viernes, 31 de agosto de 2018

ECOLOGÍA A LA CARTA (A la carta de los grandes capitales, que se joda la perra y caiga quien caiga) CON TAL DE QUE LOS GRANDES CAPITALES SIGAN CRECIENDO A COSTA DE LA RIQUEZA CREADA POR LOS TRABAJADORES



Nuevo informe sobre la manipulación del clima, ya en castellano

El gran fraude climático, argumentos contra la geoingeniería

Rebelión
ETC Group
31.08.2018

Nairobi/Berlin – The Big Bad Fix (El gran fraude climático – Argumentos contra la geoingeniería), informe publicado hoy por el Grupo ETC, Biofuelwatch y la Fundación Heinrich Böll, advierte que la geoingeniería (la manipulación del clima a gran escala) está ganando aceptación en países altamente contaminantes, como una “solución” tecnológica al cambio climático, ya que esos países se niegan a cambiar sus economías basadas en combustibles fósiles. Por ello proliferan los programas y proyectos de investigación sobre geoingeniería, planeados y financiados por la industria e instituciones privadas, principalmente en los países que son grandes emisores de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos, Reino Unido y China. El gran fraude climático analiza el contexto y riesgos de la geoingeniería, revela sus actores, intereses creados y las políticas que subyacen al avance de esquemas tecnológicos a gran escala para manipular los sistemas naturales de la Tierra.
Pese a que se considerada muy peligrosa y hasta inaceptable para muchos expertos científicos y políticos, la geoingeniería se posiciona cada vez más en los debates y negociaciones sobre cambio climático, porque crea la ilusión de que hay atajos tecnológicos con los que se podría manejar los síntomas del cambio climático, sin tener que enfrentar las causas de raíz.
Sin embargo, como detalla el informe, la geoingeniería plantea muchos riesgos para la gente, los ecosistemas y la seguridad. Se basa en un consumo excesivo de tierra, agua y recursos, amenaza por tanto la seguridad alimentaria y erosiona el control democrático de los bienes comunes del planeta, también debido a que estas tecnologías las están desarrollando principalmente quienes buscan lucrar con patentes y desarrollos comerciales de las mismas. Por lo tanto, enfatiza el documento, es altamente probable que se incurra en daños irreversibles a la biodiversidad y a la integridad de los ecosistemas. También existen graves preocupaciones sobre la gobernanza de la geoingeniería, incluyendo el potencial que tiene de que se despliegue unilateralmente, el riesgo de conflictos ante la posibilidad de impactos adversos y daños laterales en algunas regiones, y el riesgo de utilizar las tecnologías de la geoingeniería con fines hostiles.
“La geoingeniería es una defensa peligrosa de un status quo fallido, no una necesidad técnica o científica. De hecho, las técnicas que la geoingeinería desarrolla tienen mayores posibilidades de empeorar que de resolver los diversos problemas ocasionados por el cambio climático. Asegurar que “debemos” desplegar la geoingeniería equivale a asumir que preferimos dañar irreparablemente nuestro planeta antes que alterar el sistema económico que beneficia solo a los que se encuentran en la cima.” Rachel Smolker, Co-Directora de Biofuelwatch.
El gran fraude climático se presentó hoy en Nairobi, durante la 3a Asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y en el periodo previo a una reunión del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) también de la ONU, en Montreal. La geoingeniería se encuentra bajo una moratoria de facto en el CDB, y la geoingeniería marina está prohibida por el Protocolo de Londres del Convenio de Londres sobre la Prevención de la Contaminación del Mar. Los autores del informe argumentan que esas decisiones se deben mantener y deben constituir el punto de partida de cualquier discusión legítima, internacional y democrática sobre la gobernanza de la geoingeniería.
“La geoingeniería exacerbará el desequilibrio de poder global, creará ganadores y perdedores. Sería una locura permitir que un grupo de países tomaran control del termostato global”, afirma Silvia Ribeiro, Directora para América Latina del Grupo ETC. “La gobernanza no debe mal-entenderse como el establecimiento de regulaciones para legalizar y permitir el desarrollo de tales tecnologías. Prohibir tecnologías sumamente riesgosas y peligrosas es un enfoque legítimo y prudente hacia la gobernanza, como se la puso en práctica con el Tratado de Prohibición de las Pruebas Nucleares y la adopción por la ONU del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en julio de 2017”, agrega Ribeiro.
En vez de poner el foco en arreglos técnicos, no probados, riesgosos, el informe llama a la implementación de una visión con justicia climática para limitar el calentamiento global por debajo de 1.5 °C.
“Quienes proponen la geoingeniería alientan la ilusión de que podemos escapar de nuestras crisis climáticas sin tener que ajustar nuestros estilos de vida, que en muchos casos son altamente emisores de gases. Pero la realidad no es tan simple. Las técnicas de geoingeniería no solo vienen con nuevos riesgos y efectos laterales, sino que también distraen de la única solución probada para el cambio climático: la reducción radical de las emisiones de gases que cambian el clima. Antes de poner en marcha la geoingeniería, necesitamos regulaciones claras y vinculantes para esas tecnologías. Un marco internacional para la regulación debe basarse en un estricto principio de precaución, y las tecnologías con riesgos asociados que no son predecibles, justificables o manejables deben directamente prohibirse”, afirma Barbara Unmüssig, Directora de la Fundación Heinrich Böll.
El informe concluye que los numerosos riesgos de alto impacto que puede tener la geoingeniería, y los problemas políticos, sociales, culturales, económicos, éticos, morales, intergeneracionales y de derechos que implica, la vuelven inaceptable. Más aún, los autores argumentan que constituye una peligrosa distracción de las alternativas viables que se requieren urgentemente: reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero a corto plazo y transformar nuestras economías, para abrirle posibilidades a un futuro sostenible justo social y ecológicamente, en vez de confinar al mundo a una dependencia de largo plazo a tecnologías de alto riesgo, que además aún no existen.
Descargue el texto completo en formato PDF abajo 
Consultar el mapa interactivo de experimentos de geoingeniería : map.geoengineeringmonitor.org
El gran fraude climático:
El gran fraude climático brinda a los elaboradores de políticas, periodistas, activistas de organizaciones, movimientos sociales y otros agentes del cambio un panorama amplio de los actores clave, las técnicas y los foros relevantes en el discurso de la geoingeniería. Contiene un análisis sólido del contexto y la historia de la geoingeniería, de los diversos intereses que la conforman y estudios de caso de algunas de las tecnologías y experimentos más importantes. Llama a que se prohíban urgente e inmediatamente los experimentos a cielo abierto de Manejo de la Radiación Solar por su potencial para suspender los derechos humanos, la democracia y la paz entre las naciones. Argumenta en favor de una gobernanza de la geoingeniería que sea participativa e informada por un rigoroso debate sobre las políticas y las prácticas climáticas reales, existentes y justas. Es un llamado a la acción a un movimiento de movimientos, para oponerse masivamente a la geoingeniería como remiendo técnico para el cambio climático y por ser una amenaza a la paz mundial, la democracia y los derechos humanos.
 PDF icon geoingenieria_elgranfraudeclimatico_final.pdf

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NICARAGUA, ¿UNA PROVINCIA DE LOS CAPITALES USA COMO SON LAS PROVINCIAS DE ROTA O MORÓN DE LA FRONTERA EN SEVILLA?


Nicaragua

Intento de golpe “made in USA”

Rebelión
Prensa Latina
31.08.2018


El fracaso de una intentona golpista en Nicaragua permite dilucidar, en base a documentos y denuncias, quiénes financiaron, azuzaron y sirvieron de peones en la oleada de violencia que provocó al menos la muerte de 198 personas en poco más de tres meses.

Desde el 18 de abril y hasta finales de julio el país se sumergió en una crisis sin precedentes en las últimas décadas, con un elevado índice de crueldad y terror por parte de los golpistas, que actuaron bajo un programa bien estructurado y planificado por organismos de Estados Unidos.

Las evidencias y documentos filtrados, a los cuales tuvo acceso Prensa Latina, reflejan como dichos organismos nutrieron a determinados grupos de la ‘sociedad civil’ para socavar los cimientos del gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) bajo una aparente insurrección popular. En un reporte completo del plan de operaciones correspondiente al año fiscal 2013 sobre el programa Acción Comunitaria para la Lectura y la Seguridad (CARS), financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés) se delinean los principales objetivos del mismo.

Aquí salta a la vista como el trabajo con la juventud nicaragüense, de entre 18 y 35 años, es considerado un elemento clave para los intereses de Washington, y para lo cual se asignan partidas por varios miles de dólares, destinados -en primer lugar- para convertirlos en agentes de ‘cambio’, a través de programas de capacitación. https://bbackdoors.wordpress.com/2018/08/01/soft-blow-in-nicaragua-was-prepared-in-advance/ 

Ese programa, con participación de la Universidad de Washington, la Universidad Americana, la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe nicaragüense y el Instituto para el Desarrollo de la Democracia, se enfocó en que las nuevas generaciones, a mediano y largo plazo, fomentarían una sociedad más acorde con los intereses de la Casa Blanca.

El referido reporte recoge que ‘este programa será implementado a nivel nacional y es parte de las metas a largo plazo del Gobierno de Estados Unidos en Nicaragua, a fin de apoyar a la sociedad civil y la capacitación de nuevos líderes políticos que sienten las bases para un gobierno democrático sostenible’.

Por otra parte, el proyecto CARS centró su atención en la creación de sociedades públicas-privadas para evaluar el potencial de incrementar la participación e inversión del sector privado en las acciones comunales y acrecentar su impacto en la sociedad, desplazando así la intervención del Estado.

Asimismo, en otro programa, también financiado y monitoreado por la Usaid y concebido para el período entre el 1 de octubre de 2015 y el 30 de febrero de 2017, la juventud vuelve a estar en el centro de atención de Washington.

En este caso se consideran las elecciones generales de 2016 como un momento clave para el trabajo con ese segmento etario y grupos no tradicionales, a fin de fomentar nuevamente un ‘cambio’ en la sociedad nicaragüense, contrario a las aspiraciones del FSLN y alineado a los intereses expansionistas de Estados Unidos.

Incluso esa la labor se expande más allá del ciclo electoral y hacia grupos de jóvenes no tradicionales, poblaciones marginadas, discapacitados, minorías étnicas y mujeres, entre otros segmentos, con vistas a sentar las bases del cambio deseado por la potencia del norte, que no es más que regresar a las políticas neoliberales de gobiernos anteriores.

A su vez, en una nota con fecha 15 de junio de 2015 suscrita por Roberta S. Jacobson, subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental y dirigida al entonces secretario del Departamento de Estado, John Kerry, se evidencia como el tema Nicaragua, bajo el liderazgo del FSLN, es de relevancia para los intereses de Washington.

En ese documento se hace un análisis de la situación social, política y económica de la nación centroamericana y no duda en calificar de ‘régimen autoritario’ al gobierno sandinista, al tiempo que trata de identificar brechas y debilidades en la sociedad.

No obstante, Jacobson reconoce que a los partidos de oposición tradicionales les resulta difícil la unificación y por tanto vaticina que seguirán fracasando en su mensaje de conectar con las mayorías del pueblo nicaragüense.

De ahí que uno de los objetivos específicos propuestos sea la despolitización de Nicaragua, de sus fuerzas armadas y policiales y generar más espacios para grupos de la sociedad civil afines a los intereses de Estados Unidos. Si bien toda esta estrategia no es nada nuevo en accionar de la política exterior de Estados Unidos, en particular sobre aquellos gobiernos y países no alineados a sus designios, en Nicaragua la consolidación del FSLN supuso un gran escollo a superar.

Era cuestión de esperar el momento justo para desencadenar toda una maquinaria de mentiras y manipulaciones al unísono, incluido redes sociales y medios de comunicación nacionales e internacionales, bajo el disfraz de una supuesta explosión social protagonizada por ‘estudiantes universitarios’, aquellos que ya habían sido capacitados, preparados y financiados para la ocasión deseada.

De ahí que tanto la Usaid y la Fundación Nacional para la Democracia (NED, en inglés) asesoraran y financiaran lo que durante el intento golpista se autodenominó Movimiento 19 de Abril, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, y el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp).

Todos ellos, entre otras organizaciones, con un objetivo común: derrocar al presidente Daniel Ortega y deslegitimar el impacto y la trayectoria del FSLN como factor de cambio real en la sociedad nicaragüense, estrategia que contó con participación activa de varios medios de comunicación fuera y dentro del país.

De esa manera, la Usaid y la NED han sido los promotores más activos para contrarrestar y eliminar un gobierno de orientación socialista en Centroamérica, mediante la típica agenda de desestabilización implementada en otros países, pero con nuevos elementos, como el uso de un falso patriotismo para intentar levantar a las masas.

Es por ello que no es de extrañar que mucha de la simbología del FSLN fuera usada por parte de los golpistas, en un intento de legitimar su accionar violento y criminal.

En tanto, los informes, notas diplomáticas y documentos que recogen las estrategias y las partidas millonarias de la Usaid y la NED para lograr sus objetivos en Nicaragua van saliendo a la luz pública, acuñando la factoría de un golpe de Estado, hoy fracasado, pero sobre el cual el pueblo nicaragüense está llamado a no olvidar.
  Alberto Corona. Corresponsal jefe de Prensa Latina en Nicaragua.
Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=206359&SEO=nicaragua-intento-de-golpe-made-in-u.s.a.

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jueves, 30 de agosto de 2018

COLOMBIA, ¿HOY COMO AYER PERO 50 AÑOS PEOR?


Política, corrupción y guerra

Rebelión
Prensa Rural
30.08.2018


Sin duda, son las tres obsesiones que nos desvelan, atormentan y matan a los colombianos desde hace más de medio siglo. No obstante ser tres cosas diferentes, forman una sola realidad verdadera, la que vivimos y padecemos todos los días. Una especie de misteriosa, insondable y mortífera trinidad pagana, contra la cual no parece existir exorcismo salvador.

 Aunque en los últimos años se han practicado al menos tres exorcismos públicos, sus resultados han sido desastrosos. El primero, se llamó séptima papeleta y Asamblea Nacional Constituyente, que promovimos muchos con la ilusión y la ingenuidad propia de nuestra juventud, bajo el ritual de una supuesta “democracia participativa”, y una pléyade de exorcistas encabezados por César Gaviria, Manuel José Cepeda y Fernando Carrillo. Hoy, 27 años después, conocemos sus frustrantes resultados y el significado exacto del “bienvenidos al futuro”, trasmutado en ese horrendo y destemplado trío conformado por Gaviria, Uribe y Pastrana, que han catapultado a la presidencia a un joven barítono, seguramente para que la tonada de la corrupción y la guerra suene un poco distinta y deje de ser tan estridente y cacofónica. Incluso, para que en medio de tanto barullo, consulta popular anticorrupción, promesa de pulcritud y supuesto manejo técnico de la República –eso sí, sin asomo de política– como lo anuncia sin rubor el presidente Duque, olvidemos la nota esencial de la corrupción, que es precisamente la apropiación privada de la vida pública.

Corrupción política: apropiación privada de la vida pública

Y la nota esencial de la corrupción es precisamente la apropiación privada de lo público –la privatización y personalización de la política– que hoy se expresa en esa obsesión del presidente Duque al conformar un gabinete ministerial muy bello, joven y pulcro, supuestamente ajeno por completo a la política, que no se dejará manosear de ese antro de corrupción llamado Congreso. Un gabinete ministerial que tuvo que reforzar con una nómina paralela de asesores presidenciales, cuyos austeros emolumentos pagaremos todos los colombianos. Para comenzar, un buen ejemplo de transparencia y austeridad, completamente ajeno a la corrupción y lejano del “Estado derrochón”, que tanto fustiga su “presidente eterno”. Semejante impostura maniqueísta y ausencia de austeridad administrativa del presidente Duque es una de las más deplorables expresiones de la corrupción estatal y de lo público. Un presidente que empieza a gobernar denostando de la política y ufanándose de que su gabinete ministerial será “técnico, competente y no político”, como si se tratará de la junta directiva de una empresa privada, difícilmente gobernará con una visión democrática del interés público y será más proclive a definir lo público desde los intereses corporativos y privados. Ya su joven, competente y hermosa ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, lo anunció: “Tengo que convencer al presidente Duque sobre el fracking”. [1]

Como si el uso del fracking fuera algo que sólo compete y decide el presidente con su ministra y no tuviera la capacidad de afectar en forma irreversible a todos los colombianos y a nuestro derecho constitucional y bien público superior de la sostenibilidad ambiental. Si la ministra llegase a convencerlo, incluso con todas las formalidades legales, sería un acto gravísimo de corrupción pública, seguramente impune y técnicamente “inofensivo” para favorecer la explotación y ganancia de las empresas petroleras. Un acto de corrupción plutocrático en perjuicio de las mayorías presentes y de las futuras generaciones, irónicamente auspiciado por quien dice que gobierna y representa una nueva generación política. Una especie de crimen de lesa comunidad ambiental, cometido con las mejores intenciones del emprendimiento nacional. Ojalá que el presidente Duque tenga presente la Constitución Política desde su primer artículo, donde se consagra la prevalencia del interés general sobre el particular, así como los otros artículos relacionados con la función ecológica de la propiedad y la defensa del medio ambiente como bien público superior: artículos 58, 79, 80, 95, 267, 268, 317, 334 y 339. Que no vaya a ser tan laxo y creativo como juró su cargo, con la expresión de solo “prometo defender la Constitución”, cuando su primer deber es “cumplirla fielmente”, pues el inefable Macías se apropió indebidamente del artículo 192 de la Carta, al preguntarle: “Jura a Dios y promete al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”. Gajes de un mediocre bachiller en una responsabilidad que lo sobrepasa e ignora por completo el protocolo constitucional de la investidura presidencial.

Pero mucho más preocupante es el ministro de Defensa, Guillermo Botero, casi “presidente eterno” de la Federación Nacional de Comerciantes de Colombia, quien está convencido que el problema de contener y disminuir drásticamente la siembra de coca es un asunto de erradicación forzosa de los cultivos ilícitos –¡como si la naturaleza fuera criminal e ilegal! – devastándola con el cancerígeno glifosato [2] , con mayor control policivo y represión militar, desconociendo la complejidad del asunto y el fracaso rotundo de la llamada “guerra contra las drogas”.

La guerra contra las drogas, máxima corrupción de la política

Ignorando que dicha guerra es precisamente la máxima corrupción de la política, no sólo por los propósitos que movieron a Richard Nixon a declararla [3] –controlar y reprimir a los jóvenes y afroamericanos que estaban contra la guerra de Vietnam, criminalizándolos y estigmatizándolos como un peligro para la seguridad nacional– sino especialmente porque el Estado colombiano no ha asumido su responsabilidad histórica, política, social y constitucional de impulsar el desarrollo rural legal y reconocer a los campesinos “raspachines” como ciudadanos y no como delincuentes, concertando con ellos la sustitución de la coca, según lo convenido en el Acuerdo de Paz del Teatro Colón. Lo cual revela otro rasgo de la corrupción política, quizá el más sutil y por ello imperceptible de la guerra contra las drogas: el mal lo encarna la “mata que mata” –la tonada favorita del gobierno de Uribe– los narcotraficantes, los narcoterroristas, los raspachines, y va desapareciendo la responsabilidad de los comerciantes ilegales de los precursores químicos [4] , de la logística empresarial de su importación, circulación y venta, del fabuloso entramado financiero que lava ganancias impecable e impunemente. De esa penumbrosa parafernalia que se extiende por la economía legal y la política institucional, con su narcoparapolítica, proceso 8.000 y cubre las más altas esferas estatales y empresariales, casi sin percatarnos. Porque la corrupción siempre es de los otros: los narcos, nunca responsabilidad directa o indirecta del sistema político y social, mucho menos de la creciente demanda de sus consumidores nacionales e internacionales. Con semejante razonamiento jamás podremos reconocer la verdad, que la corrupción es una relación ilegal de complicidades, privadas y públicas, para beneficio de pocos y perjuicio de todos. Es la cultura del atajo y de la ilegalidad, el reino de los “vivos bobos”. Y así corremos el riesgo de eximirnos y señalar que los corruptos son únicamente los políticos y por eso muchos honestos y pulquérrimos ciudadanos detestan la política –para ellos, una nauseabunda actividad manchada de sangre y codicia, bien disimulada bajo edificantes discursos y ademanes corteses– motivo por el cual nunca votan. Como magistralmente lo sentenció Edmund Burke: “Los políticos corruptos son elegidos por ciudadanos honestos que no votan”.

Tercer Exorcismo: Consulta Popular Anticorrupción

Por eso, el próximo domingo 26 de agosto de 2018, vamos a realizar un tercer exorcismo, esta vez contra la corrupción política, después de haber fracasado el 1 de octubre de 2016 en el exorcismo mayor y más vital, como era votar contra la guerra y por la paz política, pues el 63% de los ciudadanos habilitados no se pronunciaron ni a favor, ni en contra: se abstuvieron de promover y defender la vida de todos, demostrando así que la guerra y la abstención electoral son la fuente de la corrupción que nos afecta y continúa matando.

La tercera es la vencida

Dice el refrán popular que la tercera es la vencida, por ello hay que salir a votar. De lo contrario, si en la consulta vuelve a ganar la abstención, habrá que concluir que la corrupción no está tanto en la llamada clase política, sino en la indolencia, la ignorancia, la pereza y la desidia de quienes no comprenden que la política es un asunto de vida o muerte, tan importante que no se puede dejar en manos de unos pocos. Si gana la abstención y no superamos la mitad más uno de 12.075.756 votos, es decir, 6.037.789 tarjetones marcados por el Sí en cada una de las 7 preguntas, seguiremos siendo una sociedad de víctimas irredimibles y de victimarios impunes, nunca una sociedad de ciudadanos que exigimos y hacemos respetar nuestros derechos y el interés público. Nunca seremos una democracia real. Seguiremos siendo esta plutocracia cacocrática, al mando de diestros y astutos gobernantes, que logran hacer prevalecer sus intereses personales sobre los generales. Lo privado sobre lo público, supuestamente en nombre de la democracia, incurriendo así en la mayor y más grave corrupción semántica y política, la corrupción de la vida pública. No vaya a ser que el próximo domingo se confirme lo que ya circula por las redes sociales, que en Colombia la gente vota contra la paz y a favor de la corrupción. Sin duda, votando el próximo domingo SÍ en cada una de las 7 preguntas, no se acabará la corrupción política, pero empezaremos a ser responsables de que ella no se perpetúe impunemente y lo público siga siendo un botín usufructuado por unos pocos y empiece a ser un ámbito defendido por todos y en beneficio de las mayorías. Al menos habremos dado un primer paso como ciudadanía hacia la democracia. Tal es el principal significado de la Consulta, por eso hay que votarla multitudinariamente, contra aquellos que prefieren seguir escuchando el destemplado trío de Uribe, Gaviria y Pastrana, tan cínicamente profesionales que son capaces de salir a votarla, pero marcando aquello que más les conviene, pues el voto es libre y secreto.

Notas
[3] “El presidente Nixon invento la guerra contra las drogas para acabar con los negros y los hippies” Vía: portal Pijamasurf. http://pijamasurf.com/2016/03/el-presidente-nixon-invento-la-guerra-contra-las-drogas-para-acabar-con-los-negros-y-los-hippies/
[4] Siendo uno de los más prósperos importadores, Pedro Juan Moreno, secretario de Gobierno durante la Gobernación de Antioquia de Álvaro Uribe Vélez, cuya accidentada y trágica muerte no se ha podido aclarar: “Responsabilidad de Uribe en muerte de Pedro Juan Moreno no fue presentada como chisme”. Vía portal 


Edición 602 – Semana del 24 al 30 de agosto de 2018

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