El concepto de comunismo en Lenin
DIARIO OCTUBRE / agosto 12, 2025
Artículo liberado del «Número 2 de PARA LA VOZ: El materialismo militante de Lenin e Iliénkov». Puede adquirirse el número en físico escribiendo a contacto@paralavoz.com
Introducción
El pensamiento
de Lenin confluye por lo que a simple vista se presenta como un laberinto
de transiciones sociales, que, si no se analiza con el detenimiento
suficiente, conduce a escollos militantes y a verdaderos quebraderos de cabeza.El
laberinto, en realidad, continuó mucho tiempo después de la muerte de Lenin,
aunque, lamentablemente, sin la agudeza de su criterio. Piénsese, por ejemplo
en la transición de la NEP al socialismo de Stalin, a la
transición al socialismo democrático de todo el pueblo (que,
en opinión de Jrushchov, pronto conduciría al comunismo), en la transición
al socialismo de rostro humano, liderada por Gorbachov, y en otras
tantas transiciones de menor entidad. La investigación histórica de la URSS,
por tanto, por lo que respecta a su evolución global, obedece a la necesidad de
explicar sus transiciones sociales en sus términos más fundamentales. 1 Es
por ello que Lenin siempre consideró que «la tarea más difícil en las
transiciones y cambios bruscos de la vida social es la de tener en cuenta la
peculiaridad de cada transición».V. I. Lenin, Доклад о работе ВЦИК и
Совнаркома на первой сессии ВЦИК VII созыва [Informe sobre el trabajo
del VTsIK y del Sovnarkom en la primera sesión del VII Congreso del VTsIK],
Moscú: Politizdat (1974) (en Wikisource), 28. 2 Con
lo cual queda claro por qué invirtió tanto trabajo en esclarecer los tránsitos
que median entre los distintos estadios de desarrollo de la sociedad rusa. Como
lo prueba el hecho de que antes de abordar los tránsitos correspondientes al
socialismo y el comunismo, Lenin ya hubiera dedicado grandes esfuerzos a
investigar las transiciones bajo el zarismo: el régimen autocrático y la
servidumbre, el desarrollo capitalista y el imperialismo. No obstante, a
continuación se examinan exclusivamente sus reflexiones sobre procesos que
podrían arrojar luz acerca de la naturaleza del socialismo y de la Unión
Soviética; esto es, las transiciones entre: (1) la llamada democracia
revolucionaria de Kérenski (07.1917-11.1917), (2) el socialismo
de guerra (1918-1921), (3) la república soviética con
«embriones de socialismo» (en la que el propio Lenin falleció), (4) la república
socialista (fase inferior del comunismo) y (5) el comunismo (en
tanto que fase superior).
A decir verdad,
las ideas de socialismo y de comunismo están presentes en todo el proyecto
revolucionario de Lenin, aunque él las desarrolló muy especialmente a partir de
1917, en particular, en las obras a las que me remito, cuya lectura directa es
ampliamente aconsejable.
Asimismo, si,
con lo que respecta a cualquier autor de pensamiento vivo, debemos tener en
cuenta la evolución de sus ideas a lo largo de los años, entonces necesitamos
ser especialmente precavidos ante «la velocidad de rayo y la exactitud de las
reacciones de Lenin a los acontecimientos».É. V. Iliénkov, Могучий
союзник в борьбе за коммунизм [Un poderoso aliado en la lucha por
el comunismo], Moscú: Cultura Soviética, agosto de 1960. 3 Por
lo tanto, al presentar su idea de socialismo me he querido enfocar en sus
rasgos más esenciales y estables, e incluso estos, como revelará la lectura
atenta de este artículo, no permanecen del todo inalterables en su obra.
I. La democracia
revolucionaria de Kérenski
LeninV. I.
Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, Moscú:
Editorial Progreso (1961), escrito en septiembre de 1917. 4 califica
de «revolución podrida», carente de determinación y audacia, a la
transformación política y económica que se erige bajo el gobierno provisional
de Kérenski (07.1917-11.1917), cuyo proyecto burgués prescinde de las más elementales
políticas socialistas.
Para
remediarlo, Lenin propone de forma reiterada y persistente: «Control,
vigilancia, contabilidad». Y para lograr esta meta describe una serie de
reformas: (1) la fusión y nacionalización bancaria, (2)
la nacionalización de los principales monopolios, (3) la
abolición del secreto comercial, (4) la agrupación obligatoria de los
capitalistas y (5) la organización obligatoria de la población en cooperativas
de consumo. Es preciso advertir que ninguna de estas medidas es, en sentido
estricto, socialista. No solo porque de hecho perpetúen la
existencia de la clase capitalista, sino porque incluso ni la confiscación ni
la nacionalización son propiamente socialistas, a diferencia
de la socialización (control y administración obrera), que
Lenin considera el verdadero fundamento del socialismo y que, por razones
argumentativas, debemos definir más adelante.
Por lo tanto,
en su crítica a Kérenski, Lenin no propugna instaurar directamente el socialismo,
sino que las anteriores propuestas políticas y económicas tan
solo están dirigidas a fortalecer el capitalismo de Estado;
y la razón de ello es que: «el capitalismo monopolista de Estado es la
preparación material más completa para el socialismo, su antesala, un peldaño
de la escalera histórica entre el cual y el peldaño llamado socialismo no hay
ningún peldaño intermedio». En consecuencia, en el contexto de ausencia o
debilidad del capitalismo de Estado, debido a que «el socialismo no es más que
el monopolio capitalista de Estado puesto al servido de todo el pueblo», toda
política orientada a fortalecer el capitalismo de Estado es en el fondo «¡un
paso, pasos hacia el socialismo!».
Ahora bien, el
capitalismo de Estado se podría orientar «en interés de los terratenientes y
los capitalistas», en cuyo caso tendríamos «un Estado burocrático-reaccionario,
es decir, una república imperialista». Y, en sentido contrario, si el Estado es
«verdaderamente democrático-revolucionario» (algo que desde luego no ocurría
con el Gobierno de Kérenski), estas mismas medidas, ineludiblemente, «¡son ya
medidas socialistas!».
En término,
la democracia revolucionaria de Kérenski no constituye una
forma de socialismo y, peor aún, ni siquiera se sitúa en el estadio anterior al
socialismo: el capitalismo de Estado.
II. El socialismo
de guerra (1918-1921)
Lenin define
sin ambages el socialismo de guerra: La guerra acelera «extraordinariamente la
transformación del capitalismo monopolista en capitalismo monopolista de
Estado»V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla,
24. 5 y, por consiguiente, el llamado socialismo
de guerra «no es, en realidad, más que un capitalismo monopolista de
Estado en tiempo de guerra, o, dicho en términos más sencillos y más claros, un
presidio militar para los obreros y un régimen de protección militar para las
ganancias de los capitalistas».Ibid., 23.6 De ahí su
tesis de que la «guerra imperialista», al exacerbar el socialismo de
guerra, «pone […] a la humanidad extraordinariamente cerca del socialismo
[…] es la víspera de la revolución socialista».
Así pues,
el socialismo de guerra tampoco es socialismo en sentido
propio, aunque, al conducir al capitalismo de Estado, sitúa a la sociedad en el
estadio previo al socialismo.
III. La
república soviética con «embriones de socialismo»
1. Capitalismo
y socialismo
En paralelo al
Estado burgués de Kérenski, creció y maduró otro poder político: los consejos (o
sóvietsLa palabra ‘sóviet’ es una palabra española de procedencia inglesa
( soviet /sóviet/) que, a su vez, proviene de la palabra rusa сове́т /saviét/.
La palabra rusa совет comparte los mismos significados que la
española ‘consejo’ (una recomendación, un órgano colegiado de una organización,
una forma popular de organización política), por lo tanto, la utilización de la
palabra ‘consejo’ es completamente válida. 7).La
organización de los consejos «abarca a todos los obreros de
todas las industrias, y también a todos los soldados y a todos los trabajadores
y pobres del campo» en la tarea de destruir el poder estatal burgués y transformarse
en organizaciones de un nuevo tipo de Estado: «Decir a los Consejos que luchen,
pero que no tomen todo el poder en sus manos, que no se transformen en
organizaciones estatales, equivale a predicar la colaboración de las clases y
la “paz social”entre el proletariado y la burguesía». V. I. Lenin, La
revolución proletaria y el renegado Kautsky, Madrid: Fundación Federico
Engels (2007), escrito entre octubre y noviembre de 1918, 46. 8 En
determinado punto de desarrollo de este doble poder político, Lenin, en calidad
de dirigente de los bolcheviques, organiza a los trabajadores para la súbita y
exitosa toma del poder estatal: «Solo la organización soviética del Estado
puede en realidad demoler de golpe y destruir definitivamente
el viejo aparato [estatal], es decir, el aparato burocrático y judicial
burgués» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Tesis e informe sobre la
democracia burguesa y la dictadura del proletariado, Moscú: Editorial
Progreso (s.f.) (en Marxists Internet Archive), presentado el 4 de marzo de
1919, 8. 9
Sin embargo, el
primer acto (o «golpe») de la revolución no es suficiente para acabar de una
vez y por todas con todo lo caduco de la sociedad atravesada por el antagonismo
social. Para comprender la nueva situación, Lenin recurre a la «dialéctica
materialista»«[…] материалистическую диалектику, учение о развитии,
рассматривая коммунизм как нечто развивающееся из капитализма»,
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, escrito durante meses
anteriores a la revolución de octubre de 1917. 10 de
Marx y Engels; y es particularmente ilustrativo que Lenin cite directamente
la Crítica del Programa de Gotha (1875), escrito
en por Marx, que dice así:
“De lo que aquí
se trata” (en el examen del programa de partido obrero) “no es de una sociedad
comunista que se ha desarrollado sobre su propia
base, sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y
que, por tanto presenta todavía en todos sus aspectos, en el económico, en el
moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraña
procede”.
Y Lenin
reincide sobre esta idea insistentemente, parafraseándola repetidas veces:
el comunismo «se origina desde capitalismo,
históricamente se desarrolla del capitalismo, consiste en el resultado de la
acción de una fuerza social engendrada por el capitalismo»,
por eso, «obligatoriamente, es históricamente indudable que debe haber un
estadio particular o particular etapa de transición del
capitalismo al comunismo»«На основании того, что он происходит из
капитализма, исторически развивается из капитализма, является результатом
действий такой общественной силы, которая рождена капитализмом
[…] обстоятельство, что исторически несомненно должна быть особая стадия или
особый этап перехода от капитализма к коммунизму», ídem. 11,
esto es, para barrer con los «escombros de lo viejo», se requiere de un tipo
de transición social que «abarca períodos de diez años e incluso
más» (la cursiva es mía)V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del
poder soviético, Moscú: Progreso (1973) (en Marxists Internet Archive),
escritas en marzo de 1918, 16. 12.
Como
consecuencia de los escombros pequeñoburguesesLa pequeña burguesía está
constituida en esencia por propietarios de poco capital o tierra (tal
vez sería más exacto referirnos a estos últimos y sus peculiaridades como pequeños
terratenientes), aunque las rentas que reciben por su propiedad resulta
insuficiente como para abandonar las tareas del trabajo. 13 y
capitalistas que lastran el proyecto revolucionario soviético, la clase obrera
enfrenta dos profundas contradicciones que se manifiestan precisamente tras su
triunfante revolución socialista.
A. El
socialismo capitalista
En primer
lugar, en el contexto analizado por Lenin, el proletariado (y su alianza de
clases) es incapaz de alcanzar el socialismo, pues no existe siquiera un
capitalismo de Estado generalizado («la antesala del socialismo»), sino que
predomina «el elemento pequeñoburgués» («la enorme mayoría de los agricultores
son pequeños productores de mercancías»).V. I. Lenin, Acerca del
infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, Madrid: Akal,
escrito en mayo de 1918, 11. 14 Por eso Lenin
entiende que la «República Socialista Soviética» no es realmente socialista,
sino que sencillamente «presupone la decisión del poder soviético de realizar
la transición al socialismo, y de ningún modo [implica] que el nuevo sistema
económico pueda considerarse socialista».Ibid., 10.15 De
forma retórica, lo expresa del siguiente modo: «¿No está claro que desde el
punto de vista material, económico y productivo, todavía no hemos llegado a la
“antesala del socialismo”?».Ibid., 15.16
B. La política
soviética burguesa
En segundo
lugar, tras haber destruido el Estado burgués de forma
abrupta, el nuevo poder requiere de la implementación de nuevas normas
jurídicas para establecer salarios y otras medidas económicas que tratan como
iguales a personas distintas («“derecho burgués”, el cual sigue
imperando, por cuanto los productos son distribuidos “según el trabajo”»)«Aquí
–dice Marx– nos hallamos, efectivamente, ante un “derecho igual”, pero es
todavía “un derecho burgués”, que, como todo derecho, presupone la desigualdad.
Todo derecho significa la aplicación de un rasero igual a hombres distintos,
que en realidad no son idénticos, no son iguales entre sí; por tanto, el
“derecho igual” constituye una infracción de la igualdad y una injusticia […].
Sin embargo, los hombres no son iguales […]. Para evitar todos estos inconvenientes,
el derecho no tendría que ser igual, sino desigual», V. I. Lenin, El
Estado y la Revolución, Madrid: Fundación Federico Engels (1997), 113 y
14. 17 y, consiguientemente, de un Estado del mismo
tipo («Estado burgués, pues el derecho no es nada sin un aparato capaz
de obligar a respetar las normas de derecho») que imponga dicho derecho
burgués, a saber, la forma dominante de producción ideológica de la formación
social capitalista. Es más, no solamente en la república soviética (de
aspiraciones socialistas), sino que incluso, bajo la primera fase del
«comunismo no solo subsiste durante cierto tiempo el derecho burgués, sino que
subsiste incluso el Estado burgués ¡sin burguesía!».«Выходит, что не только при
коммунизме остается в течение известного времени буржуазное право, но даже и
буржуазное государство – без буржуазии!», V. I. Lenin, El Estado y la
Revolución. 18
2. El elemento
socialista
En apariencia,
la revolución ha retornado al punto de salida: Estado y derecho
burgués y modo de producción capitalista (entremezclado,
al parecer, con otros modos de producción que no son el comunista). Pero, si
observamos las cosas más de cerca, comprobaremos que el primer acto de la
revolución ha abierto las puertas a una nueva senda que podrá
recorrer en lo sucesivo la república de tipo soviético: la «transición del
capitalismo al socialismo».
Pero,
exactamente, «¿qué significa la palabra “transición”? En lo que atañe a la
economía, ¿no significa acaso que el sistema actual contiene elementos,
partículas, fragmentos, tanto de capitalismo como de socialismo?».V. I.
Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu
pequeñoburgués, 10. 19 Lenin responde
afirmativamente y, consecuentemente, se propone dilucidar «la clave de la
cuestión», a saber, «qué elementos [“entrelazados”] realmente constituyen los
diferentes modelos socioeconómicos que existen en Rusia en el momento
actual»Lenin utiliza aquí la expresión «общественно-экономический уклад», que
literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’. Y ordena los 5
‘modelos’ del menos al más próximo al comunismo. Adviértase que Lenin en ningún
caso se refiere a estos elementos como способ производства, que es
la traducción en ruso de ‘modo de producción’. 20: «(1)
patriarcal, es decir, en grado considerable una economía campesina natural [de
un alto grado de autosuficiencia]; (2) pequeña producción mercantil (aquí
figuran la mayoría de los campesinos que venden el cereal); (3) capitalismo
privado; (4) capitalismo de Estado; (5) socialismo».Ídem.21
En resumen, en
Rusia, de acuerdo al análisis de Lenin, predomina (2) «el elemento
pequeñoburgués», aunque posea (4) una «envoltura exterior del capitalismo de
Estado». Y la «lucha fundamental» no es todavía entre (4) capitalismo de Estado
(«la antesala del socialismo») y (5) el propio socialismo, sino entre «[2] la
pequeña burguesíaYa desde 1905, Lenin considera que la lucha del campesinado es,
en esencia, «un movimiento democrático burgués» (no «socialista»), ya que los
campesinos rusos combatían las «relaciones de servidumbre, precapitalistas»,
pero no «las bases del régimen burgués […] la economía mercantil […] el
capital», V. I. Lenin, Socialismo pequeñoburgués y socialismo
proletario (en Marxists Internet Archive), publicado en 1905. 22 más
[3] el capitalismo privado, que luchan tanto contra [4] el capitalismo de
Estado como contra [5] el socialismo».V. I. Lenin, Acerca del
infantilismo «izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 11. 23 Por
esta razón, al valorar la enorme implantación de «la pequeña producción
mercantil», Lenin concluye y declara una y otra vez que, «económicamente,
el capitalismo de Estado es incomparablemente superior a nuestro sistema
económico actual», por eso, «el capitalismo de Estado sería un gigantesco paso
adelante» «que nos llevará al socialismo por el camino más seguro» (Lenin
incluso apremia a los socialistas soviéticos a «estudiar el capitalismo de
Estado de los alemanes» para «imitarlo»).
Pero, a decir
verdad, ya antes de la revolución soviética existían los primeros cuatro
elementos (1-4) en la sociedad rusa. Por eso, para evaluar la diferencia
específica de la nueva transición debemos estudiar
con la mayor atención el quinto de sus elementos: «el socialismo». El
incipiente «elemento socialista» consiste, de acuerdo a Lenin,Ibid., 12.24 en
«el paso efectivo del poder a los obreros» («El poder estatal se encuentra en
manos de los obreros») y, consiguientemente, en la «posibilidad legal» de que
los obreros tomen el producto social; aunque el propio Lenin advierte de los
estrechos límites que por aquel entonces padecía el elemento socialista, ya que
«[2] el elemento de pequeños propietarios y [3] el capitalismo privado socavan
por muchos medios esta posición legal».
De este modo
podemos entender que el elemento socialista es por esencia
político (estatal), y puede ser expresado por la «fórmula breve, tajante,
precisa y brillante» de Marx: «dictadura del proletariado».V. I. Lenin, Las
tareas inmediatas del poder soviético, 12. «El proletariado, al derrocar a
la burguesía y conquistar el Poder político, se ha convertido en la clase
dominante: tiene en sus manos el Poder del Estado, dispone de los medios de
producción ya socializados, dirige a los elementos y las clases vacilantes,
intermedios, aplasta la resistencia de los explotadores, que se manifiesta con
energía creciente. Todas éstas son las tareas especiales de la lucha de clases,
tareas que antes el proletariado no se las había planteado ni podía
planteárselas», V. I. Lenin, La economía y la política de la dictadura
del proletariado, en Biblioteca de Textos Marxistas (2000), escrito en
noviembre de 1919, 8. 25 De este modo, Lenin define
«el Poder soviético» como:
la forma de
organización de la dictadura del proletariado, de la dictadura de la clase de
vanguardia, que eleva a una nueva democracia y a la participación efectiva en
el gobierno del Estado a decenas y decenas de millones de trabajadores y
explotados.
Y este «nuevo
tipo de Estado, el Estado soviético» («que abre ante las masas trabajadoras y
oprimidas la posibilidad de participar activamente en la construcción
independiente de la nueva sociedad»V. I. Lenin, Las tareas inmediatas
del poder soviético, 2. Por ello, Lenin puede reconocer ya en sus Tesis
acerca de la Asamblea Constituyente (26.12.1917) que «la República de
los Consejos es una forma de democracia superior a la república burguesa
ordinaria», citado por el propio Lenin en La revolución proletaria y el
renegado Kautsky, 50. 26) no es más que la
resolución de «una pequeña parte de un problema difícil».V. I. Lenin, Las
tareas inmediatas del poder soviético, 2. 27 Por
lo tanto, reconoce que la política socialista es el primer paso de
la transición del capitalismo al socialismo («los consejos son la forma
superior de democracia, más aún, el comienzo de la forma
socialista de democracia»Ibid., 14.28), y que surge
necesariamente cuando aún son preponderantes las fuerzas económicas adversas al
socialismo.
Como se
adelantaba antes, el derecho que emana del Estado soviético es en el fondo
burgués («la aplicación de un rasero igual a hombres distintos»); aunque, al
mismo tiempo, el proletariado domina sobre él por medio de su dictadura
política y, por esta misma razón, el derecho burgués es en cierto sentido
anulado por el elemento socialista: «El “derecho burgués” reconoce la propiedad
privada de los individuos sobre los medios de producción. El socialismo los
convierte en propiedad común. En este sentido –y solo en este sentido–
desaparece el “derecho burgués”».V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
115. 29 A propósito, el investigador que no tema
enfrentarse a las contradicciones observará que este entrelazamiento de
los contenidos capitalista y socialista del derecho burgués es, en general,
sumamente representativo del resto de contenidos materiales y formas de
producción ideológica de la formación social de tipo soviético.
3. La
preparación de la transición al socialismo
Si, de nuevo,
dirigimos nuestra atención sobre el elemento socialista de la
república soviética (la dictadura del proletariado), comprobaremos
que Lenin debió resolver una cuestión de la máxima importancia histórica: ¿qué
hacer para consolidar y fortalecer el elemento socialista en
detrimento de los elementos no socialistas?, o, expresado de otro modo, ¿cómo
lograr que las masas trabajadoras se vinculen con dicho elemento en su propio
provecho?
Lo fundamental,
para Lenin, es que: «La revolución del 25.10.1917 (o 7.11.1917) en Rusia ha
aplicado la dictadura del proletariado, que, con el apoyo del campesinado más
pobre o del semiproletariado, comienza a construir las bases de
una sociedad comunista» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Проект
программы РКП(б) [Proyecto del programa del RKP(b)], Moscú: Politizdat
(1974), publicado en febrero de 1919, 2. 30 Es
decir, para comprender los objetivos inmediatos de la revolución socialista de
1917, es preciso reconocer que entre ellos no se encuentra alcanzar el
socialismo (tanto menos el comunismo), sino únicamente sentar
sus «bases» políticas (dictadura proletaria contra la
reacción) y económicas (en lo fundamental, capitalismo de
Estado). No se trata todavía del tránsito al socialismo, sino más bien de la
preparación para dicho tránsito.
A. La política
soviética
La dictadura
del proletariado (el elemento socialista de la república
soviética) básicamente consiste en «la conquista por el proletariado del poder
político que le permita aplastar toda resistencia».V. I. Lenin, Proyecto
del programa del RKP(b), 6. O, Lenin citando a Engels: «para someter a sus
adversarios», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 86. 31 Semejante
poder estatal debe ser liderado por el «proletariado», debido a que este es:
[el] único
capaz (cuando es bastante numeroso, consciente y disciplinado) de atraer a la
mayoría de los trabajadores y explotados (a la mayoría de los pobres, empleando
un término más sencillo y popular) y de conservar el Poder en sus manos el
tiempo suficiente para aplastar por completo a todos los explotadores.V. I.
Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 12. 32
En palabras de
Lenin, para la «coerción» a la reacción que se contrapone al proceso
revolucionario, «debemos admitir la necesidad del Estado» que permitirá «pasar
del capitalismo al socialismo».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del
poder soviético, 14. 33 Aunque no se trata de
un Estado corriente, ya que los trabajadores y sus aliados representan «la
mayoría de los explotados» y, por tanto, su dictadura (estatal) se diferencia
de las anteriores en tanto que son ellos quienes ejercen métodos coercitivos y
represivos contra «una minoría de explotadores» y no ocurre al revés.V. I.
Lenin, El Estado y la Revolución, 111. 34
B. La economía
soviética
De un modo u
otro, tras la revolución, Lenin define dos clases diferenciables de objetivos
económicos (que en esencia están vinculados): (1) obtener las condiciones
básicas que permitan un rápido aumento de la productividad y (2) alcanzar el
modelo de producción socialista. Es por ello que fija como objetivo primordial
(1) el aumento de la productividad, que crearía la «posibilidad material» de
(2) «sustituir las relaciones industriales capitalistas por relaciones
comunistas, es decir, por la revolución social, que representa el objetivo
final de toda la actividad del partido comunista internacional».V. I.
Lenin, Proyecto del programa del RKP(b), 5 y 6. 35
El punto del
que parte Lenin es que en «un país atrasado» «no es posible construir el
socialismo»,V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 17. 36 por
eso, con la crudeza que le caracteriza, reconoce que «nuestra labor de
transformación socialista se ha retrasado de un modo extraordinario».Ibid., 6.37 Aunque,
a su juicio,V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético,
5. 38 el retraso económico característico de la
Rusia posrevolucionaria podía resolverse asegurando las condiciones más
elementales para lograr una «productividad del trabajo superior», siempre y
cuando toda mejora en la producción se vincule a los «métodos propios, más
concretamente» a los «métodos soviéticos» (que contienen el
elemento político socialista). Y para ello propone dos líneas de acción que se
retroalimentan:
Por un lado, se
debe asegurar «la base material de la gran industria». En este sentido, propone
algunas medidas concretas: «Nacionalización de los bancos, del monopolio del
comercio exterior, del control del Estado sobre la circulación fiduciaria, del
establecimiento de un impuesto sobre los bienes y los ingresos aceptable desde
el punto de vista proletario, de la implantación del trabajo obligatorio»V. I.
Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 6. 39 y,
asimismo, «el trabajo general obligatorio, implantado, reglamentado y dirigido
por los consejos de diputados obreros, soldados y campesinos, [que] no sería
todavía el socialismo, pero ya no sería el capitalismo» y por eso
«representaría un paso gigantesco hacia el socialismo».V. I. Lenin, La
catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 25. 40 Estas
medidas –que, en su mayor parte, ya había propuesto en tiempos de la democracia
revolucionaria de KérenskiIbid., 6.41– son, como ya
se ha señalado, medidas dirigidas a fortalecer el capitalismo de Estado y que,
de igual modo, contienen un elemento socialista. Lenin no deja lugar a dudas
cuando expresa que: «comparado con el actual estado de cosas en nuestra
República Soviética, el capitalismo de Estado sería un paso adelante.
Si dentro de seis meses aproximadamente se implantara el capitalismo de Estado
en nuestra República, sería un éxito enorme y la más segura garantía».V. I.
Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu
pequeñoburgués, 10. 42
Por otro lado,
Lenin enfatiza el aspecto cultural de esta cuestión: «la elevación del nivel
cultural y de instrucción de las grandes masas de la población» permitirá el consiguiente
auge de la industria.V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 9. 43 Esto es, «el socialismo
sería imposible si no aprendiese a utilizar esa técnica, esa
cultura, ese aparato que ha creado la cultura de la burguesía, la cultura del
capitalismo» (la cursiva es mía).V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo
del VTsIK y del Sovnarkom, 25. 44 El fomento de
la industria y la cultura constituyen, por tanto, dos aspectos del mismo
objetivo: la preparación para el tránsito al socialismo.«El Poder
soviético solo puede asegurar el paso de Rusia al socialismo en el caso de que
cumpla prácticamente estas tareas», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas
del poder soviético, 3. 45 Pese a ello, en la
república soviética «estamos tan solo en el comienzo de la transición al
socialismo, sin haber realizado todavía las medidas decisivas en este
sentido».Ibid., 3.46
4. El
fundamento del tránsito al socialismo
Lenin distingue
muy claramente tres momentos de la revolución: (1) La expropiación,
confiscación y coerción («Hay momentos históricos en que lo más importante para
asegurar el éxito de la revolución consiste en acumular la mayor cantidad
posible de escombros, es decir, hacer saltar el mayor número de instituciones
caducas»);Ibid., 16. Por eso, «con un solo golpe revolucionario, se ha hecho
todo cuanto puede»: abolir la propiedad de la tierra, expropiar a
terratenientes y capitalistas, etc., V. I. Lenin, La economía y la
política de la dictadura del proletariado, 2. 47 (2)
la preparación para el tránsito al socialismo («hay momentos en que […] se
plantea al orden del día […] limpiar el terreno de escombros»); y (3) el propio
tránsito al socialismo («hay momentos en que lo más importante es cuidar con
solicitud los embriones de lo nuevo»).V. I. Lenin, Las tareas
inmediatas del poder soviético, 16. Lenin utiliza el término зародыш,
que se traduce como ‘embrión’ o, en menor medida, ‘germen’. Y también se
refiere a esta cuestión con la siguiente metáfora arquitectónica: «edificar
piedra a piedra los sólidos cimientos de la sociedad
socialista» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas principales de
nuestros días, Moscú: Editorial Progreso (1981) (en Marxists Internet
Archive), escrito en marzo de 1918, 2. 48
Sobre la base
de la república soviética (dictadura del proletariado), y satisfechas ciertas
condiciones industriales y culturales básicas, es al fin posible (3) el tránsito
al socialismo: «el tránsito de la confiscación (para realizar la cual se
requiere sobre todo decisión del político [en el plano estatal]) a la
socialización (para realizar la cual se requiere del revolucionario otra
cualidad)».«[…] от конфискаций (при проведении коих главным качеством политика
является решительность) к обобществлению (для проведения коего требуется от
революционера иное качество)» V. I. Lenin, О «Левом» ребячестве и о
мелкобуржуазности [Acerca del infantilismo «izquierdista» y del
espíritu pequeñoburgués], Moscú: Prigoy (1918). 49 A
saber, mientras que la confiscación consiste en la mera
apropiación por parte del Estado de determinados medios de producción (en
especial, de capital y tierra), la socialización exige de «la
capacidad de calcular y distribuir correctamente» por parte de las masas
trabajadoras, es decir, «sin esta capacidad no se puede socializar».V. I.
Lenin, Acerca del infantilismo «izquierdista» y del espíritu
pequeñoburgués, 9. Además, «para el socialismo no basta con aniquilar,
terminar, etc.», ídem. 50
Expresado de
otro modo, la revolución contiene un aspecto de negatividad: el «mérito
histórico» de la república soviética consiste en «confiscar, al aniquilar a la
burguesía».Ibid., 9.51 Pero, una vez «la tarea de
aplastar la resistencia de los explotadores ha sido resuelta»,V. I.
Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. 52 el
socialismo requiere, asimismo, de un aspecto positivo o creador: «el punto más
importante y difícil de la revolución socialista, en la tarea de organización»,
consiste en «el trabajo positivo o constructivo de formación de una red
extraordinariamente compleja y delicada de nuevas relaciones de organización,
que abarquen la producción y distribución planificada».Ibid., 2.53 En
otros términos, una vez el Estado ha confiscado y nacionalizado los medios de
producción social, la «dificultad principal […] en la esfera económica»
consiste en «socializar la producción de hecho» (la cursiva es mía), no
solo de iure.«Главная трудность лежит в экономической области:
осуществить строжайший и повсеместный учет и контроль производства и
распределения продуктов, повысить производительность труда, обобществить
производство на деле» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas
inmediatas del poder soviético. 54
Pero Lenin no
solamente anuncia la necesidad abstracta del aspecto positivo de la revolución
(la socialización), sino que formula de manera concreta cómo
organizarlo y alcanzarlo. En una palabra, la clave de la socialización consiste
en que los obreros deben «controlar» y «computar». Nada más.
Desde luego, puede parecer que su propuesta peque de prosaica o desapasionada,
pero en adelante mostraremos lo radicalmente transformadora que en realidad
resulta.
Marx escribió
en el primer tomo de El Capital que «el principio fundamental»
de la «forma superior de sociedad» «es el desarrollo pleno y libre de todos los
individuos». Y Lenin, consciente de que el individuo es una expresión de la
sociedad, y que la sociedad solo existe a través de los individuos y sus
relaciones, concreta esta tesis en su formulación de que el individuo, para
alcanzar su desarrollo pleno y libre, debe emprender el camino de
«socializar la producción de hecho», es decir, el camino que conduce a que los
trabajadores se produzcan y reproduzcan a sí mismos del modo más completo en
función de las fuerzas sociales de producción disponibles en cada estadio
histórico de desarrollo. Y, para alcanzar dicha socialización, los obreros,
como «primer paso» necesario, deben realizar un «control obrero» efectivo de la
producción y, una vez asegurado dicho control, pueden avanzar hasta «el segundo
paso en el camino hacia el socialismo, es decir, pasar a la administración de
la producción por los obreros».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del
poder soviético, 8. 55
Asimismo, de
nuevo, Lenin incide en el aspecto ideal de este mismo proceso de socialización,
que no es otro que la «cultura proletaria», que se asienta sobre una
contradicción característicamente socialista: la «educación […] que nos ha
legado la vieja sociedad» es el único punto de apoyo sobre el cual erigir la
educación llamada «a crear la sociedad comunista».V. I. Lenin, Tareas
de las Organizaciones Juveniles: Discurso en la I Sesión del III Congreso de
Juventudes Comunistas de Rusia, Moscú: Progreso (1975) (en Marxists
Internet Archive), escrito en septiembre y octubre de 1920, 4. «Solo se puede
crear esta cultura proletaria conociendo con precisión la cultura que ha creado
la humanidad en todo su desarrollo y transformándola», ídem. 56 Y
sin cumplir con esta tarea, es decir, sin crear una nueva educación,
sencillamente no es posible «edificar» «el comunismo».«El comunismo podremos
edificarlo únicamente con la suma de conocimientos, organizaciones e
instituciones, con el acervo de medios y fuerzas humanas que hemos heredado de
la vieja sociedad», ibid., 2.57
Recapitulemos,
partiendo de la nacionalización general de los medios de producción por parte
del Estado («está abolida la propiedad privada sobre los medios de
producción»), debe realizarse el control y la administración de la producción
social por los obreros («el Poder proletario del Estado»), que constituye
el fundamento del socialismo, aquello cuyo desarrollo engendra
y articula todo el conjunto de relaciones sociales propias de la formación
social comunista. Y precisamente por este motivo Lenin afirma que «el trabajo
está mancomunado en Rusia a la manera comunista» («en sus rasgos más básicos e
importantes ya se ha aplicado» «la transición del “control obrero” a la
“administración obrera”», específicamente, en «fábricas, plantas y
ferrocarriles»), aunque reconociendo que, en realidad, apenas se trata de los
«“primeros pasos” del comunismo».V. I. Lenin, La economía y la política
de la dictadura del proletariado, 2. 58
Y esto se debe
a que, en tiempos de Lenin, el primer paso de la socialización («el
control obrero») casi se reducía a un fenómeno jurídico: «El control obrero
está implantado entre nosotros como una ley, pero en la práctica cotidiana y
aun en la conciencia de las amplias masas proletarias no hace más que empezar a
penetrar».V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético,
7. 59 Pero, como ya hemos mencionado, Lenin es
insistente en que debe superarse ese estado de cosas y «socializar la
producción de hecho», no solamente de derecho.
Muy
particularmente en un contexto (inexistente en vida de Lenin) en que el
capitalismo de Estado constituye el modo dominante de producción social, el
control obrero sirve como medición del «grado de democracia», y la producción
«rebasa ya el marco de la sociedad burguesa, es el comienzo de su
reestructuración socialista». Al haberse nacionalizado los medios de producción
(capitalismo de Estado), el «objetivo» del partido comunista «es lograr que
cada trabajador, después de “cumplir la tarea” de ocho horas de trabajo
productivo, desempeñe de modo gratuito las funciones estatales».Ibid., 16.60 Porque
mediante esta implementación de un control obrero real de la política y de la
economía nacionalizada es posible alcanzar la situación (establecida solo en su
forma más elemental en la república soviética que Lenin conoció) en la que, de
una u otra manera, «todos intervienen realmente en la dirección del Estado»,
con lo cual «el capitalismo no podrá ya sostenerse»V. I. Lenin, El
Estado y la Revolución, 121. Es decir, «la cantidad se transforma en
calidad», ídem. 61 y el propio Estado –en tanto que
instrumento de dominación de una clase por otra– empieza a ser efectivamente
anulado.
Asimismo, Lenin
es consciente de los numerosos riesgos que debe afrontar el proceso de
socialización: «el burocratismo heredado del viejo Estado capitalista»,V. I.
Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom, 27. «No
hay nada más necio que transformar a los consejos en algo fosilizado y
encerrado en sí mismo», V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 17. 62 «existe la tendencia
pequeñoburguesa a convertir a los miembros de los consejos en “parlamentarios”
o, de otro lado, en burócratas»,V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del
poder soviético, 16. «Hay que luchar contra esto, haciendo participar
prácticamente a todos los miembros de los consejos en la gobernación del país»,
ídem. 63 «el no rendirse cuentas y la falta de
control en el domino de la producción y distribución de los productos
representa la muerte para los embriones del socialismo»,Ibid., 7 y 8.64 etc.
De todas
maneras, conviene recordar que mientras Lenin vivía el elemento socialista era
tan solo un «embrión», esto es, una relación social (de socialización, de
control y administración por el proletariado), de facto, apenas
incipiente. Él mismo era muy consciente de esta realidad al escribir, en
noviembre de 1919, en términos generales, que una revolución socialista abre
paso a la «lucha […] entre el capitalismo vencido, pero no aniquilado, y el
comunismo ya nacido, pero muy débil aún»,V. I. Lenin, La economía y la
política de la dictadura del proletariado, 1. 65 y,
en lo que respecta a la situación real de la república soviética, menos de tres
meses después, en febrero de 1920, reconocerá que «la tarea más difícil» es
«cómo realizar en la práctica la transición del viejo, habitual y familiar para
todos capitalismo al nuevo socialismo, que aún no ha nacido y no tiene una base
estable […]. Esta transición llevará muchos años en el mejor de los casos».V.
I. Lenin, Informe sobre el trabajo del VTsIK y del Sovnarkom,
29. 66
IV. La
república socialista (fase inferior del comunismo)
Más arriba se
han comentado los 5 «elementos» (o «modelos socioeconómicos»«Общественно-экономический
уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’.67)
de la economía rusa de acuerdo al pensamiento de Lenin. Los cuales,
ciertamente, le permitieron ordenar dichos modelos socioeconómicos del
más alejado al más próximo al comunismo: «(1) patriarcal […] (2) pequeña
producción mercantil […] (3) capitalismo privado […] (4) capitalismo de Estado
[…] (5) socialismo». Pero adviértase que Lenin en ningún caso está definiendo
los modos de producción de la sociedad rusa posrevolucionaria.
Y esta cuestión no es baladí, puesto que, en rigor, por ejemplo, tanto (3) las
distintas formas capital privado como (4) el capitalismo de Estado forman parte
del mismo modo de producción social: el capitalista.
Por esta razón,
en otras obras, Lenin aborda este problema de una manera mucho más precisa, al
señalar, ahora sí, que en la Rusia soviética, abstrayendo sus especificidades
coyunturales, tras la revolución socialista existen tres «formas básicas de la
economía social», que son: «el capitalismo [dirigido por “la burguesía”], la
pequeña producción mercantil [“la pequeña burguesía (particularmente los
campesinos)”] y el comunismo [“el proletariado”]».V. I. Lenin, La
economía y la política de la dictadura del proletariado, 2. No es necesario
debatir aquí la identidad (o no), en esencia, entre el modo de producción
capitalista y la pequeña producción mercantil. 68 Por
lo tanto, «la dictadura del proletariado», tanto en Rusia como en sus contornos
más universales, «representa la lucha que en sus primeros pasos sostiene el
trabajo mancomunado al modo comunista –en escala única de un enorme Estado–
contra la pequeña producción mercantil, contra el capitalismo que sigue
subsistiendo y el que revive sobre la base de esta producción».Ibid., 2.69 Esta
pugna entre el modo de producción capitalista (y la pequeña
producción que lo precede y que él misma genera) contra el modo de
producción comunista constituye, en definitiva, la esencia misma de la
república socialista.
El tránsito de
la formación social capitalista a la socialista consiste, por consiguiente, en
el desarrollo de la forma comunista de producción: sobre la base de la
nacionalización, los obreros deben «controlar», «computar» y
«saber organizar de un modo práctico» con base en la «comuna».V. I.
Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 2. «El Estado
socialista puede surgir únicamente como una red de comunas de producción y
consumo, que calculen concienzudamente su producción y consumo, economicen el
trabajo, aumenten incesantemente la productividad del mismo y consigan con ello
reducir la jornada de trabajo». Ibid., 8. 70 De
este modo, «hacer participar prácticamente a toda la población pobre
en la gobernación del país»Ibid., 16.71 consiste en la
tarea fundamental «de la transformación socialista», y «después de
resolverla (en sus aspectos principales y fundamentales) podrá decirse que
Rusia se ha convertido no solo en República Soviética, sino
también en República Socialista».Ibid., 3.72
En la república
socialista, el Estado y el derecho burgués aún persisten puesto que, entre
otros fenómenos políticos y jurídicos burgueses, el salario y su reglamentación
legal perviven («la aplicación de un rasero igual a hombres distintos»V. I.
Lenin, El Estado y la Revolución, 113 y 14. «Los medios de
producción han dejado de ser ya propiedad privada de los individuos para
pertenecer a toda la sociedad», y «cada miembro de ésta, al ejecutar una cierta
parte del trabajo socialmente necesario, obtiene de la sociedad un certificado
acreditativo de haber realizado tal o cual cantidad de trabajo. Por este
certificado recibe de los almacenes sociales de artículos de consumo la
cantidad correspondiente de productos. Deducida la cantidad de trabajo que pasa
al fondo social, cada obrero recibe, pues, de la sociedad tanto como le
entrega», ibid., 113. 73). Aunque «el paso a la
democracia socialista» permiten «el comienzo de la extinción del Estado»,Ibid.,
16.74 como ya se ha apuntado anteriormente.
V. El comunismo
Lenin
concluyeV. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 123. 75 que
con el culmen del control y la administración obrera de la producción social:
«La necesidad de observar las reglas nada complicadas y fundamentales de toda
convivencia humana se convertirá muy pronto en una costumbre […]. Y entonces
quedarán abiertas de par en par las puertas para pasar de la primera fase de la
sociedad comunista a su fase superior y, a la vez, a la extinción completa del
Estado». «El “estrecho horizonte del derecho burgués”, que obliga a calcular
[…] quedará entonces rebasado. La distribución de los productos no requerirá
entonces que la sociedad regule la cantidad de ellos que reciba cada uno; todo
hombre podrá tomar libremente lo que satisfaga a “sus necesidades”».
Notas:
1.
El laberinto, en realidad, continuó mucho tiempo
después de la muerte de Lenin, aunque, lamentablemente, sin la agudeza de su
criterio. Piénsese, por ejemplo en la transición de la NEP al socialismo de
Stalin, a la transición al socialismo democrático de todo el pueblo (que,
en opinión de Jrushchov, pronto conduciría al comunismo), en la transición
al socialismo de rostro humano, liderada por Gorbachov, y en otras
tantas transiciones de menor entidad. La investigación histórica de la URSS,
por tanto, por lo que respecta a su evolución global, obedece a la necesidad de
explicar sus transiciones sociales en sus términos más fundamentales.
2.
V. I. Lenin, Доклад о работе ВЦИК и Совнаркома
на первой сессии ВЦИК VII созыва [Informe sobre el trabajo del VTsIK y
del Sovnarkom en la primera sesión del VII Congreso del VTsIK], Moscú: Politizdat (1974)
(en Wikisource), 28.
3.
É. V. Iliénkov, Могучий союзник в борьбе за
коммунизм [Un poderoso aliado en la lucha por el comunismo],
Moscú: Cultura Soviética, agosto de 1960.
4.
V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y
cómo combatirla, Moscú: Editorial Progreso (1961), escrito en septiembre de
1917.
5.
V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y
cómo combatirla, 24.
6.
Ibid., 23.
7.
La palabra ‘sóviet’ es una palabra española de
procedencia inglesa ( soviet /sóviet/) que, a su vez, proviene de
la palabra rusa сове́т /saviét/. La palabra rusa совет comparte
los mismos significados que la española ‘consejo’ (una recomendación, un órgano
colegiado de una organización, una forma popular de organización política), por
lo tanto, la utilización de la palabra ‘consejo’ es completamente válida.
8.
La organización de los consejos «abarca
a todos los obreros de todas las industrias, y también a todos los soldados y a
todos los trabajadores y pobres del campo» en la tarea de destruir el poder
estatal burgués y transformarse en organizaciones de un nuevo tipo de Estado:
«Decir a los Consejos que luchen, pero que no tomen todo el poder en sus manos,
que no se transformen en organizaciones estatales, equivale a predicar la
colaboración de las clases y la “paz social”entre el proletariado y la
burguesía». V. I. Lenin, La revolución proletaria y el renegado Kautsky,
Madrid: Fundación Federico Engels (2007), escrito entre octubre y noviembre de
1918, 46.
9.
V. I. Lenin, Tesis e informe sobre la
democracia burguesa y la dictadura del proletariado, Moscú: Editorial
Progreso (s.f.) (en Marxists Internet Archive), presentado el 4 de marzo de
1919, 8.
10.
«[…] материалистическую диалектику, учение о развитии,
рассматривая коммунизм как нечто развивающееся из капитализма»,
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, escrito durante meses
anteriores a la revolución de octubre de 1917.
11.
«На основании того, что он происходит из
капитализма, исторически развивается из капитализма, является результатом
действий такой общественной силы, которая рождена капитализмом
[…] обстоятельство, что исторически несомненно должна быть особая стадия или
особый этап перехода от капитализма к коммунизму», ídem.
12.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, Moscú: Progreso (1973) (en Marxists Internet Archive), escritas
en marzo de 1918, 16.
13.
La pequeña burguesía está constituida en esencia por
propietarios de poco capital o tierra (tal
vez sería más exacto referirnos a estos últimos y sus peculiaridades como pequeños
terratenientes), aunque las rentas que reciben por su propiedad resulta
insuficiente como para abandonar las tareas del trabajo.
14.
V. I. Lenin, Acerca del infantilismo
«izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, Madrid: Akal, escrito en mayo
de 1918, 11.
15.
Ibid., 10.
16.
Ibid., 15.
17.
«Aquí –dice Marx– nos hallamos, efectivamente, ante un
“derecho igual”, pero es todavía “un derecho burgués”, que, como todo derecho,
presupone la desigualdad. Todo derecho significa la aplicación de un rasero
igual a hombres distintos, que en realidad no son idénticos, no son iguales
entre sí; por tanto, el “derecho igual” constituye una infracción de la
igualdad y una injusticia […]. Sin embargo, los hombres no son iguales […].
Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho no tendría que ser igual,
sino desigual», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, Madrid:
Fundación Federico Engels (1997), 113 y 14.
18.
«Выходит, что не только при коммунизме остается в
течение известного времени буржуазное право, но даже и буржуазное государство –
без буржуазии!», V. I. Lenin, El Estado y la Revolución.
19.
V. I. Lenin, Acerca del infantilismo
«izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10.
20.
Lenin utiliza aquí la expresión
«общественно-экономический уклад», que literalmente significa ‘modelo’ o ‘modo’
‘social-económico’. Y ordena los 5 ‘modelos’ del menos al más próximo al
comunismo. Adviértase que Lenin en ningún caso se refiere a estos elementos
como способ производства, que es la traducción en ruso de ‘modo de
producción’.
21.
Ídem.
22.
Ya desde 1905, Lenin considera que la lucha del
campesinado es, en esencia, «un movimiento democrático burgués» (no
«socialista»), ya que los campesinos rusos combatían las «relaciones de
servidumbre, precapitalistas», pero no «las bases del régimen burgués […] la
economía mercantil […] el capital», V. I. Lenin, Socialismo
pequeñoburgués y socialismo proletario (en Marxists Internet Archive),
publicado en 1905.
23.
V. I. Lenin, Acerca del infantilismo
«izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 11.
24.
Ibid., 12.
25.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 12. «El proletariado, al derrocar a la burguesía y conquistar el
Poder político, se ha convertido en la clase dominante: tiene en sus manos el
Poder del Estado, dispone de los medios de producción ya socializados, dirige a
los elementos y las clases vacilantes, intermedios, aplasta la resistencia de
los explotadores, que se manifiesta con energía creciente. Todas éstas son las
tareas especiales de la lucha de clases, tareas que antes el proletariado no se
las había planteado ni podía planteárselas», V. I. Lenin, La economía y
la política de la dictadura del proletariado, en Biblioteca de Textos Marxistas
(2000), escrito en noviembre de 1919, 8.
26.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 2. Por ello, Lenin puede reconocer ya en sus Tesis
acerca de la Asamblea Constituyente (26.12.1917) que «la República de
los Consejos es una forma de democracia superior a la república burguesa
ordinaria», citado por el propio Lenin en La revolución proletaria y el
renegado Kautsky, 50.
27.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 2.
28.
Ibid., 14.
29.
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
115.
30.
V. I. Lenin, Проект программы РКП(б) [Proyecto
del programa del RKP(b)], Moscú: Politizdat (1974), publicado en febrero de
1919, 2.
31.
V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b),
6. O, Lenin citando a Engels: «para someter a sus adversarios», V. I.
Lenin, El Estado y la Revolución, 86.
32.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 12.
33.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 14.
34.
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
111.
35.
V. I. Lenin, Proyecto del programa del RKP(b),
5 y 6.
36.
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
17.
37.
Ibid., 6.
38.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 5.
39.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 6.
40.
V. I. Lenin, La catástrofe que nos amenaza y
cómo combatirla, 25.
41.
Ibid., 6.
42.
V. I. Lenin, Acerca del infantilismo
«izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 10.
43.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 9.
44.
V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del
VTsIK y del Sovnarkom, 25.
45.
«El Poder soviético solo puede asegurar el paso de
Rusia al socialismo en el caso de que cumpla prácticamente estas tareas», V. I.
Lenin, Las tareas inmediatas del poder soviético, 3.
46.
Ibid., 3.
47.
Ibid., 16. Por eso, «con un solo golpe revolucionario,
se ha hecho todo cuanto puede»: abolir la propiedad de la tierra, expropiar a
terratenientes y capitalistas, etc., V. I. Lenin, La economía y la
política de la dictadura del proletariado, 2.
48.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 16. Lenin utiliza el término зародыш, que se traduce
como ‘embrión’ o, en menor medida, ‘germen’. Y también se refiere a esta
cuestión con la siguiente metáfora arquitectónica: «edificar piedra a piedra
los sólidos cimientos de la sociedad socialista» (la cursiva
es mía), V. I. Lenin, Las tareas principales de nuestros días, Moscú:
Editorial Progreso (1981) (en Marxists Internet Archive), escrito en marzo de
1918, 2.
49.
«[…] от конфискаций (при проведении коих главным
качеством политика является решительность) к обобществлению (для проведения
коего требуется от революционера иное качество)» V. I. Lenin, О «Левом»
ребячестве и о мелкобуржуазности [Acerca del infantilismo «izquierdista»
y del espíritu pequeñoburgués], Moscú: Prigoy (1918).
50.
V. I. Lenin, Acerca del infantilismo
«izquierdista» y del espíritu pequeñoburgués, 9. Además, «para el
socialismo no basta con aniquilar, terminar, etc.», ídem.
51.
Ibid., 9.
52.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 2.
53.
Ibid., 2.
54.
«Главная трудность лежит в экономической области:
осуществить строжайший и повсеместный учет и контроль производства и
распределения продуктов, повысить производительность труда, обобществить
производство на деле» (la cursiva es mía), V. I. Lenin, Las tareas
inmediatas del poder soviético.
55.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 8.
56.
V. I. Lenin, Tareas de las Organizaciones
Juveniles: Discurso en la I Sesión del III Congreso de Juventudes Comunistas de
Rusia, Moscú: Progreso (1975) (en Marxists Internet Archive), escrito en
septiembre y octubre de 1920, 4. «Solo se puede crear esta cultura proletaria
conociendo con precisión la cultura que ha creado la humanidad en todo su
desarrollo y transformándola», ídem.
57.
«El comunismo podremos edificarlo únicamente con la
suma de conocimientos, organizaciones e instituciones, con el acervo de medios
y fuerzas humanas que hemos heredado de la vieja sociedad», ibid., 2.
58.
V. I. Lenin, La economía y la política de la
dictadura del proletariado, 2.
59.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 7.
60.
Ibid., 16.
61.
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
121. Es decir, «la cantidad se transforma en calidad», ídem.
62.
V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del
VTsIK y del Sovnarkom, 27. «No hay nada más necio que transformar a los
consejos en algo fosilizado y encerrado en sí mismo», V. I. Lenin, Las
tareas inmediatas del poder soviético, 17.
63.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 16. «Hay que luchar contra esto, haciendo participar
prácticamente a todos los miembros de los consejos en la gobernación del país»,
ídem.
64.
Ibid., 7 y 8.
65.
V. I. Lenin, La economía y la política de la
dictadura del proletariado, 1.
66.
V. I. Lenin, Informe sobre el trabajo del
VTsIK y del Sovnarkom, 29.
67.
«Общественно-экономический уклад», que literalmente
significa ‘modelo’ o ‘modo’ ‘social-económico’.
68.
V. I. Lenin, La economía y la política de la
dictadura del proletariado, 2. No es necesario debatir aquí la identidad (o
no), en esencia, entre el modo de producción capitalista y la pequeña
producción mercantil.
69.
Ibid., 2.
70.
V. I. Lenin, Las tareas inmediatas del poder
soviético, 2. «El Estado socialista puede surgir únicamente como una red de
comunas de producción y consumo, que calculen concienzudamente su producción y
consumo, economicen el trabajo, aumenten incesantemente la productividad del
mismo y consigan con ello reducir la jornada de trabajo». Ibid., 8.
71.
Ibid., 16.
72.
Ibid., 3.
73.
V. I. Lenin, El Estado y la Revolución,
113 y 14. «Los medios de producción han dejado de ser ya propiedad privada de
los individuos para pertenecer a toda la sociedad», y «cada miembro de ésta, al
ejecutar una cierta parte del trabajo socialmente necesario, obtiene de la
sociedad un certificado acreditativo de haber realizado tal o cual cantidad de
trabajo. Por este certificado recibe de los almacenes sociales de artículos de
consumo la cantidad correspondiente de productos. Deducida la cantidad de
trabajo que pasa al fondo social, cada obrero recibe, pues, de la sociedad
tanto como le entrega», ibid., 113.
74.
Ibid., 16.
75. V. I. Lenin, El Estado y la Revolución, 123.
Fuente: https://paralavoz.com/el-concepto-de-comunismo-en-lenin/
No hay comentarios:
Publicar un comentario