Gran Caribe une esfuerzos para
defender a Venezuela
DIARIO OCTUBRE / noviembre 2, 2025
El Consejo
Nacional por la Soberanía y la Paz, surgido de la Asamblea Nacional de
Venezuela y que agrupa a todos los sectores de vida venezolana, convocó a los
diputados y senadores ante la urgencia de la amenaza imperialista de “promover
un cambio de régimen” en Caracas.
Luego de las
deliberaciones realizadas con representantes de 14 países de América Latina y
el Caribe, los delegados sostuvieron un encuentro con el presidente Nicolás
Maduro Moros y aprobaron la Declaración Parlamentaria del Gran Caribe por la
Paz, que afianza los nexos entre los parlamentos, para defender la verdad de
nuestros pueblos ante las aviesas acciones imperiales.
El presidente
del parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, calificó esa intención de aviesa
con el objetivo de permitir a Estados Unidos hacerse con las riquezas naturales
que “solo pertenecen al pueblo y a la República”.
Rodríguez abogó
por una sola voz y acción que conduzca a preservar la paz, el futuro, la
independencia y soberanía de los países de la región, conceptos planteados de
diferentes maneras y un solo sentido, y en el que la palabra unidad retumbó una
y otra vez.
Así concordaron
en sus intervenciones los delegados de Cuba, Nicaragua, Colombia, Antigua y
Barbudas, Belice, Dominica, Granada, San Vicente las Granadinas, México, Guatemala,
Honduras, Brasil, Uruguay y Venezuela.
La delegación de Nicaragua estuvo integrada por el canciller Denis Moncada; la Primer Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Arling Alonso; el jefe de la bancada de diputados del FSLN, Edwin Castro; el diputado Carlos Emilio López; la diputada Yitsy Hernández; la embajadora de Nicaragua en Venezuela, Daysi Torres y los funcionarios de la embajada Valezka López y César Acosta.
Por eso se
recordó la celebración de la II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en 2014 en La Habana, Cuba, donde fue
proclamada a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Esa Proclama de
Paz de la CELAC es la que ahora está amenazada, así como el mar Caribe, como
declaró el titular del Poder Legislativo venezolano, en un “despliegue bárbaro”
de fuerzas y medios estadounidenses en un intento de agredir a Venezuela y los
países del Caribe.
El viernes, en
nombre del Gobierno Sandinista, el canciller Denis Moncada denunció que “el
Gobierno norteamericano fundamenta su agresión política, psicológica y militar
contra Venezuela, en la falsedad y la mentira. Pretenden destruir la verdad
venezolana, elaborando una narrativa falsa que difunden de forma sistemática a
través de su poder mediático, con el objetivo de derrocar a su legítimo y
constitucional Presidente; crimen que no lograrán”.
Asimismo,
exigió el “cese inmediato de la agresión contra la soberanía, independencia y
autodeterminación de Venezuela y el retiro urgente de la fuerza de tarea
norteamericana desplegada en el Caribe que es “Zona de Paz de Nuestra América”,
por la que lucharon nuestros Héroes”, y reiteró que Nicaragua acompaña y apoya
la unidad cívico–militar para defender la Patria Bolivariana.
Como colofón de
la reunión, el presidente Nicolás Maduro convocó a un gran encuentro antes de
finalizar el año con la participación fuerzas políticas, movimientos sociales y
populares y parlamentarios de toda la región para defender el derecho a la paz
del continente.
La Declaración
Final del Encuentro Parlamentario del Gran Caribe llamó a afianzar todavía más
los lazos y nexos entre los parlamentos de los países de la región; establecer
formas de comunicación mucho más profundas y rápidas entre los parlamentarios y
los pueblos.
Asimismo, profundizar la solidaridad que “bien nos enseñaron los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez” como paso inicial de la hermandad entre pueblos, gobiernos y procesos revolucionarios, y repudió la presencia de efectivos y equipos militares desproporcionados en el Caribe.
Declaración
Parlamentaria del Gran Caribe por la paz
Nosotras y
nosotros, parlamentarios y parlamentarias de las naciones de: Cuba, Nicaragua,
Colombia, Antigua y Barbuda, Belice, Dominica, Grenada, San Vicente y las
Granadinas, México, Brasil, Guatemala, Honduras y Uruguay, pertenecientes a la
cuenca del Caribe, reunidos en la ciudad de Caracas, Venezuela, con el
propósito de defender la paz, el respeto a la soberanía y el derecho
internacional en nuestra Región, frente a las crecientes amenazas y agresiones
por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, bajo el pretexto de
una “guerra contra el narcotráfico”, manifestamos lo siguiente:
Considerando
Que los pueblos
del Gran Caribe, unidos por el mar y herederos de las luchas anticoloniales,
así como de una profunda tradición de solidaridad y cooperación entre naciones
hermanas, han forjado su identidad regional sobre los valores de la
independencia, la justicia y el respeto mutuo, haciendo de la paz una forma de
vida y un compromiso histórico con la dignidad, el desarrollo y la libertad de
todos los pueblos de la región.
Que la Carta de
las Naciones Unidas establece como propósito “Mantener la paz y la seguridad
internacionales” y; adopta como principios “la igualdad soberana de todos sus
Miembros”; de manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad
internacionales ni la justicia” y; que sus miembros “se abstendrán de recurrir
a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o
independencia política de cualquier Estado”.
Que el Tratado
para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe
(Tratado de Tlatelolco), suscrito por 33 Estados de nuestra región en el año
1967, establece “prohibir e impedir” en sus respectivos territorios “cualquier
forma de posesión de toda arma nuclear, directa o indirectamente, por mandato
de terceros o de cualquier otra forma”.
Que el 29 de
enero del año 2014 en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) celebrada en La Habana, Cuba; se declaró por parte de 33
países de la región a “América Latina y el Caribe como Zona de Paz basada en el
respeto de los principios y normas del Derecho Internacional”; con el
“compromiso permanente para la solución pacífica de controversias a fin de
desterrar para siempre la amenaza y el uso de la fuerza, en nuestra región”, en
reconocimiento de “la paz como es un bien supremo y anhelo legítimo de todos
los pueblos”.
Que el pasado
20 de agosto, la XIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA, declaró
el rechazo de manera categórica a “las órdenes del gobierno de los Estados
Unidos de desplegar fuerzas militares bajo pretextos, con la clara intención de
imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional
de los Estados de América Latina y el Caribe”.
Que desde el
mes de agosto del presente año, el gobierno de los Estados Unidos ha realizado
un despliegue militar en nuestra región que según diversas fuentes incluyen 10
mil soldados, aviones de combate AC-130 de transporte y logística, un buque de
combate USS Wichita, 6 drones Reaper MQ9, 3 aviones de vigilancia bombardero
B-52, 10 cazas furtivos F-35, 2 buques de reaprovisionamiento, tres
destructores de misiles guiado, 1 submarino nuclear, tres Grupos Anfibio del
Iwo Jima, un número hasta ahora no determinado de helicópteros Black Hawk y
recientemente la movilización del Buque Portaviones USS “Gerald R. Ford”.
Que mediante
este despliegue armamentístico se han cometido ejecuciones extrajudiciales a
partir del pasado 2 de septiembre, donde se han asesinado al menos a 61
personas de diversas nacionalidades de la región, en 15 ataques a
embarcaciones; acciones a todas luces ilegales y criminales, que atentan contra
la soberanía de nuestras naciones y que buscan interferir por vía del uso de la
fuerza en los asuntos internos de los Estados de América Latina y el Caribe,
con el fin último de aprovecharse y apropiarse de los recursos naturales y
energéticos existentes en el territorio de nuestras naciones.
Que las
naciones caribeñas a lo largo de sus relaciones históricas han asumido los
temas comunes desde la solidaridad, tal como ha quedado demostrado durante los
últimos años con políticas conjuntas para el bienestar de nuestros pueblos, las
misiones médicas cubanas hacia distintos países de la región, Acuerdo
Energético de Caracas, Petrocaribe, entre otras iniciativas que han permitido
fomentar la hermandad, armonía, la paz y el respeto a la soberanía de nuestras
naciones.
Declaramos
Rechazar
enérgicamente las acciones de agresión, amenaza y promoción de la violencia por
parte del gobierno de los Estados Unidos en el Gran Caribe, ejecutadas bajo el
pretexto de la “guerra contra el narcotráfico”, con el objetivo de interferir
en los asuntos internos de nuestros países y promover cambio de régimen
sometidos y alineados a sus intereses, mediante prácticas coloniales obsoletas.
Reafirmar
nuestro compromiso inquebrantable con los propósitos y principios de la Carta
de las Naciones Unidas, en particular:
·        
El mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional.
·        
El principio de la igualdad soberana de todos sus
miembros.
·        
La obligación de abstenerse de recurrir a la amenaza o
al uso de la fuerza contra la integridad territorial o independencia política
de cualquier Estado.
Ejercer nuestro
derecho a la paz como fundamento inalienable para el desarrollo sostenible y el
bienestar de los pueblos del Caribe.
Defender de
manera irrestricta la soberanía nacional e integridad territorial de todos los
Estados, condenando cualquier intento de injerencia externa, coerción política
o medidas unilaterales.
Ratificar
nuestro compromiso con la no agresión, rechazando el uso de la fuerza.
Reconocer el derecho de Venezuela a ejercer su legítimo derecho a la defensa,
según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, a través de todas las
gestiones para preservar la paz y la movilización cívica, militar, policial.
Promover el
dialogo y la cooperación mediante el fortalecimiento de mecanismos regionales
como la CELAC, ALBA-TCP y CARICOM, para fomentar la solidaridad y la paz.
Condenar las
ejecuciones extrajudiciales realizadas por las Fuerzas Armadas de los Estados
Unidos en el Mar Caribe, actos que violan los derechos humanos y el ejercicio
soberano de nuestros Estados.
Exigir al
gobierno de los Estados Unidos y al congreso de ese país el cese inmediato de
todas las acciones que vulneren los derechos de los Estados soberanos del
Caribe, el retiro de su flota militar desplegada en la región, y la adopción de
un enfoque responsable en el tratamiento del narcotráfico.
Invitar a los
parlamentos nacionales, regionales e internacionales a sumarse a este
compromiso, promoviendo iniciativas conjuntas en defensa de la paz y la
soberanía, y articulando esfuerzos en foros multilaterales para reafirmar a
América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Nuestra
voluntad de promover acciones conjuntas orientadas a fortalecer la diplomacia
parlamentaria por la paz, incluyendo espacios de concertación, intercambio y
cooperación que contribuyan a la creación de mecanismos permanentes de
articulación regional y a la difusión global de mensajes comunes en defensa de
la soberanía, la integración y la paz del Gran Caribe.
Ratificar la
plena vigencia de la Proclama de América Latina como zona de Paz, cuyo alcance
se ratifica particularmente en estas condiciones, al Gran Caribe.
Defender la
paz, rechazar las guerras, agresiones y provocaciones imperiales, con posturas
de unidad en la diversidad para proteger el bien más preciado de nuestros
pueblos, que es la vida de cada persona, no importa su filiación política, sus
religiones pluralidad de pensamiento.
Promover con
urgencia y por todos los medios y vías posibles, la activación de
concientización del peligro que afecta la región.
Promover un
movimiento cultural con la suma de artistas, vocerías desde el arte y la
cultura, así como intelectuales que promuevan la paz y la soberanía de los
pueblos.
Remítase la presente Declaración Parlamentaria del Gran Caribe por la Paz al
Secretario General de las Naciones Unidas, a la Presidencia Pro Témpore de la
CELAC, a la Secretaría de CARICOM, al Parlamento Latinoamericano y Caribeño
(PARLATINO), al Parlamento Centroamericano (PARLACEN), y a los parlamentos
nacionales de la región, para su conocimiento, respaldo y difusión.
En Caracas, a los 31 días del mes de octubre de 2025.
Fuente: radiolaprimerisima.com
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