo imperante en Chile y respaldó la candidatura de Jara,
pero no en la medida suficiente como para impedir una derrota muy categórica.
¿Qué se puede
esperar del gobierno de un personaje como Kast? Recortes brutales en el gasto
social, redefinición de los avances registrados en relación a los derechos de
la mujer y una redefinición de las alianzas internacionales de Chile.
Seguramente intentará profundizar el modelo económico gestado durante la
dictadura de Pinochet y cuyos fundamentos permanecieron intocados por la larga
e inconclusa transición democrática chilena. Inconclusa porque las relaciones
de poder y la concentración de la riqueza gestadas a partir del aciago 11 de
septiembre de 1973 lejos de ser revertidas por el ejercicio democrático fueron
consolidadas y reforzadas por las sucesivas coaliciones gobernantes. Pero en el
contexto de la nueva doctrina de la seguridad nacional de Estados Unidos Kast
será presionado por Washington para la ardua tarea de enfriar las relaciones de
su país con China, siendo este país el primer socio comercial de Chile y aquél
con el cual se firmó, en 2005, un medular Tratado de Libre Comercio.
Por otra parte
la conformación del parlamento chileno será un obstáculo muy significativo para
frenar los previsibles excesos de Kast. El Senado está dividido por mitades y
en la Cámara resultaría extremadamente difícil que obtenga el 4/7 de los votos
(un 57 %) necesarios para reformar la Constitución. En todo caso, la
instauración de un gobierno de este tipo representa un enorme desafío para el
hasta hoy oficialista Frente Amplio y el campo progresista en general. Al igual
que en la Argentina, estas fuerzas se enfrentan a un desafío refundacional:
redefinir un proyecto, idear una nueva narrativa, diseñar una propuesta
concreta de gobierno, revitalizar las organizaciones de base, movilizar a sus
integrantes y resolver la siempre espinosa cuestión de la conducción política y
el liderazgo.
Son tareas
urgentes e impostergables, porque toda dilación tendrá como consecuencia la
creación de las condiciones histórico-estructurales para el relanzamiento de un
ciclo neofascista de larga duración que ocasionará graves perjuicios para
nuestros pueblos. Grave error sería ceder ante el pesimismo y creer que una
derrota es definitiva. Pero un revés tan contundente exige un esfuerzo de
autocrítica que, entre otras cosas, tenga presente que las fórmulas del
progresismo light que invitan a avanzar por una inexistente “ancha avenida del
medio” lo único que hacen es abrir de par en par las puertas de la democracia
para el advenimiento de la extrema derecha o el neofascismo colonial. En
tiempos tan inmoderados como éstos, de crisis capitalista y ofensiva imperialista
con el Corolario Trump pendiente sobre las cabezas de nuestros pueblos, la
moderación lejos de ser una virtud se convierte en un vicio imperdonable.
Fuente: Página 12




