Frente al resurgir de la
derecha en Brasil y no solo allí, el MST se mantiene como bastión de
resistencia y alternativa: su V Feria Nacional evidenció que la lucha va más
allá de la tierra, apuntando a la construcción de un nuevo modelo de sociedad.
V Feria del Movimiento Sin Tierra
El Viejo Topo
9 junio, 2025
Entre el 8 y el
11 de mayo de este año, el Movimiento de
los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil celebró su
V Feria Nacional de la Reforma Agraria, un evento que no solo reafirma su
fuerza como movimiento social, sino que también consolida su papel como
referente político y organizativo para los movimientos populares de América
Latina y del Sur Global.
Con una
asistencia masiva de 300.000 personas, la feria demostró la capacidad del MST
para articular la producción agrícola, la formación política y la solidaridad
internacionalista, posicionándose como un modelo de construcción de hegemonía
desde los pueblos.
Un espacio de
encuentro y resistencia popular
La feria,
considerada uno de los eventos más importantes del movimiento popular
brasileño, tuvo como
resultados 580 toneladas de productos agrícolas expuestos, la
presencia de 180 cooperativas del MST, 1.920 tipos de productos distintos
(agrícolas y manufacturados), 12 mil plántulas de árboles para
reforestación, 970 kg de semillas criollas fundamentales para los objetivos
vinculados a la soberanía alimentaria; se realizaron, además, 35 talleres y
seminarios sobre agroecología, lucha de clases y geopolítica y se instalaron 23
cocinas populares con más de 140 platos típicos, representando la diversidad
cultural del MST.
Además, el
Movimiento presentó 07 máquinas
agrícolas desarrolladas en cooperación con la República Popular
China, con el objetivo de ponerlas a disposición del pueblo campesino.
La feria se ha
consolidado como territorio de diálogo y articulación política para
organizaciones populares de Brasil y el mundo: partidos y líderes de izquierda
comprometidos con la reforma agraria, gobiernos locales progresistas que buscan
alianzas con los movimientos sociales, altas autoridades del Gobierno de Lula
como por ejemplo Geraldo Alckmin, vicepresidente de Brasil, el ministro de
trabajo Luiz Marinho y la ministra de la mujer, Márcia Lopes, además de
diputados nacionales y estadales aliados a la causa campesina.
Su asistencia
no fue protocolaria, el MST aprovechó el escenario para exigirles mayor
compromiso con las políticas sociales, especialmente en lo que respecta a la
aceleración de las expropiaciones de tierras improductivas en diversas regiones
del país, el fortalecimiento de la agricultura familiar y de cooperativas, la
ampliación de programas de compra pública de alimentos y el apoyo para avanzar
en la mecanización y producción industrial de bioinsumos, entre otras pautas
del MST.
Internacionalismo
y solidaridad
En el marco de
la feria, distintas expresiones organizativas del Sur Global participaron en
el stand internacionalista, compartiendo experiencias de
luchas y también capacidades productivas con los visitantes de la feria. Por
ejemplo, de Venezuela, la Unión Comunera expuso chocolates y cafés venezolanos
que fueron de interés para los y las visitantes.
La V Feria
también fue lugar para denunciar la guerra en Palestina, en la voz de Soraya
Misleh, del Frente Paulista por Palestina Libre, quien informó la muerte de 60
niños y niñas por hambre, mientras que alertaba que “300 mil infantes están
amenazadas de morir” por esta misma causa; además expresó su solidaridad con el
aniquilamiento silencioso de Haití, con las luchas de los pueblos de Venezuela
y Cuba y por la descolonización de la República Árabe Democrática Saharaui.
Este hecho y la
presencia de delegaciones internacionales refuerza el papel del MST como puente
entre las luchas anticapitalistas y antiimperialistas, no solo en América
Latina, sino también en África y Asia. Su modelo de reforma agraria popular,
basado en la producción agroecológica, la educación popular y la organización
colectiva y su internacionalismo sirven de inspiración a
nuestros países.
Construyendo
hegemonía desde los territorios
El MST no
sólo ocupa tierras,
construye Poder Popular. A través de ferias como esta, el movimiento visibiliza
su producción como alternativa al agronegocio, fomenta la formación política,
esencial para la conciencia y la lucha de clase, teje redes internacionales,
fortaleciendo la solidaridad entre los pueblos, demuestra que sí es posible
otro modelo económico, basado en la justicia social y la soberanía alimentaria
y evidencia que la verdadera reforma agraria se hace “desde abajo”, con
ocupaciones de tierras ociosas, producción agroecológica, educación popular y
formación política y “hacia arriba”, exigiendo políticas públicas y ocupando
espacios institucionales.
En un contexto
de intento de retorno de la derecha en Brasil y su avance en el mundo, el MST
sigue siendo un ejemplo de resistencia y construcción de alternativas. Su V
Feria Nacional no fue solo una muestra de productos, sino un referente
afirmativo de que no se trata solo de la lucha por la tierra sino también por
un nuevo mundo.
Breve historia
del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil
El MST surgió
en 1984 durante la transición democrática brasileña, como un heredero de las
luchas de las Ligas Camponesas (1950-60), con influencia de la
Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) y vinculado a la Teología de la
Liberación. Las primeras ocupaciones se hicieron reivindicando el Art. 184 de
la Constitución Política de la República Federativa del Brasil, que permite la
expropiación de tierras que no cumplan su función social. Según datos
del Instituto
Nacional de Colonização e Reforma Agrária (INCRA) entre 1985 y
2020 se crearon 9,300 asentamientos, beneficiando a 1.1 millón de familias sin
tierra.
Un hito trágico
de la historia del MST fue la Masacre de Eldorado dos Carajás, estado de Pará,
el 17 de abril 1996, cuando 19 campesinos fueron asesinados por la policía,
hecho que generó que La Via
Campesina Internacional instaurase el 17 de abril como el “Día
Internacional de la lucha Campesina” y que además produjo un importante
registro fotográfico del famoso fotógrafo brasileño, recientemente fallecido,
Sebastião Salgado.
Algunas
características del modelo productivo y de organización del MST son sus
asentamientos, que hoy alcanzan 450 mil familias en 7.5 millones de hectáreas,
los acampamentos (una forma posterior a la “ocupación” del
territorio y previa al “asentamiento”) que llegan hoy a 100 mil familias,
las cooperativas, que suman hoy en día 400, incluyendo la Cooperativa de
Produção Agropecuária Nova Rita – Rio Grande del Sur/MST, productora de arroz,
que ha ayudado a convertir al MST en el mayor
productor orgánico de América Latina, la agroecología como forma
principal de producción, con 120 agroindustrias y Escuelas Técnicas propias, el
modelo de dirección estructurado en Coordinación Nacional, Estadal, sectores y
Brigadas Internacionalistas permanentes (en Haití, Venezuela, Cuba, etc.) y las
escuelas de formación política, como la Escuela Nacional de Formación Florestan
Fernandes (ENFF).
Fuente: Globetrotter
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