Para vergüenza, si la tuvieran, fundamentalmente, de los principales dirigentes del PP y de los principales dirigentes del PSOE (que son los principales responsables de la situación actual, incluida la corrupción) y los garbanceros de la des-información y de la manipulación de la opinión pública que se llaman periodistas, al igual que para los inconscientes normales, que sin dato alguno y sin ninguna reflexión personal se dedican en cuerpo y alma a difamar e insultar personalmente a los miembros de PODEMOS, convendría que dedicaran unos minutos a ver y pensar sobre el vídeo siguiente. Y, en caso de duda
sábado, 29 de noviembre de 2014
50 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
18/50
Alberto Garzón y Casimiro Cansino Pozo
Sociología Crítica
10.11.2014
18. ¿Y ello conducirá a una UE más
homogénea?
No, lo que es más probable es que se produzca una ampliación de la brecha
centro-periferia que ya existe en la Unión Europea. La estructura productiva de
los países de la periferia (Portugal, Grecia, España…) está mucho menos
desarrollada y es mucho menos competitiva, de modo que una mayor competencia
proveniente de las empresas estadounidenses será un golpe mortal a las frágiles
industrias de la periferia europea. Además, no sólo se conducirá hacia una UE
menos homogénea, sino que la brecha entre economías ricas y pobres, entre el
norte y el sur, a escala mundial no haría más que aumentar. Dicho de otro modo,
el norte se alía con el norte.
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viernes, 28 de noviembre de 2014
50 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
17/50
Alberto Garzón y Casimiro Cansino Pozo
Sociología Crítica
10.11.2014
17. ¿Mayor concentración?
Sí, el efecto final de un proceso como el descrito es siempre un aumento de la
concentración y centralización de las empresas. Dicho de otra forma: el pez
grande se come al pez chico. El TLC implicará un duro golpe a la mayoría social
del tejido empresarial europeo, que está constituido en su 99% por pequeñas y
medianas empresas. Hasta ahora, los desarrollos normativos en los distintos
países de la Unión Europea buscaban equilibrar las condiciones en el juego de
la economía de mercado defendiendo a las pequeñas empresas para que tuvieran la
oportunidad de competir en igualdad de condiciones con las grandes. Con el TLC
este equilibrio se rompe para inclinarse la balanza a favor de las grandes
corporaciones.
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jueves, 27 de noviembre de 2014
50 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
16/50
Alberto Garzón y Casimiro Cansino Pozo
Sociología Crítica
10.11.2014
16. ¿Cómo se verá afectada la agricultura
europea?
El modelo agrario europeo es muy diferente al estadounidense, tanto en su
organización como sobre todo en su tamaño. En EEUU hay 2 millones de granjas,
mientras que en la Unión Europea hay 13 millones. En promedio una granja
estadounidense es 13 veces más grande que una europea, lo que permite a las
empresas estadounidenses competir en mejores condiciones. Por eso los
agricultores europeos están tan preocupados: la amenaza de una concentración de
poder y riqueza en el sector es muy alta.
*++
miércoles, 26 de noviembre de 2014
PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGON
Solamente el PP (de jefatones cínicos y embusteros), PSOE (de jefatones cínicos y embusteros), partidos políticos con aspiraciones ilegitimas, porque es ilegitimo además de inmoral pretender mantener un sistema político corrupto e injusto, sosteniendo en el poder tanto al PP (jefaturizado) como al PSOE (jefaturizado), junto a los medios de "mentirización" que otros llaman de comunicación, apoyados por los telemáticos que ofenden a la profesión de periodista con mentalidad lombricera tipoNicolás, Nicolasillo, Nicolasín o Nicolancete, zagalete de 17 años con más cara que espaldas y con tan poca vergüenza como el pícaro de Tormes, por ejemplo, Mariano Rajoy, prototipo de corrupción mantecona y dineraria, criado bajo las alfombras del PP jefaturizado (se excluyen, como siempre, a sus votantes), que tan pronto se cuela en la Casa Real, donde se fotografía, como en una reunión de pienso y comida con los que dominan la corrupción, donde se fotografia, o que se pone junto a Mariano Rajoy, donde se fotografía, o con la Botella de Madrid, con la que se fotografía, o con la señora Cospedal, con la que se fotografía o que echa a largar el nini Ni-colasín este dándoselas de colaborador con el espionaje secreto español, son incapaces de ver la verdadera situación del pueblo español.
*
Carta
abierta de la Gran Logia de España a la sociedad española
24.11.2914
La Gran
Logia de España, ante los profundos problemas que actualmente nos aquejan como
sociedad, desea dirigirse por vez primera en su historia y de forma excepcional
a todos los ciudadanos.
Debemos
reconocer, con humildad, que la Gran Logia de España ni tiene la capacidad ni
le corresponde dar respuesta como institución a los problemas del país. La
Masonería tiene
como único objetivo el perfeccionamiento
moral de sus integrantes. Las tradiciones ancestrales de las que somos
custodios llevan a la persona que pasa por ellas a perseguir la pureza de su
propia conducta. Nuestra aportación serena y profunda está donde siempre ha
estado: en cada miembro de nuestra Orden que pisa la calle, pues reside en él y
sólo en él la esperanza de una correcta interpretación de su compromiso
masónico.
Si
difundimos, como institución, por vez primera una carta abierta lo hacemos para
compartir nuestra profunda preocupación ante dos cuestiones que afectan a la
Sociedad Española y, en consecuencia, a todos los miembros de la Gran Logia de
España.
La falta de
honestidad
Creemos
que la ausencia de valores está en la raíz de la situación que padecemos hoy
día. No podemos buscar soluciones a la crisis únicamente en un ámbito técnico,
desatendiendo el debate moral y ético que recupere los valores que nunca
debieron perderse.
La
Sociedad Española no puede permanecer por más tiempo callada frente a la actual
crisis de valores individuales y colectivos. España necesita un compromiso en
su vida pública, una reflexión real y profunda en torno a la honestidad,
operadores económicos y políticos honrados, personas rectas que sientan entre
sus valores primordiales la necesidad de perseguir un bien común imprescindible
para la convivencia democrática y el normal funcionamiento de nuestras
instituciones.
La
Masonería Española invita especialmente a todos los españoles a responder desde
la intransigencia a cualquier forma de corrupción, pues la tolerancia, esencia
de la Masonería, no puede nunca ser practicada ante acciones que no sólo
empobrecen las arcas públicas de todos, sino que generan un inmenso mar de
desconfianza y recelo en la ciudadanía contra aquellas instituciones que son
garantes de nuestra armonía social.
El
sufrimiento de las personas
Nada de
lo que concierne al ser humano es ajeno a la Masonería. Como institución
decimos que es imposible ignorar el sufrimiento por más tiempo. El apoyo a los
más débiles debe prevalecer ahora más que nunca en nuestro país. Es necesario
volver a redescubrir la naturaleza del bien común frente a los desfavorecidos,
obrar de acuerdo con los dictados de la conciencia, poner en práctica en cada
acto cotidiano un ideal colectivo de Paz, Amor y Fraternidad. Por ello
invitamos a todas las personas a actuar en su entorno más inmediato a favor de
los más necesitados, porque lo contrario, sobrellevar el día a día sin sentirse
vinculado con las víctimas que está generando la actual situación, destruye
nuestra propia humanidad.
Está en
la mano de todos nosotros responder juntos, desde la solidaridad de una
comunidad unida, a la crisis financiera, económica, social, institucional,
pero,sobre todo, ética y moral, que vivimos.
Desde
nuestras logias, donde juramos el cumplimiento de la Ley y el sometimiento a
las Autoridades constituidas, invitamos especialmente a esta tarea de todos a
aquellos que hoy tienen responsabilidades públicas. Ellos tienen la
responsabilidad de preservar décadas de nuestros mejores logros colectivos.
Por
todo lo anterior, la Gran Logia de España realiza un llamamiento a todas
aquellas personas que buscan su propia perfección moral sobre la base de la
integridad, la solidaridad y la superación personal, y que están dispuestas a
combatir la ignorancia y el fanatismo, a reformar todo lo que hoy degrada a las
personas en nuestra sociedad para avanzar juntos hacia el ideal de convivencia
pacífica y fraterna que está en la esencia de la Masonería Universal y de la
mejor historia colectiva reciente de España.
Imagen: Gran
Logia España
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50 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
15/50
Alberto Garzón y Casimiro Cansino Pozo
Sociología Crítica
10.11.2014
15. ¿Quiere decir eso que se destruirán
empresas y sectores?
Efectivamente. Cuando se amplían los mercados la competencia se incrementa y
las empresas nacionales se ven obligadas a competir con las extranjeras. Y en
esa pugna acaban victoriosas las empresas más competitivas. Todas las que no
puedan competir y ofrecer precios más bajos tendrán que desaparecer junto con
todos sus puestos de trabajo. De hecho, la Comisión Europea ha reconocido que
la ventaja competitiva de algunas industrias estadounidenses generarán un
notable impacto negativo en sus homólogas en la Unión Europea, pero asume que
los gobiernos tendrán fondos suficientes para mitigar los costes que ello
genere[10].
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EL CONFLICTO QUE OCCIDENTE HA PROVOCADO EN UCRANIA
3/3
La Vanguardia
Rebelión
24.11.2914
Curso impartido el 15 de noviembre en
el Seminario para profesorado de Historia de IES. Universidad Pompeu Fabra de
Barcelona.
|
V)
Conclusiones
1-Por
ahora se constata el fracaso de Kiev en el intento de vencer
militarmente a Novorossia. También la definitiva orientación hacia occidente
del Estado ucraniano de Kíev, antes bicéfalo. El cambio de régimen se ha
reducido a un cambio de figuras oligárquicas. Todo lo que podía haber de social
y popular en el Maidán se ha perdido por el camino.
2-
Partición irreversible de Ucrania y definitiva separación de Crimea de ese
Estado, lo que, teóricamente, complica e impide que Ucrania entre en la OTAN
(los documentos de la Alianza, exigen entrar sin pleitos territoriales).
3-
Eso significa para Moscú la pérdida de Ucrania -
menos parte de Novorossia- a
cambio de ganar Crimea. Una victoria rusa más que relativa.
Sin embargo lo que cuenta y determina sanciones occidentales, es el desafío y
el precedente de respuesta que se ha establecido desde Moscú.
4-Depende
como –en condiciones de fuerte desgobierno en Kiev con mas peso de los
proamericanos de Yatseniuk y Parubi y menos de los alemanes Poroshenko/Klichkó-
posibilidad de ampliar el ámbito separatista en Ucrania. (Poroshenko ha perdido
mucho en las últimas elecciones, con solo un 40% de participación en Odesa, y
alta participación en las elecciones separatistas del Este). Moscú no está
interesado en tal ampliación que hoy equivaldría a meterse en un avispero.
5-Sobre
las regiones rebeldes de Lugansk y Donetsk: dudas europeas e interés alemán en
un alto el fuego y una congelación de la situación. Pésima gestión de Merkel de
ese dubitativo interés alemán, mientras los medios de comunicación alemanes se
suman a la personalización-denigración (“Putin”) y caricaturización del
conflicto, ignorando sus verdaderos motivos, igual que el resto de los medios
europeos.
6-
Rusia ha acabado en Crimea con el monopolio americano-occidental a destruir el
derecho internacional: “Cuando me acorralan, yo también me apunto a ese
juego sin normas”, es el mensaje que lanza Moscú. Rusia afirma el principio de
no consentir más intromisión en su territorio (la celebre “defensa de la taigá”
practicada por el oso polar que no se siente a gusto en latitudes cálidas, la
alegoría evocada por Putin en el foro de Valdai, el 24 de octubre aquí en
inglés: http://www.voltairenet.org/article185864.html.
En cualquier caso, clara voluntad de Moscú de no ceder posiciones.
7-Probable
efecto múltiple, dañino y estimulante de cambios productivos y de línea
política, de las sanciones occidentales contra Rusia. A este respecto hay que
tener en cuenta que a lo largo del siglo XX, Rusia siempre estuvo sometida a
sanciones. Que a diferencia de entonces, ahora está inserta en la red de la
economía mundial y que por tanto puede sufrir más. Que Rusia es un país grande
y muy autosuficiente y que el castigo podría contribuir a que modifique
sustancialmente su modelo económico en dirección hacia algún tipo de nueva y
exótica síntesis rusa, revitalizando su complejo industrial-militar,
corrigiendo su política monetaria e incrementando el estatismo de su economía.
8-
Abundancia de expertos americanos, desde halcones como Henry Kissinger y
Zbigniew Brzezinski, hasta el ex embajador John Matlock, partidarios de la
“finlandización” de Ucrania, es decir de tener en cuenta los intereses de
seguridad de Moscú configurando un estatuto de neutralidad geopolítica para
Ucrania.
9-
Europa en recesión (también algo tocada por las sanciones de respuesta rusa) y
dividida sobre su apuesta geoestratégica fundamental: reformar o no la jugada
tradicional de Estados Unidos por separar a la Unión Europea de Rusia,
utilizando para ello a Inglaterra, Suecia, Polonia, Rumania y los países
bálticos. Hay reticencias ante ese escenario, en Italia, Hungría, Chequia, y
Eslovaquia, más abiertos hacia Moscú, con la torpe y fundamental Alemania pensando
y con Francia ausente.
10-
El precedente del desafío al Imperio del Caos, le da a Rusia cierta posición de
liderazgo moral en todo ese mundo emergente “no occidental”, BRIC´s etc.
11-Improbabilidad
de un bloque chino-ruso.
12-Probable
consecuencia de toda la partida. La apuesta de Putin sigue siendo la de
Gorbachov: la Casa común europea. En la hipótesis más optimista, el
resultado del conflicto de Ucrania podría retrasar unos cuantos años más la
integración de Rusia en un esquema europeo de seguridad. En la más pesimista,
la guerra de Ucrania consolida y anticipa el escenario de un conflicto global
de grandes proporciones.
martes, 25 de noviembre de 2014
50 PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
14/50
Alberto Garzón y Casimiro Cansino Pozo
Sociología Crítica
10.11.2014
14. Entonces… ¿aumentar la oferta de
bienes y servicios va a crear empleo en España?
No. Nuestro problema no es la oferta sino la demanda. Si nuestros ingresos y
rentas disponibles son menores, lógicamente compramos menos. Es decir, cada vez
somos más pobres y no se incrementan las ventas. Por lo tanto, lo que se va a
producir es un trasvase de ventas desde las empresas locales hacia las grandes
empresas que son las pueden mantener estructuras de costes y precios reducidos
a lo largo del tiempo hasta que hayan logrado eliminar a la competencia local.
*++
EL CONFLICTO QUE OCCIDENTE HA PROVOCADO EN UCRANIA
2/3
La Vanguardia
Rebelión
24.11.2914
Curso impartido el 15 de noviembre en
el Seminario para profesorado de Historia de IES. Universidad Pompeu Fabra de
Barcelona.
|
II) Privatización y regímenes
En
los años noventa, Rusia y Ucrania sufrieron el mismo proceso de saqueo de su
economía, sus recursos, su patrimonio material nacional, a manos del mismo
estrato administrativo-burocrático-oligárquico del antiguo régimen
comunistoide, la Estadocracia (Cheskov). Eso que se conoce
como “privatización” dio lugar al mismo tipo de sistema de capitalismo
oligárquico. La diferencia con Rusia ha sido “el factor Putin”.
Si
en Rusia con el cambio de siglo acabó emergiendo un poder político que
restableció la vertical de poder y sometió a los magnates de la privatización a
unas reglas de juego en las que era obligatorio reconocer la primacía del
Estado, en Ucrania eso no ocurrió. Después de los años noventa, la política
ucraniana continuó siendo la lucha entre, fundamentalmente, dos grupos de
magnates. Unos vinculados industrialmente a Rusia y por tanto que tendían
geopolíticamente hacia ella, y otros mucho más en la órbita occidental.
Esos
grupos apenas se diferenciaban internamente en su programa socio-económico,
maltrataban exactamente igual la aparición de cualquier manifestación social o
de izquierda, y mantenían una cruda lucha subterránea por el poder. Ambos
grupos se disputaron ese poder y alternaron en él, con incidentes pero sin
llegar a un enfrentamiento abierto y militar como el de octubre de 1993 en
Moscú.
Cada
uno de los dos bandos de este sistema clánico-oligárquico con fuertes anclajes
en la descrita diversidad regional ucraniana, era demasiado débil para
imponerse definitivamente a sus adversarios. Esa debilidad
hizo que cada uno de ellos aumentara la conexión y dependencia clientelista
hacia el elemento geopolítico exterior. Los intereses de los grandes vecinos se
mezclaron cada vez más en una amalgama, junto con los intereses económicos,
industriales e ideologicos, “orientales” u “occidentales” de cada bando. Sobre
esa lógica de poder actuaron tanto subvenciones rusas al suministro de gas,
como la compra y financiación de ONG, medios de comunicación e instituciones
con los 5000 millones de $ reconocidos por la señora Nuland, vicesecretaria de
Estado norteamericana, o por su vector correspondiente alemán, polaco y europeo
en general.
Diferencia
fundamental entre esos dos vectores externos era que si Moscú era desde el
principio consciente de la diversidad interna de Ucrania y de la imposibilidad
de imponer por completo sus intereses allá sin romper el país, en Washington,
Bruselas y Berlín se buscaba, cada vez más, una victoria total y definitiva,
ignorando los peligros de una fractura.
Ese
sentido común acerca de la necesidad de cierto equilibrio interno había regido
la política ucraniana de los dos bandos oligárquicos enfrentados desde 1991
hasta 2014. Siempre que uno u otro bando llegaba al poder en Kiev, ambos
gobernando sobre el mismo fondo de corrupción y parasitismo (muy superior al de
Rusia), había conciencia de que el país sería ingobernable y se rompería si se
ignoraban por completo los intereses del otro. La propia población, socialmente
muy descontenta con el poder tanto en el Este como en el Oeste del país,
dependía de la apertura y el acceso a los grandes vecinos orientales y
occidentales. De los 45 millones de ucranianos, unos seis millones respondieron
a la pobreza emigrando a trabajar en el extranjero, unos 3 millones hacia Rusia
(ucranianos de Novorossia) y otros tres hacia Polonia y la Unión Europea,
mayormente ucranianos occidentales.
III) La revuelta del Maidán y su
secuestro.
En
este contexto de debilidad del poder ucraniano que acentúa el recurso de los
dos grupos oligárquicos enfrentados a padrinazgos geopolíticos exteriores,
apareció la provocativa y desestabilizadora oferta de la Unión Europea de un
acuerdo de “Asociación oriental” con Ucrania. Hay que decir que a
diferencia de la Unión Aduanera propuesta por Moscú, esa oferta europea se
planteó desde el principio como excluyente, no compatible y no negociable con
cualquier interés ucraniano vinculado a Rusia. Dada la permeabilidad existente
entre los mercados ruso y ucraniano, abrir el segundo a la UE significaba
perjudicar directamente la economía rusa. En materia de seguridad, la Unión
Europea dejaba claro en aquel tratado que Ucrania debía ponerse en sintonía con
“Europa” en su política exterior y de seguridad, fundamentalmente adversa a la
de Moscú.
Mientras
Moscú y Kíev pedían a la Unión Europea una negociación a tres bandas para
solucionar el entuerto, la canciller Merkel se negó rotundamente a admitir a
Rusia en cualquier negociación con Ucrania. Eso hizo que la jugada de la
adhesión a “Europa” se convirtiera en una bomba desestabilizadora que
transformaba equilibrios y diferencias, territoriales y de intereses, hasta
ahora gobernables en una verdadera fractura.
Esa
circunstancia, unida a las improvisadas contraofertas y fuertes presiones de
Moscú, alimentó las más que razonables vacilaciones del Presidente Viktor
Yanukovich. El no de Yanukovich al tratado con la UE hizo estallar el
descontento social contra la corrupción, la oligarquía, contra el gobierno
inefectivo, opaco y socialmente injusto, aspectos que el polo popular
occidentalista ucraniano asocia con el modelo ruso.
El
primer Maidán fue un movimiento surgido de un impulso genuinamente popular que
expresaba elementales deseos de regeneración democrática, civil y nacional.
Pero a diferencia de, digamos, el 15-M, tenía detrás a uno de los dos bandos
oligárquicos y a los socios exteriores americanos y europeos (particularmente
polacos y alemanes), con apoyo de medios de comunicación locales e
internacionales, por lo que desde el principio estaba bien cargado de
ambigüedad social y geopolítica.
El
gobierno de Yanukovich respondió a ese desafío con gran inseguridad, represión
y juego sucio: movilizando bandas de lumpen que apalizaban a activistas, etc.,
lo que aún indignó más a la gente.
Por
si solo, el sujeto que formaba la infantería de este Maidan (la intelligentsia creativa,
los grandes y pequeños hombres de negocios del sector servicios, estudiantes,
profesiones liberales y funcionarios apoyados por los clanes oligárquicos
“alternativos”), no era capaz de tomar el poder y tumbar al desprestigiado
régimen -por otra parte electo y completamente legítimo desde el punto de vista
formal. Para derribarlo se necesitaba una fuerza de choque, disciplinada, y
dispuesta a jugarse el físico. Una caballería pesada. Esa fuerza fue la extrema
derecha armada con la ideología nacionalista de tradición banderovski,
apoyada por los oligarcas y los padrinos geopolíticos occidentales. Si la trama
subterránea de complicidades, financiación, asesoramientos y adiestramiento de
servicios secretos occidentales (americanos, polacos y alemanes) apenas ha
trascendido, cuarenta políticos occidentales de primera fila, entre ellos
primeras figuras de Estados Unidos y los ministros de exteriores de Alemania,
Polonia, países bálticos, etc. pasaron por la plaza de Kiev repartiendo
solidaridades y pastelitos. Fue ese segundo Maidán el que
ejecutó el cambio de régimen en las jornadas de febrero en un contexto de
batallas campales con incendio y toma de sedes ministeriales en medio de una
masacre indiscriminada de manifestantes y policías (en total un centenar, además
de más de una decena de policías) a cargo de tiradores de precisión el 20 de
febrero, lo que precipitó la caída del gobierno y la huida del presidente.
El
único estudio académico sobre aquella masacre, obra del profesor
Ivan Katchanovski, de la School of Political Studies de la Universidad de Otawa
concluye lo siguiente:
“The evidence indicates that an alliance of
elements of the Maidan opposition and the far right was involved in the mass
killing of both protesters and the police, while the involvement of the special
police units in killings of some of the protesters cannot be entirely ruled out
based on publicly available evidence. The new government that came to power
largely as a result of the massacre falsified its investigation, while the
Ukrainian media helped to misrepresent the mass killing of the protesters and
the police. The evidence indicates that the far right played a key role in the violent
overthrow of the government in Ukraine.”
Obviamente
si todo eso hubiera ocurrido con los vectores y escenarios invertidos -un
gobierno favorable a los intereses occidentales, en México o Canadá, con
políticos rusos, chinos y venezolanos de primera fila repartiendo pastelitos
entre los manifestantes- no se habría celebrado como progreso democrático, sino
como escandaloso y sangriento golpe de estado, terrorismo y demás…
El
cambio de régimen en Kiev precipitó la revuelta del Este de Ucrania con padrinazgo
ruso. Primero en Crimea, donde las declaración de soberanía y el posterior
ingreso del territorio en Rusia, fue fácil por el amplio apoyo de la población
y la presencia de la flota rusa, y luego en las regiones de Lugansk y Donetsk,
con movimientos menores en todo el arco de Novorossia. Todas esas
regiones, temerosas de las primeras disposiciones de un gobierno con
participación de banderovski en materia de lengua, etc., y
ante la evidencia de que sus derechos e intereses iban a ser atropellados,
pidieron federalismo en pequeños antimaidanes prorusos, sin el menor apoyo de
oligarcas locales (todos se pasaron a Kiev), que expresaban el mismo genuino
descontento social y temor popular que el de Kíev desde un vector identitario y
geopolítico distinto. La respuesta del nuevo gobierno de Kiev fue el envío del
ejército en misión antiterrorista -lo que el presidente
Yanukovich no se había atrevido a hacer- y que dio paso a la militarización y
al actual escenario de guerra civil con 3700 muertos y decenas, sino centenares
de miles de refugiados y desplazados. El horizonte más optimista sería una
congelación del conflicto, y la creación de nuevos limbos jurídicos como ha
ocurrido en Abjazia o en Transnistria.
Una
vez más: si cambiamos las fichas, toda esta utilización de aviación y
artillería contra ciudades habría sido valorado en Occidente como intolerable
crimen contra la humanidad, etc., etc.
Dicho
esto, se impone la evidencia de que todo lo que hubo y hay de genuinamente
popular y liberador, tanto en el primer Maidán de Kiev como en la revuelta de
Novorossia, importa muy poco a fin de cuentas en este conflicto en el que lo
determinante es su dimensión geopolítica. Nada se entiende sin poner el zoom de
nuestra observación en posición de gran angular.
IV) El Imperio del caos y la “arquitectura de la
seguridad europea”.
La
propaganda occidental achaca el conflicto de Ucrania a la maldad de Putin, al
nuevo expansionismo ruso y propone cronologías tan descaradas como la película
que comienza con la invasión rusa de Crimea. (Lamentablemente esa versión se
lee también en órganos alternativos españolesmanifiestamente desinteresados
por la política internacional:
Vamos
a explicar que Rusia no ha desencadenado este conflicto y que su actitud ha
sido claramente defensiva y reactiva. Antes déjenme aclarar un aspecto:
El
régimen oligárquico ruso tiene intereses correspondientes (aunque mucho más
legítimos, desde el punto de vista de la historia y de la geografía) a los
occidentales por: 1- Mantener su control y acceso a buena parte de los recursos
naturales e industriales de Ucrania, 2- Ampliar su influencia geopolítica y 3-
Por consolidar el régimen autocrático de Putin y la unión autoritaria de
burócratas y magnates que lo sustenta, con medidas de tanta carga patriótica
como el regreso de Crimea a Rusia.
Desde
ese punto de vista, tal como afirma el profesor Mijaíl Buzgalin, la recuperación
de Crimea es tan progresista como el intento de los
militares de Argentina por hacerse con las Islas Malvinas ante Inglaterra.
Todo
esto hay que tenerlo en cuenta -sobre todo a efectos de la imprevisible
evolución interna de Rusia en los próximos años- pero es bastante secundario e
irrelevante al lado del hecho principal: por primera vez en un cuarto
de siglo una gran potencia regional, como es Rusia ahora, le ha
parado los pies a la superpotencia hegemónica del conglomerado imperial Estados
Unidos-OTAN-Unión Europea. Es este desafío que crea un precedente, lo que
es visto como intolerable y es contestado con sanciones y escenarios de nueva
guerra fría.
La
situación lanza señales a la correlación de fuerzas global y a la recomposición
de las alianzas del mundo multipolar en formación. El siempre interesante Pepe
Escobar se lanza a la piscina y ya anuncia un eje
euroasiático Pekín-Moscú-Berlín para dentro de 20 o 30 años.
Personalmente soy bastante escéptico no ya en este tipo de construcciones, sino
sobre algo mucho más básico: sobre la mera posibilidad de pronosticar cualquier
cosa de esa envergadura a 20 años vista en el actual mundo revuelto. Por eso,
antes que perderse en inciertas proyecciones futuras más vale repasar la
película que ha conducido hasta el conflicto ucraniano.
Durante
la Perestroika, el pacto que Gorbachov acabó ofreciendo a Occidente fue el de
cancelar la guerra fría a cambio de una arquitectura europea de seguridad
integrada. Esa fue la oferta implícita de Moscú a Alemania y así fue entendida
y aceptada por todos los actores. A nivel contractual todo eso quedó reflejado
en la Carta de París de la OSCE para una nueva Europa, firmada en el Elíseo en
noviembre de 1990, es decir aún en vida de la URSS. Las implicaciones de tal
esquema eran enormes. La integración soviética en Europa habría dado lugar a un
gran conglomerado político-económico, con un gran mercado, una enorme potencia
energética y cierto eje político París-Berlín-Moscú. Por mal que se jugase,
aquella partida acababa con la hegemonía de Estados Unidos en Europa, a todas
luces innecesaria una vez disuelto el enemigo. Todo esto no funcionó por varias
razones.
Sin
duda Washington lo percibió enseguida como una amenaza a sus intereses
generales y actuó en consecuencia. Gorbachov pecó también de ingenuidad al no
amarrar aquellos pactos en acuerdos y contratos sólidos, confiándose en acuerdos
entre caballeros. Pero en Moscú sucedieron también cosas que facilitaron
mucho que este escenario fracasara.
En
agosto de 1991 se produjo el golpe de estado de quienes consideraron que se
había ido demasiado lejos. El golpe fracasó, porque sus autores no dispararon
contra la gente, como luego haría en octubre de 1993 Boris Yeltsin con el
aplauso de Occidente, y sobre todo porque la estadocracia ya
estaba muy metida en la perspectiva de una entrada en el mercado global con
privatización etc. Con todo, el proyecto de Gorbachov para Europa, lo que
llamaba la “Casa común europea”, podría haber sobrevivido a aquello.
Pero en diciembre la emancipación y degeneración de la estadocracia rusa
liderada por Yeltsin, disolvió la URSS. Ya sin Gorbachov siguieron diez años de
juerga en la que las energías de los dirigentes de Moscú se centraron en el
saqueo del patrimonio nacional (privatización), renunciando a toda política
exterior autónoma. Eso hizo que Occidente le perdiera por completo el respeto a
Rusia y se convenciera de que podía tratar con ella como con un vasallo. En
cualquier caso, Rusia ya no daba miedo: recordemos que era la época en la que
5000 guerrilleros chechenos batían al ejército ruso en el Cáucaso del Norte.
En
ese contexto las actitudes cambiaron radicalmente. Si Rusia era tan débil podía
hacerse con ella cualquier cosa. Un conocido estratega americano -hoy asustado
por lo que se ha visto en Ucrania y partidario de la “finlandización”- propuso
en aquella época desmembrar Rusia en cuatro o cinco estados, con una república
de Extremo Oriente, otra siberiana, una Rusia europea, una confederación
caucásica, etc., etc.
Esa
fiesta se acabó cuando, una vez concluido el asalto al supermercado, en Moscú
decidieron poner orden. Putin ha sido eso: el restablecedor de un orden
elemental.
En
2001, mientras los americanos se deshacían de algunos de los acuerdos de
desarme más importante de la guerra fría (PRO- ABM) y descafeinaban otros, y
mientras tras la caída de Milosevic en una de esas revoluciones de colores el Washington
Post editorializaba anunciando que la siguiente jugada sería en
Bielorusia y Ucrania, Putin propuso su colaboración a Bush en el esfuerzo
“antiterrorista” posterior al 11-S. Cedió acceso a Afganistán por la puerta
trasera de Asia Central ex soviética y cooperó en logística e inteligencia todo
lo que pudo. Todo eso no sirvió para nada. En Europa las cosas siguieron igual.
Mientras
las bombas calientes de la OTAN caían sobre Yugoslavia, Javier Solana venía a
Moscú a mediados de los noventa a convencer a los rusos de que la ampliación
hacia el Este del bloque occidental, rompiendo todas las promesas, no tenía
nada que ver con seguridad ni confrontación: “ya no estamos en los pulsos
militares de la guerra fría”, decía. Evidentemente nadie le tomaba en serio.
Fue así como, a partir de mediados de los noventa, se decide ampliar la OTAN.
En
la primera etapa ingresaron, en 1999, Republica Checa, Polonia y Hungría. En la
segunda, (2004) Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquía y
Eslovenia. Este proceso se hizo paralelamente a las intervenciones en
Yugoslavia (1995 Bosnia, 1999 Kósovo), cuya lectura externa era anular el único
espacio no sometido a la nueva disciplina continental tras la guerra fría, y
entre sucesivas advertencias rusas sobre “líneas rojas” (avances del bloque que
serían considerados inadmisibles en Moscú) que fueron ignoradas. En la cumbre
de abril de 2008 en Bucarest la OTAN se plantea el ingreso de Ucrania y
Georgia, con la oposición de Francia y Alemania. Sigue en agosto el ataque de
Georgia a Osetia del Sur y la respuesta militar rusa. Pese a aquella señal la
OTAN sigue sin renunciar a la integración de ambos países y prosigue su
ampliación, en 2009, con Albania y Croacia.
A
lo largo de todo el proceso, la Unión Europea ha sido un claro actor y comparsa
de esta expansión, sugiriendo siempre que el ingreso en la OTAN es antesala al
ingreso en la UE. En mayo de 2008 se da un paso cualitativo con la “Asociación
Oriental”, un acuerdo económico diseñado para excluir a Rusia de su entorno más
vital, cuyo rechazo desencadenará el cambio de régimen en Kiev.
A
lo largo de 25 años, mientras se le iba avasallando, Moscú no ha dejado de
insistir en el esquema de Gorbachov: reclamando un esquema de seguridad continental
integrado. Entre 2008 y 2013 seguí esa situación desde la Conferencia de
Seguridad de Munich, el foro atlantista más importante al que se invita a
Rusia. El discurso ruso siempre fue muy claro en ese foro.
(http://blogs.lavanguardia.com/berlin-poch/munich-el-occidente-autista)
En
2007 Putin denunció directamente el juego sin reglas en el que se había
convertido el intervencionismo occidental. Dijo, “el hermano lobo no pide
permiso a nadie y come donde quiere”, o algo así. En 2008 advirtió que “si
Ucrania ingresa en la OTAN dejará de existir” porque se partirá. En 2009 el
Presidente Dmitri Medvedev propuso celebrar en Berlín, “una cumbre paneuropea,
abierta a Estados Unidos (fíjense en el detalle) para “preparar un acuerdo
sobre seguridad europea jurídicamente vinculante” que ponga fin a las actuales
tensiones. En lugar de globalizar la OTAN, usurpando el papel de la ONU, Europa
debe recrear la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (aquella OSCE
de la Carta de París de 1990), dijo. Todo eso se ha venido repitiendo hasta la
saciedad pero nunca fue motivo de titular de prensa o de telediario en Europa
Occidental. En la visión que se nos ofrecía, el “problema de Rusia” no era su
exclusión, manifiesta y provocadora, del sistema europeo, sino la esquizofrenia
de sus “percepciones de amenaza”, se nos decía en los raros momentos en que
alguien se interesaba.
Con
Ucrania toda esta arrolladora serie acumulada a lo largo de 25 años ha
explotado y los motivos son claros. El alineamiento euroatlántico de Ucrania
(en eso consistía el cambio de régimen inducido por Occidente en Kiev)
significaba una amenaza directa a Rusia:
A-
Se truncaba el proyecto de un gran mercado integrado y con ello un aspecto
crucial de la consolidación de Rusia en su espacio.
B-
La red de oleoductos y gaseoductos por las que Rusia exporta energía y genera
el grueso de su ingreso -las venas de Rusia- pasan en una gran parte por
Ucrania. Su privatización las ponía en manos de multinacionales americanas.
C-
En las bases de Crimea (Sebastopol ciudad de glorias militares rusas y
soviéticas), se habrían abierto bases de la OTAN.
D-
Los 20 millones de rusos y rusófilos de Ucrania, se quedaban en una situación
probablemente parecida a la de los rusos de Letonia: ciudadanos de segunda.
E-
Naturalmente, todo eso se habría vivido en Rusia como una derrota enorme, una
especie de 1905, y, por supuesto el régimen de Putin se habría tambaleado.
Así
que la reacción rusa estaba cantada. Y solo a un imbécil le pudo sorprender: el
mismo imbécil que ha estado sembrando el caos desde el fin de la guerra fría
entre Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Irak de nuevo, etc.: Ese imbécil
peligroso es el Imperio del Caos.
Veamos
ahora lo que tenemos sobre la mesa y lo que se vislumbra.
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lunes, 24 de noviembre de 2014
LA SEXTA: SE COGE ANTES A LA SEXTA NOCHE QUE A UN COJO
RESPUESTA FRENTE A LA MANIPULACIÓN Y LA MENTIRA EN EL PROGRAMA DE LA SEXTA NOCHE
Artículo publicado por Juan Torres y
Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 24 de
noviembre de 2014.
Este artículo denuncia el comportamiento
que se presentó en el programa La Sexta Noche, en el que se manipuló y mintió
en la presentación de los puntos de vista de los profesores Juan Torres y
Vicenç Navarro en su documento preparado en respuesta a la petición de la
dirección de Podemos, en el que se analiza la realidad económica y social de
España y la manera de salir de la crisis actual.
A raíz de la petición por parte de la
dirección de Podemos de escribir un documento sobre la situación económica y
social de España con propuestas para mejorarla y salir de la crisis, hemos
recibido una gran hostilidad por parte de gran número de medios de
comunicación. Ello nos ha obligado a denunciar públicamente la vergonzosa y
antidemocrática manipulación que se ha realizando de nuestro pensamiento y de
nuestra trayectoria profesional en tales medios. El último caso se dio la noche
del sábado pasado cuando La Sexta emitió un programa aparentemente dedicado a
analizar el programa económico de Podemos.
Como viene siendo habitual, con tal de
atacar a la nueva formación política y a sus dirigentes en ese programa se nos
presentó, en tanto que autores de dicho documento, como personas que no somos,
atribuyéndonos posturas que no tenemos y mostrando un gran desconocimiento, no
solo de la propuesta que hemos hecho a Podemos (que no se ha hecho pública
todavía) sino de nuestro pensamiento.
Cualquier persona que haya leído
mínimamente nuestra obra sabe que nuestras posiciones económicas difieren de
las que nos fueron atribuidas en dicho programa:
- Nuestra visión de la renta básica no
es la de salario ciudadano universal sino la que indica que se establezca el
derecho a percibir un ingreso garantizado por parte de todas las personas que
por causas ajenas a su voluntad estén en situación de pobreza.
- No es verdad que hayamos propuesto la
jubilación a los 60 años. Nosotros proponemos que la jubilación se reconozca
como un derecho legal y que se reestablezca a los 65 años con carácter general
pero flexibilizando dicho criterio en función de la naturaleza del trabajo
realizado, algo que ya existe en países como Estados Unidos.
- Tampoco decimos que la deuda no tenga
que pagarse. Sí decimos que debe auditarse y que aquella que se haya generado
por medios irregulares o ilegítimos debe renegociarse o, si llegara el caso y
como ha ocurrido en otros muchos países incluso avanzados económicamente y
momentos de la historia, repudiarla. Y como la experiencia muestra que la
inmensa mayoría de la crisis de deuda como la nuestra ha acabado con algún tipo
de reestructuración o impago, proponemos que España se prepare para hacer
frente a ese tipo de situaciones que, a nuestro juicio, es muy probable que se
den, no solo en nuestro país sino también en otros de la Eurozona. Una
percepción compartida por otros economistas de gran prestigio como el Premio
Nobel Joseph Stiglitz o los directores del prestigioso Center for Economic and
Policy Research de Washington Dean Baker y Mark Weisbrot, y sin olvidar que a
raíz del problema argentino hasta el FMI prestó apoyo a su gobierno para llevar
a cabo la reestructuración.
- Una de nuestras propuestas centrales
para reducir el paro y crear empleo es aumentar la masa salarial y la demanda y
hacer que el sector público aumente la inversión en la subdesarrollada y
subfinanciada infraestructura social. Sabemos, por ejemplo, que si España
tuviera una persona de cada cinco, como tenía Suecia en 2010, en los servicios
públicos -de los cuales la mayoría son los del Estado de Bienestar- en lugar de
una de cada diez, tendríamos más de tres millones y medio de empleos
adicionales en nuestro país, eliminando una buena parte del desempleo. Esta inversión
se puede financiar si se consigue que los ingresos públicos se correspondan con
los estándares de nuestro entorno más avanzado, lo cual a su vez es posible si
se combate con eficacia el fraude y la elusión fiscal y se hace una reforma
fiscal auténticamente (y no solo nominalmente) progresiva.
- También se ridiculizaron otras dos de
las propuestas que venimos defendiendo desde hace tiempo con el fin de
garantizar el acceso al crédito de empresas -sobre todo medianas y pequeñas- y
familias. Una, en la misma línea que el Premio Nobel Stiglitz, consistente en
nacionalizar sectores de la banca en lugar de rescatar tanto a la privada. Y
otra, orientada a aumentar el sector bancario público, muy escaso en
comparación con el de otros países de la Eurozona.
- España debe ensayar su propio modelo
económico y social pero debe aprender de lo que se ha hecho en otros países en
donde se ha avanzado más y mejor en la satisfacción de las necesidades de la
mayoría de la población. Y creemos que el mayor obstáculo para ello es que los
grandes centros de poder económico y financiero tienen en nuestro país una
influencia inusitada. De ahí nuestra simpatía hacia los partidos y movimientos
que vienen haciéndoles frente para tratar de establecer condiciones de mayor
democracia, justicia y bienestar.
Tal y como anunciará o ha anunciado ya
la dirección de Podemos, el próximo jueves se hará público el documento que
hemos entregado con nuestra propuestas de bases y estratégicas para que
colectivamente se desarrollen sus propuestas de gobierno, iniciando así un
debate dentro y fuera de tal formación política. Confiamos en que sea de
utilidad a toda su militancia y al conjunto de la sociedad, reclamamos un
debate plural sobre estos temas económicos y sociales, y rechazamos el discurso
descalificador e insultante, agresivo y antidemocrático dominante y que
lamentablemente están cultivando la mayoría de los medios de comunicación en
España
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