lunes, 14 de septiembre de 2015

EUROPA SON LOS EUROPEOS NO LOS BANCOS NI LAS MULTINACIONALES


El futuro de la UE

POR UN PLAN B EN EUROPA


Rebelión
InfoLibre
14.09.2015


[El francés Jean-Luc Mélenchon, el italiano Stefano Fassina, los griegos Zoe Konstantopoulou y Yanis Varufakis y el alemán Oskar Lafontaine se asocian y proponen la organización de una cumbre internacional por un plan B en Europa, abierta a los ciudadanos voluntarios, organizaciones e intelectuales. Esta conferencia podría tener lugar a partir de noviembre de 2015. Estos dirigentes se proponen lanzar el proceso durante la Fiesta de l’Humanité [fiesta del Partido Comunista francés]. A continuación reproducimos el texto que firman los cinco políticos.]

El 13 de julio, la Unión Europea derrumbó al gobierno griego elegido democráticamente de Alexis Tsipras. "El acuerdo" del 13 de julio es en realidad un golpe de estado. Fue obtenido gracias al cierre de los bancos griegos por el Banco Central Europeo (BCE) y gracias a la amenaza de no autorizarlos a abrir de nuevo mientras el gobierno griego no acepte una nueva versión de un programa que había fracasado. ¿Por qué? Porque la Europa oficial no podía soportar la idea de que un pueblo que padecía su programa de austeridad autodestructiva hubiera osado elegir a un gobierno determinado a decir "¡No!".

En adelante, con mucha más austeridad, muchas más privatizaciones rebajadas de activos públicos, una política económica más irracional que nunca, y la misantropía como política social, el nuevo memorándum sólo sirve para agravar la Gran Depresión griega y el saqueo de Grecia por parte de intereses particulares, griegos o no.

Saquemos algunas lecciones de este golpe de Estado financiero. Este euro se ha convertido en un instrumento de la dominación económica y política de la oligarquía europea, escondida detrás del gobierno alemán y que se alegra de ver a la señora Merkel hacer todo el "trabajo sucio" que los otros gobiernos son incapaces de hacer. Esta Europa no produce sino violencias en las naciones y entre ellas: paro masivo, dumping social feroz, insultos atribuidos a los dirigentes políticos contra la Europa del Sur y repetidos por todas las "élites", incluidas las de esos países. La Unión Europea alimenta la subida de la extrema derecha y se ha convertido en un medio de anular el control democrático sobre la producción y la distribución de la riqueza en toda Europa.

Afirmar que el euro y la Unión Europea sirven a los europeos y les protegen contra la crisis es una mentira peligrosa. Es una ilusión creer que los intereses de Europa pueden ser protegidos en el marco de la cárcel de reglas de la eurozona y los tratados actuales. El método Hollande-Renzi del "buen alumno", en realidad del prisionero modelo, es una forma de capitulación que no obtendrá ni siquiera clemencia. El presidente de la Comisión europea, Jean-Claude Juncker, lo dijo claramente: "No puede haber decisiones democráticas contra los tratados europeos". Es la adaptación neoliberal de la "soberanía limitada" inventada por el dirigente soviético Brejnev en 1968. En aquella época, los soviéticos aplastaban la Primavera de Praga con sus tanques. Este verano, la Unión Europea ha aplastado la Primavera de Atenas con sus bancos.

Estamos decididos a romper con esta Europa. Es la condición esencial para reconstruir las cooperaciones entre nuestros pueblos y nuestros países. ¿Cómo llevar una política de reparto de la riqueza y de creación de empleos, sobre todo para los jóvenes, de transición ecológica y de refundación democrática en esta Unión Europea? Debemos escapar a la inanidad y a la inhumanidad de los tratados europeos y refundarlos con el fin de quitarse la camisa de fuerza del neoliberalismo, abolir el pacto fiscal y rehusar el tratado de libre comercio con EE UU (TTIP).

El período es extraordinario. Nos enfrentamos a una emergencia. Los Estados miembros deben tener el espacio político que permita a sus democracias respirar e instaurar políticas adaptadas al nivel nacional, sin temer la reacción del autoritario Eurogrupo dominado por los intereses del más poderoso de los Estados miembros y del mundo del comercio, ni temer a un BCE utilizado como apisonadora que amenaza con aplastar a todo"país que no coopera con ella" como fue el caso de Chipre o Grecia.

Así es nuestro plan A: trabajar en cada uno de nuestros países, y juntos en todo Europa, para volver a negociar completamente los tratados europeos. Nos comprometemos a colaborar con la lucha de los europeos de todos los países, en una campaña de desobediencia a las prácticas arbitrarias y a las reglas irracionales hasta que esta negociación se lleve a cabo.

Nuestra primera tarea será terminar con la irresponsabilidad del Eurogrupo. La segunda tarea será terminar con el carácter pretendidamente "independiente" y "apolítico" del Banco Central mientras que en realidad está muy politizado (de la manera más tóxica) y es totalmente dependiente de los banqueros en quiebra y de sus agentes políticos, y está listo para acabar con toda democracia con solo apretar un botón.

La mayoría de los gobiernos que representan la oligarquía europea y se esconden detrás de Berlín y Fráncfort tienen también un plan A: no ceder a las demandas de democracia de los ciudadanos europeos y utilizar la brutalidad para poner fin a su resistencia. Lo hemos visto en Grecia este mes de julio. ¿Por qué han podido estrangular al Gobierno elegido democráticamente de Grecia? Porque tenían también un plan B: expulsar a Grecia de la zona euro en las peores condiciones posibles destruyendo su sistema bancario y rematando su economía.

Frente a este chantaje, necesitamos nuestro propio plan B para combatir el plan B de las fuerzas más reaccionarias y antidemocráticas de Europa. Para reforzar nuestra posición frente a su compromiso brutal con políticas que sacrifican los intereses de la mayoría en beneficio de los intereses de una ínfima minoría. Pero también para afirmar de nuevo el simple principio de que Europa no es otra cosa que los europeos y de que las monedas no son instrumentos de tortura o armas para matar la democracia. Si el euro no puede ser democratizado, si persisten en utilizarlo para estrangular a los pueblos, nos levantaremos, les miraremos y les diremos: "¡Inténtenlo! Sus amenazas no nos dan miedo. Encontraremos un medio de dar a los europeos un sistema monetario que funcione con ellos, y no a sus expensas".

Nuestro plan A para una Europa democrática, reforzado por un plan B que muestra que los poderes fácticos no pueden aterrorizarnos y someternos, debe ser sostenido por la mayoría de los europeos. Esto requiere un alto nivel de preparación. Los elementos técnicos serán enriquecidos gracias al debate. Un gran número de ideas están ya sobre la mesa: la introducción de sistemas paralelos de pago, monedas paralelas, la digitalización de las transacciones en euros para solucionar la falta de liquidez, sistemas de intercambio complementarios alrededor de una comunidad, la salida del euro y la transformación del euro en una moneda común.

Ninguna nación europea puede avanzar hacia su liberación desde el aislamiento. Nuestra visión es internacionalista. En previsión de lo que puede ocurrir en España, en Irlanda, por qué no de nuevo en Grecia según la evolución de la situación política, y en Francia en 2017, hay que trabajar concretamente todos juntos para crear un plan B que tenga en cuenta las características de cada país.

Proponemos, por tanto, la organización de una cumbre internacional para un plan B en Europa, abierta a los ciudadanos voluntarios, a las organizaciones y a los intelectuales. Esta conferencia podría tener lugar a partir de noviembre de 2015. Lanzaremos este proceso durante la Fiesta de l’Humanité [fiesta del Partido Comunista francés]. ¡Únanse a nosotros!

Jean-Luc Mélenchon, diputado europeo, cofundador del Parti de Gauche (Francia); Stefano Fassina, diputado, ex viceministro de Economía y Hacienda (Italia);Zoe Konstantopoulou, presidenta del Parlamento heleno (Grecia);.Oskar Lafontaine, exministro de Hacienda, cofundador de Die Linke (Alemania); Yanis Varufakis, diputado, exministro de Hacienda (Grecia).


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PODEMOS EN INGLES SIGNIFICA: "MENOS TELEVISIVA, MENOS TITULITIS, MÁS MIRAR HACIA ABAJO PERO NO PARA MANDAR, SINO PARA VER QUE DICEN LOS DE ABAJO, MENOS CABRIOLAS SEMÁNTICAS Y MÁS ORGANIZACION SOCIAL EFECTIVA, O SEA, QUE ES QUE TENEMOS QUE PODER



¿Qué significa la victoria de Jeremy Corbyn?

Rebelión
The Independent
14.09.2015

Las ironías de la historia nunca dejan de sorprendernos. Miremos por donde miremos, Jeremy Corbyn es el líder más izquierdista en toda la historia del Partido Laborista. Tiene claro que quienes actúan mal en el extranjero no pueden actuar bien en casa. Es el antiimperialista más firme del Parlamento. Basta compararlo con sus predecesores para verificar estas afirmaciones. El socialismo de Keir Hardi/1 fracasó en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Clement Attlee/2 fue un gran reformador a nivel nacional, pero en el exterior su gobierno aprobó el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki. Harold Wilson/3 redistribuyó la riqueza, pero apoyó a EE UU en Vietnam; Micahel Foot/4, como líder de la oposición, fue un rabioso defensor de la guerra de Margaret Thatcher para recuperar las Malvinas.

Los gemelos thatcheristas Blair/Brown/5-6 acordaron compartir el poder creando para ello dos fracciones con hambre de poder pero sin diferencias políticas entre ellas, salvo que Tony Blair ansiaba el dinero tanto como el poder. Él nos metió en las guerras de la antigua Yugoslavia y de Irak, mientras que Gordon Brown, ajeno a la vulnerabilidad del capitalismo financiarizado, gastó miles de millones de las y los contribuyentes para rescatar bancos (después de pagar a los depositantes) que hubiera sido mejor dejar que la palmaran. Ambos burocratizaron el Partido Laborista castrando la conferencia del partido, reduciéndola a una mala versión de la de los demócratas estadounidenses. Un show total, sin contenido alguno. Barrieron los distritos de la derecha del laborismo para seleccionar sus futuros candidatos parlamentarios. Era la única forma de transformar a una gran parte del Grupo Parlamentario Laborista (Parliamentary Labour Party, PLP) en un grupo de chicos y chicas de despacho sobrepromocionados junto a un carro de arribistas.

Tres de ellos formaban parte de la lista habitual para suceder a otro de su misma especie, Ed Miliband/7. Lo que resulta irónico es que la reforma del sistema electoral impuesta por Miliband fue diseñada para apaciguar a los blairistas y a sus compinches mediáticos eliminando lo que quedada del poder sindical en el partido y abriéndolo al exterior con la vana esperanza de que los votantes más afines garantizarían el dominio de la política extrema del centro [política de derechas].

Estaban tan confiados que unos pocos blairistas ofrecieron a Corbyn el necesario apoyo parlamentario para presentarse como candidato simbólico de la izquierda, como una muestra de la generosidad y compromiso con la diversidad del partido. ¿Quién hubiera imaginado que les saldría el tiro por la culata de forma tan impresionante? Seguro que Corbyn no. Y otros tampoco. The Guardian salió a favor de Yvette Cooper, sus columnistas blairistas denunciaron al dinosaurio de Islington, olvidando que para la gente más joven los dinosaurios constituyen una especie desaparecida pero muy querida y el Dalily Mirror apoyó a Andy Burnham.

Nadie que conozca, vea u oiga a Corbyn puede dudar de su autenticidad. En los últimos 40 años he compartido numerosas iniciativas con él. En las cuestiones clave se ha mantenido firme. Precisamente, lo que llamó la atención a la juventud, lo que transformó la campaña en un movimiento social fue lo mismo que aisló a las camarillas políticas y a los medios de comunicación tradicionales. Corbyn era ignorante, retórico y también de izquierda: quería revertir las privatizaciones de los ferrocarriles y de los servicios públicos, etc. Muchos de los que se inscribieron para votar por él lo hicieron por eso y para romper con el tedio, la falta de imaginación y falta de visión del Nuevo Laborismo.

Corbyn subestimó los cambios en Escocia pero, de hecho, éstos le ayudaron en su campaña. El grupo parlamentario del Partido Nacional Escocés que quería deshacerse del redundante y caro Trident/8; el electrizante primer discurso de un joven de 20 años, Mhairi Black, sobre los tories… Todo esto ayudó a la campaña de Corbyn. Si fue posible en Escocia, ¿por qué no en Inglaterra?

Mientras los miembros del Partido Laborista eligen al líder más izquierdista, la abrumadora mayoría del grupo parlamentario laborista está en las garras asesinas de la derecha. Cualquiera que escuche el discurso de Sadiq Khan tras haber sido elegido como candidato laborista para la alcaldía de Londres verá la diferencia con la campaña de Corbyn. Los clichés de Khan eran un recordatorio de lo aislado que se encontrará Corbyn en el seno del grupo parlamentario. Corbyn llamará al partido a unirse tras él, pero no podrá obviar el hecho de que la mayoría del grupo parlamentario se opone a su política. Supongo que tratarán de agotarlo y obligarle a un compromiso tras otro para desacreditarlo (no olvidemos a Alexis Tsipras en Grecia), pero dudo que lo consigan.

Corbyn tiene claros los temas clave en los que no es posible el compromiso. Ha trabajado sobre ellos desde hace bastante tiempo. Su identificación con la agenda verde no es un secreto y ahora el único parlamentario del partido verde tiene un sólido apoyo en el nuevo líder del Partido Laborista. Recuperar el transporte público de manos de los especuladores es otro de esos puntos; como lo son el de una vivienda barata para la gente joven y de la tercera edad, que le ayudará a reconstruir las comunidades, y un régimen fiscal sólido que revierta décadas de privilegios otorgados a los ricos, que va a desatar una feroz ofensiva por parte de la City londinense y sus políticos y medios de comunicación acólitos, pero que resulta absolutamente necesaria.

Desde finales de los años setenta, la redistribución de la riqueza a favor de los ricos y de los muy ricos ha aumentado más rápidamente en Gran Bretaña que en cualquier otro país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Corbyn no está interesado en el poder para beneficio propio o para acumular riqueza personal.

Sin duda, Corbyn restaurará la democracia en el seno del partido. Es la única manera de que los partidarios del laborismo en el país estén debidamente representados en el parlamento. Nada de esto es fácil y por eso sigue siendo fundamental un movimiento de largo alcance, un nuevo modelo de ejército de campaña fuera del Parlamento. Es la única manera de asegurar que se cumpla la agenda Corbyn. Nada de esto va a suceder de la noche a la mañana y los partidarios tienen que ser pacientes y no gritar desde la barrera.

Algunos parlamentarios laboristas van a desertar. Después de todo, apoyaron felizmente la austeridad. Pero, pase lo que pase, para la auto-censura de la BBC ya no será posible mantener fuera de la pantalla los puntos de vista expuestos por el nuevo líder laborista. Aunque temporalmente, los muertos vivientes han sido vencidos. La política inglesa ha vuelto a la vida.
Notas:

1/ James Keir Hardie (15/08/1856 – 26/09/1915), uno de los primeros fundadores del Independent Labour Party y de los primeros electos por este partido en el Parlamento del Reino Unido. Militó a favor de la autodeterminación de la India y contra la segregación racial en África del Sur. Convencido pacifista, se opuso a la Primera Guerra Mundial y trabajó por organizar la oposición a la misma al mismo tiempo que apoyaba a los objetores de conciencia, lo que le valió numerosas críticas, incluso en su propio partido (Wikipedia)

2/ Clement Richard Attlee (3/01/1883-8/10/1967), líder del Partido Laborista entre 1935 y 1955 y Primer ministro del Reino Unido entre 1945 y 1951. Durante su mandato sentó las bases para el establecimiento del Estado del bienestar en su país creando, entre otras, la asistencia sanitaria universal y gratuita en Reino Unido. Está considerado como uno de los mejores primeros ministros del Reino Unido, y como uno de los más populares (Wikipedia)

3/ James Harold Wilson, Baron Wilson de Rievaulx, (11/03/1916 – 24/05/1995) fue un políticodel Partido Laborista Británico y Primer Ministro del Reino Unido en dos ocasiones. Wilson es considerado por muchos como uno de los políticos más intelectuales del siglo XX (Wikipedia).

4/ Michael Mackintosh Foot (23/07/1913 – 3/03/2010) miembro del Partido Laborista y escritor, fue miembro del Parlamento en dos ocasiones (19145/1955 y 190/1992) y líder del partido laborista de 1976 a 1983 (Wikipedia).

5/ Tony Blair fue primer ministro del Reino Unido entre 1997 y 2007. También fue líder del Partido Laborista entre 1994 y 2007 (Wikipedia).
6/ Gordon Brown miembro del Partido Laborista. Fue primer ministro del Reino Unido entre 2007 y 2010 (Wikipedia).

7/ Ed Miliband fue líder del Partido Laborista desde el 25 de septiembre de 2010 hasta su dimisión el 8 de mayo de 2015 después de su derrota en las elecciones generales del Reino Unido de 2015 (Wikipedia).

8/ Una de las bases de misiles nucleares submarinos británicas (misiles Trident) se encuentra en Escocia y el Partido Nacionalista Escocés (SNP) se opone a la misma (ndt).

Traducción: VIENTO SUR

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EUROPA, LA UNIÓN EUROPEA Y LA IZQUIERDA


La izquierda y la necesidad de abrir un serio debate sobre el euro y la Unión Europea

4/4

Redacción de Mientras tanto
Rebelión
04.09.2015

En 1975, el Partido Comunista de España afirmó en su Manifiesto-Programa: “Hemos hecho una opción favorable a la articulación de una Europa de los pueblos. Hoy conocemos la Europa de los monopolios y vemos sus límites y su impotencia para resolver los problemas cardinales tanto en el terreno económico como en el político y social. ¿Por qué la clase obrera y la izquierda habrían de dejar el monopolio de la acción para articular Europa, en manos del gran capital y de la derecha?” [11]. Si citamos este documento es sólo porque dicha posición, salvo pocas excepciones, sería asumida por el resto de partidos y movimientos políticos de izquierdas del Estado español. Y porque refleja el optimismo con el que la izquierda, en general, encaró esta cuestión.

Pero cuarenta años han pasado desde la publicación de este documento y no se ha producido ningún paso real hacia la construcción de aquella Europa social y de los pueblos a la que muchos aspiramos. Todo lo contrario: además de la desposesión de soberanía popular de la que están siendo víctimas los pueblos europeos, del aumento de la desigualdad social y del desmantelamiento progresivo de las redes de protección social construidas después de 1945, asistimos al renacer de pulsiones nacionalistas en cada uno de los países de la UE y al fortalecimiento de numerosos partidos de extrema derecha. Liso y llano: la UE, y más aún la UME, están minando tanto los niveles de democracia y paz como el bienestar alcanzados en las últimas décadas en el continente. Esta es la realidad, mal que pese. El seguir cultivando un europeísmo naïf basado en la certeza de que los trabajadores europeos, tarde o temprano, se unirán para dar vida a una Europa social, choca con una realidad en donde el demos europeo brilla por su ausencia y en cuya mayoría de Estados (pensemos en los países del Este y en los bálticos) ni siquiera existe una izquierda digna de este nombre. Probablemente tiene razón el economista Dani Rodrik cuando afirma que la UE es una ilustración perfecta del célebre trilema que presentó en su libroLa paradoja de la globalización. A saber: que no se puede tener a la vez globalización económica, democracia política y soberanía nacional (que, en el caso de la izquierda, sería mejor llamar “soberanía popular”). Debemos elegir dos de entre estos tres conceptos. Y, para Rodrik, el trilema es aplicable a escala europea en tanto que las dificultades económicas y políticas que atraviesa Europa tienen su origen en el hecho de que la integración monetaria y financiera ha ido muchísimo más allá de la integración política. Por lo tanto, para salvar la democracia en Europa se necesitaría o más integración política o menos integración económica [12].

 Tertium non datur. Y de momento nadie, empezando por los países acreedores, ha dado muestras de apostar seriamente por la primera opción.

Es por ello por lo que ha llegado el momento de pensar y discutir sobre alternativas a la moneda única y la Unión Europea. Desde luego, no partimos de cero: en los últimos años se han avanzado propuestas diferentes para superar el actual orden monetario y político europeos que partían todas de la premisa de que se trata de un paso indispensable pero insuficiente. Nadie afirma que ello será fácil ni que solucionará todos nuestros problemas; sería sólo el primer paso para restablecer un correcto y democrático funcionamiento de nuestros sistemas políticos y sentar las condiciones para implementar un modelo productivo de plena ocupación y ecológicamente sostenible. Tiempo habrá para criticar y enriquecer estas propuestas o para presentar otras. Ahora nuestro propósito es el de invitar a todos los partidos y movimientos sociales alternativos a sumarse a este debate. Y a hacerlo de forma colectiva, documentada y sincera. En fin, sin tremendismos ni tabúes. La única forma que nos permitirá dar con respuestas sólidas para encarar la situación de emergencia social que vivimos hoy en día.

Notas

[1] Yanis Varoufakis, Stuart Holland, James K. Galbraith, A Modest Proposal for Resolving the Eurozone Crisis (2013). Consultable en:https://varoufakis.files.wordpress.com/2013/07/a-modest-proposal-for-resolving-the-eurozone-crisis-version-4-0-final1.pdf.

[2] “Varoufakis admits plans for parallel payment system, denies Grexit goal”, Ekathimerini, 27/7/2015. Consultable en:http://www.ekathimerini.com/199951/article/ekathimerini/news/varoufakis-admits-plans-for-parallel-payment-system-denies-grexit-goal.

[3] “Galbraith: per Syriza missione impossibile”, Il Manifesto, 16/7/2015.
[4] James K. Galbraith, “Greece, Europe, and the United States”, Harper’s Magazine, 16/7/2015. Articulo consultable en:http://harpers.org/blog/2015/07/greece-europe-and-the-united-states/. Véase también, del mismo Gailbraith, “The Future of Europe”, The American Prospect, 14/8/2015. Consultable también en: http://prospect.org/article/future-europe.

[5] Sobre el nuevo partido griego “Unidad Popular”, consúltese el texto de Stathis Kouvelakis, “¡Nace Unidad Popular!”, vientosur.info, 21/08/2015. Consultable en: http://www.vientosur.info/spip.php?article10409; Sobre el Bloco de Esquerda, véase la resolución de la Mesa Nacional del día 26 de julio de 

2015: http://www.bloco.org/media/mn20150726.pdf; Una buena muestra de cómo la cuestión del euro haya entrado en los discusiones sobre el futuro de la izquierda radical italiana son las intervenciones en el debate “C’è vita a sinistra”, organizado por el diario Il Manifesto y consultables en la página web del diario (www.ilmanifesto.info); En cuanto al debate que empieza a producirse en Die Linke sobre el euro y la UE, véase: Nicole Gohlke y Janine Wissler, “Escaping the Euro Dream”, Jacobin, 31/7/2015, consultable en:https://www.jacobinmag.com/2015/07/germany-greece-austerity-grexit/.

[6] Nicholas Kaldor, “The Dynamic Effects Of The Common Market”, The New Statement, 12/03/1971.

[7] Véase, al respecto, el libro de David Marsh, The Euro. The Battle For The New Global Currency, New Haven, Yale University Press, 2009.


[9] Gabriel Flores, “Se benefician los países periféricos de formar parte de la Eurozona?, Nuevatribuna.es, 20/8/2015. Consultable en:http://www.nuevatribuna.es/articulo/europa1/benefician-paises-perifericos-formar-parte-eurozona/20150820182108119316.html.

[10] Claudi Pérez, “Yanis Varoufakis: El tercer rescate de Grecia está diseñado para fracasar”, El País, 2/8/2015.

[11] Partido Comunista de España, Manifiesto-Programa del Partido Comunista de España, París, Colección Ebro, 1975, p. 28.

[12] Véase el prefacio de Rodrik, dedicado a Europa, a la edición italiana de 2015 del libro La paradoja de la globalización. Democracia y futuro en la economía mundial (publicado en España en 2012 por Antoni Bosch editor; y en Italia, por la editorial Laterza).


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ESTADO ISLÁMICO. O SEA, QUE LOS MISMOS TERRORISTAS QUE PUEDEN MATAR ESPAÑOLES EN LA BASE DE MORÓN DE LA FRONTERA, ES LA MISMA ORGANIZACIÓN QUE AL AMIGO AMERICANO LE INTERESA QUE EXISTA.



Balance de un año de bombardeos de la coalición

Así está Estado Islámico hoy

Rebelión
Vice News
09.09.2015


Cuando el presidente estadounidense Barack Obama anunció hace un año que había dado órdenes para atacar las posiciones del autoproclamado Estado Islámico (EI) para detener su avance hacia Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, alegó por una parte razones humanitarias —detener la persecución en Sinjar de las minorías cristiana y yazidí— pero sobre todo el posible ataque de Estado Islámico sobre Erbil, epicentro de los intereses comerciales y de inteligencia estadounidense en la región.

Sin darle mayor importancia, Obama citó la que es la razón última que ha creado el caos del que se ha alimentado a Estado Islámico: “la necesidad de una reconciliación entre las comunidades iraquíes” y cuyo inicio es la invasión estadounidense.

Al dar por bueno el supuesto gobierno de unidad nacional de Haidar al-Abadi, la administración Obama no hizo sino perpetuar la división de la sociedad iraquí ya que del gobierno de Abadi un año después se ha demostrado igual de sectario y sanguinario que el de Nuri al-Maliki. Cuando unos días después del anuncio de la intervención se presentó en el Congreso estadounidense la propuesta para esta operación se avisó de que la batalla sería larga, hasta tres años. Unas precauciones a priori sorprendentes si comparamos la capacidad militar de ambos contendientes: una alianza de los 60 países más poderosos del mundo contra 35.000 fanáticos.

Pero el equipo de Obama ya sabía que sin una infantería que combatiese sobre el terreno no se iba a poder lograr una victoria. En su discurso hizo hincapié en que las tropas estadounidenses no volverían a combatir en Irak.

Los community manager de la yihad: el reclutamiento de Estado Islámico en las redes. Leer más aquí.

Estado Islámico, un año después
Con un coste medio de 9,5 millones de dólares a día, la campaña de bombardeos contra EI habrá costado 3.500 millones de dólares en su primer año —hay que recordar que Naciones Unidas suspendió su asistencia temporalmente en 2014 a los refugiados sirios porque le hacía falta 64 millones de dólares—. ¿Cuál ha sido el efecto sobre el llamado Estado Islámico?

Claramente ha frenado su expansión en Irak que fue galopante en los primeros meses tras la caída de Mosul y el colapso de la Revolución Iraquí. Pero el balance del terreno perdido por EI en este primer año de campaña militar contra no es muy halagüeño para la inversión militar y financiera hecha por la coalición internacional, y sobre todo si se tiene en cuenta su expansión a otros países árabes durante este año. Se calcula que ha perdido cerca de un 30% del territorio pero muy localizado en torno a los intereses de los principales aportadores de infantería, los kurdos y las milicias chiíes proiraníes.

Si bien este mapa es de abril de 2015 y no aparece la captura por parte de Estado Islámico de las importantes ciudades de Palmira en Siria yRamadi en Irak, es ciertamente ilustrativo pues colorea a la perfección como los kurdos iraquíes y sirios han arrebatado terreno a Estado Islámico para asegurar sus fronteras; y por otra parte las milicias chiíes iraquíes que se ha creado para este fin, Al Hashad al Shaabi (Movilización Popular), con el apoyo del ineficaz ejército iraquí guiados abiertamente por destacados miembros del ejército iraní han asegurado el corredor que une la ciudad santa chií de Samarra con Bagdad y han ganado terreno en la provincia de Diyala, frontera con Irán, alejando así el peligro de los terroristas de su territorio.

Irán, piedra angular
El máximo beneficiado por la aparición de Estado Islámico, Irán, se ha convertido al mismo tiempo en la piedra angular para combatirlo. Cuando el Estado Islámico de Irak y Levante [ISIS, por sus siglas en inglés] se hizo fuerte en Siria en la segunda mitad de 2013 la situación de los principales aliados de Irán en la zona era como poco preocupante: Al-Assad acosado militar y políticamente e Irak con una revolución popular pidiendo el fin del régimen sectario proiraní.

Un año y medio después la caída de Al-Assad ha dejado de ser una prioridad para Occidente y tampoco se cuestiona el sectarismo del gobierno de Bagdad. Irán ha firmado el acuerdo nuclear con las potencias Occidentales y es un socio informal de la “Coalición de los 60” pues parece que el único mal de la zona es Estado Islámico.

El acuerdo nuclear iraní, buenas noticias para Estado Islámico. Leer más aquí.

Y es que de los 60 países nadie parece dispuesto a mandar a sus tropas a combatir contra unos descerebrados que buscan el martirio. Pero con esta dinámica se ha entrado en un círculo vicioso: mientras exista EI y solo se proponga la estrategia militar para combatirlo que finalmente depende de las milicias proiraníes a quien le interesa que siga existiendo Estado Islámico no se solucionará la situación. Y todo lo que sea mantenerse vivo es un éxito para el proyecto expansionista de Estado Islámico.

Más allá de Siria e Irak

El problema de EI no es solamente el control que ejerce sobre una extensión similar a a Gran Bretaña, porque los escasos casos de éxito contra ellos como la toma de Beiji tienen poca continuidad porque el gobierno iraquí no tienen tropas para asegurar la ciudad y la población local es hostil a unos efectivos contra los que se levantaron en la Revolución Iraquí por las barbaridades que cometían contra ellos por razones sectarias.

El verdadero problema de Estado Islámico es que es un “caso de éxito” exportable a otros lugares como estamos viendo en Libia, Egipto o podría pasar en Yemen o cualquier otro país árabe donde haya suficiente vacío de poder o caos para que Estado Islámico pueda desarrollarse. Pero mientras se siga invirtiendo millones en intentar solucionar vía militar un problema como EI que es solo la manifestación de un problema más profundo como es la falta de libertades, de horizonte de desarrollo para la inmensa mayoría de los habitantes de la región, mientras se siga apoyando a regímenes represivos en la región no se solucionará el problema.

No parece probable, pero pensemos que en los tres años propuestos se acaba militarmente con Estado Islámico en Siria e Irak, pero ¿Y en Libia? ¿Yemen? ¿Egipto? ¿Qué ocurrirá con los combatientes retornados? Pero sobre todo con las condiciones que posibilitaron la aparición de Estado Islámico y que seguirán ahí seguramente acentuadas por tres años de conflicto que esta creando muchas víctimas civiles y mas radicalización. Si no cambia este contexto se producirá la enésima mutación y volveremos a sufrir una organización terrorista que sepa aprovecharse de la desesperación de ciertos individuos perdidos en este entorno.

Sigue a Pedro Rojo en Twitter: @Al_Fanar


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domingo, 13 de septiembre de 2015

EUROPA, LA UNIÓN EUROPEA Y LA IZQUIERDA


La izquierda y la necesidad de abrir un serio debate sobre el euro y la Unión Europea

 3/4

Redacción de Mientras tanto
Rebelión
04.09.2015

El drama reside en que, dado el rechazo tajante de los países acreedores a hablar de transferencias fiscales entre Estados y de una hacienda pública europea, la única solución “europea” a la crisis de la moneda única, esto es, una solución dirigida a transformar el euro en una divisa sostenible para todos los países de la UME, pasaría por un cambio radical en la política económica alemana. Más en concreto, por un subida consistente de los salarios de sus trabajadores —y por lo tanto, de un aumento de la demanda agregada y de la inflación— y por la eliminación de su monstruoso superávit comercial (8% del PIB). Ello favorecería el aumento de las importaciones alemanas y la reactivación de las economías del Sur de Europa. Sería menester, pues, que Berlín tuviera una actitud cooperativa que, sin embargo, ni está ni se le espera tanto por motivos históricos (el ordoliberalismo es una cultura profundamente arraigada en la cultura política alemana) como políticos (la arquitectura de la Eurozona blinda la hegemonía alemana sobre Europa) y sociales (el marcado envejecimiento de la sociedad alemana sólo puede paliarse a través de continuas absorciones de mano de obra cualificada procedente del extranjero. Y un sur de Europa en permanente deflación y con sistemas universitarios de buen nivel es un excelente depósito de trabajadores cualificados para Alemania).

Así las cosas, el deber de las izquierdas de los países del Sur de Europa es reconocer la irreformabilidad de la UME y la necesidad de aplicar políticas que defiendan los puestos de trabajo y ofrezcan una esperanza vital a los parados de sus países. Pensar que sea posible hacer una política transformadora, o incluso otra mínimamente keynesiana, en el marco de los Tratados de la UE es caer en el puro autoengaño. Insistimos: con el tipo de cambio fijo, y mientras el establishment alemán no cambie su política económica mercantilista, cualquier tipo de política expansiva aplicada en nuestro país llevaría sólo a un aumento de las importaciones y del déficit exterior. Lo cual nos obligaría a imponer, tarde o temprano, más austeridad para reequilibrar las cuentas del país. Estamos en un callejón sin salida.

Del mismo modo, consideramos que en la izquierda se debe abrir un debate intelectualmente honesto sobre la necesidad de seguir defendiendo el proyecto de la Unión Europea. Un proyecto que en realidad no es europeo, sino euroatlántico, en tanto que intrínsecamente ligado a los Estados Unidos de América desde finales de los años cuarenta. Contrariamente a la retórica sobre el europeísmo idealista de líderes como Felipe González y Giscard D’Estaing, sobre la cual Varoufakis también está estructurando su nuevo movimiento político y al que supuestamente tendríamos que volver[10], el proceso de integración europea tiene sus orígenes y desarrollo en la dinámica de la Guerra Fría: por un lado, acercar políticamente y robustecer económicamente a los países de Europa Occidental después de su unificación militar con la OTAN (1949) de cara a una más eficaz contención de la amenaza soviética; y por el otro, insertar plenamente a la República Federal de Alemania en Occidente para evitar cualquier tipo de conato revanchista tras la derrota de 1945. Bajo esta óptica, y no otra, ha de encuadrarse el Tratado de Roma de 1957, que instituyó la llamada Comunidad Económica Europea. Desde entonces, los gobiernos de la CEE-UE nunca pusieron en discusión la existencia de la alianza atlántica militar, ni siquiera tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución del Pacto de Varsovia en 1991. Es más: a la subalternidad política y militar, Bruselas y los gobiernos europeos han acentuado su subalternidad económica a los Estados Unidos al aceptar el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP), que —como es sabido— tendrá consecuencias profundamente negativas para la economía europea. Pocas dudas pueden caber ya acerca de que el sueño de una Europa unida y geopolíticamente autónoma, de la que se habló profusamente hasta hace poco, fue una gran mentira para atraer al electorado. Además de recuperar todos los instrumentos macroeconómicos con vistas a realizar una política socialmente transformadora, necesitamos delinear una nueva política exterior no supeditada a los intereses imperiales de las clases dirigentes atlánticas y orientada a reconstruir puentes de diálogo con el este de Europa y todas las poblaciones del Mediterráneo.

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EL TAXIS. OTRO "BOMBÓN" QUE EL PP / PSOE, NARANJOS O ASIMILADOS LE ENTREGARÁN A LOS CAPITALISTAS EXTRANJEROS


Dos mil taxistas protestan en Córdoba contra la liberalización
Profesionales del sector de toda España se congregan para mostrar su rechazo al informe de Competencia, que tildan de "atropello"
F. J. CANTADOR CÓRDOBA
Diario de sevilla
12.09.2015

Una panorámica de la manifestación de los taxistas ayer en Córdoba.


"El taxi quiere vivir", rezaba ayer una camiseta portada por Fernando Luengo, un taxista balear, en la glorieta de la Ciudad de Nuremberg, en Córdoba, punto de inicio de la manifestación que la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del Taxi (Auttacor) había organizado contra el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) que pretende la liberalización del sector. Eran poco menos de las 10:00. Desde esa hora y hasta aproximadamente las 14:30 -tiempo de duración de la manifestación, que recorrió avenidas del centro de la ciudad- el taxi demostró que está muy vivo. Tanto que la marcha, que concluyó a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, estaba compuesta por una hilera de unos 2.000 vehículos repartidos en tres kilómetros y medio y llegados de prácticamente todos los puntos de España. Según el Área de Seguridad del Ayuntamiento, "más de 1.500 coches y unas 250 personas a pie". Según la organización, "más de 2.000 coches y unas 3.000 personas, entre las que van en los coches y a pie". 

Pese a este baile de cifras -normal cuando se trata de una protesta en la calle-, lo que está claro es que el presidente de Auttacor, Miguel Ruano, vio ayer cumplida su profecía del pasado viernes, cuando apuntó a los medios de comunicación que "va a ser una manifestación nunca vista en Córdoba". La pancarta que encabezaba la marcha -No al control del taxi por las multinacionales- era la respuesta clara de los miles de taxistas allí congregados en contra de las intenciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia -órgano adscrito al Ministerio de Economía- de derogar las ordenanzas municipales -de momento, las ciudades de Córdoba y Málaga- "para conseguir la desregulación del sector", según insistió Ruano. 

Antes de partir la protesta, se concentraron taxis llegados, entre otros puntos: Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia, León, La Mancha, Baleares y Murcia. El prólogo a la marcha, en la que era palpable la indignación de los profesionales del taxi contra el miedo a perder sus empleos, lo puso el presidente de Auttacor al denunciar que "la desregularización del sector que pretende competencia, apoyada seguramente por algún lobby español o europeo", acabaría con el trabajo de 100.000 personas en España". 

Ruano puntualizó que "el taxi dejaría de trabajarse por los taxistas españoles, para trabajarse por multinacionales; los taxistas autónomos desapareceriamos; finalizaría la garantía al usuario en materia de precios quedando al libre mercado, y en función de las circunstancias, y cuando un usuario utilice el taxi habrá momentos en los que le beneficie, porque haya muchos vehículos y esos precios sean bajos, y que le perjudique, porque se encuentre que hay un sólo taxi en la calle y el taxista, por su libre competencia, le pida un precio desorbitado". 

La preocupación por el futuro del sector la expresó también el presidente de la Federación Nacional del Taxi y de la Asociación Gremial de Madrid, Julio Moreno. "Todo esto es para favorecer a los grandes grupos de poder. Hay que tener en cuenta que el sector del taxi factura anualmente en España 4.000 millones de euros, lo que supone una tarta muy golosa para esos operadores", resaltó. "Por un lado vemos que todos los partidos políticos, ayuntamientos y comunidades autónomas dicen que están con el taxi; si están con el taxi, ¿quién narices manda aquí?, no lo acabamos de entender", lamentó el presidente de la Federación Nacional del Taxi, que consideró como un "atropello al sector" el dictamen.



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sábado, 12 de septiembre de 2015

EUROPA, LA UNIÓN EUROPEA Y LA IZQUIERDA

La izquierda y la necesidad de abrir un serio debate sobre el euro y la Unión Europea

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Redacción de Mientras tanto
Rebelión
04.09.2015

Más vale decirlo claramente: la izquierda española tiene que asumir que el euro, tal y como lo conocemos, es una moneda insostenible. Y ello tanto por motivos macroeconómicos como políticos. Los motivos macroeconómicos son fáciles de describir y, en el fondo, ya fueron explicados en 1971 por el economista Nicholas Kaldor: que una zona monetaria no óptima —es decir, cuando un grupo de Estados que deciden compartir moneda no presentan unas perfectas flexibilidad de precios y salarios y movilidad de los factores de producción—, no era viable sin una unión político-fiscal europea que garantizara fuertes transferencias de dinero de los países más ricos hacia los más débiles y sin un Banco Central Europeo que, además de ocuparse de la estabilidad de los precios, actuara de prestamista de última instancia para cada uno de los Estados miembros [6].

 Es más, Kaldor fue profético cuando afirmó que pivotar un proceso de unificación europea en torno a la moneda causaría graves tensiones socioeconómicas entre los Estados del continente. A partir de entonces, decenas de economistas han venido denunciando la disfuncionalidad técnica de la unión monetaria europea (UME) y las características ordoliberales que ésta iba adquiriendo tras la aprobación del Tratado de Maastricht (1992) y del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (1997): independencia del Banco Central Europeo de los poderes públicos; parámetros insostenibles y ultraliberales sobre inflación, déficit y deuda pública; imposibilidad para los Estados de intervenir seriamente en la economía, etc. En resumen, ya desde los años noventa resultó evidente que la única política económica posible dentro de la UME era la neoliberal. Con el añadido de que, en los últimos quince años, se ha reforzado en la UE un sistema de gobernanza en manos de políticos y banqueros centrales no elegidos por nadie, y con un Parlamento Europeo sin poderes sustanciales para representar dignamente a los pueblos europeos y ejercer las funciones de un parlamento auténtico.

Pero aún más graves son los problemas políticos: la creación de la moneda única, fuertemente deseada por François Mitterrand y la clase dirigente francesa en los años 1989-1991 para sustraer el marco (y, por ende, para redimensionar) a la nueva Alemania reunificada [7], ha servido, paradójicamente, para aposentar una nueva hegemonía teutónica en el continente. Y ello gracias a la fijación del tipo de cambio, que solucionó el crónico problema de la apreciación del marco a causa de la fuerza exportadora de la economía alemana, y de una política de dumping social llevada a cabo por el gobierno de Gerhard Schröder (la famosa “Agenda 2010”), que se basaba en una presión sobre los salarios a causa de la cual —y a diferencia de lo que ocurría en los países del sur— los costes unitarios laborales se movieron a un ritmo casi idéntico al de la productividad; lo cual, sumado a una inflación que se mantenía más baja que la del resto de la UME por una demanda agregada anémica, impulsó de forma extraordinaria la competitividad alemana. En suma, el gobierno de Schröder realizó una auténtica devaluación interna, al tiempo que la llegada de capitales del norte, la mayoría de los cuales procedían de Alemania, carcomía las economías del sur, endeudándolas (para comprar los productos alemanes ahora ya más convenientes) y mermando su competitividad.

La historia de la crisis económica actual, que comenzó con la fallida de Lehman Brothers pero que en Europa se ha manifestado con mayor brutalidad por las dinámicas consustanciales a la UME, no ha sido otra que la paulatina transformación de lo que era una crisis de deuda privada y exterior en una crisis de deuda pública mediante el saneamiento de los bancos privados europeos con dinero de los contribuyentes. El caso de los primeros dos rescates de Grecia es paradigmático: a través del Fondo Europeo de Rescate, antes, y del Mecanismo Europeo de Estabilidad, después, los ciudadanos europeos han pagado rescates que, lejos de mejorar las condiciones de vida de los griegos, sólo han servido —como hoy reconoce hasta el FMI— para que el Estado griego devolviera sus deudas a los bancos franceses y alemanes. Como ha afirmado un agudo analista, la Eurozona se ha convertido en un “paraíso para los acreedores” [8].

 Y, añadimos nosotros, en un infierno para los deudores, o sea para unos países periféricos que se han visto obligados a equilibrar sus cuentas públicas y exteriores mediante medidas draconianas de austeridad y devaluación salarial; una política que, además de fracasar a la hora de reactivar el mercado laboral, tiene el grave inconveniente de profundizar la especialización en actividades y productos de menor productividad y valor añadido que requieren bajos niveles de cualificación de la fuerza de trabajo [9]

Dicho con otras palabras: el sistema del euro profundiza la actual división europea del trabajo, desplazando, en el caso de los países del sur, recursos importantes que deberían destinarse a un cambio del modelo productivo hacia sectores como el turismo y la construcción.

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SIRIA Y LA POLÍTICA DEL CRIMEN ORGANIZADO DEL CAPITALISMO


¿Quiénes deben responder por la ola migratoria?

Rebelión
11.09.2015


Siria, situada en un lugar clave del mapa medioriental y principal aliado de Irán, era hasta 2011 uno de los países más estables, cultos y prósperos del Medio Oriente, foco de resistencia al imperialismo y el sionismo y de la solidaridad con Palestina. Su ayuda material a Hezbolá había fortalecido considerablemente la capacidad militar libanesa para enfrentar las arremetidas de Israel.

Entonces estalló allí la guerra fomentada por Estados Unidos y sus aliados de Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Quatar y Turquía, que ha ocasionado ya un estimado de 8 millones de desplazados internos y el éxodo a países vecinos de 4 millones y medio de personas que malviven hacinadas en su mayoría.

La CIA y sus homólogos británicos y franceses entrenaron a los miembros de Al Quaeda (y demás grupos procedentes de Libia, Chechenia, Afganistán y otros países, incluso europeos), financiados y armados por las monarquías saudita y quatarí, y por Washington. Fueron los creadores de la tormenta perfecta de la que surgió el brutal Estado Islámico, que conquistó extensas zonas densamente pobladas de Siria e Irak, de donde ahora huyen ríos de gente.

Cuando comparamos la cifra de 130 mil que al fin ha decidido recibir la Unión Europa (UE) en los dos próximos años, sólo con la de millones de refugiados y desplazados sirios, nos percatamos del cinismo de la solidaridad de sus gobiernos y lo mezquino del pensamiento dominante en las llamadas democracias occidentales. Tómese en cuenta que en lo que va de año lograron llegar por mar a Grecia, Italia y Hungría 310 mil personas procedentes no sólo de Siria, sino de numerosos países de África y Medio Oriente. Por otra parte, se calcula que más de 600 mil sirios y afganos piden ser recibidos en Europa.

En cambio, el ejército mediático imperial ha informado la determinación europea de acoger aquella ridícula cantidad de refugiados como un gran acto altruista de la señora Merkel, la misma que mata lentamente a Grecia por asfixia y desangra a otras economías del sur de Europa en defensa de la democrática y bonachona banca alemana.

Ya en abril de este año François Crépeau, relator de la ONU sobre derechos humanos de los migrantes, declaró al diario inglés The Guardian, que los países ricos –no solo la UE– debían ponerse de acuerdo para acoger en cinco años al menos un millón de refugiados de Siria y África para terminar con la crisis migratoria y las tragedias en el Mediterráneo.

La propuesta de Crépeau es más generosa que la cifra de la UE. Suponiendo que esta la mantenga en años sucesivos, habrá acogido en 5 años a 325 mil migrantes; o sea, aproximadamente los mismos que ya están en su territorio en estaciones rodeadas de alambre de púas, amontonados en la isla griega de Lesbos, adonde siguen llegando oleadas, o tratando de cruzar las vallas militarizadas de Hungría, Bulgaria o Calais, calcos del infame muro levantado por Washington en la frontera con México. Por eso dudo mucho que quede resuelta la tragedia del Mediterráneo como afirma el funcionario de la ONU, aun cuando la Europa comunitaria llegara a recibir la cantidad que propone, el triple de la cuota actual.

Eso implicaría que la ola de migrantes hambrientos de África subsahariana se redujera a unos pocos cientos de miles para, sumados únicamente a los sirios, completar el millón de refugiados que propone el relator de la organización mundial. Muy insuficiente, considerando que la desertificación debida al cambio climático y la imposición de los dogmas del Consenso de Washington han arrasado con las agriculturas domésticas africanas, sostén de millones de familias ahora aglomeradas en las ciudades y casi siempre sin empleo; fenómeno con consecuencias muy graves de desintegración social e identitaria.

Como se aprecia, no son las guerras en Siria, Libia, Yemen y antes en Afganistán-Pakistán e Irak, pese a su alto costo en destrucción de condiciones para la reproducción de la vida, las únicas causantes de holocaustos como este, que ya ha matado en 2015 a más de 2 mil 650 humanos en el Mediterráneo. Ni únicamente involucra a la UE. Data de la colonización, del negocio esclavista, del neocolonialismo y de la extensión del neoliberalismo en el mundo. Por ese colosal saqueo los países ricos les deben una indemnización tan cuantiosa a sus víctimas que aseguraría su desarrollo económico y la solución definitiva del problema migratorio.
A Aylan Kurdi, símbolo del saqueo y la guerra imperialista

Twitter: @aguerraguerra


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viernes, 11 de septiembre de 2015

EUROPA, LA UNIÓN EUROPEA Y LAIZQUIERDA


LA IZQUIERDA Y LA NECESIDAD DE ABRIR UN SERIO DEBATE SOBRE EL EURO Y LA UNIÓN EUROPEA

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 Redacción de Mientras tanto
 Rebelión 04.09.2015

 Lector, lectora: A la hora de analizar la crisis griega de este verano —finalizada con la victoria del “No” en el referéndum del 5 de julio y la posterior, y sorprendente, aceptación por parte del gobierno de Alexis Tsipras del durísimo Memorándum que le presentó la Troika—, pocos han prestado atención al abandono de Yanis Varoufakis y James K. Galbraith de la propuesta que en su momento llamaron “Modesta proposición” y que estaba pensada para ofrecer una solución a la crisis del euro [1]. 

Hablamos de una propuesta técnicamente brillante y probablemente viable, pero que en ningún momento fue tomada en consideración por la Comisión Europea y los demás gobiernos de la zona euro. En una entrevista que concedió poco después del giro político de Tsipras, Varoufakis admitió que su dimisión como ministro de Finanzas (oficializada el día 6 de julio) se debió a la negativa de Tsipras de iniciar, como respuesta a la actitud hostil de la Troika, la creación de un sistema bancario paralelo a la moneda única en el que los pagos se pudiesen efectuar en dracmas [2]. 

Por su parte, Galbraith afirmó en una entrevista al diario italiano Il Manifesto que, en esos días de julio tan dramáticos, el gobierno, para hacer frente a la Troika, no tenía ninguna otra opción que el Grexit [3]. 

Y en otro artículo volvió sobre el asunto pidiendo al gobierno de su país que apoyase la salida de Grecia del euro como forma de supervivencia ante una UE que calificaba de “reaccionaria, mezquina y perversa” [4]. 

Ambos autores, pues, se habían dado cuenta de que era inútil presentar planes intelectualmente sofisticados a “socios” que no querían dialogar y cuyo único objetivo era tumbar a un gobierno helénico que se había atrevido a cuestionar la feroz (e inútil) austeridad; su sincero europeísmo se estrellaba ante un sistema de gobernanza ademocrático y hegemonizado por un gobierno alemán obsesionado con mantener su dominio político sobre el resto de la Eurozona. 

Y al tratarse de grandes intelectuales, los dos economistas no pudieron menos que aceptar la realidad y admitir, velis nolis, que para la izquierda se abría una nueva etapa basada en: A) el cuestionamiento de la moneda única y de la misma Unión Europea (Galbraith); B) cuando menos la necesidad de no descartar a priori planes alternativos, como la introducción de una moneda paralela al euro en caso de no contar con la colaboración de la Troika (Varoufakis). Desde luego, no fueron los únicos en llegar a esta conclusión. A partir de mediados de julio, muchos intelectuales radicales y progresistas —pensemos, entre otros, en Paul Krugman, Wolfgang Münchau y Oskar Lafontaine, pero también en Francisco Louçã, Ignacio Ramonet, Owen Jones y Perry Anderson— han pedido a la izquierda continental un replanteamiento general sobre su aceptación de la moneda única y su fe en el proyecto europeísta. 

Y, lo que es más importante, dentro de los mismos partidos de la izquierda se ha activado una discusión en torno a esta cuestión: Syriza se ha fracturado internamente y su ala izquierda, partidaria de la ruptura con la UE, ha fundado “Unidad Popular”, un partido que concurrirá por su cuenta a las elecciones generales griegas de septiembre; en Portugal, el Bloco de Esquerda se ha sumado al Partido Comunista en rechazar más sacrificios en nombre de la moneda única; en Italia, el problema del euro está bien presente en los debates sobre cómo volver a activar a la alicaída izquierda transalpina; y hasta en Alemania empiezan a surgir voces dentro de Die Linke que piden a sus dirigentes poner en tela de juicio el europeísmo históricamente profesado por la organización [5]. 

En definitiva, la crisis griega ha abierto en la izquierda europea un debate que será tan intenso como irreversible. 

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SALVADOR ALLENDE, UN HOMBRE EJEMPLAR