La
«rebelión gaditana»: una huelga que desafía a la patronal y los «sindicatos»
del sistema
Por Canarias Semanal
KAOSENLARED
3 de julio de 2025
Cádiz resiste mientras los
grandes sindicatos pactan a espaldas de los trabajadores. ¿Qué papel han jugado
UGT y CCOO frente a las demandas reales de la plantilla?
¿Qué ocurre cuando quienes
deberían defenderte terminan pactando con tus verdugos? ¿Qué sucede cuando los
sindicatos mayoritarios ya no son instrumentos de lucha, sino engranajes del
sistema contra el que se suponía que luchaban? La reciente huelga del sector
industrial en Cádiz no ha sido solo una protesta laboral, sino un terremoto
político y social que ha evidenciado la creciente fractura entre la clase
trabajadora y el sindicalismo institucional (…).
REDACCIÓN CANARIAS
SEMANAL.ORG
La reciente huelga que ha
sacudido la provincia de Cádiz este mes de junio de 2025 ha
vuelto a colocar sobre la mesa esas preguntas fundamentales.
Durante las últimas
semanas, centenares de trabajadores del sector naval e industrial
gaditano se han declarado en huelga, protestando contra despidos
masivos, externalizaciones, congelación salarial y el incumplimiento
sistemático de convenios colectivos. Las protestas, que comenzaron en los
astilleros de Puerto Real y San Fernando, pronto se
extendieron a otros centros de trabajo de la Bahía. El descontento
no tardó en convertirse en movilización activa.
Sin embargo, mientras las
calles de Cádiz ardían en marchas, piquetes, bloqueos y
enfrentamientos con la policía, las sedes de CCOO y UGT permanecían extrañamente
tranquilas. Lejos de respaldar con contundencia la lucha de los
obreros, las direcciones provinciales y regionales de estos sindicatos han
optado por el camino habitual: reuniones discretas con la patronal y
las autoridades, búsqueda de “acuerdos razonables” y llamados
al diálogo social.
Una vez más, el sindicalismo
institucional ha jugado el papel de bombero del conflicto, intentando
desmovilizar, rebajar las exigencias obreras y evitar una radicalización que
pudiera “desbordar el marco legal”.
Según testimonios recogidos
por colectivos de base, la ruptura entre los trabajadores y sus
supuestos representantes sindicales es cada vez más profunda.
“Nos han
dejado solos”, declaraba un portavoz de la plantilla de Dragados
Offshore,
“han firmado acuerdos sin
consultarnos, han aceptado la pérdida de derechos que llevamos décadas
defendiendo”.
Pero lo más grave, como han
denunciado varias asambleas obreras surgidas al calor de la huelga, es
que los grandes sindicatos no sólo han abandonado la lucha, sino que
han saboteado activamente las iniciativas autónomas de los trabajadores.
Se han negado a convocar
huelgas generales en toda la provincia, han deslegitimado
públicamente los cortes de carretera organizados por la base, y han lanzado
comunicados criminalizando la protesta combativa.
En este contexto, la
indignación se ha traducido en organización autónoma. Han surgido comités
de huelga al margen de las estructuras oficiales, se han reactivado
redes solidarias en los barrios, y se han sumado al conflicto, estudiantes,
parados y movimientos sociales.
La huelga en Cádiz ha
dejado de ser sólo laboral: se ha convertido en un grito
generalizado contra la precariedad, el abandono institucional y la
domesticación sindical.
Este episodio no es
aislado. Forma parte de una tendencia que se repite en todo el Estado
español: una profunda crisis de legitimidad del sindicalismo
mayoritario, cada vez más alejado de los intereses reales de la clase
trabajadora. Mientras UGT y CCOO gestionan fondos de
formación, subvenciones estatales y mesas de concertación, miles de
trabajadores se organizan desde abajo para defender su dignidad, sin esperar
nada de quienes ya los han traicionado demasiadas veces.
Lo que está
ocurriendo en Cádiz no es sólo una huelga. Es también una
ruptura. Una fisura en el modelo de relaciones laborales que se
pretende imponer. Y en esa fisura crece la esperanza de una
nueva organización obrera: más horizontal, combativa y ajena a los pactos que
sólo benefician a las empresas y al Estado.
VÍDEO RELACIONADO:
Compartir
No hay comentarios:
Publicar un comentario