lunes, 27 de julio de 2015

GRECIA: ROBO A MANO LEGAL. SITUACIÓN A LA QUE NOS PUEDEN LLEVAR EL PP - PSOE -NARANJOS. ¿UNIDAD POPULAR O NOS TOCAMOS LA MANDOLINA?


Aeropuertos, puertos, complejos turísticos, recursos energéticos y servicios públicos

Los buitres multinacionales se apiñan alrededor de Grecia

Rebelion
Political Concern / Global Research News
25.07.2015

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


La sentencia de privatización, que ha mostrado su ineficiencia y coste en Gran Bretaña en la mayor parte de los casos se aplica en Grecia.

El l2 de julio, la cumbre de dirigentes de la Eurozona dictó condiciones al primer ministro griego Alexis Tsipras, quien las aceptó integralmente, incluyendo la venta de los activos públicos que quedan en Grecia.

Business Insider informa de que los dirigentes de la Eurozona exigieron que los activos públicos griegos se transfieran a un fondo independiente rebautizado Fondo de Desarrollo de la República Helénica (HRADF) para ayudar a hacer el reembolso programado de los nuevos préstamos y recapitalización de bancos y otros recursos. El fondo se estableció en julio de 2011 después de la crisis de la deuda soberana griega, al que Syriza se opuso y suspendió la mayor parte de las privatizaciones planificadas cuando llegó al poder.

Ben Chu (The Independent) informa de que Alemania propuso originalmente que el HRADF fuese manejado desde Luxemburgo por un banco estatal alemán, provocando acusaciones en los medios sociales de un “golpe” alemán.

“Bienes costosos” enumerados en la web de HRDAF para compradores interesados:

Lotería estatal.

Apuestas hípicas.

Instalaciones olímpicas.

Aeropuerto Internacional de Atenas.

37 aeropuertos regionales.

Puerto de Pireus y 100 % de las acciones de 11 otros puertos.

Muchas dársenas para yates.

Complejos turísticos.

Bienes raíces estatales, especialmente en islas de ensueño.

Baños termales en el continente.

Hoteles con alto valor histórico y cultural en lugares privilegiados.

Propiedades de bienes griegos en Nueva York, Washington y Belgrado.

Y la Public Power Corporation S.A., que suministra energía a cuatro quintos de la población del país.

Otras compañías que podrían venderse incluyen un importador y distribuidor de gas natural, tres refinerías, la compañía de aguas de Atenas, el proveedor postal, ELTA, y más de 645 kilómetros de carreteras, TRAINOSE (transporte ferroviario y de autobuses), ROSCO que mantiene los trenes griegos.

Ben Chu agrega que el FMI calcula que los recursos estatales en venta de Grecia tienen un valor de cerca de la mitad de la suma necesaria y que los ingresos de futuras privatizaciones probablemente serán de solo 500 millones de euros por año: “A esa tasa, los 50.000 millones de euros necesarios no se alcanzarán en 100 años”.

¿Una cortina de humo?

Su conclusión: “El fondo es más bien una medida para preservar el prestigio de Alemania, elaborada para dar la impresión a los votantes alemanes de que los griegos pagarán por su propio rescate”.

¿Pero dónde dejará esto al primer ministro Alexis Tsipras, elegido en gran parte gracias a una promesa de detener y revertir la privatización de valiosos activos de propiedad estatal?
¿Y qué piensa el pueblo griego de estas medidas?

Copyright Political Concern 2015
Copyright © 2015 Global Research


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domingo, 26 de julio de 2015

EL PAPA SE METE A FONTANERO, MIENTRAS PERIODISTAS DE 13 TV Y LA COPE SIEMBRAN EL ODIO ENTRE LOS ESPAÑOLES


"El papa Francisco insta a una rebelión contra el capitalismo”

23 jul 2015 07:51 GMT

REUTERS/ALESANDRO BIANCHI

El papa Francisco está fomentando la desobediencia social, llevando a una rebelión de las masas contra los superricos capitalistas, asegura el periodista Paul Farrel.


·         En su artículo para MarketWatch el columnista analiza el discurso del Sumo Pontífice en Bolivia del pasado 9 de julio.
"El reciente viaje de Francisco a América del Sur reveló un obvio mensaje socialista y anticapitalista  que insta a un cambio estructural de la economía global que atenta contra el proyecto de Jesús", escribe Farrel. 
Dicha conclusión del periodista se basa en los argumentos del papa presentados a continuación. 
Tierra, techo y trabajo son "derechos sagrados"
Todas las personas tienen el derecho otorgado por Dios a un trabajo, a la posesión de tierra y a una vivienda, según la probablemente más audaz declaración del papa Francisco.
Por supuesto, no son promesas ni objetivos de los sistemas económicos actuales de EE.UU. y otras partes del mundo.
Tampoco están dentro de la enseñanza tradicional de la Iglesia católica, que aunque aboga por un trabajo digno, no lo declara un derecho otorgado por Dios, señala el periodista.
La gente, y no el beneficio, debe ser el foco de la economía global
Tildando el capitalismo no controlado como "dictadura sutil" y "estiércol del diablo", Francisco sostiene que cuando gobierna "la ambición desenfrenada de dinero", el "servicio para el bien común queda relegado".
"Digamos '¡No!' a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye a la Madre Tierra", insta el papa Francisco
Miles de millones ya no pueden esperar más los cambios
Refiriéndose a las injusticias económicas el papa dijo que "el tiempo parece que se estuviera agotando; no alcanzó el pelearnos entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra casa".
El papa moviliza a la gente: "digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras". 
El cambio empieza desde abajo
El papa subraya que los cambios estructurales no llegan "porque se impuso tal o cual opción política".
Los cambios desde abajo funcionan, dijo, porque vivir "cada día, empapados, en el nudo de la tormenta humana" conmueve y mueve.
Obligación moral, un mandamiento
"La distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral. Para los cristianos, la carga es aún más fuerte: es un mandamiento. Se trata de devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece", recuerda Francisco.
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PRÓXIMAS ELECCIONES GENERALES. O HACEMOS O NOS HACEN


 NO ES TIEMPO DE COBARDES

Lidia Falcón
Sociología Crítica
25.07.2015

Los convulsos momentos que estamos viviendo exigen que los pueblos y los dirigentes revolucionarios se hallen a la altura de las circunstancias. El triunfo del capital tras la derrota de la Unión Soviética significó, como no podía ser menos, la derrota de los trabajadores y de las mujeres. Alzándose con la victoria sobre las luchas sociales, el capitalismo ha impuesto durante este último cuarto de siglo las condiciones más onerosas para la clase obrera, para los intelectuales, para las pequeñas empresas y los llamados autónomos, que son esclavos de las grandes corporaciones. Las mujeres hemos mantenido la mayoría de nuestras conquistas legales, pero desde el punto vista laboral y social estamos aún más explotadas que los hombres.

Ese era el plan previsto por el capital financiero, industrial y militar para acabar con las rebeliones, huelgas y organizaciones laborales que habían alcanzado algunos éxitos en el siglo XX, como describí y analicé en mi libro Trabajadores del Mundo, ¡rendíos!, que publiqué en 1994; es decir, mucho antes de que otros sociólogos y politólogas hicieran sus denuncias. Pero como siempre sucede a los y las precursoras, nadie me hizo caso. Hoy es un clamor multitudinario en las clases trabajadoras. Y hoy parecen haber superado el conformismo y el sueño de la abundancia con que les doparon y en el que sestearon durante un cuarto de siglo, ante los efectos devastadores de la derrota en la sempiterna guerra entre el capital y el trabajo.

Varios sectores ciudadanos se han organizado para intentar ganar la batalla a los partidos de derecha que gobiernan como un eficaz Consejo de Administración del capital, según expresaba tan clara y sucintamente Marx. Así se han tomado algunas trincheras, como ya comentaba en mi anterior artículo (La ciudadanía ha ganado, pero pueden perder), pero que nadie se engañe, no se han conquistado las grandes plazas. Dentro de cuatro meses se dirime el Gobierno central, y únicamente agrupándonos todos en la lucha final tendremos alguna posibilidad de que gobierne la izquierda.

Y digo conscientemente la izquierda, porque todos los programas progresistas son de izquierdas aunque haya formaciones políticas que le tengan pánico a la palabra. Pánico que están inoculando a la propia gente a la que quieren conquistar, y que solo ahora, en esta extraña etapa de nuestra historia, parece –eso por otra parte está por demostrar– que le tiene miedo a la “izquierda”. Ni en nuestra experiencia histórica, con la proclamación de la II República, consecuencia de la victoria de los partidos republicanos en los comicios municipales, ni cuando el Frente Popular ganó las elecciones de 1936, el pueblo español se atemorizó ante el calificativo de izquierda que se contraponía al poder caciquil, reaccionario y explotador de la derecha. Como hoy, aunque dispongamos de televisión e Internet. Y en realidad el electorado español ha votado a la izquierda mayoritariamente durante décadas porque identificaba al PSOE con la izquierda, cuestión esta de la que presumía el propio partido. Es famosa la frase de Alfonso Guerra de que “a la izquierda del PSOE no hay nada”, para desprestigiar y hundir a Izquierda Unida.

Las fuerzas y organizaciones progresistas no deben repudiar el término izquierda atacadas por el miedo de perder las elecciones, miedo que sienten más los dirigentes que las bases y que están contagiando a los sectores populares más pusilánimes. Veamos como Syriza se denomina frente de izquierda, como tanto el Partido Socialista francés, el portugués y el español se reivindican de izquierda.

Ese ridículo temor que muestran repetidamente los líderes de Podemos a ser identificados como de izquierdas, que no sé si encubre en realidad únicamente la obsesión de ser diferentes a IU para que no compita con ellos, y que parece estar contagiándose a la propia IU con esa participación en un magma que llaman Ahora en Común, y que pretenden que sea la Unión Popular que tantas reclamamos, no dará buenos rendimientos.

Primero porque ni Iglesias ni los de Ahora en Común engañarán a la burguesía ni a los sectores reaccionarios encubriéndose bajo mantras tales como que “no somos ni de izquierda ni de derechas” ni tampoco hablando de las Mareas Ciudadanas para no mencionar el maldito nombre de Frente Popular. No hay más que oír a los comentaristas televisivos y leer los editoriales de la prensa del régimen para saber que la campaña de la derecha está basada en asustar a la ciudadanía con la venida del coco de la izquierda representada en Podemos, IU y las coaliciones ciudadanas. Como le pasó a Santiago Carrillo cuando invirtió todo su caudal político, su tiempo y sus esfuerzos en convencer a la burguesía de que los comunistas eran buenos, sin conseguirlo.

Pero además, los dirigentes de Podemos y de los otros partidos coaligados no conocen a sus electores. A estos no les importa que sean de izquierda, por el contrario, son fervorosos seguidores de ella y se lo reclaman. El PSOE perdió las elecciones cuando dejó de serlo. En su casa, sin manifestarse, hay miles de comunistas, republicanos y socialistas que han dejado de votar decepcionados y frustrados porque sus partidos se han portado como los de derechas. Y también miles de mujeres se abstienen en las elecciones porque nadie les presenta un programa feminista. No hay más que seguir los comentarios, denuncias y quejas que se vierten diariamente en las redes sociales.

Que no se crean esos Maquiavelos de vía estrecha que con sus astucias, ocultaciones y mistificaciones están ganando votantes. No les pido firmezas ideológicas ni sensibilidades sociales y feministas ni que sean compasivos. Solo les requiero para que hagan un ejercicio de oportunismo electoral, que es lo que en realidad persiguen, enterándose de los verdaderos sentimientos y anhelos de las mujeres y de los trabajadores que pretenden que les voten. No reivindicar la República, ni la anulación de los acuerdos con la Iglesia para instaurar un Estado laico, ni denunciar el expolio de la OTAN no les atraerá más votos de los católicos integristas que quieren que el aborto se prohíba en todo caso ni de los que creen que Syriza y las Mareas y los dirigentes de Podemos o Queremos o Comemos –han puesto esos nombres porque creen que no están comprometidos– van a traer a España el caos de la Venezuela bolivariana. Esas estrategias que se creen tan inteligentes no le han proporcionado a Podemos más que el 14% de los votos, y les quitará, a ellos y a los que los imiten, los de tantos que exigimos una verdadera política de izquierda.

Pero es cierto que estamos en el momento adecuado para que las fuerzas de varias izquierdas ganen a la derecha, siempre que vayamos unidas, siempre que las electoras y los electores tengan una sola papeleta que oponer a la de los PSOEs y PPs y Ciudadanos, organizadores y administradores del sistema en el que estamos hundidos. Si Podemos y otros no lo entienden así, en diciembre veremos una vez más perdidas nuestras esperanzas. La gente está ávida de oír declaraciones sinceras y directas, de que les prometan proyectos de transformación del país, sin matizaciones, vacilaciones, mistificaciones ni eufemismos. No quieren reformas ni cambios ni recambios, quieren la ruptura que no se ha hecho en España por miedo, que es la línea roja que atraviesa la historia nuestra desde hace tres cuartos de siglo.

Estoy segura de que un discurso republicano, laico, antimilitarista y feminista tendría mucho más éxito que esos balbuceos sinuosos y populacheros con los que nos obsequian cada día los candidatos y bastantes candidatas de mareas y olas y playas y paseos. Porque en realidad al pueblo le gustan los dirigentes valientes. Tenemos que salir con fuerza, con seguridad, con convicción a defender nuestros principios y nuestros programas, porque este no es tiempo de cobardes.

Bustarviejo, 13 de julio 2015.

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sábado, 25 de julio de 2015

MORON DE LA FRONTERA, ¿DESTRUIRÁN LOS RUSOS MORÓN DE LA FRONTERA, ANDALUCÍA, PARTE DE ESPAÑA O ESPAÑA ENTERA?

La noticia que sigue más abajo bien podría ser falsa y haberse dado a conocer para meternos el miedo en el cuerpo. A mi personalmente me da igual leche que caldo de teta. Tan  cínicos, ladrones, embusteros, bestias salvajes insensibles y criminales, me parecen los dirigentes rusos, como los americanos, como los europeos,  los servidores de la Merkel en la Moncloa, el moro Juanito que ha comprado el 10% del Corte Inglés o su prima Juana que lleva la piedra en la chilaba.
Sólo el hecho de que aparezca esta noticia, verdadera o falsa, debería ser motivo para que mañana mismo el Cabo Comandante Jefe del Cuartelillo de la Guardia Civil del pueblo más cercano a la Moncola, debería detener a Rajoy y a todos los parlamentarios que han votado en el Congreso a favor de que el ejército americano se quede de forma permanente en Morón de la Frontera, Como Obama por España, porque eso, tarde o temprano son muertos seguros, y hasta es probable que los pudiera haber de también entre los que han votado al PP o al PSOE y entre los parados que no hayan trabajado en la Base Aérea Española (con permiso de los americanos y sin quererles ofender en absoluto no sea que se vayan a ofender).
Y una vez detenidos y con todas las garantías jurídicas, pero atados con una cuerda por el tobillo a la reja del juzgado para que nadie se pueda escapar, que expliquen que interés mío están defendiendo cuando ya a los rusos (ni a las rusas), sin que yo les haya dicho ni mús, están amenazándome (verdad o mentira) con dejarme más seco que un bacalao.
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Desclasificado: Principales blancos de ataque nuclear de respuesta rusa en Europa
21 jul 2015


AFP/JANEK SKARZYNSKI
El excomandante de la Tropa de Misiles Estratégicos de Rusia, Viktor Yesin, desclasificó blancos prioritarios de misiles rusos en caso de un ataque estadounidense contra el país.

Por ejemplo, lo primero que se reducirá a cenizas será la base de defensa antimisiles estadounidense en la costa de Rumania, señaló coronel-general Viktor Yesin, excomandante de 'misiles del Juicio Final' rusos y consejero del comandante actual.
"Este año se pondrá en servicio la instalación del sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos en la base rumana de Deveselu, al oeste de Bucarest" que naturalmente engrosará la lista de "objetivos de primera prioridad en caso de una agresión contra Rusia," señaló.
"Cualquier instalación militar del sistema de defensa antimisiles global será objetivo principal de respuesta por parte de la Federación de Rusia en el curso de una agresión en contra del país," dijo el militar teniendo en cuenta el hecho de que Estados Unidos se niega a dar garantías de que la defensa antimisiles europea no está apuntado contra Rusia y tiene posibilidad de interceptar misiles balísticos intercontinentales rusos, informaRIA Novosti.

Cualquier instalación militar del sistema de defensa antimisiles global será objetivo principal de respuesta por parte de la Federación de Rusia
El tema del despliegue del sistema de defensa antimisiles en Europa bajo el pretexto de ser una medida de protección contra el peligro generado por misiles iraníes se ha convertido en los últimos años en uno de los problemas más graves en las relaciones entre EE.UU. y Rusia. Estados Unidos alega que el escudo antimisiles no estará dirigido contra Rusia, pero se niega a dar garantías de ello.

Como consecuencia de esto el mayor temor entre los países europeos de la OTAN se convirtió en realidad: Rusia declaró oficialmente que desplegará misiles Iskander-M en el corazón de Europa, en el enclave ruso de Kaliningrado. Según los expertos militares, además de que estos misiles son imposibles de ser interceptados, pueden portar ojivas nucleares con gran precisión. En otras palabras, representan una amenaza mortal para las bases militares que albergan los sistemas antimisiles estadounidenses.

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GRECIA. LO QUE NOS PASARÁ A LOS ESPAÑOLES SI ESPERAMOS A QUE LOS LIDERES ALUMBREN LAS IDEAS


Grecia

Acuerdo neocolonial y punto de bifurcación en Siryza
2/2

24.07.2015

Por el otro, que la clave pasaba por imprimir a la Europa del pacto social, un programa de reformas progresivas, democráticas, basada en instituciones representativas posnacionales, democracias ampliadas, control ciudadano y transparencia, fundada en los valores de la solidaridad. Frente a una derecha soberanista, reluctante de los valores universales, nostálgica del Estado schmidtiano, chovinista, xenófoba, que consideraba al Estado nación como la única entidad colectiva con capacidad de ejercer soberanía e identidad colectiva, la izquierda europea, en su gran mayoría, se embarcó casi por instinto en este camino, aceptando la convergencia europea y su Constitución. 

Pero la deliberación democrática igualitaria estaba plagada, como lo acabamos de presenciar, de deficiencias estructurales. Ni la deliberación estuvo libre de coacciones comunicativas, ni todos estuvieron en la misma posición para dar opinión libre ni tuvieron las mismas oportunidades de darse a entender. Pero esta visión procedimental, normativa, ocultaba las auténticas relaciones de poder y con ella despolitizaba, como lo denunció Chantal Mouffe, los antagonismos políticos que están en la raíz de la subjetividad democrática. Efectivamente, el consenso tecnoburocrático naturalizó las desigualdades de poder bajo el manto igualitario del libre mercado y las instituciones técnicas que debían regular la participación en él. Este consenso implicó el dominio antidemocrático de la tecnicatura de Bruselas y en la crisis griega se reveló, para una porción considerable de la población, la desconexión constitutiva entre consenso liberal y democracia, y reabrió el campo de la política nuevamente. 

Grecia reintrodujo el campo de las opciones democráticas convocando al referéndum, y al hacerlo rompió el consenso despolitizante de la burocracia, que institucionaliza la dictadura de los mercados. Vaciada de opciones alternativas, la democracia política se hizo cada vez más insustancial cuanto más se la invocó. El éxito del Frente Nacional o los nacionalistas británicos e italianos, radica en haber reintroducido opciones políticas frente al consenso liberal de la coalición liberal-socialdemócrata, un consenso de élites para asegurar la gobernanza europea del libre mercado. Syriza había arrebatado a la derecha demagógica las banderas democráticas de la soberanía popular, y por primera vez en décadas, quizá desde la revolución portuguesa del 74, la izquierda pudo constituirse en alternativa de poder, marcando un camino de confrontación a la persistente des-democratización operada durante décadas por el social-liberalismo. 

Pero el referéndum, que marcaba un punto de inflexión y abría la posibilidad de pensar otra Europa, de marcar alternativas a la dictadura neoliberal de las finanzas, esa posibilidad se derrumbó en menos de 48 hs, cuando el Primer Ministro Alexis Tsipras se desdijo y sostuvo que fuera del euro no había opciones. Así las cosas, el referéndum no sólo no constituyó un cambio de opción sino que remarcó la claudicación del ejecutivo. 

La gran pregunta que se hacen todos es ¿por qué? ¿Por qué con semejante apoyo popular el primer gobierno de izquierda, sostenido en un triunfo popular arrasador, decidió retroceder firmando un memorándum peor que el anterior? Dejando de lado las explicaciones psicologistas, dos parecen ser los factores que podrían dar pistas de semejante desbarranque. Por un lado, la presión interna en favor de permanecer dentro del euro. Tsipras convenció a buena parte de la población de votar No con la promesa de que servía para negociar mejor, no para retirarse. A pesar de las posiciones de la Plataforma de Izquierda, todo el programa de Siryza, empezando por el programa electoral de Tesalónica, se basó en la ilusión de que podía ser compatible con la zona euro, es decir, que se trataba de un programa y luego, una negociación al interior de un ámbito considerado natural e inexorable. Esta ambigüedad respecto a dejar de lado la austeridad pero no romper con la UE, podía entenderse como una concesión momentánea al consenso mayoritario, pero que debía ser superado en cuanto se demostrara, como se demostró en cinco meses de negociación, que eran incompatibles económica y políticamente. Este consenso puede explicarse por el recuerdo de los padecimientos de posguerra, la inflación y el mercado negro, el sentimiento de pertenecer a occidente en la frontera con el mundo eslavo y el mundo musulmán, una promesa de modernidad y progreso e incluso por la sensación de riqueza de los primeros años del euro, desde 2002 hasta 2008. Hasta la postura contemporizadora de Obama y el FMI ante la dureza alemana les había hecho creer que, finalmente, podía arribarse a un acuerdo. Pero la negativa final de Merkel, que ofreció una salida acordada el euro por cinco años, descalabró todas las hipótesis e hizo enmudecer a la parte griega.

El arte de una política transformadora no es sólo reflejar el estado de ánimo o montarse sobre la opinión pública sino también y sobre todo moldearla, construir nuevas relaciones de fuerza y nuevas percepciones. Naturalmente, Tsipras no quiso tampoco cargar con el severo ajuste sobre los ahorros en euros de la población, pues una moneda débil hubiera inevitablemente licuado activos y tenencias. La formación de una nueva moneda devaluada implicaba una parálisis de por lo menos dos años, que la oposición cargaría en los hombros de Siryza. Pero era la única forma de emprender la transición hacia otra experiencia radicalmente distinta al austericidio ofrecido por el Eurogrupo. Implicaba, una transformación severa del cuadro precedente, incluido su política exterior, el default y no pago de la deuda y probablemente la nacionalización del sistema bancario, además del control de capitales y la regulación industrial. Tsipras se negó a contemplan el “plan B” de emisión de derechos de pago para suplir la bancarrota del euro. 

Pero es en los momentos decisivos donde se requieren liderazgos claros y con sentido histórico. Es verdad que Grecia estuvo prácticamente sola ante los restantes 18 países del Eurogrupo, pero no lo estaba menos Hugo Chávez cuando denunció “olor a azufre” en las Naciones Unidas y se transformó, pocos años después, en la vanguardia de una política exterior independiente en América latina. También podemos mencionar a Ecuador cuando auditó su deuda y aplicó una quita del 70%, o la nacionalización de los hidrocarburos y la expulsión del embajador norteamericano en Bolivia y también el planteo firme de Argentina ante el chantaje de los fondos buitres. La firma del memorándum por el gobierno de Tsipras implica una enorme frustración adicional, porque implicó una reversión del referéndum que iba en el sentido esperado. 

La disputa no está concluida, pues habrá que ver la resistencia que genere la aplicación concreta de las medidas de ajuste, y qué fenómenos políticos se derivarán de esa dinámica de confrontación. Pero está claro que una experiencia y un ciclo han terminado, con la peor de las derrotas, que es la claudicación antes de que finalice la batalla y cuando esta podía ganarse. Los movimientos democráticos y la izquierda en Europa han sufrido una importante derrota. Habrá un proceso de reorganización y continuación de muchas batallas pendientes. En particular al interior de Siryza. Cuanto más abajo se va, más rechazo genera el acuerdo, demostrando el espíritu de lucha de la base militante. Mientras que sólo cuatro ministros o vice ministros han rechazado el acuerdo y han sido reemplazados, 32 parlamentarios de Siryza, la Plataforma de Izquierda en su conjunto, han dicho no, mientras que en Comité Central 109 miembros, más del 50%, han rechazado el memorándum. Si se hiciese un Congreso partidario, algo que el gabinete rechazará por todos los medios, esta cifra ascendería incluso más. Gremios como el de los funcionarios públicos, dirigidos por miembros sindicales de Siryza, se han lanzado a conflictos contra el acuerdo. La Plataforma de Izquierda se ha transformado en el eje articulador de la oposición al entendimiento. Esto es así pues el Partido Comunista de Grecia, que llamó a impugnar el voto en el referéndum y le ha dado la espalda al proceso más rico de recomposición de la izquierda desde los años 70, es incapaz de capitalizar la crisis al interior del partido de gobierno.

Sin embargo, la claudicación de Tsipras ha dado aire a diversas corrientes sectarias, tan fuertes en Grecia como en Argentina, que se jactan de no haber “caído en las ilusiones” de Siryza o que ya “habían anticipado” el desenlace, encontrando el fundamento de la derrota en la estrategia equivocada de construir “formaciones anticapitalistas amplias” en vez de “partidos revolucionarios”. La “anticipación”, en política, es una contradicción en los términos. No había ninguna fatalidad, no estaba escrito en ningún lado que Tsipras daría marcha atrás del referéndum en 48 hs y con el 62% de apoyo. No estaba ni en la naturaleza social de Siryza ni en ningún otro fundamento ontológico. Los escépticos, lo eran mucho antes y no tenían entre sus hipótesis la posibilidad misma del referéndum.

Como lo dijimos más arriba, hubo formaciones y líderes valientes, como Chávez, que no provenían de un partido revolucionario. Se trata, una vez más, de dinámicas políticas, de luchas abiertas, de una historia por hacer y no ya trazada en el ADN “de clase” de ninguna formación. Ideas de este tipo han repetido esta letanía ante cualquier proceso popular no conducido por ellos mismos. Estaba sí, dentro de las posibilidades, puesto que Alexis Tsipras siempre rechazó la acusación de querer salirse del euro. Se trataba de una apuesta y una lucha política al interior de la única formación de izquierda que logró transformarse en vehículo de aspiraciones y expectativas de millones de griegos, aunque no fuese un partido revolucionario puro y conviviesen en él sectores heterogéneos. Hablando en términos de probabilidades, eran mucho mayores que surgieran fenómenos progresivos, luchas vivas, en el seno de Siryza que de los grupos sectarios o del PKK, perdido como está hace ya tiempo en su propio mundo. Lo confirma la Plataforma de Izquierda, hoy en el corazón de la lucha contra la austeridad en el nervio central del proceso político.

Como dijo Marx, el movimiento real vale más que mil programas. Este proverbio hoy, luego de la crisis del socialismo real, en un continente donde no hay ninguna situación revolucionaria ni mucho menos, al revés, donde la derecha levanta cabeza y la clase trabajadora no da muchas muestras de resistencia, en fin, hoy, ese proverbio tiene más actualidad que nunca. ¿Quiere decir que no valen los programas? No, al revés, sólo desde el movimiento real pueden surgir los auténticos programas revolucionarios, es decir, populares, y no las recetas repetidas de memoria que valen para todo momento y lugar. Como lo revela la complejidad de la situación europea, el desafío de pensar estratégicamente la relación entre internacionalismo práctico, soberanía nacional e intereses populares, no es apta para formulismos que se cortan y pegan. En definitiva, tal como lo han formulado las corrientes críticas al interior de Siryza, sólo desde el corazón del proceso político que cristalizó en Siryza se podía y se debía intervenir, aprender, aportar e instalar una agenda anti-capitalista en una Europa que se está revelando más conservadora de lo que se creía. Sólo desde allí podía intentar resolverse la contradicción entre eurofilia y austerofobia. Un dilema que sigue abierto y que tendrá nuevos capítulos, en Grecia y fuera de ella. El plan es inviable. En las puertas de su fracaso se reabrirán los interrogantes sobre los beneficios de la Europa hiper capitalista. Mientras tanto, los trabajadores resistirán ajustes, cierres y privatizaciones. Habrá nuevos temblores políticos y batallas parlamentarias. Nuevos capítulos de una trama abierta y en disputa. No apta para los festejadores de fracasos y devoradores de migajas. 

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viernes, 24 de julio de 2015

GRECIA. LO QUE NOS PASARÁ A LOS ESPAÑOLES SI ESPERAMOS A QUE LOS "LIDERES" ALUMBREN LAS IDEAS


Grecia

Acuerdo neocolonial y punto de bifurcación en Siryza

1/2

24.07.2015


Está hecho. No hay vuelta atrás. Alexis Tsipras logró que el parlamento apruebe el catálogo de imposiciones europeas denominado “acuerdo”. Es un rosario de imposiciones que la revista alemana Der Spiegel llamó un “catálogo de crueldades”. El parlamento griego, con el voto de toda la oposición y la división del bloque de Siryza, lo confirmaron y se aprestan a votar el segundo paquete de leyes. El memorándum es peor que el enviado por la troika y que fuera sometido a referéndum. Además de las políticas de ajuste sobre pensiones, salarios, IVA y restricción fiscal, se suma un fondo de privatizaciones que será directamente controlado por la CE y la revisión de toda la legislación laboral. Pero la política borbónica neocolonial europea agregó ahora la exigencia de que el ejecutivo envíe a Bruselas cualquier proyecto legislativo antes de enviarlo al parlamento en Atenas. El segundo paquete contempla la pérdida de vivienda para los que se retrasen en el pago de los intereses. Se trata de un estatuto de tutelaje. Grecia está obligada ahora a revisar lo que sus instituciones representativas han votado en estos últimos cinco meses. Eso obvio que estas medidas no sacarán a Grecia de la crisis, ni lograrán recuperar su inversión, ni mejorarán la ratio de PBI/ deuda. En esto hay que ahorrar palabras. Lo dijo el mismo FMI, el acuerdo es económicamente inviable. Sólo hace más tortuoso, sacrificial, el camino al default. A cambio, se ha prometido alguna hipotética y futura reestructuración de la deuda, que no contempla ninguna quita sustancial.

El memorándum representa un castigo ejemplar para quienes osaron convocar a un referéndum y someter a veredicto popular las imposiciones de la troika. También evitar el contagio de una experiencia que ponía en cuestión los fundamentos político-económicos de la Unión Europea: una moneda fuerte, superávits fiscales, contención del costo laboral, y la dominancia de la tecnoburocracia de Bruselas sobre las instancias democráticas electivas, en definitiva, de una Europa confeccionada a la medida de las grandes economías y el capital financiero concentrado. Se castiga y se humilla a la más importante experiencia de la izquierda europea que nació y ganó el apoyo popular sobre la base de un programa de recuperación social y anti-austeridad que contradecía las directivas europeas.

Alemania cumplió un papel central en el desenlace de la crisis. Se ha dicho que Merkel, Schäuble e incluso el vice canciller socialdemócrata Gabriel, en dos días y medio han dilapidado la imagen de una Alemania cosmopolita, amigable con el ambiente y la diversidad, y de una sensibilidad pos nacional, que habían construido durante los últimos 25 años. O como lo dijeron Anthony Faiola y Stephanie Kirchner en el Washington Post del 17 de julio, la Alemania moderna perdía en horas el perfil que se había moldeado durante años de ser el abanderado del pacifismo mundial y artífices de un semillero de la cultura juvenil progresista. Sometida a una crisis europea que ya lleva 5 años y de la que se dice que es la peor desde la crisis de los años 20, decidió actuar de manera disciplinar, abandonando toda pretensión hegemónica. Lo que se quebró fue la frágil imagen que el europeísmo democratizante había instalado en el sentido común europeo y quizá mundial. Una Europa que, más allá de fracasos o dificultades, avanzaba hacia la confluencia sobre la base de los valores universales. Ahora está claro para todos, en primer lugar para la periferia europea, que los pilares de la Europa neoliberal no se negocian. La disciplina monetaria, el sometimiento a Bruselas, son el abc del consenso disciplinar, que ya no coquetea con la Europa social ni la solidaridad. Las medidas antinmigración adoptadas luego de la crisis de los últimos meses son su complemento perfecto. Abandonando toda pretensión hegemónica, que requeriría una capacidad de integración social, un walfare state europeo con el que se ilusionaban las mejores mentes del europeísmo, el ideario político de la Europa con la que se soñó después de la pesadilla nazi, esa Europa, que había muerto ya desde el origen, está hoy de manera palpable, sin rodeos, definitivamente enterrada. Europa, desnuda en su despotismo, aunque se alzó con una victoria que se le escapaba es, a largo plazo, más frágil, más débil que ayer.

Pero no hay que caer en la demonización nacional o el chovinismo inverso contra el pueblo alemán. No se trata del nazismo redivivo ni de la esencia imperial de un pueblo, sino de una lógica de dominancia política por parte de la clase capitalista europea. Merkel encontró a los más fervientes aliados en las pequeñas repúblicas como las del Báltico o Eslovenia, cuyas clases dominantes han jugado su suerte a la empresa europea y de ella depende su legitimidad. Tampoco resulta probable la reedición de aquel malestar germano de entreguerras, sometida, encajonada por siglos a la presión cultural de los eslavos por el este y el mundo latino por el oeste. Se trataba, como lo retrató tan bien Norbert Elías, de un sentimiento defensivo que alimentó la demagogia guerrerista por el espacio vital alemán. Nada de esto ocurre hoy en día. Alemania nunca se había beneficiado tanto de una integración monetaria hecha a la medida de sus intereses, es decir, de los intereses capitalistas de sus grandes empresas. No lucha por ampliar un espacio, sino por preservarlo. Repartido el poder entre la potencia de la economía alemana, las finanzas británicas que están hoy un paso más lejos del euro que ayer, y la primacía militar francesa, la “gobernanza” europea no deja de sostenerse en un equilibrado reparto y negociación que la hace más vulnerable e incoherente, aunque no menos agresiva. La crisis griega aceleró todos los tiempos y sometió a prueba la más ambiciosa iniciativa “posnacional”. Entre las ilusiones europeístas y la realidad prosaica del ajuste y los diktat del Eurogrupo, no hay más margen de acción. No hay espacio para la convivencia entre la democracia y soberanía popular de un lado, y el manejo monetarista de sus instituciones, por el otro. Se terminó la ilusión. Y su más palpable evidencia radica en la integración a las coaliciones de gobierno a la socialdemocracia, que en el caso teutón, se ha revelado tanto o más agresiva que los conservadores. 

El sueño europeísta había adquirido peso social e intelectual sobre el cual se edificó la gran ilusión. Habermas, uno de sus más grandes teóricos liberal-progresistas, sostuvo hace unos días que la crisis se fundaba en causas económicas y políticas, una crisis bancaria por la condición heterogénea y sub-óptima en la composición de la moneda. Sin finanzas y políticas económicas comunes, lo países miembros, pseudo-soberanos continuarán por caminos distintos en lo que hace a la productividad. Una tensión que no podría durar mucho tiempo. Efectivamente, Grecia, igual que los restantes países de la periferia europea, abrazó una moneda fuerte con la que deterioró su competitividad y profundizó el déficit de su balanza de pagos. El bache sólo podía financiarse con deuda, algo que los bancos estuvieron encantados en ofrecer a tasas bajas cuando el casino de las sub primes estaba en pleno auge. Pero cuando en 2008 la fiesta concluía, la deuda se había vuelto inmanejable. El Eurogrupo se constituyó entonces en el salvador de esos bancos, recomprando la deuda y transfiriéndola a los estados miembros, a cuyas poblaciones se machacó con la propaganda acerca del carácter perezoso de los pueblos sureños. Mientras el déficit de la balanza crecía y con ella la deuda, la competitividad de la economía cumplía el ciclo inverso, pues la moneda fuerte debilitó su industria local, y fomentó las importaciones libres desde los países más productivos. El resultado fue una economía más débil y más incapaz de pagar sus deudas, con exportaciones declinantes y un mercado interno que sólo podía sostenerse con más endeudamiento. La esencia contradictoria de la zona euro radica justamente en que sin que las regiones superavitarias y de mayor competitividad subsidien a las regiones deficitarias y de menor productividad (como hace cualquier estado nacional soberano entre sus diversa regiones), la confluencia monetaria, y desde luego económica y política, será una ficción. 

Pero es justamente esta imposibilidad por parte de la clase capitalista y sus instituciones -basadas en el lucro y no en la solidaridad- de sostener a las economías más débiles, la que hace de estas el eslabón débil de la cadena, obligada a la apertura de su economía, la pérdida de su industria y el inevitable e imparable endeudamiento. El europeísmo no era ingenuo respecto a esta tendencia, pero creyó, por un lado, que este proceso era inevitable (presión del mercado globalizado, pérdida capacidad de acción y de soberanía, hibridación cultural, mestizaje social producto de la creciente inmigración, etc.) y al que ya no se le podía oponer un nacionalismo defensivo incapaz de responder a los nuevos fenómenos. 


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MARIANO RAJOY BUSCA PARADOS DE MEJOR CALIDAD: TRABAJADORES QUE TRABAJEN SIN COBRAR


Los datos del paro que oculta Rajoy

Hay 1.045.000 personas más sin empleo que cuando Rajoy llegó al Gobierno y hay medio millón más de parados de larga duración con un contexto económico mucho más favorable


ANGÉLICA RUBIO
ELPLURAL.COM
|23/07/2015

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vendido a bombo y platillo con evidente satisfacción son buenos. Vaya eso por delante, porque no ser sectario implica reconocer que en el último año se hayan creado medio millón de puestos de trabajo es bueno para el país y, por encima de todo, para los parados que ya no lo están. Pero ocultar datos de la EPA y ocultar, como hacen Rajoy y el PP, que el empleo creado es temporal, precario y mal pagado es sectarismo (por no decir mentir). Ocultar que se venden como maravillosos datos que en noviembre de 2011 eran catastróficos es demagogia y populismo. Vamos a recordar datos de la EPA que oculta Rajoy y que hacen bueno a Zapatero.

Un millón de personas más sin empleo

Para empezar hay que recordar la diferencia entre los datos de la EPA y los del paro. La EPA computa las personas que buscan empleo estén o no apuntadas al paro y los datos del paro reflejan solamente los de las personas apuntadas al Servicio Público de Empleo. En Europa solo se hace la estadística de la EPA. Por tanto, y para empezar, a día de hoy hay 1.045.000 personas más sin empleo o sin prestación por desempleo que cuando Rajoy llegó al Gobierno. Concretamente hay 287.000 ocupados menos y 737.000 parados más sin prestación.


Precarización del empleo

Hay menos asalariados fijos que cuando Rajoy llegó al Gobierno, concretamente 338.000 menos, y hay 53.000 asalariados menos con contrato temporal. Hay más parados de larga duración de los que dejó Zapatero, concretamente 542.000 más. Y hay más hogares con todo sus miembros en paro, más de 1.600.000 lo que implica 36.000 más que los que heredó el PP.


Más desprotección a los parados

Como consecuencia de los recortes de Rajoy, los parados tienen menos prestación (cobran menos). El Gobierno del PP aprobó reducir a la mitad la prestación por desempleo a partir del sexto mes de paro, lo que ha provocado que haya caído 15 puntos la tasa de cobertura de desempleo y la prestación media que cobran los parados ha bajado en 140 euros al mes. ¿De esto presume Rajoy?


Y un paro juvenil de casi el 50%

Hay un drama al que Rajoy ni se refirió: el paro juvenil. Somos campeones de Europa, junto a Grecia, en paro juvenil que según la última EPA se sitúa en España en el 49,2% en el segundo trimestre del año. La tasa de paro juvenil bajó del 51,36% al 49,2%, ha bajado pero aún así presenta un nivel insostenible y dramático. En el último año el número de jóvenes en paro tan solo ha descendido en 73.400 personas, por lo que la alternativa de la mayoría de ellos sigue siendo la emigración.

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EL EURO. ¡A BUENAS HORAS, MANGAS VERDES!

HISTORIA POCO CONOCIDA DEL EURO. LA CRISIS VIENE DE LEJOS

Rebelión
Washington´s Blog
23.07.2015

Os han dicho que el euro se creó para proveer dos beneficios para Europa:

·         Unir Alemania, Francia y otros países en una situación política pacífica, para impedir repeticiones de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

·         Crear una macrozona para competir con la fuerza económica de EE.UU.

¿Entonces, cómo hemos llegado a esta… austeridad y pequeñez de espíritu, como caracterizan las sombrías expresiones del ministro alemán de Ffinanzas Wolfgang Schäuble en las negociaciones con Grecia?

Porque los alemanes no ven el euro de un modo idealista utópico para ayudar a promover la paz y la prosperidad para todas las naciones de la UE.

Al contrario, Alemania ve el euro como un camino para bajar el valor de su moneda a fin de aumentar las exportaciones. Como señala actualmente Ben Bernanke:

Alemania se ha beneficiado de tener una moneda, el euro, con un valor internacional que es significativamente menor que lo que sería el de una hipotética moneda solo alemana. Por lo tanto, la calidad de miembro de Alemania en el área del euro ha representado un importante impulso a las exportaciones alemanas, en relación con lo que serían con una moneda independiente.

Además –en una parte poco conocida de la historia– el euro en realidad se creó con intenciones muy diferentes de la paz en Europa o la competencia con EE.UU.

Específicamente este individuo –un estadounidense llamado Robert Mundell– es el padre del euro:

Mundell no tiene nada de europeo. Nacido en Canadá, Mundell enseñó en la Universidad de Chicago durante siete años y desde entonces ha enseñado en la Universidad Columbia de Nueva York durante más de 40 años.

¿Pero no creó Mundell el euro para ayudar a Europa?

No según el periodista de investigación Greg Palast de The Guardian,The Independent y la BBC, quien explicó en su libro Vulture’s Picnic:

¿Quién engendró esa cruel moneda bastarda?

Llamé a su padre, el profesor Robert Mundell . Mundell es conocido como el padre del euro. A menudo se habla del euro como un medio para unir emocional y políticamente a los europeos de la postguerra y de dar a esa Europa unida el poder económico para competir con la economía de EE.UU.

Eso es basura.

El euro se inventó en Nueva York, en la Universidad Columbia. El profesor Mundell inventó tanto el euro como la luz guía del Gobierno Thatcher-Reagan: “Economía de la Oferta” o, como George Bush Sr. la llamó acertadamente “Economía Vudú”. El vudú Reagan-Thatcher y el euro son dos caras la misma moneda. (¡Huy! Algunos juegos de palabras duelen).

Como la Dama de Hierro y el Presidente Gaga, el euro es inflexible. Es decir, una vez que te unes al euro, tu nación no puede combatir la recesión usando política fiscal o monetaria. Eso deja “reducción de salarios, restricciones fiscales (reducir puestos de trabajo estatales y prestaciones del Estado) como únicos recursos en una crisis”, explica alegremente The Wall Street Journal, así como ventas de propiedades estatales (privatizaciones).

¿Por qué el euro, profesor? El doctor Mundell me dijo que le molestaron las reglas de distribución de espacio en Italia que no le permitían colocar su cómoda donde quería en su villa de ese país. “Tienen reglas que me dicen que no puedo tener mi inodoro en esa pieza. ¿Se puede imaginar algo semejante?”

En realidad no pude. No tengo una villa italiana, por lo tanto no puedo imaginar realmente el agobio de la restricción de la ubicación de cómodas.

El euro permitirá en última instancia que coloques tu inodoro en cualquier maldito sitio que se te ocurra.

Quería decir que la única manera que permitiría al gobierno la creación de puestos de trabajo es despedir gente, reducir las prestaciones y, crucialmente, reducir las reglas y regulaciones que limitan los negocios.

Me dijo: “Sin una política fiscal, la única manera por la cual las naciones pueden mantener puestos de trabajo es mediante la reducción de reglas para los negocios”. Aparte de la ubicación de inodoros, hablaba de las leyes laborales, que aumentan los precios de plomeros, regulaciones medioambientales y, por supuesto, impuestos.

No, no lo estoy inventando. Y no estoy diciendo que el euro fue impuesto a la Madre Patria solo para que el profesor pudiera colocar su inodoro en un sitio de máximo placer. El euro está concebido como una camisa de fuerza contra regulaciones que elimine las leyes de litros por cada manipulación de la cisterna, que enjuague las restricciones de las regulaciones bancarias y todos los demás controles gubernamentales.

¿Ahora tiene un poco más de sentido la destrucción de la soberanía de Grecia?

Como señalara Palast en The Guardian:

La idea de que el euro ha “fracasado” es peligrosamente ingenua. El euro está haciendo exactamente lo que su progenitor –y los acaudalados miembros del 1 % que lo adoptaron– predijeron y planificaron que hiciera.

Para él, el euro no tenía que ver con convertir Europa en una unidad económica poderosa, unificada. Tenía que ver con Reagan y Thatcher.

Y cuando las crisis ocurren, las naciones económicamente desarmadas tienen poco que hacer fuera de eliminar totalmente las regulaciones gubernamentales, privatizar masivamente las industrias estatales, reducir los impuestos y mandar al infierno el estado del bienestar europeo.

Lejos de fracasar, el euro, que fue el engendro de Mundell, ha tenido éxito probablemente más allá de los sueños más calenturientos de su progenitor.

En otras palabras, querían que el euro impusiera en Europa una camisa de fuerza según “La doctrina del shock”, según la cual los grandes bancos están despojando a Grecia y a otros países de sus recursos públicos, depredando y saqueándolos sus recursos y riquezas naturales.

Postdata: Mundell es también el creador de la economía de la oferta… conocida también como economía de “efecto de goteo” o de “mea sobre los pobres”.

Muchos de los máximos asesores económicos de Reagan admitieron posteriormente que la economía de la oferta no ayuda a la economía. Vea esto , esto y esto. (Washington’s Blog está a favor del capitalismo de libre mercado… pero la economía de oferta es capitalismo de connivencia, no capitalismo de libre mercado).

Además –como ha advertido Martin Armstrong durante décadas– dejar que países como Grecia se unan al euro sin primero ajustar estructuralmente sus deudas, fue una receta para un desastre. Por ejemplo, cuando el euro duplicó su valor hace un par de años, la deuda de Grecia aumentó considerablemente en términos reales. Fue cuando Grecia realmente comenzó a deslizarse hacia la crisis…

Por lo tanto naciones ricas como Alemania –intencionalmente o sin intención– y las otras naciones acaudaladas establecieron desde el comienzo la base para la liquidación de activos en Grecia y otros países endeudados.

Por cierto, Armstrong y Nigel Farage (miembro del Parlamento Europeo y líder del Partido de la Independencia del Reino Unido, respectivamente) dicen: El pueblo griego nunca votó a favor de entrar al euro… les fue impuesto por Goldman Sachs y sus políticos.

Copyright © 2015 Global Research



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