jueves, 30 de enero de 2025

GUERRA EN UCRANIA: ESCÁNDALO POR MUERTE DE MERCENARIOS EE.UU. RUSIA A PU...

FRENTE UCRANIANO SE DESMORONA. COLOMBIA GANÓ A TRUMP. ATACAN CENTRAL NUC...

 

Poner al mismo nivel la simbología nazi y la comunista es un aviso, una advertencia: los rojos podéis iros preparando, que vamos a por vosotros. Los sátrapas de la UE están sembrando represión… ¿para cuándo la cosecha?


Una equiparación canalla


Diego Fusaro

El Viejo Topo

30 enero, 2025 



La equiparación propuesta por esa realidad criminógena que es la UE (consolidada como una reorganización de arriba a abajo de la relación de fuerzas establecida tras la caída del Muro de Berlín) entre símbolos nazis y símbolos comunistas es una auténtica locura: los símbolos comunistas son también, y no poco, aquellos con los que millones de mujeres y hombres en Europa se han identificado en su sacrosanta reivindicación de derechos y dignidad, trabajo y emancipación. Prohibirlos no significa tanto distanciarse de Pol Pot (indefendible y, en todo caso, no puesto como modelo por nadie en Europa), sino que equivale, si acaso, a un imperativo categórico que suena así: pueblos dominados de toda Europa, ¡no volváis a intentarlo! ¡No os atreváis nunca más a desafiar la explotación capitalista! ¡Nunca más oséis imaginar una sociedad que no sea la del totalitarismo del libre mercado! Resistid con espíritu de resistencia y adaptaos a la civilización de mercado, ¡el único mundo decente, si no el único posible! El mensaje ideológico de los heraldos de la globalización neoliberal recita que cualquier intento de éxodo del capitalismo está destinado a reproducir las tragedias de Pol Pot: y que, por tanto, es necesario reconciliarse, con euforia exultante o resignación desencantada, con la jaula de acero del tecno-capitalismo sin fronteras. Ideología en estado puro, la cual hay que etiquetar bajo el epígrafe de «no hay teorema alternativo»: lo que Fisher calificó acertadamente de «realismo capitalista». Por no hablar de que, en lo que a violencia asesina y genocida se refiere, el liberalismo no tiene nada que envidiar a los totalitarismos rojo y negro, como bien demostró Domenico Losurdo en «Contrahistoria del liberalismo»: deportación de esclavos de África y colonialismo, exterminio de los nativos de América y bombas atómicas, “casas de trabajo” y racismo.

La verdad es que el liberalismo no debería permitirse erigirse en juez universal de la historia, como hace habitualmente: debería sentarse en el banquillo de los acusados por los crímenes que ha cometido y sigue cometiendo en todo el mundo gracias a su concepción de la libertad como «libertad de mercado» (en cuyo altar no puede sacrificarse ninguna vida). Además, hoy en Europa sólo hay un totalitarismo, el del fanatismo del libre mercado desregulado, del que derivan todas nuestras tragedias actuales, que con Hegel podríamos calificar con razón de «tragedias en lo ético». La convención fabuladora que repite que debemos resignarnos a vivir eternamente en el sistema capitalista desde que el comunismo del siglo XX fracasó y cayó sin gloria (Berlín, 1989) se parece bastante a la conducta de aquel médico que diría a su paciente que se resigne a vivir con la enfermedad porque la cura no ha producido los resultados deseados. Incluso Norberto Bobbio, un pensador liberal que ciertamente no podría adscribirse a la galaxia comunista, lo admitió: el comunismo ha caído sin gloria, pero permanecen todas las contradicciones contra las que había surgido legítimamente como un intento de los grupos dominados de reclamar su emancipación del sistema de explotación modestamente llamado libertad de mercado. Por tanto, no lamentamos en absoluto el pasado, pero menos aún estamos dispuestos a aceptar el presente plenamente alienado como un eterno horizonte ideal.

Traducción de Carlos Blanco

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TRAGEDIA EN UCRANIA: RUSIA A 125 KILÓMETROS DE LA VICTORIA. EEUU EXIGIRÁ...

lunes, 27 de enero de 2025

Enero de 1977: ¿nos acordamos?

 

: Han pasado cuarenta y ocho años desde aquel día. Desde aquella noche. Desde aquellos días en que nos parecía que las cosas empezaban a ser distintas a como habían sido hasta entonces.


Enero de 1977: ¿nos acordamos?


Alfons Cervera

El Viejo Topo

27 enero, 2025 


Han pasado cuarenta y ocho años desde aquel día. Desde aquella noche. Desde aquellos días en que nos parecía que las cosas empezaban a ser distintas a como habían sido hasta entonces. Veníamos de los tiempos oscuros. Esa dictadura que ahora dicen algunos que era una maravilla. Enero de 1977. Ya hacía más de un año que se había muerto el dictador. La Transición. Bueno, hay quien dice que la Transición empezó más tarde, cuando se aprobó la Constitución en 1978. Me da igual la fecha. Lo que no me da igual es que se cuenten cosas que no son como en realidad sucedieron. Que se diga que fueron unos años tranquilos. Que era el sosiego ejemplar que estábamos deseando después de la violencia del franquismo. Fue el argumento para ensalzar ese tiempo: que nadie quería otra guerra. Claro que nadie quería otra guerra. Pero lo que tampoco quería mucha gente era que se olvidara tan rápido aquella violencia, las cárceles, las torturas, tanta muerte en las tapias de los cementerios, en las comisarías… En 1939 no llegó la paz sino la victoria fascista. En 1975 lo que llegó fue el silencio, también una especie de miedo al pasado, el tanteo con una tranquilidad en la que poco a poco se iban abriendo demasiados agujeros. Ese paseo por una “tierra que el silencio alfombra”, como escribía Miguel Hernández muchos años antes de los nuevos tiempos que no eran tan nuevos como habíamos pensado.

No digo que todo lo que se hizo fue para mal. Claro que no. Hablo de lo que no se hizo y algo de eso que no se hizo sí que se podía haber intentado hacerlo. Al menos intentarlo, ¿no? De eso hablo. Cómo se te queda el cuerpo cuando el mismo Adolfo Suárez confesó muchos años más tarde que no convocó un referéndum para elegir entre Monarquía y República porque esa consulta la hubiera ganado la República. El franquismo salió bien vivo de la muerte de su máximo caudillo. Intacto. Y así ha seguido salvo en muy contadas ocasiones, siempre a su favor el viento de la historia. La democracia avanzó mirando de reojo al pasado, como esperando un asalto de sus fantasmas al llegar la noche, como si las sombras siguieran siendo las mismas sombras de los años franquistas del plomo. Entre la ruptura con la dictadura y su reforma se eligió la reforma. Era una manera de que las luces y las sombras se juntaran en un mestizaje de tiempos en que seguían siendo mayoría las sombras. Porque la realidad tranquila se sabía huidiza, demasiado vulnerable ante los desmanes a que la sometían los grupos de extrema derecha y casi toda la policía. Actuaban juntos casi siempre. Y estaban bien organizados en esa complicidad sangrienta.

El franquismo salió bien vivo de la muerte de su máximo caudillo. Intacto. Y así ha seguido salvo en muy contadas ocasiones

La Ley de Amnistía de 1977 metió en el mismo saco a Martín Villa y a Marcelino Camacho. Eso fue en octubre. Unos meses antes, en enero, estalló una oleada de violencia conocida como la Semana Negra. Fue en Madrid. El domingo 23, en una manifestación por la amnistía, un grupo de pistoleros de extrema derecha asesinó al joven Arturo Ruiz. No había cumplido aún los veinte años. El martes 24 por la mañana hubo una manifestación de protesta contra ese crimen. Y Mari Luz Nájera, una estudiante de veintiún años, fue alcanzada por un bote de humo disparado por la policía. Moriría en el hospital a las pocas horas. Esa misma noche del 24 de enero, un grupo fascista irrumpió violentamente en un despacho laboralista de la madrileña calle de Atocha, asesinó a cinco personas y dejó malheridas a otras cuatro. Muchos de esos asesinos nunca fueron detenidos y los que sí lo fueron pudieron huir tranquilamente de la cárcel o cumplieron penas mínimas de encierro. El entierro de los asesinados fue una de las más grandes manifestaciones de duelo y de rabia que se recuerdan en la historia de este país, que ha hecho de la desmemoria una de sus más estrictas señas de identidad. Esa misma semana, el Grapo acababa con la vida de varios policías y las voces ultras en los funerales gritaban la vuelta de Franco para enmendarle la plana a la frágil democracia que no acababa de despegar.

No sé cuánta gente se acuerda de aquellos días de enero. O de otras fechas lo mismo de violentas que se dieron en la Transición. Sé que me dirán que la juventud seguro que no se acuerda. Claro que no: sencillamente porque nunca le hemos contado nada. Y sé también que mucha de la gente que entonces estaba cada día en las calles igual ha tirado la toalla porque no se puede estar toda la vida en el campo de batalla. Pero a pesar de todo, a pesar de que la memoria ha flojeado tanto desde aquel noviembre de 1975, no vale entregarles la historia de aquellos años y su memoria al silencio y el olvido. Tantos nombres que cayeron en aquella lucha no se merecen que se callen sus nombres y se les ponga al mismo nivel que sus asesinos. La Transición fue lo que fue. Pero han pasado cincuenta años desde entonces y no podemos seguir con la monserga de que fue modélica, ejemplar, exportable a otros países del mundo mundial. No sé si en las actividades previstas en la campaña 50 años de España en libertad habrá un sitio para esa memoria de la dignidad que el fascismo sigue queriendo negar porque su memoria es otra: la de la iniquidad franquista que siguen defendiendo abiertamente el PP, Vox y toda la brunete mediática que los empuja y aplaude con esa encendida vocación de “cazar al rojo” que nunca han abandonado.

Han pasado cuarenta y ocho años desde aquel enero trágico de 1977. Pongamos en este aniversario nombres y más nombres sobre la mesa del recuerdo. Y no sólo de las víctimas, sino también de sus verdugos. Para que no sean lo mismo quienes se cargaban la libertad a tiro limpio y quienes la defendían con su militancia antifascista jugándose la vida en esa lucha. Cada cual tenemos cerca muchos de esos nombres. Que no se nos olvide ninguno, ¿vale? Ninguno.

 FuenteinfoLibre

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HASTA EL ÚLTIMO PANAMEÑO DEFENDERÁ EL CANAL: PANAMÁ SE REBELA A TRUMP | ...

domingo, 26 de enero de 2025

Crecimiento de la desigualdad

 

Según el último Informe sobre la Riqueza Mundial de UBS, los 26 más ricos del mundo poseían en 2023 la asombrosa cifra de 2,872 billones de dólares. Billones, con b. Más que el total de bienes y servicios que la mayoría de las naciones producen anualmente.


Crecimiento de la desigualdad

 

Michael Roberts

El Viejo Topo

25 enero, 2025 

 



DESIGUALDAD EN LA DÉCADA DE 2020


Los datos empíricos sobre la desigualdad económica se han multiplicado en las dos últimas décadas. Me refiero aquí a la desigualdad económica (ingresos y riqueza) por oposición a la desigualdad social (esperanza de vida, acceso a la sanidad y la educación, niveles de contaminación, etc.), porque la primera impulsa las desigualdades en la segunda.

La desigualdad económica puede considerarse de varias maneras. En primer lugar, la desigualdad de los ingresos percibidos (salarios y beneficios); a continuación, la desigualdad de la riqueza personal neta (activos poseídos una vez contabilizada la deuda); después, la desigualdad de los activos de capital (el tamaño de las empresas y la propiedad de acciones). Luego está la desigualdad global, es decir, la desigualdad de ingresos y riqueza entre naciones; y la desigualdad de ingresos y riqueza dentro de las naciones. La desigualdad es una medida relativa, no absoluta.

Tomemos primero la desigualdad de ingresos. La medida básica de la desigualdad de ingresos es el coeficiente de Gini de desigualdad de ingresos, que capta la equidad general de la distribución. Un coeficiente de Gini de uno significaría que todos los ingresos percibidos en un año fueron a parar a una sola persona. Un coeficiente de cero significaría que la renta se reparte por igual entre todos. Todos los países del siglo XXI tienen un coeficiente entre estos dos extremos.

Recientemente, algunos economistas de la corriente dominante han insistido mucho en que este coeficiente se ha estancado o ha disminuido durante las dos últimas décadas en Gran Bretaña, Estados Unidos y gran parte de Europa occidental. La relación entre los ingresos del 10% superior y el 10% inferior también se ha estabilizado; en todo caso, ha disminuido. Los datos del Informe sobre la Desigualdad en el Mundo muestran que la proporción de la renta nacional destinada al diez por ciento más rico ha aumentado en casi todos los países desde 1980. Pero esa desigualdad de ingresos parece haberse aplanado desde 2010.

La razón no es una inversión de la desigualdad creciente, sino que la disparidad entre los ingresos de la parte superior de la escala de ingresos y los grupos de ingresos medios ha tendido a aumentar desde el cambio de milenio, mientras que la brecha entre la parte inferior y la media se ha reducido. Los que más ganan se alejan del medio (de 6x a 7x) y los que menos ganan han reducido la distancia con el medio (de 5x a 4x).

Los aumentos sostenidos del salario mínimo han sido una parte importante de esta historia en Gran Bretaña. Y tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, los trabajadores poco cualificados se han beneficiado (y los trabajadores de cualificación media han sufrido) de un «vaciamiento» en la parte media de la distribución del empleo. En EE.UU., los empleos mejor pagados se reparten cada vez más entre un puñado de profesiones de muy alto nivel. Los trabajadores del sector tecnológico representan ahora uno de cada seis del 5% de los salarios más altos, frente a uno de cada 20 en 1990. Ningún grupo tenía este predominio en el pasado.

Nada de esto elimina el claro aumento de la desigualdad de ingresos dentro de los países que se ha producido en casi todas partes desde la década de 1980. El 50% más pobre de la población se sitúa sistemáticamente por detrás del 10% más rico de la población en todas las regiones, aunque esta brecha es más pronunciada en Oriente Medio, América Latina y África, en comparación con Europa. En todo el mundo, el 10% de las personas con mayores ingresos se lleva más del 50% de todos los ingresos percibidos, mientras que el 50% más pobre sólo se lleva el 5%.

En algunos países, la desigualdad ha alcanzado niveles extremos. Por ejemplo, Sudáfrica es uno de los países más desiguales, con el 10% más rico acaparando el 65% de la renta nacional. Yemen también presenta una desigualdad significativa, ya que el 10% más rico obtiene el 59,5% de los ingresos y sólo el 1% más rico se queda con el 25%.

Dentro de la OCDE, Estados Unidos es el país más desigual, con un 21% de la renta nacional destinada al 1% más rico, igual que en México (21%) y ligeramente más que en Sudáfrica (19%).

Luego está la desigualdad global de ingresos, es decir, la disparidad entre los ingresos de los adultos en los países pobres y ricos; y en los ingresos medios de cada país. En 2023, la renta nacional per cápita media mundial (incluido el valor «en especie» de los servicios públicos) se situará en torno a los 12.800 euros anuales (PPA), es decir, 1.065 euros al mes. Sin embargo, esta cifra oculta enormes disparidades entre regiones. Por ejemplo, la renta media en el África subsahariana era de sólo 240 euros al mes, frente a más de 3.500 euros en Norteamérica y Oceanía, una diferencia de 1 a 15.

El rápido crecimiento económico en Asia (sobre todo en China e India) ha sacado a muchas personas de la pobreza extrema. Pero el 0,1% y el 1% más ricos del mundo han cosechado una parte mucho mayor de los beneficios económicos, según el Informe sobre la Desigualdad en el Mundo. En 2020, el 1% más rico se embolsó el 20,6% de la renta mundial, 2,8 puntos porcentuales más que en 1980. El 0,1% más rico se embolsará el 8,59% en 2020, lo que supone un aumento de 1,98 puntos porcentuales desde 1980. Aunque la crisis financiera de 2008 afectó a estos ultra-ricos, el 0,1% más rico casi ha recuperado la cuota de renta mundial de la que disfrutaba en 2007.

La pandemia de COVID-19, la consiguiente inflación y el aumento de los conflictos internacionales han hecho que las tasas mundiales de «pobreza extrema» hayan aumentado en los últimos cuatro años. Los descensos en las formas menos extremas de pobreza mundial, más comunes en los países de renta media, han continuado, pero a un ritmo mucho más lento que durante la década de 2010. A menos que algo cambie, el Banco Mundial advierte de una posible «década perdida» para «la guerra» contra la pobreza mundial.

La producción anual per cápita en Estados Unidos es de 73.000 dólares, aproximadamente 26 veces la media de los países de renta baja. Incluso los países de renta media-baja, como India, Nigeria y Filipinas, sólo alcanzan la novena parte de la producción económica estadounidense. Ese PIB inferior representa menos consumo de alimentos, atención sanitaria y tecnología, menos inversión en infraestructuras, educación y vivienda, y menos bienestar general para miles de millones de personas en todo el mundo.

La desigualdad de ingresos tanto entre países como dentro de un mismo país palidece en comparación con la desigualdad de riqueza. Como ya he informado en otras ocasiones, el último Informe sobre la Riqueza Mundial de UBS muestra que el 1,5% de los poseedores de riqueza personal más ricos se lleva alrededor del 48% de toda la riqueza personal mundial, mientras que el 40% de la población mundial más pobre no posee nada (después de las deudas).

Las «personas con patrimonios muy elevados», término empleado en el sector de la gestión de patrimonios para designar a las personas con un patrimonio superior a 30 millones de dólares, poseen una parte asombrosamente desproporcionada de la riqueza mundial. Estos propietarios poseen el 6,5% del total de la riqueza mundial, aunque sólo representan una pequeña fracción (0,003%) de la población mundial.

Aunque la concentración de la riqueza está aumentando en casi todos los países, se necesita mucha más riqueza para situarse entre el 1% más rico en los distintos países. Según el Informe sobre la Riqueza de Knight Frank, en Estados Unidos hay que tener al menos 5,8 millones de dólares para entrar en este selecto club. Esto es 5,4 veces más que el mínimo necesario para pertenecer al 1% más rico en China, la segunda economía mundial, y 1,5 veces más que en Alemania, la tercera.

Según el último Informe sobre la Riqueza Mundial de UBS, los 26 multimillonarios más ricos del mundo poseían en 2023 la asombrosa cifra de 2,872 billones de dólares. Esta riqueza combinada es mayor que el total de bienes y servicios que la mayoría de las naciones producen anualmente, según los datos del PIB del Banco Mundial.

En comparación con otros países, Estados Unidos experimentó la mayor expansión de su clase multimillonaria en 2024, según el Informe sobre Ambiciones de los Multimillonarios de UBS. Según el banco de inversión con sede en Suiza, el número de multimillonarios estadounidenses pasó de 751 en 2023 a 835 en 2024. Por el contrario, el club chino de los nueve dígitos se redujo de 520 a 427, ya que la crisis inmobiliaria y las turbulencias de los mercados financieros empujaron a muchos nuevos miembros por debajo de los 1.000 millones de dólares.

Las estadísticas de la OCDE muestran que el 1% más rico de Estados Unidos posee el 40,5% de la riqueza nacional, una proporción mucho mayor que en otros países de la OCDE. En ningún otro país industrializado el 1% más rico posee más del 27% de la riqueza nacional.

China ha experimentado un rápido crecimiento en este nivel de riqueza. Pero aunque ese país tiene más del cuádruple de habitantes que Estados Unidos, el número de estadounidenses con un elevado patrimonio neto es 4,8 veces mayor que el de China.

Es casi imposible comprender la magnitud de la desigualdad de la riqueza en Estados Unidos. Piénsalo así: 100.000 dólares ahorrados para la jubilación es una pila de billetes de 100 dólares de 4,3 pulgadas; 1 millón de dólares son 43 pulgadas; y 1.000 millones de dólares son 3.600 pies, es decir, 12 campos de fútbol (el edificio más alto del mundo mide 2.722 pies). Sin embargo, Elon Musk tiene 486.000 millones de dólares, lo que equivale a 330 millas de altura o 60 Mt. ¡Everests apilados!

Y cuando se utiliza el índice de Gini tanto para la renta como para la riqueza de cada país, la diferencia es asombrosa. Veamos algunos ejemplos. ¡El índice de gini de EE.UU. es de 37,8 para la distribución de la renta (bastante alto), pero el índice de gini para la distribución de la riqueza es de 85,9! O tomemos la supuestamente igualitaria Escandinavia. El índice de gini de la renta en Noruega es de sólo 24,9, pero el de la riqueza es de 80,5. Lo mismo ocurre en los demás países nórdicos. Los países nórdicos pueden tener una desigualdad de ingresos inferior a la media, pero tienen una desigualdad de riqueza superior a la media.

¿Cuáles son los países con mayor desigualdad en la riqueza personal? He aquí las diez sociedades más desiguales del mundo.

Cabría esperar que algunos de estos países figuraran entre los diez primeros: es decir, muy pobres o gobernados por dictadores o militares. Pero entre los diez primeros también figuran Estados Unidos y Suecia. Así pues, tanto una economía avanzada «neoliberal» como una economía «socialdemócrata» figuran en la lista: el capitalismo no discrimina cuando se trata de riqueza.

No obstante, EE.UU. destaca como líder de las principales economías avanzadas del G7 en desigualdad de riqueza e ingresos.

De hecho, ¿podemos discernir si la elevada desigualdad de la riqueza está estrechamente correlacionada con la desigualdad de los ingresos? Utilizando el índice del FEM, descubrí que existía una correlación positiva de aproximadamente 0,38 en todos los datos: por tanto, cuanto mayor sea la desigualdad de la riqueza personal en una economía, más probable será que la desigualdad de los ingresos sea mayor.

La pregunta es: ¿cuál impulsa a cuál? La respuesta es sencilla. La riqueza genera riqueza. Y más riqueza engendra más ingresos. Una élite muy pequeña posee los medios de producción y las finanzas y así es como usurpa la parte del león y más de la riqueza y los ingresos.
Otro aspecto importante de la desigualdad de la riqueza es que se consigue principalmente por herencia a través de generaciones. Donald Trump se hizo multimillonario porque su padre ya estaba cerca de serlo; Elon Musk se puso en marcha con el apoyo millonario de su padre. El sueño americano de hacerse rico a base de trabajo duro y capacidad empresarial no es más que un sueño, no una realidad.

Y un estudio realizado por dos economistas del Banco de Italia reveló que las familias más ricas de Florencia descienden de las familias más ricas de Florencia hace casi 600 años. Así que las mismas familias siguen en la cima de la riqueza desde el auge del capitalismo mercantil en las ciudades-estado de Italia, pasando por la expansión del capitalismo industrial, hasta llegar al mundo del capital financiero.

Y hablando de la escandalosa desigualdad de la riqueza en la «igualitaria» Suecia, una nueva investigación revela que los buenos genes no te hacen triunfar, pero el dinero de la familia, o el matrimonio con ella, sí. La gente no es rica porque sea más lista o tenga más estudios. Es porque tienen «suerte» y/o han heredado su riqueza de sus padres o familiares (como Donald Trump). Los investigadores descubrieron que «la riqueza está muy correlacionada entre los padres y sus hijos» y «Comparando la riqueza neta de los padres adoptivos y biológicos y la del hijo adoptado, descubrimos que, incluso antes de cualquier herencia, hay un papel sustancial del entorno y un papel mucho menor de los factores previos al nacimiento.»Los investigadores concluyeron que «la transmisión de la riqueza no se debe principalmente a que los hijos de familias más ricas sean intrínsecamente más talentosos o más capaces, sino a que, incluso en una Suecia relativamente igualitaria, la riqueza engendra riqueza».

Pero como ya he argumentado antes, la concentración de la riqueza tiene que ver realmente con la propiedad del capital productivo, los medios de producción y las finanzas. Es el gran capital (financiero y empresarial) el que controla la inversión, el empleo y las decisiones financieras del mundo. Un núcleo dominante de 147 empresas, a través de participaciones entrelazadas en otras, controlan conjuntamente el 40% de la riqueza de la red mundial, según el Instituto Suizo de Tecnología. Un total de 737 empresas controlan el 80% de toda ella. Esta es la desigualdad que importa para el funcionamiento del capitalismo: el poder concentrado del capital. Y como la desigualdad de la riqueza se deriva de la concentración de los medios de producción y las finanzas en manos de unos pocos; y como esa estructura de propiedad permanece intacta, cualquier aumento de los impuestos sobre la riqueza siempre se quedará corto para cambiar irreversiblemente la distribución de la riqueza y la renta en las sociedades modernas.

El poder del capital también se ejerce internacionalmente entre las naciones. Excluyendo a los países con una población inferior a 10 millones de habitantes, los diez países más ricos reciben todos ingresos netos extranjeros positivos por su capital. Por el contrario, los diez países más pobres del mundo son antiguas colonias, la mayoría situadas en el África subsahariana. Muestran tendencias opuestas a las de los más ricos. La mayoría de estos países pagan importantes ingresos netos al resto del mundo. En otras palabras, estos países envían más dinero del que reciben de inversiones extranjeras. Esta sangría limita su capacidad de inversión en áreas como infraestructuras, sanidad y educación, fundamentales para salir de la pobreza. No es de extrañar que nunca puedan «ponerse al día» y acortar distancias con el Norte Global.

Otro de los subproductos de este grotesco nivel de concentración de la renta y la riqueza es que el 50% más pobre de la población mundial es responsable de sólo el 12% de las emisiones mundiales de carbono, pero está expuesto al 75% de las pérdidas de ingresos (en relación con lo que serían los ingresos en un mundo sin cambio climático).

Por el contrario, el 10% más rico del mundo es responsable de casi la mitad de todas las emisiones, pero sólo sufre el 3% de las pérdidas relativas de ingresos, según el análisis del World Inequality Lab. Así pues, tenemos un claro ejemplo de cómo la desigualdad económica engendra desigualdad social y lleva a la mayor parte de la humanidad y de la naturaleza al borde del abismo.

Fuente: thenextrecession

Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para la página Miscelánea de Salvador López Arnal.

 

RUSIA CORTA EL PASO A EEUU EN UCRANIA. TRUMP CHOCA CONTRA PUTIN. VELYKA ...

miércoles, 15 de enero de 2025

TREMENDO! MASIVO ATAQUE DE MISILES RUSOS. DERROTAS UCRANIANAS EN CHASIV ...

Las infiltraciones policiales llegan al Tribunal Constitucional

 Las infiltraciones policiales llegan al Tribunal Constitucional


Por Tomás Muñoz

Rebelion / España | 14/01/2025 | España

Fuentes: El Salto



Iridia y Acció Contra el Espionatge Policial elevan un recurso de amparo por las graves violaciones de derechos vinculadas a la falta de investigación judicial de las consecuencias de este espionaje.

Las infiltraciones de agentes policiales bajo identidades falsas en movimientos sociales y sus consecuencias en las personas que fueron víctimas de este espionaje, llegarán al Tribunal Constitucional. Irídia-Centre per la Defensa dels Drets Humans, conjuntamente con el colectivo de afectadas por estas infiltraciones Acció Contra l’Espionatge d’Estat, ha interpuesto un recurso de amparo para denunciar la falta de investigación de las graves vulneraciones de derechos fundamentales derivadas de las infiltraciones policiales en espacios políticos y sociales de Barcelona.

Esta acción judicial es una respuesta a la inadmisión a trámite de la querella interpuesta en enero de 2023 por ocho personas afectadas contra el agente infiltrado D. H. P., sus superiores jerárquicos y el Ministerio del Interior. Una resolución que, según Irídia, “supone un incumplimiento grave de la obligación de garantizar la prohibición absoluta de la tortura y otros tratos inhumanos o degradantes, tal como establecen los estándares internacionales de derechos humanos”. Irídia considera que este incumplimiento “pone en riesgo la protección efectiva de los derechos humanos y consolida la impunidad de las autoridades responsables de unas prácticas tan innecesarias como abusivas”.

Tanto el Juzgado como la Audiencia han avalado y hecho propio el discurso de Fiscalía, que alega que investigar el caso “podría poner en peligro la seguridad del Estado”. Iridia considera que con este posicionamiento “se prioriza una cuestión de supuesta seguridad antes que nuestros derechos fundamentales”.

Especial trascendencia constitucional

El recurso subraya la necesidad que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre los límites legales y éticos del uso de relaciones sexoafectivas por parte de agentes policiales infiltrados, una práctica aún no resuelta por la jurisprudencia. Iridia hace referencia a las declaraciones del Secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, en comisión de interior, en los que describía a estos infiltrados como  agentes de inteligencia, diferenciándolos de los agentes encubiertos.

“Esta práctica afecta gravemente la dignidad, la libertad sexual y la participación política de las personas afectadas, a la vez que criminaliza y limita los movimientos sociales”, manifiesta Iridia, que reafirma su compromiso “de agotar todas las vías judiciales para exigir que se investiguen unos hechos tan graves y se establezcan responsabilidades políticas y judiciales, llegando a instancias internacionales si fuera necesario”.

La falta de transparencia sobre las infiltraciones policiales

Este caso no es aislado, sino que desde junio de 2022 hasta la actualidad se ha podido conocer la presencia de nueve agentes infiltrados en movimientos sociales en cuatro ciudades diferentes (Barcelona, Girona, València y Madrid). Desde entonces, se han iniciado dos otros procedimientos penales contra los agentes infiltrados, así como sus superiores jerárquicos; el último el pasado jueves 9 de enero en València.

Si bien estas operaciones se han probado como una tendencia represiva al alza, se han topado con la negativa sistemática del Estado español a desclasificar el número de agentes policiales infiltrados en espacios de movilización social y política, amparandose en la Ley franquista de Secretos Oficiales. Esta carencia de transparencia “no solo limita el derecho a la información de la ciudadanía, sino que también dificulta la rendición de cuentas por unas prácticas que tienen impactos devastadores en las personas afectadas y en el tejido asociativo”, explican desde Iridia.

El anuncio de esta acción llega el día siguiente al estreno del documental “Infiltrats”, producido por La Directa y emitido en el programa 30Minuts de 3Cat. Este documental aporta información inédita sobre el caso y sus impactos en las personas y los movimientos afectados, dando respuesta a algunas preguntas que señalan la falta de voluntad política para esclarecer los hechos. La investigación periodística refuerza la necesidad de abrir un debate público sobre la legitimidad de estas operaciones y sus graves implicaciones en los derechos fundamentales.

Las infiltraciones son tortura

Desde Acció Contra l’Espionatge d’Estat, en un comunicado emitido a raíz del citado documental, señalan que “las infiltraciones policiales y las prácticas que las sustentan son tortura y, además, en este caso han ido de la mano de agresiones sexuales perpetradas por el policía infiltrado, es decir, lo que podriamos definir como violencia institucional sexualizada”. El colectivo, creado para denunciar y afrontar colectivamente “los efectos y consecuencias de esta herramienta represiva del estado”, señala que “estas prácticas atentan contra la dignidad y la integridad de las personas y conllevan unos daños y secuelas personales irreparables”.

Desde este colectivo hacen una llamada a “la solidaridad y al apoyo mutuo para generar una respuesta colectiva ya que, más allá de las personas directamente afectadas, estas infiltraciones policiales son una vulneración que nos afecta a todas”. Así como señalan que “no hay que normalizar ni acatar los ejercicios de violencia en manos del estado: el conjunto de casos destapados hasta ahora nos demuestran la gran amplitud de colectivos, espacios, organizaciones y personas que podemos ser objetivos”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/represion/infiltraciones-policiales-llegan-al-tribunal-constitucional

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Mijail Santos, técnico de comunicación de la OMS: “La desinformación profesional complica aún más distinguir lo verdadero de lo falso”

 


Mijail Santos, técnico de comunicación de la OMS: “La desinformación profesional complica aún más distinguir lo verdadero de lo falso”

TERCERAINFORMACION / 15.01.2025

Los bulos en salud representan una amenaza global que socava la confianza en la ciencia y pone vidas en riesgo. El experto en comunicación Mijail Santos contribuye desde la Organización Mundial de la Salud a desmentir noticias falsas, proteger la salud pública y garantizar decisiones informadas.


Presentación en Mijail Santos en el congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud. / Mapi Muñoz

 

Mijail Santos (Querétaro, México, 1989) comienza sus charlas sobre desinformación en salud citando un estudio de psicología social según el cual deslizamos unos 90 metros de información diarios en nuestras pantallas, una extensión como la altura de la Estatua de la Libertad en la que caben muchos contenidos erróneos o directamente maliciosos.

Este experto, que trabaja desde 2020 en Ginebra como técnico de comunicación, estrategia, planificación y coordinación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó recientemente en Santander, durante el congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), cómo abordar este desafío en un contexto de creciente desconfianza en los medios de comunicación tradicionales, como alertan el barómetro de confianza de la consultora Edelman y el Instituto Reuters, añadido a los retos que plantea la inteligencia artificial, territorio que conoce bien.

Tras estudiar ciencia política en México, Santos completó un máster en políticas públicas en Singapur. “Ahí empecé a trabajar en una empresa que utilizaba inteligencia artificial para analizar cómo la comunicación puede influir de manera positiva en las políticas públicas; la OMS era uno de nuestros clientes”. Como explica a SINC por videoconferencia, el ámbito de la salud también se enfrenta a la polarización porque “la desinformación afecta no solo la toma de decisiones de los individuos, sino también la de los gobiernos””.

¿De quién se fían las personas para informarse sobre salud?

Según el barómetro de salud Edelman de 2024, la fuente de información más confiable es su médico de atención primaria. En segundo lugar, los farmacéuticos y en tercero, la familia y amigos. Después están los gobiernos y, en última posición, los periodistas, que caen diez puntos respecto al informe previo. Los canales predominantes varían según el país, la edad y la accesibilidad, pero se confía cada vez más en las redes sociales. Según este barómetro, cuatro de cada diez personas se arrepienten de al menos una decisión sobre salud basada en desinformación.

¿Qué tipos de desinformación existen?

Primero, la denominada en inglés disinformation, información falsa creada con intención de engañar por motivaciones políticas, económicas o sociales. Según estudios sobre redes sociales, aunque sólo el 3 % de las cuentas activas son tóxicas, producen el 33% de todo el contenido.

Por otro lado, está la llamada misinformation, que se difunde sin intención de engañar, creyendo que puede ser beneficiosa. Predomina entre la compartida por familiares o en redes sociales y se transmite sin comprobar las fuentes, pero puede tener incluso mayores efectos porque viene de alguien en quien se confía. Tomamos decisiones en función de nuestras emociones y, aunque una información sea falsa, si existe un vínculo emocional, tendemos más a creerla.

Durante la pandemia se creó también el término infodemia.

Sí, es la propagación de informaciones falsas en cantidades extremas y conlleva ambos tipos de desinformación. También afecta la toma de decisiones porque la gente ni siquiera sabe cómo identificar la verdadera, dada la cantidad de datos que le llegan por redes sociales, los medios, los amigos o WhatsApp. Nosotros intentamos proveer información accesible, fácil de entender, pero también que sea empática porque las personas tenemos diferentes sistemas de valores o distintos conocimientos previos y todo eso afecta la manera en que la recibimos. La forma en que nos comunicamos con distintas audiencias también tiene que ser distinta.

¿En qué áreas ha identificado la OMS más desinformación?

En casi todas, pero en particular en vacunas, educación sexual integral, mpox [antes llamada viruela del mono], productos del tabaco (incluidos los vapeadores), salud de la mujer (como en anticonceptivos), sobre acuerdos entre naciones de preparación ante futuras pandemias y sobre el papel de las farmacéuticas o los intereses de algunas organizaciones internacionales por quitar soberanía a los estados, lo cual es absolutamente falso.

¿Quiénes son más vulnerables a la desinformación?

Todos lo somos. Con la tecnología y la profesionalización de la desinformación, se ha dificultado más aun distinguir lo verdadero de lo falso, aunque algunos sesgos nos hacen más vulnerables. Uno es el de confirmación: si ya escuché cierta información falsa, traigo esa creencia que solo espero que alguien confirme, sin importar quién sea; otro, el de accesibilidad, que implica que, a menor diversidad de fuentes disponibles, mayor vulnerabilidad (por ejemplo, si solo accedo a la de redes sociales); por último, está el sesgo de repetición: Si me reiteran en lenguaje simple que la covid se cura con ajo, puedo no necesitar contrastarlo.

Pero incluso los expertos en un tema pueden ser vulnerables porque la desinformación puede usar lenguaje científico. Recomendamos comprobar las fuentes, revisar que haya citas bibliográficas y cómo fue patrocinada la investigación o quién está detrás, pero cada vez es más difícil. Debemos tener empatía porque al final no es que alguien no sea cuidadoso o tenga la culpa de caer en desinformación, es que se ha creado un sistema muy complejo.


Mijail Santos es técnico de comunicación, estrategia, planificación y coordinación de la OMS. / Justas Gumbrevicius

 

¿Cómo afecta la desinformación a gobiernos y decisores de políticas públicas?

Están expuestos como cualquiera a informaciones falsas. Muchas veces nos contactan para saber si alguna información que les llegó ya ha sido contrastada por la OMS porque están evaluando determinada política pública. A través de nuestras oficinas de países y oficinas regionales, nos comunicamos con los ministerios de salud para facilitarles nuestras guías al respecto, pero vemos que hay otros actores implicados en esa toma de decisiones que están más expuestos a la desinformación, lo que genera debates importantes y hace que también se vaya polarizando el tema de la salud, lo que afecta a la decisión final.

Además de peligrosa, ¿la inteligencia artificial podría ser beneficiosa?

Ambas cosas. Así como un riesgo es tomar decisiones tras plantear ciertos síntomas a ChatGPT y obtener respuestas no basadas en la ciencia, podría ser beneficioso obtener respuestas de otras herramientas entrenadas con estudios científicos. En la OMS hemos creado un proveedor de salud digital llamado Sarah que tiene acceso a fuentes fiables y aporta información resumida, veraz y que conoce sus limitaciones. Si se pregunta por tratamientos en función de síntomas, Sarah contesta que para eso hay que consultar a un proveedor de salud. También responde a información sobre preservativos o riesgos del alcohol o el tabaco.

¿Cómo aborda la OMS la desinformación en salud?

Hay tres estrategias principales. La primera es la de inoculación, que consiste en prevenir, como con las vacunas. Evaluamos las potenciales áreas de desinformación y distribuimos información verdadera para que impregne a las personas antes de que llegue la desinformación. Aquí trabajamos mucho con los medios de comunicación.

La segunda es la mitigación de desinformación que ya circula. Si la identificamos de forma temprana, podemos corregirla respondiendo mediante fact-checking [verificación de hechos], incluso en redes sociales directamente a algunas publicaciones. Sabemos por investigaciones en psicología que los jóvenes no solo leen la publicación original, sino también los comentarios y así tienen también nuestra versión.

La tercera forma es ignorar alguna desinformación mientras monitoreamos su evolución, como hacemos con ciertas teorías conspiracionistas que no han cobrado mucha popularidad. Es complejo porque si nos involucramos más de lo necesario, podríamos estar echando leña al fuego.

¿Cómo podemos evitar convertirnos en fuentes de desinformación?

Para evitar convertirnos en fuentes de desinformación, podemos seguir el acrónimo SHARE (Source, Headline, Analyse, Retouched, Error). Primero, hay verificar la fuente para asegurarnos que sea confiable, a veces con una simple búsqueda en internet. Luego, leer todo el artículo y no dejarse llevar por titulares sensacionalistas que buscan apelar a tus emociones.

Además, hay que analizar el contenido y su coherencia, recordando que correlación no implica causalidad. Mantener alerta ante imágenes retocadas o sacadas de contexto, lo cual se puede comprobar con una búsqueda inversa de imágenes. Finalmente, prestar atención a errores ortográficos o gramaticales, comunes en la desinformación.

Por último, debemos vigilar errores ortográficos o gramaticales en el texto, frecuentes en la desinformación o en informaciones manipuladas.

Fuente: SINC

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martes, 14 de enero de 2025

¿Se está acelerando la guerra?

 

¿Ha llegado el momento decisivo para el cambio en Corea del Sur? La situación continúa desarrollándose. Una sacudida en los cimientos del orden social actual.


¿Se está acelerando la guerra?

 

David Insaidi

El Viejo Topo

14 enero, 2025



En las últimas semanas han pasado muchas cosas en el mundo.

Una vez, hace años, el Papa Bergoglio dijo que ya estábamos en la Tercera Guerra Mundial, pero «en pedazos».

No soy creyente y, sin embargo, no se me escapa que los Papas suelen estar bien informados de los hechos que suceden y no dicen ciertas cosas al azar.

Nunca antes la guerra había asumido múltiples facetas como en nuestros tiempos y se desarrolla en ámbitos muy variados: desde las guerras comerciales -con sanciones o deberes- hasta las diplomáticas, las mediáticas, los golpes de Estado, en la forma clásica o en mayor modernidad de las “revoluciones de color”.

Luego, lamentablemente, también están los militares.

En el espacio de unos diez días tuvimos un fallido intento de golpe de Estado en Corea del Sur por parte del Presidente Yoon. Luego, otro cuasi golpe de Estado -con resultados aún por verse- en Georgia, donde el presidente derrotado en las últimas elecciones, Zourabichvili, no reconoce su validez y no tiene intención de dimitir para dar paso al vencedor de las elecciones. El Sueño Georgiano, Mikheil Kavelashvili, desatando disturbios callejeros. Un tercero ocurrió en Rumania -sí, en la Europa democrática- en el que el Tribunal anuló la primera vuelta de las elecciones porque estaba «quizás condicionada por influencias rusas» (¡sic!).

En Francia asistimos también a la caída del Gobierno Barnier, que apenas llevaba unos meses en el poder, con Macron que, a pesar de haber perdido un apoyo considerable, no tiene intención de dimitir. Esto va de la mano con la caída del gobierno de Scholz en Alemania hace apenas un mes. Un auténtico terremoto político, producto de una fuerte crisis económica que azota a ambos países, que siempre han constituido el núcleo central de la Unión Europea.

Pero el acontecimiento más llamativo e inesperado, al menos para la mayoría, fue sin duda la invasión relámpago de Siria por parte de grupos terroristas, que en apenas una semana consiguieron increíblemente conquistar una ciudad tras otra, hasta llegar a la capital Damasco, provocando la caída del gobierno de Assad, que había logrado resistir siete años de guerra civil.

No entraré en un análisis en profundidad de lo que ha pasado y está pasando en Siria, ya que los acontecimientos allí son sumamente complejos y nos falta mucha información.

Y, de hecho, en comparación con los acontecimientos en Siria, quedan bastantes incógnitas y preguntas. El primero y significativo se refiere a la razón por la cual el ejército sirio, de hecho, ha renunciado a defender el país, permitiendo que los grupos yihadistas se expandan por todo el país, sin contrarrestarlos adecuadamente. Entre otras cosas, parece que no faltaron informes sobre los riesgos por parte de países aliados o en todo caso cercanos a Damasco, pero parecen haber sido completamente ignorados.

A la espera de que se desarrollen los acontecimientos en Siria y de que entendamos mejor dónde terminarán, lo que parece evidente en este momento es que sin duda fueron Israel y los EE.UU. los que se fortalecieron, que siempre se habían opuesto al gobierno sirio y al partido Baaz. Entre otras cosas, Tel Aviv está invadiendo una parte de Siria cerca de los Altos del Golán, sin que el nuevo gobierno de Jolani tenga nada que decir al respecto.

Turquía también salió claramente ganadora de los acontecimientos y se está fortaleciendo significativamente en el norte del país.

Por el contrario, el que claramente se ha debilitado es Hezbollah, que a partir de ahora ya no podrá contar con el corredor sirio para recibir ayuda de Irán.

La causa palestina en su conjunto también se ha debilitado claramente, a pesar de las celebraciones de Hamás.

Sin embargo, no está del todo claro cómo salieron de allí Rusia e Irán. Por el momento no parece que las dos bases rusas en el país estén en riesgo. Luego, por supuesto, Moscú perdió lo que había sido un aliado aparentemente férreo durante décadas, pero también es cierto que en los últimos años Assad se estaba moviendo mucho por su cuenta, acercándose a los países del Golfo Árabe y quizás también a Occidente. . En cualquier caso, para Putin el juego más importante se juega sin duda en Ucrania, dado que es allí donde se está produciendo un choque casi directo con la OTAN, y él está ganando ese juego. Por no hablar de los éxitos conseguidos en el otro «juego», el de los BRICS.

Volviendo a la discusión anterior, todos los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas en varios rincones del mundo y la creciente velocidad con la que se están produciendo tensiones, golpes de estado, guerras, ataques, elecciones reprimidas, etc., son cuanto menos inquietantes.

También porque, además de los acontecimientos mencionados, hay muchos otros que, aunque de forma menos sensacionalista -al menos por el momento-, se están gestando y podrían explotar en cualquier momento, o ya están en marcha, pero casi no se mencionan a ellos . Dos ejemplos para todos: Taiwán y Yemen.

Más allá de las especificidades individuales, esta aceleración de la dinámica del conflicto, incluso local, pero que se produce a nivel global, es claramente el síntoma de un choque general, en el que ciertamente participan muchos actores, numerosos factores y dinámicas contradictorias, no siempre fácilmente comprensibles, esquematizables y reducibles a dos frentes opuestos, pero que, sin embargo, tienen lugar en el contexto de un choque más amplio y global, que es el que existe entre un mundo unipolar -liderado por los EE.UU. y apoyado por todo el mundo- mundo occidental, y basado en el dominio de los grandes capitales financieros, y un mundo multipolar , cuyos principales artífices son sin duda China y Rusia, pero en el que muchos otros países desempeñan un papel importante (India, Brasil, etc.) y que ve en los BRICS una poderosa herramienta de propagación y consenso a nivel mundial.

Para evitar malentendidos, cabe precisar que entre los variados partidarios del mundo multipolar hay, sí, un componente que se puede definir como antiimperialista, pero también hay otros sujetos que no lo son en absoluto y que sólo pretenden defender su capitalismo del poder excesivo del gran capital financiero occidental.

Fuente: laboratorio-21

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DIRECTO URGENTE! LA OTAN ATACÓ A RUSIA DESDE UCRANIA! GUERRA TOTAL PROVO...

domingo, 12 de enero de 2025

TORETSK:CAE TODA LA ZONA RESIDENCIAL.LOS RUSOS CRUZAN EL OSKIL EN JARKOV...

Informe sobre el militarismo español en 2024: La construcción de un clima prebélico

 

Informe sobre el militarismo español en 2024: La construcción de un clima prebélico

 

Por Juan Carlos Rois

Rebelion / España

09/01/2025 

 

(Cartel a favor de la Constitución española de 1978 en la Plaza de San Fr<ncisco, Sevilla / El País.)

Fuentes: Grup Antimilitarista Tortuga

Juan Carlos Rois y el G.A. Tortuga presentan su dossier anual, en el que se constata un preocupante consenso militarista entre las élites políticas.

Presentación del informe «Balance de la política de defensa en 2024. Vuelta de tuerca militarista y construcción de un clima prebélico».

Para descargarlo: https://www.grupotortuga.com/2024-la-construccion-de-un-clima

Cerramos el año 2024 con la consolidación de las tendencias de remilitarización de las políticas públicas españolas.

El repaso de estas nos permite adelantar varias conclusiones:

a) La primera, la deliberada opción de refuerzo del militarismo por parte del gobierno PSOE-SUMAR, que ha profundizado en las políticas de rearme y remilitarización: gasto militar, injerencia militar en el exterior, securitización de los más diversos espacios y escenarios, militarización de la vida civil, venta de armas y construcción de un clima prebélico en consonancia con las opciones militaristas de EE. UU., de la OTAN y de la construcción (subalterna) de la UE como nueva potencia militar.

b) La segunda, el consenso de facto ente las elites políticas en la tendencia militarista emprendida. Este consenso no sólo abarca los partidos “de orden”, o “de estado”, con una retórica discursiva más militarista (caso del PP, VOX, UPN, PSOE, etc.). También abarca a los que suelen encubrir sus posiciones en público pero dan con una mano lo que quitan con la otra (PNV, Coalición Canaria, Junts per-Cat, Partido regionalista de Cantabria), los cuales, por distintas razones (peso e influencia de sus industrias militares, ideología, oportunismo, etc.), apoyan o consienten este nuevo ciclo remilitarizador. Y, por último, se extiende a los partidos de izquierda nominal, en este caso empleando una retórica maximalista pero vacía de contenidos y concreciones alternativas, mezcla de comicidad y cinismo.

c) La cada vez más acusada transversalidad de la opción militarista a otras administraciones, así como a otras instancias y articulaciones, como pueden ser universidades y corporaciones privadas, empresas, medios de comunicación, centros escolares, ONG´s, intelectuales orgánicos y tertulianos, etc.

d) La perplejidad social y de las articulaciones más potables de nuestro panorama ante el hecho de la guerra y el clima prebélico impuesto por las élites, con la consiguiente falta de una contestación social eficaz. Más aun, la paulatina asunción de los valores militaristas por parte de amplias capas de la sociedad y de una gran parte de las organizaciones sociales.

e) La dificultad, en paralelo, de la falta de propuestas creíbles y prácticas de oposición al militarismo capaz de provocar la energía política necesaria para desencadenar u nuevo ciclo de movilización y resistencia a la guerra y de apuesta por la paz con contenidos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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