lunes, 31 de enero de 2022

La pobreza de la pandemia. La pobreza de la pandemia. [Ante esta situación que no tiene nada de imaginaria, los diferentes gobiernos (efectivamente, los gobiernos que se basan en la democracia representativa y que proclaman la defensa de los intereses de los trabajadores que somos la inmensa mayoría de la población) que han tenido y tienen todos los recursos humanos y materiales para atajar las consecuencias del Covid-19 desde que se declaró la pandemia no han querido hacerlo por anteponer el aseguramiento de los beneficios económicos a las grandes empresas farmacéuticas a la salud y la vida de las personas, lo que sin ninguna duda constituye un acto criminal, un acto criminal contra la humanidad. ¿Da igual votar a unos que a otros? No, no da igual votar a unos que a otros, pero teniendo bien clarito (que no lo tenemos) que la solución a nuestros problemas no dependen exclusivamente de los resultados electorales, sino del grado de organización económica, política e ideológica que podamos tener (y que ahora no tenemos), y esto no lo dan las urnas. Esto lo da el esfuerzo personal que cada trabajador haga para que se le caigan las musarañas ideológicas, detrás de cuyo trabajo desaparecen los miedos y esa sensación de impotencia que nos embarga para aparecer en su lugar la toma de conciencia personal, social y económica y que no es otra cosa que el conocimiento claro de qué coño pinta uno en la vida, lo que se consigue mediante la lectura y discusión con las personas más cercanas que cada uno tenga acerca de los problemas más concretos e inmediatos que se vayan detectando y las posibles soluciones que podrían corresponder a cada uno de los mismos. Y todo lo que no sea esto, a pedir por Dios, hermano]

 

Según un estudio del Pew Research Center, la pandemia del COVID19 ha empujado a 131 millones de personas a la pobreza. Y estos pobres no son campesinos rurales, sino urbanos y, a menudo, educados. El aumento de los pobres varía de un país a otro.


La pobreza de la pandemia

 

Michael Roberts

El Viejo Topo

 31 enero, 2022 

 

La caída de la pandemia de COVID19 ha aumentado la pobreza en todo el mundo. Los economistas de JP Morgan han intentado medir el aumento de la pobreza utilizando datos de encuestas de consumo e ingresos de los hogares de la base de datos PovcalNet del Banco Mundial. JPM define a los pobres (o aquellos en extrema pobreza) como quienes viven con menos de $ 2 al día (que es el nivel ridículamente bajo del Banco Mundial); a ‘aquellos vulnerables a caer en la pobreza’ como los que viven con $ 2 a $ 10 al día (que es realmente una mejor medición de la pobreza). Las personas de ‘ingresos medios’ son aquellas que viven con $ 10-50 al día (lo que ya da algo de margen para vivir); y, finalmente, las personas de  «altos ingresos», como aquellas que viven con más de $ 50 al día o alrededor de $ 18.000 al año.

Antes del COVID, aproximadamente la mitad de los 6.500 millones de personas que vivían en los llamados «mercados emergentes» podían considerarse de «ingresos medios». Eso significa que al menos 3.000 millones de personas se encuentran en situación de pobreza extrema («económicamente vulnerables» o algo peor).

Usando estas definiciones, JPM encuentra que, durante la recesión del COVID, hubo un fuerte aumento de la pobreza global. Utilizando los datos del Banco Mundial, el número de personas en situación de pobreza (definida como vivir con menos de 1,90 dólares estadounidenses al día) aumentó en 97 millones en 2020, el primer aumento neto de la pobreza mundial desde la crisis financiera asiática (Figura 3). Un estudio separado del Pew Research Center encuentra que la pandemia empujó a 131 millones de personas a la pobreza. Y estos pobres no son campesinos rurales, sino urbanos y, a menudo, educados.

El aumento de los pobres y la correspondiente caída de la población de «ingresos medios» varian de un país a otro. Las economías con las contracciones más profundas en 2020 (como Perú y Argentina) experimentaron las mayores caídas en el grupo de ‘ingresos medios’. En general, fueron los ‘vulnerables’ los que más crecieron (1,9% pts) como proporción de la población, mientras que la proporción de ingresos medios se redujo más (-1,8% pts).

Algunos países evitaron lo peor. La experiencia durante el COVID-19 de China de ‘primero en entrar, primero en salir’ no protegió por completo al país de una contracción de las clases altas y medias, pero solo hubo una pequeña expansión de la población más pobre, según estimaciones de Pew.

Antes de la pandemia, Pew estimó que casi 100 millones de personas constituían la población de ingresos medios de la India en 2020, con otros 22 millones en los rangos medios-altos. Pero la pandemia afectó duramente a la India y el PIB real se contrajo un 7% en 2020, por lo que las poblaciones de rentas medias y medias altas sufrieron drásticamente (disminuyendo en conjunto en 39 millones de personas, cuadro 5). Mientras tanto, se calcula que unos asombrosos 75 millones de personas han caído en la pobreza, lo que representa casi el 60% de los nuevos pobres del mundo. Tal era el contraste entre los dos países más poblados del mundo.

En China, hubo una adición considerable de 247 millones de personas al nivel de ingresos medios de 2011 a 2019. Y la población de ingresos medios altos casi se cuadruplicó, de 60 millones a 234 millones. En ambos frentes, China por sí sola ha representado la mayor parte del aumento  en estos sectores a nivel mundial. La mayoría de las personas en la India se encontraban en el nivel mundial de bajos ingresos antes de la pandemia: unos 1.200 millones de personas que representan el 30% de la población mundial de bajos ingresos.

En China ahora hay más personas en los niveles globales de ingresos medios y medios altos que en el nivel de pobreza y de ingresos bajos. Aunque se estima que alrededor de 10 millones de personas en China han salido de la clase media durante la recesión pandémica, esta es una pequeña parte de los 504 millones que estaban en la clase media antes de la pandemia. Asimismo, la expansión del nivel de bajos ingresos en China de 611 millones a 641 millones, o el aumento del número de pobres de 3 millones a 4 millones durante la pandemia, es comparativamente modesto en número.

A medida que las personas caen en la pobreza extrema, no tienen fondos para apoyar su educación y mantenerlas sanas. Y eso significa que, además de sufrir otras consecuencias obvias, su productividad cae, dañando la economía en su conjunto. En el cuadro 6 encontramos que la inversión de China en educación y salud por persona (puntaje PISA) es alta, con más de 2 desviaciones estándar del promedio global y mejor que cualquier otro país ‘emergente’ (incluso aquellos con ingresos per cápita más altos como Singapur o Corea). ).

La pandemia ha sido un desastre para la población de la India, empujando a millones a la pobreza extrema, mientras que el pueblo chino ha evitado en su mayoría caer en la pobreza. De hecho, la economía china ha sido la que más se ha expandido de las principales economías en los dos años transcurridos desde fines de 2019 y el inicio de la pandemia: más de cuatro veces la expansión en los EEUU,  y seis veces la de la India. De hecho, la mayoría de las principales economías se contrajeron.


Publicado originalmente en el blog de Michael Roberts. Traducción de G. Buster en Sin Permiso.

*++

 

No hay comentarios: