Jornadas de lucha obrera en
DIGI tras la nueva traición de CC.OO y UGT
Insurgente.org
/ 26.09.2025
En la movilización de A
Coruña, la CIG acusa a la empresa de intentar boicotear la huelga con
esquiroles desplazados desde Pontevedra y Asturias «para que hagan el trabajo
de los compañeros en huelga que protestan contra el recorte de «las condiciones
salariales y laborales».
«Esta actuación ilegal
le fue comunicada a Inspección de Trabajo para que incorpore estos hechos y
amplíe la denuncia presentada el martes por la CIG por una práctica similar,
pero en aquel día con personal trasladado desde Madrid», abundan desde el
sindicato, al tiempo que detallan que la compañía envió en días anteriores
«correos amenazadores» al comité para tratar de frenar la huelga.
El Convenio firmado en
Madrid se hizo «sin contar con la participación de todos los sindicatos con
representaciones en los comités ni con la opinión del conjunto del personal
solo tiene como objetivo precarizar las condiciones de trabajo, alejar las
relaciones laborales de los centros de trabajo y debilitar cualquier respuesta
colectiva».
CNT
Lo que está haciendo
CCOO con el convenio de DIGI es el ejemplo claro de cómo funcionan los
sindicatos del sistema. Primero se sientan en la mesa de negociación, firman un
texto que rebaja derechos y se traduce en un retroceso brutal frente a los
convenios provinciales del metal… y después, cuando la plantilla empieza a
mostrar su enfado, se desmarcan y tratan de venderse como oposición al mismo
convenio que ellos ayudaron a sacar adelante.
Esto no es un error de
forma, ni una simple “falta de transparencia”. Es la consecuencia lógica de un
modelo sindical basado en el pacto por arriba y en las prebendas de estar en la
mesa. En esa mesa no se defendió a los trabajadores y trabajadoras, se defendió
la foto y la firma. Ahora pretenden montar un “grupo de trabajo” y llamar a la
“indignación” como si no fueran corresponsables directos de la situación
actual.
Desde la CNT lo tenemos
claro: ningún derecho se conquista confiando en esas cúpulas sindicales que
negocian a espaldas de la plantilla. La única garantía de que no se nos
recorten las condiciones laborales es la organización directa, horizontal y
asamblearia en los centros de trabajo, sin intermediarios que luego juegan a
dos bandos según sople el viento.
Que no nos engañen: lo de CCOO no es rectificación, es
puro lavado de cara. La única salida pasa por que seamos las propias
trabajadoras y trabajadores quienes decidamos, luchemos y plantemos cara a la
empresa, sin delegar en quienes ya demostraron que su prioridad no es la
defensa de nuestras condiciones, sino mantener su cuota de poder en la
negociación.
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