jueves, 18 de febrero de 2010

BIBA LA DEMOCLACIA EULOPEA

(El humilde garito belga donde se reune la Comisión Europea, y ejercita el mejor modo de empeorarnos las condiciones de trabajo, o sea, la calidad de vida, y jodernos las pensiones, mientras permanecemos con las orejas gachas, no sea que encima se enojen con nosotros)

El Tratado de Europa que llevaba la firma de Su Majestad el Rey (La Suya, no la mía) y que ZaPaPero, mintiendo desde un punto de vista políticamente correcto, nos la presentó como la “Constitución Europea” y que fue aprobado por la mayoría de los poquitos españoles que votaron, y que supongo debieron tragarse el anzuelo, le atribuía a la Comisión (especie de gobierno europeo) capacidad para “parar” los pies a cualquier gobierno europeo que sacara los ídem del tiesto.
Llama la atención que esa Comisión con más capacidad efectiva de ejercer el poder que el mismo Parlamento Europeo (¡Vaya, vaya, unos cuantos que nadie elige por encima de los diputados que los demás elegimos y que dicen representarnos. Vaya, vaya!) no haya dicho esta boca es mía en relación a los bandidos que sin pagar impuestos se llevan los dineros en negro negrísimo a los paraísos fiscales.
Tan solo en España se calcula que se han fugado unos 50.000 millones de euros. Yo tengo mis sospechas más que fundadas, eninfundadísimas, que son las viudas con pensiones comprendidas entre 400 y 425 euros al mes, las muy cucas, las que se han llevado 100 o 300 millones cada una de ellas sin declarar nada a Hacienda (y yo aquí, inocente, que eso es lo que soy, un inocente, defendiéndolas).
Es evidente, y lo digo para los mal pensados, que culpando yo a la viudas de la fugas de capitales en España, queden exculpados de tal delito cualquier miembro o miembra de la Comisión Europea, e incluso la familia Real española, que ni que decir tiene, ha de ser la primera en pagar religiosamente sus impuestos a la Hacienda Pública.
Pues, bien, la Comisión que no dice nada contra quienes arruinan sus correspondientes países (leáse gobernantes y banqueros), se ha soltado el pelo y le ha dicho al gobierno griego que sus pensionistas tienen que cobrar menos; que la sanidad la tienen que empeorar para que las grandes empresas hagan sus agostos a costa de la salud de las personas, y que el Estado en vez de gastar dinero en escuelas, y prestaciones sociales lo tiene que poner también a disposición de esas mismas grandes empresas para hacer nuevos negocios.
O sea, lo mismo que ya nos ha dicho ZaPaPero a los españoles y que Rajoy no se atreve a decirnos, pero que lo hará tan pronto como se encarame a las palanquetas del poder de la Moncloa.
Insta, pues, la Comisión al gobierno griego, a que robe un poquito más a sus propios ciudadanos griegos y que les empeore sus condiciones de vida. Lo mismo que ZaPaPe ya nos ha lanzado pero que no se atreve a hacer todavía, hasta que los sindicatos mayoritarios no nos hayan domado del todo y que hará Rajoy si llega a la Moncloa.
A esa inducción al delito que le hace la Comisión al gobierno griego la denominan ellos “hacer una política valiente”, cuya denominación, no hay duda, es la apropiada a una banda de hipócritas y cínicos como es la Comisión.
A mi me parece mucho más valiente, sensato y saludable, y hasta higiénico mentalmente, que empecemos a mandar a tomar por el culo a toda esta banda vividora a costa del trabajo de los demás, que nos lleva cada vez de una situación mala a otra peor que la anterior, y que nos empecemos a organizar al margen de los partidos oficiales, incluso, que empecemos a discutir entre nosotros (mire que facilito se lo estoy poniendo), sin lideres de por medio, para ver por qué posibles alternativas podríamos inclinarnos para impedir y hacer frente a la hecatombe política, social y económica a la que nos aboca esta panda de cabrones, y cabronas, que hay que ser paritarios.
*+

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