TENER MEMORIA… Y HEMEROTECAS: FRAGA Y LOS JUDIOS: SEMANA SANTA EN
ZAMORA (1971)
Javier de la Puerta
Sociología Crítica
21.06.2015
Durante
varios siglos, la Iglesia Católica, durante los oficios de Viernes Santo, pedía
por la conversión de los “pérfidos judíos-perfidis judæis”, a los que acusaba
de haber asesinado a Jesús. Todavía con anterioridad al Concilio Vaticano II
(1962-1965), el Papa Juan XXIII eliminó la expresión “pérfidos judíos” de los
rezos de Semana Santa, frase que se usó en unos oficios por última vez el año
1959.
Doce
años después, en 1971, el entonces ex-ministro de información y turismo, Manuel
Fraga Iribarne (fundador de Alianza Popular, actual PP, en 1976), escribió las
siguientes frases en su pregón de la Semana Santa de Zamora: “La
lección terrible de la Semana Santa debe ser nuevamente revalorizada,
asimilada. Los judíos prefirieron la injusticia al desorden, el inmovilismo a
la esperanza y el milagro, el egoísmo a la caridad. Aún no han terminado de expiar la sangre caída sobre ellos y
sobre sus hijos.” El político continuó su pregón con la
siguiente frase: “Por supuesto, se equivocaron, Jerusalén
e Israel serían destruídas.” Es decir, a pesar de estas
destrucciones, Fraga consideraba que los judíos, dos mil años después, todavía
no habían expiado “su pecado”, a pesar de que hacía más de un decenio que la
propia Iglesia Católica había eximido de responsabilidad a los judíos en la
muerte de Jesús.
Fraga
había sido ministro de información y turismo entre 1962 y 1969. Él fue uno de
los miembros del gobierno de Franco que votó a favor de confirmar el
fusilamiento de Julián Grimau en 1963, sentándose todavía junto al dictador
cuando el joven estudiante de derecho, Enrique Ruano, fue asesinado por la
policía, al defenestrarlo desde un séptimo piso, en enero de 1969. No fueron
estos dos crímenes hechos aislados, ya que la tortura y la violación
sistemática de los más elementales derechos humanos eran el pan nuestro de cada
día en aquella España de los años 60 y 70. Sin embargo, Fraga, en su pregón de
Zamora, no se refiere en absoluto a estos crímenes, sino que prefiere irse dos
mil años atrás. Tampoco se acuerda Fraga de los crímenes de Hitler y el
Nazismo, del Holocausto, régimen del que el Franquismo fue aliado entre 1936 y
1945.
Muchas
partes del pregón zamorano de 1971 no son nuevas, ya que el ex-ministro utiliza
en gran medida el pregón de la Semana Santa de Madrid del año 1963. ¿En qué se
diferencian ambos pregones? En el pregón de Zamora Fraga añade las frases
antisemitas ya citadas, las acusaciones al crimen cometido, según él, por el
pueblo judío, a quien también ataca por “el gesto terrible de cobardía de los que
no quieren recordar, ni reconocer, ni saber nada de nada.” Además, siguiendo la estela de
Franco, el político lucense ataca a la masonería, al acusar a los masones de“secularizar y descristianizar la Semana
Santa” .No le
faltaba mucho a Fraga Iribarne para repetir al dedillo el famoso estribillo de
Franco “un complot judeo-masónico orquestado por el comunismo internacional”,
aunque, extrañamente, la palabra “comunismo” no aparece citada ni una sola vez
en esta soflama.
En
otra parte del discurso tiene la osadía de hablar de “ecumenismo”, al mismo
tiempo que ataca a otra religión, la judía, ignorando también que, en esos
mismos momentos en los que leía el pregón, en Zamora, un pabellón de la cárcel
provincial estaba dedicado a los sacerdotes españoles que se oponían a la
dictadura.
Este
pregón fue guardado durante muchos años en una caja fuerte bajo siete llaves,
para que no se pusiera en evidencia el posterior y radical golpe de timón del
fundador de AP-PP en todo lo relacionado con Israel y el Judaísmo, ya que Fraga
fue, en los albores de la Transición, uno de los fundadores de la Asociación de
Amistad España-Israel, utilizando su pertenencia a esta organización para
blanquear su complicidad con el Franquismo y sus crímenes. En esta primera transición el
ex-ministro de Franco se convirtió en el primer ministro del interior
(gobernación) de la monarquía heredera del Franquismo, siendo el principal
responsable de los sucesos de Vitoria (cinco muertos) y Montejurra (2 muertos),
hechos acaecidos en los primeros meses de 1976.
Posteriormente,
este viraje de Fraga fue adoptado con entusiasmo por José María Aznar, cuando
en los años 90 convirtió al PP en el principal defensor en España de las
acciones de los derechistas gobiernos israelíes de Shamir, Netaniahu y Sharón,
cuyas políticas radicales dieron lugar a los estallidos de las dos intifadas
habidas hasta la fecha.
¿Releería alguna vez Fraga su pregón de Zamora, sus acusaciones y ataques al
pueblo judío, también a Israel, durante sus últimos decenios de vida?
[Fuente:
Por Javier de la Puerta, Diario del Aire, 18abr13. Javier de la Puerta es
profesor de la Universidad de Jerusalén]
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