lunes, 21 de septiembre de 2020

Hombre, tampoco estaría tan mal invertir parte de ese supuesto maná que va a caer por el alma la abuela de Europa para “salir” de la crisis (Pero, por qué se empeñan ustedes en hacerme reír con esto de la salida de la crisis, si la cosa es para revolcarse por los suelos envuelto en lágrimas), en comunicar Cádiz con Huelva sin pasar por Sevilla. De Cádiz a Huelva pasando necesariamente por Sevilla hay actualmente una distancia de más de 200 kms. De producirse la conexión directa entre Cádiz y Huelva sin pasar por Sevilla, esa distancia se reduciría aproximadamente a la mitad, es decir, a unos 100. Pues basta con imaginar los miles de millones de euros que se ahorraría el Estado español disminuyendo la importación de barriles de petróleo, dado que un camión, multiplicado por miles de camiones todos los días, se ahorraría en en el trayecto Cádiz-Sevilla-Huelva (cada camión) el combustible que hoy necesita para recorrer 100 kms., puesto que no pasaría por Sevilla (favorcito que de pasada se le haría al tráfico de Sevilla). Este proyecto de unión directa entre Cádiz y Huelva, sobre el papel, presenta un potencial y grave problema ecológico, puesto que tendría que atravesar el río Guadalquivir (Túnel o puente, carretera o ferrocarril) y después seguir su trazado por el Parque de Doñana. Pero el dragado del río Guadalquivir, que tiene poco de potencial y mucho de real, al igual que el enterramiento de gas o extracción de petróleo del Parque de Doñana, posiblemente se podrían dar por erradicados y finiquitados, si a ese proyecto de unión Cádiz-Huelva se acompañara de un verdadero programa de desarrollo económico (Aprovechamiento y desarrollo de los recurso locales) y no de crecimiento económico (crecimiento de los capitales sin que le acompañe un crecimiento de la producción). Esta diferenciación entre desarrollo y crecimiento económico sería muy interesante que nos la aprendiéramos los trabajadores, los economistas chulis de prensa radio y televisión, y también los empresarios, especialmente lo empresarios pequeños y medianos que son los más afectados.


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¿Dónde invertir el maná europeo?

Sevilla, Córdoba, Bahía de Cádiz y Campo de Gibraltar ganarían mucho con un tren de Algeciras a San Fernando.

Alberto Grimaldi

Diario de Sevilla

21 Septiembre, 2020

La oportunidad que las ayudas europeas otorgan para reactivar a España del grave perjuicio generado por el Covid-19 en el ámbito de la salud, lo social o lo económico nos pone ante el reto de elegir bien en qué invertir. Bruselas ha marcado dos líneas básicas: iniciativas que ayuden a la descarbonización y a la digitalización de nuestra economía, de nuestra vida, en definitiva. Creo que sería un gran error dejar fuera de esa ecuación a las infraestructuras, porque todavía hay en ese campo acciones que podrían ser vitales para Andalucía. Me refiero a obras con sentido, social y económico. Y si hay una obra que salta en mi imaginación sin apenas esfuerzo es una segunda conexión ferroviaria para el primer Puerto de España, que es andaluz: Algeciras. Se trata de un proyecto que de una tacada vertebraría la provincia de Cádiz en términos ferroviarios (algo que no se ha conseguido en casi dos siglos de existencia de este modo de transporte) tanto para uso de viajeros como de mercancías, y situaría aún más a las conurbaciones del Campo de Gibraltar, la Bahía de Cádiz-Jerez, Sevilla y Córdoba en una línea logística que uniese el Puerto que más mercancía mueve -a granel y contenerizada- con Madrid y el resto de Europa. Me refiero a una conexión ferroviaria, inexistente ahora, entre San Fernando y Algeciras. Es un proyecto que para nada es nuevo. La Junta de Andalucía lo valoró en la etapa en la que Manuel Chaves la presidió, aunque como tantos otros finalmente quedó en el cajón y en el olvido. Y yo le añadiría que sirvierse también para terminar la autovía A-48, que quedó inconclusa en Vejer por parte del Estado, después de que la Junta sí cumpliese su parte, al ejecutar la A-381. La propuesta, a mi juicio, merece al menos ser estudiada. El Covid-19 está cambiando muchas cosas, entre ellas la forma de consumir. Y por ello la logística va a ser aún más importante de lo que ya era antes de que hace seis meses se declarase la pandemia. Conseguir que existiese esa línea férrea -electrificada, por supuesto- tendría también efectos ecológicos, porque la actividad de importación y exportación que hoy se hace desde el primer puerto de España se canaliza básicamente por carretera: contaminando. Tampoco es baladí que dotaría al Puerto de Algeciras de un segundo itinerario ferroviario que se sumaría al -inconcluso, recordémoslo- que discurre hasta Bobadilla y Antequera, otro nodo logístico de interés, que siempre tendrá limitaciones orográficas y ambientes. ¿Por qué puede tener Valencia hasta tres salidas por tren y aquí, en el primero de los puertos del país, no hay ninguna de alta capacidad? Es una buena pregunta que pueden hacerse en la Junta.

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Ya somos iguales (cuando lo seamos) hasta en el teatro. Y eso que no ha empezado todavía en plan bien el molongue histórico de la Nueva Normalidad y olé, que cuando empiece a los trabajadores nos va a entrar una igualitaria de muy padre y señor suyo. Será difícil y complejo, para muchos impensable, imposible, pero empezaremos (no a tocar el cielo ni siquiera las nubes ni los pajaritos de colores en vuelo) a ver el camino de salida del agujero cada vez más negro en el que estamos cuando empecemos a hablar con los más cercanos de lo que está pasando y como evitar que la situación siga empeorando, y esto no está en la mano de ningún partido o político por mucho moño, chistera o caballo que puedan tener

 

Gritos y abucheos en la Ópera: el Teatro Real solo respeta la distancia en las zonas más caras

El paraíso o gallinero, la zona más económica, estaba completo. La obra se ha cancelado ante las protestas.

 

Imagen del Teatro Real en Madrid. En el centro el palco Real.

Guillermo Martínez

La marea

20 septiembre 2020

 

Problemas en el paraíso. Así se podría titular lo acontecido en la Ópera de Madrid, en el Teatro Real, si no fuera por la gravedad del asunto. Mientras el público del patio de butacas y tribuna –las zonas más caras– se disponía a disfrutar del Baile de máscaras de Verdi con la correcta distancia de seguridad, el público de la zona del gallinero, llamada paraíso –la más económica y lejana al escenario–, veía cómo todas las butacas de su alrededor comenzaban a llenarse de espectadores y espectadoras, lo que hacía imposible mantener la distancia de seguridad.

¿Qué ha pasado después? Tres intentos en menos de una hora no han sido suficientes para continuar con la obra, que se ha acabado cancelando ante las protestas y abucheos de las decenas de asistentes ubicados en el paraíso. La Policía Municipal se ha desplazado incluso al teatro.

Según Elena Pérez, una de las asistentes en el gallinero, la megafonía del teatro no han dado ningún tipo de explicación a lo que estaba sucediendo. Los acomodadores aseguraban igualmente que no tenían ningún tipo de información al respecto. “Según entraba la gente a la zona del gallinero ya se estaba dando cuenta de lo que pasaba. Una vez completo el aforo, donde no había ni un espacio libre, hemos visto que abajo, en las tribunas y el patio de butacas sí tenían bandas de seguridad, así que han empezado los gritos”.

Gritos de “fuera, fuera” y “seguridad, seguridad” han llenado una Ópera no acostumbrada a comenzar sus funciones ni con un minuto de retraso. Palmadas, golpes con los pies al suelo y los flashes de los móviles han hecho que la función no pudiera pasar de los primeros acordes. Ni siquiera se ha levantado el telón. Durante el primer retraso, la megafonía ha avisado al público de que se estaban “gestionando ciertos problemas en el paraíso”, explica Pérez. 

Media hora después de la hora programada para el comienzo, desde el Teatro Real han avisado de que devolverían el coste de la entrada a quien así lo solicitase, pero lo que muchos asistentes querían era que se cancelase. “La gente no entendía por qué el teatro había vendido las entradas de unas zonas respetando la distancia y las de otra sin hacerlo. Qué casualidad que en las zonas más caras sí se cumplía”, agrega Pérez. 

Segundo intento. “Han salido los actores, han actuado diez minutos sin que se les pudiera escuchar absolutamente nada por el ruido de las protestas y se han vuelto a retirar”, sigue narrando. En ese momento ha llegado la Policía Municipal, algo que requerían algunos de los asistentes en la zona del paraíso. “Algunos agentes han subido a ver qué ocurría, pero no han hablado en ningún momento con nosotros. También han mantenido una conversación con los gestores del teatro mientras desde megafonía intentaban acallar las protestas para dar lugar al tercer intento”.

Tal y como han confirmado fuentes internas del Ayuntamiento de Madrid a La Marea, la Policía Municipal de la capital ha certificado que “el aforo es el adecuado a las restricciones vigentes”, y explican el incidente diciendo que el problema parte de que “muchos abonados al Teatro Real querían ocupar sus sitios habituales y, dadas las circunstancias, no era posible”. Una versión como mínimo incompleta al no explicar por qué, más allá del aforo permitido, la distancia se respetaba en unas partes del auditorio y en otras no.

Y ni por esas. Los gritos se han vuelto a hacer notar una hora después de la hora programada para el inicio de la obra, ya en el tercer, definitivo e infructuoso intento. Tras la cancelación oficial del evento, numerosos asistentes afectados por la situación han acudido a la ventanilla de información para pedir hojas de reclamaciones.

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domingo, 20 de septiembre de 2020

Así funciona el negocio de postín de la ciencia

 

La ciencia corrompida – Filántropos y la salud pública mundial

 

DIARIO OCTUBRE / 17.09.2020



El 27 de febrero 2020 el presidente de EE.UU., Donald Trump, muestra un mapamundi que presenta el grado de preparación de cada país frente a posibles epidemias o pandemias afirmando que “Estados Unidos es el país mejor preparado”. El mapa que enseñó a los periodistas se basaba en el índice de la Seguridad Sanitaria Global (Global Health Security Index) de la Universidad Johns Hopkins. Esta universidad es la fuente que citan todos los medios como referencia científica cuando presentan las estadísticas del Covid-19 y siempre con el adjetivo “prestigiosa” para decir al receptor de la noticia que el origen de esta información es incuestionable. Quien pusiera en duda por ejemplo los datos que ofrece la página web de la JHU acerca de la pandemia se revelaría en seguida como ignorante y atrevido. Pues bien, seamos atrevidos pero nada ignorantes.

La JHU se considera a si misma la vanguardia mundial en ciencias de la salud. La universidad privada fue creada en 1876 para formar la élite del país y es financiada por los magnates más ricos; con nueve facultades y 30 institutos ha conseguido nada menos que 35 Premios Nobel. La Escuela de Salud Pública de la universidad recibió en 2001 un nombre nuevo: JH Bloomberg School of Public Health, porque el banquero de Wall Street Michael Bloomberg es ahora su principal financiador. Como alcalde de la ciudad de Nueva York se dedicaría más tarde a la privatización del sistema de salud, que en la pandemia del coronavirus acumula más muertos que ninguna otra ciudad. El segundo mecenas de la JHU es la fundación Bill&Melinda Gates Foundation, la fundación empresarial más grande del mundo y por tanto poderosa a la hora de conceder o no subvenciones millonarias. La fundación de Gates es también la mayor fuente de ingreso de la Organización Mundial de la Salud después de la retirada del gobierno de E.E.UU.: Gates anunció que donará hasta 250 Millones de dólares, una suma mayor que muchos estados donan, como por ejemplo el estado español que aporta 26 millones.

¿Qué ha hecho la actividad filantrópica para solventar carencias sociales y especialmente por la ciencia de la salud?

Los mecenas de universidades y organizaciones benéficas han gastado muchos millones de dólares y euros en campañas de vacunación, en donaciones que beneficiaron países con sistemas de salud muy deficitarios y sobre todo se dedican a la financiación de Institutos de investigación. La fundación Gates dedica mucho dinero a la investigación para descubrir y desarrollar nuevos medicamentos y tecnologías de la salud, por ejemplo ha destinado unos 580,5 millones de euros para luchar contra la malaria, de ellos dos millones recibió la Fundación Clínic de la Universidad de Barcelona. La Universidad de Santiago de Compostela participa en el programa científico ‘Grandes desafíos en la salud mundial’ con una iniciativa dirigida al desarrollo de una vacuna nasal contra la Hepatitis B (Revista Offarm 2007). Pero los grandes desafíos de la salud pública mundial no son la hepatitis ni la malaria, que son enfermedades muy graves que afectan a muchas personas, sobre todo entre los colectivos más pobres en Asia, África y América, que no tienen acceso a fuentes de agua potable, no tienen seguridad alimenticia porque las fábricas de empresas multinacionales contaminan su agua, la tierra que cultivan y el aire que respiran.

Los grandes desafíos no determina un colectivo de expertos o un gremio democrático, lo que son los grandes problemas de la salud depende por una parte del director o de la directora de la fundación (la vacuna nasal es una investigación en nanotecnología, por eso le interesa a Gates) y por otra tiene en cuenta los beneficios de las grandes empresas del sector salud. Los países a menudo se ven forzados acombatir enfermedades como la poliomelitis porque la fundación les dona el dinero, cuando por ejemplo en la India la diarrea se lleva muchas más vidas por delante.

La pregunta entonces es ¿qué han hecho los filántropos para crear estas carencias sociales que ahora pretenden paliar con el dinero de sus fundaciones?

Los miles de millones de los que disponen las fundaciones proceden de la explotación de miles y millones de obreros y obreras en el mundo entero; es dinero que arrebatan a diario a las masas trabajadoras dejando las personas en la más humillante miseria para después presentarse como benefactores altruistas que no piden nada a cambio.

¿Son realmente tan altruistas?

Una persona como Bill Gates, que se ha dedicado toda su vida a la explotación y la rapiña no se convierte con la “jubilación” en santo. Además, el sistema capitalista no se lo permitiría. Si la fundación donara mucho dinero para mejorar la atención primaria estropearía el negocio de las empresas farmacéuticas, porque así se evitarían muchas enfermedades (ejemplo es la sanidad en Cuba). Es justo lo contrario: Para avanzar en la privatización de la sanidad la fundación Gates invierte sus capitales en empresas farmacéuticas (Pfizer, Novartis). A través de la fundación Gates estas empresas estaban siempre presente cuando la OMS elaboró en el 2012 el Plan de Acción Mundial para la Vacunación, a pesar de que muchas de estas empresas se benefician de este Plan. Junto con ellos los Gates sabían construir una red de organizaciones que fomentan la gestión privada y global de la salud. El mejor sitio para dedicarse al “networking” (crear redes de contacto e influencia) es el Foro de Economía Mundial en Davos. Cada año se reúnen los grandes capitalistas del mundo entero y sus lacayos políticos en enero en los Alpes suizos en un entorno bucólico y tranquilo:

·         GAVI – En enero del año 2000 Gates funda la Alianza Global de Vacunación e Imunización (Global Alliance for Vaccines and Immunisation) en el Foro de Economía Mundial en Davos; apoyado por algunos gobiernos del G7. Desde su fundación advierte Gates de futuras pandemias con millones de muertos, pero niega el hambre y la miseria igual que las guerras imperialistas de EE.UU. y de la UE.

·         CEPI – En el encuentro del FEM en el año 2016 se crea La Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (Coalition for Epidemic Preparedness Innovations) también en Davos.

·         En el encuentro de enero del 2020 ya se anunció un programa contra el Covid 19, una semanas antes de la declaración de la OMS de una emergencia de salud pública mundial. La entidad líder de la iniciativa es el CEPI.

Lo que hace la fundación Gates en realidad son inversiones que le permiten crear unos mercados en los que ellos adquieren unas posiciones dominantes. La fundación dona algunos millones pero acaba por tomar el control de instituciones que valen varios miles de millones y sectores que son claves para la privatización de la atención sanitaria. La industria farmacéutica factura cada año unos 1000 billones de dólares.

¿Hay alternativa a los mercados sanitarios?

El sistema de salud opuesto y realmente prestigioso es el cubano, incluso los medios no afines se ven obligado reconocer el éxito del sistema cubano de salud pública. «Cuba es conocida por su capacidad para conseguir buenos datos sanitarios, a pesar de tener que lidiar con la crisis económica. Con un sistema sanitario basado en la salud pública y la atención primaria, el país ha invertido en el personal sanitario. Los esfuerzos en el combate contra el Covid-19 son excepcionales», afirma John Ashton de la Royal Society of Medicine del Reino Unido. A pesar de que Cuba gasta solo el 5 % en salud por persona de lo gasta EE.UU.

Por eso resulta ridículo cuando la universidad Johns Hopkins afirma que el sistema de salud de EE.UU. es el mejor preparado para enfrentar una epidemia o una pandemia. En realidad es el sistema más exclusivo y elitista, el más caro y mortal. La actual crisis ha desenmascarado el índice como “una burda mentira” (The Lancet, revista científica de medicina).

Como buenos comunistas tenemos que estar atentos a los avances de la ciencia y la tecnología para entender como son usadas y mal usadas. No se puede ser un activista político sin referirse a las distintas formas en que la ciencia y la tecnología tienen un impacto en la sociedad moderna y para poder desvelar las ideologías que intentan preservar al capitalismo decadente de la crítica de la ciencia marxista.

Drahger

http://unidadylucha.es

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sábado, 19 de septiembre de 2020

Ángel Petisme - El tranvía verde

Labordeta, Joaquín Carbonell y La Bullonera

Dice el fundamentalista católico Carlos Colón y fascista por añadidura del Diario de Sevilla (obsérvese que nada de ha dicho del cristianismo), que “la mezcla de carácter, circunstancia (familiares, sociales o históricas) pueden hacer de alguien un torturador, un maltratador o un racista” (Se le ha olvidado decir presidente del consejo de administración de un banco). Pero a esta afirmación de Carlos Colón se le podía añadir que esas misma circunstancias también pueden dar lugar a un pintor, agricultor, arquitecto, etc., o fascista como él, a pesar de que, como buen fascista, simplifica (No resume no. Simplifica) los hechos hasta tal punto que llega a provocar el vómito intelectual, y así, a pesar de reconocer que el mal tiene un origen determinado, que no se produce espontáneamente por que sí, a continuación se los atribuye a la maldad intrínseca del ser humano (Carlos Colón es un ser humano. Pero es más, Carlos Colón está hecho a imagen y semejanza de Dios, por tanto, tiene que tener algo de maldad, y como se sabe Dios es un ser infinito, y por ello, infinito es todo lo que posee, luego su maldad no puede ser sino infinita, y para sostener esta afirmación a las matemáticas me remito). La segunda característica del fascismo es la unilateralidad, o sea, el que no opine ni quiera lo que yo opino y quiero, dese aviso, por favor, al Cardenal Cisneros para que mechero en mano baje y le meta candela a fin de purificar su alma en las llamas. Y en este punto nos encontramos con Carlos Colón echándole las culpas al nazismo y comunismo como propagadores del mal. Nazismo y comunismo para él son conceptos idénticos, cuando en realidad se parecen tanto el uno al otro como parecido en común pudieran tener un barril de buen vino, que según y cómo puede llegar a matar, a un chícharo, que según y cómo también puede matar. En lo que respecta al nazismo, seguramente por considerarlo fuego amigo, Carlos Colón no entra nunca en su desmenuzamientos ni en su origen ni en el papel a favor del capitalismo que desempeña cuando este no obtiene la tasa de ganancia que necesita para los capitales invertidos ni en las distintas formas que puede presentar, como hoy representa VOX (También Hitler como capataz de los grandes capitales alcanzó el poder democráticamente, no se olvide este aspecto, por favor), en cambio con lo que para él significa comunista tabla rasa, no hay tasa, y tanto le da Stalin, Lenin, Marx, Pablo Iglesias, Alberto Garzón o el chico de la Portera, y como para él no existe el rigor histórico o intelectual y ni siquiera la honradez personal para cuantas mentiras o calumnias se puedan utilizar contra el “comunismo”, nos da carta blanca para apandillarlo como queramos, siempre y cuando sirva para engañar y envenenar a la opinión pública, por lo que yo si hay que apellidar todo lo que sirva para el engaño, envenenamiento social y enfrentamiento personal en la sociedad, lo apellido con el nombre de Carlos Colón, del Diario de Sevilla, que le sirve de soporte.

 

Los rostros del mal entre nosotros

Racismo, crueldad y abuso de los más débiles viven entre nosotros, al acecho, buscando su ocasión

 


Carlos Colón

Diario de Sevilla

19 Septiembre, 2020


Las imágenes de la residencia de ancianos DomusVi de Liria recuerdan las de un campo de concentración. Delgados hasta lo esquelético, tirados en el suelo, comiendo en la mesa el alimento derramado, abandonados a sí mismos, sucios, atados y desnudos… Un infierno. Lo desvelado por los informativos de Tele 5 demuestra -si hiciera falta- hasta dónde puede llegar la maldad humana. ¿Un caso aislado? Hace tres semanas se divulgó un vídeo en el que dos jóvenes trabajadoras en prácticas de un centro de mayores de Tarrasa maltrataban a una anciana al darle de comer ("Abre la puta boca, vieja cascarrabias").

Las imágenes de las tres menores de edad insultando en el Metro de Madrid a una pareja de sudamericanos recuerdan las de los camisas pardas agrediendo a los judíos en el Berlín de 1933 y 1934. Les escupieron e insultaron ("Panchito de mierda", "eres producto de un condón roto", "como en la selva no tienen condones"). Pese a tener sólo 15 y 16 años sabían lo que hacían. Una de ellas colgó después en Instagram: "Lo que dije en el Metro es mi puta opinión y no me la vais a quitar porque lo sigo opinando y este es mi país… estoy en mi país". A quienes la acusaron de racista respondió: "Lo soy, mucho".

La mezcla de carácter y circunstancias (familiares, sociales o históricas) puede hacer de alguien un torturador, un maltratador o un racista. Pero la fuente es sólo una: la maldad inherente a la condición humana. Los totalitarismos le permiten multiplicarse y actuar con la impunidad y los medios que el Estado les garantiza y ofrece. Fascismo, nazismo y comunismo (pónganle el apellido que sea más de su gusto: leninista, estalinista, maoísta, jemer) permitieron en el siglo XX que este mal se desplegara causando millones de víctimas. Pero no debe olvidarse que preexiste, como parte de la naturaleza humana, a los regímenes y las circunstancias que lo alientan como programa, lo practican como política de estado y lo inculcan a las nuevas generaciones. Ni debe olvidarse que vive en nuestras democracias, entre nosotros, buscando su ocasión. Hay aspirantes a Ilse Koch -la perra de Buchenwald-, Franz Murer -el carnicero de Vilnius- o Laurenti Beria -el perro y carnicero de Stalin- que no hacen más daño porque no han encontrado el marco político que les permita desplegar su capacidad para el mal. Y lo hacen dónde y en la medida que pueden: en una residencia de ancianos o en el Metro de Madrid.

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Y mientras más tardemos los trabajadores en empezar a reunirnos para ver cómo se come eso que en una sociedad rica creada por el trabajo sean precisamente los trabajadores los que menos disfrutan de la riqueza creada, más penuria y miserias tendremos que pasar, al tiempo que crecen las grandes fortunas a costa de empeorar las condiciones de vida de los trabajadores, porque la Nueva normalidad, y mis cojones treinta y tres (o treinta y cuatro, que lo digo a ojo), inaugura el empeoramientos generalizado y más profundo de cada vez más gente. Y ahora un acertijo que viene muy a cuento: oro parece plátano es, el que no lo acierte, pues eso, que no lo quiere acertar. Qué quiere usted que le haga yo.

 

Los trabajadores y trabajadoras necesitan la renta básica



Por Fernando Luengo 

KAOS EN LA RED

Publicado el Sep 17, 2020

 El desempleo real, en el Estado español y en el resto de países europeos, ya era muy elevado antes de la irrupción de la pandemia. Están realmente desempleados los que buscan activamente un trabajo y esta registrados en las estadísticas oficiales; pero también los que, desanimados, han desaparecido de esos registros y tratan de sobrevivir en la economía sumergida o directamente ya no buscan un empleo y pasan a depender de las insuficientes redes de protección social; los que quieren trabajar a tiempo completo pero sólo consiguen contratos a tiempo parcial. Sumando estas categorías, las estadísticas oficiales de desempleo, que ya son muy elevadas, se duplican.

No estoy hablando del COVID-19, que supone un agravamiento de esta situación, ni de episodios excepcionales de crisis, sino del capitalismo, de Europa, del crecimiento… me estoy refiriendo, por lo tanto, a la estructura, no a la coyuntura. Dejemos las cosas claras: el sistema no genera suficientes puestos de trabajo para dar ocupación a las personas que quisieran tener uno. Existe un desequilibrio permanente entre oferta y demanda; la dinámica económica, incluso en situaciones de “normalidad”, genera exclusión.

Y con los salarios ocurre lo mismo. Se ha convertido en un mantra del pensamiento conservador y en una práctica habitual de los gobiernos exigir moderación salarial; moderación que, en la práctica, ha llevado a que las retribuciones de la mayoría de los trabajadores se estanquen o retrocedan. Asimismo, no ha dejado de aumentar el número de empleos cuyos salarios se sitúan cerca o por debajo de los umbrales de pobreza. Del mismo modo que, con carácter general, lo ha hecho la explotación de los trabajadores, a través de la exigencia de horas extraordinarias, pagadas y no pagadas, la intensificación de los ritmos laborales o la reconfiguración de los horarios. Tener un empleo no garantiza unas condiciones de vida dignas, ni siquiera salir de la pobreza. Y esto no nace con la pandemia, aunque, la situación empeora notablemente con la misma. De nuevo estamos mirando a la normalidad capitalista, la misma que los poderes económicos y políticos reivindican.

Los comentarios anteriores hacen referencia al denominado “mercado laboral”, donde se compra y se vende la capacidad de trabajo de la población a cambio de una retribución. Esta categoría, muy restrictiva, ignora toda la enorme cantidad de trabajo, más cantidad de horas que el trabajo reglado en los espacios mercantiles, realizado en su mayor parte por mujeres, no retribuido, con excepción del llevado a cabo por trabajadoras, inmigrantes sobre todo, bajo el rubro genérico de servicio doméstico. El capitalismo necesita este inmenso ejército de reserva, porque ofrece servicios imprescindibles para el funcionamiento del sistema y porque contribuye a mantener bajos los salarios. Este trabajo, invisibilizado y gratuito, es una exigencia de la reproducción capitalista.

De modo que, resumiendo, el capitalismo no crea empleo suficiente, empuja los salarios a la baja y precisa que una gran cantidad de trabajo se ofrezca gratuitamente. Por supuesto, estos rasgos están más acentuados en los momentos de recesión, y en la actualidad mucho más, pero también son perfectamente visibles, para quien los quiera ver, en períodos de auge.

Si se da por bueno este diagnóstico y se extraen las conclusiones del mismo, las recetas que se sintetizan en “más crecimiento”, verdadero icono de la mayor parte de los partidos, a izquierda y derecha, no son la solución. Sólo ofrecen alternativas las políticas orientadas a hacer visible y reconocer lo que el sistema hace invisible y desprecia, fortalecer el sector social público, repartir tiempos, ingresos y recursos y empoderar a los trabajadores.

Es en este contexto donde adquiere toda su importancia la aplicación de una Renta Básica Universal e Incondicional (RBUI), entendida como complemento de esas políticas, no como alternativa o sustituto de las mismas. La idea central que da todo su sentido a esta iniciativa es que el mercado abandonado a su lógica, que es la de los poderosos, la de la expropiación de renta de la población y de recursos de la naturaleza, no está en condiciones de crear suficiente empleo decente ni de dignificar y remunerar el trabajo reproductivo.

La RBUI, además de asegurar un ingreso suficiente para vivir a la ciudadanía, que agradecerían muy especialmente los colectivos más vulnerables, generaría derechos para las personas trabajadoras, las que están dentro y fuera del mercado, contribuyendo a cambiar en su beneficio la actual correlación de fuerzas, que ahora es claramente favorable a los intereses del capital.

 La Marea

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viernes, 18 de septiembre de 2020

Renta Básica para eliminar la pobreza material o Ingreso Mínimo Vital para perpetuarla, que es la opción tomada por el gobierno. He ahí la filigrana política a resolver, porque las dos cuestiones se pueden y se deben resolver mediante la política, claro que, la política no es la declaración voluntarista de lo que se declara querer ni tampoco necesariamente la representación parlamentaria que se pueda tener, sino la fuerza real que se tenga organizada y asentada en la población para imponer una u otra política, y al margen de voluntades y expresiones verbales e intencionales ni el PSOE, ni Podemos ni Izquierda Unida, disponen en estos momentos (ni camino llevan) de la fuerza social necesaria y traducida a política para imponer la Renta Básica. Blanco y en botella: la pobreza material continuará y se incrementará.

 

renta básica universal e incondicional. Entrevista a Daniel Raventós / Sin Permiso

 Sociología Crítica

Sin Permiso

30.08.2020


Daniel Raventós

Fuente: Sin Permiso.  // Daniel Raventós (Barcelona, 1958) es editor de Sin Permiso. Además, forma parte de la Red Renta Básica y del consejo científico de ATTAC. También es profesor titular del departamento de Sociología de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, y miembro del grupo de investigación en Ética Económico-social y Epistemología de las Ciencias Sociales (GREECS).

Defensor de la renta básica universal e incondicional, se ha mostrado muy crítico durante estos meses con el Ingreso Mínimo Vital aprobado por el Gobierno. En un reciente artículo, junto con otros compañeros de Sin Permiso, criticaban el poco alcance que está teniendo la medida meses después de su implementación. También habló de ello en la Comisión de Reconstrucción Económica y Social del Congreso en el mes de junio. En esta entrevista, realizada por Sato Díaz para Cuartopoderprofundiza sobre ello.

– ¿Cómo valora la situación económica en el Estado español de cara al nuevo curso político? ¿Qué explicación da a que los datos macroeconómicos sean peores en el Estado español que en buena parte de los países del entorno?

– La situación para la mayoría de la población no rica es devastadora. Debe recordarse una vez más que esta “nueva normalidad” se da no a partir de una situación parecida a la que empezó la crisis de 2008 sino precisamente cuando la mayor parte de la población no rica ya había sido castigada por las medidas de austeridad impuestas por la gran mayoría de gobiernos del mundo. En el reino de España, durante la crisis que se inició en 2008, los ricos sacaron réditos gracias a las políticas económicas de los Gobiernos de turno, en este período del PSOE y del PP. Entre 2007 y 2017, antes de la pandemia de covid-19, el 1% de los más ricos en el reino de España incrementó su riqueza un 24% mientras que el 90% solamente lo hizo un 2%, según el relator de la ONU Philip Alston. Y, durante la pandemia, viento en popa. El patrimonio de los 23 más ricos del reino de España había crecido entre marzo y mayo pese a la emergencia sanitaria. La mayor parte de la población no puede decir lo mismo.

La economía española tiene unas debilidades estructurales conocidas, como son la especialización productiva y una dependencia de sectores muy volátiles, un sector público reducido y unos niveles de pobreza, de desigualdad y de precariedad laboral desproporcionados para una economía considerada rica. La desigualdad es particularmente elevada. El índice de Gini es de los más desigualitarios de la Unión Europea. Las políticas económicas de los gobiernos de los últimos lustros han posibilitado que eso sea posible. A veces se habla y se escribe como si la política económica de los Gobiernos fuera algo así como mero acompañante de la economía sin más. No, los Gobiernos pueden hacer mucho según la política económica que hagan. Y han optado. Ahora con los Presupuestos Generales tendremos más evidencia sobre lo que se propone este gobierno de coalición.

– La desigualdad y la pobreza se muestran como los problemas más graves en el corto y medio plazo. El Ingreso Mínimo Vital, una de las medidas de las que más orgulloso se mostraba el Gobierno de coalición, no está llegando al umbral de población que se esperaba. No se han resuelto ni un 5% de las solicitudes presentadas, de las cuales, solo algo más del 12% han sido calificadas de favorables. ¿Qué valoración hace hoy en día de la medida?

– Nadie puede hacer una valoración remotamente positiva, ni el más fanático defensor del Ingreso Mínimo Vital. A no ser que tenga algunos problemas, digamos, de apreciación de la realidad extremadamente graves. Los datos que conocemos a día de hoy son literalmente catastróficos. Para sus defensores, solamente les queda pedir tiempo. Es de una irresponsabilidad asquerosa. Ante una situación extraordinaria, (fue un ministro del actual Gobierno que ya hace semanas lo dijo de forma muy gráfica: “un mundo se ha acabado”), expertos (por decir algo) y burócratas siguen recetando medidas tradicionales. Alegan que no hay medidas tipo Ingreso Mínimo Vital que muestren sus virtudes hasta que no se van solucionando los problemas técnicos. ¿Te imaginas? ¡Qué grado de insensatez autosatisfecha!

Con más de 10 millones de pobres cuando acabó el año 2019, lo que significa que ahora hay más con la pandemia, están todavía proponiendo medidas ya insuficientes en situaciones menos extraordinarias. En una entrevista de hace pocas semanas, Juan José Millás lo decía muy gráficamente: “El paro estructural va a crecer una barbaridad, de manera que el Ingreso Mínimo Vital, que lo han vendido como un gran avance, ya es viejo. La única solución real para el mundo que viene es la renta básica universal, porque va a haber un ejército de gente que no va a trabajar en su vida, o sea, que va a nacer y a morir sin saber qué es ganarse la vida”.

Lo de la subcontratación para los trámites del Ingreso Mínimo Vital a Tragsatec, filial de Tragsa, pronto saltará a la prensa por lo que cobra y por cómo trata a sus trabajadores y trabajadoras. Porque ya ha habido denuncias. Y cuando salten números, condiciones y otras tenebrosas informaciones, espero que algunos de los defensores de Ingreso Mínimo Vital tengan algo de vergüenza. O no, porque hay quien justifica cualquier cosa. Resulta espectacular observar como los defensores del Ingreso Mínimo Vital, cuando son contrastados ante los hechos del desastre del mismo, solamente saben decir que los críticos insultamos. Ellos pueden decir que los críticos somos ultraizquierdistas, dogmáticos, esencialistas… eso no debe ser insultar, debe ser un halago. En fin, la estupidez es peor que la maldad, como ya hace años dijo Cipolla.

– El IMV generó muchas expectativas cuando se presentó, sobre todo en los sectores más pobres de la sociedad. ¿Qué puede suponer que la ayuda no llegue en un momento de emergencia social como el actual?

– Simplemente un crimen político. De esos que no se persiguen. Que ante más de 10 millones de personas que están por debajo del umbral de la pobreza, y sabiendo que las perspectivas de cualquier organismo económico auguran una situación peor en los próximos meses, un Gobierno que algunos han llamado sin la menor vergüenza el “Gobierno más progresista de la historia” solamente ofrezca la miseria del Ingreso Mínimo Vital que, en caso de funcionar bien, ya deja al 80% de pobres fuera del programa… ¿Qué se puede decir, que demos tiempo? ¿Que hay que ser realistas? Y eso se dice desde alguna izquierda o desde algún quídam de su órbita.

Cuando escucho o leo eso del realismo es inevitable que me venga una y otra vez las palabras del que fue mi maestro y amigo, Antoni Domènech, cuando decía: “Una izquierda no filistea, es decir, una izquierda que quiera ser realista, sensata y radical a la vez tiene hoy que aspirar a desarrollar políticas que sean más ambiciosas en el medio y en el largo plazo y, a la vez, más adaptadas a las presentes circunstancias. De otro de mis maestros, Manuel Sacristán, aprendí la inolvidable lección de que, en la política como en la vida cotidiana, contra toda apariencia filistea, quien no sabe ser suficientemente radical, acaba siempre en la penosa insensatez del hiperrealismo mequetréfico.» Hay mucho mequetrefe hiperrealista, para qué nos vamos a engañar.

– Un desencanto de los sectores populares con las políticas de un Gobierno progresista puede ser el caldo de cultivo perfecto para la ultraderecha.

– Efectivamente. Llevo, junto con otros compañeros y compañeras de Sin Permiso, insistiendo en esta importante cuestión que dices durante mucho tiempo. La extrema derecha y la derecha extrema quieren gobernar, quieren echar al Gobierno de coalición. Eso ya se sabe desde el primer día. El Gobierno y los respectivos partidos que lo componen ya lo saben. Que los echen fuera también depende de lo que hagan ellos, de lo que haga el gobierno.

Si la política del Gobierno no está destinada a favorecer de forma clara y decidida a la inmensa mayoría de la población no rica, van dejando más posibilidades a la derecha, que en el reino de España, con alguna excepción interesante, es mayoritariamente extrema.

Hace pocos días escribía un artículo en el que comentaba que el Gobierno tiene dos caminos: o plegarse a los intereses de la patronal y la poderosa derecha económica, o hacer política económica en beneficio de la población no rica. Si opta por razones de “realismo” y “mal menor” por la primera alternativa, este Gobierno tiene los meses contados. Si opta por la segunda, puede ampliar su base social y mantenerse con los apoyos que le dieron la posibilidad de gobernar. El Gobierno hasta el presente está optando por la primera alternativa.

El impuesto a las grandes fortunas ha desaparecido del horizonte, la derogación de la contrarreforma laboral del PP está en el congelador y de la propuesta del Ingreso Mínimo Vital ya hemos hablado. Mucho me temo, viendo lo que están haciendo (entre lo cual destaca el vasallaje de bufón cascabelero que brinda a esta monarquía corrupta. Porque ¿cuándo se tendrán condiciones con tanto aval democrático y popular para defender un referéndum para que la ciudadanía pueda elegir entre monarquía y república?) que el camino elegido es el segundo.

“Rescatar a la gente”, “no dejar a nadie atrás” quiere decir precisamente eso: apostar por la mayoría de la población. Algo que resulta ajeno a aquellos que consideran que la política es solo el arte de lo posible, entendiendo por “lo posible” aquello que no molesta, ni perturba el normal funcionamiento de los grandes poderes privados ni a los poderes del Estado plagado de franquistas. Y este Gobierno y sus asesores parecen haber apostado sin fisuras por no perturbar a los grandes poderes privados ni franquistas. ¿Dónde ha quedado el impuesto a las grandes fortunas? ¿Dónde la depuración de franquistas?

– Usted propone, como solución, la renta básica universal e incondicional. Pero, ¿Es factible hoy en día con el estado de las cuentas que estamos conociendo?

– Es factible. Junto con Jordi Arcarons y Lluís Torrens lo estamos explicando pacientemente desde hace años. Hacemos variaciones cuando disponemos de nuevos datos y nuevas posibilidades técnicas de cruce de datos. Y aportamos los estudios de forma gratuita y pública. Nadie financia estos estudios, no se hacen ni desde un grupo de investigación que recibe fondos públicos. Puede acceder a ellos cualquier persona interesada, están en la web de la Red Renta Básica, entre otros lugares. Nadie nos ha mostrado posibles errores, que a buen seguro debe haber, pero no nos los han señalado. Seré más preciso: hemos recibido comentarios del servicio de estudios del BBVA, pero que tenía errores que hemos contestado con precisión. Sus comentarios salieron en casi toda la prensa, nuestra contestación en casi ninguna parte. Recuerdo que era nuestro propio estudio el que se criticaba, con lo que esperar un simple derecho a defenderlo no era tampoco pedir mucho. Todo normal. Así vamos.

Pero lo que sí quiero dejar claro es que es perfectamente posible financiar una renta básica universal e incondicional. Otra cosa es que quiera hacerse y evidentemente este Gobierno apuesta por la condicionalidad más rigurosa y por la focalización más extrema. El Ingreso Mínimo Vital es la concreción de lo que digo. Karl Widerquist, una de las caras más conocidas de la Basic Income Earth Network de la cual la Red Renta Básica es sección oficial desde el año 2002, hace poco escribió algo que me parece muy bien dicho y en pocas palabras. Tenemos dos opciones, dijo Karl: o una renta básica que acabe con la pobreza o mantener la pobreza con programas condicionados. El Gobierno español y sus asesores han optado por la segunda.

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jueves, 17 de septiembre de 2020

Cómo hay que interpretar que un aliado de la OTAN, y por tanto, aliado de España, colabore con los terroristas en Siria, los mismos, o bien los primos o los tíos de los terroristas que han atentado en Europa y España, y ni el gobierno español proteste ni los trabajadores españoles exijamos que se dejen de pagar el chufletazo de 18.000.000.000 (Dieciocho mil millones) de euros anuales, el 1,5% del PIB para financiar a la OTAN, cuando faltan en España alimentos para cientos de miles de personas, incluidos niños, material sanitario, médicos y auxiliares, etc., para controlar y erradicar el coronavirus.

 

Rusia da el golpe “más poderoso” en meses a terroristas en Idlib

 

Diario Octubre / 17.09.2020

La Aviación militar de Rusia lleva a cabo su ataque aéreo “más poderoso” en los últimos meses contra los terroristas en el noroeste de Siria, según informes.


Columnas de humo se elevan tras ataques aéreos rusos en el sur de Idlib, noroeste de Siria, 15 de septiembre de 2020.

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Conforme ha anunciado el portal Al-Masdar News, los cazas rusos, apoyados por aviones de reconocimiento que les proporcionaron información de inteligencia, atacaron el martes varios blancos terroristas en el campo sur de la provincia noroccidental de Idlib.

Esta ofensiva, ha precisado el medio, se considera el asalto “más poderoso” que ha lanzado la Fuerza Aérea rusa contra los terroristas desde marzo, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, acordaron un alto el fuego en Idlib.

Rusia ha utilizado, además, el sistema de misiles Iskander, de corto alcance, para bombardear las posiciones terroristas, ha agregado la citada fuente, subrayando que los ataques rusos también contaron con el apoyo de las fuerzas terrestres del Ejército sirio.

Por otro lado, aviones de combate rusos han lanzado este mismo miércoles varios ataques contra las posiciones terroristas en Yabal al-Zawiya, en el sur de Idlib, último feudo de las bandas armadas y extremistas en Siria.

En los últimos días, las tensiones han vuelto a escalar en Idlib debido a las violaciones del alto el fuego por parte de los grupos terroristas —apoyados por Turquía—, que han intensificado sus ataques contra los puntos bajo el control de las fuerzas sirias y sus aliados, y han acabado con la vida de decenas de soldados y civiles sirios.

Las autoridades sirias y rusas denuncian las constantes violaciones de la tregua en las que incurren Turquía y los grupos terroristas que apoya. De hecho, el Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, ha dejado claro reiteradas veces que, finalizada la lucha contra el terrorismo, se dedicará de lleno a liberar cada centímetro del suelo de Siria de todo elemento ocupante, sea quien sea.

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