viernes, 20 de septiembre de 2024

PÁNICO EN UCRANIA: LA UNION EUROPEA DECLARA LA GUERRA A RUSIA.LA OTAN LA...

ÚLTIMA HORA: ISRAEL ES ATACADA MASIVAMENTE | RUSIA ATACÓ KIEV Y ELIMINÓ ...

El extraño estado de la democracia occidental

 

Curioso sistema este de la democracia parlamentaria: los partidos en el poder incumplen sistemáticamente las promesas electorales, y llevan a cabo políticas con las que están en desacuerdo la mayoría de los ciudadanos. Para ese viaje sobran alforjas.


El extraño estado de la democracia occidental


Prabhat Patnaik

El Viejo Topo

20 septiembre, 2024 

 


Durante todo el periodo de posguerra en los países metropolitanos la democracia nunca ha estado en un estado tan extraño como el actual. Se supone que la democracia significa la aplicación de políticas conformes con los deseos del electorado. Cierto, no es que los gobiernos primero averigüen los deseos populares y luego decidan la política; la conformidad entre ambos se garantiza bajo el dominio burgués cuando el gobierno decide las políticas de acuerdo con los intereses de la clase dominante y luego dispone de una maquinaria de propaganda que persuade al pueblo sobre la sensatez de estas políticas La conformidad entre la opinión pública y lo que desea la clase dominante se consigue así de una manera compleja cuya esencia reside en la manipulación de la opinión pública.

Sin embargo, lo que ocurre actualmente es totalmente distinto: la opinión pública, a pesar de toda la propaganda que se le dirige, desea políticas totalmente distintas de las que persigue sistemáticamente la clase dominante. En otras palabras, las políticas favorecidas por la clase dominante se están llevando a cabo a pesar de que la opinión pública se opone a ellas de forma palpable y sistemática. Esto es posible gracias a que la mayoría de los partidos políticos se alinean detrás de estas políticas; es decir, gracias a que un amplísimo espectro de formaciones o partidos políticos respaldan estas políticas en contra de los deseos de la mayoría del electorado. Así pues, la situación actual se caracteriza por dos rasgos distintos: en primer lugar, una amplia unanimidad entre el grueso de las formaciones políticas (partidos); y en segundo lugar, una falta total de congruencia entre lo que acuerdan estos partidos y lo que desea el pueblo. Esta situación no tiene precedentes en la historia de la democracia burguesa. Además, estas políticas no se refieren a cuestiones menores sobre tal o cual asunto, sino a cuestiones fundamentales de guerra y paz.

Tomemos el ejemplo de Estados Unidos. La mayoría de la población de ese país, según todas las encuestas de opinión disponibles, está horrorizada por la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino; desearía que Estados Unidos pusiera fin a la guerra y no siguiera suministrando armas a Israel para prolongarla. Pero el gobierno estadounidense está haciendo precisamente lo contrario, aun a riesgo de convertir la guerra en una que envuelva a todo Oriente Próximo. Del mismo modo, la opinión pública estadounidense no desea una continuación de la guerra de Ucrania. Es partidaria de poner fin a ese conflicto mediante una paz negociada; pero el gobierno estadounidense (junto con el del Reino Unido) ha torpedeado sistemáticamente toda posibilidad de arreglo pacífico. Su oposición a los acuerdos de Minsk, una oposición transmitida a Ucrania a través del viaje del primer ministro británico Boris Johnson a Kiev, fue lo que inició la guerra en primer lugar; e incluso ahora, cuando Putin había hecho ciertas propuestas para establecer la paz, incitó a Ucrania a lanzar su ofensiva de Kursk, que acabó con todas las esperanzas de paz.

Lo significativo es que tanto los republicanos como los demócratas de EEUU están de acuerdo en esta política de proporcionar armas a Netanyahu y Zelensky, a pesar de que la opinión pública desea la paz y a pesar de que cualquier aventurerismo de Ucrania corre el riesgo de desencadenar una conflagración nuclear.

Este contraste entre lo que desea el pueblo, a pesar de toda la propaganda a la que ha sido sometido, y lo que ordena el establishment político, aflige a todos los países metropolitanos; pero en ningún lugar es tan descarnado como en Alemania. La guerra de Ucrania afecta directamente a Alemania de una manera que no afecta a ningún otro país metropolitano, ya que Alemania dependía totalmente del gas ruso para sus necesidades energéticas. Las sanciones impuestas a Rusia han provocado una escasez de gas; y la importación de sustitutos más caros desde Estados Unidos ha hecho subir los precios del gas hasta niveles que repercuten fuertemente en el nivel de vida de los trabajadores alemanes. Los trabajadores alemanes exigen con urgencia el fin de la guerra de Ucrania; pero ni la coalición gobernante, formada por los socialdemócratas, los demócratas libres y los verdes, ni la principal oposición, formada por los democristianos y los socialcristianos, muestran interés alguno por una resolución pacífica del conflicto. Por el contrario, la clase política alemana está intentando azuzar el miedo a la aparición de tropas rusas en las fronteras alemanas, ¡aunque, irónicamente, son tropas alemanas las que están estacionadas actualmente en Lituania, en las fronteras de Rusia!

En su desesperación por poner fin a la guerra de Ucrania, el pueblo trabajador alemán está recurriendo a la neofascista AfD, que profesa estar en contra de la guerra (aunque uno sabe que inevitablemente traicionará esta promesa en cuanto se acerque al poder) y al nuevo partido de izquierda de Sahra Wagenknecht, que se separó del partido de izquierda matriz, Die Linke, por esta misma cuestión de la guerra.

Exactamente lo mismo ocurre con las actitudes alemanas hacia el genocidio de Gaza. Mientras que el grueso de la población alemana se opone a este genocidio, el gobierno alemán ha criminalizado de hecho toda oposición al genocidio israelí alegando que constituye «antisemitismo». Incluso disolvió una convención que se estaba organizando para protestar contra el genocidio, a la que habían sido invitados ponentes de renombre internacional como Yanis Varoufakis. El uso de la vara del «antisemitismo» para golpear toda oposición a la agresión de Israel está muy extendido también en otros países metropolitanos. En Gran Bretaña, Jeremy Corbyn, el antiguo líder del Partido Laborista, fue expulsado de ese partido, aparentemente por su supuesto «antisemitismo» pero en realidad por su apoyo a la causa palestina; y las autoridades universitarias estadounidenses han invocado esta acusación contra las protestas generalizadas en los campus que han sacudido ese país.

Normalmente, se intenta conseguir este tipo de cabalgada sobre la opinión pública manteniendo estas cuestiones candentes de la paz y la guerra totalmente fuera de la discusión política. En las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, por ejemplo, dado que ambos contendientes, Donald Trump y Kamla Harris, están de acuerdo en suministrar armas a Israel, esta cuestión en sí no figurará en ningún debate presidencial ni en la campaña presidencial. Mientras que otros temas en los que difieren ocuparán el centro del escenario, el crucial que afecta a la gente y en el que tienen una opinión diferente de los contendientes, no será un tema de debate.

Una de las razones del apoyo de la clase política a las acciones israelíes, que dista mucho de ser insignificante, es la generosa financiación que recibe de los donantes proisraelíes. Según un informe publicado en la revista Delphi Initiative (21 de agosto), la mitad del gabinete de Keir Starmer, el recién elegido primer ministro laborista británico, había recibido dinero de fuentes proisraelíes para concurrir a las elecciones que les llevaron al poder. El mismo número de la misma revista informa también de que un tercio de los miembros conservadores del parlamento británico habían recibido dinero de fuentes pro-Israel para las elecciones. En otras palabras, el dinero pro-Israel está a disposición de los dos principales partidos de Gran Bretaña; esto hace que el apoyo a las acciones israelíes sea un asunto bipartidista.

Por otro lado, lo que les ocurre a quienes se posicionan con Palestina queda ilustrado por dos casos en los miembros del Congreso de Estados Unidos, Jamaal Bowman y Cori Bush, ambos representantes progresistas negros, que simpatizaban con la causa palestina y eran fuertes críticos del genocidio israelí, fueron derrotados por la intervención del AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí), un poderoso lobby proisraelí, que vertió millones de dólares en el esfuerzo. La Iniciativa Delphi del 31 de agosto informa de que se habían gastado 17 millones de dólares para la derrota de Bowman y 9 millones de dólares para la campaña publicitaria contra Cori Bush. Curiosamente, en la campaña contra Cori Bush no se mencionó la agresión de Israel contra Gaza, ya que el AIPAC sabía que en ese tema concreto el público habría apoyado a Cori Bush en lugar de a su oponente, y de ahí que frustrara sus planes para derrotarla. Lo que todo esto significa es que una decisión fundamental sobre la guerra y la paz que afecta a todo el mundo está siendo tomada en los países metropolitanos en contra de los deseos del pueblo por un estamento político financiado por grupos de presión con intereses creados.

Así pues, en la metrópoli se ha pasado de la «manipulación de la disidencia» mediante la propaganda a la ignorancia total de la disidencia, incluso de la disidencia de una mayoría que ha demostrado ser inmune a la propaganda. Esto representa una nueva etapa en la atenuación de la democracia, una etapa caracterizada por una bancarrota moral sin precedentes del establishment político. Dicha bancarrota moral del establishment político tradicional también constituye el contexto para el crecimiento del fascismo; pero tanto si el fascismo llega realmente al poder como si no, la atenuación de la democracia en las sociedades metropolitanas ya ha desempoderado a la gente hasta un punto sin precedentes.

Fuente: ESPAIMARX

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Hallados más de 100 plaguicidas diferentes en los alimentos que se consumen en España

 

Hallados más de 100 plaguicidas diferentes en los alimentos que se consumen en España

 


Raúl Rejón

Rebelion / España

19/09/2024 



Fuentes: El Diario

La Agencia Española Alimentaria halló más de un centenar de químicos en sus controles, recopilados por Ecologistas en Acción, y cuyos datos indican que los productos más contaminados son las frutas y verduras, que contenían fitosanitarios en un 43% de los casos analizados.

Aunque en España se analiza poco la presencia de insecticidas, herbicidas o fungicidas en lo que comemos, la Agencia Española Alimentaria (AESAN) halló hasta 106 tipos diferentes de plaguicidas en los alimentos que llegan a los consumidores, según la recopilación de datos hecha por Ecologistas en Acción.

Con datos de 2022, de los 106 plaguicidas que se han detectado, hay 59 considerados disruptores endocrinos y otros 32 productos que no están permitidos (porque son muy tóxicos) que llegan muchas veces por autorizaciones de uso excepcional.

Los resultados del análisis de los datos oficiales que ha presentado este miércoles Ecologistas revelan que los alimentos más contaminados son las frutas y verduras, en las que un 43% de los productos analizados presentó plaguicidas, muy por delante de los cereales, con un 9%.

En el grupo de los tomates se han hallado 31 plaguicidas (19 posibles disruptores), en las manzanas 22 fitosanitarios, en las naranjas otros 22, igual que en las mandarinas. En las lechugas seleccionadas se encontraron 21 productos químicos.

“En el top de alimentos con más plaguicidas siempre están los más utilizados, los que se pueden comprar todo el año porque están disponibles en las estanterías”, apostilla el responsable del trabajo, Koldo Hernández.

Lógicamente, a los cultivos no se les aplica una única sustancia así que, una misma pieza puede presentar un cóctel químico: se han analizado peras con nueve tipos de plaguicidas, mandarinas con ocho o tomates también con ocho productos.

Este control de plaguicidas, obligatorio por la legislación europea, es, a juicio de esta organización, muy poco exhaustivo. Desde luego si se compara el nivel de análisis en España con el resto de la Unión Europea, parece que es así.

España está a la cola en muestras analizadas por 100.000 habitantes con 3,61. Muy lejos del máximo de la UE, Bulgaria, que analizó más de 200. Tampoco se está cerca de las otras potencias agrícolas de la Unión: Alemania controla 22 alimentos por cada 100.000 habitantes, Francia unas 19 muestras e incluso Portugal analiza más de nueve.

En este sentido, en España no se ha buscado, por ejemplo, Glifosato, el herbicida más extendido, vendido y utilizado tanto por privados como las administraciones públicas. “De 30 países que participan en estos análisis, 25 sí buscaron glifosato, un producto que está en un tercio de los ríos y acuíferos españoles”, remata Hernández para ilustrar el bajo nivel de análisis en España.

España es una potencia agrícola en Europa. Y está a la cabeza en la venta y uso de plaguicidas. De hecho, ha encabezado la lista de la UE en 2020 y 2021. En 2022 ha pasado a ser segunda, por detrás de Francia. Ese año hubo un descenso generalizado en el uso de pesticidas y España, en particular, vio caer mucho el volumen: se pasó de 76 a 56 millones de kilos en un año. “Se debió en gran parte al incremento de los precios”, dicen los ecologistas.

España está a la cabeza de ventas de plaguicidas en Europa. Ha encabezado la lista en 2020 y 2021 y fue la segunda en 2022. En 2022 hubo un descenso generalizado, según reflejan las tablas de Eurostat, en el uso de estos productos “debido en gran parte al aumento de precios”, explican los ecologistas: se pasó de 76 a 56 millones de kilos.

El uso intensivo de pesticidas en la UE durante mucho tiempo ha hecho que los suelos en los que se aplican presenten ahora niveles de tóxicos mucho más elevados de lo que se había previsto y calculado a la hora de autorizar el uso de esos productos. Los resultados del estudio muestran que casi todos los suelos europeos contienen mezclas de residuos de pesticidas y que la manera de calcular su presencia puede no ser fiable“, concluyó el estudio de la Universidad de Wageningen que reveló esas concentraciones inesperadamente elevadas.

De todos esos pesticidas detectados en alimentos en España, en muy pocas ocasiones las cantidades del compuesto incumplían los máximos permitidos por la normativa. Apenas un 0,6%. “Pero el límite máximo es el mismo para los adultos hombres y mujeres, que para los niños y los ancianos”, contrapone Koldo Hernández. Además, una cosa es la regulación y otra la ciencia: no hay dictamen sobre la acumulación en el tiempo de estos productos ni sobre el efecto combinado de estar expuesto a varios tóxicos a la vez. “Nadie está expuesto a uno solo”, dice Hernández. “¿Cómo se evalúa el efecto combinado de 50 sustancias? Vivimos en una ficción que nos da seguridad”, remata.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/hallados-100-plaguicidas-diferentes-alimentos-consumen-espana_1_11662584.html

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Mercedes Sosa - Si Se Calla El Cantor

Carlos Puebla - Ya que lo pregunta

jueves, 19 de septiembre de 2024

Imperialismo y rivalidad económica

 

El creciente conflicto entre bloques confirma que no existe una única clase capitalista mundial. Es obvio que hoy el más agresivo imperialismo es el de EEUU. Pero no hay ninguna razón para considerar mejores a los capitalistas de Rusia, China o la India.


Imperialismo y rivalidad económica

Costas Lapavitsas

El Viejo Topo

19 septiembre, 2024 



La geopolítica mundial está marcada actualmente por extraordinarias tensiones y conflictos armados que hacen temer una guerra mundial, especialmente en Ucrania, Oriente Próximo y Taiwán. Desde principios de 2010, la disposición de las grandes potencias estatales recuerda cada vez más a los años anteriores a la gran conflagración imperialista de 1914. Un giro semejante habría sido difícil de imaginar en la década de 1990, cuando dominaba la ideología de la globalización neoliberal y Estados Unidos reinaba como única superpotencia.

Estados Unidos sigue siendo sin duda el actor principal -y más agresivo- de la escena internacional, como demuestra su posición frente a China. Es importante señalar que ninguno de sus potenciales contendientes procede de las «viejas» potencias imperialistas, sino que todos tienen su origen en lo que antes se consideraba el Segundo o el Tercer Mundo, con China como principal competidor económico y Rusia como principal competidor militar. Esto refleja la profunda transformación de la economía mundial en las últimas décadas.

La escalada de las tensiones se produce, además, en un momento de malos resultados históricos en las zonas centrales de la economía mundial, en particular desde la Gran Crisis de 2007-2009. La actividad económica en las zonas centrales es notablemente débil en términos de crecimiento, inversión, productividad, etc., y no hay signos claros de reactivación. El período posterior a la Gran Crisis de 2007-2009 es un interregno clásico en el sentido de Antonio Gramsci, es decir, de lo viejo que muere y lo nuevo que no nace, sólo que en este contexto señala la incapacidad del núcleo de la acumulación capitalista para emprender su propio crecimiento tanto a escala nacional como internacional.

La dramática reaparición de los contenciosos imperialistas y hegemónicos y la necesidad de sacar conclusiones políticas de ellos son asuntos de primera importancia para la izquierda socialista. En este artículo pretendo aportar algunos puntos clave al debate, basándome principalmente en la obra colectiva recientemente publicada: El estado del capitalismo: economía, sociedad y hegemonía.

La clásica economía política marxista del imperialismo

La teoría marxista siempre ha intentado vincular el imperialismo a la economía política del capitalismo. Esto es más evidente en el análisis canónico de Vladimir Lenin, basado en El capital financiero de Rudolf Hilferding. La reaparición actual de actitudes imperialistas y hegemónicas puede analizarse mejor siguiendo el camino abierto por estos autores.

Los enfoques que se basan en explicaciones no económicas, o que incluso intentan desvincular el imperialismo del capitalismo, como el de Joseph Schumpeter, tienen un poder explicativo limitado. Sin embargo, la teoría de Hilferding y Lenin debe tratarse con gran cautela. La actual perspectiva geopolítica del mundo puede recordar a la anterior a 1914, pero las apariencias engañan.

Para ambos autores, el principal motor del imperialismo fue la transformación de las unidades fundamentales del capital en las áreas centrales de la economía mundial, que condujo a la aparición del capital financiero. En pocas palabras, el capital monopolista industrial y bancario se amalgamó en el capital financiero, que trató de expandirse en el extranjero de dos maneras: en primer lugar, mediante la venta de mercancías y, en segundo lugar, mediante la exportación de capital monetario prestado.

En resumen, el imperialismo clásico fue impulsado por la internacionalización acelerada del capital monetario y mercantil bajo la égida de la amalgama del capital monopolista industrial y financiero.

Naturalmente, los capitales financieros de los distintos países competían entre sí en el mercado mundial, y para ello buscaban el apoyo –en concreto, pero no exclusivamente– de sus propios Estados. Esto llevó a la creación de imperios coloniales para asegurar la exclusividad territorial de la exportación de capital básico y crear condiciones favorables para la exportación de capital de préstamo.

Los países colonizados se encontraban generalmente en una fase inferior de desarrollo capitalista o no eran capitalistas en absoluto. Esta expansión colonial habría sido imposible sin el militarismo y, por tanto, sin el impulso de la confrontación armada entre los distintos competidores.

En resumen, el impulso para la creación de colonias surgió de las agresivas operaciones del capital financiero que buscaba asegurarse beneficios. Para ello, cooptaron los servicios del Estado y esto creó un impulso hacia la guerra. Los Estados no son empresas capitalistas y sus relaciones no están determinadas por un burdo cálculo de beneficios y pérdidas. Actúan sobre la base del poder, la historia, la ideología y otros muchos factores no económicos. El árbitro último entre ellos es el poder militar.

Así pues, la expansión imperialista estaba impulsada fundamentalmente por el capital privado, pero implicaba inevitablemente opresión, explotación y conflictos nacionales. Los flujos de valor hacia la metrópoli podían proceder de los beneficios empresariales, pero también de los impuestos a la explotación, como en la India. Éstos se contrarrestaban con los enormes gastos de adquisición y mantenimiento de las colonias.

Desde esta perspectiva, es engañoso intentar demostrar la existencia del imperialismo mediante un modelo económico que muestre los excedentes monetarios netos creados y apropiados por las metrópolis. El imperialismo es una práctica geopolítica y una realidad económica. Está arraigado en la conducta y los beneficios de las empresas capitalistas activas a escala mundial, pero da lugar a políticas estatales que tienen resultados complejos y contradictorios. En un sentido profundo, el imperialismo es un resultado histórico de la acumulación capitalista madura.

Imperialismo contemporáneo

A diferencia de los tiempos de Hilferding y Lenin, la primera y decisiva característica del imperialismo contemporáneo es la internacionalización del capital productivo, y no sólo del capital monetario comercial y crediticio.

Grandes volúmenes de producción capitalista tienen lugar a través de las fronteras mediante cadenas de suministro dirigidas normalmente por empresas multinacionales, que ejercen el control directamente mediante derechos de propiedad sobre filiales o indirectamente mediante contratos con capitalistas locales. El salto cuantitativo en el volumen del comercio internacional en las últimas décadas es el resultado del comercio dentro de estas cadenas de valor.

Producir en el extranjero tiene requisitos mucho más estrictos que el simple comercio de materias primas o el préstamo de dinero. El capitalista internacional debe tener un amplio conocimiento de las condiciones económicas locales de los países receptores, derechos fiables sobre los recursos locales y, sobre todo, acceso a una mano de obra capaz. Todo ello requiere relaciones directas o indirectas con el Estado tanto del país de origen como del país de destino.

El segundo punto de diferencia, igualmente decisivo, es la forma característica que ha adoptado el capital financiero en las últimas décadas, que ha sido un factor decisivo en la financiarización del capitalismo tanto a escala nacional como internacional.

La exportación de capital de préstamo ha crecido enormemente, pero la mayoría de los flujos han sido, y siguen siendo, principalmente de núcleo a núcleo, en lugar de núcleo a periferia. La proporción era de aproximadamente diez a uno a favor de los primeros. También es característico del interregno el crecimiento sustancial de los flujos de China a la periferia y de otros flujos de la periferia a la periferia.

Además, hasta la Gran Crisis de 2007-09, tanto la financiarización nacional como la internacional estaban impulsadas principalmente por los bancos comerciales. Durante el interregno, el centro de gravedad se desplazó a los diversos componentes del «sistema bancario en la sombra», es decir, instituciones financieras no bancarias, como los fondos de inversión, que se benefician de la negociación y tenencia de valores. Tres de estos fondos –BlackRock, Vanguard y State Street– poseen actualmente en sus carteras una parte enorme de todo el capital de renta variable estadounidense.

El imperialismo contemporáneo se caracteriza, en resumen, por la internacionalización del capital productivo, mercantil y monetario, una vez más bajo la égida del capital monopolista industrial y financiero. Sin embargo, de nuevo al contrario que en la época de Hilferding y Lenin, no existe una amalgama de capital industrial y financiero, y menos aún una amalgama en la que el segundo domine al primero.

La dominación no es, después de todo, un resultado del movimiento esencial del capital, sino que deriva de las realidades concretas de las operaciones capitalistas en contextos históricos específicos. A principios del siglo XX, los bancos podían dominar al capital industrial porque éste dependía en gran medida de los préstamos bancarios para financiar inversiones fijas a largo plazo. Dichos préstamos permitían y animaban a los bancos a participar activamente en la gestión de las grandes empresas.

Hoy en día, las empresas industriales de los países centrales se caracterizan por una baja inversión y, al mismo tiempo, por enormes volúmenes de capital monetario de reserva. Ambas son características de la financiarización de las empresas industriales y de los malos resultados de las economías centrales durante el interregno. Además, implican que las grandes empresas internacionales dependen mucho menos del capital financiero que en la época del imperialismo clásico.

Las amplias participaciones de los «bancos en la sombra» son ciertamente importantes en términos de poder de voto dentro de las grandes empresas y desempeñan un papel en el proceso de toma de decisiones de las empresas no financieras. Sin embargo, es exagerado decir que las Tres Grandes dictan las condiciones a las empresas estadounidenses. Poseen acciones que pertenecen a otros –a menudo otros «bancos en la sombra»– y tratan de obtener beneficios gestionando sus carteras de valores. Su posición recuerda a la de un rentista que, sin embargo, busca un equilibrio de coexistencia con el industrial a través de los mercados de valores.

La fuerza motriz del imperialismo contemporáneo procede de esta combinación de capital industrial y capital financiero internacionalizados. Ninguno domina al otro y no existe un enfrentamiento fundamental entre ellos. Juntos constituyen la forma de capital más agresiva que conoce la historia.

Necesidades económicas del imperialismo contemporáneo

La combinación de capital que impulsa el imperialismo contemporáneo no tiene necesidad de exclusividad territorial y no busca formar imperios coloniales. Al contrario, prospera gracias a un acceso ilimitado a los recursos naturales mundiales, a una mano de obra barata, a una fiscalidad baja, a normas medioambientales poco estrictas y a mercados para sus componentes industriales, comerciales y financieros.

Un punto a destacar aquí es que no existe una clase capitalista «mundial». Se trata de una ilusión que se remonta a los tiempos del triunfo ideológico de la globalización y de la hegemonía única de Estados Unidos. Ciertamente, existe una similitud de puntos de vista entre los capitalistas internacionalmente activos, lo que en última instancia refleja el poder hegemónico de Estados Unidos. Pero la enorme escalada de tensiones de los últimos años demuestra que los capitalistas están y seguirán estando divididos en grupos potencialmente hostiles a escala internacional.

Por cierto, ni siquiera existe una «aristocracia del trabajo» en los países centrales, contrariamente a lo que afirmaba Lenin. La gran presión ejercida sobre los trabajadores de los países centrales en los últimos cuarenta años ha desmentido esta idea.

El capital industrial y financiero internacionalmente activo tiene dos requisitos básicos. En primer lugar, deben existir normas claras y aplicables para los flujos de inversiones productivas, materias primas y capital monetario prestado. No se trata sólo de un acuerdo entre Estados, sino de algo que debe estar garantizado por instituciones debidamente estructuradas, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, el Banco de Pagos Internacionales, etcétera. En segundo lugar, debe existir una forma fiable de moneda mundial que sirva como unidad de cuenta, medio de pago y depósito de valor.

Ambos requisitos –especialmente el segundo– reflejan el carácter peculiar de la economía mundial, que, a diferencia de la economía nacional, carece intrínsecamente de la presencia coordinadora y organizadora de un Estado nación. No obstante, el capital industrial y financiero sigue necesitando el apoyo de los Estados nación para sortear los escollos del mercado mundial.

Inevitablemente, el sistema de Estado-nación –a diferencia del sistema de capital que compite internacionalmente– entra en juego y aporta sus consideraciones no económicas.

El papel de la hegemonía

El sello distintivo del sistema de Estado-nación es la hegemonía y hay pocas guías mejores para abordar esta cuestión que Gramsci, como sugirió hace tiempo Robert Cox. Gramsci se centraba en el equilibrio interno de clases y en los resultados políticos resultantes, más que en las relaciones internacionales entre Estados. Sin embargo, lo que importa a nuestros efectos es que para Gramsci la hegemonía implica tanto coerción como consenso. Ambos son cruciales para el funcionamiento del imperialismo contemporáneo.

Estados Unidos fue la única potencia hegemónica durante casi tres décadas tras el colapso de la Unión Soviética; su poder derivaba de su dominio económico reflejado en el tamaño de su PIB y los mercados relacionados, el volumen del comercio internacional y la escala de las entradas y salidas de capital. Sobre todo, su posición hegemónica derivaba de su capacidad única para afianzar su moneda nacional como divisa mundial.

El poder coercitivo de Estados Unidos es en parte económico, como demuestra la enorme gama de sanciones que impone regularmente a otros. Pero principalmente es militar, con enormes gastos que actualmente superan el billón de dólares al año. Esta cifra supera a la de las «antiguas» potencias imperialistas en al menos un orden de magnitud y financia una vasta red de bases militares en todo el mundo. A diferencia del periodo clásico, la militarización y el enorme complejo militar-industrial son características permanentes e integrales de la economía estadounidense.

El poder de consenso de Estados Unidos se basa en su papel dominante en las instituciones internacionales que regulan la actividad económica internacional. Esta forma de poder se apoya en universidades y grupos de reflexión que producen la ideología predominante en las instituciones internacionales. Ha sido fundamental para generar una visión común entre los capitalistas internacionalmente activos de todo el mundo durante varias décadas.

Como único hegemón, EE.UU. ha promovido sistemáticamente los intereses de su capital globalmente activo. Al hacerlo, han creado las condiciones que también permiten que el capital de otros «viejos» países imperialistas opere de forma rentable, entre otras cosas garantizando el acceso controlado al dólar en momentos críticos, como en 2008, pero también en 2020. También en este aspecto, el imperialismo contemporáneo difiere radicalmente de la versión clásica.

El problema hegemónico para Estados Unidos surge de la naturaleza contradictoria de estas tendencias.

Por un lado, favorecer los intereses del capital internacionalmente activo ha supuesto costes sustanciales para algunos sectores de la economía nacional estadounidense. La producción ha emigrado, dejando tras de sí un desempleo persistente, las empresas se han registrado en paraísos fiscales para eludir impuestos, se ha perdido capacidad técnica, etc.

Por otro, la deslocalización de la capacidad productiva ha favorecido la aparición de centros independientes de acumulación capitalista en lo que antes se consideraba el Segundo y el Tercer Mundo. El papel principal lo han desempeñado los Estados nacionales que han navegado por los bajos fondos de la producción, el comercio y las finanzas globalizadas. Pero la deslocalización de la producción también ha sido un factor crucial.

El principal ejemplo es, obviamente, China, que se ha convertido en el mayor país manufacturero y comercial del mundo. Por supuesto, las gigantescas empresas industriales y financieras chinas tienen características y relaciones distintivas de sus equivalentes estadounidenses, entre otras cosas porque muchas de ellas son de propiedad estatal. Pero los capitales financieros del imperialismo clásico también diferían sustancialmente entre sí, como señaló Kozo Uno, por ejemplo.

A nuestros efectos, las enormes empresas industriales y financieras chinas, indias, brasileñas, coreanas, rusas y de otros países operan cada vez más a escala mundial y buscan el apoyo del Estado para influir en las reglas del juego y determinar la moneda mundial. Esto significa principalmente su propio Estado, aunque también cultivan relaciones con otros Estados.

El impulso de la guerra

Las raíces de la constante escalada de las contiendas imperialistas se encuentran en esta configuración del capitalismo global. Es evidente que Estados Unidos no se someterá al desafío y recurrirá a su vasto poder militar, político y monetario para proteger su hegemonía. Esto les convierte en la principal amenaza para la paz mundial.

Las disputas actuales, en otras palabras, recuerdan a la época anterior a 1914, en el sentido fundamental de estar impulsadas por motivaciones económicas subyacentes. Esto no significa que detrás de cada explosión haya un burdo cálculo económico, pero sí que las disputas tienen profundas raíces materiales. Por lo tanto, son extraordinariamente peligrosas y difíciles de abordar.

Además, la contienda es cualitativamente diferente de la oposición entre EEUU y la Unión Soviética, que era principalmente política e ideológica. Durante el interregno, EEUU contó con el apoyo de las «viejas» potencias imperialistas, recurriendo principalmente a su poder de consenso, que hunde sus raíces en la era antisoviética. Nada garantiza que puedan hacerlo para siempre.

La izquierda se enfrenta, por tanto, a una elección difícil pero al mismo tiempo clara. La emergencia gradual de la «multipolaridad», con otros Estados poderosos que desafían la hegemonía estadounidense, ha creado un cierto espacio para que los países más pequeños defiendan sus intereses. Pero no hay nada meritorio o progresista en el capitalismo chino, indio, ruso o de cualquier otro tipo. Además, es crucial recordar que en 1914 el mundo era multipolar y el resultado fue una catástrofe. La respuesta todavía puede encontrarse en los escritos de Lenin, aunque el mundo haya cambiado mucho.

La izquierda socialista debe oponerse al imperialismo, reconociendo que Estados Unidos es el principal agresor. Pero debe hacerlo desde una posición independiente, abiertamente anticapitalista, que no se haga ilusiones sobre China, India, Rusia y otros contendientes, por no hablar de los «viejos» imperialistas. El camino debe ser el de la transformación anticapitalista interna, basada en la soberanía popular y unida a una soberanía nacional que busque la igualdad internacional. Este sería el verdadero internacionalismo, basado en el poder de los trabajadores y los pobres. Cómo puede volver a convertirse en una fuerza política real es el problema más profundo de nuestro tiempo.

Fuente: Jacobin 

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GUERRA DE UCRANIA: TODAVÍA SE ESTÁN SACANDO CUERPOS DE LOS ESCOMBROS DE ...

miércoles, 18 de septiembre de 2024

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«Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra»

 

Entrevista a Vijay Prahsad

«Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra»

 

Por Alejandro Pedregal 

Rebelion

18/09/2024

 


Fuentes: 
El Salto


El historiador, editor y periodista indio Vijay Prahsad escribe en colaboración con Noam Chomsky el libro ‘Sobre Cuba’, un intento de recordar a las generaciones más jóvenes las conquistas del proceso revolucionario cubano, que comenzó hace 70 años.

El nuevo libro de Noam Chomsky y Vijay Prashad arranca con una visita a Silvio Rodríguez para entregarle el anterior. “Fui a darle el libro que habíamos hecho Chomsky y yo, La retirada, que había salido en español con Capitán Swing”, comenta Vijay. “Me dijo que era un gran admirador de Chomsky y me dio un libro voluminoso en el que había reunido materiales y escrito sobre la música cubana. Cuando le di ese libro a Noam, se puso muy contento”.

Empezaron entonces a hablar de Cuba y “la sugerencia de hacer el libro surgió espontáneamente a partir de esa conversación”. Grabaron entonces varias horas de diálogo, a partir del cual elaboraron un par de manuscritos, y surgió Sobre Cuba: 70 años de Revolución y lucha, que ahora publica también Capitán Swing con traducción de Lidia Pelayo Alonso, prólogo del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, e introducción de Manolo de los Santos, director ejecutivo de The People’s Forum e investigador del Instituto Tricontinental de Investigación Social, que dirige el propio Vijay.

Sobre Cuba ofrece un análisis ágil pero profundo sobre la historia política de la Cuba revolucionaria desde la década de 1950. En su forma, el libro es fiel a la conversación íntima entre estos dos intelectuales. En ella se explora tanto el impacto de la Revolución Cubana internacionalmente como el del bloqueo estadounidense sobre la isla. Chomsky y Prashad destacan así, frente a los desafíos económicos impuestos por el Goliath del norte, la relevancia de los esfuerzos de Cuba para avanzar en las reformas socialistas y en su solidaridad internacionalista por medio de una historia de misiones médicas y militares en el Sur Global. El libro ofrece un debate equilibrado y comprometido sobre la complejidad de un panorama político y económico, arrojando lecciones significativas para todo proyecto socialista. De todo ello, y con motivo de su publicación en español, hablamos con Vijay.

El subtítulo del libro subraya los 70 años del proceso revolucionario, en lugar de centrarse en los 65 transcurridos desde su triunfo. ¿Por qué queríais destacar esto?

El proceso revolucionario se remonta mucho tiempo atrás, incluso antes del Asalto al Moncada el 26 de julio de 1953. Con los 70 años queríamos indicar al menos la situación en Cuba desde esa fecha. Las revoluciones son un proceso, no un acontecimiento. El proceso no tiene un punto de partida fijo. Podemos señalar la Moncada, como dije, pero también al momento en el que el Granma tocó tierra en Cuba el 2 de diciembre de 1956.

A lo largo del libro exponéis toda una serie de argumentos contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. ¿Cuáles han sido sus consecuencias más significativas? ¿Qué podría y debería hacerse al respecto en un futuro próximo?

El bloqueo, que dura desde hace ya más de seis décadas, es ilegal y cruel. Impide a una pequeña nación insular realizar libremente actividades comerciales básicas con otros países. Las sanciones a terceros impiden que empresas que no operan en Estados Unidos envíen y reciban fácilmente mercancías hacia y desde Cuba. Las compañías navieras no atracan en aguas cubanas y se niega el acceso a Cuba a productos básicos. Se trata de una situación muy dura que no debe ser acatada como normal. Cada año, la mayoría del mundo vota para poner fin a este bloqueo y debe ponerse fin ya.

Con el fallecimiento de Fidel Castro y el cambio de época, ¿a qué retos y oportunidades se enfrenta Cuba para su futuro?

Fidel Castro era realmente un hombre extraordinario. Me reuní con él varias veces y me bañé en su optimismo e inteligencia. Durante su liderazgo, preparó al país para estos retos. Sobre todo por medio de su Batalla de Ideas. Los actuales dirigentes de Cuba son herederos de su ejemplo. Por supuesto, es difícil seguir los pasos de alguien como Fidel. Pero Fidel no es solo una persona. Es todos los cubanos. Y también nosotros.

La situación en toda América Latina es complicada. La base social del radicalismo se ha visto socavada por la precariedad laboral, la inflación y la falta de un proyecto político de izquierdas vibrante. El ascenso de una extrema derecha de tipo especial, desde Milei a Bolsonaro, ha hecho temblar la posibilidad de un futuro socialista o incluso progresista. Cuba vive en ese contexto. Tiene que negociar ese equilibrio de fuerzas. El ataque a Venezuela y otros países del ALBA-TCP amenaza seriamente a la Revolución Cubana. Cuba puede hacer su parte, pero no puede hacerlo todo. Es importante que fortalezcamos la solidaridad con Cuba en todo el mundo y construyamos las bases de la soberanía en América Latina frente al imperialismo estadounidense.

Los principales medios de comunicación suelen presentar a Cuba de forma unidimensional. ¿Cómo tergiversan la realidad política de Cuba?

Estados Unidos está furioso porque Cuba es “desobediente”, porque su ejemplo sería “contagioso” en todo el mundo. Y eso es cierto. Cuba es desobediente. Quiere establecer su soberanía y ese ejemplo es contagioso. Es cierto. Para impedirlo, EE UU argumenta que Cuba es un país totalitario, lo cual le resulta conveniente. Así no tiene que enfrentarse a los hechos. Los medios corporativos lo repiten. Son taquígrafos del gobierno de Estados Unidos. Para ellos no importan los hechos ni el contexto. Y si no hay contexto, no hay nada. Es una vergüenza para el conocimiento humano.

Ya hay varias generaciones de las que vivieron 1959 y su impacto que se nos han ido. El inmenso logro de la Revolución Cubana no es tan claro para los más jóvenes. Esperemos que un libro como Sobre Cuba ayude a la gente a comprender tanto el gran avance que supuso para el pueblo cubano expulsar a Estados Unidos y establecer su soberanía, como la importancia de esa lucha por mantener la Revolución. Nuestro deseo es que este libro revitalice de alguna manera la significación de ese espíritu de solidaridad.

La Revolución Cubana siempre ha sido alabada por su internacionalismo, y recientemente se ha podido ver durante la crisis del covid-19. ¿Cómo ves el papel del internacionalismo cubano en el fomento de la solidaridad mundial?

Estados Unidos dice que Cuba es un Estado patrocinador del terrorismo. En realidad es un Estado patrocinador de la salud. Eso está claro para todo el mundo. Cuba fue el único país que intervino militarmente en África para impulsar la liberación nacional y luego no buscó nada a cambio. Así se expresó, casi textualmente, el propio Nelson Mandela. Así es como el mundo ve a Cuba. Estados Unidos está desubicado y tiene que poner fin al bloqueo.

Describís a Cuba como un modelo socialista para el resto del mundo, y muy especialmente para el Sur Global. ¿Cuáles son las principales lecciones que otras naciones pueden aprender de la experiencia cubana con el socialismo? ¿Cuáles son las perspectivas de su desarrollo? ¿Qué ideas puede ofrecer en la actualidad, en particular para resistir la peligrosa letalidad de un imperio en declive (como estamos presenciando en Palestina)?

La mejor manera de entender a Cuba es compararla con Haití, que tuvo una historia atormentada y una contrarrevolución en 1957. Si Cuba hubiera seguido el camino de Haití, la situación del pueblo cubano sería infinitamente peor que la de su isla vecina. Cuba mantiene su dignidad y lucha por su soberanía, mientras Haití lucha por sobrevivir. Ese es el logro. Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra. Estados Unidos gasta 1,53 billones de dólares en su maquinaria bélica. Ojalá ese dinero se gastara en infraestructuras, en educación, en sanidad, en trabajadores sociales. Pero no. Una economía de guerra es mucho más fea que una economía de paz.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/cuba/vijay-prahsad-cuba-nos-ensena-gastar-dinero-sanidad-educacion-es-mejor-gastarlo-guerra

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Luis Eduardo Aute - Siglo XXI (Video Directo)

Alcalá de Guadaira (Sevilla). Detenida la Brigada antidroga de la Policía Nacional por narcotráfico

 

Alcalá de Guadaira (Sevilla). Detenida la Brigada antidroga de la Policía Nacional por narcotráfico

 

INSURGENTE.URG / 18.09.2024 



 Cinco policías nacionales del grupo de estupefacientes de la comisaría de Alcalá de Guadaíra han sido detenidos en el curso de una operación antidroga. La investigación, de la que han trascendido muy pocos detalles, la lleva la unidad de Asuntos Internos a través de un grupo especializado venido desde Madrid. Las detenciones se producen tras tres meses de investigación. Los detenidos son miembros del grupo dedicado a la lucha contra el narcotráfico en esta ciudad.

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martes, 17 de septiembre de 2024

INFIERNO EN UCRANIA: LAS TROPAS UCRANIANAS SIGUEN SACANDO CADÁVERES. ZEL...

Obtenida la primera ‘película’ de la multiplicación del genoma del virus de la gripe

 


Obtenida la primera ‘película’ de la multiplicación del genoma del virus de la gripe

 

TERCERAINFORMACION / 15.09.2024

  • Investigadores de IMDEA Nanociencia han observado en directo, por primera vez, la multiplicación del genoma del virus de la gripe A. Este hecho ayudará a entender algunos de los factores que determinan la velocidad de multiplicación de este microorganismo infeccioso.


Genoma recombinante del virus de la gripe A, durante el proceso de transcripción. / Patricia Bondía, Enrique Sahagún (Scixel).

 

El virus de la gripe A es una gran amenaza que concierne a la salud pública. Comprender cómo se replica este virus es crucial, especialmente dado que sus mutaciones pueden dar lugar a nuevas cepas capaces de afectar a los humanos. En el núcleo del virus se encuentra la información genética, contenida en cadenas de ARN –ácido ribonucleico-, que la enzima polimerasa se encarga de copiar para generar nuevos virus.

Las cadenas de ARN están cubiertas por proteínas que protegen al ARN de ser degradado dentro de las células. ¿Cómo consigue la polimerasa multiplicar el ARN eficientemente si éste está totalmente cubierto de proteínas? Y además, ¿cómo consigue copiar el ARN sin desacoplarlo de las proteínas que lo protegen?

Durante el proceso de multiplicación del ARN, la polimerasa viral se desplaza a través de la estructura del ARN, sintetizando y copiando la estructura. Las proteínas que protegen el ARN del genoma del virus de la gripe A se organizan en forma de doble-hélice compacta, enmascarando la posición de la polimerasa.

Al no poder observar directamente la polimerasa en acción, muchos detalles del proceso de ‘copia’ se quedan ocultos sin poder ser observados. Hasta la fecha, no ha sido posible seguir el movimiento y la actividad de la polimerasa a largo del genoma del virus.

El grupo de investigación de ‘Manipulación de Motores Moleculares’ del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia, liderado por Borja Ibarra, en colaboración con investigadores delNanoLSI (Universidad Kanazawa Japón) y del Centro Nacional de Biotecnologia (CNB-CSIC) han ideado una estrategia que resulta clave para estudiar en detalle este elusivo proceso.

Los investigadores acortaron el genoma del virus para lograr que las proteínas que lo protegen se conformen en anillo, en lugar de una hélice. De esta forma, la posición de la polimerasa queda al descubierto.

Con esta estrategia, los investigadores pudieron analizar el movimiento de la polimerasa en tiempo-real, utilizando microscopia de fuerza atómica de alta velocidad. Grabaron múltiples películas del proceso “en directo”, que, combinando con imágenes de microscopía electrónica, les ayudaron a comprender y desvelar información novedosa sobre los procesos moleculares que gobiernan la amplificación del genoma viral.

Los investigadores observaron que la polimerasa se las arregla para acceder al ARN sin separarlo de las proteínas que lo protegen. Esto es esencial porque preserva la estructura del genoma, lo que a su vez, le permite multiplicarlo continuamente. La polimerasa es capaz de producir múltiples copias a partir del mismo ARN parental en varias rondas, lo cual es un aspecto clave para la multiplicación viral.

Un mecanismo de control en la multiplicación viral

Estas “películas” nanoscópicas permitieron a los investigadores estimar la tasa de síntesis de ARN, velocidad a la que trabaja la polimerasa viral. La polimerasa es capaz de incorporar hasta 35 nucleótidos en un segundo. Si equiparamos un nucleótido con una letra, un copista que trabajara a esta velocidad sería capaz de copiar la primera parte del Quijote en tan solo 6 horas (o el primer libro de Harry Potter en 3 horas).

El equipo de investigadores descubrió también que la estructura del ARN naciente condiciona la velocidad a la que trabaja la polimerasa. La conformación del ARN naciente funciona por tanto, como un mecanismo de control que regula la velocidad de amplificación del virus y podría suponer una diana terapéutica para el desarrollo de nuevas estrategias antivirales.

El ARN viral se multiplica rodeado de proteínas. A diferencia de trabajos anteriores que estudiaban la polimerasa aislada, este hallazgo se ha realizado en el entorno natural de la polimerasa, dentro del genoma y rodeada de proteínas con las que tiene que lidiar y que afectan a la velocidad de aplicación final.

El sistema modelo de este estudio proporciona una evidencia directa de que lasproteínas virales individuales pueden reciclarse, y confirma los modelos teóricos existentes. El trabajo ha sido bien recibido por la comunidad científica y ofrece un nuevo enfoque para investigar los mecanismos de transcripción y replicación viral en otros virus.

“Si conseguimos definir los mecanismos que gobiernan el funcionamiento de las proteínas virales, podremos idear métodos para interferir con ellos y, por tanto, parar la infección viral”, apuntaIbarra.

El trabajo, recientemente publicado en ACS Nano, sienta las bases para futuras investigaciones sobre funcionamiento de la polimerasa en el contexto del genoma viral, algo que hasta ahora no había sido posible.

Referencia:

Diego Carlero, Shingo Fukuda, Rebeca Bocanegra, Toshio Ando, Jaime Martin-Benito and Borja Ibarra. «Conformational dynamics of influenza A virus ribonucleoprotein complexes during RNA synthesis». ACS Nano

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Medios del grupo BRICS se comprometen con un mundo multipolar justo y equitativo

 

Medios del grupo BRICS se comprometen con un mundo multipolar justo y equitativo

 

 

DIARIOOCTUBRE / septiembre 16, 2024

 

En la declaración final de la Cumbre de Medios del Brics, los participantes se comprometieron este domingo en Moscú a mantener los esfuerzos para fortalecer el diálogo internacional.

En el documento aprobado por directivos y expertos de las naciones miembros del bloque integracionista, se insta a promover una cobertura integral en sus respectivos medios de la interacción dentro de los mecanismos Brics y Brics+.

Asimismo, hace énfasis en dar seguimiento de manera direccionada a las áreas políticas, económicas y humanitarias en las respectivas naciones.

“Los participantes de los países Brics utilizarán sus recursos de información para ayudar a establecer un orden mundial multipolar justo y equitativo, basado en el derecho internacional y los principios de igualdad, respeto a la soberanía, no injerencia en los asuntos internos e indivisibilidad y seguridad”, refiere el texto.

Igualmente, reafirmaron su compromiso con los principios del periodismo imparcial y basado en hechos, mientras expresaron su disposición a coordinar esfuerzos para combatir las noticias falsas.

En ese contexto, y en medio del asedio constante a medios y profesionales, abogaron por exigir que desde todos los escenarios se respeten los derechos de los periodistas y garantice su seguridad, con especial atención cuando estén en zonas de conflictos militares.

Igualmente, abogaron por desarrollar estándares y normas éticas para el uso de la inteligencia artificial, y para ello sostener un diálogo profesional e integrador. Por último, los participantes destacaron el papel indispensable de asociaciones profesionales en cooperación mediática y expresaron su intención de continuar trabajando juntos en ampliar los vínculos globales y alianzas regionales.

La Cumbre de Medios de los BRICS, organizada por la agencia rusa Tass con el apoyo de su contraparte china Xinhua, desarrolló sus debates entre los días 14 y 15 del presente mes.

En la cita estuvieron presentes directivos y representantes de más de 45 medios de comunicación líderes de los países Brics, y otros que han solicitado la membresía, quienes discutieron como ejes centrales el papel de la comunidad de medios del bloque en el fortalecimiento de la estabilidad y la cooperación en un mundo multipolar, y el aporte de los mismos en la transformación tecnológica en el camino a un Mundo Nuevo (Tomada de Cubadebate).

Imagen de portada: En la intervención ofrecida por Luis Enrique González Acosta, presidente de PL, en la Cumbre de Medios de Comunicación del Brics, organizada por la agencia rusa de noticias Tass, el directivo dijo: “Esta comunidad puede contribuir significativamente al reclamo histórico del Sur, sobre todo en el camino hacia un nuevo orden mundial de la información, contra nuevas formas de colonialismo, incluido el cultural, y la necesaria reforma del actual sistema financiero internacional, profundamente injusto, antidemocrático, especulativo y excluyente”. Foto: PL.

Fuente: Cubaperiodistas

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