lunes, 2 de enero de 2017

AÑO NUEVO VIDA NUEVA. A VER SI PUDIERA O PUDIESE SER: LA IZQUIERDA TIENE QUE REFLEXIONAR (PERO TRABAJANDO AL MISMO TIEMPO), Y ADEMÁS, TIENE QUE REFLEXIONAR (PERO SIN DEJAR DE TRABAJAR)



MANUAL ANTIIMPERIALISTA DE ABANDONO DE LA REVOLUCIÓN SIRIA

Rebelión
Al-Jumhuriya English
30.12.2016

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

 
“Pisos”, Tammam Azzam, 2014.
 
Los muertos, los torturados, los ejecutados…; no, ni las rehabilitaciones póstumas, ni los funerales nacionales, ni los discursos oficiales pueden derrotarles. Ellos no son la clase de fantasmas de los que uno pueda librarse con una frase mecánica.”

Los fantasmas de Césaire

El 24 de marzo de 1956, Aimé Césaire escribió esas palabras en los párrafos iniciales de su carta de renuncia a Maurice Thorez, secretario general del Partido Comunista Francés. Césaire arremete contra el Partido por su renuencia a condenar a Stalin, a desestalinizar sus propias prácticas y por endosar las políticas del gobierno francés en su colonia argelina. “En cualquier caso”, escribe, “está claro que nuestra lucha –la lucha de los pueblos colonizados contra el colonialismo, la lucha de los pueblos de color contra el racismo- es más compleja, o mejor aún, de una naturaleza completamente diferente de la lucha del trabajador francés contra el capitalismo francés, y no puede en forma alguna considerarse como una parte o un fragmento de esa lucha”. Césaire diagnosticaba su presente como caracterizado por un doble fracaso: primero, el fracaso evidente del capitalismo, y segundo, “el terrible fracaso de lo que durante mucho tiempo tomamos por socialismo cuando no era sino estalinismo”.


La carta de Césaire plantea cuestiones fundamentales para la Izquierda que, en estos momentos, continúan siendo importantes. Hay una larga historia en la tradición izquierdista de justificar las atrocidades perpetradas por el propio campo en nombre del necesario precio a pagar por X –sustituyan esa X con progreso, con preservar la revolución, con la lucha antiimperialista, etc.- o, al menos, de hacer la vista gorda ante las mismas. Césaire llama también la atención sobre otra relación política y teórica llena de tensión que vinculó a los izquierdistas metropolitanos con los militantes anticoloniales en las periferias. La carta de Césaire declara un doble fracaso y aboga por un doble divorcio, tanto de la justificación de los crímenes estalinistas cometidos en nombre del socialismo como de la subordinación de las luchas anticoloniales a la lucha de clases en la Metrópoli.


Las contradicciones producidas por ese mundo de Guerra Fría se dividieron en un campo capitalista y uno socialista, por lo que puede parecer que el norte colonial y el sur colonizado pertenecen a un mundo hace tiempo desaparecido. Dicho esto, las preguntas de Césaire sobre la brecha entre ideología (socialismo) y práctica política (estalinismo), la teorización de la lucha en las colonias, así como las tensas políticas de solidaridad internacionalista entre los izquierdistas en las metrópolis y los revolucionarios en las periferias, están volviendo a aparecer hoy en la estela de las revoluciones árabes. En ninguna parte destacan más que en el caso del fracaso político y moral de amplios segmentos de la izquierda anticapitalista en las metrópolis que apoyan sin rodeos a Asad por su “antiimperialismo” y “laicismo”, o que han retirado su solidaridad de la lucha siria por la emancipación posicionándose a favor de un régimen que perpetra asesinatos masivos.


Los debates alrededor de amplios segmentos de la izquierda antiimperialista metropolitana, que se muestran críticos con la lucha siria por la emancipación, se quedan atrapados en la cuestión de si los escritores en cuestión son o no apologistas de Asad. En este artículo me preocupan mucho menos las creencias de los individuos particulares y lo que ocurre en lo profundo de sus corazones. Lo que busco más bien es examinar los discursos políticos de la izquierda metropolitana respecto a Siria, los argumentos y las lógicas en que se basan y qué es lo que están eludiendo. No busco borrar las diferencias entre los propagandistas y los que no lo son, sino agruparlas más bien momentáneamente para diagnosticar una serie más profunda de trazos compartidos por los antiimperialistas metropolitanos, en particular por los estadounidenses.


McCarthy en Twitter


Fredrik DeBoer escribió recientemente un artículo denunciando lo que denomina caza de brujas mccarthysta hacia quienes están en contra de una intervención militar de EEUU en Siria. Al final de su ensayo, escribe: “Asad es un tipo especial de monstruo; Siria es un tipo especial de infierno. Confío en que el régimen de Asad caiga”. No hay razón para dudar de la sinceridad de la declaración de DeBoer respecto al régimen. Dicho esto, la asociación de los críticos prorrevolucionarios, y de los ataques ad hominem contra gente como Max Blumenthal y Rania Khaled, con los anticomunistas y con el mccarthysmo es problemática en varios aspectos. No hace sino volver a reflejar las divisiones internas en la izquierda respecto a Siria apropiándose del lenguaje de la derecha y de los ataques sistemáticos del Estado contra los izquierdistas de EEUU durante la Guerra Fría. Al hacerlo así, reactiva los recuerdos de las persecuciones del Estado y los juicios a la izquierda, volviendo a colocar a esos izquierdistas como víctimas de una campaña organizada y del poder de las leyes. Pero nada de eso está sucediendo hoy.


Los izquierdistas no están bajo vigilancia, obligados a renunciar a sus puestos de trabajo, a testificar y a chivarse de sus compañeros. El mccarthysmo reemergente de DeBoer tiene lugares, escalas y herramientas diferentes. Según DeBoer, el McCarthy actual está muy ocupado haciendo su trabajo en las redes sociales. La especificidad del medio, su horizontalidad, la velocidad de circulación de los discursos y de las imágenes que conllevan, así como las prácticas específicas que posibilita, como es su difusión, no son tenidas en cuenta por el autor. La brecha entre las palabras y el mundo apenas puede ampliarse en esta nueva descripción del mccarthysmo. Resucitar el espectro del mccarthysmo es una llamada a poner fin al debate interno dentro de la izquierda sobre Siria. No debates con el mccarthysmo, sino que lo combates. Y más importante aún, se vuelve hacia quienes están pidiendo solidaridad con los sirios que están siendo bombardeados y asesinados por el ejército de Asad, sus aliados regionales e internacionales, con el tácito acuerdo de las potencias occidentales con sus perseguidores. El orden del día de la Izquierda no es intentar parar la continuada carnicería de Asad en Siria sino combatir la reaparición del mccarthysmo en EEUU que levanta de nuevo su fea cabeza, esta vez en Twitter.


Objetividad equilibrada


En su convincente etnografía Back Stories: US News Production and Palestinian Politics (2012), Amahl Bishara acuña el concepto de objetividad equilibrada para comprender la práctica de informar que busca el equilibrio entre las partes israelí y palestina. La objetividad equilibrada incluye la forma en que los periodistas hablan sobre su trabajo, cómo escriben sus textos y estructuran sus burós, así como la ética de informar in situ. La objetividad equilibrada, sostiene Bishara, es una práctica problemática. En primer lugar, pasa por alto la diversidad de posiciones en ambos campos. En segundo lugar, tergiversa el espacio comunicativo entre ellos. En tercer lugar, y más importante, la objetividad equilibrada esconde la diferencia en la escala y el tipo de violencia experimentada durante la segunda Intifada entre palestinos e israelíes.

Las discusiones en la Izquierda sobre Siria recurren a esa misma práctica que critican de los medios liberales y dominantes de comunicación en su cobertura de Palestina. Por ejemplo, durante el panel sobre Siria y la Izquierda, organizado por Muftah y Verso, Max Blumenthal señalaba que el enfoque en la grave situación en el este de Alepo se estaba utilizando para “proteger una narrativa que borra el oeste de Alepo”. Mientras que su copanelista Zein al-Amine decía que las continuas referencias a una zona de exclusión aérea, a pesar de lo improbable de su realización, “es lo que está haciendo que ambas partes incrementen e intensifiquen la masacre del pueblo sirio”. La segunda forma que la objetividad equilibrada adoptada no equilibra ambos lados sino que los borra a los dos. Esto se logra refiriéndose a la lucha siria por la emancipación simplemente como “la guerra”, “la tragedia siria”, “la crisis siria”, “el desastre sirio”, como si Siria estuviera siendo golpeada por una calamidad natural que la estuviera destruyendo. Ambas formas ocultan las diferencias entre la escala y tipos de violencia experimentados por ambas partes, que van desde los ataques aéreos y destrucción de ciudades enteras por parte del régimen, a la sutil violencia estructural de una burocracia estatal que priva de derechos a sus oponentes al negarse a proporcionarles documentos oficiales y a renovar sus pasaportes.


Discurso desviado


Desviar el discurso es otro tropo retórico muy común desplegado por los izquierdistas de la metrópoli que tratan de desviar el debate totalmente de Siria o de la discusión sobre las atrocidades del régimen. Durante el mismo panel de Muftah, Zein al-Amin intentó más de una vez dirigir la conversación hacia la difícil situación del Yemen. Mientras Robert Fisk escribe un artículo cuando Alepo está siendo destruida, en su visita al museo Pergamon de Berlin, reflexiona sobre si "nosotros, los occidentales, deberíamos conservar las antigüedades del mundo” como consecuencia de lo que denomina “la tragedia de Alepo”. Esa tragedia no tiene autor para él, pero le ofrece una oportunidad para meditar sobre si Occidente es un saqueador colonial o un salvador del patrimonio de la humanidad.


La encarnación más común de la desviación toma la forma de cambiar el debate de la violencia real que el régimen de Asad ha desencadenado sobre sus propios ciudadanos a una hipotética intervención militar estadounidense u occidental como la de imponer una zona de exclusión aérea.


Resucitando el movimiento antibelicista


Al discutir sobre una intervención hipotética, a menudo se toma la movilización antibelicista contra la invasión estadounidense de Iraq como caso paradigmático. Una simple comparación revela que la situación en Siria no es comparable con la de Iraq en 2003. Además de los aliados regionales e internacionales del régimen y de la implicación turca, “Es una fábula”, dijo recientemente Yassin al-Haj, “decir que los países occidentales no han intervenido en Siria. La realidad es que intervinieron de una forma muy específica que impidió que Asad cayera pero garantizó que el país quedara destruido. EEUU presionó a Turquía y a otros países desde los primeros momentos para impedirles que pudieran proporcionar una ayuda decisiva a la oposición siria”.


En 2003, EEUU estaba preparando sus tropas, basándose en falsas afirmaciones inventadas, para invadir un país soberano gobernado por un tirano. El movimiento antibelicista mundial se opuso a la inminente destrucción de Iraq sin colocarse necesariamente del lado del régimen iraquí. En Siria, por otro lado, surgió en 2011 un movimiento de base por la emancipación contra el brutal régimen autoritario poscolonial en la estela de los levantamientos árabes. La revolución siria cambia el lugar de la práctica política de un movimiento de oposición en Occidente a un movimiento emancipador en la propia Siria, volviendo a abrir en el proceso la cuestión de la solidaridad internacionalista. La reestructuración por la Izquierda de la revolución siria, a pesar de sus implicaciones en agendas políticas conflictivas, definidas por la potencial intervención de Occidente, es un movimiento que vuelve a inscribir la política en monopolio de los centros imperiales. Imagina la política sólo en relación al Imperio (y practicada por el Imperio), anulando en el proceso los esfuerzos del pueblo sirio para hacer su propia historia, restableciendo a Occidente como sujeto y agente principal de la Historia.


El argumento complementario ofrecido por la Izquierda es que en Siria no hay actores revolucionarios con quienes ser solidarios, ya que los opositores a Asad son en su mayoría “rebeldes yihadistas” o “sunníes sectarios”. Esta posición no sólo borra la variedad de actores no religiosos, sino que enfanga también las distinciones entre los diferentes actores que utilizan un lenguaje religioso para articular su visión política. Al actuar así, los críticos despliegan las mismas categorías que el régimen sirio y los asesores políticos del gobierno imperial, propagando el discurso islamofóbico en un momento en que es una de las principales armas ideológicas en manos de los movimientos populistas racistas de derechas que pululan por EEUU y Europa.


Este pasado verano surgió la Coalición “Manos Fuera de Siria (Hands Off Syria)”. El grupo inicial redactó y aprobó una declaración con una serie de “Puntos de Unidad”. Según la página web de la coalición “250 organizaciones, 500 activistas por la paz y cerca de 1.500 personas de todo el mundo han firmado el comunicado de Puntos de Unidad de la Coalición”. Entre los firmantes están los partidos políticos comunistas de todo el mundo, los comités antibelicistas estadounidenses, los capítulos de los Veteranos por la Paz, las ligas antiimperialistas. El Punto 1 afirma: “La continuación de la guerra en Siria es el resultado de una intervención orquestada por EEUU, la OTAN, sus aliados regionales y fuerzas reaccionarias, con el objetivo de cambiar el régimen en Siria”.


El levantamiento del pueblo sirio se inscribe en la narrativa del régimen de una guerra instrumentada por EEUU y sus aliados. La sustitución del agente principal de la práctica política por el imperio estadounidense transforma directamente el horizonte deseable de acción. Ya no se trata de una revolución contra un régimen asesino sino un cambio de régimen impuesto desde fuera en violación del derecho internacional, la declaración de los derechos humanos y los derechos “del pueblo sirio a la independencia, soberanía nacional y autodeterminación” (Punto 5). De estos dos puntos se desprende claramente que la versión siria de la campaña “contra la guerra” ha adoptado totalmente la retórica de Asad, a pesar de su afirmación de que “no es asunto nuestro apoyar ni oponernos al presidente Asad o al gobierno sirio” (Punto 7).


Una separación


Desde la pérdida de la solidaridad internacionalista del Tercer Mundo con el eclipse de la política de izquierdas y la ascendencia del renacer islámico en las décadas de 1970 y 1980, la Izquierda metropolitana adoptó una política de oposición a las intervenciones imperiales, aunque carente de aliados políticos en la región. Este antiimperialismo entró en tensión con los antiguos izquierdistas y una nueva generación de activistas en el mundo árabe que se valían del lenguaje liberal de los derechos humanos para combatir la represión de los regímenes de sus países. Los izquierdistas metropolitanos consideraban los derechos humanos como un caballo de Troya imperial que buscaba socavar la soberanía de los regímenes anti-EEUU con sanciones económicas e intervenciones militares. Por otra parte, los activistas sobre el terreno condenaban la sordera de sus supuestos aliados izquierdistas ante la violencia de esos regímenes, así como su adopción de una retórica similar a la del antiimperialismo nacionalista de tales regímenes.


Los levantamientos árabes trascendieron el anterior estancamiento entre los activistas liberales de los derechos humanos en las periferias y los antiimperialistas izquierdistas de la metrópoli. Las revoluciones volvieron a introducir las políticas populares de masas desde abajo –a pesar de las divisiones infranacionales de los pueblos a lo largo de líneas étnicas, sectarias y regionales en ocasiones- contra los regímenes. Tampoco se alinearon en seguimiento de la posición que toma el imperialismo de Occidente como punto central. En este aspecto se diferenciaron de los movimientos anticoloniales por la liberación nacional de los regímenes autoritarios poscoloniales que afirmaban preservar la soberanía de la nación contra las intrusiones imperialistas.


La Izquierda no tuvo escrúpulos a la hora de animar las revoluciones cuando iban contra los regímenes apoyados por EEUU, como Túnez, Egipto y Bahréin. Sin embargo, cuando se trató de Siria, el apoyo se evaporó. Y se sustituyó por la ceguera ante la dura situación de los sirios y por la sordera ante su sufrimiento. Siria marcó un segundo divorcio, análogo al anterior de Césaire entre la política de izquierdas de la Metrópoli y la lucha por la emancipación en las periferias. En esta ocasión no se trata del divorcio de las luchas anticoloniales de su subordinación a la centralidad de la lucha de clases. Es el divorcio de las luchas contra el Estado Árabe Autoritario poscolonial de su subordinación a las consideraciones geopolíticas de la Metrópoli.


El culto antiimperialista al teflón


Este divorcio señala tanto el fracaso político como moral de los izquierdistas de la metrópoli que están visceralmente adscritos a la fantasía antiimperialista del teflón que el mundo exterior no puede rayar. En el mundo real, los aviones de combate rusos bombardean masivamente la asediada Alepo. En el mundo de la fantasía, EEUU está orquestando una campaña dirigida por la OTAN para “cambiar el régimen” de Siria. En efecto, determinadas variantes de la izquierda antiimperialista estadounidense se acercan mucho a las formas de cultos conservadores que esconden su propia realidad caracterizada por miedos concomitantes de polución moral. Fabrican identidades buscando la redención a los pecados imperiales que EEUU ha cometido en el mundo en su nombre, anunciando un credo que busca la máxima oposición y distancia para uno mismo mediante un proceso de purificación ritual respecto a estas políticas. Una política que se basa más en una afirmación de creencias, que le convierte a uno en miembro de los elegidos, más que una práctica que responda a coyunturas cambiantes y modele sus posiciones en consecuencia, como revela en estos momentos la resurrección de las consignas de los antibelicistas de la guerra de Iraq.


Dicho eso, el antiimperialismo de la Metrópoli, en lo que a Siria se refiere, está increíblemente poseído por argumentos, lógicas y sensibilidades imperiales. Ambos grupos no pueden imaginar una práctica política que no esté vinculada al Imperio y que se defina por su relación con el mismo. Ambos se basan en el mismo conjunto de conceptos islamofóbicos, distinguiendo entre buenos musulmanes y malos musulmanes. Ambos están convencidos de que saben más que la gente sobre el terreno, especialmente si se oponen a su política imperial/antiimperialista. Ambos practican una política saturada de moralismo; poseídos por un espíritu de cruzada que busca erradicar el mal en el mundo (EEUU es el extirpador de todo Mal/EEUU es la fuente de todo Mal). En el nivel de las sensibilidades, ambos se sienten dotados de la autocomplacencia y autoconfianza de estar en el lugar correcto de la Historia.


Recientemente, Asad declaró que Donald Trump podía ser un “aliado natural”. Los izquierdistas que excluyen la posibilidad de la solidaridad con la lucha del pueblo sirio por la emancipación eliminando a los revolucionarios del dominio de lo político, tildándoles a todos ellos de “yihadistas” y “sectarios”, podrían bien inspirarse en el mismo grupo conceptual de quienes proponen una “registro musulmán” en la Metrópoli.


Tomo prestadas por última vez las palabras de Césaire para cerrar este ensayo. “Lo que yo quiero”, escribió Césaire, “es que el marxismo y el comunismo estén al servicio de los pueblos negros, y no los pueblos negros al servicio del marxismo y el comunismo. Que la doctrina y el movimiento se hagan a la medida del ser humano, y no el ser humano a la medida de la doctrina o el movimiento”.

Fadi A. Bardawil es profesor adjunto de Culturas Árabes Contemporáneas en el Departamento de Estudios Asiáticos de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en Chapel Hill

  
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.



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domingo, 1 de enero de 2017

PRIMER ATENTADO EN ESTAMBUL DE 2017



ATENTADO EN ESTAMBUL CON AL MENOS 35 MUERTOS


Atentado en Estambul con al menos 35 muertos
Un hombre disfrazado de Santa Claus mata a tiros a 35 personas en un club nocturno en Estambul

Eco republicano
01.01.2017

Un hombre armado vestido de Santa Claus irrumpió en el club nocturno Reina, muy de moda entre las celebridades de Estambul, y abrió el fuego. 

Según la cadena NTN, el atacante ha sido abatido, aunque el diario Hurriyet informa que aún se encuentra dentro.

El ataque habría dejado al menos 35 muertos, entre ellos un policía, así como alrededor de 40 heridos, informa el diario 'Daily Sabah', citando al Gobernador de la ciudad, Vasip Sahin

Según testigos citados por el diario 'Hurriyet', los atacantes disfrazados de Santa Claus eran tres y mataron a los guardías del club para entrar. 

El club, que se encuentra en el lado europeo del estrecho de Bósforo, estaba repleto de personas que celebraban el Año Nuevo, algunas de las cuales se arrojaron al agua para salvarse, informa Reuters. 

En el interior del local había entre 500 y 600 personas en el momento del ataque, según los medios locales.

Fuente: RT

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PARA LAS MANUELAS Y MANUELES (BIEN ENTENDIDO QUE SE EXCLUYE A CUALQUIER POLITICO)


FELIZ 2017 Y AÑOS SUCESIVOS A TODOS LOS LECTORES DEL OJO ATIPICO





El pasado mes de Diciembre entraron al Ojo atípico lectores de 52 países  por el orden en que aparecen a continuación:
FRANCIA-ESPAÑA-EE.UU.-ALEMANIA.POLONIA PORTUGAL-FINLANDIA-EMIRATOS ARABES-IRLANDA-RUMANIA-FILIPINAS-ITALIA-PERU-RUSIA-CANADÁ-REINO UNIDO-PAÍSESBAJOS-BRASIL-UCRANIA-ARGENTINA-BÉLGICA-AUSTRALIA-AUSTRIA-YEMEN-INDIA-DINAMARCA-ESLOVEIA-MARRUECOS-ARGELIA-REPÚBLICA DOMINICANA-INDONESIA-TAILANDIA-MÉXICO-ISLANDIA-LUXEMBURGO-GUINEA ECIATORIAL-REPÚBLICA CHECA-SUECIA-SUDÁFRICA-CHILE-HOMG KONG-GRECIA-HONDURAS-CHINA-GUATEMAA-NUEVA ZELANDA-VENEZUELA-TURQUÍA-COLOMBIA-SUIZA-ECUADOR Y ANDORRA.

Los 10 países donde más lectores tuvo, por orden numérico, fueron:

ESPAÑA
FRANCIA
ESTADOS UNIDOS
POLONIA
RUSIA
ALEMANIA
IRLANDA
PORTUGAL
ITALIA
RUMANIA
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DISCURSO PRESTADO DEL OJO ATIPICO PARA EL AÑO 2017, QUE GUARRINDONGUEA Y APESTA A 2016 CANTIDUBUBI, DUBI BA, GRACIAS AL GOBIERNO DEL PP, AL TULI TULI DE CIUDADANOS Y A LA OPOSICIÓN DE MIRA QUE TE OPOSITO DE LA SECCIÓN DEL PP METIDA A PSOE

sábado, 31 de diciembre de 2016

PROSPERÓN 2017 A MIS HERMANOS EN CRISTO, SU MAJESTAD (La suya, no la mía) Y MARIANO RAJOY, MANCOMUNADAMENTE, COMO PRIMEROS RESPONSABLES POLÍTICOS DEL HAMBRE EN ESPAÑA, JUNTO A UNAS BUENAS CAGALERAS PATAS ABAJO DE MUY PADRE Y SEÑOR MÍO, DE MENOS A MÁS, EN TANTO EN CUANTO Y HASTA QUE HAYA UNA PERSONA QUE PASE HAMBRE EN ESPAÑA. DE LO QUE ME ESTÁN ROBANDO DE LAS PENSIONES YA HABLAREMOS OTRO DÍA, QUE AHORA ESTAMOS EN LA FIESTA DE PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD Y CAGALERAS A OTROS.



LA ESPAÑA HAMBRIENTA: CUANDO LA COLA EN BUSCA DE COMIDA SE HACE INTERMINABLE



Por Lorena Ortega
kaos en la red
30.12.2016

Las colas del hambre han regresado a la calle. El pasado viernes, víspera de Nochebuena, más de 800 personas se agolparon y guardaron turno para recoger una bolsa de alimentos básicos en el centro de Valencia. Una impactante imagen que el actual gobierno municipal ha querido borrar cambiando el modelo de atención social. Un vídeo […]















Las colas del hambre han regresado a la calle. El pasado viernes, víspera de Nochebuena, más de 800 personas se agolparon y guardaron turno para recoger una bolsa de alimentos básicos en el centro de Valencia. Una impactante imagen que el actual gobierno municipal ha querido borrar cambiando el modelo de atención social.

Un vídeo al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL muestra a un gentío guardando turno el día 23 a la espera de uno de los kits que ofrece el Banco Solidario de Alimentos. En cada bolsa había aceite, arroz, leche, azúcar, bollería y zumo. La afluencia fue tan alta que los organizadores tuvieron que dar número para el lunes 26, segundo día de Navidad.



“Fue una salvajada la gente que acudió para Nochebuena. No se pudo llegar a todos y volvimos a ir el lunes”, explica Jaime Serra, presidente del Banco Solidario de Alimentos valenciano. A la cita acudieron incluso familias con niños, en una cola kilométrica. La hilera pasaba frente a la sede central del PP en Valencia. También junto al jardín Botánico, el lugar donde se firmó el pacto que dio a los socialistas el gobierno de la Generalitat junto a Compromís y con el apoyo de Podemos.

LAS COLAS DEL HAMBRE

Son las llamadas colas del hambre o colas de la vergüenza que el Ayuntamiento de Valencia se ha propuesto erradicar, pero que ponen de manifiesto la realidad social y la crudeza de la crisis. Tras el desalojo de Rita Barberá, el nuevo gobierno encabezado por Joan Ribó (Compromís) anunció que dejaba de subvencionar al Banco después de siete años repartiendo comida en la ciudad. Y en junio de este año se cerró el local donde se distribuía la comida.

Ribó justificó la medida con dos argumentos. El primero, que la ayuda de 85.000 euros anuales iba en su mayor parte a pagar sueldos -citaron nóminas de hasta 2.200 euros brutos- en lugar de destinarse directamente a los fines sociales. El segundo, que el nuevo equipo tenía la intención de borrar la imagen de lo que llamaron “colas de la vergüenza” cambiando el modelo de asistencia. “Cualquier persona que tenga problemas recibirá una tarjeta con la que no tendrá que hacer colas en el Banco de Alimentos y podrá comprar en el supermercado lo que considere mejor, respetando su libertad y garantizando los derechos. (…) El Banco de Alimentos no garantizaba derechos”, dijo en su día el alcalde.

El Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Valencia aplaudió en su día la decisión argumentando que esta forma de actuar estigmatiza a las personas que pueden estar viviendo en situaciones de emergencia o de exclusión social. Pero esto es ajeno a los cientos de familias que esperaron en la calle a poder recoger su bolsa de comida el día previo a Nochebuena. De hecho, el cambio del modelo no ha servido para erradicar estas colas y el Banco de Alimentos ha retomado su actividad pese a quedarse sin la subvención municipal.

“Lo quitaron sin ni siquiera ver el proyecto, fue vergonzoso”, recuerda Serra. El presidente de la organización asegura que han retomado los repartos tras el verano, después de entregar al Ayuntamiento las llaves del local que utilizaban. Y el más multitudinario fue el de vísperas de Nochebuena.

Ahora, según explica, operan gracias al apoyo de La Caixa y con el legado dejado por una mujer fallecida este año, además de las aportaciones voluntarias y los actos benéficos. La organización ha reducido gastos y se ha puesto a repartir alimentos directamente en la calle, con furgonetas. “Dijeron que desde el minuto cero todas estas familias serían atendidas por los Servicios Sociales, pero yo digo que el 80% no lo están siendo”, afirma.

“Es muy lamentable verlo. Estas colas claro que me molestan, pero cuando ves familias completas, con niños haciendo esperando… No son colas de la vergüenza, son colas para poder comer”, dice. Los años de crisis económica han pasado factura a las rentas de los hogares españoles. El informe Expulsión social y recuperación económica que la fundación Foessa publicó este año concluye que los ingresos cayeron “espectacularmente” desde el inicio de la crisis con una reducción media del 10%.

El Ayuntamiento de Valencia incrementó en un 47% el presupuesto para emergencia social al fijar un gasto de 5,2 millones de euros para este año en una ciudad estigmatizada por el despilfarro como consecuencia de comportamientos políticos poco edificantes.

EL DELICADO UMBRAL DE LA POBREZA

El último informe anual de coyuntura Análisis y perspectivas de la Comunidad Valenciana que elabora el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión recogía que, pese a que la renta media había frenado su caída de los últimos años, todavía uno de cada cinco hogares valencianos está bajo el umbral de la pobreza. En datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 25,3% de los hogares valencianos están en riesgo. Una cifra por encima de la media nacional.

En la última encuesta sobre condiciones de vida, el INE estableció que el 22,1% de los hogares españoles está en riesgo de pobreza. Los datos son de 2015 pero se calcularon con las rentas de 2014. La situación de peligro de exclusión bajó aunque solo en un 0,1%. En total, un 13,7% de los hogares tienen todavía “muchas dificultades” para llegar a fin de mes. En la Comunidad Valenciana, el porcentaje es del 19%.

Según los datos de la Federación de Bancos de Alimentos, el pasado año se beneficiaron 1,57 millones de personas de este sistema de reparto en centros sociales repartidos por todo el territorio nacional. La cifra también es ligeramente inferior al año anterior: en 2014 se repartieron alimentos a 1,66 millones de personas. Se trata no obstante de cantidades muy por encima de los registrados en los años previos a la crisis. En 2007, algo más de 800.000 personas comían gracias a estas ayudas.
Tampoco las cifras de beneficiarios de la renta garantizada, una ayuda económica para familias sin recursos, han variado apenas. En Valencia, la ciudad donde el viernes se registró la multitudinaria cola, hay 2.082 familias que reciben esta ayuda, casi un centenar más que el año anterior. Sí se han incrementado más los beneficiarios de ayudas extraordinarias para paliar estados de necesidad puntuales. En este caso, en la ciudad de Valencia se ha pasado de 8.279 beneficiarios a 10.072.

http://www.elespanol.com/espana/sociedad/20161229/181982461_0.HTML

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INFELIZ AÑO 2017 PARA LOS CRIMINALES EXPORTADORES DE LA GUERRA EN SIRIA

                 Herrera Carlos, locutor de ustedes de la cadena COPE o Carlos Expósito de la COPE para estar informados, sabrán algo del contenido de estas noticias?
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Religiosa argentina en Siria a RT: "La guerra estuvo planeada en un escritorio"

               

"Sabíamos que las revueltas no las estaba iniciando el pueblo propiamente, sino que estaban siendo provocadas desde afuera", testimonia la hermana Guadalupe Rodrigo, que vivió 4 años en Alepo.
                       
Religiosa argentina en Siria a RT: "La guerra estuvo planeada en un escritorio"
Imágen del archivo personal de Guadalupe Rodrigo

La misionera Guadalupe Rodrigo se hizo popular gracias a un video en que en un minuto desmontó las mentiras sobre la guerra en Siria. El video, que circula en la Red, se hizo viral. RT habló con la religiosa para conocer qué pasa en realidad en el país árabe.

Guadalupe Rodrigo nació en la provincia argentina de San Luis en 1973 e ingresó a la congregación cristiana del Verbo Encarnado a los 18 años. De 2011 a 2015 vivió en la ciudad siria de Alepo, uno de los principales focos del conflicto bélico que atraviesa ese país.

La hermana Guadalupe contó a RT que allí descubrió su lugar y forma de aportar a un mundo mejor.
"Estuve durante casi 20 años como misionera en distintos países de la región. Primero en Palestina, donde estudié el árabe durante dos años", comentó. Luego se trasladó a Egipto. "Los últimos cuatro años de misión los pasé en Siria, en Alepo", apuntó.

Una guerra inventada

Consultada sobre los orígenes del conflicto bélico que comenzó pocos meses después de su llegada a Siria, la hermana Guadalupe fue contundente: "Sabíamos que las revueltas no las estaba iniciando el pueblo propiamente, sino que estaban siendo provocadas desde afuera", apuntó. Y aclaró que eso no lo saben "por los medios de comunicación porque las grandes cadenas internacionales siempre mintieron" y lo siguen haciendo "descaradamente hasta hoy".

“Podemos testimoniar, por haber vivido antes de la guerra y conocer a ese pueblo, que lo que está sucediendo en Siria está muy lejos de ser una guerra civil. Si hubiera que ponerle una etiqueta sería más bien una invasión”.
Guadalupe Rodrigo

La religiosa reconoce que existían previamente grupos opositores al Gobierno, pero "eran minoritarios". La mayoría de la población "ha apoyado este Gobierno, aun cuando tiene muchas falencias. La gente entiende que es el modo de Gobierno que les ha funcionado, sobre todo en cuanto a contener a raya el terrorismo". Las manifestaciones "de la gente pidiendo que no apoyen a los rebeldes, que eran terroristas, que ellos querían a su gobierno; esas imágenes las hemos visto por televisión, en cadenas internacionales, pero comentadas como si fueran protestas contra el presidente", dijo.

Guadalupe Rodrigo analizó que "es difícil de entender para un occidental que no conoce la situación que se vive en Medio Oriente" pero al mismo tiempo "es muy prepotente por parte de Occidente juzgar a los árabes, sacando de contexto lo que ellos viven".

La alianza entre occidente y los terroristas

La entrevistada afirmó que hay "diversos factores que se suman en este conflicto" y los diferenció entre los objetivos que persiguen los grupos terroristas del que moviliza a los países occidentales. Aunque, en última instancia, coincidan en la necesidad de derrocar al Gobierno.

"Estos grupos terroristas que están llevando adelante las batallas, tienen sus propios objetivos políticos y religiosos", señaló. Son grupos "fundamentalistas islámicos que pretenden imponer la ley islámica y por lo tanto acabar con los 'infieles'. Por eso los cristianos, desde el comienzo del conflicto, no del último año, están siendo masacrados". 

“Todos estos grupos que se hacen llamar rebeldes, opositores u oposición moderada, tienen todos -aunque son distintos- este perfil terrorista y de ninguna manera buscan ni la democracia ni la libertad del pueblo sirio”.
Guadalupe Rodrigo

Pero por otra parte, "detrás de ellos, quienes los apoyan, quienes están fuera, tienen objetivos económicos muy claros". Para la hermana Guadalupe, el principal interés es "acabar con este Gobierno porque no 'coopera', es independiente, no responde ni Arabia Saudita ni a los intereses occidentales". Es "de acuerdo a esa decisión" que luego "se acomoda todo lo demás".

Coaliciones cosméticas y la intervención rusa

"El conflicto estuvo manipulado desde el comienzo, fue inventado", insistió la religiosa. "No nació en la calle por una revuelta popular sino que fue una guerra, como tantas otras de hoy en día, planeadas sobre un escritorio", dijo. En este sentido remarcó que se intentó "debilitar Siria para debilitar Irán" y allí entró en juego "el tema del petróleo y el tráfico de armas".

"Hablar del Gobierno de turno, si es válido o no, es algo para un segundo momento. En este momento hay que luchar contra el terrorismo", opinó. La gente "comentaba mucho, como burlándose pero lamentándose a la vez, cuando veía a los aviones occidentales que estaban 'disparando al aire' y haciéndole el juego a los rebeldes", aseguró. "Veían pasar los aviones occidentales sobre los campamentos de Estado Islámico sin disparar. Así han actuado las coaliciones occidentales durante estos años", criticó.

“La única intervención que trajo realmente beneficio fue la rusa que apoyando al Ejército nacional, logró por primera vez en años lo que la comunidad internacional decía que no se podía: liberaron ciudades e hicieron retroceder a los grupos rebeldes”.
Guadalupe Rodrigo


La liberación de Alepo

La entrevista con la hermana Guadalupe se llevó a cabo pocos días después de que el Ejército sirio recuperara justamente la ciudad de Alepo. "La manipulación de los medios logró que en poco tiempo la gente crea exactamente lo opuesto a lo que está pasando", analizó la religiosa ya que, tras la salida de los terroristas de la ciudad "la gente está festejando en las calles".

"Lo que muestra la prensa internacional es el Ejército supuestamente masacrando a los civiles" en vez de mostrar "a los habitantes que salen con alegría a encontrarse con los soldados que los están liberando", contó. Cabe recordar que "estos civiles estaban siendo usados como escudos humanos por los rebeldes".

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viernes, 30 de diciembre de 2016

JOSÉ ORTEGA Y GASSET: ¡VIVA LA REPÚBLICA!



 JOSÉ ORTEGA Y GASSET: ¡VIVA LA REPÚBLICA!


Eco republicano
28.12.2016

José Ortega y Gasset: ¡Viva la República!


Creo firmemente -ya lo he dicho- que estas elecciones contribuirán a la consolidación de la República. Pero andan por ahí gentes antirrepublicanas haciendo vagos gestos de triunfo o amenaza, y de otro lado, hay gentes republicanas que sinceramente juzgan la actual situación peligrosa pana la República. Pues bien: suponiendo que con alguna verosimilitud sea esto último el caso presente, yo elijo la ocasión de este caso para gritar por vez primera, con las pedazos que me quedan de laringe: "¡Viva la República!" No lo había gritado jamás: ni antes de triunfar ésta ni mucho menos después, entre otras razones porque yo grito muy pocas veces. 

QUIEN ES EL QUE GRITA 

Pero como todo anda un poco confundido, y los españoles del día tenemos poca memoria, quiero recordar o hacer constar algunas cosas que hasta ahora he callado o no he querido subrayar. Desde el fondo de mi largo y amargo silencio, estrujándolo como un racimo lleno de jugo, quiero rememorar a mis lectores y a todos los españoles -porque tengo tanto derecho como cualquiera otro para dirigirme a ellos- quién es el ciudadano que ahora, precisamente ahora, grita: "¡Viva la República!" 

El que grita se sintió en radical desacuerdo desde el día siguiente al advenimiento de la República con la interpretación de ésta y la política que iniciaban sus gobernantes. Yo no puedo demostrar con doctimentos la verdad literal de esta frase. Dejémosla, pues, como una frase y nada más. Pero lo que si puedo demostrar con documentos es que ya el 13 de mayo—por tanto, al mes justo de la proclamación del nuevo régimen—protesté airadamente, junto a Marañón y Pérez de Ayala, contra la quema de conventos, que fue una faena aun más que repugnante, estúpida. Esto el 13 de mayo; pero el 2 de junio publicaba yo un articulo titulado: "¡Pensar en grande!", invitando a tomar la República en forma y formato opuestos a los que empezaban a adoptarse. Y en 6 de junio, convocados a elección los ciudadanos, apareció otro artículo mío titulado: "¡Las provincias deben rebelarse contra los candidatos indeseables!" El 25 del mismo mes mi discurso electoral en León, donde, contra todo mi deseo, había sido presentado candidato, comenzaba así, según la transcripción algo incorrecta de los periódicos leoneses: "¿Queréis, gentes de León, que hablemos un poco en serio de la España que hay que hacer? Con profunda vergüenza asisto a la campaña electoral que se está llevando a cabo en toda la Península. Trátase, nada menos, que de unas elecciones constituyentes. Se moviliza civilmente el país para que elija a unos hombres que van a fabricar el nuevo Estado. Es un gigantesco edificio el que hay que construir, y no hay edificio si no hay en la cabeza un plano previo de líneas vigorosas. 

Lo que me parece vergonzoso es que los cientos de discursos pronunciados en España no anuncien una sola idea clara, que defina algo sobre ese Estado que hay que hay que construir. Solo se han pronunciado palabras vanas y hueras prometiendo en palabrería fantástica, sin saber si se puede o no realizar. Porque esto importa poco a esos palabreros, que sólo quieren hostigar a las masas con palabras vanas e insensatas para que, como un rebaño de ovejas, vayan a las urnas o, como un rebaño de búfalos, vayan a la revolución. Y a eso se le llama democracia." 

Con esto llegamos al 13 de julio, es decir, aun no trascurridos los tres meses desde el 14 de abril. Pues bien: en esa fecha leyeron los lectores de "Crisol" otro artículo mío titulado "Hay que cambiar de signo a la República". Y en 9 de septiembre este otro: "Un aldabonazo". Y en 6 de diciembre pudo oírse en el "cine" de la Opera mi discurso sobre "Rectificación de la República". Y el 13 del mismo mes, en las primeras consultas del Presidente recién elegido, fué el que ahora da su grito el único que pidió la formación de un Gobierno sin colaboración socialista, que preveía funesta para la República y para el socialismo. No mucho después, en el periódico antedicho, se Imprimieron unos párrafos bajo el lema: "Estos republicanos no son la República", etcétera, etc., etc. 

Estos recuerdos precisarán un poco en la mente del lector la fisonomía del que ahora grita "¡Viva la República!", y le harán pensar que, si lo grita, es a sabiendas y a pesar de lo que ha sido durante esta primera etapa la política republicana. Corregirán de paso un error que he oído más de un a vez, según el cual yo consideraria haberme equivocado al recomendar en cierta hora a los españoles que se constituyesen en República, que había perdido la Ilusión, que juzgaba sin remedio la política republicana y demás suposiciones Igualmente superficiales. Los datos ahora rememorados, con la impertinencia de sus fechas exactas, demuestran que no me fue necesario esperar a que los gobernantes republicanos de la primera hora comenzasen a desbarrar para saber que lo iban a hacer: que, de tal modo eneraba y presumía por anticipado su descarrío, que me adelanté a insinuar mi discrepancia, como me adelanté a echar en cara a las provincias que iban, por inconsciencia, a elegir diputados indeseables, como me situé, desde luego, y por innúmeras razones, en posición de no actuar durante el primer capítulo de la historia republicana, según hice constar desde mi primer discurso en la Cámara, que fue, entre paréntesis, el primer discurso de oposición a la política del Gobierno. Pero no me interesa de todo esto lo que signifique como demostración vanidosa de capacidad previsora. Lo que me interesa es refutar con esos hechos y con esos datos incontrovertibles el error en que están los que suponen que yo recomendé la instauración de la República "porque" creyese que, desde, luego iban a ir preciosamente las cosas. No sólo no lo creía, sino que -y éste es el motivo de las anteriores recordaciones- no acepto en persona que presuma de alguna seriedad que pretenda juzgar las posibilidades históricas de un régimen por lo acontecido en los dos años y medio después de su natividad. Y es sencillamente grotesco que intenten hacer tal cosa los monárquicos defensores de un régimen extranjero, que no durante dos años y medio, sino durante dos siglos y medio ha maltraído a España en desmedro, decadencia y envilecimiento lamentables y constantes, haciéndola llegar a esta República en un estado tal de desmoralización y de falta de aptitudes por parte do masas y minorías, que él ha sido, en definitiva, la causa de estos dos años y medio pesadillescos.

Porque si han sido tales par a el labrador andaluz y par a el cura de aldea, no crean estos señores que el que grita ahora "¡Viva la República!" los ha pasado en un lecho de rosas. Durante ellos se me ha insultado y vejado constantemente desde las filas republicanas, y, claro está, también desde las otras. Algunos sinvergüenzas, algunos insolentes y algunos sota-intelectuales que son lo uno y lo otro, y que hasta ahora, por lo que fuera, no se habían resuelto a atacarme, han aprovechado la atmósfera envenenada de esos años para morderme los zancajos. Pero hay más: los hombres republicanos han conseguido que por vez primera después de un cuarto de siglo, no tuviera yo periódico afín en que escribir. Y esto no significaba sólo que me hubiesen quitado la vihuela para mi canción, sino que me planteaba par añadidura los problemas más tangibles, materiales y urgentes. ¿Me entiende el labrador andaluz a quien han desecho su hacienda y el cura de aldea a quien han retirado su congrua? 

Pues con esto termina mi argumento "hominis ad hominen". Este hombree es el que grita ahora: "¡Viva la República!".

POR QUE LO GRITA

¿Lo hará por misticismo republicano? Tampoco. En materia de política no admito misticismo, ni siquiera admito que se sea republicano, como suele decirse, "por principios". Siempre he sostenido qué en política no hay eso que se llama principios. Los principios son cosas para la geometría. En política hay sólo circunstancias históricas, y éstas definen lo que hay que hacer. Yo sostuve hace tres años, y sostengo hoy con mayor brío, que la única posibilidad de que España se salve históricamente, se rehaga y triunfe es la República, porque sólo mediante ella pueden los españoles llegar a nacionalizarse, es decir, a sentirse una Nación. Y esto es cosa infinitamente más importante que las estupideces o desmanes cometidos por unos gobernantes durante la anécdota de un par de años. Ya a estas horas, en estas elecciones, aunque los electores, todavía torpes, envían al Parlamento gentes en buena parte tan indeseables como las anteriores, han sentido que actuaban sobre el cuerpo nacional, han despertado a la conciencia de que se trataba de su propio destino.Todavía no han votado por y para la nación, sino movidos reactivamente por intereses particulares, de orden material o de orden espiritual, la propiedad o la religión -para el caso da lo mismo, porque ambos intereses, aunque sean respetables, son particulares, no son la Nación-. Mas por ahí se empieza: es el aprendizaje de la política que termina descubriendo la Nación como el más auténtico, más concreto y más decisivo Interés político, porque es el interés de todos.

Muchas veces, una de ellas en plena Dictadura, he afirmado que la República es el único régimen que automáticamente se corrige a si mismo, y en consecuencia, no tolera su propia falsificación. La República, o expresa una realidad nacional, o no puede vivir. La República es, quiérase o no, sinceridad histórica, y ésa es la suprema fuerza a que puede llegar un pueblo. Cuando éste ha conquistado su propia sinceridad, cuando cobra esa radical conciencia de sí mismo, nada ni nadie se le puede poner enfrente. Las Monarquías, en cambio, fácilmente se convierten en máscaras que un pueblo se pone a si mismo, y no le dejan verse y sentirse y ser y a lo mejor bajó el antifaz, remilgado de una Corte se van muriendo y pudriendo por dentro.

Esténse, pues, quedos los monárquicos. Tenemos profundo derecho -¡qué diablo, derecho!-, tenemos inexcusable obligación los españoles de hacer a fondo la experiencia, republicana. Y esta experiencia es larga como todo lo que posee dimensiones históricas. Tienen que pasar muchas cosas. Lo primero que tenía que pasar era que votasen las llamadas "izquierdas" todas las necedades que tenían en el vientre. Que esto haya acontecido es ya un avance y una ganancia, no es pura pérdida. Ahora pasará que van a practicar la misma operación con las suyas las llamadas "derechas". Luego, España, si desde ahora la preparamos, tomará la vía ascendente. 

Como tenemos pues, la obligación de hacer esa gran experiencia, sépanlo, estamos resueltos a defender la República. Yo también. Sin desplantes ni aspavientos, que detesto. Pero conste: yo también. Yo, que apenas cruzo la palabra con esos hombres que han gobernado estos años, algunos de los cuales me parecen no ya jabalíes, sino rinocerontes. 

Pero ¿qué queríais, españoles? ¿Que hubiesen estado ahí esperando, armados de punta en blanco, hombres maravillosos para gobernaros? Pero ¿qué habíais hecho antes para tener esos hombres? ¿Creéis que esas cosas se regalan, que lograrlas no supone dolores, esfuerzos, angustias a los pueblos? Si queréis regalos, si queréis manteneros en vuestra concepción de la vida estrecha, interesada, sin altitud y sin arrestos, sin anchura de horizonte delante, sin afán de fuertes empresas, sin claridad de cabeza, tenéis que contentaros por los siglos de los siglos con elegir entre D. Marcelino Domingo y el señor Goicoechea, 

LOS REPUBLICANOS QUE NO ERAN LA REPÚBLICA 

Los hombres que han gobernado estos dos años y que querían para ellos solos la República, no eran en verdad republicanos, no tenían fe en la República. Como no me refiero a nadie en particular, no tengo por qué hacer las excepciones que la justicia "nominatim" reclamaría. Eran incapaces de comprender que las trasformaciones verdaderamente profundas y sustantivas de la vida española, las que pueden hacer de este pueblo caído un gran pueblo ejemplar, son las que el régimen republicano, como tal y sin más, produciría a la larga y automáticamente. Por eso necesitaban con parentoriedad otras cosas, además de la República, cosas livianas, espectaculares, superficiales y de una política ridiculamente arcaica, como la expulsión de los jesuítas, la descruciflxión de las escuelas y demás cosas que por muchas razones y en muchos sentidos -conste, en muchos sentidos- han quedado ya bajo el nivel de lo propiamente político. Es decir, que no son siquiera cuestión. Otras, que son más auténticas, y que, quiérase o no, habrá que hacer, como la reforma agraria, tenían que haber sido acometidas bajo un signo inverso, sin desplantes revolucionarios, bajo el signo rigoroso de la más alta seriedad y competencia. 

Se ha visto que esos hombres, al encontrarse con el país en sus manos, no tenían la menor idea sobre lo que había que hacer con ese país. No habían pensado ni siquiera en la Constitución que iban a hacer, la cual, al fin y al cabo, es lo más fácil, por ser lo más abstracto de la política. 

LA OPINIÓN PUBLICA Y SUS REPRESENTANTES DE AHORA 

Ahora bien: exactamente lo mismo acontece a las fuerzas ahora triunfantes, como tendremos ocasión de ver en los meses próximos. ¿Es que en serio pueden presentarse ante los españoles, como gentes que saben lo que hay que hacer con España, los grupos supervivientes de la Dictadura que la han tenido siete años en sus manos sin dejar rastro de fecundidad y menos después de muerto el único de esos hombres que poseía alma cálida y buen sentido, que era el propio general Primo de Rivera? Y con más vehemente evidencia hay que decir lo propio de los monárquicos. 

Como todo esto es un poco absurdo, me es forzoso desde ahora repetir lo mismo que desde la iniciación de la República decía yo a sus gobernantes: que erraban si creían que los electores los habían votado a ellos. Tampoco ahora han votado a los candidatos triunfantes. Han votado sus propios dolores, sus irritaciones sus afanes, sus imprecisos deseos, pero no a los monárquicos, ni a los dictatoriales ni a la C.E.D.A., ni a la nebulosa de los agrarios. Los diputados de "derecha" representan hoy, sin duda, una gran porción de la opinión pública, como representaron todavía mayor volumen de ella los que comenzaron a gobernar en julio de 1931. Pero la opinión pública, como las palabras de la sibila, es siempre enigmática, y hay que saber interpretarla. 

CONTRA TODAS LAS DEMAGOGIAS 

Mi grito: "¡Viva la República!" no va, pues, dirigido a ninguna galería. Al contrario: yo lo lanzo hoy contra todas las galerías, contra todas las masas, contra todas las demagogias. Porque la propaganda de "derechas " ha sido tan demagógica, tan vergonzosa y tan envilecedora de las masas como aquella contra la cual protestaba yo en mi discurso de León. No basta tener razón, como la han tenido, en encresparse contra las violencias y la frivolidad de un Gobierno insensato. Es preciso, además, tener razón ante España, ante el decoro nacional, que reclama de todos nosotros desesperados esfuerzos para levantar el nivel moral de nuestra vida pública. Al frenesí del obrerismo va a suceder la exacerbación del señoritismo, la plaga más vieja y exclusiva de España. 

Pero, repito, nada de esto que ha pasado y pasa es tiempo perdido e inútil desastre. Todo eso será necesario para que un número suficiente de españoles llegue al convencimiento de que es preciso empezar desde el principio, y, reuniéndose en grupo apretado como un puño, iniciar una política absolutamente, limpia y sin anacronismos. 

La política de halago a las masas, a cualquier masa, está terminando en el mundo. El fascismo y el nacionalsocialisimo son su última manifestación, y a la par, el tránsito a otro estilo de organización popular. Hay que ir más allá de ellos y evitar a todo trance su imitación. Un pueblo que imita, que es incapaz de inventar su destino, es un pueblo vil. El mimetismo de rancias políticas francesas ha sido la "gran viltá" de las "izquierdas". Un pueblo que imita está condenado a perpetuo anacronismo. Tiene que esperar a que los otros ensayen sus Inventos, y cuando él quiere copiarlos ya ha pasado la hora de ellos. 

LA AFIRMACIÓN DE LA MORAL Y DE LA NACIÓN 

Cada pueblo renace hoy de afirmar lo que más falta le hacía; por eso tiene que descender, en profundo buceo de sinceridad, al sótano de sus angustias, de sus lacras y de sus defectos, y luego emerger de nuevo en un ansia gigantesca de corrección y perfeccionamiento. En España no ofrece duda qué es lo que más falta: moral. Es un pueblo desmoralizado en los dos sentidos de le palabra -el ético y el vital-. Sólo puede renacer de una política que comience por ser una moral, una moral exasperada, exigentísima, que reclame al hombre entero y lo sature, que arroje de él cuanto en él hay de encanallamiento, de vileza, de chabacanería, de chiste e Incapacidad para las nobles empresas. 

Porque es bien claro -basta mirar sobre las fronteras- que tampoco puede hoy la política fundarse en los intereses. Tendrá que contar con ellos, pero no fundarse en ellos. Esa política que hostiga y sirve a los intereses de grupos, de clases, de comarcas es precisamente lo que ha fracasado en el mundo. Uno tras otro, los intereses parciales -el capitalista, el obrerista, el militarista, el federalista- al apoderarse del Estado han abusado de él, y abuso con abuso han acabado por neutralizarse, dejando el campo franco a la afirmación de los valores morales en torno a la idea de Nación. 

¿Serán los jóvenes españoles, no sólo los dedicados a profesiones liberales, sino los jóvenes empleados, los jóvenes obreros despiertos, capaces de sentir las enormes posibilidades que llevaría en si condensadas el hecho de que en medio de una Europa claudicante fuese el pueblo español el primero en afirmar radicalmente el imperio de la moral en la política frente a todo utilitarismo y frente a todo maquiavelismo? ¿No seria ésa la empresa que para el pueblo español -el gran decaído y gran desmoralizado- estaba a la postré guardada? ¿De qué otra cosa podría renacer una raza pobre y de larga, larga experiencia, un pueblo viejo, y que cuando ha sido de verdad lo que ha sido, ha sido, sobre todo, digno? Hablando en serio, y en última lealtad, ¿qué otra cosa puede hacer el español si quiere de verdad hacer algo sino ser de verdad "honrado e hidalgo"? Eso, por lo pronto. Luego podría ser todo lo demás.

Artículo publicado en "El Sol" edición de Madrid, el 3 de diciembre de 1933

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