Francia
Llamamiento
de los chalecos amarillos reunidos el 16 de marzo en París
Viento sur
Colectivo
22/03/2019
[El 16 de
marzo, los chalecos
amarillos celebraron el Acto XVIII -decimoctavo sábado de movilización desde
el 17 de noviembre- con un recrudecimiento del conflicto con las fuerzas
represivas, en un momento en el que el poder pensaba que el movimiento estaba
bajo control tras la enorme represión ejercida contra el mismo. Y Macron ha
decidido dar una vuelta de tuerca más en la escalada represiva: involucrar al
ejército en la represión del movimiento. Militarización del orden público que
retrotrae las prácticas del Estado al siglo XIX.
Aunque
limitada a la preservación de los edificios emblemáticos, a nadie escapa la gravedad
de la medida. Como señala Romaric Godin en Mediapart: se trata del retorno a la
guerra social. "El orden a defender no es el de un clan, una casta o una
clase. Es el de todos".
Una medida
que se justifica por la actividad de los chalecos amarillos, si bien este 16 de marzo
produjo menos daños que muchas otras movilizaciones, pero que tiene como
objetivo impedir que el clima social de rechazo a las políticas de Macron vaya
en aumento en un contexto de malestar social creciente y de movilizaciones que
van tomando una amplia dimensión social (manifestación multitudinaria el mismo
día 16 contra el Cambio climático en París, exitosa huelga de la función
pública contra las reformas de Macron en la enseñanza y contra la supresión de
100.000 puestos de trabajo…) en un contexto en el que, poco a poco, va
instalándose la necesidad de ir saliendo del impasse frente a la ofensiva
gubernamental.
En este
contexto, tanto la iniciativa de la reunión de los chalecos amarillos en París como
la resolución política adoptada es importante: muestra la determinación de
seguir en la brecha de un movimiento que semana a semana no baja de 50.000
activistas y aborda problemas que afectan a la mayoría de la sociedad.
Hay que
tener en cuenta que desde el inicio, este movimientos ha pagado caro: 10
manifestantes muertos en las rotondas por embestidas de vehículos, una anciana
muerta a causa de los gases lacrimógenos en su domicilio, 22 personas que han
perdido el ojo a causa de las pelotas de goma y otras 6 que han perdido la mano
debido a las granadas lacrimógenas que contienen 2gr de TNT.
Es a esta
determinación de los chalecos
amarillos y al riesgo de contagio a otros sectores que se ponen en
movimientos al que está dirigida la nueva vuelta de rosca represiva de Emmanuel
Macron. Las próximas semanas y meses, van a ser importantes para calibrar cómo
se desenvuelve esta crisis. Redacción vs]
Llamamiento
Cuatrocientos
cincuenta chalecos amarillos provenientes de 71 ciudades nos hemos
reunido en París con motivo del Acto 18 en convergencia con las
movilizaciones contra el cambio climático y en solidaridad con el pueblo
argelino, para compartir nuestras experiencias y definir la continuidad del
movimiento. Mientras el gobierno sigue expresándose a través de las porras y
los gases lacrimógenos, el éxito de nuestra Asamblea da testimonio de nuestra
firmeza y de nuestra voluntad para coordinar el movimiento. Previamente ha
habido otras asambleas y coordinaciones regionales. Y habrá otras. Convencidos
de que la multiplicación de nuestros contactos y los lazos que se establecen
garantizará el éxito de nuestra acción común, volveremos a reunirnos en
Saint-Nazaire [Departamento del Loira-Atlántico] el 6 y 7 de abril.
Cuatro meses
después, ¡seguimos aquí!
A pesar de
la represión y las calumnias de Macron, desde el 17 de noviembre miles de chalecos
amarillos se organizan para resistir y transformar lo más injusto que
existe en nuestra sociedad. A todo lo largo y ancho de Francia, con la cabeza
alta, nos ponemos los chalecos amarillos en las rotondas y en las empresas.
Nuestra reivindicación no se limita al precio de los carburantes. También
queremos contribuir a sentar las bases de una sociedad democrática que no nos
condene a la pobreza mientras los ricos siguen aumentando su riqueza. La
conclusión del gran debate [organizado por Macron para contrarrestar al
movimiento. ndt] no marca el fin del movimiento.
Nuestro
combate sigue contando con el apoyo de la población que comparte los problemas
que planteamos en torno a la carestía de la vida y la organización democrática
[de la sociedad].
¡Ha
concluido el gran blablá [debate nacional] y nuestras reivindicaciones
siguen pendientes!
La lista de
nuestras reivindicaciones es larga, pero las reivindicaciones fundamentales son
que la gente está harta de matarse a trabajar para ganar cada vez menos y pagar
cada vez más; que ya no soporta más el no poder decidir por sí misma sobre las
cuestiones que le afectan. ¡Porque queremos vivir, no sobrevivir!
Exigimos:
- Medidas inmediatas contra la carestía de la vida: incremento generalizado de salarios, pensiones y subsidios, así como que sean indexados al IPC; la suspensión de la CSG [impuesto sobre las pensiones] y el IVA para los productos de primera necesidad;
- Justicia social mediante la supresión inmediata del CICE [subvenciones a la patronal para crear empleo] para las grandes empresas y restablecimiento del ISF [impuesto sobre las grandes fortunas suprimido por Macron];
- Un poder realmente democrático, lo que conlleva la puesta en pie del Referéndum de Iniciativa Ciudadana sobre todas las cuestiones, así como la revocación [de los cargos electos];
- Un compromiso real con el cambio climático que no está opuesto a la justicia social que reclamamos;
- Amnistía para todos los chalecos amarillos y el cese inmediato de los juicios y la violencia contra los chalecos amarillos.
¡Todos y
todas juntos para expulsar a Macron y su política al servicio de las y los
ricos y la gran patronal!
Nos volvemos
a ver en Saint-Nazaire el 6 y 7 de abril para la próximo etapa, que no será la
última. Nuestro combate continúa. Las manifestaciones, bloqueos y otras
acciones continuarán. La reunión de hoy, la cantidad de gente reunida y nuestra
determinación, son buena expresión de ello.
París,
16/03/2019
Traducción: viento
sur
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