sábado, 26 de diciembre de 2020
Con esto del capitalismo inclusivo por el que se inclina la delegación estatal del Reino de los Cielos, como es el Estado extranjero de El Vaticano en la Tierra, el que en España al menos, anda como Pedro por su casa, con su chupa bobis de los dineros de la borrega pública, por el que ha decidió romper unas lanzas a favor, a mí ya me empiezan a cuadrar la cuentas. Sobre todo por la coincidencia que tiene con los otros verdes capitalismos, eco-capitalismo, capitalismo verderol, troqui capitalismo, etc., impulsados y promocionados por los mismos grupos de capital causantes de la miseria, sufrimientos y desgracias que asolan la tierra (aparte que querer quitarle las pensiones a los jubilados en España), defendidos por el ciento y la madre: PSOE, Podemos, IU y otras organizaciones políticas, sindicales y eco-femi-ecológicas, que quedan perfectamente expuestos en el Cuento de Pan y Pimiento o, en el otro cuento quizás más conocido y popular, como el Cuento de que Yo no digo ni que sí ni que no, sino que si quieres que te cuente un cuento. Y como veo que quieres que te cuente un cuento: hecho, no se hable más: para capitalismo guay-chuli que deja a los capitalismos mencionados a la altura del barro, es el capitalismo que me estoy inventando ahora mismo, denominado rueda que te rueda, o sea, el capitalismo rodante a pedales (no me lo confunda nadie, salvo que quiera tener problemas conmigo, con la bicicleta que ya está inventada, y además, yo hablo en serio) , que consiste en pegarle, al libre albedrio de cada cual unas ruedas de cartón, corcho o de boñigas de vaca secas, a los costado del capitalismo corriente y moliente, a fin de hacerlo correr a todo trapo como un melón cuesta abajo, haciendo la universal dicha del culebrón pardo en su vuelo a media altura, tal que por la cintura o por ahí. Ya sé, ya sé. Ya sé que no hay más que un tipo de capitalismo con diferentes formas en función del desarrollo de las fuerzas productivas en cada momento, que puede ser entendido leyendo a Marx, y no se me vayan a creer que leer es lanzar dos pedorretas con sabor a menta ecológica al aire, no. Leer, como su nombre indica es leer, y para leer no es necesario salir corriendo a toda pastilla al quinto coño y volver más cansado que un perro, no. Leer es leer, punto. Pero compréndame, esto es dar pistas no es mi función, en tanto que fiel, leal y competitivo curri inventor de capitalismos, sino despistar. Que muy buenas las tengan ustedes.
El Vaticano y su nueva marca: “El capitalismo
inclusivo”
La
Iglesia católica, desde el siglo XVIII, se ha presentado, casi siempre, como
una vía de apaciguamiento en el conflicto social, rechazando siempre el
antagonismo entre las clases sociales.
KAOSENLARED
26 Dic, 2020
La Iglesia
católica, desde el siglo XVIII, se ha presentado, casi siempre, como una vía de
apaciguamiento en el conflicto social, rechazando siempre el antagonismo entre
las clases sociales. La denominada doctrina social de la Iglesia católica
se fraguó en el siglo XIX contra los movimientos sociales del primer
capitalismo y en particular frente al ascenso de la organizaciones obreras que
reclamaban un modelo social antagónico al capitalismo como era ,en sus
orígenes, el socialismo; se fue concibiendo , al tiempo, el concepto teológico-
católico de “justicia social” que más tarde, a través del socialismo
Fabiano inglés, se introduciría también en la socialdemocracia, concepto
que se enfrenta a otro originariamente socialista que es el de “solidaridad
social” , concepto más radical en su sentido distributivo ya que la solidaridad
social no trata , como si lo hace la justicia social , de dar a cada cual
lo suyo sino de distribuir la riqueza social entre todos.
Desde la
encíclica Rerun Novarum de 1891 de León XIII- ésta muy anti socialista-, casi
todos los Papas han escrito encíclicas donde hacen llamados a la fraternidad
universal, la caridad y la justicia social. Particularmente fue prolijo en
estas encíclicas Juan Pablo II ya que había estado muy vinculado al sindicato
Solidaridad de Polonia e intentó-pese a su carácter reaccionario en lo moral-
desarrollar un discurso anti neoliberal. Juan Pablo II, que era la plañidera de
todos los dictadores y de los estadistas más reaccionarios de su tiempo,
siempre que era invitado en sus viajes tan publicitados solía lanzar peroratas
encendidas contra el neoliberalismo que los mezclada con la defensa de
la vida, la reprobación de la contracepción y del uso del condón en tiempos del
SIDA. La última de estas encíclicas es la del Papa Francisco, Fratelli Tutti ,
donde los cánticos a la fraternidad ahora son acompañados con llamados al
amor a la naturaleza y a la conservación medioambiental. Esta idea de
sancionar espiritualmente el capitalismo verde es algo en lo que se insiste
mucho desde el último catolicismo vaticano: cuidar lo que ha sido creado por
Dios. Una especie de restauración del Francisco medieval, una vuelta a la
naturaleza, que es, en la concepción católica, divina; desde esta perspectiva
ideológica constituye una restauración de un conservadurismo frente a la época
del progreso -a la que tanto se opuso la iglesia católica- y de la
revolución industrial que fue unida a los humos negros , a la
contaminación y al avance imparable del secularismo y del laicismo.
Esta tradición
de la doctrina social de iglesia, nacida en oposición a los movimientos obreros
del siglo XIX, tenía poco que ver con los movimientos católicos revolucionarios
de los años 70 en Latinoamérica, la llamada teología de la liberación, donde se
propugnaba abiertamente un socialismo político asociado al antimperialismo.
Hoy, por supuesto, esa teología ya no tiene vigencia y ha sido transformada en
un discurso contra el neoliberalismo. Pero, en realidad, el neoliberalismo
globalista está en decadencia como consecuencia de la crisis económica que
comenzó en el año 2008 y para adaptarse a un nuevo ciclo de la económica
capitalista están surgiendo, desde las corporaciones financieras e industriales
más importantes, nuevas marcas que pretenden dar cierta coherencia ideológica a
esta pretendida nueva refundación del capitalismo. Así el Foro Económico
Mundial de Davos, cuya reunión anual esta prevista para finales de enero de
este mes, habla de un reseteo o un reinicio de un capitalismo postcovid que
supere el neoliberalismo, discurriendo sobre la necesidad de un nuevo modelo
financiero internacional asociado a un nuevo globalismo de rostro humano en el
tiempo de la robotización industrial y del capitalismo verde. En esa misma
línea se encuentra el grupo de los ejecutivos de los megabancos y mega
industrias reunidos en el denominado “Consejo por el capitalismo inclusivo”,
organización financiada por la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller y
presidida por Lynn Forester de Rothschild, fundadora del Consejo y socia
directiva de Inclusive Capital Partners. La propuesta del Capitalismo Inclusivo
es similar a la del Foro Económico Mundial, pero algo más “light”, es una
transición más suave hacia un nuevo modelo de capitalismo que supere el neoliberalismo,
pero no se habla tanto de una refundación ni de un reseteo sino de unas
prácticas éticas del capitalismo que lo asocia también al capitalismo verde, la
colaboración publico privada y la introducción de cambios tecnológicos de forma
inclusiva.
Ha sido
este Consejo quien, en este mes se han asociado, nada mas y nada menos ,que al
Vaticano para promocionar este capitalismo inclusivo, una especie de dar el
marchamo de santidad a una nueva ideología que, poco a poco, se abre paso para
cabalgar las contradicciones de una nueva era económico y social que, como
advierten pensadores tan diversos como el historiador israelí Yuval Noah
Harari o el economista francés Thomas Piketty , tendrá
también que enfrentarse a unos problemas de desigualdad social
hasta ahora desconocidos.
Antonio Gómez
Movellán. Presidente de Europa Laica
*++
O sea, que lo que queréis es joderme las Navidades, ¿no?: ¡A mí la Legión! O sea, que no os conformáis con romperme la unidad de la Patria unida, sino que además me queréis convencer de que el razonamiento lógicamente válido de que tres más dos son cinco es verdadero, ¿no? ¡Traidores!
Guía
para rebatir las teorías conspirativas en las cenas navideñas
Las teorías conspirativas
y los bulos son ya parte de las costumbres navideñas y, aunque
las reuniones familiares serán diferentes este año, es posible que queramos
rebatirlos si vuelven a aparecer en nuestras cenas,
algo que podemos hacer con las claves que nos da la ciencia.
Los bulos ya son parte de
las costumbres navideñas. / EFE
Antes de saltar como un
resorte en algún momento entre los langostinos y el cordero asado, cuando una
frase nos parezca demasiado grave como para que se quede sin respuesta, puede
ser útil saber cómo piensan aquellos que creen en hipótesis sin
ninguna base científica y sienten una especial necesidad de difundirlas.
En un área del
conocimiento en el que queda mucho por explorar, algunas investigaciones
apuntan a que el cerebro humano tiene una inclinación natural a creer en esas
teorías y que las personas reforzamos nuestras ideas previas cuando nos
contradicen.
En el caso de que uno
quiera entrar a debatir, conviene tener en cuenta que los argumentos
racionales son menos eficaces que los emocionales y
que la retórica y la educación son importantes, no solo para preservar la paz
antes de los polvorones, sino también en la consecución del difícil objetivo de
convencer al otro.
¿Por qué creeemos en teorías
conspirativas?
El cerebro humano tiende a
crear relaciones causales entre elementos aunque estas no
existan, para lo que puede establecer conexiones de hechos aislados.
«Una de las causas por la
que las teorías de la conspiración surgen periódicamente es nuestro deseo de
imponer una estructura al mundo y nuestra increíble capacidad para reconocer
pautas», explica el investigador Mark Lorch en un artículo
publicado en 2017 en The Conversation y
reproducido en España por El País.
Este catedrático de
Química y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Hull (Reino Unido)
cree que la responsabilidad es de «unos mecanismos neurológicos evolutivos no
demasiado avanzados» que nos llevan a ver «relaciones causa efecto inexistentes
-teorías de la conspiración- por todas partes».
Además, sentimos
propensión a mantener posturas que son mayoritarias en nuestro grupo social,
como demuestran diversos estudios desde los años 50, por lo que existe una
probabilidad creciente de que aceptemos una hipótesis como verdadera cuanta más
gente a nuestro alrededor crea en ella.
«La desinformación mata»
Iniciar un debate con
alguien que defiende un mito sustentado en falsedades es una decisión personal
que depende de muchos factores.
Entre esas circunstancias se encuentra el hecho de que, como insisten
instituciones y científicos, la desinformación es peligrosa
porque afecta a las decisiones que adoptamos en cuestiones tan sensibles como
la salud, algo que se ha puesto de manifiesto durante la pandemia.
«La ciencia es
importante», señalaba el secretario general de la ONU, Antonio Guterres,
en un mensaje de vídeo difundido el 29 de septiembre después de que se
alcanzara el millón de muertos por la covid-19 en todo el mundo y en el que
también sentenciaba: «La desinformación mata».
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) explica que el estudio «fraudulento» que en
1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión,
paperas y rubéola) y el autismo «creó un estado de pánico que produjo una
disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas
enfermedades».
¿Se puede convencer a un
negacionista?
La dificultad de entablar
un debate racional con un defensor de las teorías de la conspiración estriba en
las pocas posibilidades de éxito que hay de que modifique sus
posturas.
Las investigaciones
científicas siguen profundizando en el conocimiento de cómo procesa el cerebro
la información que recibe y los motivos que llevan a los seres humanos a
establecer sus sistemas de creencias.
Un estudio publicado en
septiembre de 2019 en la revista Nature Human Behaviour por
los psicólogos Philipp Schmid y Cornelia Betsch, de la Universidad de Erfurt
(Alemania), cuestiona la influencia del llamado efecto bumerán o «backfire».
Esa denominación describe
un sesgo cognitivo observado en las personas según el cual quien recibe argumentos
contrarios a sus opiniones acaba reforzando sus creencias.
Tras la publicación de ese
trabajo, la ciencia reflexiona sobre la importancia de ese efecto bumerán, dado
hasta ahora por seguro.
No obstante, hay una amplia consideración de que esgrimir argumentos racionales
basados en datos y hechos contrastados es menos eficaz que utilizar mensajes
que apelen a las emociones.
Consejos para debatir con un
teórico de la conspiración
1.-
Dirigirse con respeto al interlocutor
Dirigirse con educación y
respeto al interlocutor con el que se debate no es solo una buena técnica para
no generar un rechazo entre los asistentes a la discusión, sino que también
puede ayudar en el objetivo de persuadirle de que cambie de opinión.
2.-
Empezar por un punto de acuerdo
Dentro de la estrategia de
evitar el efecto bumerán, varios expertos, entre los que se encuentra Mark
Lorch, proponen empezar con un punto de acuerdo y a partir de él intentar
moderar los juicios del contrincante.
Basado en este principio,
un estudio firmado por un equipo encabezado por Matthew Hornsey, de la
Universidad de Queensland, en Australia, plantea la necesidad de alinearse con
las creencias previas de los defensores de postulados anticientíficos para
conseguir cambios más eficientes que con la confrontación.
Los autores de la
investigación han llamado a esa técnica «persuasión jiu-jitsu», en una
identificación con el arte marcial que utiliza la fuerza del adversario en su
contra.
3.-
Dejar que el oponente caiga en sus propias contradicciones
Otra propuesta planteada
por los expertos es pedir explicaciones sobre el proceso lógico que ha llevado
a las conclusiones que se rebaten, propiciando que quien las defiende caiga en
sus propias contradicciones y deje en evidencia la debilidad de su discurso, lo
que acaba conduciendo a posiciones más moderadas.
Esta técnica se basa en la
teoría de «la ilusión de entendimiento», que formulada en un contexto de opinión
política por un grupo liderado por Philip Fernbach, de la Universidad de
Colorado Boulder (Estados Unidos), sostiene que la gente sabe menos de lo que
cree acerca de las causas que sustentan sus juicios más polarizados.
4.-
Poner de manifiesto las trampas en el discurso negacionista
Aunque el trabajo de
Schmid y Betsch se centra en las estrategias para rebatir a los negacionistas
en debates públicos, algunas de sus conclusiones pueden aplicarse en el ámbito
familiar.
Así, el estudio subraya
que es «eficaz» poner de manifiesto las técnicas retóricas que siempre utilizan
los negacionistas -como son, entre otras, recurrir a falsos expertos o la
selección interesada de los datos- para convencer a quien escucha del engaño
que suponen.
Fuente: SINC / EFE
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Cultura (Antropología) del Flamenco [Ni esta entradilla ni este artículo, según el Señor de Facebook cumple con sus normas, deben ser las normas del pimpirigaña tengo una caña, y por esa razón no me deja compartirlo ni siquiera de este Blog a mi propia cuenta de facebook]
Diego del Morao, Antonio Reyes, Juana la del Pipa, Salmonete de Jerez, Mari Peña, Manuela Carrasco, Saray García o Antonio Agujetas son algunos de los más de 50 artistas flamencos vivos que la fotógrafa Claudia Ruiz Caro ha captado con su objetivo. La mirada antropológica hace de su archivo una pieza ya imprescindible de la historia de este arte.
El guitarrista Diego del Morao el cantaor Antonio
Reyes calientan mano y garganta antes de salir a escena CLAUDIA RUIZ CARO
eLSALTODIARIO.COM
26 DIC 2020 06:00
“Tú
ve al concierto, por ese vínculo que se genera con los artistas cuando vas a
verlos y les apoyas en directo... pero no hagas escenarios, vete detrás y
prueba a hacerles fotos cuando estén tranquilos y cuando confíen en ti... una
cosa más íntima”. Las sabias palabras del fotógrafo Pepe Lamarca fueron sin
duda proféticas en un mundo flamenco poco retratado fuera de los focos o tras
las bambalinas. Para Claudia Ruiz Caro (Barcelona,
1993) fue el mejor consejo de quien reconoce como su mayor influencia. Un
regalo que le ha dado la posibilidad de reunir un interesante y amplio archivo
de artistas flamencos en los ambientes más cotidianos. “Las imágenes míticas
que tenemos de Paco de Lucía y Camarón las hizo él”, se refiere Claudia a
Lamarca. De niña y adolescente se le quedaron grabadas esas fotos de los discos
de clásicos del flamenco cuyo autor es Lamarca, como aquellas de Camarón
con chamarra de cuero sobre los hombros.
Hace cinco años, Ruiz
Caro comenzó a adentrarse en el mundo del flamenco siguiendo la pauta que le
dio su maestro. Acababa de terminar el máster de fotografía de
espectáculos en Barcelona y conoció a Pepe, como ella le llama. “Fue la única
regla que me puso, así cogió forma lo que al final soy, más retratista que
fotógrafa al uso porque el escenario no me interesa tanto como la vida real de
esas personas que son artistas 24 horas al día”, afirma la joven creadora de la
colección de retratos que ha titulado Adocamele (En
cualquier parte, en caló) y que ya ha tenido recorrido también como
exposición.
Ruiz conoce la
inevitable atracción que tiene el flamenco para los ojos de un extraño: es
fiesta, es noche, es locura, es alegría y un torbellino, pero advierte que sus
artistas también se cansan de los oportunistas que no van a disfrutar del
flamenco o del cante, sino a ver si pillan la exclusiva o ‘la foto’. “Eso lo
ven desde el primer momento, saben ver venir a alguien, como se dice en andaluz,
de ojana, es decir, nada más que a llevarse un souvenir y no una experiencia
—observa Claudia—, tienen que ver que tú te acercas por un verdadero interés y
por una verdadera afición a lo que hacen y a lo que son”.
La bailaora Manuela Carrasco Salazar (Triana,Sevilla, 1958), autodidacta, ha sido reconocida con el Premio Nacional Pastora Imperio, Premio Nacional de Danza, la Medalla de Andalucía, y en 2018, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. CLAUDIA RUIZ CARO
Muchas horas ha pasado
ella con todo tipo de intérpretes del arte flamenco y sus familias, con
paciencia y sin prisas, desde las ocho de la tarde de un día, pasando por la
madrugada y acabando a las tres de la tarde del día siguiente. Reconoce que no
le fue fácil al principio porque era más joven y su pinta, cuenta, no era la
que inspira confianza sobre todo a los viejos. “Luego me di cuenta de que la solución
era simplemente pasar tiempo con ellos aprendiendo los códigos y el respeto que
hay que tener de por sí, y acercándome a los mayores porque uno de los valores
más importantes que tiene el pueblo gitano es ese. Cuando esas personas ven que
te acercas de corazón porque te interesa, te gusta, te atrae el flamenco más
allá del exotismo, entonces te comienzan a aceptar”.
Observar mucho y
escucharles, preguntar por la familia, por cuestiones personales pero sin
invadir. “Se trata de generar un lazo suficientemente fuerte para que se
relajen, se sientan cómodos y sean como ellos son delante mía, aunque yo sea
una extraña. Esa es la manera de trabajar... con mucha psicología a la hora de
trabajar sin molestar, sin estar por el medio, no tiene más”, admite la
fotógrafa.
La saga de Utrera. El arte de Mari Peña es heredero de una larga tradición en su pueblo, ejemplificada en los nombre de Fernanda y Bernarda. CLAUDIA RUIZ CARO
La paciencia y la
humildad en plena fiesta flamenca han recompensado a Ruiz Caro con instantáneas
únicas, en movimiento o en pausa, por alegrías o por soleares, con naturalidad
pero con pasión, con dignidad flamenca. “Es importante saber cuál es el
momento, para que ese momento se pueda captar sin ofender a nadie, con la gente
cómoda y sin romper el momento, sin cargarte esa intimidad de arte, ese ratito
que están teniendo entre ellos, y que tú estás ahí como privilegiada pudiendo
asistir a ello. Muchas veces vale más asistir y vivirlo que sacar la cámara”,
afirma con la sabiduría que le ha dado curtirse en largas madrugadas de arte
jondo. “Me ha pasado mucho ir, por ejemplo, a una fiesta con la cámara y a lo
mejor no la saco, o a lo mejor la saco a las cinco horas, tomo fotos, y la
vuelvo a guardar porque al final es como estar en un salón de una casa, es muy
íntimo”.
Una anécdota: Antonio Agujetas
Una larga lista de leyendas vivas del arte flamenco ha visto Claudia desde la mirilla de su cámara. A cada cual le pertenece una anécdota particular. Miradas hacia el infinito, un ensayo, una fiesta familiar en el patio, la intimidad del camerino o de una habitación. Y el blanco y negro como elemento democratizador. Los brillos y colores chillones se convierten en puro contraste. Recuerda especialmente la foto de Antonio Agujetas que causó polémica entre los más puristas del mundillo. La sesión se hizo en un centro de recuperación donde le cuidaban unas monjas después de un accidente y de haberlo pasado muy mal. “Hice la foto en su propia habitación. Le puse al lado de la ventana que era por donde entraba buena luz, y él mismo quiso salir sin camisa porque estaba orgulloso. Quiso salir así, como diciendo, estoy vivo”.
Las huellas de la vida. La dignidad por encima de todo de Antonio de Los Santos Bermúdez (Jerez de la Frontera, 1966) conocido como Antonio Agujetas. CLAUDIA RUIZ CARO
A alguna gente del
ambiente no le gustó. Alegaban como falta de respeto que un cantaor saliera sin
camisa. “La interpretación depende mucho de tu propia sensibilidad. Seguramente
tú ves esa foto y te transmite algo totalmente diferente de lo que le transmite
a esa otra que se ofendió, cuando yo realmente lo único que quiero es
dignificarlo estéticamente”, sostiene Claudia. Y se reafirma en su filosofía de
trabajo: “No busco otra cosa más allá de hacer un archivo antropológico de
todos ellos. Mi única misión es que salgan bien y que esa foto sirva luego de
referente para acordarse de esa persona”.
Muchos artistas le han pedido quedarse con alguna foto suya. “Cuando tú ves que esa foto la ponen en su casa, esa pieza tiene ya una vida. Una foto en la que no te reconozcas puede estar muy bien hecha, pero si no te gusta no la vas a recordar. En cambio, una foto en que tú te ves tú —que eso es muy difícil—, queda para ti, para la historia, y para todo el que te vea y piense en ti”.
Familia Flamenca. La bailaora Saray García (Jerez de la Frontera, 1986) se arranca en el patio familiar por bulerías. CLAUDIA RUIZ CARO
De casta le viene. Mirada con poderío en el semblante de Juana la del Pipa (Jerez de la Frontera, 1948) tanto como el de su cante, que le ha valido el sobrenombre de "la Tina Turner del flamenco". . CLAUDIA RUIZ CARO
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de antemano por entender la importancia de cada suscripción.
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viernes, 25 de diciembre de 2020
Otro castañazo marcial más antes del que venga a continuación. ¡Más madera, que es la guerra! Y así que estaba llorando como una Magdalena el Rey Boaddil el Despeinado de Granada, demócrata de toda la vida, por los patios de la Alhambra, porque le habían quitado la pensión, la seguridad social, la tranquilidad laboral y un bocadillo de jamón con tomate que tenia, fue cuando su madre se le acercó para soltarle un escopetazo en mitad de la cara del siguiente tenor: ¡Pues haberte metido en política para defender tus derechos, majo!, en vez de haber gastado el tiempo mirando a las nubes y en la tontada esa del voto ciego al líder liderado ese del Al Alid Traed Quel Solito Comerá para que te sacara las castañas del fuego. ¡Inocente!, que eso es lo que eres tú, un inocente y un quejicas llorón, para que te vayas enterando, Rey mío. Y ahora vas y lo cascas. Que te conozco. Llorón. Que no me cansaré de repetírtelo, llorón.
Más de 1.500 millones de
sobregasto, como regalo militarista navideño
KAOSENLARED
25 Dic, 2020
A falta de
cerrar el ejercicio de 2020, las liquidaciones de ejecución del presupuesto del
Estado que publica la Intervención General de la Administración del Estado
(IGAE) nos arroja luz sobre el «sobregasto» del Ministerio de Defensa y,
hasta donde la complejidad y opacidad de nuestras cuentas públicas lo permiten,
nos permite extrapolar estos datos al enorme gasto militar español.
La IGAE ha
publicado un resumen de la liquidación del gasto de los presupuestos generales
del Estado (PGE) hasta 31 de octubre de 2020. Conforme a este, Defensa (sin
contar con los organismos autónomos militares y otras trasferencias que
financian gasto militar pero que se encuentran en otros ministerios) ha
dispuesto y gastado 9.529,48 millones de euros, 792,09 millones más de los
presupuestados para todo el año 2020, lo que quiere decir que un euro de cada
doce gastados por Defensa ha sido gasto no presupuestado.
Ello sitúa al
Ministerio de Defensa como el cuarto ministerio que más ha «sobregastado»
hasta 31 de octubre (los de Asuntos exteriores y Transición Ecológica han
gastado menos de lo presupuestado hasta dicha fecha, lo cual a la vez nos
enseña las terribles prioridades de nuestro poder militarista), únicamente por
detrás de Trabajo (que ha soportado el peso principal de la crisis de este año
y se ha visto obligado a extraordinarias medidas para ello) Hacienda, que ha
tenido que asumir créditos extra para responder a la pandemia y Sanidad, que
igualmente se ha visto desbordada por la pandemia y cuyo mayor gasto se
justifica por esta.
Lo vemos en esta
primera gráfica que se acompaña:
Es curioso comprobar cómo la suma de «sobregasto» de interior y Defensa, los mecanismos de control y securitización de los que dispone el Estado dentro de su estructura e idea militarista de seguridad, suman nada menos que un sobregasto de 1.578,78 millones de euros, algo peculiar en una situación como la actual, donde la pregunta sobre «cañones o mantequilla» debiera inclinarse hacia la segunda, pero, como es habitual en nuestra política, se inclina groseramente hacia la primera.
Por otra parte, 1.578,78 millones de euros, el sobregasto de defensa +
interior, es más de lo que se presupuestó para todo el año el ministerio de
Presidencia e igualdad (614,32 millones de euros) o el de Cultura (1.269,83
millones de euros), y muy cerca de lo gastado en justicia (1881 millones) o
educación, por poner varios ejemplos esclarecedores.
La cifra que
este año arroja el sobregasto militar es inferior, en términos porcentuales y
absolutos, a la de otros ejercicios, lo cual tiene una doble explicación a mi
entender:
- La primera, que gran parte del gasto que antaño se
ocultaba para la compra de armas y un mayor porcentaje de la participación
española en operaciones exteriores del que antes se afloraba, aparecen
ahora en los presupuestos generales y no como ejecución de gasto no
presupuestado, en un intento de congraciarse con la retahíla de EE. UU de
acercar los gastos de defensa de los países OTAN al 2% PIB.
- Y la segunda -peor noticia a mi entender- que faltan de
contabilizar dos meses, noviembre y diciembre que, todo sea dicho, son
meses tradicionalmente utilizados para colarnos compromisos de gasto
militar (y para muestra un botón: por medio de RD 1053/2020 de 1 de diciembre
se han modificado, con vigencia desde el 1 de noviembre de 2020, las
retribuciones del personal en la reserva se han aumentado, lo que implica
un aumento de gasto no previsto a partir de noviembre de 2020).
Es llamativo
comprobar lo rematadamente mal que calculan en Defensa, donde año tras año,
presupuestan bastante «de menos» de lo que gastan. ¿será incompetencia o una
argucia para que parezca que gastan menos de lo que realmente gastan?
Si revisamos los cuadros de «desvío» entre 2011 a la fecha actual (pendiente de
cerrar porque aún queda por contabilizar noviembre y diciembre) no podemos sino
estremecernos ante el desparpajo de las cuentas militares que pagamos entre
todos.
Pero la caja de sorpresas no acaba aquí.
La liquidación
que ofrece IGAE a 31 de octubre de 2020 refleja también la ejecución
presupuestaria destinada a inversiones reales de los distintos ministerios.
Aquí, el gasto militar aparece como todo un campeón. Es el ministerio más
«inversor» de todos, nada menos que el 47,71 % del total de la inversión
real efectuada por los ministerios.
¿Y a dónde van a
parar tan cuantiosas inversiones, las más gruesas del Estado? Pues básicamente
a comprar armas y financiar los innecesarios y carísimos programas especiales
de armamentos que nos tienen endeudados en la actualidad en cifras astronómicas
de más de 40.000 millones de euros. Un gasto injusto e insostenible, pero,
sobre todo, inmoral, generador de deuda inmoral que unos cuantos han asumido en
nuestro nombre y para nuestra desgracia. Sólo nos falta una cuarta «i»,
por ejemplo, la de idiotas de remate, esta aplicable a la gente de a pie, que
soportamos sin rechistar tal tropelía.
También el
Ministerio de Defensa aparece como campeón en gasto en los llamados gastos
«plurianuales», nada menos que el 45,6 % del gasto por este tipo de
partidas.
Esto es
igualmente muy relevante, porque en el caso de educación, el segundo, su
posición es coyuntural y no ocurre todos los años, probablemente porque ha sido
este en el que han tenido que comprometer más partidas a pagar en varios años a
causa de la pandemia, y porque Defensa siempre acumula cifras muy elevadas
respecto al resto de partidas plurianuales de los otros ministerios.
¿indica algo?
Principalmente el pago de gastos de armas (de nuevo) y de logística que se
trocean y pagan en varias anualidades para que no canten tanto en las cuentas
públicas.
Lamentablemente.
Los datos que ofrece IGAE en sus avances mensuales no desagregan el gasto
militar que se cuela en otras partidas ocultas en otros ministerios u
organismos. Como sabemos, el gasto militar se encuentra disperso en los
organismos autónomos militares, en las clases pasivas, así como en otros
ministerios, de los que IGAE únicamente nos permite, en sus informes anuales
(que publica con dos años de retraso sobre el ejercicio vigente) conocer el
gasto militar que endosa industria por medio de los programas de I+D militar.
Deberemos
esperar dos añitos para sacar más conclusiones, porque, hasta la fecha, nadie
de entre los 350 preclaros y muy trabajadores diputados ha tenido la ocurrencia
de exigir una contabilización completa del gasto militar español, se encuentre
donde se encuentre, o una auditoría que incorpore también la repercusión de la
deuda y nos ofrezca claridad sobre una materia tan opaca.
Si les digo la
verdad tampoco creo que nadie de todos esos circunspectos e insultantes
diputados tenga la más mínima intención de poner el dedo en la llaga.
Menos los gobiernos, sean del signo que sean, que hasta la fecha ha hecho
siempre la misma política de defensa desde que se inventó el ministerio del
ramo.
Unos y otros
apelan al voto mayoritario y a la teología de la representación para hacer su
santa voluntad. Todos los votos valen iguales, nos dicen, y son más los que
votan leña al mono que los que no (lo cual tampoco está comprobado porque de
ciertas cosas no se pregunta) Ahora que se ha vuelto tan vigente la idea de la
igualdad, reyes incluidos, conviene decir que tras el voto igual la parte que
no nos dicen es que todos los votos, lo que valen es igual de poco, porque
luego los que mantienen los palos del sombrajo ya se encargan de marcar las
cartas y de cambiar las reglas de juego.
Hacer lobby ante
estas señorías acomodaticias es, por tantas razones, gastar pólvora en salvas
con el agravante de que muy probablemente utilizarán lo que les venga bien del
relato para fines nada parecidos a nuestros deseos, porque estos señores, sean
del partido nominal que sean, son todos socios del gran partido militarista
tácito español, un partido con amplia raigambre histórica y muy militante, como
se comprueba por los últimos apoyos al ruido de sables y rebuzno del momento.
Lo dicho, nos han dado ya el regalo de navidad, en forma de aplastante gasto
militar en detrimento de las necesidades sociales. Y lo que nos queda, porque,
como ya analizamos en un artículo anterior, el gasto militar de 2021 viene
calentito y preñado de infamia.
https://www.grupotortuga.com/Mas-de-1-500-millones-de
*++
Siempre que ocurre igual pasa lo mismo: que cuando los trabajadores se inhiben de la política y toda intervención en la misma se reduce a votar cada cuatro años, el empeoramiento de las condiciones de vida generalizado está asegurado (Véase lo ocurrido desde 2008 a esta parte, únicamente como ejemplo). Los fascismos que le corresponde al siglo XXI (Compruébese que aquí no se menciona el tuli tuli del franquismo ni el nazismo) como instrumentos de defensa de los intereses del capital en la actualidad y que representa como artista invitado y agazapado bajo la mata VOX, hasta que le toquen la campana y le autoricen, las autoridades competentes, el meneo, palo y tente tieso que te va otro en los sitios pertinentes: calles, plazas, locales, en fin, donde mande el amo capital, sirviéndole como pienso de primera calidad el PP (Aquí se refiere uno a dirigentes, y no a votantes o simpatizantes normales sin cargos de los partidos), no se crían ni engordan solos, sino que necesitan de ese alejamiento de los trabajadores de la política, a lo que contribuyen los jefes de los partidos en el gobierno, al no potenciar la organización política efectiva de los trabajadores mediante el funcionamiento efectivo de sus Agrupaciones locales; Círculos y Asambleas locales, y como esto no lo están haciendo los correspondientes partidos, pues ahora ya podemos empezar a hablar del la, le, li, lo, lus del feminismo, del verde, verde, pero que sea bien verde, pero verde, del ecologismo verde y de la manteca colorá, para no interrumpir el empeoramiento de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población, salvo, que, los trabajadores saquemos la cabeza del sobaco, que del miedo, temporalmente puede guardar, pero que asegura que vamos al agujero, fijo. [Esta entradilla y el artículo que sigue publicado en el Blog El Ojo Atípico, el señor de Facebook no me deja compartirla directamente del Blog a otras cuentas de Facebook, desde el 17 de enero de este año, ni siquiera a la mía, porque dice que no cumple sus normas, que deben ser las de pimpirigaña tengo una caña, o algo parecido]
Un Gobierno bajo de defensas
El Gobierno no ha concitado el apoyo de los sectores más precarios de la población ni de quienes hubieran podido poner el cuerpo para defender medidas más audaces. Unidas Podemos tiene las de perder en el previsible bajón que generan las expectativas de cambio defraudadas.
24 DIC 2020 04:39
Ha pasado un
año desde que los social-comunistas llegaran al Gobierno. Seis
después de la irrupción de Unidas Podemos en el panorama político, la primera
fase del asalto a los cielos se puede dar por concluida.
El resultado es ambiguo. A pesar del
suma y sigue de decepciones en cuanto a la capacidad organizativa en torno a
Pablo Iglesias y su proyecto, la réplica desquiciada de los sectores de centro
y derecha, el ruido de sables y el hostigamiento sin cuartel al Ejecutivo
justifican pensar que la primera experiencia de Gobierno de coalición tras la
II República ha tocado donde más duele a los sectores más retardatarios de la
sociedad. Medidas como el desalojo de los Franco del pazo de Meirás o la Ley de Eutanasia suponen un avance en reivindicaciones de
la izquierda y como tales, las respuestas ultras pueden suponer una
satisfacción temporal para muchas personas.
Este es, sin embargo, un Gobierno
con las defensas bajas. Es decir, un Gobierno que no ha concitado el apoyo de
los sectores más precarios de la población y tampoco la movilización de quienes
hubieran podido poner el cuerpo para defender medidas más audaces en el reparto
y la redistribución de la riqueza. La llegada de la pandemia puede servir como
pretexto para justificar la toma de esas decisiones, pero en cualquier caso
nadie se puede llamar a engaño de que los cambios iban a ser limitados. Con
Nadia Calviño y José Luis Escrivá al volante del proyecto económico, la partida
estaba trucada para que, en resumen, siempre ganase la banca.
Es previsible que los sindicatos de concertación
revisen su indulgencia con el Gobierno actual al hilo de la reforma de las
pensiones, y entonces el actual proyecto progresista se encontrará sin apenas
aliados
El Ingreso
Mínimo Vital no ha sido planteado como un escalón hacia el
cuestionamiento del chantaje del trabajo asalariado sobre miles de trabajadores
pobres. El decreto de stop desahucios ha sido objeto de una disputa
en cuanto el Ministerio de Economía lo ha visto como una oportunidad para
premiar a quienes controlan el parque de Vivienda. La reforma de las pensiones,
que aumentará de 25 a 35 los años para el cálculo para el cobro de
prestaciones, supondrá una pérdida de más del 5% de los ingresos de los futuros
pensionistas. Si se atiende a las declaraciones de la vicepresidenta Carmen
Calvo, el Salario Mínimo Interprofesional quedará virtualmente estancado en
2021, dificultando la propia recuperación económica, para no molestar a unas
empresas multinacionales que no han renunciado a sus dividendos y no han sido
gravadas, en el caso de las que más han ganado en el funesto año 2020, con un
impuesto a la riqueza.
La victoria permanente del statu
quo a la que contribuye el PSOE por su propia naturaleza —y que Unidas
Podemos no tiene capacidad de combatir— puede asegurar unos meses o unos años
de tranquilidad al sistema pero no resuelve ninguna de las circunstancias que
confluyen en la crisis del modelo español. Ni la economía hiperespecializada,
ni los problemas derivados del envejecimiento de la población —relacionados con
la precariedad del empleo y la carestía de la vivienda— y tampoco los problemas
que plantea la emergencia climática se resolverán sin modificar
ese estado actual de las cosas.
Es previsible que los sindicatos de
concertación revisen su indulgencia con el Gobierno actual al hilo de la
reforma de las pensiones, y entonces el actual proyecto progresista se
encontrará sin apenas aliados. Las encuestas ya muestran el desgaste evidente
del proyecto ambiguo que defiende Pedro Sánchez. De cara a los próximos
procesos electorales, Unidas Podemos tiene las de perder en el previsible bajón
que generan las expectativas de cambio defraudadas. Pero, al margen de los
procesos electorales, y al margen de la supervivencia de Unidas Podemos, son
las mayorías sociales quienes pierden sin la movilización ante la pérdida
“suave” de derechos que está navegando el PSOE.
*
Archivado en: Editorial
Mensaje importante
para nuestra comunidad lectora
Si algo hemos
aprendido de estos tiempos confusos, de crisis sanitaria, económica y anímica,
de covid-19, ERTE y abrazos perdidos, es que solo mediante el apoyo mutuo
saldremos a delante. Hemos aprendido la necesidad de asegurar redes que
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*++
jueves, 24 de diciembre de 2020
588 artículos tengo vetados por Facebook. Estos 588 artículos, muchos de los cuales ni siquiera son de mi propia autoría, están publicados en mi Blog El Ojo Atípico (que cualquiera podría comprobar ahora mismo si entra a dicho Blog, 17.01.2020). Tal veto me lo comunica Facebook el 17 de Enero del presenta años a mi correo: manueldse@hotmail.con, con el siguiente texto y ¡en portugués!: “Sua publicacao está violando nossos Padron da comunicado, por tanto, soment…”, que traducido al español, también en el mismo correo, dice: “Viernes, 17 de enero de 2020 a las 5:25 AM Tu publicación está de vuelta en Facebook. Lamentamos el malentendido. Revisamos su publicación de nuevo y no cumple con nuestras Normas comunitarias. Viernes, 17 de enero de 2020 a las 5:25 AM Acerca de su publicación Nadie más puede ver tu publicación.” Es decir, que lo que yo publico en mi Blog, desde el 17 de enero de este año no lo puedo publicar (compartir) en Facebook, ¡pero ni en mi propia cuenta! Como ejemplo de mis artículos (propios o ajenos compartidos de otras publicaciones, que desde luego me merecen más confianza que Libertad Digital, La Razón, ABC, El Diario de Sevilla, El Mundo, El País y otros órganos de prensa, chupadores de dineros públicos a través de eso que llaman propaganda institucional y otras laminerías que constituyen una especie de panfletos de propaganda política muy bien elaborados para engañar a la opinión pública y fomentar la violencia social) publicados en mi Blog El Ojo Atípico y vetados, entre los 588 artículos que hoy he contado, los reproduzco más abajo para que el lector si le parece oportuno pueda comprobar “el no cumplimiento por mi parte de las normas de Facebook que se me atribuye. Desde luego yo no quiero cumplir ninguna norma mafiosa ni fomentar nada que tenga que ver con la intoxicación social, fomento de la violencia o promoción del vicio, que hacen otros a través de Facebook, y que parece ser del gusto de tal organización. Desde hace unos días (no todos, pero si muchos) también Facebook se dedica a cambiar mis textos en respuestas de comentarios que intento hacer en comentarios de otras cuentas, o cambiar el significado y orden de muchas palabras de tal modo que lo que escribo resulta incomprensible, esta es la razón por la que no he podido saludar a mis amigos personales, familiares y otros. Y también pro la que no puedo responder a comentarios, en los que no faltan descalificaciones personales ni insultos, pero por lo visto, Facebook cumpliendo sus normas mafiosas y abusando de su poder, sí permite que se publiquen. Ha habido cuentas de Facebook que me han bloqueado (en lo que no hay nada que alegar por mi parte). Una en concreto de mi pueblo, Isla Mayor, por considerar la buena señora que yo soy de izquierdas, previa descalificación, eso sí, que la descalificación no falte porque parce ser que forma parte de la dieta alimenticia ideológica de Facebook; otra relacionada con el nombre de Podemos, también una buena señora, la que me espetó que lo hacía porque ella no podía consentir que yo blanquera al fascismo. En algunos casos, otras cuentas, sus administradores me llamaron la atención de que era un “pesadito” publicando en sus cuentas (publicaba como mucho un articulo diario) y dejé de compartir con ellas (y en esto tampoco hay nada que alegar). Pero de esto último, aunque yo no esté de acuerdo en coartar la libertada de expresión de nadie, y mucho menos en un medio público, aunque sea propiedad particular de unos ricachos que utilizan nuestros datos y gustos personales obtenidos a través de internet para comercial con ellos, mucho menos, ni protesto ni alego nada contra ellos. Se trata aquí de denunciar el derecho de pernada y el abuso de poder que tiene Facebook, y que no me afecta a mí personalmente (aunque sea un caso concreto) sino a los intereses de todos los trabajadores que ni siquiera nos podemos expresar libremente al negarnos y/o distorsionar o impedir al información. Supongo que no me tomará a mal el señor de Facebook que no le felicite las Navidades.
(Tres de los artículos vetados por Facebook -de 588- por no cumplir sus normas, y que venga Dios y lo vea, o Santa Lucía, que tiene mejor vista)
VIERNES, 17 DE ENERO DE 2020
AUSTRALIA, EL FUEGO Y LA ECO LO
QUE SEA
El incendio en Australia no tiene nada que ver con el
clima,
Publicado
por Octubre
enero
17, 2020
Los
incendios son muy frecuentes en Australia, hasta el punto de que al verano
austral lo llaman allá la “temporada de incendios”. Son devastadores y desde
1851 han costado la vida a unos 800 australianos (1).
En otras entradas ya hemos hablado de la
lucha del fuego contra el fuego que desde hace 40.000 años llevan a cabo los
pueblos aborígenes australianos. Es una técnica agraria que consiste en quemar
los matorrales y espacir las cenizas por el suelo para fertilizarlo. Hace más
de 2300 años Jenofonte describió la quema de restos agrícolas en el capítulo 18
de su libro sobre economía: “Si se dejan los rastrojos en el suelo, fertilizan
después de quemarlos; si se añaden al estiércol, aumentan la masa de
fertilizante”.
En
inglés la llaman “burning over” y en francés es aún más característico
(“écobuage”, “brûlis”) porque expresa su objetivo ecológico. Lamentablemente,
ahora estas prácticas tradicionales han acabado prohibidas por motivos…
ecológicos. Históricamente los incendios en el medio rural mejoraban el
ecosistema; ahora dicen lo contrario: que lo destruyen, que aumentan las
emisiones de CO2…
En
Australia la temporada de incendios se extiende de julio a octubre en el norte
y de enero a marzo en el sur. Para prevenirlos, la Oficina de Meteorología
proporciona pronósticos del tiempo para las zonas de riesgo y los gobiernos
locales lo califican diariamente en una escala que se coloca a la entrada de
los parques y en las carreteras.
Lo
mismo que a las tormentas tropicales, a los incendios australes les ponen un
nombre: el del día de la semana en que se inician. Los más conocidos son el
incendio del 6 de febrero de 1851 (Jueves Negro), en el que 5 millones de
hectáreas se consumieron en el estado de Victoria, matando a 12 personas. El de
1983 se llamó Miércoles de Ceniza, el de 2001 la Navidad Negra y el de 2009
Sábado Negro.
Si
en el incedio actual han muerto 27 personas, el del Sábado Negro causó 173
víctimas. Si el incendio actual ha arrasado 10 millones de hectáreas, el de
1974 arrasó diez veces más: 117 millones, lo que quivale al 15 por ciento de la
superficie del continente.
Los
incendios no se producen por causas naturales, salvo muy pocas excepciones. El
clima, el viento o la sequía no son la causa de los incendios. La naturaleza sólo pone el combustible y las
condiciones para que el hombre los provoque, por negligencia o deliberadamente.
El año pasado la policía australiana detuvo a 183 personas acusadas de causar
incendios deliberadamente.
En
el último siglo la población australiana se ha multiplicado por cinco y se ha
expandido. Las áreas rurales o bien permanecen abandonadas o bien su
mantenimiento es desastroso por varios motivos. Los nuevos colonos no conocen
las prácticas tradicionales, ni saben controlar un fuego. Las políticas
seudoecologistas impiden alterar las condiciones ambientales.
En
España se habla de incendio forestal o de que el monte se quema, pero Australia
es diferente porque los matorrales ocupan 800.000 kilómetros cuadrados, es
decir, dos veces la superficie de España. Allá los incendios son arbustivos y
resultan fundamentales para prevenir otros mayores.
Australia
es un país colonizado y los incendios siempre han formado parte de la
política de colonización de nuevas tierras o del cambio forzoso del régimen de
propiedad de las mismas, como ocurrió en España tras la desamortización.
En
el continente austral la naturaleza pone varias condiciones imprescindibles
para que los incendios sean devastadores. La primera son las olas de calor
periódicas. En enero de 1896, por ejemplo, durante semanas el calor fue tan
sofocante que la gente tuvo que huir en trenes especiales. En enero de 1939
tuvo lugar la ola de calor más extrema que ha golpeado el sudeste de Australia,
con 71 personas muertas sólo en Victoria. En enero de 1960 se alcanzó un récord
de temperatura de 50,7°C en Oodnadatta.
No
obstante, la temperatura en Australia no crece como pretende la seudociencia.
Según la Oficina Australiana de Meteorología, la media en el continente sólo ha
aumentado en un grado centígrado desde el comienzo de la era industrial. Las
olas de calor van y vienen, como las del mar.
Por
lo demás, es un error común -muy extendido- equiparar calor con sequía y
el incendio de 1974 es el mejor ejemplo de ello, ya que su origen estuvo en una
exuberante vegetación debida a las fuertes lluvias de los dos años anteriores,
que dejaron los suelos con un combustible muy abundante.
Pero
hay más: aunque los dos últimos años (2018 y 2019) han sido secos, los últimos
40 han sido más húmedos que los 70 años anteriores. El último medio siglo ha
sido mucho más húmedo que la primera mitad del siglo XX.
Por
lo tanto, las cosas ocurren al revés de lo que quieren hacer creer: el riesgo
de incendios forestales aumenta cuando hay más precipitaciones durante la
temporada de crecimiento de la vegetación que precede a la temporada de incendios.
En
materia de incendios no se puede olvidar nunca lo más importante: como ya
expusimos en otra entrada, cada año los incendios
arrasan -sobre todo- el hemisferio sur y, más en concreto, África y la
Amazonia. En el Continente Negro ocurren el 70 por ciento de todos los
incendios que hay en el planeta (2).
Para
acabar, otra observación que consideramos interesante: por más que los seudoecologistas
se empeñen en decir lo contrario, en el mundo cada vez hay menos
incendios, especialmente en Europa. Los datos satelitales muestran que que
en los últimos años se ha quemado un 18 por ciento menos de superficie a causa
de los incendios (3). Pero sobre el cuento de los “fenómenos meteorológicos extremos” también
hicimos otra entrada, a la que nos remitimos.
(1)
http://home.iprimus.com.au/foo7/firesum.html
(2)
https://earthobservatory.nasa.gov/images/145421/building-a-long-term-record-of-fire
(3) https://science.sciencemag.org/content/356/6345/1356
Mapa
de los incendios en el mundo el 8 y 9 de enero de este año
*++
Publicado por Manuel Sogas Cotano a
las 14:21
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GOBIERNO PROGRE, PROGRE Y
PASADAS LAS CALENTURAS DE LAS ILUSIONES QUE SE VERÁN FRUSTRADAS AL PASO QUE
VAMOS. NO HAY MÁS, O EL GOBIERNO ADMINISTRA PARA LOS GRANDES CAPITALES 25 MIL
MILLONES MÁS QUE NOS VAN A ROBAR, O EL GOBIERNO NOS EMPIEZA A DECIR QUÉ HACER
DE VERDAD PARA QUE DEJEN DE ROBARNOS PRIMERO Y DESPUÉS EXIGIRLES LO QUE NOS HAN
ROBADO, POR EJEMPLO, LOS 60 MIL MILLONES DE REGALIZ A LA BANCA
Sánchez
e Iglesias se topan con la austeridad
Entrada en vigor de la reforma del Art. 135
Eduardo
Bayona
Vientosur
Público.es
11.01.2020
El
nuevo Gobierno de Pedro Sánchez será el primero de la historia de España que
además de cuadrar sobre el papel los Presupuestos Generales del Estado vaya a
verse obligado a hacer casar en la práctica el resultado de
gestionar esas cuentas con los límites que impone la ley: el pasado 1 de enero
entró en vigor la polémica, por austeritaria, reforma del artículo 135 de la
Constitución por la que el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP de
Mariano Rajoy impusieron, con el único apoyo de los foralistas de UPN, topes al
déficit y al endeudamiento de las administraciones.
La
aplicación de la reforma incluye la paradoja de que en el primer Ejecutivo que
va a tener que asumirla, que afronta retos como reducir el desfase
presupuestario en más de 25.000 millones de euros y rebajar la deuda pública en
más de medio billón, vaya a haber ministros de Podemos y de IU, las dos
formaciones políticas que mayor oposición han mostrado a ese cambio de normas:
los morados abogan por suprimirla e Izquierda Unida por
que el gasto social pase a ser prioritario frente a
la amortización y el pago de intereses de la deuda.
La
modificación de la Carta Magna, la segunda que sufre el texto tras la que en
1992 reconoció a los ciudadanos comunitarios el derecho a votar y ser votados en
las elecciones locales, fue aprobada en un vertiginoso proceso de apenas dos
meses entre julio y septiembre de 2011, aunque con dos condiciones temporales:
una moratoria de nueve años que establecía que “los límites de déficit
estructural establecidos en el artículo 135.2 de la Constitución Española
entrarán en vigor a partir de 2020” y un plazo de nueve meses para que la ley
orgánica que debía desarrollarla, la de Estabilidad Presupuestaria, estuviera
vigente antes de que terminara junio de 2012.
Esa
reforma, además de obligar a ayuntamientos, comarcas y diputaciones a
“presentar equilibrio presupuestario”, imponía a la Administración central del
Estado y a las comunidades autónomas el “principio de estabilidad
presupuestaria”, que consiste enlimitar el “déficit estructural máximo
permitido” y en poner un tope al endeudamiento público que solo
pueden superar en caso de “catástrofes naturales, recesión económica o
situaciones de emergencia extraordinaria que escapen al control del Estado y
perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad
económica o social del Estado, apreciadas por la mayoría absoluta de los
miembros del Congreso de los Diputados”. Todo, sin referencias a los eventuales
efectos que una regulación de ese tipo pueda tener en los servicios públicos
que costean los ciudadanos con sus impuestos.
"Ninguna
Administración podrá incurrir en déficit"
La
ley que desarrolla la reforma indica que a partir del 1 de enero de 2020
“ninguna Administración Pública podrá incurrir en déficit estructural”, aunque,
en la práctica, permite alcanzar “en el conjunto” de ellas un desfase
del 0,4% del PIB, “o el establecido en la normativa europea cuando este
fuera inferior”, al que, en todo caso, habría que restarle el que pueda arrojar
la Seguridad Social.
Y,
paralelamente, limita al 60% del PIB el nivel de endeudamiento que
pueden soportar las institucionescon un reparto de topes que sitúa en el
44% el de la Administración central, en un 13% el de las comunidades y en un 3%
el de las entidades locales. Las autonomías que superen ese límite en relación
con la riqueza de su territorio “no podrá(n) realizar operaciones de
endeudamiento neto”.
Esas reglas, teniendo en cuenta las
magnitudes oficiales del PIB, tanto el estatal como los autonómicos que
marca el INE (Instituto Nacional de Estadística), y su cruce con los registros
del déficit que ofrece la IGAE (Intervención
General de la Administración del Estado), indican que en 2018 el Gobierno
central habría rebasado su límite de descuadre (0,4% del PIB) en 25.687
millones de euros, lo que le obligaría a reducirlo a menos de la sexta parte.
Eso,
para el 2018, que fue el último ejercicio con los datos cerrados. En los tres
primeros trimestres pasados, entre enero y septiembre de 2019, el
déficit acumulado alcanzó los 50.067 millones de euros.
El
descuadre sigue creciendo
En
cuanto a las comunidades autónomas, el cruce de esos mismos datos dibuja tres
grupos claramente diferenciados en el que destacan las cinco que
cerraron el 2018 con superávit, caso de Asturias, Canarias, Galicia,
Navarra y Euskadi.
Por
el contrario, otras ocho (Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León,
Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y La Rioja) lo cerraron con déficit,
aunque inferior al que permite la nueva norma, mientras las cuatro restantes
rebasaban ese tope: Andalucía por 171 millones, Catalunya por 91, la
Comunitat Valenciana por 1.131 (lo triplicó con creces) y Murcia por
292.
Varias
comunidades seguían superando los niveles vigentes desde el comienzo de 2020
al cierre del mes de
octubre de 2019, en algunos casos con peores registros que los
del año anterior.
Los
420.000 millones de Rajoy
La
homogeneidad es mayor en el apartado de la deuda: tanto la Administración central como
las 17 comunidades autónomas superaban con claridad
los límites que marca la reforma del 135 al finalizar 2018, según los datos del
Banco de España.
El
desfase superaba el medio billón de euros (518.286 millones) en el
Gobierno central, donde los equipos económicos de Mariano Rajoy
dejaron una profunda huella de 422.930 millones de endeudamiento (pasó de
743.043 a 1.165.973 entre el cierre de 2011 y la primavera de 2018), mientras
rondaba los 15.000 millones en Andalucía, pasaba de 30.000 en la Comunitat
Valenciana y se acercaba a los 50.000 en Catalunya.
La
evolución del endeudamiento ha sido diferente en los nueve primeros meses de este año en
función del tipo de Administración, ya que mientras la del Gobierno aumentaba
en casi 27.000, la de las comunidades crecía en cerca de 5.000 (solo Baleares, Catalunya y Navarra la reducían
ligeramente) y la de la Seguridad Social se incrementaba en más de 11.000, el
de las entidades locales bajaba en más de 500.
+++++
* * *
El gobierno del PSOE se dispone a dar el golpe final a
los derechos de los trabajadores: la ‘mochila austriaca’
MOVIMIENTO
POLÍTICO DE RESISTENCIA
23.05.2019
El
gobierno del PSOE se dispone a dar el golpe final a los pocos derechos que les
quedan a los trabajadores. El plan se llama “mochila austriaca” y no es otra
cosa que una privatización descarada de las pensiones, hasta ahora
calificadas como “públicas”.
Es evidente que el PSOE es un mero ejecutor de un proyecto que lleva 10
años contando con el apoyo de todos los demás partidos políticos,
incluidos Podemos y demás, lo cual significa que no existe ninguna
diferencia sustancial entre ninguno de esos partidos. En efecto, “todos son
iguales”, aunque el PSOE es, como siempre, el encargado de las medidas de
choque contra las conquistas de la clase obrera.
Fue Zapatero en 2010 quien propuso por primera vez abiertamente imponer la
“mochila austriaca”, seguido luego por Mariano Rajoy, que la incluyó en su
programa electoral de 2011 y el PP volvió a incluirla en 2015 y 2016.
En 2009 el artífice del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano, formó
parte de los 100 economistas que apoyaron el manifiesto llamado de
“reactivación laboral” pidiendo, entre otras cosas, imponer la “mochila
austriaca”. Hoy Rivera lo sigue incluyendo en su programa electoral.
Una propuesta en el Congreso del PNV y PDeCAT instó al gobierno a aprobar esta
medida. Entonces el PSOE se desmarcó votando en contra de la propuesta, pero
luego la recuperó cuando Pedro Sánchez accedió al gobierno, incluyéndola en su
“agenda del cambio”.
La propuesta del PSOE fue enviada a los jefes del Consejo de Europa pocos días
después de la victoria electoral con el nombre de “Programa de estabilidad
2019-2022”. La Comisión Europea ha bendecido ese plan, lo mismo que el
denominado “Programa Nacional de Reformas” con las leyes y decretos que piensa
aprobar este gobierno.
La “mochila austriaca” fue asumida en el acuerdo que en 2016 firmaron PSOE,
Ciudadanos y Podemos, por lo que el acuerdo es total y la demagogia de
Podemos sobre el “Ibex 35” es pura charlatanería: la “izquierda domesticada”
cuenta con el apoyo de los grandes monopolios, la CEOE y la banca.
El proyecto no es diferente de una cuenta de ahorro o un plan privado de
pensiones de los varios que las grandes empresas mantienen con aseguradoras y
fondos de inversión, que hasta ahora complementaban las pensiones y ahora
acabarán con ellas.
También acabarán con las indemnizaciones por despido, por lo que enviar
a un trabajador a la calle no sólo será libre sino también gratis; a coste cero.
Acabarán los convenios colectivos y la antigüedad.
Hoy las indemnizaciones por despido no pagan impuestos, pero la devolución de
la “mochila” supondrá que Hacienda retendrá al menos un 19 por ciento.
Como cualquier otro fondo de pensiones, el dinero no lo gestiona el trabajador
sino la banca, lo cual es una especie de préstamo forzoso que harán
millones de trabajadores durante años para sanear las cuentas del capital
financiero. Las consecuencias son más que evidentes.
Primera: si el banco quiebra, el trabajador se queda sin su “mochila”. El
Estado jura y promete que “asegurará” la devolución del dinero, lo cual es un
brindis al sol: el Estado no puede asegurar absolutamente nada, y menos en una
situación de crisis como la actual
Segunda: la banca no pagará absolutamente nada al trabajador por la gestión del
dinero, sino todo lo contrario: le cobrará un porcentaje.
Tercera: aunque cobra, la banca no se responsabiliza de la gestión del dinero
del trabajador, es decir, que si lo despilfarra especulando en bolsa, la
“mochila” se reducirá y los trabajadores tienen que tener en cuenta que a fecha
de hoy todos los fondos privados de pensiones tienen pérdidas.
Esto es el capitalismo en estado puro. Antes sólo salían a la calle los
trabajadores en activo; ahora cada vez vemos más jubilados en las protestas.
Jamás nos van a dejar descansar en paz; tendremos que luchar hasta nuestro
funeral.
Publicado
por Movimiento Político de Resistencia en 10:37
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Etiquetas: Economía Política, Lucha obrera