domingo, 5 de abril de 2015

DE ECUADOR, QUE TAMBIÉN ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA, TAMBIÉN PODEMOS APRENDER LOS ESPAÑOLES



EcuadorYaCambio

El punto de inflexión de la Revolución Ciudadana y el agotamiento del programa posneoliberal

02.04.2015


En el 2008, Emir Sader planteaba que fue en América Latina donde nació, expandió y más temprano empezó a explotar en crisis el neoliberalismo. El corolario de la situación de crisis y el ciclo de protestas que provocó el neoliberalismo en el Ecuador generó en y por sí misma los elementos de su propia superación el proceso denominado: “Revolución Ciudadana”.

“(Rafael) Correa logró atraer y cohesionar a varios colectivos sociales y grupos de la sociedad civil, con los que constituyó la , lanzada oficialmente en Quito el 19 de febrero de 2006” [1] condensó las reivindicaciones de los diferentes sectores sociales (campesinos, sindicatos, ecologistas, feministas, grupos GLBTI, etc.) en un programa posneoliberal. Condujo a la sociedad ecuatoriana a través de un proceso social constituyente a la consumación de un marco jurídico garantista de derechos y a las vísperas de una nueva estructura de Estado.

Logró pasar de esa “mutación violenta de nuestra civilización” [2] , que era la “larga noche neoliberal” y transmitir con nueva plasticidad el discurso del programa posneoliberal: la lucha contra las mafias financieras, la partidoracia y necesidad de la inversión social, entre otras, nunca antes de él un presidente había gozado de tanta popularidad, la izquierda en general tampoco había podido transmitir sus ideas con tanta proximidad al sentir general de la población.

La enjeu o apuesta general de la Revolución Ciudadana incorporó las reivindicaciones más destacadas de los sectores sociales, dejó incompletas otras, definitivamente petrificó a estos sectores, consumó el programa de gran parte de la izquierda solo con el “vuelve la patria” y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población.

La “patria ya es de todos”, “la patria avanza”, marcaron el ritmo de la Revolución, conectaba a la población con los logros de la Revolución Ciudadana y, marcaba claro reveses ideológicos al discurso neoliberal, la población volvió a creer en los servicios públicos, en la administración pública, en el control del Estado, e incluso empezó a desplazar la idea del american way o life, con el “sueño ecuatoriano”. Pero “EcuadorYaCambio” no conectó, aún se mantiene como un cuchillo de doble filo, que demuestra la crisis del programa posneoliberal, quizás hasta la incapacidad de transmitir el rumbo o dirección que tomará la Revolución Ciudadana.

“EcuadorYaCambio” marca el fin de un ciclo, no hay que buscar nuevos discursos, ni mejor plasticidad, sino un rumbo., ¿Qué tan terrenable es el Socialismo del Buen Vivir? ¿Avanzamos hacia allá?, ¿Se consuma el cambio de la matriz productiva? ¿Por ahí se llega al Socialismo del Buen Vivir? ¿Hay una disputa en el rumbo a seguir?

La oposición de derecha o de “izquierda” puede advertir a esta crisis de programa como la oportunidad de posicionar su apuesta general en la población, lo ha venido haciendo sobre todo en los sectores de la CONAIE, ECUARUNARI, FUOS, Frente Popular, PCMLE, MPD, Unidad Popular UNE, FEUE, FESE, Yasunidos y grupos feministas, la derecha está tratando de encaramarse y capitanear la oposición.

Es un punto de inflexión de la Revolución Ciudadana, es preciso reactualizar y reconectar el programa de la Revolución, no desde la plasticidad, desde el contenido, imperativo crear espacios de discusión y recepción de opiniones que gocen del derecho al error y la crítica. 

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