Voz unánime de condena en ALBA por despliegue militar de EE.UU. en el
Caribe
Diario octubre / agosto 21, 2025
Los recientes movimientos de barcos y aviones de
EE.UU. en la región han generado rechazo y alarma.
Los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA) condenaron unánimemente el despliegue militar
estadounidense en el sur del mar Caribe anunciado la semana previa como parte
de las acciones emprendidas por Washington para combatir el narcotráfico en la
región. La condena se realizó en una cumbre virtual
celebrada este miércoles.
El presidente
cubano, Miguel Díaz-Canel, advirtió de que «es indudable» que la
región atraviesa «tiempos de enormes desafíos» que se compadecen con el
despliegue de una «ofensiva hegemonista y agresiva» por parte
de EE.UU. en el Caribe. En su decir, esto «constituye una inaceptable
amenaza de agresión, de violación de la soberanía de las naciones de la
región y una alteración adicional del régimen de paz y cooperación que los
países latinoamericanos y caribeños» han procurado mantener. En este sentido
adelantó:
El citado despliegue de unidades militares
hacia el sur del Caribe bajo el mando del Comando Sur, según se dice, involucra
hasta 4.000 efectivos y se presenta como acto disuasorio bajo el falso y
desproporcionado argumento de combatir a los cárteles del narcotráfico. Eso lo
está diciendo y lo está promoviendo el Estado más narco que hay en
el mundo, que son los EE.UU.
De su parte, el
mandatario boliviano, Luis Arce, calificó las acciones militares
estadounidenses como «una inadmisible provocación de EE.UU., que todavía piensa
que nuestra América […] sigue siendo su patio trasero y su zona de
retaguardia».
«Estas órdenes
unilaterales constituyen una seria amenaza a la paz regional,
vulneran la soberanía de los Estados y desconocen los principios básicos del
derecho internacional. De esta manera, tal hecho se suma a un conjunto de
acciones intervencionistas e injerencistas, que hacen sonar nuevamente las
alarmas en las mentes y corazones de compatriotas en la patria grande, por la
amenaza, esta vez, de uno de sus países parte», aseveró.
De su lado, el
сopresidente nicaragüense, Daniel Ortega, cuestionó la inacción de
la así llamada comunidad internacional frente la agresión contra el presidente
venezolano, Nicolás Maduro, quien ha sido acusado sin
prueba alguna por Washington de liderar una organización criminal dedicada al
trasiego internacional de drogas.
«Fíjense que
han reaccionado todos los que estamos en el ALBA, todos los que estamos más
comprometidos con la defensa de la dignidad y la soberanía en nuestros países.
Pero no ha habido una respuesta contundente de los países de la Celac [Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños]. No la ha habido y eso es
cobardía, eso es sumisión, eso es rendición, porque lo que hoy
intentan hacer con Venezuela, mañana intentarán hacerlo con otro país que hoy
aparece sumido a las políticas del imperialismo», fustigó.
Entretanto, Nicolás
Maduro agradeció las muestras de solidaridad que ha recibido tras los
ataques estadounidenses y caracterizó el tiempo actual como «una
coyuntura de amenazas enloquecidas a granel»:
Lanzan amenazas por aquí, lanzan
amenazas por allá, los que se creen dueños del mundo, los que creen que
nuestra América es patio trasero, los que creen que Monroe puede volver y
Bolívar no va a hacer nada […] Creen que solo una palabra de ellos
basta para que los pueblos rindan sus banderas y entreguen su tierra y su
patria
Además de
Ortega, Díaz-Canel y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph
Gonsalves, demandaron mayor involucramiento de la Celac frente a lo
que evalúan como una amenaza a la soberanía de parte de sus miembros. Gonsalves
alertó asimismo sobre la ilegalidad de las tentativas de «cambio de régimen»,
en tanto es una práctica condenada por el derecho internacional.
Escalada
El pasado
lunes, la agencia Reuters divulgó un
reporte en el que se aseguraba, citando fuentes, que EE.UU. enviaría en el
futuro inmediato tres buques de guerra a las proximidades de las costas
venezolanas, ello en medio de señalamientos en contra de Maduro, al que el país
norteamericano acusa –sin pruebas– de liderar un cártel de drogas y por el que
ha fijado una recompensa de 50 millones de dólares.
«Nuestros
mares, nuestros cielos y nuestras tierras las defendemos nosotros, las
liberamos nosotros, las vigilamos y las patrullamos nosotros. Ningún
imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela ni debería tocar
suelo sagrado de Suramérica», advirtió el
mandatario en una jornada de trabajo transmitida a través de sus redes
sociales. A ello sumó el anuncio del despliegue
de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio del país.
Entretanto, la
presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, rechazó este martes las operaciones
militares estadounidenses en el Caribe, al considerar que constituyen actos de
injerencia. «No al intervencionismo. Eso no solamente es convicción sino
que está en la Constitución», sostuvo en su
conferencia de prensa matutina.
Por su lado, el
presidente colombiano, Gustavo Petro, alertó sobre las
consecuencias que podría entrañar una eventual intervención militar de EE.UU.
en Venezuela. «Los gringos están en la olla [muy equivocados] si piensan que
invadiendo Venezuela resuelven su problema. Meten a Venezuela en el caso de
Siria, solo que con el problema de que se arrastran a Colombia a lo mismo»,
dijo en un consejo de ministros.
Fuente: RT