Trabajador; Experto Universitario en Antropología y Ética, 2023; Master en Cooperación Internacional y Desarrollo de los Pueblos, 2022; Diplomado en Sociología, 2021; Químico industrial; asesor de inversiones y financiación; Gerente de empresas Cooperativas; Comunidades Europeas por la Universidad Politécnica de Madrid (CEPADE).( y cazador de forajidos, atracadores de Estados y ex-presidentes vivos de gobiernos Españoles )
De celebrarse ahora elecciones, la mayoría absoluta independentista estaría blindada, en una horquilla de 70 a 73 escaños (ahora es de 72), pero en votos apenas sumarían una décima más que en las elecciones del 27-S del 2015: del 47,8% al 47,9%. Ínfima cosecha para un bloque que ha sufrido una ofensiva judicial, la virulenta represión policial del 1-O, el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y una declaración 'interruptus' de independencia.
En este contexto, y partiendo de la premisa de que Junts pel Sí no se reeditaría, ERC no tendría rival para ganar los comicios, pero pierde bastante fuelle desde el barómetro anterior, de diciembre pasado. Oriol Junqueras obtendría el 28,1% de los votos y 43-44 escaños, cuando hace 10 meses lograba 2,6 puntos más y 48-50 diputados. Los republicanos también lideran holgadamente la intención directa de voto (el voto sin 'cocina'), pero han cedido 3,7 puntos y su fidelidad de voto ha pasado del 60,4% al 53,1%.
A la izquierda del socialismo se da una de cal y otra de arena. La CUP podría retener sus 10 parlamentarios actuales o perder uno y desde diciembre ha recuperado dos puntos y medio, aunque dos de cada 10 votantes emigrarían a ERC. La intención directa de voto a la CUP es ya superior a la del PPC, cuya mano dura antisoberanista le dejaría como farolillo rojo del Parlament con 9-10 escaños (ahora tiene 11).
Regresando a la izquierda alternativa, la neonata Catalunya en Comú podría llevarse un chasco aún mayor que el de Sí que es Pot en el 2015. La marca de Xavier Domènech que amadrina Ada Colau debuta en el barómetro con 11-12 diputados (Sí que es Pot tiene 11) y es la quinta fuerza tanto en voto directo como estimado. A costa de su ambigüedad 'procesista', los 'comuns' solo conservarían cuatro de cada 10 apoyos de Sí que es Pot (coalición que no incluía al colauismo) y otro tercio de ellos están indecisos. Como sucedía en diciembre, esta alineación parlamentaria colocaría a Junqueras ante la disyuntiva de reeditar el actual Govern con el PDECat apoyado en la muleta 'cupaire' o desempolvar el tripartito de izquierdas con el PSC y los 'comuns', pero pagando el precio de olvidar el sueño independentista. Porque la combinación que ya no sería posible, a diferencia del sondeo anterior, es la que une a ERC, los colauistas y la CUP.
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