Los
corruptores del Ibex35 tienen lacayos
Según Garamendi, “el sistema empresarial no es
corrupto, el que corrompe es el que tiene el poder”. La Real Academia Española
define corromper como sobornar a alguien con dinero. Es decir, corruptor es
quien tiene suficiente poder monopolista económico para poder tener corruptos
en los distintos gobiernos e instituciones estatales.
O Garamendi -presidente de la patronal CEOE y
representante de las empresas del Ibex35, ya estadounidense- está convencido de
que prácticamente toda la población española, desde la gente trabajadora hasta
los pequeños y medianos empresarios, somos tontos y comulgamos con ruedas de
molino; o como vasallo imitador de Trump -el principal Humpty Dumpty en la
actualidad- pretende que corruptor quiera decir lo que el Ibex35 quiere que
diga; porque la cuestión es quién manda.
El Ibex35, un sistema
corrupto monopolista
Garamendi ha afirmado que “si me sacas tres,
cuatro empresas, y hay dos millones de empresas, no sé de qué estamos
hablando”. No estamos hablando de dos millones de empresas, ¡dios nos libre!
Estamos hablando solamente de 35 empresas y unas pocas más. Hablamos de las
grandes empresas dominantes en todos los sectores económicos de España que han
sido sancionadas legalmente por distintas prácticas monopolistas. Aunque son
solamente la punta del iceberg, son auténtica historia de la corrupción
organizada en el Ibex35. Porque Acciona se nos queda pequeña.
La Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia (CNMC) multó con 203,6 millones a las 6 principales constructoras
de nuestro país por alterar -durante más de 25 años, desde 1992 a 2017- con
prácticas monopolistas, las adjudicaciones públicas para la construcción de
infraestructuras de todo tipo. Acciona entre ellas.
Destacan -por su dolorosa actualidad- las
sanciones a las eléctricas monopolistas. A Iberdrola por subir el precio en
2013 una multa de casi 85 millones -4 veces el beneficio obtenido- y la
devolución de tales ganancias. Y una indemnización de unos 107 millones para
las demás comercializadoras eléctricas que fueron perjudicadas. También
Iberdrola, Naturgy y Endesa tuvieron abiertos tres procesos sancionadores por
manipular precios, y por los que se pedía 50,3 millones de multa.
En el sector de la fabricación de automóviles la
multa fue de 171 millones por coordinar precios, descuentos y política
comercial desde 2006 y hasta 2013. La multa al cártel -palabra inglesa para
nombrar a grandes empresas que se organizan para mantener prácticas
monopolistas en un sector económico de producción o distribución- de la basura
por repartirse clientes y licitaciones fue de 98,2 millones. También al cártel
de fabricantes de camiones que entre 1997 y 2011 por coordinar los precios de
venta, al sector lechero, al de hidrocarburos, al de baterías usadas, al de
consultoras y al de libros de texto todos sancionados por prácticas
monopolistas desde 2015.
En 2017 la CNMC multó con 44,7 millones de euros
a 11 empresas que se repartían el mercado del sector de cables eléctricos de
baja y media tensión. En 2018 fueron 68 millones de euros a 11 empresas de
mensajería y paquetería por realizar acuerdos restrictivos para repartirse los
clientes.
Los monopolistas han
llegado hasta los pañales para adultos
La Audiencia Nacional llegó a confirmar una
multa de 128,8 millones de euros a ocho fabricantes de pañales para
adultos por fijar los precios de los absorbentes financiados por la
Seguridad Social, durante más de 17 años, que los pacientes adultos no
hospitalizados compraban en las farmacias de nuestro país, con el objetivo de
eliminar la competencia en la venta de los pañales para adultos y de esa manera
aumentar drásticamente sus beneficios.
El alcance de la conducta monopolista que se
sancionó es especialmente significativo, ya que la cuota de mercado conjunta de
los oligopolios sancionados era del 95%, es decir, prácticamente la totalidad.
Beneficios robados al dinero público y a los bolsillos de los jubilados.
¡Multas que no se cobran!
De las 150 multas que suman unos 1.000 millones
de euros, la CNMC no ha recibido ni un euro. El poder del Ibex35 con todas sus
armas legales impide el cobro. En realidad, debería hacerse un cálculo de los
beneficios obtenidos a lo largo de años para que los devolvieran -a los que
pagamos impuestos, a la mayoría- todo lo robado más los intereses acumulados.
Porque eso es lo justo. Porque es un prolongado robo de dinero público, de
nuestro salarios y pensiones.
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