El colapso de la red española
INSURGENTE.ORG
/ 30.04.2025
El 9 de abril de 2025, el operador de la Red Eléctrica Española (REE), (privatizada desde 1999) afirmó que no existía riesgo de apagón eléctrico y desmentía en sus redes sociales (https:// tinyurl.com/ywa3yc6f) a la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO EU, por sus siglas en inglés) que había advertido del inminente riesgo de apagones de continuar con la política de integración desordenada de fuentes intermitentes sin contar con el respaldo suficiente.
Sólo 19 días después,
la península ibérica se oscureció derivado de un problema en la red española.
REE lo sabía, de hecho, ellos mismos publicaron como un riesgo las “desconexiones
de generación por elevada penetración de renovables sin capacidades técnicas
necesarias para el adecuado comportamiento ante perturbaciones” en su informe
anual entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España
(https://tinyurl. com/52xkapnp) en febrero pasado.
A las 11 de la noche,
tiempo de Europa, no habían podido recuperar el servicio eléctrico ni la
normalidad en la vida diaria. Como dato curioso, REE es una subsidiaria de
Redeia, que a su vez cuenta con otra subsidiaria en Chile, país que sufrió un
apagón masivo recientemente.
¿Qué pasó exactamente?
Si bien el análisis final tardará mucho tiempo, lo que sabemos es que la
frecuencia de la red española cayó en 0.15 hertzios a las 12:33 pm ocasionando
una falla en cascada que desconectó 56 por ciento de toda la generación
eléctrica. ¿Esto qué quiere decir? El sistema eléctrico es una maravilla de la
ingeniería. Todos los consumidores se encuentran conectados entre sí y a todas
las centrales generadoras a través de miles de kilómetros de cables y demás
equipos que conforman la red. El sistema es una sola máquina que debe operar en
sincronía bajo parámetros muy específicos. Uno de ellos es la frecuencia, que
en España es de 50 hertzios, o 50 ciclos por segundo. El balance entre la electricidad
que se genera y la que se consume debe ser casi perfecto en todo momento, de no
ser así, la frecuencia se moverá del valor óptimo y una desviación, como en
este caso de 0.15 hertzios (0.3 por ciento), puede colapsar el sistema.
Para prevenir lo
anterior, los sistemas eléctricos cuentan con diferentes mecanismos de
“protección”, uno de ellos es lo que se conoce como inercia. Las plantas
generadoras síncronas (ciclo combinado, nuclear, geotermia, hidroeléctrica,
etcétera) giran una turbina, muy pesada (masa rodante) y por ende con mucha
inercia, para producir electricidad. Esto permite que la masa rodante actúe
como un amortiguador de los constantes cambios que hay en un sistema eléctrico
entre generación y consumo. En caso de perder o necesitar mayor generación, la
masa rodante aporta el tiempo suficiente que permite a los operadores balancear
el sistema “acelerando o frenando” (despachar) las diferentes centrales.
En un sistema normal,
todas las máquinas aportan inercia y todas pueden ser despachadas conforme se
requiera.
Mientras menor inercia
haya en un sistema, más sensible se vuelve éste a los cambios entre
generación/consumo, como los que ocasiona la generación intermitente que no es
despachable, y la solar no aporta ningún tipo de inercia.
Con todo esto en
mente, ¿qué pasó minutos antes de que colapsara el sistema eléctrico español a
las 12:33 pm? De acuerdo con la información disponible en la página de la REE,
61 por ciento de su generación era solar, 12 por ciento era eólica, 11.6 nuclear
y lo demás, térmico.
La generación real y la
pronosticada estaban en disparidad de 5 mil megavatios adicionales de energía
solar que España estaba intentando exportar, pero nadie lo requería. Diferentes
usuarios han reportado que los inversores de sus sistemas fotovoltaicos
advirtieron de subidas de voltaje en la red (sobreproducción de energía) previo
a la desconexión. Esto pudo sobrecargar una línea de transmisión con Francia y
ocasionó la falla. La falla fue catastrófica ya que, al no contar con suficiente
masa rodante en el sistema, nada amortiguó los cambios, y no hubo manera de
estabilizarlo, y eso ocasionó que el sistema fallara en cascada al desconectar
diversas centrales para evitar daños mayores. ¿Y porque no sólo se redujo la
producción solar? Claro, eso sería lo lógico, desconectar los sistemas, pero en
un sistema privatizado como el español, reducir la producción de electricidad,
en especial de intermitentes, cuesta, y cuesta mucho dinero ya que las
ganancias se encuentran protegidas por diversos mecanismos de ley.
¿Esto se puede evitar?
Sí. Es sabido que a altos porcentajes de penetración de energía intermitente se
deben incrementar los mecanismos de integración a la red. Esto representa
costos adicionales y se les conoce como costos de integración. Cuando el
porcentaje de intermitentes es mayor a 30 por ciento, cuesta más integrar que
construir la generación. Y es aquí el problema. La iniciativa privada ha
peleado que no se le exijan dichos mecanismos de integración, ya que eso
encarece sus proyectos.
En España lo han
logrado, los costos los absorbe el sistema; es decir, el consumidor final y el
Estado; en México lo defendieron (¿recuerdan el famoso respaldo que se
rehusaban a pagar?) y durante mucho tiempo, obligaron a la CFE a cubrir esos
costos de manera gratuita.
Para cumplir los
requisitos de confiabilidad y de integración de la red de intermitentes, es
indispensable una planeación de largo plazo, con objetivos, pero también con
responsabilidades y criterios muy claros sobre la capacidad de integración y en
donde existen las condiciones para llevarlas a cabo. En un sistema privatizado
como el español, eso es imposible, ya que siempre se argumenta que eso afecta
la “competitividad y genera incertidumbre” a las compañías eléctricas. En un
sistema como el mexicano, donde el Estado cuenta con herramientas de
planificación vinculante y de implementación (como la empresa estatal) esto sí
es posible. Qué bueno que se logró reformar el sistema eléctrico mexicano y
que, desde el 18 de marzo, el sistema legal es otro, para que no nos pase lo
que en España.
X:
@aloyub
Alonso Romero. La Jornada. México.
Antonio Turiel: «El
apagón se ha debido a que se ha integrado mucha energía renovable sin unos
sistemas de estabilización adecuados»
El
experto en Energía del CSIC explica en Onda Vasca las causas del apagón, que
pone de manifiesto «La vulnerabilidad de la integración desordenada y no
planificada de un montón de sistemas renovables»
Reproductor
de audio
00:00
00:00
Utiliza las teclas de flecha arriba/abajo para aumentar o disminuir el
volumen.
Tras
el gran apagón vivido ayer, la gran pregunta hoy es por qué se produjo. Hoy
en Onda Vasca
con Txema Gutiérrez hemos buscado explicaciones con
el físico, matemático y experto en Energía del CSIC Antonio Turiel, que ha sido
muy claro: «El problema fundamental no es tanto la caída como la inestabilidad
de la red, que este es un problema que llevamos explicando ya desde hace tiempo.
La razón es que se ha integrado mucha energía renovable sin los receptivos
sistemas de estabilización que se tendrían que haber colocado y que además por
normativa ahora es obligatorio colocar».
En el momento en el que
se produjo el apagón, explica Turiel, «se estaba produciendo mucha energía
fotovoltaica que, por sus características técnicas, reacciona mal a los cambios
de demanda. El problema que hay con el sistema eléctrico es que tú tienes que
ir siempre anticipándote a los cambios
de demanda y la fotovoltaica no es muy flexible en ese sentido, pero eso se
compensa si pones una serie de aparatos que obviamente son caros y que sirven
para estas veces, para que esto pueda funcionar así. Como no se ha hecho, en un
momento dado, la mayor parte de la electricidad de España se estaba
suministrando con fotovoltaica, que es un poco inflexible y no se supo adaptar
y entonces, ¿qué pasó? Que empezaron a caer unos sistemas y se produjo una
caída en cascada que, por cierto, tampoco tendría que producirse, porque cuando
un sistema se sobrecarga, puede desconectar una subred para protegerse, para no
quemarse, pero en vez de eso, lo que fue haciendo fue pasar el fardo de unas a
otras y fueron cayendo todas en cascada porque no podían asumir eso».
Los podcast de Txema Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario