Los mayores expertos en incendios
exigen a los políticos que escuchen sus
propuestas: «Lo que viene es mucho
peor»
Rebelión.org.
06/09/2025
Fuentes: El Diario
Un grupo de más de más de 50
especialistas pide públicamente a todos los partidos que se pongan de acuerdo y
apliquen una serie de medidas básicas que nos preparen para un nuevo escenario.
España afronta la peor crisis
de su historia en materia de incendios forestales y los políticos no están
escuchando a los expertos. Es la denuncia de un grupo de más de 50
especialistas en la lucha contra el fuego de nuestro país, que se han reunido
en Madrid para recordar sus propuestas y denunciar la falta de compromiso de
los políticos.
“Apelamos a todos los partidos
representados en el Congreso de los Diputados a que asuman la gestión integral
de los incendios forestales como una cuestión de Estado”, demandan. Este grupo,
compuesto por investigadores, técnicos e ingenieros de las más diversas áreas,
ya se reunió en 2023 bajo el auspicio de la Fundación Pau Costa y elaboraron
un documento de recomendaciones —con
más de 1.000 firmantes individuales— que ha sido ampliamente ignorado por las
administraciones.
Ahora, tras la quema de más de 400.000 hectáreas este
verano, piden que haya un punto de inflexión y se tomen las medidas
estructurales necesarias. “Tenemos que hacer cambios, porque lo que viene va a
ser mucho peor”, ha asegurado Joaquín Ramírez,
experto en fuegos y responsable de Technosylva, empresa tecnológica que
colabora en la extinción de los megaincendios en California o Canadá. “Lo que
queremos evitar es que lleguemos a un año de 800.000 hectáreas quemadas: el
siguiente episodio está detrás de la puerta”, ha añadido Virginia Carracedo,
investigadora de la Universidad de Cantabria.
Proteger vidas, cambiar el chip
¿Qué propuestas hacen a los
políticos para evitar que se repita la situación dramática el año que viene? La
base de sus peticiones es la necesidad de admitir que estamos ante un nuevo
escenario climático y desarrollar estrategias transversales, porque las que
tenemos han sido desbordadas y los escenarios de crisis se suceden y se
solapan.
Gráfico:
El mapa de los grandes incendios en España este año.
El documento se centra en
varios ejes de actuación, desde promover bosques más resilientes, que limiten
la intensidad del fuego, a fortalecer el sector primario como garante de
paisajes menos vulnerables. Una propuesta concreta era destinar 1.000 millones
de euros al año para la gestión del 1% de paisaje forestal a nivel nacional, es
decir, 260.000 de hectáreas anualmente (menos de lo que el fuego ha gestionado este
año por su cuenta). Pero sus autores quieren priorizar sobre todo dos
acciones: ofrecer seguridad a la gente que vive en los pueblos y trabajar en
puntos estratégicos que les den oportunidades de extinción.
“Sabemos que si tenemos menos
de diez toneladas de materia seca por hectárea, tendremos incendios que
podremos apagar”, asegura el especialista en incendios Juan
Caamaño. “Para eso hace falta gestionar parte del territorio para
dejarlo por debajo de esos volúmenes de combustible”. “No puede haber un solo
núcleo rural en España que no esté predefendido”, añade Luis Berbiela, vocal del Patronato de la
Fundación Pau Costa. “No puede ser que la gente del pueblo se tenga que poner a
desbrozar el entorno de sus casas porque llega el fuego”.
De la misma forma, defiende
Berbiela, cada persona que compra un chalé en el campo tiene que pagar su
autoprotección, porque cuando los bomberos tienen que defender esas casas, esos
recursos se detraen del motor de incendio. “No hay un solo hotel que no tenga
una escalera de incendios, ¿cómo es posible que no tengamos defendida cada
vivienda en el interfaz urbano-forestal?”, plantea.
Falta de coordinación
Otra de las quejas de los
expertos es la falta de coordinación y centralización de la lucha contra los
incendios. A pesar de que España es uno de los países que más recursos de
extinción tiene por superficie, no se trata de un problema de apagar fuegos,
sino de evitar que se produzcan los que se convierten en incontrolables.
“Hasta ahora se ha abordado
desde las comunidades autónomas, pero necesitamos una perspectiva nacional,
incluso europea”, ha recalcado Caamaño, que defiende la creación de una entidad
como las “inter-agencias” que existen en Canadá y EEUU, que genere marcos
de trabajo comunes y estandarizados, para mejorar la coordinación de las
comunidades.
Para el especialista, también
haría falta invertir para conocer mejor estos nuevos fuegos de intensidad nunca
vista. “Nos ha faltado la capacidad de entender cómo se han propagado estos
fuegos”, admite Caamaño. “Debemos avanzar en el conocimiento de estos incendios
y de los combustibles vivos, porque este año pensábamos que con el agua que
había caído serían capaces de soportar las temperaturas y no ha sido así, lo
que implica que necesitamos más conocimiento”.
Por otro lado, señalan los
expertos, también falta una centralización de los datos. No conocemos bien la
cantidad de territorio que ocupa la interfaz urbano-forestal, por ejemplo, ni
hay un documento unificado de riesgo. “En España no existe un análisis nacional
de riesgo de incendio forestal”, informa Ramírez. “Hay trabajos parciales por
las distintas comunidades autónomas, pero nada a escala nacional que permita
planificar y coordinar esfuerzos, a pesar de estar contemplado en la revisión
de la Ley de Montes de 2023”.
“Quien toma las decisiones debe
entender que no es un problema de bomberos, sino de medidas que hay que tomar a
escalas muy grandes y transversales”, ha señalado Juan Picos, experto
en fuegos de la Universidad de Vigo. “En términos sanitarios, no necesitamos
tener más cirujanos, porque esta crisis no se arregla en la mesa de
operaciones: necesitamos que la gente no entre muriéndose al quirófano. Una vez
que se desatan estos incendios, los que están ahí no pueden hacer
milagros”.
Nos quedamos sin tiempo
La reunión de estos
especialistas se produce una semana después de que se hayan declarado
extinguidos la mayoría de los incendios y cuando las desgracias personales y
materiales empiezan a estar fuera del foco de atención colectivo. Ahora es
cuando corremos el riesgo, advierten, de bajar la guardia hasta que el problema
vuelva a resurgir con más virulencia.
De continuar por la senda
actual, España se enfrentará a emergencias de mayor magnitud y a un coste
económico y social inasumible, advierten los especialistas. Las soluciones
técnicas están desde hace años encima de la mesa, pero falta lo más importante:
la voluntad política de actuar.
“La comunidad de incendios
forestales ha cumplido con su parte, hemos puesto nuestro conocimiento y
experiencia al servicio de las administraciones”, resume Berbiela.
“Queremos enviar un mensaje claro a los representantes públicos y la
sociedad: no podemos permitirnos más tiempo perdido, necesitamos que estos
conocimientos se conviertan ya en leyes, presupuestos y programas de acción”.
A pesar del clima de
polarización política, los especialistas insisten en que este no es un reto
ideológico, sino de país. Porque “al fuego le da igual a quien votes”,
recalcan. Al mismo tiempo, consideran que esta materia es propicia para un
consenso generalizado, porque a todo el mundo le gusta conservar los bosques y
que no se queme su pueblo. “Por lo tanto, observen lo que estamos haciendo, y
aprendan de nuestros fallos y nuestros aciertos”, apela Juan Picos a los
políticos. “Y cuídense, porque vienen tiempos para hacer las cosas bien”.
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