Las prácticas racistas son sistemáticas dentro de las policías europeas
Diario octubre / septiembre 21, 2025
La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos de Reino Unido ha advertido que la técnica de reconocimiento facial en vivo (LFR, Live Facial Recognition) utilizado por la policía es ilegal, ya que no respeta los derechos humanos.
La Comisión es
un organismo público independiente encargado de promover y hacer cumplir las
leyes de igualdad y derechos humanos en Reino Unido.
El
reconocimiento facial captura los rostros de las personas por medio de cámaras
CCTV (circuito cerrado de televisión) en tiempo real. La técnica permite a la
policía introducirse masivamente en la intimidad de las personas, pudiendo provocar
alertas falsas y con un impacto desproporcionado sobre los negros.
Los portavoces
oficiales de la policía prometen el oro y el moro. Aseguran que en lo sucesivo
los errores actuales no se repetirán, pero lo único cierto es que hacen lo que
les da la gana. La vigilancia es aleatoria, masiva e indiscriminada.
En julio la
ministra del Interior, Yvette Cooper, defendió los planes de expandir el
reconocimiento facial por todo el país. Ahora esta técnica se usará en Londres
hasta 10 veces por semana en cinco días, frente a las cuatro veces a la semana
actuales a lo largo de dos días.
La
proliferación del reconocimiento facial en vivo, sin ninguna legislación que
regule su uso, es una de las preocupaciones más apremiantes en Reino Unido hoy
en día. Convierte los rostros en códigos de barras y trata a la sociedad como
sospechosos.
La Comisión
denuncia la falta de normas claras que regulen cuándo y cómo se puede usar esta
técnica y el posible efecto intimidatorio sobre la libertad de expresión o de
reunión, sobre todo cuando se utiliza en las manifestaciones y protestas, como
es habitual. Este año la policía ha realizado reconocimientos faciales en vivo
incluso en el Carnaval de Notting Hill durante el fin de semana festivo del mes
de agosto.
‘La cara es el
espejo del alma’
En febrero del año pasado un reconocimiento facial de la policía identificó a Shaun Thompson, como un criminal en busca y captura. Fue retenido durante 20 minutos en la estación de London Bridge.
Shaun Thompson
Thompson ni era
un criminal ni estaba buscado. La policía y el algoritmo se equivocaron. Es un
educador de calle de 38 años, pero es negro. Su aspecto es de esos que la
policía persigue con ahínco por los barrios de cualquier capital europea. El
objetivo es detenerlos a todos poco a poco y pedirles los papeles porque “la
cara es el espejo del alma”. Seguro que quien sale a la calle con ese aspecto,
algo malo ha hecho.
En realidad,
ocurre al revés, porque los que hacen algo malo son siempre los policías. Este
verano, por primera vez, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a
Francia por un control de identidad discriminatorio de la policía. La decisión
ha reavivado el debate sobre las prácticas represivas de la policía y la lucha
contra la discriminación racial.
La policía retuvo
a Karim Touil en octubre de 2023 durante una manifestación en Angulema. El
Tribunal dictaminó que se trataba de un control de identidad discriminatorio
realizado por la policía francesa por motivos raciales.
Touil lo
denunció porque estaba harto. En 2011 se había tenido que someter a tres
controles de identidad en un plazo de diez días. En su sentencia, el Tribunal
de Estrasburgo señaló que la policía no presentó ninguna justificación para que
Touil padeciera ninguno de los controles de identidad.
En el caso de
Touil, dice la sentencia, existe “una presunción de trato discriminatorio en su
contra, que el gobierno [francés] no ha refutado”. Por lo tanto, la policía
había violado el artículo 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, relativo
a la prohibición de la discriminación, en relación con el artículo 8 que
protege la vida privada y familiar.
Francia debe
indemnizar a Touil con 3.000 euros por “daños morales” porque en Europa la
moral se cotiza muy barata.
Si los detienes
a todos siempre aciertas con alguno
La denuncia de
Touil se sumó a las de otros cinco porque las prácticas racistas son
sistemáticas dentro de las policías europeas. La proporción de personas
sometidas a controles de identidad aumentó significativamente en Francia entre
2016 y 2024, según una encuesta de la Defensora de los Derechos Humanos, en la
que entrevistó a 5.030 personas.
El año pasado
el 26 por cien de los encuestados declaró haber sido interpelado por la policía
al menos una vez en los últimos cinco años, en comparación con el 16 por cien
en 2016. La encuesta revela que los jóvenes percibidos como árabes, negros o
magrebíes tienen cuatro veces más probabilidades de ser sometidos a al menos un
control de identidad que el resto de la población y 12 veces más probabilidades
de ser sometidos a un control más exhaustivo, como un cacheo corporal.
Más de la mitad
de los encuestados declaró que la policía no les había dado ninguna explicación
de los motivos de su retención y el 19 por cien de ellos denunció un
comportamiento inapropiado por parte de los policías durante el control de
identidad, como insultos, provocaciones y malos tratos.
A la luz de
aquellos resultados, la Defensora de los Derechos Humanos, Claire Hedon,
propuso varias recomendaciones, entre ellas la trazabilidad de los controles de
identidad para que las personas interpeladas tengan la oportunidad de obtener
alguna reparación, especialmente en caso de denuncia por discriminación racial.
Fuente: mpr21.info
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