lunes, 21 de julio de 2025
Precedente histórico: un juez ordena detener el envío de armas a Israel
Precedente histórico: un juez ordena detener el envío de
armas a Israel
21/07/2025
Fuentes: Rebelión [Foto: Marc Vandepitte]
Traducido del neerlandés por el autor
Un fallo sin precedentes
de un tribunal de Bruselas no solo ordenó al gobierno flamenco detener un envío
específico de material militar destinado a Israel, sino que también prohibió
cualquier tránsito futuro de armamento hacia ese país. Esta sentencia sienta un
precedente jurídico que se podría aplicar en muchos otros países. Es, además,
una victoria importante en la lucha contra el genocidio en Gaza.
Precedente
En un fallo sin
precedentes el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas ordenó al gobierno
flamenco detener de inmediato un contenedor con material militar destinado a
Israel, así como prohibir cualquier otro tránsito de armamento hacia ese país.
El juez dictaminó que
Flandes —una región del norte de Bélgica— incumple estructuralmente sus
obligaciones según la legislación sobre armas y los tratados internacionales, e
impuso incluso una multa coercitiva por cada envío que aún se permita. Dio la
razón en todos los puntos a cuatro ONG flamencas que presentaron la demanda.
El contenedor en
cuestión se encuentra en el puerto de Amberes. Contiene rodamientos cónicos
fabricados por la empresa Timken a través de una filial francesa y destinados a
Ashot Ashkelon Industries, una empresa de defensa israelí que suministra piezas
para los tanques Merkava y los vehículos blindados Namer. Según las
organizaciones demandantes, ambos se utilizan diariamente en el contexto del
genocidio en Gaza.
La sentencia del
tribunal prohíbe al gobierno flamenco autorizar nuevos tránsitos hacia Israel.
Desde 2009 existe un acuerdo para no exportar armas a Israel que puedan
fortalecer sus fuerzas armadas, pero en la práctica se ha ignorado
sistemáticamente esa política.
Para garantizar el
cumplimiento de la sentencia, el tribunal impone una multa de 50.000 euros por
cada envío que se permita aún hacia Israel.
Solo se podrán autorizar
exportaciones si el gobierno flamenco presenta pruebas documentadas de que los
productos tienen un uso civil. Según la abogada defensora del caso Lies
Michielsen, de Progress Lawyers Network, la sentencia implica que el gobierno
debe verificar activamente el destino final del material
exportado a Israel.
Importancia
Esta decisión es muy
significativa porque el tribunal confirma que es ilegal facilitar la entrega de
armas a un Estado que comete crímenes de guerra o incluso genocidio.
“El tribunal afirma lo
que los políticos se niegan a reconocer”, dice Fien De Meyer de la Liga por los
Derechos Humanos.
Esto marca el fin de la
impunidad: los gobiernos ya no pueden mirar a otro lado mientras sus armas se
utilizan para cometer atrocidades.
La sentencia crea un
precedente jurídico que obliga a los gobiernos a asumir su responsabilidad. Se
espera que causas similares sigan en otros países.
En todo caso, se trata
de una victoria para los movimientos por la paz y la solidaridad, que demuestra
que la resistencia funciona.
Seguimiento
Casi al mismo tiempo, se
presentó en Bélgica otra demanda,
esta vez contra el gobierno federal. Un grupo de demandantes palestinos y
organizaciones belgas enviaron una notificación formal que hacía a Bélgica
responsable de complicidad pasiva en el genocidio en Gaza. Si no reciben una
respuesta satisfactoria, acudirán a los tribunales. También eso sienta un
precedente mundial.
La iniciativa cuenta con
el apoyo de un ciudadano palestino, varias ONG belgas y una jurista. Exigen que
Bélgica detenga todas las entregas militares a Israel, confisque importaciones
procedentes de territorios palestinos ocupados, bloquee inversiones en dichas
zonas y suspenda el acuerdo de asociación entre la UE e Israel.
Según los demandantes,
la pasividad belga es inaceptable tanto moral como jurídicamente. La acción
cuenta con el respaldo de artistas e intelectuales que están recaudando fondos
para cubrir los costos judiciales.
También se están tomando
medidas en el ámbito europeo. La ONG jurídica JURDI ha llevado a la Comisión
Europea y al Consejo de la UE ante el Tribunal de Justicia por su “negligencia”
frente a la violencia en Gaza. Por primera vez en la historia se demanda a
estas dos poderosas instituciones por no cumplir con sus obligaciones legales.
JURDI invoca el artículo
265 del Tratado de la UE, que permite sancionar la inacción institucional.
Según la ONG, las instituciones europeas aplican un doble rasero: sancionaron
duramente a Rusia, pero no a Israel, pese a las graves violaciones de derechos
humanos documentadas.
JURDI exige, entre otras
cosas, la suspensión del acuerdo UE-Israel, el cese de las subvenciones y
sanciones contra funcionarios israelíes. La demanda sostiene que la UE tiene
una obligación jurídica y moral de actuar, y advierte que incluso los líderes
europeos podrían ser procesados por complicidad en el genocidio.
Complicidad
En estos casos es
fundamental la siguiente pregunta: ¿tiene un país como tercera parte o, por
extensión la Comisión Europea la obligación jurídica de prevenir un genocidio
en otro lugar? Según la Convención sobre el Genocidio, sí. Según ese tratado,
cada país no solo debe castigar, sino también prevenir activamente.
En enero la Corte
Internacional de Justicia ya llamó a Israel a tomar todas las medidas
necesarias para prevenir un genocidio. Pero ¿se aplica también esa obligación a
países como Bélgica, que no están directamente involucrados? Según dieciocho
destacados juristas belgas, sí. En una carta advierten
que un país como Bélgica corre el riesgo de ser llevado ante la Corte
Internacional de Justicia si continúa guardando silencio sobre la situación en
Gaza. La pasividad puede ser interpretada jurídicamente como complicidad.
Los juristas exigen
sanciones contra Israel y consideran que la suspensión del Acuerdo de
Asociación UE-Israel es lo mínimo que se debe hacer. Los países se esconden con
demasiada frecuencia tras la prudencia diplomática, pero esa actitud se vuelve
jurídicamente y moralmente insostenible, según ellos. Solo acciones concretas,
no palabras, pueden salvar la credibilidad de Bélgica y de la UE.
Sin pausa
La sentencia ganada en
Flandes y otras demandas en curso representan un salto cualitativo en la lucha
contra el genocidio. Pero esa lucha está lejos de haber terminado. El genocidio
no hace pausas. Mientras los políticos titubean, la población de Gaza sufre.
Ahora es el momento de
mantener e intensificar la presión. Se deben presentar demandas judiciales en
otros países también. Las demandas clave incluyen la aplicación inmediata de la
prohibición de exportar armas, transparencia total sobre la exportación de
material militar y el enjuiciamiento de quienes sean cómplices de estos
crímenes.
Demandas como esta son
muy importantes, pero sin duda no son suficientes para detener las masacres en
Gaza. Se debe presionar a los líderes políticos de todo el mundo mediante
protestas masivas y acciones de solidaridad.
Los movimientos de
resistencia palestina en Gaza han lanzado por ello un llamado conjunto a
una movilización mundial a partir del 20 de julio de 2025 para salvar a la
población de Gaza del genocidio, el hambre y la sed causados por la ocupación
israelí.
Denuncian el silencio
internacional, y llaman a países y ciudadanos de todo el mundo a salir a las
calles y actuar para detener el genocidio.
Estados Unidos y la guerra eterna contra todos
Estados Unidos y la guerra eterna contra todos
Rebelion |
21/07/2025 | EE.UU.
Fuentes: Rebelión
La mal llamada
«Guerra de los 12 días» entre Irán e Israel se podría llamar “la guerra eterna”
porque fue justamente en Irán, después de la Segunda Guerra Mundial, donde EEUU
promovió, mediante operaciones de la CIA, lo que se conoce como el primer golpe
de Estado en el mundo, sucedido en 1953, siendo el segundo en Guatemala, en
1954, y después en distintos países hasta la actualidad.
“El golpe de
Estado en Irán de 1953 es uno de los sucesos más significativos en la historia
moderna de Irán, destacando como un claro ejemplo de intervención extranjera en
el contexto de la Guerra Fría. Este evento tuvo lugar el 19 de agosto de 1953 y
resultó en el derrocamiento del primer ministro Mohammad Mosaddeq, quien había
impulsado la nacionalización del petróleo”, señala un artículo de Jerson Levi Medina.
En 1953
entonces Estados Unidos estableció y apoyó en Irán una monarquía la que se
prolongó por 26 años y que cayó en 1979 con la revolución islámica. Al mismo
tiempo, comenzó nuevamente una guerra permanente, abierta o encubierta, para
derrocar a las nuevas autoridades en Irán.
La retórica,
ante la prensa y el mundo, para atacar a Irán, muy parecida a la mentira que se
usó para atacar a Irak, que Israel y los Estados Unidos no pueden permitir que
Irán tenga armas nucleares. Al menos resulta irónico que se diga esto cuando
está claramente establecido que tanto Israel como Estados Unidos disponen de
armamento nuclear.
El ataque a
Irán, por otro lado, desvío la atención de los grandes medios a la masacre que
se sigue cometiendo contra el pueblo palestino y que al presidente Donald
Trump, que (irónicamente) quiere el Premio Nobel de la Paz, no le importan en
lo más mínimo.
En todo caso,
no hay pruebas ciertas de que Irán esté desarrollando un arma nuclear. Así lo
ha señalado la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y es concordante
con lo que dijo primeramente la directora de Inteligencia Nacional de Estados
Unidos, Tulsi Gabbard, ante el capitolio.
En contraste,
sí hay evidencia pública que Estados Unidos ha seguido realizando esfuerzos
para fortalecer su arsenal nuclear trabajando en el desarrollo de un nuevo
misil balístico intercontinental con capacidad de llevar ojivas nucleares
conocido como LGM-35A Sentinel de Northrop Grumman.
“La provisión
de múltiples ojivas, contramedidas, y un mayor alcance para atacar a China
significa que el diseño del Sentinel es significativamente más grande que el
del actual Minuteman III”, comentó el sitio especializado www.defensedaily.com
Sobre las armas
nucleares, por los hechos, vemos que la Agencia Internacional de Energía
Atómica sólo tiene sus ojos, interés, y trabajo puestos en Irán y no, como
quisiéramos, tiene una actitud pro activa para que Israel, Estados Unidos, y
otras potencias nucleares, desmantelen sus arsenales.
Más armas para Ucrania
En julio dos
personajes estuvieron de visita en los EEUU, lugar donde se dan las órdenes y
autorizaciones a instituciones y países con una soberanía cuestionable. En
Washington, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el ministro de
Defensa de Alemania, Boris Pistorius. Ambos con el mismo propósito, su obsesión
de seguir apoyando a “Daddy” y su objetivo de alimentar la guerra en Ucrania,
enviado armas desde terceros países, para que sigan muriendo ucranianos y
rusos. Su discurso, de Trump, es una cosa, la realidad puede ser siempre otra.
Según diversos
medios de prensa, Mark Rutte ha confirmado que Alemania, Reino Unido,
Dinamarca, Noruega, Suecia, Canadá, Países Bajos y Finlandia, países de
la OTAN, comprarán armamento a Estados Unidos, incluyendo baterías antiaéreas
Patriot, para enviarlos después a Ucrania. Buen negocio, made in usa. Peligro
para todos que se desencadene una guerra nuclear por la involucración cada vez
más de Europa y EEUU en Ucrania contra Rusia.
También, este
14 de julio, se reunió el secretario de Defensa, Pete Hegseth, con su homólogo
Boris Pistorius a quien lo felicitó por todos los avances y logros del
intereses de los EEUU.
“Hemos visto un
progreso increíble dentro de la OTAN, con Alemania a la cabeza, un compromiso
firme con su gasto y un compromiso con el liderazgo europeo”, dijo Hegseth.
A todo lo
anterior, una columna de David Ignatius, publicada por The
Washington Post, titulada “Al presionar a Putin, Trump «escala para desescalar»”
se afirma que Trump estaría de acuerdo secretamente en que Ucrania pueda atacar
a Moscú y San Petersburgo.
“La
determinación de Trump de presionar a Putin se transmitió en una conversación
la semana pasada con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, según me
informó una fuente. Trump le preguntó a Zelenski por qué no atacaba Moscú.
“Podemos si nos dan las armas”, respondió Zelenski. Trump afirmó que Ucrania
necesitaba presionar más a Putin, no solo a Moscú, sino también a San
Petersburgo”, señala el artículo.
En nuestro
continente, sigue la guerra económica y las amenazas contra Brasil, Chile,
México de aplicar elevados aranceles. Siguen las deportaciones y detenciones de
migrantes en EEUU. En Panamá y otros países, los “gringos” siguen realizando
ejercicios militares en lo que ellos consideran su “patio trasero”.
Al cierre de
este artículo, Israel ha lanzado diversos ataques a Siria y Rusia ha denunciado
que la OTAN se está preparando “activamente” para involucrar a Moldavia en un
posible conflicto armado contra Rusia. En Palestina, Israel sigue asesinando al
pueblo palestino. La guerra de nunca acabar.
Pablo Ruiz es integrante del Observatorio por el Cierre de la Escuela de
las Américas en Chile y editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz www.derechoalapaz.org
Peligro de guerra
Este texto,
incluido en el libro Pacifismo, Ecología y política alternativa, de próxima
publicación en El Viejo Topo, es la trascripción de una conferencia dada en
Igualada en 1982. Casi lo mismo podría escribir Sacristán hoy.
Peligro de guerra
El Viejo Topo
21 julio, 2025
A PROPÓSITO DEL
PELIGRO DE GUERRA
Yo pensaba
proponer para reflexión, y para discusión después, el asunto de cómo hacer
frente al peligro de guerra. Hace por lo menos tres años o más que está
bastante claro que los estrategas y los estadistas (sobre todo occidentales,
desde luego, de los que sabemos mucho más) están aceptando ya la idea de eso
que llaman guerras nucleares «de teatro» o guerras nucleares «limita-das». Y
ahí «limitadas» quiere decir limitadas a Europa, lo cual para nosotros no es
una limitación, aunque lo sea para los americanos.
Cuando uno se
pregunta cómo hacer frente a este peligro en seguida se le ocurre que hay dos
maneras de enfrentarse con la cuestión, intentando entenderla para luego sacar
consecuencias prácticas. Una es examinar las causas del peligro de guerra, los
mecanismos que han ido llevando a una situación en la cual cada vez se hace más
verosímil una guerra nuclear. El otro modo es hacer simplemente frente a la
urgencia del peligro sin preguntarse mucho por las causas e intentando
organizar y activar un movimiento por la paz, por el desarme, contra la guerra.
A favor de lo primero, de partir de las causas del peligro de guerra, hay una
razón de fondo que es que para eliminar los efectos de algo hay que eliminar
las causas.
Si uno se
detiene un poco a pensar en las causas de este peligro de guerra, cualquiera
que sean sus simpatías políticas, si es una persona objetiva tendría que
reconocer que la iniciativa en el peligro de guerra nace no sólo ahora sino
siempre desde 1945 del lado propiamente capitalista, principalmente de los
Estados Unidos, pese a la apariencia doctrinal en contra. A primera vista
podría parecer –y alguien de ideas muy conservadoras podría creerlo– que la
agresividad venía del bloque del este o bien de otros países de ideología
comunista por el hecho de que en la tradición del movimiento comunista hay una
aspiración internacionalista que la gente de mentalidad burguesa más bien
interpreta como una especie de imperialismo.
Pero a pesar de
esas apariencias, el repaso de la historia después de la segunda guerra mundial
y de las fechas en que han ocurrido agravaciones importantes de la tensión
muestra en seguida que la iniciativa agresiva ha venido siempre del oeste. Por
ejemplo: se suele decir que las actitudes de guerra fría de las potencias
occidentales fueron una respuesta a lo que se llama el golpe de Praga, es
decir, la toma de poder por el Partido Comunista Checo. Pero eso es falso.
Porque el comienzo de la guerra fría, si alguna fecha de comienzo tiene, es un
célebre discurso de Churchill en marzo de 1946 en la universidad norteamericana
de Fulton, mientras que lo que se llama golpe de Praga es de dos años después,
de abril del 48. Asimismo, cuando se dice que la OTAN es la contrapartida del
Pacto de Varsovia se olvida que la OTAN está fundada el 4 de abril del 48,
mientras que el Pacto de Varsovia es de siete años después, del 55. Lo mismo,
por ejemplo, el mecanismo de la tensión internacional que provocó la
constitución de las dos mitades de Alemania en estados: la primera mitad de
Alemania que fue constituida en estado fue la occidental; la constitución de la
Alemania oriental como estado es posterior y es una réplica. Como sobre todo, dejando
aparte esta cuestión de fechas, es clara la base económica. Las dos veces que
el mundo ha estado al borde de la catástrofe que sería una guerra nuclear con
las armas actuales, han tenido que ver con dos momentos de crisis económica
capitalista. Uno, lo que se llamó la política del «volver atrás» que decía
Foster Dulles –que fue el momento peor de la guerra fría–, montada sobre la
base de que había que inventar –según dijo literalmente– la idea de un peligro
exterior para que el pueblo americano estuviera dispuesto a encajar el esfuerzo
económico de la readaptación de la economía americana a la situación de
postguerra. Y hoy está claro que el aumento de la belicosidad norteamericana
que ha culminado hace tres días con la declaración abierta del presidente
Reagan sobre la posibilidad de una guerra nuclear limitada a Europa, tiene que
ver con la profundísima crisis económica en que está la economía capitalista.
Crisis muy profunda de la que cada vez parece más claro que están dispuestos a
salir mediante un reajuste de sus políticas económicas que, como se basa en una
gran potenciación de los gastos de armamento, lleva constantemente al borde del
peligro de guerra. En un documento de mucho interés que ha publicado el último
número de «La calle», uno de los informes elaborados para el presi-dente Reagan
por sus técnicos electorales antes de la elección (los «Documentos de Santa
Fe»), llega a haber la frase muy reveladora que dice que «la distensión es la
muerte», es decir, que en una situación de distensión en la política
internacional no hay manera de volver a poner en marcha de una forma eficaz la
economía capitalista. Esto sería, desde luego lo es, bastante definitivo para
enfrentarse con la pregunta que planteaba, ¿cómo enfrentarse al peligro de
guerra?, si no fuera que desgraciadamente también el comportamiento
internacional de la Unión Soviética complica bastante la cuestión. Desde el
primer momento, un observador frío que intente ver los dos lados superando sus
simpatías, tendría que reconocer que también el gobierno soviético entra en
esta dinámica, en esta lógica de la carrera de armamentos, de una manera más o
menos inevitable. Es una cosa que entre gentes de izquierda social –como
supongo que son la mayoría de los aquí presentes y lo soy yo mismo– se dice
pocas veces, y quizá a alguno le parezca criticable lo que voy a decir. Pero
habría que decir, creo yo, que los cohetes soviéticos SS-20, aunque son
técnicamente muy inferiores y por tanto mucho menos agresivos que los cohetes
que los americanos nos invitan a tener (los proyectiles de crucero y los
«Persing»), de todas maneras no son claramente tampoco un arma defensiva. Son
unos cohetes móviles, de alcance medio, y por regla general un cohete de
alcance medio nunca es un cohete defensivo, siempre está pensado no para
asustar al contrario, sino más bien para percutirle en sitios muy determinados,
generalmente objetivos militares. Desde luego que es perfecta-mente explicable
que la Unión Soviética haya entrado desde el primer momento en esta lógica del
armamento por la sencilla razón, que todos conocemos, de que la Unión Soviética
es un país primero sitiado, cercado desde 1917 hasta 1939. Y en 1939–40 dejó de
ser sitiado para ser invadido. Es decir: que es un país que realmente ha estado
siempre sometido a un cerco y lo sigue estando hoy. Si miráis un mapa del mundo
os daréis cuenta del despliegue de bases americanas o de las varias alianzas
presididas por los americanos (la OTAN o la SEATO), completamente al-rededor
–salvo por el Polo, y aún así– de la Unión Soviética. De modo que no es que
haga ahora un reproche muy unilateral a la política soviética. Se comprende muy
bien que hayan entrado en esa carrera porque tienen una situación de país
sitiado desde siempre. Pero el hecho es que sobre todo la gente que nos hemos
educado en una tradición comunista nunca habríamos imaginado desde el punto de
vista de Marx y de Engels a una sociedad socialista rearmándose constantemente.
Ahí hay sin duda una im-portante y desgraciada discrepancia entre los ideales
de la gente que nos hemos educado como comunistas y la realidad de la
situación.
Así ocurre –y
eso tiene que ver mucho con el peligro de guerra– que tanto la OTAN como el
Pacto de Varsovia inevitable-mente funcionan y viven de acuerdo con una misma
lógica política. De acuerdo con la política de toda la vida. Y eso se puede
apreciar en declaraciones políticas o ideológicas de los dos bandos. Por
ejemplo, muy recientemente, en el último número de Actualidad Económica, se lee
un largo artículo y unas declaraciones de Garrigues Walker, el embajador, que
dice: «El neutralismo hoy es una utopía, la política internacional ha sido
siempre militar». Eso por el lado de las fuerzas sociales burguesas. Pero hace
muy pocos días en el mitin y fiesta que celebramos la Coordinadora Anti-OTAN de
Barcelona, un compañero del PORE, es decir, un marxista revolucionario, también
hizo una intervención para decir lo mismo: la política es sólo una determinada
forma de actividad militar. La paz –dijo literalmente– es sólo un paréntesis
entre dos guerras. Es decir, una determinante muy importante del peligro de
guerra es que ningún bando ideológico, no ya sólo la reacción capitalista sino
también –por causas a lo mejor inevitables, yo me limito a contarlo– en otros
bandos, la idea de lo que es la política y lo que es la guerra sigue siendo la
de los mili-tares, la del siglo XIX. Y eso con el armamento hoy presente es muy
grave, porque es la amenaza no ya sólo de que la paz vaya a ser un paréntesis
entre dos guerras, sino de que nunca más pueda haber una humanidad en paz.
Sobre este
punto, sobre cuáles serían las consecuencias de una guerra nuclear, una guerra
con armamento de hoy (cosa muy probable si se sigue con esta mentalidad del
siglo XIX de que la paz es sólo un paréntesis entre dos guerras, de que la
política siempre es guerra, de que la guerra es la política con otros medios),
se discute mucho. Se calcula que el armamento nuclear existente es siete veces
más grande que el que hace falta para exterminar todas las ciudades: por cada
ser humano vivo en la Tierra hay en este momento el equivalente de cuatro mil
kilos de TNT.
En estas
circunstancias decir que una guerra es inevitable, y que no pasará nada, y que
la humanidad ha superado muchas guerras, es una afirmación mucho más sangrienta
y yo diría criminal que en otras épocas. Los ideólogos más reaccionarios hacen
cálculos sobre eso. Y hacen cálculos, como es natural, para animar a la
industria de guerra. Un célebre instituto de prospectiva, el Instituto Hudson
de Nueva York, que está dirigido por un ideó-logo de los más reaccionarios del
mundo occidental, Kahn, se ha dedicado durante años a demostrar que aunque haya
una guerra nuclear no perecerá la humanidad, sino solo dos terceras partes.
Estos son cálculos siniestros y cínicos. Hay otro ideólogo americano que ha
llegado más lejos: Adrian Berry, del que está traducido al castellano su libro
principal que se titula Los próximos 0.000 años. Ahí ese energúmeno cuenta que
se puede arriesgar una guerra nuclear porque la humanidad no perecería de
ninguna manera, ya que matemáticamente con sólo que sobreviviera una centésima
parte de la humanidad en 400 años se habría repoblado la Tierra. Este tipo de
cálculo siniestro que están haciendo los consejeros militares revela una
mentalidad que está dispuesta a aceptar para ganar una guerra la muerte de por
lo menos dos terceras partes de la humanidad en el cálculo de Kahn, o incluso
mucho más en el cálculo de Berry. Pero además el tremendo sufrimiento de
irradiación y quemaduras de todo los que queden vivos y hayan sido afectados
por el armamento.
Es evidente, me
parece a mí, que en la tradición de las personas que nos hemos hecho con ideas
comunistas esto es inadmisible. Una idea o una ideología progresista –ya no
sólo comunista– es incompatible con la idea de que para hacer ese progreso haya
que pasar por la muerte y la tortura de por lo menos dos terceras partes de la
humanidad, que en este momento querría decir dos mil quinientos millones de
personas sufriendo y muriendo. Se podría sospechar que lo que quedara de esa
humanidad después de haber visto de qué crímenes fuera capaz, ya no tendría
voluntad ni siquiera de intentar una revolución social. Tendría tal pesimismo
sobre la especie –si es que alguien sobreviviera–, se avergonzaría tanto de ser
un individuo humano, un miembro de la especie capaz de haber hecho eso, que
probablemente se acabaría por muchos milenios la idea fundamental que nos ha
animado a la gente comunista durante muchos años: la idea de una nueva
sociedad, de una nueva moral, de una nueva cultura.
Este particular
horror del asunto –que no está tan lejano– es lo que motiva que aunque los
marxistas tengamos una determinada explicación del peligro de guerra, y los
católicos tengan otra o los que tengan otras ideas tengan otra explicación,
resulta fundamental no pararse en muchos detalles y lanzar todo un movimiento
que lo que quiera sea el desarme, primero el nuclear y luego el total. Esto, en
épocas menos terribles que la que estamos viviendo, llegó a ser objeto de un
acuerdo de las Naciones Unidas, que a finales del 61 o del 62 tomaron una
resolución de esas que ahora tanta gente dice que son utópicas y absurdas: la
resolución de aconsejar y de pedir a los países que empezaran un desarme que
llevara como objetivo final no ya al desarme nuclear sino a la disolución de los
ejércitos. Yo creo que hay que tener el coraje de aguantar las risas o las
ironías de esos realistas que nos llevan a la catástrofe en defensa de un
realismo más profundo que es el que puede evitar esa catástrofe.