domingo, 15 de junio de 2025

El revisionismo, el oportunismo ¿es nuevo, es viejo? No, es enemigo central en la lucha de clases

 

El revisionismo, el oportunismo ¿es nuevo, es viejo? No, es enemigo central en la lucha de clases

 

DIARIO OCTUBRE / junio 14, 2025

 

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Si todo fuera como parece, Marx habría escrito solamente folletos.

Con esta frase, Bertolt Brecht celebra el pensamiento crítico de Marx: ir más allá de lo evidente para revelar mecanismos que, en su apariencia y envoltura, se pretenden presentar como lo que no son. Si el mundo fuera tan simple como parece, el socialismo científico y la teoría revolucionaria no existirían. Brecht, como marxista, enfatizaba que la verdad requiere desmontar ilusiones.

El revisionismo oportunista como apariencia engañosa

El oportunismo, actualmente en el Estado español, está ejemplificado por figuras como Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Antonio Maíllo y Enrique Santiago. Son figuras públicas e ideológicas del oportunismo, pero no debemos perder de vista a cientos de sujetos que, bajo las órdenes del capital, llevan a cabo la labor de alienar y domesticar a las masas trabajadoras.

Esta corriente, al servicio del capital, en el estado español comenzó en 1956 con la teoría de la reconciliación nacional del PCE, que tuvo su continuidad en la teoría del socialismo en democracia y su culminación en los Pactos de la Moncloa. Gira en torno al principio revisionista que teoriza la adaptación del marxismo a la realidad inmediata. ¡Ojo! No debemos confundir esto con el análisis de las condiciones concretas para poder aplicar políticas específicas.

La adaptación oportunista: situar como meta final objetivos puntuales y transitorios

·      Aceptar reformas graduales dentro del sistema capitalista (mejoras salariales, derechos laborales, cuestiones de género, algunas leyes de carácter civil, etc.).

·      Principalmente, abandonar la revolución como meta, argumentando que «el capitalismo ha cambiado». Afirman que ya no es lo que era, que ahora es más humano y que dentro de los marcos capitalistas es posible liberar al pueblo del yugo de la burguesía, o al menos hacerle creer que esta no es tan mala.

·      Revisionistas y oportunistas, tergiversando y amputando la doctrina marxista, sitúan que como “el desarrollo de las fuerzas productivas conducirá inevitablemente al socialismo” solo hace falta sentarse y esperar relegando la necesidad del proceso revolucionario.

La teoría del revisionismo oportunista, en apariencia, parece «pragmática«, «realista» y hasta «humanista«. Insisten en que, bajo su paraguas, bajo su dirección y desde su institucionalidad, el burgués se corrige, se educa para que abandone su voracidad acumulativa y depredadora.

Como buenos oportunistas, evocan a Marx, tal como lo hicieron los traidores de la II Internacional. Jamás se declararán anti-marxistas, pero sí niegan su esencia: la lucha de clases como motor histórico y la necesidad de destruir las estructuras de explotación capitalistas. Reniegan de la dictadura del proletariado como elemento central en la construcción del Estado socialista. Ah, y, por supuesto, se declaran contrarios a toda dictadura y muy amantes de la paz, negando la lucha entre clases.

Marx expuso que las apariencias enmascaran contradicciones irreconciliables. El revisionismo, en cambio, toma la superficie por el fondo: ve la «paz social» (ejemplo: el pacto entre fuerzas empresariales y sindicales) como una forma social armónica, ocultando que el capital extrae plusvalía incluso en condiciones «dignas». Reduce la teoría marxista a un manual de políticas públicas, vaciándola de su potencial revolucionario y transformador.

Ejemplo histórico

Hay muchos. El más significativo, por su importancia histórica, fue el de la socialdemocracia alemana en 1914, cuando apoyó los créditos de guerra, traicionando el internacionalismo proletario.

Más próximos a nosotros, encontramos los casos ya mencionados del PCE, sin olvidar los cometidos por UGT-PSOE bajo la dictadura de Primo de Rivera o lo sucedido en los años ochenta con la OTAN. Podríamos enumerar traiciones oportunistas de la socialdemocracia rancia y nueva, y nos daría para una enciclopedia.

¿Hay un manual de cómo actuar para ser un buen oportunista?

Desde que Lenin, allá por 1894, los describió como gente camuflada de amigos del pueblo, podemos decir que el patrón utilizado ha sido siempre el mismo, con algunos matices. Principalmente, los caracteriza una verborrea extremista e «izquierdosa«, que apabulla y denuncia todo lo denunciable: que si «casta», que si «cloacas», que si OTAN y bases militares, que si LGTBI… Ah, y piden sin descanso un cambio en las jefaturas del Estado burgués.

Pretenden y en muchas ocasiones consiguen, arrastrar tras de sí a fuerzas sanas del movimiento revolucionario, que luego son desechadas de la ecuación una vez alcanzado el objetivo. ¿Cuál es ese objetivo? Tomar el Parlamento o las instituciones del Estado burgués, no por asalto, sino por las urnas dentro del orden jurídico-policial burgués.

Una vez conseguido el objetivo, ya tienen su sillón y algún que otro millón de euros. Se abandona el falso radicalismo, habiendo logrado una premisa que la burguesía les encomienda: desmantelar los movimientos organizados revolucionarios. Hoy, PCE, IU, Podemos y Sumar son la expresión política de aquellos que Lenin combatió toda su vida: camuflados de radicales «izquierdosos», trabajan al servicio del capital, reforzando el sistema al desmovilizar la conciencia de clase.

Conclusión: El revisionismo, pilar del oportunismo como anti-teoría.

El revisionismo oportunista no necesita la obra El Capital ni el socialismo científico. Para ellos, es una ciencia desconocida o ignorada; les bastan folletos de reformas, porque creen en la apariencia del capitalismo reformado.

Traiciona la esencia del marxismo: renuncia a desentrañar lo oculto (explotación, opresión, alienación, dictadura del capital) para conformarse con lo visible (beneficios parciales), batallas sin trascendencia en la lucha de clases.

En síntesis: el marxismo auténtico exige ir más allá de lo que parece; el revisionismo, en cambio, se conforma con la superficie… y así neutraliza la revolución.

Alerta: El oportunismo es un virus en apariencia inocuo pero muy contagioso. Sus postulados penetran en nuestra conciencia a través de la repetición de ideas que se consideran revolucionarias. Hoy vuelven a reivindicaciones y frentes que, cuando estaban en el sillón, ya habían dado por finiquitados. Perdido el sillón y comprobado que fuerzas sanas revolucionarias pretenden, y en ocasiones consiguen, levantar frentes obreros y populares contra las políticas de los gobiernos al servicio del capital, contra el pacto social, la UE, la OTAN, las bases yanquis y militares, vuelven a la manipulación.

Con todos los aparatos del Estado burgués a su servicio, se lanzan a intentar hegemonizar nuevamente los movimientos políticos y sociales. No dudarán en hacer uso de todo lo que consideren necesario para satisfacer al amo burgués.

Es misión de los marxistas leninista desenmascarar ante el pueblo a estos oportunistas traidores, elevando la conciencia revolucionaria de las masas trabajadoras. En ello nos jugamos el futuro de la humanidad, Socialismo o Barbarie.

Posdata: Estos que hoy se desgañitan gritando «OTAN NO» y demás consignas son los mismos que votaron a favor del Estado fascista de Ucrania, aplaudieron al fascista Zelenski, votaron y siguen votando presupuestos de guerra. Y una larga retahíla de hechos contra el pueblo trabajador, que necesitaríamos otra enciclopedia o un pendrive de 3 TB para poder enumerarlos todos.

Rosa Luxemburgo«Reformismo es renunciar a la meta final por la lucha inmediata».

Che Guevara: «El revisionismo es la teoría de la derrota disfrazada de realismo».

Lenin: «El oportunismo sacrifica los intereses futuros del movimiento por sus ventajas presentes».

Juan J. Sánchez (Unidad y Lucha)

Fuente: unidadylucha.es

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Del arsenal Edgewood a Silicon Valley

 

Del arsenal Edgewood a Silicon Valley

 

Diario octubre / junio 15, 2025

 

Josep Cónsola (mpr21).— El Cuerpo Químico del Ejército de los Estados Unidos se remonta a la Primera Guerra Mundial con la creación de una unidad especializada en gas para la Fuerza Expedicionaria Estadounidense (AEF) en Europa. El Departamento de Guerra creó el Servicio de Guerra Química (CWS) el 2 de junio de 1918. El CWS entrenó y equipó a la AEF para el combate químico (1).

De 1948 a 1975, el Cuerpo Químico del Ejército de los Estados Unidos realizó investigaciones clasificadas con sujetos humanos en las instalaciones del Arsenal de Edgewood, en Maryland. Estos experimentos comenzaron tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y el objetivo era evaluar el impacto en el personal militar de productos farmacéuticos, psicotrópicos y vacunas en colaboración con la farmacéutica Glaxo (2).

A partir de este año 2025, The Defense Innovation Unit (DIU, Unidad de Innovación en Defensa) de Estados Unidos usarán herramientas de inteligencia artificial facilitadas por la empresa tecnológica Scale AI. El estado final del sistema acelerará la toma de decisiones, permitiendo a los planificadores sintetizar más rápidamente grandes cantidades de información, generar múltiples cursos de acción y realizar juegos de guerra impulsados ​​por IA para anticipar y responder a supuestas amenazas (3).

La Unidad de Innovación de Defensa subrayó que este nuevo sistema se usará primero en el Comando del Indo-Pacífico (INDOPACOM) y en el Europeo (EUCOM) para apoyar las actividades de planificación de misiones bélicas, como la asignación de recursos o la evaluación de estrategias (4).

La guerra de Ucrania ha demostrado que la dependencia del ejército estadounidense de costosas “piezas claves”, como portaaviones, submarinos nucleares, bombarderos B-52, tanques Abrams y sistemas de misiles antiaéreos Patriot, ha sido en gran medida ineficaz. La guerra moderna ha evolucionado para utilizar enjambres de drones baratos que pueden abrumar a armas que son, en
general, muchísimo más caras. Los sistemas de nueva generación han demostrado ser mucho más eficaces (5).

Silicon Valley, históricamente reacio a colaborar con la industria de defensa, ha estrechado sus lazos con el Pentágono en los últimos meses. Hace un año, los creadores de ChatGPT ya habían flexibilizado su política para autorizar colaboraciones con el ejército, al tiempo que incorporaban al antiguo director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y reclutaban en agosto de 2024 a Sasha Baker, que había sido responsable del Pentágono bajo el mandato de Biden, para dirigir un equipo dedicado a las llamadas “políticas de seguridad nacional”. El 6 de diciembre de 2024, Anduril y Palantir, dos de las principales empresas centradas en la tecnología de guerra y estrechamente vinvuladas con Peter Thiel (multimillonario co-fundador de
Paypal y primer financiador de Facebook), anunciaron la creación de un consorcio “destinado a garantizar que el gobierno estadounidense lidere el mundo de la inteligencia artificial” (6).

Empresas como Microsoft o Amazon protegen las telecomunicaciones ucranianas y hay startups que se dedican a procesar comunicaciones rusas. Son algunos ejemplos de cómo la tecnología está siendo determinante en la guerra de Ucrania. Sin la inteligencia y tecnología que Estados Unidos cedió en los primeros días de conflicto, el Ejército ucraniano no habría resistido el embate ruso en Kiev. “Ya no importa cuán grande sea un ejército, sino su capacidad estratégica y tecnológica” (7).

El libro “Unit X: How the Pentagon and Silicon Valley Are Transforming the Future of War” de Raj Shah y Christopher Kirchhoff, escrito por los propios fundadores de Defense Innovation Unit (DIU), escriben que en un mundo donde un algoritmo puede decidir el destino de cualquier ciudad, recuerdan que la verdadera innovación no está en el código, sino en reinventar las instituciones que lo gobiernan (8).

Figuras prominentes de la industria tecnológica gozan de inmunidad. ¿Por qué nadie recuerda los doce juicios posteriores a Núremberg en los que se condenaron ejecutivos de varias empresas, entre ellas IG Farbenindustrie AG, que fue un conglomerado alemán de compañías químicas fabricantes de los gases para los campos de exterminio (BASF, Bayer, Hoechst, Agfa, Chemische Fabrik Griesheim-Elektron y Chemische Fabrik vorm)?

El juicio contra IG Farben tuvo lugar del 14 de agosto de 1947 hasta el 30 de julio de 1948. Los acusados eran veinticuatro altos ejecutivos de I. G. Farbenindustrie AG, entre ellos, el presidente del Consejo de Supervisión, los diecinueve miembros del Consejo de Administración y cuatro directores. Carl Krauch, químico y presidente del Consejo de Supervisión, fue el principal acusado en este proceso (9).

Los estatutos del TPI (Tribunal Penal Internacional) que son papel mojado, reconocen explícitamente diversas formas de complicidad. Entre ellas se incluye el suministro de las herramientas y el apoyo necesario para cometer crímenes de guerra y genocidio, pero la CPI al servicio de Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña, mira hacia otro lado. Si dicha Corte estuviera al servicio de un hipotético derecho internacional, los ejecutivos tecnológicos de Silicon Valley y otros, cuyas innovaciones se dirigen hacia la violencia a gran escala, deberían sentarse en el banquillo de los acusados, como en los juicios posteriores a Nuremberg citados.

“La intersección de la tecnología avanzada y la guerra, impulsada por poderosos magnates de la tecnología, ilustra una realidad escalofriante: las herramientas diseñadas bajo una propaganda para mejorar la vida de las personas y evitar sufrimientos, se están utilizando para destruir y devastar. Peor aún, parece que campos de guerra como Gaza se consideran espacios de pruebas relativamente libres de riesgos para estos sistemas tecnológicos” (10).

Un largo camino desde el Servicio de Guerra Química (CWS) hasta la Unidad de Innovación y Defensa (DIU) en el cual la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas, sus investigadores, sus financiadores, han estado al servicio exclusivo de la guerra como elemento colateral a la acumulación de capital.

En este entramado dos preguntas: ¿dónde queda recluido el proletariado? ¿Dichos mecanismos tecnológicos, qué futuro avizoran para la lucha de clases? No se trata de responder ahora, pero es exigible preguntarse mucho e indagar si se quiere ser sujeto social en las finalidades y objetivos de todo ello.

(1) https://www.ccrassn.org/history/
(2) https://digital.sciencehistory.org/works/rx913q529
(3) https://www.diu.mil/latest/dius-thunderforge-project-to-integrate-commercial-ai-powered-decision-making
(4) https://www.dw.com/es/el-pent%C3%A1gono-firma-un-acuerdo-para-usar-inteligencia-artificial-en-maniobras-militares/a-71860239
(5) https://lamiradadisidente.es/project/silicon-valley-y-la-guerra/
(6) https://legrandcontinent.eu/es/2025/01/30/ia-en-el-pentagono-la-guerra-del-nuevo-silicon-valley/
(7) https://elordenmundial.com/silicon-valley-ucrania-guerra-probar-tecnologias-vigilancia/
(8) https://www.qtorb.com/unit-x-como-el-pentagono-y-silicon-valley-estan-transformando-el-futuro-de-la-guerra/
(9) https://werle.rewi.hu-berlin.de/IGFarbenCase.pdf
(10) https://misionverdad.com/traducciones/cadenas-digitales-de-muerte-el-lado-oscuro-de-la-tecnologia-en-la-guerra

Fuente: mpr21.info

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DIRECTO ÚLTIMA HORA: IRÁN ATACA CON TODO. DOLOR EN ISRAEL. GUERRA TOTAL....

El campo urbanizado

 

El suicidio de la cultura popular en España

El campo urbanizado

 

Carlos de Urabá

Rebelion / España

12/06/2025 



Fuentes: Rebelión

Incluso los muy pérfidos se han atrevido a explotar la nostalgia. Los museos sacan muy buenos dividendos exhibiendo los fósiles de nuestros antepasados. Hay que sacarle el jugo a esa historia tan sentimental de los campesinos y su folklore, las tradiciones y costumbres; con esos vestidos de antaño, y esos rostros arrugados y curtidos por el sol y esas manos deformes que los hacen aún más primitivos. Pura arqueología: el esparto, el barro, las piedras, las cañas, el cuero o la madera. La mutación se ha consumado y el gen urbano es el dominanteLa fuente donde nace el arte popular y las raíces de un pueblo se ha extinguido por completo. Ayer con su yunta de bueyes el campesino cantaba y creaban poesía, hoy en un tractor con aire acondicionado un autómata recoge la cosecha aislado en su cabina escuchando el reguetón de moda. Ya nadie canta en lo campos, los campos se han marchitado, los cantores han desaparecido, igual que muchas especies animales también ellos se han extinguido. El colapso demográfico de la «España vaciada» es una sentencia inapelable.

Como quien prostituye una hija; los cortijos, fincas o parcelas propiedad de los campesinos fueron rematados al mejor postor. El campo simboliza el retraso y lo importante es tener una buena cuenta corriente en el banco. Los «catetos» ignorantes vendieron y venden el patrimonio familiar de generaciones para comprarse un Mercedes Benz y un piso en la capital. Regalaron la tierra a los extranjeros que no comparten las mismas tradiciones y costumbres e imponen sus propias leyes: cercan sus propiedades con alambre de púas, cierran los caminos y ponen letreros de «Prohibido el paso. Propiedad Privada. Perro bravo» o contratan un guardia jurado con una escopeta y un bulldog pues se sienten inseguros. Hay que brindarles  paz y tranquilidad a esos seres superiores, a las elites dominantes.  Las leyes amparan al individuo y la propiedad privada por encima del bien común. Un egocentrismo atroz ha carcomido el alma del pueblo que como nuevos ricos se han vuelto avaros  y pretenciosos. Ahora sus hijos servirán en las fábricas o, tal vez, con suerte sean funcionarios en algún ministerio. El sur de Europa, el Mediterráneo, es el objetivo prioritario de la pequeña burguesía europea ávida de sol y playa, restaurantes, casinos y discotecas.

A finales del siglo XX una nueva oleada de emigrantes provenientes de todos los rincones del planeta llega a Europa a suplir el déficit de mano de obra. Ellos son los nuevos campesinos, son los nuevos peones y gañanes, los nuevos temporeros que producirán grandes beneficios a los empresarios. Los inmigrantes son los impulsores del tan mentado «milagro español», del renacer económico del campo que en algunas regiones gracias a las exportaciones deja multimillonarias regalías. Los siervos aumentan la producción a un bajo coste aunque la tierra se quede estéril al quemarla con tantos agroquímicos y pesticidas. Lo principal es que trabajen a destajo y recojan la cosecha en tiempo récord, que produzcan el triple, horas extras incluidas, y como indocumentados, mejor, pues eleva la plusvalía y se le resta un porcentaje de ganancias a la Seguridad Social. Se precisan más camareros que atiendan los restaurantes, más sirvientas en los hoteles, más prostitutas sudamericanas o de los países del este en los clubes de carretera, más africanos para el Maresme y más «moros» en el Ejido o en el campo de Murcia, más ecuatorianos en Huelva y, los que sobren, que se sumen a las obras públicas, la industria o la construcción porque así lo exige la ley de la oferta y la demanda. Y sin olvidarnos del primer mandamiento: santificar el trabajo. De la casa a la fábrica o al campo, es igual y luego a descansar unas horas frente al televisor para mañana temprano frescos rendir al máximo. Este es el futuro que nos espera: una generación de seres fríos y calculadores que glorifiquen el «time is money».

En los países europeos la población activa agraria representa el 9% del total y los patrones de comportamiento son similares al urbano. La agricultura en una alta proporción está mecanizada y se ha convertido en una actividad empresarial con fuertes aportaciones en capital. Hoy es imposible diferenciar en Europa una sociedad urbana de una rural. La ciudad ha absorbido y dominado el campo. La civilización postindustrial necesita un escape, una calidad de vida distinta, un regreso a la naturaleza pues todo el mundo quiere huir de la polución, de los ruidos, la delincuencia y los innumerables peligros que nos acechan. Las clases más adineradas empiezan a colonizar el campo instalándose en urbanizaciones y chalets en busca de esa tierra prometida donde gozar de un jardín, de una parcela, de un huerto y respirar aire puro para sentirse de nuevo humanos. Se crea, entonces, la «aldea virtual» con todas las comodidades y privilegios de la ciudad. Los que vuelven al campo no son campesinos sino ciudadanos con ansias de olvidarse de las tensiones de la gran urbe. El poseer una casa en el campo obedece a intereses capitalistas y de mercado.

Para el ciudadano español del siglo XXI lo ideal es vivir en un chalet pero cerca de una autopista que lo comunique a uno rápidamente con los grandes centros comerciales o la capital. Pero no importa pues hoy multinacionales como Amazon, Ebay o las empresas de delivery son capaces de traernos en un abrir y cerrar de ojos los productos más exóticos desde cualquier lugar del mundo. Las urbanizaciones privadas están de moda y las inmobiliarias las publicitan como el paradigma del bienestar. Aquí no se discrimina por raza, ideología o religión pues lo importante es que el cliente posea el patrimonio suficiente para pagarlas. El español medio desea ser propietario y no vivir de alquiler aunque tenga que empeñarse con un banco por el resto de su vida. Pero no se conforman con un piso sino que quieren una segunda residencia, o sea, un chalet en la playa o una casa rural en la montaña.  

El campo otrora atrasado y aburrido se ha convertido en el paraíso perdido donde todos queremos regresar, pero, eso sí, como es de imaginar, en un auto de alta gama y con todas las ventajas y comodidades de la ciudad. De ahí el éxito de la «aldea virtual» y el increíble negocio de la urbanización del campo y por ende su aburguesamiento. 

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DIRECTO ÚLTIMA HORA | ATAQUE TOTAL DE IRÁN INMINENTE: ISRAEL Y TRUMP PID...