jueves, 12 de junio de 2025
Una cuestión moral
Palestina ya no es
solo una crisis humanitaria, es un espejo que refleja la bancarrota moral del
sistema mundial. El orden mundial basado en normas, promovido por Occidente, se
ha derrumbado bajo el peso de sus propias contradicciones.
TOPOEXPRESS
Una cuestión moral
El Viejo Topo
12 junio, 2025
PALESTINA Y EL COLAPSO DEL “ORDEN MUNDIAL BASADO EN NORMAS”
En mayo de
2025, la catástrofe humanitaria en Gaza alcanzó un nivel sin precedentes. Más
de 50.000 palestinos habían sido asesinados desde octubre de 2023, la gran
mayoría de ellos civiles, incluidos miles de niños. Sin embargo, las potencias
occidentales, en particular los Estados Unidos y sus aliados, siguen
defendiendo un supuesto “orden internacional basado en normas”. Esta frase, que
se invoca a menudo para justificar sanciones, intervenciones y presiones
diplomáticas en otros lugares, suena hueca cuando se aplica a la situación que
sufre el pueblo palestino desde hace décadas. La ocupación en curso, las
políticas de apartheid y los repetidos crímenes de guerra
cometidos por Israel, con el apoyo incondicional de Occidente, ponen de
manifiesto la profunda hipocresía que subyace al llamado orden mundial.
A pesar de las
más de 100 resoluciones de la ONU que condenan los asentamientos israelíes, los
desplazamientos forzados y los ataques indiscriminados contra civiles, sigue
sin haber una rendición de cuentas significativa. Israel no se enfrenta a
sanciones, ni a un embargo de armas, ni al aislamiento internacional. Por el
contrario, sigue recibiendo miles de millones de dólares en ayuda militar,
acuerdos comerciales preferenciales y cobertura política de las potencias
occidentales. Mientras tanto, Gaza sigue sitiada. Se bombardean hospitales, se
bloquean los convoyes de ayuda y se niegan deliberadamente bienes de primera
necesidad como el agua, el combustible y la electricidad. Esto no es una
respuesta de seguridad, es un castigo colectivo a gran escala.
El enfoque de
Occidente respecto al derecho internacional es todo menos coherente. Cuando
Rusia se anexionó Crimea o cuando países como Irán y Venezuela fueron acusados
de violaciones a los Derechos Humanos, se impusieron rápidamente sanciones y se
produjo una condena mundial. Sin embargo, cuando Israel viola abiertamente los
Convenios de Ginebra, ataca infraestructuras civiles y desafía a la Corte
Internacional de Justicia, se le recompensa con acuerdos de normalización,
inversiones tecnológicas y alianzas en materia de defensa. Este flagrante doble
rasero ha destruido la credibilidad de cualquier discurso “basado en normas”.
Está claro que las “normas” solo se aplican a los adversarios de Occidente, no
a sus aliados.
Igualmente
preocupante es el papel de los medios de comunicación occidentales en la
configuración de la percepción pública. La resistencia palestina se tilda de
“terrorismo”, mientras que la agresión israelí se presenta como “defensa
propia”. Se utilizan términos como “enfrentamientos” para ocultar la realidad
de los ataques militares unilaterales. La deshumanización de los palestinos y
el borrado de su sufrimiento son componentes clave para mantener esta ilusión
de superioridad moral. El periodismo que cuestiona esta narrativa suele ser
silenciado, censurado o tachado de parcial.
Palestina ya no
es solo una crisis humanitaria, es un espejo que refleja la bancarrota moral
del sistema mundial. El orden mundial basado en normas, promovido por
Occidente, se ha derrumbado bajo el peso de sus propias contradicciones. Cuando
el derecho internacional se aplica de forma selectiva, cuando algunas vidas se
consideran prescindibles y cuando se sacrifica la justicia en aras de intereses
geopolíticos, lo que queda no es orden, sino dominación. La justicia para
Palestina ya no es una preferencia política, es un imperativo moral mundial.
Hasta que el mundo no se enfrente a esta hipocresía, la paz seguirá siendo
inalcanzable, no solo para los palestinos, sino para la humanidad en su
conjunto.
Fuente: Global Research y Globetrotter.
El gobierno español obedece a Trump y dispara la compra de gas a EE.UU pese a ser más caro
El gobierno español obedece a Trump y dispara la compra de gas a EE.UU
pese a ser más caro
El precio
del gas natural en Estados Unidos es más caro en comparación con otros países,
entre otras razones por el desplazamientos en gaseros. El gas natural
estadounidense es más caro que el gas natural licuado (GNL) importado desde
Rusia, incluso hasta un 40% más caro.
INSURGENTE.ORG / 12.06.2025
España dispara la importación de gas natural licuado (GNL) desde Estados Unidos. El pasado mes de abril, envió 14.463 GWh a los puertos españoles, según datos del Boletín Estadístico de Enagás. El gestor del sistema gasista refleja que la entrada en España de gas procedente de EE,UU ha aumentado y ya supone el 44% del total del gas recibido, casi la mitad. Respecto de abril de 2024, las compras al país gobernado con Donald Trump se han multiplicado por siete. De 2.143 GWh a 14.463 GWh (+575%).
Estados
Unidos (EEUU) ha consolidado también en mayo su posición como principal
suministrador de gas natural a España en lo que va de 2025, con unas
importaciones procedentes del otro lado del Atlántico de 9.183 gigavatios
hora (GW), el 30% del total llegado al país en este mes. En el acumulado del
año, Estados Unidos y Argelia copan así casi el 65% del gas natural
llegado a España entre ambos, con un 34% del total para el país americano y un
30,6% para el norteafricano.
De esta manera, Estados Unidos va camino de
erigirse este año en el principal suministrador de gas natural de España y
recortando la compra a Rusia, tal como quiere Trump.
¡Qué sorpresa! La clase dominante es dueña de la justicia; de los jueces y sus leyes
¡Qué sorpresa! La clase
dominante es dueña de la justicia; de los jueces y sus leyes
INSURGENTE.ORG / 12.06.2025
En una sociedad capitalista la clase dominante burguesa ostenta las herramientas necesarias para ejercer el poder: la justicia, el capital, la represión, los medios de comunicación, la iglesia, la propiedad… son su patrimonio que les sirve para mantener su dominio de clase y la explotación. Nada nuevo, y sin embargo, estos días algunos parecen escandalizados al comprobar que existe el llamado «Partido Judicial» y que obedece ordenes para cambiar al administrador de la finca, esto es, al partido que gobierna.
Acceder a lo más alto
de la magistratura es imposible sin pertenecer a la élite. Desde los famosos
«preparadores» de oposiciones (en muchos casos fiscales y jueces que hacen un
dinerito extra preparando examinandos de familias que pagan pingües
mensualidades imposibles para los hijos de los trabajadores) a la herencia de
clientes con despacho de varias generaciones anteriores cómplices y defensores
del franquismo. Las sagas continúan, la ideología mayoritaria en la judicatura
se debate entre la derecha y la extrema derecha, lo lógico para defender sus
intereses de clase.
La pléyade (no vamos a decir piara) de jueces y
fiscales que desde hace unos meses han salido a ser proa punzante en defensa de
los suyos, pone de manifiesto algo que desde Falsimedia no se menciona: los
intereses de clase, la defensa del sistema capitalista y sus instituciones.
Esas señorías se excitan viéndose en webs, diarios y programas de televisión
como personajes famosos con escolta. En algunos meses dirán aquello de «que hay
de lo mío» y enseñarán el curriculum que en estos momentos están tejiendo para
medrar.