viernes, 6 de noviembre de 2020

La otra vida en tiempos de la peste

 

La otra vida en tiempos de la peste


 | 05/11/2020 | Cultura

Fuentes: Rebelión

¿Olvidará Guayaquil sus esquinas macabras? Dicen: “volteemos la página”, sospecho que esta frase maldita no tendrá aceptación. ¿Voltearla sin leerla con los ojos críticos de todos los ofendidos?

Un día con la congola[1] de cobre

            Fue en la tarde desolada y silenciosa del sábado 16 de mayo, que caí en cuenta que hasta ese momento habían corrido 1680 horas de obligado encierro. Al fondo del lomerío ocurría una maravillosa masacre de luces, era fácil saberlo por las cambiantes coloraciones de las nubes y el funcionamiento ecológico de los tonos de lumbres vespertinas. Había que reconciliarse con la vida de ahí, donde estaba sentado, hasta más allá. Hasta ese horizonte utópico que a esta hora sirve para acentuar la diferencia entre economía y ecología. Un blues de otros tiempos interrumpe la satisfacción personal. El teléfono pesca Wi-FI[2] y como un plan premonitorio inicia Bad news is coming[3] , de Luther Allison, es el título de la actual verdad cantada. Coincidencia para bajonear aquello que caía sin estas ayudas. O no, solo se pone prueba el cimarrón tenaz de habitante de barrio adentro. Esta versión tiene unas 172 508 vistas. Luther, imagen fumando un porro, hace de griot[4] y suelta la oralidad cantándola. Malas noticias  golpean tu camino, la gente llena las calles como si no hubiera pasado nada. Da palmas si te sientes solo, que no quede nada igual[5]. Las malas noticias están al fondo y son de derechas, no intento bromear, mientras las izquierdas están acoquinadas sin discurso y esperando iluminaciones proféticas, ese deseo no es leninista; para nada. Es puro pesimismo porque hoy, más que en cualquier otro día, en este septuagésimo día, sabemos que el neoliberalismo volvió hablando de economía como gestión exclusiva del dinero. El dinero nunca duerme y no le afecta la peste. Al revés, se alimenta de ella para sestear en los bolsillos de un chininín de capitalistas.

El 15 de marzo del 2020

            El 15 de marzo del 2020, comenzaron los días sin fútbol y las conversaciones sobre política fueron más aburridas. En la pantalla LED, los programas de fútbol nos devuelven a conversaciones de otros tiempos. Revivir tiempos muertos con la pasión caliente y popular de los clásicos futboleros argentinos, brasileños, colombianos o ecuatorianos. Y también las noticias son leídas asépticamente por unas señoras que debieron consumir químicos preventivos, buena lectura y fría. Ese tema, el de la política, es otra peste. Los análisis, aun con los adornos de quien está devorando a placer un lomito fino, apestan. Alguien acumula culpas, primero los políticos de la República Popular asiática, después unos Gobiernos de no sé dónde que no amurallaron los territorios contagiados y después el ecuatoriano. Un inesperado día de abril se supo al detalle, con el drama de una estrenada incredulidad popular, de la gestión desastrosa de la peste y perplejos vimos los muertos guácharos en las calles de Guayaquil. La información nos alcanzaba de rebote: Gobierno y periodismo de papel y pantalla ecuatorianos habían ocultado la inmensidad tragedia. El surrealismo pintado en la punta de la nariz: todas las calamidades y toda desesperación barridas debajo de la alfombra de la indiferencia. Esta descomunal desdicha obligó a multiplicar las precauciones y ya no fue posible abrazar a nadie. Los besitos amistosos quedaron proscritos porque la separación es el aprecio verdadero, las conversas se hicieron enmascaradas como genuinos bandidos de la seguridad y la distancia fue inalcanzable para el sospechoso salivazo. El desespero causado por el bichito mató al bichito de los cariños irresponsables. Como los muertos de Guayaquil un sentimiento guácharo nos acompañó. Aún nos acompaña y es agosto.

El día de Diógenes el Cínico

            Los otros apestados por la peste fueron los políticos del alto Estado, mujeres y hombres, nadie quiso cargar con ellos y debieron sentir ese padecimiento en tierra ajena. Hace más de tres años se vendieron como mesías para todos los problemas de la gente y les creyeron. Ganaron y jamás imaginaron que iba llegar el día de los milagros. El milagro fue al revés, a la mitad de los parlamentarios lo sigue una sombra de sospechas de nadar en vainas raras. Cambie raras por corrupción pestilente. La confianza política es un bien que se busca con lámparas encendidas en la plenitud luminosa de estos días. Diógenes el Cínico es una súper star en las ciudades americanas, no en todas, desde luego. La confianza popular, sin los óleos adjetivados, está arruinada. No hay confianza propia ni en lo propio, porque los desengaños son abundantes y de todos los tamaños. Los únicos confiables son los artistas, pero son los más jodidos este tiempo de peste cifrada como Covid-19.  Todavía la confianza en ellos no ha sido infectada ni siquiera por el virus del estorbo. Son ellos, mujeres y hombres, que nos permiten escuchar los ruidos tenues del tiempo que pasa. Y no suena como reloj de hace años, tic-tac-tic-tac, sino como el silencio de las dolientes pérdidas nuestras.

El 17 de marzo del 2020: sentimiento de irrealidad

            El 17 de marzo de 2020, comenzó en el encierro ciudadano decretado por el Gobierno ecuatoriano, fue como un otoño del patriarca  en otro siglo y con personajes similares, con un presidente que debía sentirse más solo que la mano izquierda[6], porque estaba a cargo de un Gobierno no por su voluntad, sino por unas elecciones ganadas al ventarrón de simpatías de uno de los liderazgos más peleón y efectivo en la historia de la República. Hubo ese sentimiento de irrealidad[7] aunque más al filo de la desesperación de la gente, porque las narrativas de la crisis económicas resulto un torneo desaforado de cifras para jamás ponerse de acuerdo, al final les creyeron quienes querían creer y el resto se desentendió del automatismo gubernamental hasta el día después del 17 de marzo. Una sensación de orfandad correteó por los barrios y literalmente las autoridades no sabían qué decir y peor qué hacer. En las semanas de marzo y abril culminó el síntoma y se confirmó la sospecha: el Gobierno ecuatoriano atendía a todas las brújulas para llegar a ninguna parte. Los comunicados gubernamentales de salubridad eran tan contradictorios que parecían unos malísimos y desesperantes cuentos de la cripta. Fue el aletear de la mariposa que causaría el caos que enredó en un trágico bucle a un mal Gobierno, a una corrupción hospitalaria y a una crisis política terminal. Al final decenas de miles de fallecidos por la peste. ¿Cuál es el costo en vidas unas pestes laberínticas?

Aguas cortas, aguas largas, aé, aé, aé.  

            Si alguien llega a Quito y pregunta, ¿dónde está Esmeraldas? La respuesta será: por allá. Un lugar hacia el mar y a orillas del mar. No solo es el mar también son los ríos y están las lluvias sin estación climática que cargan humedad el aire. El agua es una constante cultural. Hay aguas largas y aguas cortas como songs of labour, músicas afropacíficas. Para la fecha en que el Gobierno mandó a parar la mayoría del comercio, apenas se habían ubicado dos casos de contagios con Covid-19 fue cuando la ciudad se metió casa adentro. Desolación urbana y temprana, el halo de preocupación por las conversaciones y las arrebatadas dispersiones por una simple moqueada. En fin. Las calles se vaciaron de golpe y el raro sentido de soledad que pertenece a los domingos vespertinos nos alcanzó un miércoles o un viernes, había que sobrellevar aquello con la extrañeza de habitante de una novela real. De El otoño u otra con las mismas propiedades  mágico-reales de nuestros ecosistemas. De las esquinas se borraron los charlatanes de feria y promesas de apocalipsis, para aparecer en las redes sociales y contarnos el cuento de curas prodigiosas, para explicarnos unas alquimias que jamás serán o asustarnos con el cabreo de Dios (dizque en ese rato saboreando las desgracias de la gente por las ofensas a esa mala invención). La abundancia de promesas de bebidas, pomadas y rezos misteriosos para la peste y los castigos venidos de no sé dónde creó el raro folklor de bochinches insólitos. Ocurrió acá y por allá, en Ecuador y en el resto de las Américas, o fueron encorbatados o predicaban disfrazados de arcaicos galileos. Invocación, ¡Ayúdame, Freud!  Y supe que la mentira se facilita para ese público de fe .raquítica y en el desespero por creer en la cuadratura del círculo si el farsante tiene nombre raro. No fue esa curva creciente, la del contagio, más bien fue aquella de las mentiras que ayudan a creer que el mañana es oportunidad personal y secreta. Además dejar estas líneas se alzó para siempre con la vida de amigos. Axê.

Ciertos materiales de la nostalgia

            Aún vivos somos de recoger los pasos perdidos o devueltos por las distancias inútiles recorridas. ‘Somos’ es toda la gente, también aquella que no salió de sus casas por precaución y cuando lo hizo fue para ir a un sitio que tiene una enigmática leyenda en latín en el pórtico de entrada: homo velut fugit umbra[8] . El cementerio de la ciudad de Esmeraldas. El quédate en casa terminó por ser una advertencia pesada y terrible. Y nos quedamos en casa como conspiradores de nada, mirando por la ventana o espiando a quienes salían porque debían o porque se pasaban por el forro el warnig[9] de las autoridades. O de los cuartos de máquinas que es ahí donde está esa leyenda en rojo combativo. Caminar es hacer camino. O rehacerlo en la conciencia casi material de los recuerdos. Y de quienes cumplieron 65 años con ojos en la nuca. Mi barrio se llama Los Almendros, ya no los hay, se volvieron material de los recuerdos.Los jubilados de mi barrio a quienes se les acaban muy pronto las conversaciones del presente sueltan su nostalgia que más parece “un aferrarse a las cosa detenidas”: el tiempo pasado fue mejor”. Mi desacuerdo me lo callo y prefiero no estropearle la comodidad de su conservadurismo.

            Es Esmeraldas, mi ciudad, en el mes de julio avanza por la estación seca, en otros lados se llama verano. Es Esmeraldas y el mes de julio para contar las ausencias definitivas de amigos y el dato necrológico dicho para asegurarnos la sospecha que habrá otro amanecer nuestra en la cuenta progresiva. En este mes abrió un bar aquí otro por allá. Con pocas mesas disponibles, mascarillas preventivas y desconfianza en la mirada. Y me fui a buscar los pasos perdidos de algún cabildo de conversa y café, de café y palabra suelta, de otras tardes parecidas y distintas a estas julianas. Ahí, en la esquina de las calles A. J. de Sucre y J. Mejía Lequerica está el café-bar El Porteñito. En uno de estos cercanos y años venideros cumplirá 50 años de ofrecer café, además de jugos, tamales, sánduches. Es el último bar que ofrece un buen café, en una provincia que fue cafetera. No supe el porqué del nombre, pero desde 1973 he sido su cliente, ahora infrecuente. La peste arruinó decenas de negocios, pero no llegó a ese puerto y los porteños más recalcitrantes tendremos la mesa oportuna en pos pandemia. También las almas en pena que no bebieron la última taza.   

Decamerón futbolero

            Abril y mayo fueron los meses del encierro riguroso. El aburrido fútbol de las pantallas y los comentarios alcanzan record histórico de bostezos. El cabildo calienta ánimos con esas discusiones imitación de aquellas que ocurrían en el Bizancio cristiano, nadie porfiaba por cuántos querubines se arracimaban en la testa de un alfiler, pero tibio, tibio. Más que una pregunta artificiosa es la confirmación del viejo e incombustible enigma: ¿quién fue primero…? Y todos tendrían razón con sus argumentos bíblicos o biológicos. Unos dirán el huevo y otros la gallina. Bizancio retorna con sus maromas retóricas: ¿cuántos ángeles se acomodan en la cabeza de un alfiler? O esta, la más bizantina de todas: ¿Quién fue mejor Maradona o Pelé? No falta el despistado que la tira a la tribuna con su respuesta: Messi. Y ya en esa baraja imposible con cinco ases, un contradictor la rompe: Cristiano Ronaldo. El cabildo popular se mete en una batalla de nombres, sostenidos con explicaciones que van desde la técnica portentosa hasta las elocuencias malamente copiadas a Jorge Valdano. Los tecnócratas  exhiben estadísticas  y la dejan lista: cantidad de goles versus cantidad de partidos. El tropiezo con las matemáticas devuelve al foro a la esencia de las razones. Entonces, qué, Pelé o Maradona. La sala hierve en serio y el enmascaramiento fastidia las ganas de gritar los argumentos. Esta peste causa este Decamerón futbolero, en muchas encendidas esquinas de las Américas. En las horas pasivas de las tardes de canchas como camposantos; en las refrescadas memorias por falta de nuevos pretextos para renovar conversatorios; y en las ganas de postergar la amargura sistémica de la política de las autoridades estatales del Ecuador.

            En el barrio la neutralidad no vale. ¿Y usted qué dice? No hubo música de suspense, no fue necesario, la respuesta la tengo clarísima. Respondí con el neuromarketing del cimarronismo: “Pelé, pero prefiero a Maradona”. Insatisfacción unánime, no fue una elección a conveniencia ni pretendía desentonar con esta ley de contrarios que se atraen para pelear banderas imposibles: Pelé no dijo nada de los atropellos a los deportistas negros, en el mundo. Aun con el abrazo comprometedor de Muhammad Ali. A Maradona se la dan por el lado humano débil: Maracoca. La solté con didáctica de Juancho el Bautista del siglo XXI: me fui por la primera ley de termodinámica: ΔU = Q + W. ¿Y qué quieren? Uno no tiene, ni de lejos, los conocimientos de Gary Cortés, Ronald Murillo o Mario Canessa[10]. Y lancé el centro al área de candela: la energía interna del futbolista (ΔU) es igual al calor que imprima (Q) para cumplir con su trabajo divertir y ganar (W).

            – “¡Tradúcelo, man!”

            Chévere. La cancha es un mundo, pero no es todo el mundo. La inecuación abundó en competidores y se fueron sin control de calidad y cantidad. Atención: “La cancha es un mundo, pero el mundo es algo más que una cancha”. “La cancha es un mundo sistemático, pero el mundo es una cancha sistémica”. Alabao  sea la santísima epistemología barrial. Y eso que no egresaron de la FLACSO. La telaraña se complicaba. No lo dije, pero lo pensé: ¡hey, paren la rumba que equivocamos el rumbo! Roberto Bonafont[11] tiene competidores con sus salidas metafóricas. Cuando la palabra me fue devuelta ensayé un dribling: miren el fútbol se resume en consumir energía moviendo el balón con maravillosa habilidad para producir empeños críticos. Es elocuente el silencio del pequeño vecindario futbolizado. Es sentencia inapelable. La retirada es de valientes.

            Maradona contra el equipo inglés, golazo con el balón adicto al pie izquierdo. No fue de Dios, la mano que vino después, aunque se pongan tenaces en Argentina. O esa danza de asombro frente Ladislao Mazurkiewicz y ganarle a Uruguay con otro gol y no con ese que no lo fue. Maradona o Pelé, teorema irresoluble. Por ahora. El gol más bonito de cualquiera de ellos está en la vitrina de las capillas laicas de sus feligreses, sirve de raro consuelo durante la oralidad de esos malos días del fútbol por venir. Y sin fútbol y solo se juega de memoria.   

Solo serás aquello que digas y no lo que te digan[12]  

            Un solo de marimba del maestro Lindberg Valencia o de Esteban Copete, en la pampa Youtube  está toda esa música que niega el silencio cultural del Estado y sus instituciones culturales, si es que no las barrió el viento pandémico. La ventana da a la calle desolada y nuestra ventana metafísica da a la memoria histórica. Me apresuro a buscar las siembras del pensar del Abuelo Zenón y ya. “El ayer, visto desde el ahora, es lo que dejamos de ser”[13]. No fue como en el breve relato de Augusto Monterroso, ocurrió al revés: el dinosaurio se aburrió de esperar, porque el durmiente no despertó. Algunos filósofos dicen sus dichos a quienes queramos escucharlos y guardar la reflexión en la memoria pronta. “Son tiempos de episodios inversos”, dicen herméticos. Y que el bichito obligó a crear otra normalidad.

            Los Gobiernos imploran que nos aislemos, descubren que la fuerza bruta producirá rencores perdurables al menos en estas sociedades americanas (¿perdono pero no olvido?), para los muertos se reclama la dignidad deseada para los vivos, en exacta dimensión. ¿Olvidará Guayaquil sus esquinas macabras? Sospecho que esta frase maldita no tendrá aceptación: “volteemos la página”. ¿Voltearla sin leerla con los ojos críticos de todos los ofendidos? A la inversa de otras dificultades sociales, a esta se clasifica como la de COVID-19, vimos la política de los políticos del Gobierno como del inútil hacer. En casos elocuentes, sin importar el tamaño de su importancia, el alcance de su liderazgo, su fraseología o su creencia convertidas en ciencias de pacotilla. Ellos y ellas son el chiste perverso del drama mundial en una ciudad puertas adentro y dejando sus muertos al filo de la calle. Ciudad desolada y desilusionada, porque la publicidad ilusoria del éxito urbano se tropezó destructivamente con el monstruo invisible de la verdad.

            ‘Solo serás aquello que tus palabras expresen’, axioma para estos tiempos del bicho y también para otros, porque apenas ese será el tamaño de tu imagen de la gente que testimonia lo inservible de los discursos. Los farsantes con aires de seriedad están de moda funesta. Y tienen seguidores que aplauden por revanchas incomprensibles. América, también Ecuador, tiene envalentonados a estos embaucadores apenas útiles en estas dificultades sanitarias y económicas. También racistas. Sin importar sus cogotes anaranjados, la exhibición de una pesada biblia de un cuarto de quintal o mentarle la madre al bicho no-vivo. Es el festival de una clase política absurda que recauda una cuota alta de vidas humanas.

¿Quién se robó los meses de pandemia?

            Se robaron los meses de marzo, abril, mayo junio y nos aferramos a abril. Fue inevitable el despojo, porque un día un comunicado que nunca fue nos dijo: “en encierro absoluto o la vida”. ¿Qué aprovechado capitalista nos saqueó estos meses? Un domingo en el retrovisor del vehículo inmóvil. No sabía, pero escuché gritar que era ‘domingo’. En ruso es Воскресенье[14]. Un domingo como este es eso, algo para superar el pesimismo del guardado de humanidad. En fin, es domingo 5 de julio de 2020, hacia el fin de la tarde, al borde de la noche de acá, de Esmeraldas, las lomas circundantes hacen el truco para disimular la bella decadencia de las lumbres, por allá por el mar. Las tardes dominicales son iguales en todas las ciudades del mundo. Es una constatación que no admite réplicas.

            Estamos en Esmeraldas y las buenas tardes son filtradas por las mascarillas y el apagado tono de voz disimula la cordialidad. Se aprovecha para leer en la calle por la tregua de silencio, la calle es una larga biblioteca. Me encanta este silencio porque uno cree que puede oír hasta sus pensamientos. Esmeraldas es una ciudad con muchos espacios ruidosos y este tiempo sin sonoridad parásita devuelve a los oídos ciertas melodías con todas sus tonalidades. La paradoja del bicho maldecido.

            Hubo ese tiempo, hace unos meses no más, en el cual se le ponía el pecho a las balas, por ideología o por nada. O porque se amanece en el rol de Equalizer. O por tan poca razón que se parece a nada. En octubre del año pasado una rabia heroica fue creciendo en la ciudadanía. Justa y necesaria. Al frente hubo otra con pretensiones de defender el derecho de… ¿ciertos privilegios? ¿A un Gobierno? Al frente unos héroes uniformados, en motocicletas, con sus armas y sus órdenes. Armados de insensatez, desesperados por ser queridos por quienes mandan obedecer donde alguna desobediencia humaniza. El bicho que se viralizó fue el de la represión necia y el de los heroísmo simples. Heroísmos llamativos de mujeres o jóvenes que luego protagonizaron las conversaciones de las esquinas. Así empiezan las mitologías.

La gente buena también muere apestada

            ¿Quién le teme a un domingo por la tarde? ¿Quién se deja sorprender por el hastío de un domingo casi oscuro? Julio 12 y las noticias resbalan. Poca gente se informa sobre los contagios o eso parece. Las conversaciones familiares se han devuelto a la crisis económica, sus consecuencias virales de desempleo acelerado y deudas impagables. Se lamentan los fallecimientos dos casas más allá y se recuerda al mejor vecino de la cuadra asesinado por el bicho. Es domingo para reflexionar sobre el fallo mortal del vecino cumplidor radical del encierro y de los protocolos personales de seguridad. El único error fue fatal, debió ser de aquellos errores de los afectos. Es domingo acá, en Esmeraldas, está en ambiente, está en las conversaciones larguísimas porque no se tiene adónde ir. En mi niñez las visitas a los cementerios se programaban para el final de la tarde dominical y se volvía empezando la oscuridad, pensando en una frase que nunca supe quién la escribió o la gritó. “¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!”

            El lunes se informará sobre el crecimiento del contagio y ‘las vidas que nos harán falta’. Pero en el domingo el infortunio está ahí y es como si extendiera al resto del mundo. El planeta abandonado en un patio dominical, esperando que lunes, el martes o quizás el miércoles alguien lo recupere de las garras del bicho fatal. Las dificultades económicas tiran para abajo, a contrapelo del cimarronismo necesario y habitual, el ánimo. ¿Quién tiene un domingo tardío en el bolsillo para comprar un lunes saludable? Uno de esos lunes ásperos, pero esperanzador. O un martes amargo, pero amigable. O un miércoles triste que alcance para una botella de cerveza. El bicho está en ciertos líquidos corporales, se comparte su fatalidad por conversar sobre aquellos que se roban el tiempo de las buenas acciones y se comparte con el estornudo rabioso porque el Ministro de Salud del Gobierno ecuatoriano dice disparates como chistes envenenados. Miles de muertos como una nada macabra. A estos domingos vespertinos los recordaremos porque serán asociados con la peste y sus cercanas tragedias. Ya es agosto y consumiendo sus días; pero los domingos de abril, mayo, junio y julio han dejado un temor que acanalla a la especie. En julio fue el ajuste de cuentas con la fatalidad.

            ¿Quiénes le deben temer a las tardes de los domingos? Mucho más ahora que el bicho contagió a quienes gobiernan a nuestros países y a nuestras ciudades. Y qué vaina, pero las crisis están al fondo y a la derecha, como suene suena a verdad. En estos días de los meses pasados, incluido agosto, Achille Mbembe tuvo razón y media. La media es la teoría y la completa el acierto del diagnóstico. Las estadísticas cuentan cifras y en cambio los afectos a personas de la calle tal, de la profesión tal o de las virtudes tales. Yo le temo al lunes, porque parece que la gente que no se muere de lunes a sábado termina por hacerlo en domingo por la tarde. Gente auténtica, víctima de la maldad de un bicho con forma de mina submarina y coraza de grasa. Gente que se extraña, porque las manías de ser buena gente. Hasta parecerlo.   

Ese sentimiento necesario y conveniente

            Y nos dieron las diez, como en la canción de Joaquín Sabina. Las diez de la noche en la ciudad de Esmeraldas. La luna es un tercio de sandía plateada, por poco tiempo es cierto, es que de pronto una nube le da una coloración terrosa. Me gusta el silencio alumbrado a medias por esa luz débil que no fastidia a aquellas provenientes de los postes de servicio público. La pena es un sentimiento imprescindible y oportuno. Yo he perdido por lo menos una docena de amigos cercanos y otros distantes no tanto por afectos como por minutos de conversación. La muerte generosa es el absurdo de unos meses de peste con muchos remedios y alguna efectividad. “No pienses en la muerte”, me aconseja una amiga cuando empiezo a desgranar nombres de amistades fallecidas. Y sugiere: “reza por ellos”. Vaya ironía, los templos cerraron y a los agoreros del desastre no les aumentó la parroquia pagadora de diezmos. Alguien podría creer que la peste es  cosa de Dios o del destino, pero yo creo que son ambientales. Antonio Preciado explica con versos análogos está realidad. “El ambicioso que tenía un diluvio/ debajo de la casa/ le abrió huecos al techo,/ pero murió de sed por el costado”[15].

Monterroso (in memorian)

            En fin, cuando el murciélago despertó, la cosa no estaba.     


[1] Cachimba en el habla esmeraldeña.

[2] Siglas de Wireless Fidelity o Fidelidad Inalámbrica.

[3] Llegan malas noticias, traducción del autor.

[4] El guardián de la memoria colectiva en algunas naciones africanas y también en la costa pacífica colombo-ecuatoriana, aunque también se los llama guardianes de la tradición y son mujeres u hombres.

[5] Bad news like a sucker punch moving your way
People fill the streets like nothing has changed
Clapped hands if you’re lonely don’t leave the same.
 
Traducción del autor.

[6] El otoño del patriarca, Gabriel García Márquez, Le Libros, http://LeLibros.org/ p. 96.

[7] Óp. Cit., p. 96.

[8] El hombre huye como una sombra, del traductor de Google.

[9] Advertencia, en inglés.

[10] Periodistas deportivos ecuatorianos.

[11] Periodista ecuatoriano.

[12] Proverbio yoruba: Iw yoo j ohun ti o s nikan kii yoo e ohun ti wn s fun , traducción por Google.

[13] Cita del libro Pensar sembrando/Sembrar pensando con el Abuelo Zenón, de Juan García Salazar y Catherine Walsh, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador y Ediciones Abya Yala, 2017, p.163.

[14] En ruso significa resurrección.

[15] Poema húmedo, de Antonio Preciado, poeta ecuatoriano, de su libro de poemas Tal como somos, primera edición, en 1969.

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Técnicas de comunicación y troquelado de la conciencia humana. 14/10/2010.- Discurso Inaugural del Año Académico del Ateneo de Madrid 2...

jueves, 5 de noviembre de 2020

Chaplin VS Keaton

El Covid-19, como todas las casas empieza por los cimientos y menos policía; menos guardas civil (policía y guardia civil a detener delincuentes, evasores fiscales, etc.); menos militares; menos dinero a la mercantil de la sanidad privada que ha estado saqueando (y continua saqueando) las arcas públicas para arruinar a la sanidad pública, y menos trompeteos, trompeteros y trompetistas para ganar votos a costa de la vida de las personas. Y, claro, los trabajadores a abrir los ojitos de la cara que Dios nos ha dado.

 

Eslovaquia realiza exámenes masivos para identificar Covid-19

 

Eslovaquia acumula un total de 63.556 casos positivos a la Covid-19.


El gobernante eslovaco indicó que lo más importante durante la epidemia es identificar a las personas portadoras de la Covid-19. | Foto: Telam

 DIARIO OCTUBRE

04.10.2020


 

Final del formulario

El primer ministro eslovaco, Igor Matovic declaró este martes ante medios locales que entre el sábado y domingo pasado el país europeo realizó 3 millones 625.332 exámenes médicos para descartar la presencia de la Covid-19.

Matovic puntualizó que “esto es lo más importante durante la epidemia, identificar rápidamente a tantas personas como sea posible que puedan propagar (la Covid-19), ponerlas en cuarentena y así proteger a decenas”.

Dicha tarea sanitaria forma parte de las decisiones tomadas por los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea (UE), durante la reunión virtual celebrada el pasado 28 de octubre, convocada para coordinar la puesta en marcha de pruebas masivas de identificación del coronavirus.

Las autoridades sanitarias eslovacas informaron este martes que la nación reporta un total de 63.556 casos positivos a la Covid-19, de los cuales 1.727 fueron reportados en las pasadas 24 horas.

El citado mensaje virtual expone además que en esa misma jornada, fallecieron por dicha enfermedad 16 pacientes portadores de la Covid-19, acumulándose así un total de 235 decesos a causa del coronavirus.

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lunes, 2 de noviembre de 2020

¡Hay que contener el gasto social! Tranqui, tronco. “Atranquilizate”, colegui. No es lo mismo un gasto corriente de los que habitualmente hacemos que constituye un gasto doméstico, que lo que representa un gasto social, que es un concepto utilizado en macroeconomía. El concepto de uno y otro gasto, al igual que sus respectivos significados son distintos, y hasta se podría decir que ambos tienen un sentido contrapuesto. Confundir la naturaleza del gasto normal, el doméstico, con la del gasto social equivale a no saber de qué está hablando. Si se considera como por lo general se hace, que los gastos es conveniente reducirlos cuanto sea posible es fácil admitir también que el gasto social hay que disminuirlo canto se pueda. Y si esto lo mantuviera un trabajador estaría aceptando (inconscientemente) y mostrando su disposición a la disminución de su propio salario como procedimiento para mejorar sus condiciones de vida. Los administradores de los grandes grupos de capital que organizan y dirigen la Unión Europea, imponen la contención del gasto (social) a los diferentes gobiernos europeos y estos lo cumplen trasladando tal mandato a sus correspondientes presupuestos generales como base para la aplicación práctica de la política en cada Estado. Contener el gasto social, pues, se presenta como la piedra filosofal para mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad (dicen). Sin embargo, a poco que se analice la propuesta de la contención del gasto social se podrá ver que lejos de mejorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población lo que hace es asegurar su empeoramiento, toda vez que lo que esconde en sus entrañas tan aparente aséptico término (contención del gasto social) es la aceptación para trasvasar dinero público (que no es otra cosa de los impuestos pagados en su inmensa mayoría por las clases trabajadoras) de los trabajadores a los bolsillos de los grandes capitales. Así, y como ejemplos paradigmático, lo que invierten los gobiernos en la sanidad pública (que es dinero de los trabajadores) tiene la consideración y es un gasto social (hay que contenerlo). Lo mismo cabe decir del dinero invertido en la enseñanza pública (hay que reducirla). Tanto los servicios que presta la sanidad como la enseñanza públicas (sólo son dos ejemplos) forman parte de los ingresos indirectos que recibe la inmensa mayoría de la población, admitir que se reduzcan las cantidades de dinero invertidas en estos dos conceptos significa consentir que cuantos menores ingresos se tengan mejor para salir de la situación de penuria en la que estamos y que va empeorando paulatinamente. En cambio, el dinero público (de los trabajadores) que los gobiernos gasten en armamento y en la industria militar no se considera gasto social, por tanto, se gaste lo que se gaste bajo este epígrafe no afecta al incremento del “gastos social”, y por lo tanto puede ser incrementado, en base a lo dicho, los 18 mil millones de euros anuales de dinero público (de los trabajadores) que se le paga a la OTAN se puede incrementar porque no afecta a las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población, según los mandantes de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que sus servidores, los correspondientes gobiernos de turno llámense Periquitos o Juanes, que el nombre es lo de menos, actuando contra los verdaderos intereses de la inmensa mayoría de la población se afanan en aplicar los mandatos recibid0s de sus mandantes del capital (no de sus representados oficiales) , Y en esto, únicamente mencionado a título de ejemplo, reside la importancia de que los trabajadores seamos o no conscientes de cuáles son nuestros verdaderos intereses, que desde luego no coinciden ni pueden coincidir con los intereses del capital. Blanco y en botella, o si se prefiere, que sin mojarse es imposible conseguir peces, o dicho de otro modo, que como los trabajadores no resolvamos por nosotros mismo nuestros problemas, estos se quedan sin resolver y agravados en la medida que pase el tiempo y no vayan siendo resueltos.

 

PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO


La compra de armamento acapara el grueso de las inversiones del Estado en el presupuesto de 2021

Presentados esta semana, los Presupuestos avanzan en gasto social pero siguen arrastrando la dependencia de la industria militar en el capítulo de inversiones.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno a su llegada a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 27 de octubre.

Pablo Elorduy

@pelorduy

1 NOV 2020 06:53

Un año más, los compromisos de España con el sector armamentístico marcan el ritmo de las inversiones no financieras del Estado. Los Presupuestos Generales, presentados el martes 27 de octubre, establecen que el año que viene 3.090 millones de euros se destinarán a los pagos de los programas especiales de armamento, que sufragarán una parte de los 13.356 millones comprometidos en distintos programas de armas que se deben fabricar entre 2019 y 2032. Tres cuartas partes de esos 3.090 millones estarán destinados a esos programas. 

El 31,7% de las inversiones reales del Estado lo constituyen los programas de compra, a los que se tienen que sumar las Inversiones militares asociadas al funcionamiento operativo de los servicios (9,5% del total de inversiones) y los gastos militares de inversiones de carácter inmaterial (0,2%). De este modo, más del 40% de las inversiones reales del Estado serán destinadas a gasto militar.

Para ello no se cuenta con fondos europeos, que sí son clave para los créditos previstos para el segundo Ministerio que más inversión real recibirá según los PGE. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana recibirá 400 millones para la mejora de la red vial y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital mil millones para canalizar las inversiones en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que es el vehículo para la integración en el presupuesto de los fondos de ayuda aprobados por la Unión Europea el pasado verano.

A pesar de que el presupuesto del Ministerio de Defensa sube solo un 5% ─la cartera que dirige Margarita Robles tendrá un monto de 9.072 millones de euros si salen adelante los PGE 2021─ otras partidas dispersas en las cuentas aumentan el monto destinado a “seguridad y defensa”. Son los citados Programas Especiales, cuyo gasto no contabiliza como déficit merced a un acuerdo con la Unión Europea ─el gasto en sanidad y educación sí cuenta en el capítulo de déficit─. Se debe sumar también la partida de Investigación, Desarrollo, Innovación y Militar, que sumará 861 millones en 2021 y se incrementa un 26,8% respecto a los presupuestos vigentes. El presupuesto de seguridad social incluye, asimismo, otros 3.400 millones a pensiones de militares y familias de militares

RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA CON FONDOS EUROPEOS

Aunque el Estado no ha modificado su rumbo en el gasto militar, los Presupuestos presentados esta semana han sido saludados por la expansión del gasto social favorecido por el programa Next Generation. España recibirá 59.168 millones de euros en transferencias a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, mediante el cual se pretenden crear 800.000 puestos de trabajo, y 12.436 millones en el programa REACT-EU, que se gestionará a través de las Comunidades Autónomas.

Casi 3.000 millones de esas transferencias se enchufarán directamente a políticas sanitarias. El Ministerio que dirige Salvador Illa y las consejerías autonómicas recibirán 7.330 millones de euros, 3.100 millones más que lo que marcan los presupuestos pre-pandemia, elaborados por el equipo de Cristóbal Montoro en 2018 y prorrogados desde entonces. Las principales partidas del desglose del presupuesto para Sanidad son los 1.089 millones destinados a Atención Primaria y Comunitaria y una cantidad equivalente para la adquisición de vacunas contra el covid-19. 135.004 millones de euros serán transferidos a las consejerías de las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.

Sanidad es el cuarto Ministerio que más saldrá beneficiado del reparto de los fondos procedentes de la Unión Europea. Con más de 6.000 millones, el Ministerio de Transición Ecológica es el elegido para la mayor inversión con fondos europeos. El primer objetivo, según el proyecto de presupuestos es llevar a cabo “un despliegue masivo del parque de generación renovable”.

En Industria, la automoción también se lleva un buen pico en el Presupuesto presentado esta semana por María Jesús Montero. 11.500 millones de euros serán puestos a disposición de la “competitividad” de la automoción, el sector turístico y el transporte. De momento, se han aprobado dos planes Renove para la compra de coches por valor de 250 millones de ayudas en los años 2020 y 2021.

El presupuesto, por último, incluye la perspectiva de que en 2020 el número de perceptores de prestaciones por desempleo ha sido la más alta de los últimos 23 años. De este modo, la partida para las prestaciones de desempleo batirá récords en 2021. 25.012 millones de euros serán puestos a disposición de esta partida, que aumenta un 20% respecto a los presupuestos vigentes. Además, se incrementa el Indicador Público de Rentas Múltiples (IPREM) un 5%. Este indicador, “hermano pobre” del Salario Mínimo Interprofesional, lleva prácticamente congelado desde hace 10 años.

El acuerdo alcanzado el pasado martes entre los dos socios del Gobierno de Coalición, PSOE y Unidas Podemos, abre la negociación parlamentaria para obtener los apoyos necesarios. La coalición que lidera el vicepresidente de Derechos Sociales, opta por repetir la suma de la investidura de Pedro Sánchez y evitar que sean necesarios los apoyos con Ciudadanos.

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domingo, 1 de noviembre de 2020

¡Stop a la manada pactante de Toledo! Te enmoñes o desenmoñes las pensiones no las toques. ¿Algún trabajador ha autorizado a alguno de los políticos lepleseltantes para que le quiten las pensiones?

 

El gobierno prepara una privatización encubierta del sistema de pensiones incorporando el «modelo británico»


Diario octubre

31.10.2020

Final del formulario

Diego Herchhoren.— El sistema de pensiones de empleo en el Reino Unido, reformado por el conservador David Cameron, se basa en un modelo de inscripción automática que, desde su implantación en 2012, ha reducido la caja de la Seguridad Social, pasando a ser las empresas empleadoras las administradoras de los fondos. El sistema público queda así reducido a un modelo residual al que quedan relegados los pobres

El modelo de los conservadores británicos

La reforma de las pensiones que el gobierno del PSOE y Podemos está elaborando, conforma una transformación radical del sistema, donde el epicentro está en quién administra los fondos que mes a mes la clase trabajadora aporta en sus nóminas.

Una golosa caja y una grave reforma que supuestamente viene a paliar el déficit estructural de la Seguridad Social (en torno a 18.000 millones de euros), así como la «sostenibilidad» del sistema a largo plazo. El proyecto de reforma que evalúa el gobierno es, ni más ni menos, que entregar a las empresas la parte más importante de la caja de las pensiones.

En este contexto, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha anunciado que tiene la intención de impulsar los llamados «planes de pensiones de empleo (también llamado de empresas)» para fomentar el ahorro a largo plazo, basándose en el modelo británico.

Banca y aseguradoras, administrando los fondos

¿En qué consiste?. Desde 2012 las empresas británicas tienen que inscribir automáticamente a los trabajadores (siempre que cumplan ciertas condiciones: salario mayor de 10.000 libras, edad superior a 22 años…) en un plan de pensiones de empresa, aunque los trabajadores pueden salir vo­­luntariamente en el plazo de un mes. Se trata de una caja de jubilaciones que administra la propia empresa, o empresas gestoras autorizadas (lo más habitual) que provienen del sector financiero y de seguros.

Asimismo, se requieren aportaciones mínimas anuales del 8% del salario del trabajador (antes de abril de 2019, era un 5% y, desde 2012, se ha ido aumentando progresiva­ mente hasta llegar al 8%) repartidas de la siguiente forma: una contribución del 3% por parte de la empresa 3 y una contribución del 5% por parte del empleado (aunque en general su contribución ya de entrada es del 4% gracias a una deducción fiscal del impuesto de la renta).

Las rentas bajas quedan fuera de la reforma

Según los informes que maneja el gobierno, proporcionados por Caixabank Research, el think tank de Caixabank, su incorporación al sistema español se definiría como un «complemento» la introducción de al sistema público de pensiones ante la previsible caída de la tasa de reem­plazo –la ratio entre la pensión media y el salario medio–, que según el promedio de la OCDE es del 40%, pero lo cierto es que una reforma de este tipo supondrá en la práctica una descapitalización del sistema público en favor del privado.

Las conversaciones entre el gobierno y la CEOE, de cara a esta reforma, se centran en un diseño de la misma que no aumente el coste laboral para las empresas, y para que sea lo suficientemente «atractivo» para los trabajadores.

La solución que parece entreverse es que las empresas podrán deducirse fiscalmente la gestión de estos fondos, y sobre todo, y que las personas que no superen los umbrales de rentas serán «acogidos» mediante una cobertura residual pública para rentas bajas, ya que en el Reino Unido, por ejemplo, una laguna es que hay más de 8 millones de tra­bajadores que no son «elegibles» para estos planes, entre ellos las personas que cobran menos de 10.000 libras al año y los autónomos.

FUENTE: mpr21.info

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Garantizado y comprobado clínicamente: leer y pensar no afecta a los riñones.

 

España inteligible



Julián Marías

Publicado en ABC (2000)

Sociología Crítica

27.10.2020

Hace quince años, en 1985, publiqué un libro por el que siento cierta predilección: España inteligible. No es que sea mi «mejor» libro –esto no tendría demasiado sentido–, pero es acaso el que ha ayudado más a que los españoles se entiendan a sí mismos. Tiene un subtítulo: «Razón histórica de las Españas», porque desde 1500 España es inseparable de América y el resto del mundo hispánico.

Este libro se ha leído bastante: diez ediciones en español, traducciones al inglés y al japonés. No se ha hablado demasiado de él, lo que puede ser explicable. Lo que me sorprende es la escasez de comentarios a su título. Dije que el libro cumple lo que el título promete: inteligibilidad. Por lo visto, esta noción irrita; se prefiere la idea de que España es un país «anormal», conflictivo, irracional, enigmático, un conglomerado de elementos múltiples y que no se entienden bien.

Mostré que España es coherente, más razonable que otros países, en suma, inteligible si se lo mira desde su génesis, sus proyectos, su argumento histórico. Como se ha decretado lo contrario, hay una manifiesta resistencia a mirar la realidad y tomarla en serio. Lo inaceptable es el título, que va contra las ideas recibidas y aceptadas sin crítica, aunque la experiencia las desmienta. Todo antes que admitir que se entienda lo que ha acontecido, que se comprenda un proceso histórico excepcionalmente coherente si se lo mira con la razón histórica y no con la razón abstracta; es mucho pedir que se mire la historia con mirada histórica, humana. Se trata de un caso particular de la evidente resistencia a mirar como personal la realidad humana, aunque sea al precio de no entenderla, de suplantarla por las «cosas» o, en el caso más favorable, por lo biológico, lo meramente animal. Si se considera casi todo lo escrito sobre cuestiones humanas en los dos últimos siglos, asombra el deliberado olvido de los caracteres personales, irreductibles a ninguna otra forma de realidad: no hay ningún «eslabón» ambiguo, equívoco, en que sea dudosa la condición humana, identificada con lo personal. Hay que refugiarse en el pasado imaginario para alojar en él lo que no existe en la realidad actual.

Se repiten monótonamente todos los tópicos acumulados sobre España durante varios siglos. Casi nadie se atreve a considerar la realidad y la interpretación fundada en su examen. El reconocer que las cosas no son como se dice parece a muchos una «infidelidad». Habría que preguntar a qué. He insistido a veces en la «fragilidad» de la evidencia, que se descubre y entrevé un momento y se pierde pronto por la presión del hábito. La idea de que España pueda ser «normal», una realidad colectiva humana y por tanto inteligible parece una «herejía».

Lo verdaderamente innovador e interesante es que habría que dar un paso más en la misma dirección. No solo España ha sido y es inteligible, sino también otros pueblos a los que se les ha atribuido esa condición sin suficiente motivo y sobre todo sin atender adecuadamente a su realidad y a los métodos que reclama. Quiero decir que otros países son más inteligibles de lo que se piensa, porque tampoco se los mira con los instrumentos mentales necesarios. Habría que intentar una revisión histórica de los demás países; creo que se aumentaría considerablemente su nivel de inteligibilidad, de racionalidad.

¿Podría extenderse este criterio de todos los pueblos? No lo creo así. Los pueblos procedentes de una herencia histórica que es la nuestra y que incluye el mundo helénico y el romano han conservado la continuidad y la pretensión de inteligibilidad. Por eso sus historias presentan, a pesar de azares, errores, violencias y crisis, que pueden ser graves y duraderas, algo que se puede entender y narrar; dicho con otras palabras, han realizado una historia que es susceptible de ser narrada, aunque en etapas bien distintas.

En otros casos la continuidad ha sido mucho menor, la inestabilidad de las poblaciones, la complejidad étnica, la ausencia de proyectos coherentes, el carácter precario y vacilante de su expresión, hace sumamente difícil esa inteligibilidad, precaria, vacilante. Finalmente, hay y por supuesto ha habido durante siglos o milenios, pueblos que sólo han poseído y conservado el mínimo de inteligibilidad que pertenece a lo humano, que sólo se encuentra en forma residual, como el grado inferior de la condición personal.

Vemos, pues, que la inteligibilidad, lejos de ser un privilegio de la condición histórica española, es la condición de lo humano y personal. Pero las diferencias de grado, forma y contenido pueden ser enormes. Para que esto se vea es menester una intensidad que lo haga perceptible. Lo curioso es que esto resulte particularmente evidente cuando se examina la historia española, objeto preferente de la imputación de conflicto e irracionalidad.

Pero las consideraciones que acabo de hacer descubren las diversas formas, las articulaciones y los límites de la historia. Podemos distinguir entre grados de ese carácter de todo lo humano que es la historicidad. Esto permitiría algo que no se ha hecho y que es una tarea apasionante: una tipología profunda y radical de las formas históricas. He mencionado apresuradamente tres niveles bien distintos, tanto que son irreductibles. En rigor, sólo desde los niveles superiores se puede percibir la forzosa historicidad.

Se ve igualmente la imposibilidad de una «historia universal» si no se ha llegado al descubrimiento de la inteligibilidad plena de algunas formas históricas. Solamente desde las formas superiores de inteligibilidad puede lanzarse una mirada al resto, y hallar así la universalidad de esa condición, aun en su grado ínfimo.

Todavía se suscita otra cuestión, cuyo interés teórico es del mayor alcance: en qué medida está ligada la noción de historia universal a la posibilidad de su realización, en la medida de las posibilidades reales. El hecho de que los griegos, los romanos y los españoles, en diversas épocas, hayan sido realizadores y teóricos de lo que podemos llamar «versiones» distintas de la historia universal llevaría a barruntar esa conexión. En otros ciclos humanos, ni la realidad ni el pensamiento parecen vinculados a la noción de historia universal.

Baste pensar un momento en estas cuestiones para recordar la complejidad y el apasionante interés de la condición histórica del hombre. Resulta inquietante, y sugestivo, darse cuenta de lo que falta para que esta condición de la vida personal se haya puesto adecuadamente en claro.

 

sábado, 31 de octubre de 2020

En el Pacto de Toledo (vamos a llamarle robo de pensiones a la toledana que viene más al caso) no es que ahora se haya puesto de acuerdo la derecha y la izquierda, sino que la derecha tradicional y así reconocida socialmente va a lo suyo (digamos para entendernos, que tiene que explotar cada vez más al trabajador) y la izquierda (que también podemos decir que son seis tres veces dos) que se llama como se quiera llamar, pero que en la práctica hace los mismo que la derecha, de modo que mona mía, vístete como quieras vestirte que mona eras y mona te quedas, te vistas como te vistas o salga el sol por donde quiera, mona querida, que ya no me engañas más, lagarta, que eso es lo que eres tú mona de mi alma, una lagarta. Las reformas (que para que cada cual no tire por su lado y sepamos de lo que hablamos le vamos a llamarlas pan, o sea, por su nombre, y así, fueron contra reformas o un robe legal de estos de un verbo robar corriente y moliente a los trabajadores) de las pensiones para hacer que del dinero de los trabajadores los trabajadores cada vez recibieran menos de 2011 y 2013 las realizaron los jefes del PSOE y del PP, o sea, que da lo mismo decir leche que caldo teta. Cosa buena y por ello cosa a celebrar es que COESPE (los jubilatas organizados) además de decir NO AL PACTO DE TOLEDO han fundamentado y expuesto los motivos, razonadamente, en los que fundamentaban la negativa. Con ser esto importante, lo es más que los mismo jubilatas planteen que hay que seguir haciendo cosas. ¿Y cuáles son esas cosas que hay que hacer? Vamos a darle a la mollera todos y cada uno de nosotros, pero mirando al suelo, sin subirnos a la parra ni a las nubes, o sea, mirando a los problemas reales que tenemos, y ya verán la polvareda que levanta las cosas que se nos ocurran que pueden ser hechas.

 

Acerca de las recomendaciones del Pacto de Toledo

Debemos dar una respuesta a estas recomendaciones



Por Yay@Flautas Cartagena

KAOSENLARED

30 Oct, 2020

 

COMUNICADO SOBRE LAS RECOMENDACIONES DEL PACTO DE TOLEDO

 29 de octubre de 2020

 El pasado 27 de este mes se presentaron las nuevas recomendaciones del Pacto de Toledo, que sustituirán a las anteriores. Parece que las dificultades ideológicas, que existían hace unos meses, desaparecieron. Partidos como el Partido Popular, Ciudadanos y otros, defensores al máximo de la economía neoliberal y de privatizar todos los servicios públicos para hacer negocio, incluidas las pensiones, han aceptado.

Los y las pensionistas somos mayores, pero no somos tontos ni tontas y nos preguntamos, ¿Dónde ESTÁ LA TRAMPA? ¿Por qué es aceptado por la derecha y por la izquierda? ¿Quién pierde y quién gana? ¿El mundo empresarial y financiero o los trabajadores y trabajadoras?

UNIDAD COESPE, que defiende el sistema público de pensiones, de reparto y solidario, universal y de pensiones dignas para todas las personas, en contra de quien quiere privatizarla con planes privados, RECHAZA ESTE PACTO DE TOLEDO, por las siguientes razones:

1º.- Admitimos que hay recomendaciones positivas, como la lucha contra el fraude, o el reconocimiento de que NO HAY DÉFICIT EN LA SEGURIDAD SOCIAL. Sorprendente, después de años de campañas en los medios de comunicación para atemorizarnos por la quiebra del sistema y suscribir planes privados. Es más, HABRÍA SUPERÁVIT si los Gobiernos no hubiesen pagado gastos con cotizaciones sociales que no les correspondían.

2º.- LA REVALORIZACIÓN SEGÚN EL COSTE DE LA VIDA O IPC, NO QUEDA ASEGURADA. Primero, porque al NO recomendar que se incluya en la Constitución Española con la protección de un derecho fundamental, cualquier Gobierno puede derogar una posible ley que lo aprobase. Segundo, en la misma recomendación, dice que “constata que este mecanismo de revalorización no goza del suficiente consenso político y social” y remiten a la recomendación anterior, del 2011, en la que se admite otros índices diferentes, y no solo el IPC.

3º.- NINGUNA RECOMENDACIÓN ABOGA POR LA DEROGACIÓN DE LAS REFORMAS DE LAS PENSIONES DE 2011 (gobierno del PSOE) y 2013 (gobierno del PP). Ni el plan de sostenibilidad, por el que disminuyen las pensiones según la esperanza de vida, ni el cómputo de 15 a 25 años para calcular la pensión, o alargar la vida laboral.

4º.- Mantiene ALARGAR LA VIDA LABORAL de 65 a 67 años y fomentar voluntariamente seguir trabajando después de cumplir la edad legal de jubilación. Incomprensible, no es de sentido común, porque hay en España un 42% de paro juvenil y 300.000 jóvenes que han tenido que emigrar por no encontrar un puesto de trabajo.

5º.- NO RECOMIENDA UNA CUANTÍA PARA LAS PENSIONES MÍNIMAS. Más de un tercio de las pensiones no llegan al umbral de la pobreza y más de la mitad no alcanzan el salario mínimo actual de 950 €/mes. Reivindicamos que la pensión mínima sea igual al salario mínimo y éste sea lo que indica la Carta Social Europea, 1.084 €/mes y 14 pagas al año.

6º.- NO CONTEMPLA LA REALIDAD LABORAL DEL PAÍS, con contratos precarios y salarios muy bajos que no cotizan como debían hacerlo. Un 12,3 % de las personas con empleo no superan el umbral de la pobreza.

 7º.- INTRODUCE LOS PLANES DE PENSIONES PRIVADOS EN EL SISTEMA PÚBLICO, a través de unos planes de empresa acordados en convenios colectivos y por tanto, con el beneplácito de los sindicatos CCOO y UGT que tienen a su vez parte en estos planes privados de pensiones de empresa. Eso es lo que buscan los bancos y aseguradoras, el Banco Central de la Unión Europea, el Banco Mundial, etc., para que estos fondos los gestionen ellos como fondos de inversión. Es el primer paso para implantar LA MOCHILA AUSTRÍACA.

8º.- NO QUEDAN CLARAS ALGUNAS CUESTIONES COMO LAS PENSIONES DE VIUDEDAD O LAS PERSONAS AUTÓNOMAS.

9º.- La Comisión del Pacto de Toledo NO HA LLAMADO NUNCA a nuestra organización a exponer nuestro punto de vista, como lo han hecho los agentes sociales. A pesar de haber conseguido movilizar a cientos de miles de personas por unas pensiones dignas para todas y todos. Alguna vez nos tendremos que sentar con los y las congresistas para hablar de pensiones.

En resumen, ya vemos donde está la TRAMPA. Todo sigue igual: 5 años de comisión para apenas innovar casi nada. Unas recomendaciones ambiguas que lo mismo valen para un roto que para un descosido. Los y las pensionistas de UNIDAD COESPE RECHAZAMOS EL PACTO DE TOLEDO porque favorecerá a quienes quieren privatizar las pensiones y hacerse con el botín de las pensiones públicas, y perjudicará a quienes viven solamente de su pensión pública.

NUESTRA LUCHA HA CONSEGUIDO COSAS POSITIVAS Y HA SIDO ÚTIL. VAMOS A CONTINUAR. Porque, queremos una sociedad más justa y armoniosa, y porque……

¡¡GOBIERNE QUIEN GOBIERNE, LAS PENSIONES PÚBLICAS SE DEFIENDEN!!

 

Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones

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¿Sabe usted por qué le paro? | José Mota