A Milei se le fundió la motosierra y el peronismo obtiene un contundente triunfo en Buenos Aires

 


A Milei se le fundió la motosierra y el peronismo obtiene un contundente triunfo en Buenos Aires

 

Eduardo Andrade Bone

Rebelión / Argentina

09/09/2025 

 

Fuentes: Rebelión

El resultado electoral en la provincia de Buenos Aires, donde el partido de Javier Milei, La Libertad Avanza, ha sufrido una derrota contundente con un 30,5% de los votos frente al 49,5% del peronismo, es considerado por los analistas políticos un terremoto político que revela varias dinámicas profundas en la compleja política argentina.

Milei logró un éxito transitorio al reducir parcialmente la inflación. Sin embargo, esta estabilización macroeconómica neoliberal se logró a través de un ajuste fiscal extremadamente severo caracterizado por recortes brutales en el gasto público, despidos masivos de empleados estatales y una contracción monetaria agresiva en beneficio del capital argentino.

Los porteños, en especial los sectores más vulnerables, sintieron el costo social de estas políticas leoninas de la extrema derecha, pensiones que quedaron por debajo de la línea de pobreza, recortes en salud y educación, y la eliminación de subsidios. El electorado bonarense, históricamente peronista y que había dado una oportunidad a Milei, envió un mensaje claro, la estabilidad de precios no es suficiente si se logra a costa del bienestar social y el empleo. El Congreso, de hecho, ya había respondido a este malestar social aprobando leyes para aumentar pensiones y beneficios por discapacidad, que Milei vetó argumentando que no había dinero.

La imagen de Milei se construyó sobre la base de ser un forastero que venía presuntamente a limpiar la «casta» política corrupta. El escándalo de presunto cohecho que involucra a su hermana y jefa de gabinete, Karina Milei, socavó brutalmente esa narrativa. Las grabaciones que la implican en una red de sobornos por contratos farmacéuticos en la agencia de discapacidad (ANDIS) crearon una contradicción insostenible para un gobierno que pretendía mostrarse moralmente superior. Este escándalo, que estalló en el momento más crucial de la campaña, no solo energizó a la oposición peronista-kirchnerista, sino que desilusionó y desmovilizó a una parte de la base desencantada de Milei, que se sentía traicionada. Demostró que la retórica anticorrupción es frágil y que cualquier indicio de hipocresía puede ser electoralmente letal.

Describir al peronismo es un error recurrente en la política argentina. Derrotados en las presidenciales de 2023 y con su líder máxima, Cristina Fernández de Kirchner, inhabilitada y con prisión domiciliaria, el movimiento demostró una vez más su capacidad de resiliencia. La elección sirvió para que el peronismo, a pesar de sus divergencias internas, se uniera en torno a una oposición frontal contra el ajuste.

Figuras como el gobernador Axel Kicillof emergen fortalecidas y se perfilan como el posible candidato presidencial a futuro. Su mensaje, centrado en la defensa de los trabajadores, los jubilados y los servicios públicos, resonó profundamente en un electorado que está sufriendo las consecuencias de las políticas de shock ultra neoliberales, producto de las ordenes del FMI y el BM.

Milei llegó a la presidencia con un partido de ultraderecha y una representación mínima en el Congreso. Esta derrota en la provincia clave confirma que no ha logrado construir una base legislativa que le permita gobernar con eficacia. Su estilo confrontacional y su negativa a construir puentes con la oposición («no voy a transar con la casta») lo han dejado políticamente aislado y con un futuro político magro. El Congreso, dominado por la oposición, no solo le ha bloqueo reformas clave, sino que ha logrado aprobar leyes populares que obligan al presidente a vetarlas, generándole un costo político enorme. Un presidente sin mayoría legislativa y que pierde su principal bastión electoral en las urnas se convierte en un mandatario extremadamente débil para implementar su agenda.

La derrota electoral de la ultraderecha trumpista de Milei, genera una enorme incertidumbre sobre la continuidad del plan económico ultra neoliberal. Milei prometió «acelerar el curso”, pero la realidad es que probablemente se vea forzado a negociar. Los mercados reaccionan negativamente a la inestabilidad política, y se espera una presión sobre el peso argentino y las tasas de interés. El gobierno ya venía interviniendo de manera agresiva para sostener la divisa, con tasas de interés del 80%. El riesgo es que la falta de consenso político y el posible freno a las reformas neoliberales alejen la inversión privada que Milei considera esencial para el crecimiento, perpetuando el estancamiento económico.

La paliza electoral en Buenos Aires es mucho más que un voto castigo; es un rechazo social a la metodología del ajuste indiscriminado del ultra neoliberalismo. Revela que el proyecto de Milei está agotado y chocó con un muro infranqueable, la imposibilidad de aplicar una terapia de shock prolongada en una democracia con fuertes tradiciones de justicia social y protección laboral, sin generar una reacción que la detenga.

¿El gobierno se encuentra ahora en una encrucijada existencial?¿Insistir con su ya fracasado plan original, arriesgándose a una mayor conflictividad social y una derrota aún mayor en octubre, o moderar su agenda para buscar acuerdos que le permitan una gobernabilidad mínima, traicionando así el núcleo de su discurso anti-politica tradicional?

Ya sin mayoría legislativa, con escasa receptividad social y fuerte presión económica, el gobierno de Milei se enfrenta ahora a una situación casi ingobernable: sin aliados claros en el Congreso y con las elecciones de medio término a la vuelta de la esquina.

El peronismo, aunque victorioso, también enfrenta el desafío de capitalizar este triunfo no solo como un «No a Milei», sino como un «Sí» a una alternativa creíble, renovada y unificada para gobernar la Argentina en el futuro. La elección de octubre se perfila ahora como un plebiscito aún más definitorio sobre el destino del país.

De allí que este es un punto de inflexión, que subraya la tensión entre la necesidad de reformas estructurales en una economía crónicamente inestable, con un modelo neoliberal agotado y la demanda social que busca soluciones inmediatas. La verdadera prueba vendrá en octubre, pero ya apunta a un Milei más vulnerable y en decadencia, con una oposición fortalecida que podría bloquear su proyecto si no hay concesiones.

Finalmente cabe destacar que la reciente derrota representa mucho más que un tropiezo electoral, es un cisne negro que podría marcar el fin del liderazgo de Milei tal como lo hemos venido conociendo. Surge un nuevo escenario, la extrema derecha libertaria se debilita, el peronismo se recompone y reclama poder, y la fragmentación política exige negociar. Buenos Aires, que concentra casi la mitad del electorado, acaba de enviar un mensaje claro, hay límites al modelo liberal y al autoritarismo económico ultra neoliberal y se demandan políticas con rostro social y humano. Lo que refleja que a Milei se le fundió la motosierra y con pocas perspectivas de ganar en octubre próximo.

Eduardo Andrade Bone. Analista político y comunicador social.

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El tabú de la edad

 


El tabú de la edad


Domingo Sanz

kaosenlared

9 de septiembre de 2025  

 

Por motivos que sí vienen al caso pero que por sí solos merecen cientos de libros y otras tantas revoluciones democráticas de las que siempre quedarán pendientes por que lo que interesa es el poder, dejaré para más adelante las intenciones que me mueven y comenzaré por el principio.

Son las 15 horas del 6 de septiembre de 2025 y escribo en Internet “El tabú de la edad”. De inmediato, una IA emergente y con ánimo de ayudar gratis hoy para poder cobrar mañana, pero que tampoco conoce mis intenciones, me responde con esto:

El ‘tabú de la edad’ se manifiesta en la represión de la sexualidad en personas mayores, la marginación de la vejez en la sociedad por estereotipos de belleza joven, y el juicio social sobre parejas con diferencias de edad significativas. Estos tabúes se originan en patrones culturales y sociales como la idealización de la juventud, y se mantienen por prejuicios que ignoran las capacidades y necesidades de las personas mayores, afectando su bienestar y autoestima”.

Regreso al pasado aún presente y también tecnológico haciendo “clic” en “Herramientas” de la misma primera pantalla y el buscador me responde con 8.760.000 resultados, refiriéndose todos y cada uno de los diez primeros a temas de la edad relacionados con el sexo y con títulos tan explícitos como “El tabú de la sexualidad en las personas mayores” de la Fundación PRODE, “El Viaje de los Tabúes del Sexo al Envejecimiento en la Sociedad Moderna” en Psicología y mente“, “Las personas mayores y la sexualidad: un tema tabú” de Cuideo, tan publicitarios los de esta marca, sobre todo por la radio, o “Entendiendo la sexualidad en la tercera edad: Rompiendo el tabú”, de Abuelosplus.

Abro paréntesis para tomar un fresco, que todavía es de verano incendiado, más un café con hielo en el bar más cercano y de repente, en la página 22 del periódico de papel más leído de la isla donde vivo coincido con la médica María José Hernández proclamando que “Debemos aceptar las arrugas, no hay que disimular la edad que tenemos” y sospecho que más pronto que tarde será objeto de alguna campaña para que la gente olvide tanta osadía, promovida por los negocios que viven de desarrugar con disfraces naturales toda clase de pieles.

De repente, pienso que ya es hora de asomar la patita de las maldades que me animan y recuerdo que mi manía principal, como contribuyente que soy, consiste en vigilar lo que ocurre en la política retribuida, esa que pagamos entre todos y que en tantas ocasiones sus protagonistas son parte interesada de lo que legislan para que sepamos a qué atenernos, aunque también es cierto que resulta muy difícil organizar un país con tantos millones de personas, cada una con sus intereses particulares, solo algunos compartidos y siempre cambiantes, y rodeado de otros países también muy difíciles, y no digamos ahora, con los excesos que se están gastando algunos líderes.

Por tanto, he decidido que me interesa saber si el tabú de la edad también afecta a la clase política, especialmente a la que elegimos en las urnas y cuyos componentes son, por tanto, quienes teóricamente deben comportarse de manera más transparente con el electorado, pues esa voluntad, la nuestra, a la que se denomina “popular”, es vital para que ellos puedan continuar en los cargos que ocupan, algo que evidentemente desean, pues, de lo contrario, no repetirían, o aprobarían leyes para limitar el número de mandatos y dar paso a otros, pero bueno, donde vamos a parar, ¿en qué mundo me creo que estoy viviendo?

Acto seguido elijo las “víctimas” de la investigación que debo llevar a cabo para seguir escribiendo y elijo a los miembros del Congreso y de los 17 parlamentos autonómicos para comprobar, uno por uno, si la información que proporcionan de los ocupantes de sus escaños está afectada también por el título de este artículo, pues no sería aceptable que las instituciones padecieran los mismos traumas que sus miembros. ¿O acaso sigo viviendo en un mundo distinto?

Además, y no es un asunto menor, el dato de la edad es una condición legal inapelable, tanto para poder elegir como para ser elegido, que es lo que hoy me motiva. Para rebajar la crueldad, seguiré sin citar ni medio nombre.

Otro detalle también importante nos confirma la evidencia de que solo conociendo las fechas de nacimiento es posible saber si ciertos colectivos están especialmente discriminados en las instituciones, algo que, de ocurrir, las alejaría del parecido a la sociedad que representan. Aunque parezca mentira, disculpe que casi redunde, el parecido entre representantes y representados es muy conveniente para gobernar mejor. Ya sabemos que esto supone algunas molestias añadidas, pero, ya que cobran, lo pueden soportar, ¿o no?

En menos palabras: ¿informan los parlamentos de las fechas de nacimiento de sus miembros? Comencemos.

El Congreso: La respuesta es SÍ, y bien en la ficha personal de cada diputado, aunque entre los miles que lo han sido desde 1977 hay uno de UCD y de la legislatura constituyente que no incluye la fecha en que nació. Para los informáticos del Congreso y por si quieren arreglarlo, escriban su nombre en Google y asunto resuelto. Y no se olviden de citar la fuente de la información, salvo que recurran a la que llevan casi medio siglo sin emplear.

La Asamblea de Madrid: SÍ también, y ofreciendo además la posibilidad de aplicar hasta ocho filtros distintos, algo que debería cundir y que si, por ejemplo, para el tema de la edad presentara cuadros de datos o pirámides de población de año en año serviría para hacer mucho más fácil la estadística y buscar discriminaciones de hecho vinculadas al edadismo, pero el de todos, no solo el que se refriere a las personas mayores.

Aprovecho la oportunidad madrileña y decido elegir la “Legislatura XIII” (la actual) y que sus componentes tengan “Menos de 25 años” de edad.

En un instante aparece una nueva pantalla pretendiendo que trague con que de sus 135 miembros hay 67 que son tan jóvenes. Lo intento más veces y reincide siempre pero como, eso sí, fotos hay de la inmensa mayoría, decido abrir las primeras cuatro fichas por si las apariencias fueran capaces de engañar tanto y tan al revés de lo habitual y no, pues me dice que nacieron, respectivamente, en 1971, 1971, 1974 y 1961, lo que significa que todos tienen, como mínimo, el doble de la edad máxima del filtro aplicado.

Evidentemente me desmoralizo y decido seguir investigando, pero otro día, sobre el tabú de la edad entre las clases políticas autorizadas por las urnas en el “Reino de España”. Por cierto, no le perdonaré sus vidas al resto de países del mundo, que cualquiera sabe como lo hacen para convertir sus tabúes en beneficios de algunos, y ya ni me reconozco de lo mal pensado que me estoy volviendo.

En cualquier caso, enviaré esto a los responsables de ambos parlamentos investigados por si sirve para mejorar y, errores informáticos o humanos aparte, calificaré con un aprobado las informaciones que ofrecen el Congreso y la Asamblea madrileña, pues también hace mucho tiempo que las tecnologías permiten resultados mucho más útiles para quienes deciden investigar sobre tabúes y otros defectos humanos de los que debilitan las democracias, el sistema que ha demostrado mayor eficacia en, por ejemplo, lo de alargar las esperanzas de vida, eso que tanto coincide con el instinto de supervivencia que llevamos puesto desde el día en que nacemos. 

Imagen de portada:   Retrato de Heráclito de Éfeso – Wellcome Images (CC BY)

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